Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

- Supongo que también fue mi culpa... nunca he sido bueno en expresar mis sentimientos, incluso a veces con Zack me cuesta un poco - levanta su mano para tocarlo pero sencillamente no sabe si abrazarle, acariciarle la mejilla, se queda con la mano levantada y la pone sobre su hombro con cuidado - realmente me agradas, desde siempre me has agradado... gracias - un brillito especial se nota en sus ojos y se inclina para abrazarle con cuidado esperando tampoco hacerle daño, un abrazo rápido y suave

- Te extrañé - susurra en el abrazo y se separa

Esa mano levantándose me emociona, pero la decepción es inminente cuando solo la posa en mi hombro. Al momento me abraza con delicadeza, supongo que decirle lo de los huesos tiene sus consecuencias. Hago alg inesperado y cuando se separa lo vuelvo a atraer abrazándolo "abrázame fuerte, aunque rompas cada hueso de mi cuerpo, solo abrázame fuerte" pienso para mí escondiendo el rostro en su cuello sin tocarle mucho apra no incomodarle. - y yo a ti, mucho, arigato, de verdad, arigato. - digo mientras recuerdo ese reflejo en su mirada, ha sido como volver a hablar de libros ambos.


Me separo con esfuerzo acariciando su mejilla antes de incomodarle. Le sonrío contento de tenerle de nuevo en mi vida. - etto... onegai, cuéntame que ha sido de ti estos años.

Le sorprende como le atrae, pero le rodea por la cintura hasta que el otro se separa.

- Eres más delgado de lo que recuerdo .- dice de pronto sonriendo más de lo que acostumbraba con el "sensei" - que ha sido de mi?... pues no mucho realmente, hace poco regresamos de Wutai, Zack fue en mi ayuda, supongo que un soldado de segunda clase no se podría comparar con nada a uno de primera, pero nunca quise que... ya sabes, me trataran con esa cosa tanto tiempo, pese a lo que es... no me fio del todo, mucho menos cuando varios de los que estuvieron expuestos a esa cosa mutaron de maneras diversas... - el ambiente estaba más relajado y eso le agrada también - estuve más en trabajo de oficina ... ayudando a Zack desde el interior. Quien diría que nos encontraríamos años después... Nieve... - le llama por su apellido, él había sido al único que Ethan le había dicho su nombre y que no era de los ejecutivos.

El ambiente y su trato ha cambiado radicalmente, debí decírselo antes pienso contento.

Me encojo de hombros. - Mi constitución no es muy estable. - le digo cuando dice lo de que estoy más consumido y enjuto.

- No me llames por mi apellido, por favor. - le pido no molesto. - En verdad, lo odio, si no fueran tantos papeleos para ponerme otro lo haría, aquí no, pero wutai, sigue siendo un apellido para los huérfanos, llámame Ethan. Sé que en Japón se llama por el apellido y tal, pero... bueno, hay confianza, no? - digo algo dudoso de estar adelantándome con eso, que nuestra comunicación haya mejorado no significa que las cosas cambien de golpe.

- También fue una sorpresa para mí, al principio no te reconocí, tu rostro se ha curtido y afilado con los años, además está el pelo, antes lo tenías rojo y... más insubordinado. - digo riendo.

- oye, no va a venir Zack con su pareja en cualquier momento? Me da un poco de vergüenza estar aquí cuando vengan... afectuosos. Hay cafeterías abiertas aún o podemos ir a mi casa. - digo intentando que no me tiemble la voz al decir lo último. - o sí estás cansado podemos dejar la plática para otro día.

