Pétalos de cerezo y libros de todos, incluido el amor (priv. Ritsu)

-Se fue hasta su casa, durante el camino estuvo cabizbajo, pensando en que quería hacer algo para aliviar esa aura de soledad de su senpai, aunque el otro no fuera muy abierto para contar sus cosas algo le decía que debía hacer algo por él,antes de llegar a casa pasa por una librería y compra el libro de Usami Akihiko, llega a su casa directamente a descansar, así llega la mañana y el menor va a presentar su examen, esperando poder darle una buena sorpresa a su compañero-

-Llegada la hora de la tarde se dirige a la biblioteca como siempre, pero traía consigo el libro que compró del nuevo autor del cual siempre hablaban, se sienta a esperar a su senpai mientras leía un poco el libro que compró, sintiéndose feliz por que había logrado hacer un buen trabajo en su examen-

Me despierto y me tapo los ojos mientras me aprieto la sienes intentando borrar la pesadilla que acababa de tener. Si no me durmiera pensando cosas deprimentes no tendría tantos malos sueños... Suspiro y cuando me siento en la cama noto algo debajo de la colcha que se mueve en mis pies. La retiro y Sorata coge aire aliviado mientras los ojos en espirales le dan vueltas. - cómo llegaste ahí? - lo cojo sentándolo en mis piernas y acariciándolo, pero este se escapa para intentar subir con sus aún cortas uñas por la manga de mi camiseta. Con mucho esfuerzo y empeño lo consigue y me lame el cuello y la mejilla. Me lo quito de forma juguetona dejándome caer de nuevo en la cama y a esa bolita de pelo a mi lado. No quiero ir a clases, además... Ritsu se me ha pegado como una lapa, de seguro está esperándome en la biblioteca en la tarde. Si hiciera pellas... los niños hacen ese tipo de cosas para llamar la atención de sus padres, los profesores les llamarían y querrían una tutoría con ellos, un psicólogo les diría que estoy intentando llamar su atención y... lo más seguro es que ninguno pudiera ir o simplemente... no quisiera... Maldita sea, en que estoy pensando...


Me levanto con pocas ganas y me preparo para ir al instituto...


Llega la tarde y me meto en la biblioteca, aunque el menor está ahí, la verdad es que no le veo, ni siquiera le busco así que solo cojo el libro que dejé a medias el otro día y me pongo a leer junto a la ventana como siempre.

-Cuando le ve llegar a la biblioteca sonríe con amplitud, como si el fuera su mascota o algo parecido, camina hacia el con el libro que recién había comprado- Saga senpai!... Konnichiwa!! -saluda todo feliz mirándolo siempre con ojos de admiración- Etto... me fue bien en mi examen! -revela la noticia- Etto -vuelve a titubear antes de decirle cualquier otra cosa- yo... bueno ¿cómo estás?...Compré algo que pensé que te gustaría... es el libro de Usami Akihiko del autor del cual hablábamos hace unos días, quise traértelo para que lo vieras...estuve mirándolo un poco y me pareció muy interesante su forma de narrar las cosas, dicen que es casi de nuestra edad -se sienta a su lado pero a una distancia prudencial, como para no invadir su espacio personal- etto senpai... ¿estas bien?

qué le pasa a este tipo? Tan feliz solo por verme y poder hablarme, que idiota. - oh... que bueno. - digo sin emoción y más si se compara mi tono de voz con el suyo.

Alargo el brazo cogiendo el libro. - domo. - digo leyendo la sinopsis de la contraportada con curiosidad. Mis ojo se quedan fijos en la misma frase cuando pregunta si estoy bien. ¿a caso él puede ver mi estado de ánimo, que algo no anda bien? Quizás no es que no sea evidente con mis sentimientos, a lo mejor es que a nadie le han importado lo suficiente como para verlos. Le miro y alargo un brazo revolviendo sus cabellos. - Hai, estoy bien. - este tipo... me entran ganas de sonreír cuando estoy con él. - Parece que este autor ha sido un descubrimiento para la editorial dicen que se llevará los premios más importantes de seguir así. Mañana... lo tendré leído, te apetece ir a algún lado a tomar algo y comentarlo? tú ya lo leíste, cierto?

