Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

- sé eso... - digo algo triste pese al sentimiento de felicidad de que esa posibilidad exista, de que tengamos algo estable, algo solo nuestro.

- au! - digo contra sus labios cuando me pellizca el trasero. Le miro algo mal, aunque me encanta que me toque.


Escucho lo que dice,me parece algo precioso, pero... - venga, si ya te gustaban las mujeres en exceso en wutai... - realmente me cuesta creerlo después de ver su forma de ser entonces.


Esos labios descienden sobre los míos y los respondo con ganas agarrándome a sus brazos y leugo besa mi cuello. - Oh, sí. Mira, me he zampado 3 solomillos así de grandes. - digo marcando el tamaño de los cuantiosos trozos de carne. Los de la mesa de la cafetería estaban asustados y todo de como tragaba.

No puede evitar reir divertido ante las palabras del rubio, era bastante entretenido a veces, inocente también, inocente... no es que las personas de su edad no pudiesen ser inocentes pero era algo extraño encontrar personas así, realmente estaba sospechando algo pero lo despejó de su mente, no creía que aquel frente suyo hubiese sido... niega con la cabeza para si mismo y vuelve a besarle.

- Bueno, entonces no debo preocuparme de que no comas bien... sabes, Zack me preocupa un poco, no come como debería, dice que se llena rápido, pero a veces me pregunto si tuvo algunos problemas cuando estaba en el modelaje, seamos sinceros **le lleva al sofa para sentarse ambos* por muy buena autoestima que tengas si alguien te esta molestando cada dos minutos puede minarla y comenzar a destruirte... he hablado seriamente con él pero parece o no escucharme, o no querer contarme nada... - acaricia la mano de Ethan se le notaba preocupado realmente por su amigo - si no veo que esto avance tendré que hacer algo que no me agrada... meterme de más y hablar con Yoshiyuki-san - le toma del mentón y le besa profundamente, tal parecía que se había hecho adicto a esos labios dulces

Dejo que me lleve al sofá. Sonrío a pesar de que es posible de que me esté hablando de un caso de anorexia, el que tenga confianza de contarme cosas de su amigo me anima mucho. hace media hora le avergonzaba besarm y ahora... no me suelta pienso, no es una queja. Le respondo con ganas, intentando sacar mi poca maestría en besos a flote. Le sonrío cuando corta el beso y me apoyo en su hombro. - a lo mejor es por el examen, muchos alumnos míos vomitan en el mismo examen, o pierden el apetito. Aunque a mí nunca me ha pasado, hay gente que se lo toma muy enserio y solo se perjudica. - realmente no conozco bien al pelinegro.

- No es eso... Zack jamás dejó de comer ni siquiera en Wutai... o en las misiones con Angeal *suspira* pero hablaré con él nuevamente, no puede simplemente quedarse así - de pronto se separa un poco y se recuesta en las piernas de Ethan, en esa posición podía ver los pechos de las chicas, pero ahora lo primero que veía era ese rostro un tanto confuso por sus actitudes - realmente ahora... conozco el porque esta posición es muy cómoda y te da una excelente vista, tus ojos los puedo ver desde aquí sin problema alguno - comenta y le atrae con cuidado besándole, no se explicaba qué era lo que tenían los labios de su amigo, eran tan deliciosos que al igual que una droga no podía dejar de besarlos.

- En menos de 24 horas me has hecho adicto a ti.. ¿como es que lo haces? - no le deja huir, siente de nueva cuenta la suavidad de la boca ajena y su lengua vuelve a juguetear en esa cueva húmeda y cuyo morador le sigue el juego,.

Me sorprende que se tumbe así, pero acaricio sus cabellos lacios. - Con eso me estás queriendo decir que soy un enano, verdad? - digo, ya que si solo puede ver mis ojos desde abajo es que no "estoy a la altura" como para que los vea bien. - anda que... - me inclino besando sus labios una vez más. - se me van a hinchar, sabes? - digo, pero cuando me vuelve a atraer no me resisto. - mmm... - su lengua hace que me derrita literalmente, siento que mi cuerpo pierde consistencia cuando me besa así de profundo.


