Pétalos de cerezo y libros de todos, incluido el amor (priv. Ritsu)

Yo ya sabía su nombre, el nombre de mi acosador, siempre mirándome desde la distancia, persiguiéndome de una manera inofensiva, pero molesta. Oda Ritsu, mi acosador y un terrorista de primera. Supongo que después de leer los mismos libros que yo por algunos años no es una casualidad tan grande que hayamos ido a por el mismo libro en el mismo momento, después de todo la historia había quedado muy interesante y ya había comprobado que ese chico lee los libros más rápido que si fueran revistas. Quizás, solo tenía que ocurrir, tenía que soltar semejante bomba. Te amo, sempai. Eso fue todo lo que dijo, mi rutina diaria para matar el tiempo en la biblioteca se vio perturbada por algo así, un chico dos años menor, que no me había dirigido la palabra se me declaró en mi lugar de evasión del mundo, donde no tenía que pensar en lo silenciosa que estaba mi casa o que mis padres no estarían para firmarme una autorización para ir a algún sitio al que realmente no me apetece ir, entonces iba a la biblioteca, porque pensar ciertas cosas me hacía mal. Realmente me molestaba ese chico, quería destruir sus ilusiones, quería que esas mejillas se tiñeran de rojo de odio y sus ojos enrojecieran de llanto, parecía algo muy fácil, quién iba a decir... que iba a acabar así.


Nos acostamos una vez, tuvimos una cita, fue agradable hablar con alguien de las cosas que me gustan, pero ver como ese chico me hablaba desde lo más hondo de su corazón y yo me quedaba impertérrito... era algo que me hacía descubrir lo negro y sucio dentro de mí, me molesta... es muy raro, pese a mi actitud detestable se quedó conmigo, me pregunto... hasta donde llega esa idealización que tiene de mí, cómo no puede ver lo despreciable que soy, en lugar de eso me sorprende con su inocente personalidad.


Le doy con mis dedos en mi frente. - concéntrate, tienes un examen de esto mañana, no? - se le dan realmente mal las matemáticas y cualquier materia de ciencias. Me echo hacia atrás en la silla de ruedas mirando el techo amarillento de mi cuarto. - a este ritmo no vas a conseguir la nota que quieres...

-Por fin su sueño estaba haciéndose realidad, tener a su senpai a su lado era lo que más deseaba y apreciaba, el solo quería mirarlo, verlo leer, hablar, pero todo había resultado mayor a lo que el chico esperaba, esa tarde cuando soltó aquella declaración, pensó que su mundo se vendría abajo, pensando que su senpai pensaría que era un raro... un asqueroso..., jamás pensó en recibir una respuesta positiva de sus sorpresivas palabras, su corazón parecía querer salirse, realmente creyó morir de felicidad-

-todos esos años mirándolo desde lejos sabiendo que leía los mismos libros que el era más que suficiente para sentirlo cerca, una caricia aquellos libros era darle una a el.. a su amor secreto, cuando experimentó por primera vez un beso... fue de él, hacer el amor... el también fue el primero. Sentirlo dentro de sí, haciéndolo feliz, era lo único que le importaba, los besos de su senpai le avergonzaban, pero nuevamente lo llenaba de dicha-

-Su mente no se podía concentrar en más nada sino en aquella voz masculina muy profunda, no quiso mirar a su lado, sentía que la mirada inquisidora de su compañero vería a través de él- Gomensai.... senpai... -dijo con una voz temblorosa- S-si..si tengo examen... mañana -dijo entrecortado y pausado, "¿quién podría concentrarse teniéndolo al lado?", suspira tratando de relajarse pero al parecer no sería posible, mira el cuaderno y continúa escribiendo, se vuelve equivocar y borra, no solo tenerlo cerca lo ponía tan mal, sino el hecho que estaba de nuevo en su habitación , la emoción lo embargaba, sus orejas estaban coloradas al igual que sus mofletes, sin querer deja caer el lápiz con el cual escribía- ahhhhh!! gomen!!! -se disculpa de nuevo, "ahhhhhh! ¿que estoy haciendo? ¿qué va a pensar senpai?"- gomensai senpai -no dejaba de disculparse-