- Esta bien... aunque siempre me gustó ese nombre - dice sincero y escucha lo de Zack y Hatori - no lo sé, pero no puedo irme, le prometí a Zack cuidar a Yen y si no estoy cuando regrese... - piensa y se levanta para llamarle por teléfono, explicándole que estaba algo cansado e iría a casa, que pondría agua y comida a Yen para que no pasase hambre, aunque realmente no hacia mucha falta, la comida que le había dejado Fair era suficiente y el agua también. - listo, vamonos... si quieres podemos ir a mi casa, por lo que ví queda más cerca de la tuya,... claro, solo si te agrada la idea, sobre las cafeterías... creo que ya he ido a demasiadas, y trabajaré en una realmente no me apetece mucho ir en este momento - escucha un leve temblor en su voz, pero tal vez él si esté cansado - estas bien?... en verdad no estás cansado? tu voz se escucha extraña - comenta mientras salen del departamento de sus amigos.

Acabamos saliendo. ¿a su casa? tengo que dejar de pensar como si se me estuviera insinuando, porque... no lo está. - de verdad? si te gusta, creo que puedes llamarme así. - le digo con una sonrisa. - Tienes razón, en tu casa mejor, espero no molestar.

- Kunsel-kun. Decir que no soy de cristal es una contradicción, pero estoy bien. Me están tratando y estoy bastante mejor. Los médicos no me quieren dar muchas esperanzas, pero... cuando acabe el tratamiento con células madre y algunos años de rehabilitación puede que sea una persona casi 100% sana. Agradezco tu cuidado e interés, pero, en verdad, estoy bien. Es más, creo que puedo ganarte en una carrera al coche. - le saco la lengua y echo a correr las últimas escaleras y entro al garaje corriendo a toda velocidad sintiendo que me alcanza y riendo sin motivo.

- Que¡? - se sorprende al ver como se va corriendo, se había preocupado de más al parecer, le sigue, si hubiese corrido como debía seguramente le alcanzaba y rebasaba pero simplemente quería jugar un rato, le alcanza y de pronto le abraza por la cintura levantándolo un poco, con cuidado, el que el otro estuviera relativamente bien, no quería tampoco lastimarle por emocionarse tanto. Le da un par de vueltas y le baja con cuidado.

- Te alcancé... no puedes hacer nada al respecto - dice a su oido, no buscaba alguna extraña reacción de Ethan simplemente se comportaba como le nacia, el profesor... el chico entre sus brazos casi no pesaba, no se veía enclenque pero si muy delgadito. - No pesas nada, tendrás que venir a la cafetería, Zack se encargará de engordarte - dice divertido

Saltar me puede hacer daño, pero corro bien y bastante, las piernas son los huesos más fuertes, al estar usándolas constantemente. A pesar de mi carrera me alcanza, esos fuertes brazos me rodean, y para, mi sorpresa, me elevan con un cuidado que me hace sentirme querido. Me da dos graciosas vueltas en el aire donde mantengo las piernas estiradas haciendo un enorme círculo. Me habla al oído. Tengo que cambiar el chip, no quiero perder esto con él, tengo que guardarme estos sentimientos para mí. - Jo! estaba convencido de que te ganaría.

Le miro y sonrío, a pesar de ser un profesor 10 y estar en los treinta, también soy bastante jovial a mi manera. - y tú qué? Siempre te veo comer freiduras en casa de Zack, eso no es nada sano, no, no.

- Mmmm si... pero no es de todos los días, vivo solo así que no tengo quien me conscienta... pero hay una chica de las que trabajará con nosotros... que creo que algo puede haber... - dice sin saber si quiera que tal vez no fue el mejor comentario que hacer frente a su maestro - por cierto... y no te has casado?, eras muy popular entre las chicas de la enfermería, aunque no tienes argolla... eso no quita que estes casado y te sientas casanova - sube al coche cuando el otro se sube también.

Es normal que vaya a por una chica pienso sin mucho ánimo mientras me subo al coche. -eh? yo? con la cara de niño que tenía? imposible, creo que más bien querían que les dejase cuidar a los soldado más guapos. - es la verdad, debido a la enfermedad he crecido a oleadas y creo que me faltó una más, ya que 1,71 es bastante poco. - Ni estoy casado, ni fascino a nadie. - digo con sinceridad y voz neutra. Realmente no es este mi tema favorito de conversación, soy un completo fracasado en esto, parte de culpa por mi enfermedad y otra parte, la mayor, mía.