Acaricio su pelo cuando me doy cuenta de que se hizo de noche, . mis alumnos me van a odiar, les dije que intentaría tener la nota de los exámenes para mañana. - digo divertido, la verdad es que cuando se trata de notas olvidan que el profesor es humano y habría que verles a ellos corrigiendo 200 exámenes de cada asignatura. - No sabes que vas a estudiar?


hasta mañana)

- No te preocupes por ello, si deseas yo puedo ayudarte, sabes que los soldados somos resistentes - se levanta de donde estaba - además... puedes quedarte aquí si lo deseas, me hubiese gustado saber que venías para prepararte algo de comer... con eso de que Zack ya me agarró de aprendíz de brujo me está enseñando a cocinar varias cosas, a veces no sé como puede ser tan hiperactivo... es un niño aun - pese a ser solo dos años más grande que Zack, Kunsel se sentía ya más grande, sentía que debía de tomar toda la responsabilidad de las personas a su alrededor y demostrar que podían confiar en él.

- Oh puedo acompañarte a casa para ayudarte y que comas bien... definitivamente soy mal anfitrión... no tengo nada en la nevera... oh si, lo que quedó de los potes de helado - se sonroja levemente, aun cuando intentaba ser la madurez andante se le escapaban de vez en cuando algunos detalles

- No te preocupes, hay profesores que tardan más que yo y... creo que a ninguno le ha desaparecido el sillín de la bici o las ruedas del coche. - Me abrazo a su cuello, me encanta estar así, casi colgando de él. - Te dije que vendría, pero no importa.- beso una de esas ruborizadas y calientes mejillas.- como bien! - exclamo. - Pero... no me importaría que me acompañaras. Y no te preocupes, no te creas que es fácil alimentarme aunque lo pueda parecer a simple vista. Como como dos personas. Además, no eres mal anfitrión... tenías un plan B con los helados y eso. - le beso leve mente, de tanto besarme ya he cogido la costumbre.- aunque ya te aviso que solo sé hacer lo posible para que no se queme lo que cocino.


Me levanto estirándome. - oye... por qué no te quedas a dormir? - digo sin vergüenza, pero algo preocupado de que le ponga en un compromiso. - Después de todo, hay bastante camino hasta mi casa, sé de sobra que no corres peligro ninguno, pero es más cómodo, no?

- A dormir? - aun no estaba muy seguro de llegar a ese grado de intimidad, por lo menos ahora que se habían aclarado varias cosas, es decir aun le resultaba un tanto dificil, sin embargo se da cuenta de sus pensamientos, el hecho de que se fuese a dormir con Ethan no quería decir que volverían a intimar hasta ese aspecto - está bien, así sirve que te cuido un rato - no es que considerara al rubio debil, simplemente tenía muchas ganas de cuidarle de que se mejorase cada vez más, se va a su cuarto por un par de cosas para no molestar al otro y se tira la bolsa al hombro

- Vamos - le sonrie y le vuelve a dar un beso en los labios, era extraño el jamás se imaginó dando besos a un hombre pero ahora era tan normal que estaba bien

Para nada me molesta el hecho de que desee cuidarme con tanto fervor, me hace sentir más querido que nunca. - te espero. - le digo cuando va a por el pijama, supongo. Que solo vayamos a dormir me decepciona un poco, pero es comprensible, supongo que soy un viejo verde... además, él... esto no solo lo ha aceptado, si no que lo ha hecho excelentemente. Hace que nuestros besos sean algo 100% natural.


Le sonrío y vamos al coche. Una vez llegamos a casa espero que no se asombre por el tamaño, es un chalet grande con jardín y bien sé que solo habrá conocido la tienda madre del campamento y ese apartamento de tamaño medio que tiene. Abro con mi llave y le invito a pasar. - Ven, quiero enseñarte algo. - le tomo de la mano y abro una puerta del primer piso, busco a tientas la luz y esta le revela al rubio dos salas conectadas llenas de estanterías con libros por todas partes, algunos colocados con cariño inusitado y otros metidos algo a presión entre sus congéneres. Como si de la biblioteca de alejandría se tratase también hay algunos rollos de pergaminos, muchos copias otros auténticos pergaminos medievales. - qué te parece? te haré un carnet de biblioteca, eh? - digo ofreciéndole cualquier ejemplar de mi colección.

aL FONdo también hay algunos instrumentos, una guitarra española y un teclado modesto, las estanterías llegan al techo, pero hay una escalera para llegar a ellos, no olvidemos que muy alto no soy y si yo mido, 1,7m, las estanterías miden 2,2 o algo así.