-sonríe más expresivo cuando le escucha decir "que bueno", esas palabras de aprecio para el significaban el mundo entero, sale de su momento de idiotez y asiente repetidas veces- sii si! ya lo lei, me encantaría que pudiéramos hablar sobre eso, etto senpai -justo siente su caricia en el cabello y su rostro se torna rojizo pero al mismo tiempo adorable, tenía esa inocencia tan a flor de piel, que en su sonrisa tímida se notaba- Etto te... tendremos una cita mañana? -preguntó titubeante, los nervios hicieron que su cuerpo temblara- Nunca he tenido citas... quiero decir así de salir con alguien...

Lo dije sin emoción alguna, como si no me importase y aún así se puede ver como su sonrisa se ha ensanchado. Es un chico... no debería de ser tan adorable pienso cuando su rostro cambia de tonalidad e intenta que su sonrisa no sea muy evidente, pero no es algo que parezca importarle.

- Sí... sí, supongo que será una cita. ¿a dónde te gustaría ir, entonces? - le pregunto mientras abro el libro, vaya ni se ha dignado a dedicárselo a alguien y eso que es tan joven. Comienzo a hojearlo, mientras intento quitarme de la cabeza un pequeño regocijo por como aceptó esta cita improvisada y sin nada en especial, aunque me sigue costando creerlo... soy especial para este chico, más de lo que merezco.

-su sonrisa se dibuja de oreja a oreja, pero el color de sus mejillas seguían al rojo vivo- Pues... no se donde senpai quiera ir yo iré, lo que te haga feliz para mi estará bien -dijo con suma emoción por poder hacer algo que el mayor quisiera, la verdad muy dentro de sí, el solo tenerlo al lado para conversar de cualquier cosa sería mas que suficiente para sentirse en las nubes, y un beso del mayor significaba estar al borde de la muerte... pero una muerte feliz...-

Podemos ir a la librería sé que pronto saldrán textos nuevos y podemos ver la exposición...senpai... -baja la mirada de nuevo dejando salir un susurro pero claramente audible- Daisuki... motto

Y... aquí va otra vez... menudo terrorista... pienso cuando se me declara una vez más, me pregunto si espera que le diga algo como "y yo a ti" . - Pasaremos por la librería entonces y luego iremos a comer algo. - no duda en decirme lo que le gusta, pero no se atreve a decir un sitio porque me pueda disgustar... se podría pensar que es un cobarde, pero cuando pienso en esa declaración...


- Te esperaré en la entrada del instituto mañana, entonces.... será mejor que me ponga con esto. - digo abriendo la novela y dándole una indirecta para que se marche.

-El chico sonríe de nueva cuenta- arigato!! senpai!! -reverencia un par de veces levantándose, notando que el mayor quería algo de privacidad, cuando camina para alejarse se tropieza torpemente, al mantener su mirada en el senpai-

- el chico se veía completamente enamorado de su compañero, camina entre los estantes a ver otro par de libros y luego se despide con la mano del mayor a lo lejos-

-al día siguiente le espera en la entrada del instituto, estaba muy puntual ahí, sus manos temblaban un poco y su corazón estaba también acelerado, pero feliz muy lleno de expectativas por salir con el objeto de su afecto-

¿qué le pasa? pienso cuando oigo el golpe que se da y a penas levanto la cabeza del libro, sin querer asegurarme realmente de si está bien o no. Suspiro y sigo leyendo.


Llega el día de esa cita, cuando le veo ahí parado maldigo en susurros, es que no puede ser más evidente? Se ve a leguas que está quedando con alguien que le importa. Realmente no sé que voy a hacer toda una tarde con este hombre. Bueno, si me aburro daré por terminada la cita, total él no será capaz de decirme nada, solo intentará poner una cara feliz de agradecimiento aunque esté decepcionado para no molestarme.