- No es verdad... a las chicas les agradan los chicos lindos como tu, eres amable, inteligente... definitivamente si yo fuese una chica no te dejaría vivo - comenta sonriéndole - cuando estabas en wutai yo quería ser como tu, conocías mucho de la vida... en realidad siempre te admiré - comenta con sinceridad. - supongo que llegará el día en que conozcas a la persona indicada, según Zack lo sabes porque esa persona empieza a ser indispensable para ti y ya no concibes tu vida sin ella... - se encoge de hombros, a diferencia de Zack, Kunsel era algo no tan perspicaz en cuestiones amorosas, ni se imagina que le agradaba a su profesor en ese aspecto.

- jaajajaj, creo que serías la única, entonces. - lo que está diciendo me está doliendo de verás, a pesar de como me muestro. Lo que daría por ser mujer y así poder competir de igual a igual con el resto. ¿por qué tengo que enamorarme de él? cuándo dejaré de tener esta mala puntería? - vaya, eso es muy halagador.

- y tú crees poder sentir eso por esa chica? - le pregunto mirándole de reojo.


Estoy entusiasmado con nuestro estado actual, pero me pregunto si no habría sido mejor esperar, ahora somos muy cercanos, creo que debería haberme deshecho de estos sentimientos antes o haber encontrado la forma de guardarlos bajo llave.

- Realmente no lo sé... apenas hemos salido un par de veces, pero no siento que no pueda vivir sin ella - al llegar a casa se Kunsel el baja antes de que baje Ethan y le abre la puerta - vamos - le conduce al departamento, este esta totalmente ordenado, se notaba un toque bastante serio, lo único que no daba ahí la misma impresión era el estante con la enorme tele, y toda la colección de videojuegos, a la par de un librero con varios tomos de diferentes autores, la mayoría comprados y leídos al tiempo por Kunsel.

- Te serviré algo más de té, tienes hambre? podemos pedir algo... siento ser un mal anfitrión pero no voy mucho de compras, las encomiendas de Zack no me dejan mucho tiempo para ser una buena ama de casa - su voz estaba más llena de confianza hacia el mayor

Elevo los ojos al cielo cuando me abre la puerta. - desde luego... si eres tan solo la mitad de galante con ella que conmigo la tendrás cortejada en breve. - digo saliendo y cerrando el coche con llave.

- con permiso. - digo entrando y me pongo unas pantuflas que me presta. - Observo el salón mientras él está en la cocina. - Te tengo que invitar a mi biblioteca personal. Me he comprado un chalet solo para poder meter todos los libros en casa. - digo sonriendo. -Tienes una apartamento bonito. - me gruñen las tripas cuando estoy yendo a la cocina y Kunsel se ríe y llama automáticamente a algún restaurante para pedir comida. - Si me dejas pagar la mitad de la cuenta no diré por ahí que eres un mal anfitrión, eh? - digo a ver si cuela.

- Oh no... creo que tendré que arriesgarme a que me digan mal anfitrión, pero yo pagaré - sonrie y después de preguntarle que desea comer y pedir para cada uno cuelga, llega al lado de su invitado y se sienta frente a él, no porque no quisiera estar a su lado pero le era más cómodo hablar así - realmente las chicas de ahora lo menos que buscan es que sean galantes... creo que cada vez se pierde más eso y supongo que por ello no espero mucho de las personas, el único en el que puedo confiar al cien por cien es Zack - no es que le reclamase algo al profesor pero era la verdad - realmente extrañé nuestras platicas era interesante saber el punto de vista de otra persona sobre los libros que llegaba a leer. - toma un poco del té que había llevado para ambos - me gusta mucho tu punto de vista... me alegra haberte encontrado, y saber que estás bien, que estás vivo...

- ok, pero la próxima vez lo haré yo. - no me sorprende ni me parece indebido que diga que solo confía en el pelinegro, siempre se les veía muy unidos.