- Wow - es lo único que sale de aquellos labios rojizos al ver los libros, el mundo de libros de aquel lugar, sonrie por lo del carnet y entra con cuidado, sus dedos acarician con total embeleso algunos lomos, letras doradas, grabadas, pintadas a mano. Todo ahí era maravilloso, escruta con la mirada como si buscase algo en específico, le sonríe a Ethan y este con un gesto le da el permiso para poder tomar algunos libros y entrar más a fondo en aquella habitación, como si algo le guiase por instinto da casi de inmediato con aquel libro, ese volumen grueso, cuyo empastado se notaba algo gastado, pero él lo recordaba como si sólo hubiese sido ayér que lo tenía entre sus manos.
Las hojas se notaban un tanto amarillentas y el olor característico de los libros antiguos llenan sus fosas al aspirar ese mundo de recuerdo dispersados en el ambiente al abrir el tomo.

- Creí que ya no lo tendrías - susurra mirando a Ethan - recuerdas mi jornada favorita?... - pese a que aquel libro le hacia sonrojarse simplemente no podía olvidarse de Martellino, había sido un personaje que le pareció bastante interesante, sus ojos vuelven a tener ese brillo de hace cinco años.

- Veamos... creo que era la Jornada 2º y... el cuento primero. Era el de Martellino fingiendo ser tullido, verdad? - una vez que te lo leí, veía como murmurabas frases que te sabías de memoria según las iba leyendo. - me muerdo la uña del pulgar cuando veo esa luz en sus ojos. - Y claro que lo tengo, no dormiría tranquilo si le pasara algo a alguno de mis libros.


Acaricio su abrazo. - quédate aquí dando una vuelta, mientras yo hago algo sencillo para cenar. -me estiro besando su mejilla y le dejo en la biblioteca feliz de verle como hace tiempo que no le veía.


En la cocina pongo en la plancha unos cuantos trozos de carne y como me parece muy soso así, pongo una salsa de sobre en el microondas para echarle encima. Si intento hacer algo más hay peligro de incendio. - Kunsel-kun. - digo asomándome a la habitación para llamarle a cenar.

- Hai, arigatou - dice con su gracioso acento, aunque quería irle a ayudar, en ese momento una extraña pasión por los libros le mantenía atado ahí, rápido se pasó el tiempo, y cuando escucha como le llama va a su lado - tiene buena pinta - comenta sincero y se sienta a la mesa - itadakimasU - enfatiza la U del final, realmente parecía un chiquillo que esta aprendiendo a hablar, aunque en cierto aspecto si lo era.

- Oishi!! - mira a Ethan - cuando vuelvas a ir a mi casa te cocinaré... aunque no se le puede comparar con este palacio, tu casa es hermosa - Kunsel no había vivido en un sitio así ni en Shin-ra, ahí vivían en los departamentos de la propia corporación, ni soñando siquiera había visitado algo así

- itadakimasu. - sonrío por lo gracioso de su acento y nos servimos nosotros mismos la carne. Como un poco escuchándole. - Me encantaría eso y tú casa está bien también. - le digo a lo de cocinar. - Bueno, el sueldo de profesor en la universidad da para bastante, además de lo que recibo por ser asesor y publicar algunos artículos en periódicos y revistas. - le miro encantado de estar con él. - y, enserio, no te cortes, puedes tomar prestado el libro que quieras. Me encanta leer en ese cuarto, está muy bien ubicado para aprovechar toda la luz solar posible y huele a viejo y a productos químicos de la tinta y simplemente me encanta.


- oye, espero que no se te pase por la cabeza saltarte ni una clase más. Ya van dos y en medio mes tenéis el examen y faltan 3 temas de los más complejos por dar y tenemos que terminar el último. Creo que las dos siguientes clases tendrán que alargarse una media hora para recuperar las horas perdidas.- digo poniéndome en modo sensei, aunque enseguida cambio de tema. - oye... Zack sabe algo o le dirás de esto? - pregunto. A pesar de que en las clases íbamos a ser profesor y alumno como de costumbre tampoco quiero meter la pata de alguna forma.

Se queda quieto cuando le pregunta lo de decirle a Zack, no es que no lo tuviese contemplado, pero aún era demasiado pronto.

- No... - dice sin titubear y después mira a Ethan - lo nuestro... no sé si durará... no me malinterpretes, no quiero que él se preocupe de más, es muy aprensivo a veces, y no deseo que crea que es porque lo que pasó con la chica, yo le diré aquel engaño y entonces el creera que estoy contigo por despecho... y tampoco quiero que se enrede, porque si lo nuestro no funciona no voy a andar con otro hombre... tu me gustas no por ser un hombre sino por lo que me haces sentir... me explico? - no quería herir a su profesor pero tampoco que este se ilusionara de más o mal interpretara el asunto con Zack.