Casi me hace caer de la silla cuando grita porque se le cae el lápiz. Pongo los ojos en blanco, tiene que disculparse por todo? Que molesto, debería de hacer los ejercicios en silencio. - urusee, no tienes que disculparte por cada pequeña cosa. - le miro antes de pasar un brazo por el respaldo de su silla e inclinarme sobre el cuaderno. - Vamos con algo más sencillo, a ver si pillas la dinámica. Quítale lo que hay entre paréntesis a la fórmula y aplícala así, el paréntesis hazlo por separado y añádelo después, es más largo, pero si tenéis tiempo de sobra en el examen esto te servirá para esta fórmula. - espero a que lo intente por si así le resulta más sencillos. Me pidió ayuda con la asignatura, ya que yo la cursé y la aprobé hace dos años, pero realmente tiene la cabeza en otro sitio. - Voy a por una manzanilla o una tila para que se te quiten los nervios, ni que estuvieras en pleno examen. - me levanto yendo a la cocina donde tengo encerrado a sorata para que no moleste. Le doy un par de caricias mientras el agua se calienta. No se concentra conmigo al lado? Diablos, pensé que eso solo pasaba en las películas malas de romance. Le preparo una tila y para mí subo un refresco. Dejo la taza humeante con el líquido de color paja delante suya. - ¿te ha salido? - pregunto algo desesperado por acabar esta clase con él.


Acaricio su cabeza, tiene un pelo realmente cuidado, algo distraído.

-Se asusta al oírlo gritar y siente que estaba haciendo todo mal, asiente tímidamente y vuelve a disculparse con un tono bajo, casi aterrado- go...gomensai.... -cierra los ojos muy apretados, el mayor sale a buscar el té,suspira para calmar sus nervios,pero al parecer eso no sería suficiente entonces murmura para sí mismo- AHH!! ¿cómo podría relajarme si lo tengo a mi lado? esto es demasiado mi corazón no lo resiste.. -afirma el chico tocándose el pecho, su corazón latía desbocado, continúa haciendo su tarea, la cual estaba medianamente bien, pero un poco más y estaría desastrosa, trató de seguir las instrucciones de Saga y hacerlo lo mejor que le pudiera salir-

-cuando el mayor regresa con el té y se pone a su lado, su corazón se detuvo unos segundos, lo peor de todo fue cuando acarició su cabello, sintió morir de felicidad su rostro se tiñó de rojo al igual que sus labios- hmm etto creo... que si ... -dijo casi inaudible, sus orejas parecían echar humo, y la verdad pensaba que su corazón no resistiría una caricia más .... moriría de felicidad-

Yo yo yo... senpai yo -tartamudeó- daisuki -se le sale de nuevo de la nada aquella declaración-

Mientras reviso su tarea veo por el rabillo del ojo como su cara se torna a un color rojo intenso. -Bueno, va mejor, solo sé más ordenado y... - el chico suelta que le gusto, menudo momento. Le miro a los ojos, pero agacha la cabeza avergonzado. -baaaaka. - digo sin gritar mientras dejo caer mi puño suavemente sobre su cabeza. - No me provoques, sabes que no te puedes quedar esta noche. - tiene que volver a su casa y terminar el estudio allí, además de dormir bien... por qué me preocupo por eso? si quiero sexo con él debería simplemente ponerlo caliente. Cojo un trozo de papel cuadriculado y empiezo a escribir. - Te apuntaré algunos trucos para las fórmulas que más te cuestan y así podrás terminar el estudio en tu casa. - su rostro es tan lindo... pese a que dice quererme no me deja verlo y eso me molesta


Mientras escribo tengo la vista fija en mis letras cursivas. - Por qué dices que me quieres, a penas me conoces?

-Para nada subía la cabeza el verlo a los ojos sencillamente lo iba a dejar sin respiración por completo, aunque el chico sería feliz si muriera sabiendo que pudo tener cerca a su senpai- gomen... -dijo suavemente, disculpándose pensando que estaba incomodando al otro- yo.. yo solo estoy feliz de estar contigo senpai...
Arigato senpai... me ayudas mucho y yo ... -Su cabeza se llana de tonterías "yo solo soy una molestia"-

Yo no te conozco desde antes!! -exclama levantando el rostro sonrojado- Yo siempre te veo senpai!! en la biblioteca leyendo -se tapa la boca creyendo que va a desmayarse por lo que acaba de decir "ahora pensara que soy un acosador de verdad....!!" -

Gomena! mejor me voy a casa!! -dijo levantándose y cayendo a la vez estrepitosamente al suelo, si la tierra pudiese abrirse en estos momentos ritsu querría que se lo tragara y no dejara ni un rastro de él, se levanta se había pegado en la nariz, como si fuera poco se puso mas rojo aun, levanta sus orbes verdes mirando su compañero- Lo siento ....