- arigatou. - digo tomando el té caliente en las manos y dejando que las yemas de mis dedos que se habían enfriado se entibien con la porcelana caliente. Doy un par de sorbos. - Me suena, muy vagamente, que empezamos a leer un libro a la vez para ir comentando detalle a detalle. - apoyo mi barbilla en la mano pensando. - He intentado recordar que libro era más veces, pero no ha habido manera. ¿te acuerdas tú? Es algo que me trae de cabeza.


- ahora estás con los exámenes y con la cafetería, pero... amaría hacer algo así de nuevo contigo. Yo siempre le sacaba todos los puntos de vista al texto, pero tú hacía que de verdad me riera luego al volver a leerlo por algo que habáis dicho y no me había dado cuenta. Beatriz de Dante era tu víctima preferida, la ponías verde a la pobre. - recuerdo divertido.

- Hace años de eso ya... - comenta tomando un poco más de té, de hecho después de que Ethan se fuera se volvió más reservado - creo que era... - se pone a pensar, pero había como que puesto una delgada tela sobre sus recuerdos haciendo que fuesen un tanto borrosos. - creo que fue sobre alguno de los cuentos de el Decamerón... recuerdo que la primera vez que leí el libro te reíste mucho al ver como se me subían los colores al rostro... era relativamente joven e inexperto - con esa ultima palabra se refería al sexo, años antes tuvo su primera relación con alguna d e las chicas que conoció cuando era soldado, pero cuando esta se enteró que era "solo un soldado de segunda" como ella textualmente le llamó, lo dejó, de ahí que tecnicamente no vea a las chicas como algo tan enserio y se deje guiar por el físico.

- El renacimiento fue uno de los momentos más bellos de la historia... definitivamente... - comenta y mira a su profesor con atención, de pronto tocan a la puerta y va a recibir la comida, pagando todo pese a los reclamos del mayor - itadakimasu!

Me echo a reír cuando me recuerda lo del Decamerón, no me acordaba de eso.- En ese momento pensé, como las chicas no podían ver lo mono que eras. - dejo de reír al rato dándome cuenta de que ahora el inexperto, aunque no joven, soy yo.


- Creo que yo siempre preferiré el Romanticismo, ese canto a la libertad y ese desacuerdo con el mundo. Me parece tan simplemente genial que les disguste hasta tal punto el mundo real de crearse el suyo propio. Y maldita sea, nadie exalta a las prostitutas, los piratas y a los mendigos como ellos. - digo emocionado.


Le acompaño a abrir para ayudarle a traer las cosas a la mesa y le ayudo a servirlo y a repartirnosla. - itadakimasu. - digo antes de cortar un trozo de pizza barbacoa y comerla con las manos y ayuda de una servilleta apra no dejar el vaso lleno de grasa al tomarlo para beber.

- dEL Renacimiento me gustan mucho el Decamerón. - digo con una sonrisilla inevitable. - y petrarca, pero este hombre... se pasaba demasiados años con la misma obra.

- Jajajaja, lo sé pero... no puedes apurar a un genio - - comenta sonriendo satisfecho. Además como dices, incluso las prostitutas vistas desde el renacimiento son mujeres fascinantes, que afortunados fueron los de esa época en no conocer la degradación del mundo que vivimos en estos tiempos... donde es dificil encontrar un buen libro, pero más dificil aún, que el sexo sea un exquisito tema y no solo unos párrafos para que personas con mínimo de inteligencia se masturben - hace un gesto de desaprobación, no porque creyera que la masturbación era mala, sino porque todo lo bello de antaño se había perdido

- Aunque mirándo las obras con ojos del renacimiento... nadie nos dice que no escribían así para eso en esos días - rie divertido y come un poco más - a quien aun no puedo leer totalmente sin sentir un cierto dejo de pudor... es a Sade...