- Esto es algo dificil y nuevo para mí, y quiero entenderlo y estar seguro antes de decírselo a Zack, el sabrá entender a su momento...
(me voy a clasesss xD)

Sinceramente... que se lo diga a su amigo o no me es indiferente, solo quería saberlo para comportarme de forma correcta. Pero mentiría si dijese que el resto de lo que ha dicho no me ha dolido. Yo también barajé la posibilidad de que solo se acostara conmigo por despecho, aunque la descarté rápido. "no sé si durará" Wsi lo nuestro no funciona"... duele escuchar eso por muy evidente que sea. él que diga que no saldrá con ningún otro hombre me confunde también, no le gustan los hombres, pero yo... le gusto un poco, pero mi cuerpo le atrae? Me miro a mi mismo, vamos, a quien atraería un cuerpo pequeño y enfermizo. Después de todo le tengo que estar agradecido, él es el único que ha querido tener sexo conmigo.


Asiento con gesto tranquilo, como profesor sé cuando tengo que mantener impertérrito y hacer como si no pasara nada. - te he dicho que te daría tiempo, me da igual que se lo digas ahora, en una semana o... es mi alumno y le tengo cariño, pero no va más allá, así que si considerar correcto actuar así. - me encojo de hombros. - por mí bien. - no le estoy echando nada en cara. Ataco un segundo trozo de carne, soy un agujero sin fondo.


- Después de cenar suelo leer un rato, etto... podemos meternos en la biblioteca o ver algo en la tv. - comento sin saber que plantearle hacer.

- Arigatou... oh enserio eres de buen comer - dice acariciándole la mejilla, para terminar su plato, él también comía bien. - pues me gustaría ir a la biblioteca, ví varios libros interesantes, de los poco que pude hojear, es que son tantos que sencillamente no puedo decidirme - toma la mano de Ethan y la acaricia.

- Ethan... dime... bueno, yo quiero saber... si no tienes algo que decirme... - si bien el mayor no tuvo reacciones muy definidas cuando Kunsel habló el soldado sabía como leer las facciones de los demás, así que miró algo de tensión - ten confianza en mi si?

Su tacto es agradable, sus manos rudas de espadachín me enamoran. Mientras corto la carne me toma la mano y le miro a los ojos cuando me habla. - no hay nada, Kunsel-kun. - digo con sinceridad. Decirle que me molesta oír nada más empezar a salir junto que no se sabe si esto durará es algo que me molesta, pero no tiene ningún sentido reclamarle y tampoco quiero que se enoje por algo tan tonto. Me levanto sin soltar su mano y me siento a su lado en la mesa apoyando la cabeza en su hombro. - estoy contento de estar contigo, en mi propio mundo sumergido y a veces tomar consciencia de la realidad y de que todo no es tan maravilloso me afecta un poco. Supongo que me he pasado demasiado tiempo entre libro.

- Supongo que muchas veces los libros son mejor compañía que el ser humano... te lo digo por experiencia - le besa en la frente de manera suave mientras termina de comer el mayor.

- Y si bien es cierto que abusar de alguna de esas cosas (gente o libros) es malo también, me inclinaría más por los libros, te hacen sufrir un poco menos que las personas, pero al mismo tiempo hay cosas que los libros nunca te enseñaran y que podrías aprender con una persona en pocos minutos - le sonrie, de esa manera que solo Kunsel sabía, y ahora solo sonreía así para aque hombre que tenía frente suyo - quiero aprender de ti, todo lo que puedas darme y espero que puedas aprender algo aunque sea pequeño, de mi. Realmente a tu lado me siento inexperto en muchas cosas... creo que en todo.

- Yo también tengo algo de experiencia y vivencias acumuladas sobre eso. Y eso que dices son verdades como puños. - beso su hombro cuando me sonríe tan bellamente. - Ya estoy aprendiendo cosas de ti. Cortas la carne en cuadraditos y tus ojos son en verdad hermosos cuando los libros entran en escena. - digo simplemente para que no piense que soy una especie de acosador que se fija hasta con que pie entra primero en una habitación. Sé que se refiere a cosas útiles y no a este tipo de tonterías que se me pasan por la cabeza.

Termino de comer y le miro. - Espero tener siempre cosas para enseñarte para que no te vayas nunca. - acaricio su mejilla y retiro los platos de ambos. Este ardor de enamorado que me oprime es algo en verdad terrorífico, siempre es hermoso en el principio, pero luego se llora. Un soldado como él no lloraría nunca, pero yo soy bastante sentimental por mi parte. Cuando ha dicho que se siente inexperto en todo me han dado ganas de decirle que en lo referente al sexo al más novato soy yo, pero de alguna manera también estoy avanzado en eso, he leído sobre ello y sé hacer felaciones con más o menos maestría.