- hii.- digo llegando a su altura con las manos en los bolsillos. - estás listo?

-Su sonrisa amplia casi parecía encandilar el lugar, Ritsu siempre lucía feliz y aún mas cuando veía a su senpai- Konnichiwa senpai!! -saludó expresivo y reverenció un par de veces seguidas- hai estoy listo -le mira con suma admiración-

¿A donde iremos senpai? -comenzó a caminar al lado del mayor, aunque no le veía directamente lo hacía de reojo-
-De nuevo su corazón palpita acelerado, la emoción lo embarga- Arigato... estoy muy feliz que hayas podido venir hoy, ¿que te pareció el libro? es muy raro como narra el sensei, siempre deja ver ese lado solitario en sus personajes

por qué me mira con tanta admiración? Aunque sea su sempai, realmente, no he hecho nada para ganarme su admiración. Supongo que parezco guay a primera vista.

- mm? Dijiste que querías ir a la librería, no? - digo como respuesta. No me tomo esto en serio así que no voy a llevarle a ningún lugar bonito ni nada.

- el libro? Estuvo bueno, en verdad, es impresionante que escriba así tan joven. - el libro es bueno, me gustó y a la vez tuve ganas de tirarlo contra algo. La soledad que trasmitía era tan profunda, no se puede comprar el caso de sus personajes con el mío, pero me sentí muy identificado en ese aspecto. Aunque tuvo un final feliz, pero esos finales solo son fantasía en la vida real... en mi vida... no hay sitio para algo así. - No parece corresponderse su forma de escribir con alguien de menos de 20, es como si fuera mucho mayor.

Si... quiero ir... sé que llegaran libros nuevos y quería compartirlos contigo -su mirada enamorada siempre estaba huyendo del encuentro de sus ojos, pero cuando tenía la oportunidad de mirarlo sin que el otro se diera cuenta lo hacía- Sensei escribe muy bien... aunque siempre deja esa sensación amarga de soledad -esta vez lo mira sin darse cuenta de la vergüenza que siempre le invadia- Pues aveces me recuerda un poco a ti algunas de las cosas que dice el autor... -sus ojos tenían una expresión tierna llena de amor hacía Saga-

-se calla al decirle aquello y sus mejillas se ponen rojas- Gomen... senpai... no quise decir eso así -"seguramente pensará que estoy loco... o que soy un abusador..."-

Este hombre.. me enoja. - quién te has creído?- por qué puede ver a través de mí? Nadie se molesta, nadie... puede ver cuando solo estoy, como me siento. Saco el libro que me dio y se lo doy con brusquedad. - Piérdete.

Me doy la vuelta y comino rápido hasta la siguiente esquina donde comienzo a correr sin que le de tiempo a alcanzarme. Cuando llego a un callejón solitario me siento en el suelo aplastando con mi zapatilla una lata de refresco. - KUSO! - por qué...? por qué me tiene que ahcer sentir así? qué está mal conmigo? Todo ese amor solo me ahce sentir peor. Supongo que sí estoy mejor solo. Me abrazo las piernas escondiendo el rostro en mis rodillas.

-Cuando lo ve estallar de aquel modo siente que su corazón de achica y se hace un poco para atrás bajando a su vez la cabeza- Gomen... no quise ofenderte.. -dijo casi inaudible, asiente al mismo tiempo tratando de contener las lágrimas que estaban apunto de brotar de sus esmeraldas ojos, se va de ahí casi corriendo pero el tiempo comenzó a ponerse levemente nublado, amenazaba con llover llega a su casa y siente el corazón hecho trizas pero el menor perseveró y al ver que estaban comenzando a caer gotas de lluvia decidió regresarse a llevarle un paraguas a Saga-

-Se regresa al lugar donde quedaron y no lo ve al principio-

No siento las primeras gotas, pero cuando el agua cae en más cantidad y el viento le da fuerza soy consciente de lo mucho que me he mojado. Será mejor que vuelva a casa. Me levanto y cuando salgo de allí veo al menor con su cabeza girando en todas direcciones.