Suspiro cuando me da una respuesta ambigua como pocas. Eso... ya lo sabía... cuando releía libros raros me sorprendía ver que alguien más los había cogido y según iba releyendo me daba cuenta de que ese nombre siempre estaba ahí. Oda Ritsu. Ya sabía que este chico era mi acosador, uno especialmente raro, por años ha estado mirándome sin acercarse. ¿cómo una persona puede conformarse con ver a la persona que dice amar de lejos? ¿cómo se puede amar a una persona sin haber cruzado una palabra con él? Pero este chico... solo me quiere, simple y llanamente, sin complicaciones, sin peros, solo me quiere, da igual que le pregunte una razón, no la hay, si busco no encontraré nada.

Me levanto lentamente y cuando sus orbes miran hacia mí lo agarro haciéndolo girar unos grados antes de besarlo, pero este chico no aprende. - Qué te tengo dicho?

Spoiler:

ah?! -estaba apunto de disculparse de nuevo- go..! -se calla por unos momentos sintiendo su corazón querer salirse de su pecho cuando le besa, como muy rara vez sus ojos esmeralda se quedan prendados de los ojos color caramelo de su amor, tembloroso agarra el rostro de su senpai manteniéndole la mirada por unos segundos más-
-el menor continuaba pensando que todo era un sueño... el poder estar así con el... sentir esos labios contra los suyos, llegó a ser algo que jamás pudo imaginar- se...senpai gomene... -era inevitable, era parte de el ser tan educadito y siempre pidiendo disculpas- ¿estás molesto conmigo? -pregunto muy bajito-
-cada vez que el otro le preguntaba como era que podía estar enamorado de el o declararle su amor así de la nada, era difícil responder con palabras, para ritsu su senpai representaba todo lo que el podía admirar de una persona, inteligente, amable, su físico nunca fue lo que le atrajo de verdad-

Profundizo el beso al saber que me mira, sus manos son pequeñas, pero sus dedos son largos y finos y se agarran a mi rostro. El chico sigue sin dejar de disculparse. - Lo estoy... - le respondo serio. - Me molesta que no pares de disculparte, no necesitas hacerlo todo el tiempo, es molesto. Y ya hemos tenido sexo, no cierres tus labios cuando te beso, es frustrante, mi lengua no encuentra por donde meterse y cuando lo intenta aprietas más los labios. No es el tipo de actitud que alguien tendría con la persona que dice amar. ¿estás seguro de que me amas tanto? Si es así no debería de mostrarte tan reacio a que dicha persona quiera hacer estas cosas contigo y no necesitas estar disculpándote con ella todo el día...


Acaricio sus labios con los dedos. - qué es lo que quieres de mí?

-el regaño y discurso de su senpai le hace sentir estúpido y demasiado inexperto, pero no le importaba todo lo que dijese el era feliz aun oyendo sus regaños, asiente a todo lo que dice, vuelve su mirada al suelo como de costumbre, el que le recordara el hecho que habían estado juntos íntimamente provocaba que los colores en su rostro se intensificaran- Yo... yo...yo.. amo a senpai... es solo que... -se detiene en lo que iba a decir, realmente la vergüenza le atacaba fuerte, entonces decide decir todo lo que siente- Yo te amo senpai.. mucho no.. no dudes jamás de que te quiero, solo me da pena... -sus ojos esmeralda se ponen algo aguados pero no rompe a llorar, en ese preciso momento el mayor acaricia los labios de Ritsu, quien eleva de nuevo su mirada para encontrarse con esos ojos caramelo- Yo solo quiero estar con senpai... -agarra la camisa del otro con ambas manos quedando terriblemente cerca de este-

No quiero que te molestes conmigo... no lo soporto... siento que mi corazón se hace pedacitos si me odias...

El probablemente me está hablando desde su corazón, o quizás es porque yo soy lo contrario a él, cuando veo a alguien inocente e ingenuo como él, me hace descubrir lo oscuro y sucio en mí.

Me molesta.

Quiero destruirlo por completo.