- Seguro que si, has leído mucho a diferencia de mí, pero espero también tener cosas buenas que enseñarte a ti... - le ayuda con los platos y cuando los termina de poner en el lavavajillas le toma por la cintura, besando su cuello, mordiendo un poco esa zona.

- Recuerdas cuando las enfermeras te decían piropos? venías a mi camilla y te hacias el que me revisaba las heridas *sonrie* eras muy tímido pero creo que eso era lo que más les gustaba, hacerte sonrojar y que huyeras de ahí ... siempre has sido muy tierno

- mmm... - dirijo los ojos hacia su cabellera tuba cuando está besando mi cuello, ese mordisco me hace removerme un poco en sus brazos.


Le miro con una ceja alzada. - Menudos golpes en la cabeza te debiste de dar, creo que no te la examiné adecuadamente. Ya te lo dije, las enfermeras solo eran... afables conmigo para que les dejara encargarse de los soldados más guapos, entre ellos tú y te aseguro que lo dejaban bien claro. Y no me sonrojo así de fácil... - le digo, aunque esto último es mentira, entonces me sonrojaba a la mínima, incluso cuando le veía dormido mi sonrojo era muy evidente.

- Claro que si te sonrojas... - dice como un susurro en su oido, de forma tal que haría sonrojar a cualquiera, su lengua pasea por aquel pabellón de la oreja y se separa de pronto, pero solo para mirar aquel rostro sonrojado, sonrie de lado - lo sabía - dice triunfante y camina hacia la biblioteca despacito, como huyendo y no de aquel hombre que estaba a sus espaldas. era bastante agradable estar a su lado.

- Ethan... donde dormiré? - pregunta de pronto al tiempo que hojea un tomo de una colección de la historia de la filosofía.

Suspiro cuando ese aliento penetra en mi oído junto con esas palabras, cuando su lengua se deleita con mi oreja mi sonrojo es evidente y obligado. - Kunsel! - digo algo exaltado cuando veo que solo lo hizo para molestarme. Esta noche no habrá sexo, tengo que asumirlo, pero es que fue tan maravilloso...


Me siento en un sillón en la biblioteca mientras me acomodo y leo a Lord Byron. - eh... pues igual que anoche, conmigo ... en la cama. - digo tranquilamente sin sacar la mirada del libro, esperando devolverle de alguna manera ese sonrojo que me ha sacado antes

(vengo en 30 minutos)

- Ah, vale - dice de pronto sin dejar de observar el libro que había tomado, sin darse cuenta que ese tono de hablar podría confundirse con un "me da igual donde mientras ´pueda dormir" pero no era su intención, era simplemente un "ok" muy natural entre él y Zack, pese a todo, estar con Ethan no es que no le agradara o que no le importar demasiado, solo que estar con hombres era normal para Kunsel, era cuestion de que se diera cuenta totalmente de la relación que tenía con el mayor.

- Mañana tienes que levantarte muy temprano?, a que horas irás a la asesoría?, a la misma hora de siempre? , quiero saber para hablar con Zack y no dejar la plática a medias ni interferir con las asesorías - deja el libro donde estaba y después se topa con un libro de Hans Christian Andersen

Pongo morritos decepcionado por su reacción. Él también se ve muy lindo sonrojado, me hubiera gustado verle así ahora.

- Tengo que ir a las 10 a la universidad, así que me levantaré a las 8 y 30, quieres que te despierte a esa hora o antes de irme o... solo seguir durmiendo? - le pregunto mirando su espalda. - Y sí, a la hora de siempre estaré allí.

Me levanto con el libro de lord Byron en la mano y le abrazo la cadera con un brazo y con la mano libre sujeto el libro a la altura de mis ojos mientras él sostiene un libro con cuentos de Andersen. Carraspeo aclarando mi voz y empiezo a leer y recitar un poema. -

Así es, no volveremos a vagar
Tan tarde en la noche,
Aunque el corazón siga amando
Y la luna conserve el mismo brillo.

Pues así como la espada gasta su vaina,
Y el alma consume el pecho,
Asimismo el corazón debe detenerse a respirar,
E incluso el Amor debe descansar.

Aunque la noche fue hecha para amar,
Y los días vuelven demasiado pronto,
Aún así no volveremos a vagar
A la luz de la luna.


Mi voz va bajando cuando la última estrofa empieza a ser pronunciada por mis labios hasta desvanecerse con la última palabra.