Me rio por como me replica mi queja de petrarca. - 1-0 - le digo sonriendo. - sí... la verdad es que, sale un libro medio bueno que vende y es seguido de un montón de libros iguales. Estoy de acuerdo, se ha perdido la esencia del mito, que es sexual.

- Bueno... es que Sade... hay que ir preparado para leerlo y seguir con ello hasta el final, porque es muy bueno, pero la violencia sexual... no he leído otro libro como los de ese hombre, desde luego. En lo que ha orgías se refiere no creo que le supere nadie. - me termino un trozo de pizza y ataco otro más grande aún, aunque estoy delgadito no será porque no como. - La verdad es que Justine... es muy crudo. - digo pensando en los escalofríos que me recorrían la nuca mientras la pobre mujer intentaba mantenerse lejos del camino del vicio y era castigada una y otra vez.

- Si, aun no soy tan abierto sexualmente - comenta de pronto, no es que le diese miedo las orgías o las relaciones homosexuales, era simplemente que aun no estaba muy familiarizado en un sentido más cercano que no fuese Zack, e incluso el pelinegro se intentaba limitar cuando él estaba - pero no critico, es decir, cada quien vive su sexualidad como le parezca... mientras no se metan conmigo todo está bien - mira como come y se sorprende - donde guardas todo eso eh? - levanta una ceja inquicidoramente - y dime... que tipos de chicas te gustan, igual y en la inauguración te pueda presentar algunas

"mientras no se metan conmigo..." cada vez tengo más claro que no hay nada que intentar con él. Termino de tragar un bocado y me encojo de hombros. - eso me pregunto yo. - digo divertido, mientras sigo comiendo feliz.


Feliz hasta que me preguntan que tipo de chicas me gustan. - etto.... no hace falta. - decirle que no se moleste en ello es tiempo perdido. - Realmente, ya me gusta alguien, pero sé que es imposible. No me apetece conocer a nadie hasta que no tenga a esa persona fuera de mi cabeza, no me parece bien. - digo algo titubeante.

- Creo que si alguien te gusta debes luchar por esa persona... al final de cuentas uno no puede darse por vencido, el destino es extraño... ahí tienes a Zack y a su pareja... según me dice jamás pensó que Yoshiyuki-san fuese a tener algo con él... y ya hasta adoptaron un perro - sonrie animando a su amigo, no le gustaba verle cabizbajo - podrías... no sé, poco a poco entrar en su vida, y si ya lo estas no intentes pasar desapercibido, creo que las personas no deben obligar a otros a quererlos... pero no por ello no pueden poco a poco y de manera natural hacerse indispensables... claro esta que todo eso tiene mucho que ver con el empeño que tu tengas en conseguir lo que te propones... - ladea la cabeza y le sonrie otra vez, de manera más que encantadora, de esas sonrisas varoniles que solo Fair había tenido oportunidad de ver, pues Kunsel no reía con nadie más de la misma forma

Aparto la mirada, me sonrojo muy a penas por esa sonrisa. a mi edad sonrojándome, que será lo siguiente? - a ti... te gustaría eso? que una chica se metiera en tu vida con esas intenciones, que... se esfuerce por conquistarte a pesar de que tú nunca habías planteado tener una relación amorosa con ella. - le pregunto acabando mi trocito de pizza y me limpio las manos de grasa.


La respuesta me interesa de veras, pero oculto ese interés, mientras recojo las sobras de la comida para que las pueda comer otro día. - oh, que tarde. Mañana hablamos otro rato, no puedo quedarme más por las clases de la universidad. -

- Si... es decir, me gustaría pensar que soy importante para que alguien se tome esas molestías - dice rápidamente - a veces es triste estar tan solo... pero la vida de los soldados no es un lecho de rosas, por eso intento que Zack se lleve lo mejor posible con su pareja - se levanta para acompañar al profesor a la puerta, no se animaba a invitarle a quedarse, o mejor dicho, no se le pasó por la cabeza invitarle a quedarse, además el otro tendría cosas que hacer

- Ve con cuidado por favor, nos vemos mañana... sensei - le sonrie