Por eso tengo que aguantar un poco más sus excentricidades, para así dejarlo de tal forma que no vuelva a recomponerse en año o nunca. Todo está mal en mí, quiero destruirlo, pero cuando él está... no me siento solo, pero bien sé que cuando los lastime no volverá y me odiará, quizás mis padres también me odien, quién querría a alguien con esta personalidad, este chico no sabe como soy, me tiene idealizado, no sé que busca de mí, pero todos buscan algo...

"Quizás en ese entonces no quería admitir aún lo evidente..."


Agarro sus muñecas haciendo que suelte mi camisa, lo tiro encima de la cama y me pongo encima desabrochando su chaqueta abotonada hasta el cuello, mientras lamo su garganta. Toco su boca con mis dedos para calmarle. - Solo quiero tocarte un poco, no entraré en ti.

-los colores de su rostro no bajaban la sola expresión de su senpai estaba viendo a través de el, verlo a los ojos era su debilidad mas grande, quería derretirse mirando esos ojos cálidos, a la vez tan fríos, su cuerpo es tomado por el mayor quien agarra sus muñecas y termina por soltar su camisa cayendo al mismo tiempo sobre la cama, su respiración se volvió un caos- Saga...senpai....! hai...

-sus ojos quedaron fijos en el rostro ajeno, y su mente divagó por momentos "amo tanto a senpai... si esto lo hace feliz entonces yo soy feliz, lo quiero...", sus manos temblorosas acariciaron la espalda del otro, sus besos y caricias le hicieron gemir de una manera bastante sensual, el chico aun no sabia manejar su libido pero esa inocencia innata en el era más que perfecta para provocar a quien sea, era como un lienzo en blanco que cada vez era llenado por muchos matices- ahhh!!

No sé porque, pero adoro tocarlo, hacerlo con un hombre es extraño, debe de serlo para alguien tan ingenuo como él, pero aún así se comporta así de sumiso. Me pregunto si esto le agrada o si solo lo hace por complacerme.

Termino de abrir su chaqueta y su camisa, no se las quito, pero su pecho está rojo también de vergüenza... es un hombre... como puede ser como una virgen? Acaricio su pecho mientras le doy un beso con lengua con intención de empezar a calentarle. Luego bajo con besos tiernos por su cuerpo, aunque es un hombre tiene algo que lo hace jodidamente sexy, mi lengua maltrata sus pezones. Para hacerle morir de vergüenza agarro su tetilla con os dedos mientras que la lamo como un helado consiguiendo que me mire. - mm... veamos como estás por aquí abajo... - mi mano sube por su muslo llegando a su entrepierna. - Respondes bien... - digo perverso antes de seguir besando su abdomen mientras mis manos desabrochan esos pantalones bien planchados sacando el sexo semi erecto del menor.

ahhhhhh!hmmm -trató de callar sus gemidos pero era casi imposible, su cuerpo estaba reaccionando demasiado bien a las atenciones de su compañero, que parecía siempre tan calmado en esas situaciones, ¿como lo lograba?, ¿como podía ser tan sensual y tan dulce a la vez?, eso lo aniquilaba y de verdad lo excitaba como nada en el mundo-

Hmmm! ahh! sen...senpai!... -su respiración vuelve a acelerarse haciendo que su pecho ruborizado subiera y bajara constantemente- Senpai... no no digas eso...! -dijo con un tono de voz muy suave y lleno de duzura, cuando toca más directamente su sexo no pudo evitar dejar salir de sus labios aquel gemido tan fuerte.- ahhhhhhhh!

- Tsk! No te hace feliz que la persona que amas te diga estás cosas? - por mucho que me moleste este chico, no puedo negar que adoro hacerlo enloquecer. Esa voz tan dulce, y melodiosa... me abruma, me llena la cabeza de él, no quiero permitirlo, pero al mismo tiempo no quiero que parece de decir sempai o de que gima.