Me está buscando, me fijo en lo mojadas están las patas de sus pantalones como si hubiera corrido pisando charcos y el paraguas que sostiene en su otra mano.

Me acerco quedando frente a él. - ¿ a pesar de lo que te he dicho, vuelves? - le miro con los ojos chicos por la lluvia y todo yo mojado ya. - dámelo. - tiendo la mano hacia él y me pasa el paraguas. Me refugio bajo él. - Eres un acosador de primera categoría. - sonrío muy a penas y tomo su mano.

-Asiente con la cabeza y con palabras- Hai... sé que se senpai estaba enojado, yo lo entiendo, no quise molestarte de verdad -baja el rostro levemente colorado, pero su expresión era dulce, además de tierna, sus labios parecían dos cerezas de lo rojo que estaban. Le extiende el paraguas,asimismo, trataba de respirar con cama para no verse tan obvio-

-Cuando lo llama acosador siente que la vergüenza lo invade- Gomenasai!!! -se disculpa exageradamente y le mira a los ojos pero justamente le tomó la mano, se queda inmóvil ante su acción, su corazón latió más rápido, y por supuesto suelta la mano del otro por los nervios- ahhhhhhhhhhhh!! queeeeeee queeee ¿quee haces??

-Pregunta aquello escandalosamente su rostro ya era una alarma roja haciendo escándalo.... "pense que moriría...!"-

¬-¬ este hombre... vuelvo a agarrar su mano y aunque se intenta deshacer de mí se lo impido. - deja de armar alboroto. - digo sin dejar que vea mis ojos sean vistos con ayuda del paraguas. - Solo quiero calentar mi mano. ¿no te doy asco, no? Entonces estate quieto. - digo algo demandante, pero con voz calmada.


Mi corazón no late desbocado, pero con cada latir parece querer salir de mi pecho, resuena en mis oídos, siento temblar todo mi cuerpo por esto y aunque duele, aunque sé que es él la causa no le dejo marchar. - No paras de decir que me quieres... pero cuando te toco armas un escándalo. que clase de idiota eres ?


Levanto el apraguas mirándole. nO HAY nadie en la calle salvo nosotros. Tiro de su brazo y me encorvo besando esos labios tiernamente por una vez.

-Sus nervios estaban mas que alterados, pero al mismo tiempo se sentía tan feliz que no podía creer su mayor deseo... su fantasía que alimentó por casi 3 años estaba haciéndose realidad, por un momento divagó en sus pensamientos recordando que muchas veces vio en su propia imaginación los pétalos de cerezos caer y acariciar su mejilla, pero al mismo tiempo ese pequeño detalle era la propia atención de Saga... brindándole un tierno cariño-

Go...gomen yo yo pues tu sabes que yo no sé bueno ... -estaba hecho un santo desastre pero no dejaba de verse torturablemente tierno, sus regaños eran lógicos, mas sin embargo, la mayoría de sus actos eran palabras que sin darse cuenta se terminaban convirtiendo en hechos, como por ejemplo el traerle la sombrilla, aún permanecía su mano sujetada por el mayor, pero su propia estupefacción se acentuó cuando este le beso, era imposible ponerse más rojo pensó que iba a morir, suspiró- Gomena ... -su boca carnosa parecía un par de cerezas, no solo por el color sino el dulzor de la inocencia que enamaba el chico, que para muchos sería imposible transmitir esa sensación pero Ritsu... sin darse cuenta entregaba eso y más- Senpai.... daisuku honto ni -se le declara nuevamente aunque siempre con la vergüenza a mil- Yo no te soltaré la mano -se la aprieta siempre tembloroso-

kaeru desu ka? -le pregunta si se van a casa, mientras que la lluvia amenazaba con arreciar, el temporal y el viento se hacía presente y las noticias en la calle indicaban que una gran tormenta se avecinaba-

Cierro los ojos cuando me dice que me quiere, dejando por una vez que el calor de esas palabras llegue a mí. Su mano tiembla en la mía, su rostro parece pedir ser besado y acariciado tiernamente.


- Sí, vamos a casa. - le digo sin soltar su mano.

La respiración del menor se oye agitada y se ve acompañada de un halo de niebla por el frío, el agua cae por todas aprtes, pero el sonido al rebotar en nuestros paraguas es el que se impone. Su corazón late fuerte, o quizás es el mío... no, no puede ser el mío, cierto?


Llegamos a mi casa, como siempre solitaria. No cerramos los paraguas siquiera, ya que no suelto su mano para poder hacerlos y los dejamos mojando la entrada. lO abrazo besándolo y tocando con mis manos heladas su piel.

-La lluvia por momentos solo fue un buen relleno para el silencio que había entre ellos mientras regresaban a casa de saga, durante el camino veía el cielo oscurecido por el temporal, pero por otra razón con nombre y apellido propio parecía estar más iluminado que nunca, jamás soltó la mano de su senpai, quien se la sostenía firmemente, estaba tan asustado y apenado de que sintiera su mano temblar que muy pocas veces le dirigió la mirada-
-estando ya en casa de Saga, los paraguas quedaron a un lado y sus bocas se unieron en un beso profundo, aún no sabía besar... eso era algo vergonzoso, siempre mantenía la boca cerrada y sentía como la lengua ajena quería inrumpir en su boca pero eso era demasiado.... le provocaba sensaciones que jamás había experimentado sobre todo en su zona sur- hmmm ahh mmm sen... pai...

Frunzo el ceño ante la resistencia de sus labios de dejarse apartar por los míos. Maldita sea. - Ritsu... abre tu boca, vamos... - digo con voz suplicante de enamorado, enamorado? Puede, puede que me haya enamorado de este hombre, si no de donde viene este ansia irrefrenable de poseerlo, y de que se deje poseer por mí.


- Déjame besarte completamente.

-Las acciones de Saga encendían su cuerpo de manera intensa haciendo que todo su ser fuera un gran tizón de fuego ardiente, sin embargo aun no se relajaba por completo, y frunció el ceño por unos momentos, entonces la voz del mayor hace su aparición pidiéndole que abriera la boca, su reacción innata fue abrirla para hablar pero casi enseguida pudo sentir su lengua invadirlo, de un modo extraño su cuerpo buscaba llevar el compás del ritmo ajeno, se perdió en su ser... abrazándolo por el cuello entregándose sin reserva alguna-

Cuando va a decir algo aprovecho para besarle con mi lengua, intenta devolverme las caricias pero su torpeza le hace decidirse por abrazarme por el cuello y dejarme hacer a mí. - subimos a mi cuarto o te pone hacerlo aquí? - el sonrojo de menor sube dos grados más su temperatura y cuando empeiza a hablar titubeante hago un amago de sonrisa y agarro su mano tirando de él hasta mi habitación. Me siento en la orilla de la cama y le pongo frente a mí mirándole intensamente mientras desabrocho su chaqueta y dejo que caiga por sus brazos.

lUEGO le atraigo y como si fuera una mujer, le siento en una de mis piernas para echarle luego sobre su espalda y dejarle tumbado debajo de mí. Quiero hacerle el amor...

-Sus mejillas se tornaron aún más rojas, lo cual parecía casi imposible de lograr, baja la mirada sin decir nada y se deja llevar por el huracán de pasión al cual lo arrastraba Saga, su mirada lo hunde en ese mar de deseo que le transmitía el otro, aunque dentro de si el amor lo llenaba, el deseo propio de complacerlo y hacerle entender que el... solo el sería capaz de provocar esos sentimientos-
-Queda sobre las piernas del mayor su respiración era un desastre, sus ojos verdes parecían esmeraldas brillosas a punto de lagrimear, finalmente queda tumbado sobre la cama, y cierra los ojos apretándolos por la vergüenza, sus jadeos eran mas sonoros, su piel blanca se veía apenas manchada por el rubor que tiñó su cuerpo, sobre todo su pecho-
Sen... senpai.. ngh!! ahh -extiende sus manos hasta las mejillas acariciándoselas- Daisuki....