Su respiración es forzada por mis gestos, según bajan mis labios por su cuerpo su pecho sube más y más arriba con cada inspiración.Dios... qué fue ese gemido tan erótico? No tiene ni idea de sexo, pero consigue excitarme. Beso la punta de su sexo hinchado consiguiendo otro bonito sonida, sin más miramientos me lo meto en la boca chupándolo bien fuerte. Suspiernas no paran de moverse agitadas y las sujeto abrazándolas. Es tan adorable, tan erótico, tan lindo, más que cualquier otra chica con la que haya estado, quiero disfrutar de esta inocencia y esta ternura, para luego poder destruirla. Mi lengua se desliza de abajo arriba por su falo jadeando suavemente. - ah.. ah......ah

-deja salir unos gemidos muy sensuales cuando el otro se lleva el sexo propio a su boca- ahhh ahhh ahh ah! ahh! -las contracciones de su abdomen eran muy visibles, su cuerpo estaba llenándose de un placer que solo podía experimentar con su senpai, una lagrimitas en sus ojos permite ver una escena realmente linda, pero tan erótica que casi era pecado- yo... estoy feliz... porque es senpai... -en un intento de corresponder a su compañero acaricia el cabello de este, aunque era muy inexperto, la acción en sí había sido perfecta- hmm ahhhhh!
-su falo se endureció mucho y goteaba en la punta- senpai...! ahh! no no sigas me voy ahhh! ! correr...

- mmm... - no sabe mal, en el fondo de la garganta no sabe a nada, pero si capturo su semilla con mi lengua es algo dulce. Mi lengua explora el orificio de su sexo con pequeños círculos que lo abren y lo cierran de forma constante, su sexo engorda en mi boca y mi dedo presiona en la base de su glande mientras miro como llora de placer, mierda, ni siquiera lo penetré, por qué llora ahora? Lo que más me preocupa... por qué me excita eso? - Mierda. - pago mis dudas y mi frustración con su pene el cual hago que joda mi boca con agresividad, succiono al máximo mientras mis manos aprietan la tela de sus pantalones, la caricia en mi cabeza es algo lindo de su parte. No se atreve a hacer mucho, pero queda patente que quiere satisfacerme.


Finalmente se viene en mi boca, no tengo mucha práctica así que no llego a tragarlo. -ah... - digo separándome de su sexo con la boca manchada de él. Me tapo los labios y mientras el cuerpo de mi... novio temporal se agita por el placer experimentado me limpio los labios con un clínex y uso otro para limpiar su sexo mientras me pongo sobre él mirándole a los ojos. - cuánto estás dispuesto hacer para satisfacerme? - es que no tiene un límite, dejar que le haga estas cosas y que le trate mal luego... arg! no es normal, me confunde.

hmm ahhh ahhhhh!! ngh!! -su sexo goteante estaba tan duro como una piedra, sus piernas de igual modo temblaban y parecía que el placer estaba mas allá de su razón, con ambas manos acaricia trataba de de sostener la cabeza de Saga, sin embargo, solo lograba que sus dedos acariciaran el cabello oscuro de su depredador- mm ahhhhh ahhhhhhhhhhh -en su mente divagó una vez mas "se siente tan bien... no puedo mirarlo siento que moriré"- hmm ngh! ahhhhhh! sen senpai! ahhhhh

-de un momento a otro se detiene a preguntarle algo que realmente solo tenía una respuesta clara- senpai... todo... lo que senpai quiera yo lo haré -dijo con sus ojos entrecerrados, estos apenas lagrimeaban por el placer que experimentaba todo su ser- yo quiero complacer a senpai -lo abraza muy tímido, prueba de ello era que no lo apretaba mucho en el abrazo-

Es tan idiota y tan ingenuo, nadie puede complacer siempre, pero está tan enamorado que cree que sí. Acaricio sus labios con los dedos mientras los miro con los ojos entreabiertos. - ja, serías capaz de hacer que me corriera con tu boca? - el chico se sorprende y sin echarme un vistazo aparta la mirada. Lo sabía. Revuelvo sus cabellos y me aparto de su abrazo mientras cuadro mis hombros. - Vete a casa, te quedan un par de temas que repasar. Iré a por ti el fin de semana que viene si tengo tiempo. - digo sentando en la cama. No estoy decepcionado, después de todo es muy joven y excesivamente tímido, no esperaba que hiciera algo así, además, no estoy realmente caliente y con lo inseguro que es tardaría horas en correrme. Me coloco la camisa y me levanto guardando algunos bolígrafos en el estuche esperando a que se arregle y se despida.

-Si bien su ingenuidad era rara en un chico de su edad, esta no era fingida de verdad Ritsu era un tipo de chico muy raro, pero muy puro a la vez, su amor todo ese sentimiento que profesaba por Saga era totalmente libre de interés alguno... el solo deseaba tener a su senpai cerca, compartir junto a el la misma afición por la lectura, y el mundo mágico donde solos libros podían transportarlos- Senpai!... -estaba apunto de responder que si lo haría si así lo deseaba, pero el otro directamente rechazó sin escuchar ni una sola palabra del menor, baja la cabeza, su cara estaba muy roja, y sentía morirse por no hacer nada por el- Gomen... yo no quiero que pienses que no quiero si quiero... si senpai quiere -se levanta y va donde esta el agarrando la esquinita de la camisa de este-

¿me odias? -su rostro se notaba muy afligido por el rechazo automático de Saga, aun tenía la camisa a medio abrir y suelta a su senpai- gomen..

- Si yo quiero, realmente... lo harías si te lo pidiera... quieres lo que yo quiera, sin importar tú mismo y lo que deseas. Es tan absurdo y tan poco atractivo. No tienes que rebajarte por nadie. - pongo los ojos en blanco por su repetitiva disculpa. Estoy aguantando estoy porque quiero, así que ajo y agua.

Suspiro. - recoge tus cosas y te acompaño a casa, venga. - cojo la chaqueta de la silla donde estaba colgada, no creo que aguante ni una semana más saliendo con él, tanto amor y me resulta indiferente, hay algo que está completamente mal en mí.

-se le acerca de nuevo y agarra sus brazos pegando su cabeza a su pecho- entonces yo quiero también que senpai se sienta bien como el me hace sentir a mi... -no permitía que le viera la cara por la posición en la cual estaban- Yo te quiero senpai... demo... si te molesta que este aquí yo me voy no quiero molestarte -se separa de el y agarra sus cosas rápidamente, su cara estaba roja y sus apunto de estallar en lagrimas, sintiendo que su corazón se partía en pedazos por no ser lo suficientemente bueno para el-

Suspiro y le hago girar haciendo que se apoye en la puerta. Le miro desde los centímetros de altura que nos separan y poniendo las manos a sus lados me inclino buscando su rostro y besándole con ternura. - Dije que iría a por ti el fin de semana, no hay porque irse llorando, ok? - acaricio ese moflete y siento el calor de sus lágrimas a punto de salir.


- No me molesta que estés aquí, debes de irte a estudiar, es distinto, has estado aquí por eso. Lo otro lo haremos si sacas más de un 7 en el examen, así que deja de perder el tiempo y piensa en lo mucho que me gusta tocarte y en que estaré esperando por ello. - retiro sus cabellos de su frente para darle un beso en esta.- te acompaño a la puerta. - me retiro para ello.

-asiente ante su senpai- Hai... -aunque estaba aun cabizbajo- arigato... senpai -levanta la cara y niega con vergüenza, moviendo la cabeza de lado a lado- noo no no no tienes que recompensarme! yo haré lo mejor posible para que senpai se sienta orgulloso de ser mi tutor -baja de nuevo la cabeza y el color de sus orejas no bajaba con absolutamente nada, le daba algo de pena su beso pero le hacía feliz, asiente de nuevo a sus palabras-

-Se viste, y agarra sus cosas, luego camina hasta la puerta de la casa del mayor, y estando ahí le dice- Te te.. te veo mañana en la escuela... -reverencia un par de veces viéndose un poco tieso pero adorable- arigato!!! daré lo mejor de mi para que estés de verdad orgullo senpai

Le acompaño hasta la puerta. - bye. - digo secamente. Me quedo mirando la puerta, algo debe de estar realmente mal en mí, cualquier mujer querría a un chico tan adorable y probablemente a muchos hombres le gustaría esa inocencia y a mí me resulta indiferente. Voy a la cocina y cojo a Sorata en brazos subiéndolo a mi cuarto junto con un sandwich de crema de cacahuete. Mientras devoro el sandwich me pongo a pensar en la única vez que fuimos mis padres y yo a un restaurante familiar. Todo estaba delicioso, mis padres parecían estar llevándose bien, hubo algunos intentos de discusión, pero se calmaron antes de llegar a los gritos en pleno restaurante, creo que ha sido la única vez, al menos de la que tengo memoria, en la que se esforzaron por hacerme pasar un buen cumpleaños, que patético, el único momento feliz que tengo es algo tan normal y tan sin sabor.

Chasqueo la lengua con fastidio, será mejor que duerma, me acuesto con sorata al lado, solo quiero no pensar en nada, quiero que deje de importarme el que mis padres no me quieran, quiero... que alguien se dé cuenta de que no soy tan fuerte y no puedo aguantarlo todo...