Habitacion de Kimihiro Watanuki
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
El se acomodó y yo tuve que bajarme, impaciente. Pero entonces creó que recordó la tarta y tomó mi mano, haciendo que lo siguiera hasta la habitación. Sonreí divertido.
-Que osado eres, amor... - Susurré al ver que me llevaba a la cama. Cuando se arrodilló en ella no pude evitar recorrerlo con la vista, deleitándome de su perfecta figura. Me acerqué rápidamente y volví a posarme encima de él, mirándole con una mezcla de amor y lujuria. Volvió a enredar sus piernas en mi cintura, y entonces comenzó.
Me quitaba la camisa de una manera tan lenta y torturante que me hizo comprender por qué gemía tanto cuando yo lo hacía con él. Dejé escapar algunos suspiros roncos cerca de su oído cuando acarició mi pecho, y luego cuando depositó esos tiernos besos en mi cuello. Se notaba su inexperiencia, pero aún así me hacía estremecer.
Y cuando creí que no podría hacerme enloquecer más, mordió mi clavícula y creí que moriría de placer.
-¡Ah...! Eiji-chan... - Susurré su nombre entre suspiros, con la respiración agitada.
Entonces pensé que ya era mi turno, y nuevamente lo besé, pero esta vez llevé mis manos más abajo, llegando hasta el cierre de su pantalón. Lo escuché gemir y lo sentí ponerse tenso, por lo que sonreí levemente y deposité un beso en su mejilla, para luego acercarme a su oído y susurrar:
-Confía en mí... - Sentí que poco a poco se relajaba y eso me dio la confianza suficiente para seguir. Comencé a bajar el cierre de su pantalón de manera lenta y tortuosa, deleitándome con sus suspiros.
Cuando terminé de hacerlo, tragué fuertemente y respiré hondo, calmándome yo primero para seguir. Y entonces comencé a bajar sus pantalones lentamente, dejando al descubierto sus boxers negros. No pude evitar ponerme nervioso y temblar un poco, pero traté de no transmitirle mi inseguridad a Eiji-chan, o lo pondría nervioso nuevamente. Entonces sonreí y lo miré a los ojos, con la respiración agitada.
-Te amo... - Susurré mientras comenzaba a bajar sus boxers también...
-Que osado eres, amor... - Susurré al ver que me llevaba a la cama. Cuando se arrodilló en ella no pude evitar recorrerlo con la vista, deleitándome de su perfecta figura. Me acerqué rápidamente y volví a posarme encima de él, mirándole con una mezcla de amor y lujuria. Volvió a enredar sus piernas en mi cintura, y entonces comenzó.
Me quitaba la camisa de una manera tan lenta y torturante que me hizo comprender por qué gemía tanto cuando yo lo hacía con él. Dejé escapar algunos suspiros roncos cerca de su oído cuando acarició mi pecho, y luego cuando depositó esos tiernos besos en mi cuello. Se notaba su inexperiencia, pero aún así me hacía estremecer.
Y cuando creí que no podría hacerme enloquecer más, mordió mi clavícula y creí que moriría de placer.
-¡Ah...! Eiji-chan... - Susurré su nombre entre suspiros, con la respiración agitada.
Entonces pensé que ya era mi turno, y nuevamente lo besé, pero esta vez llevé mis manos más abajo, llegando hasta el cierre de su pantalón. Lo escuché gemir y lo sentí ponerse tenso, por lo que sonreí levemente y deposité un beso en su mejilla, para luego acercarme a su oído y susurrar:
-Confía en mí... - Sentí que poco a poco se relajaba y eso me dio la confianza suficiente para seguir. Comencé a bajar el cierre de su pantalón de manera lenta y tortuosa, deleitándome con sus suspiros.
Cuando terminé de hacerlo, tragué fuertemente y respiré hondo, calmándome yo primero para seguir. Y entonces comencé a bajar sus pantalones lentamente, dejando al descubierto sus boxers negros. No pude evitar ponerme nervioso y temblar un poco, pero traté de no transmitirle mi inseguridad a Eiji-chan, o lo pondría nervioso nuevamente. Entonces sonreí y lo miré a los ojos, con la respiración agitada.
-Te amo... - Susurré mientras comenzaba a bajar sus boxers también...
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sonreí al sentirle suspirar. Su respiración se agitó más y susurró mi nombre, cosa que me hizo estremecer. Y entender por qué le gustaba tanto que y dijera su nombre así....
Me tensé y gemí al sentir su mano en el cierre de mi pantalón. Besó mi mejilla y me susurró que confiara en él. Me relajé y sonreí tiernamente, confiaba en él desde que lo conocí....
Bajó lentamente el cierre, y yo suspiraba, mientras maldecía mentalmente que le gustara torturarme así. Se detuvo, y de nuevo pensé que lo hacía para impacientarme. El pantalón volvó lejos, y me quedé en boxers un par de segundos.
"Te amo" me susurró. Le sonreí y le di a entender que también lo hacía. Sentí sus mano en el resorte de mis bóxers y me tensé de nuevo. No es que no confiara en él, pero me avergonzaba. Posé mis manos sobre las suyas y lo detuve, bajando la mirada sonrojado.
- Me da...- me detuve, hasta me apenaba decir que me daba pena que me viera sin ropa. Respiré hondo varias veces. Cerré los ojos, y comencé a disculparme con Wata-Chan por ser tan tonto. De seguro se había aburrido, de seguro lo había echado a perder todo. De seguro pararía todo en un momento.
Me tensé y gemí al sentir su mano en el cierre de mi pantalón. Besó mi mejilla y me susurró que confiara en él. Me relajé y sonreí tiernamente, confiaba en él desde que lo conocí....
Bajó lentamente el cierre, y yo suspiraba, mientras maldecía mentalmente que le gustara torturarme así. Se detuvo, y de nuevo pensé que lo hacía para impacientarme. El pantalón volvó lejos, y me quedé en boxers un par de segundos.
"Te amo" me susurró. Le sonreí y le di a entender que también lo hacía. Sentí sus mano en el resorte de mis bóxers y me tensé de nuevo. No es que no confiara en él, pero me avergonzaba. Posé mis manos sobre las suyas y lo detuve, bajando la mirada sonrojado.
- Me da...- me detuve, hasta me apenaba decir que me daba pena que me viera sin ropa. Respiré hondo varias veces. Cerré los ojos, y comencé a disculparme con Wata-Chan por ser tan tonto. De seguro se había aburrido, de seguro lo había echado a perder todo. De seguro pararía todo en un momento.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sentí sus manos deteniéndome y lo miré preocupado. Entonces comenzó a decir algo que no terminó, y yo lo miré confundido. Pero cuando comenzó a disculparse lo comprendí todo, y sonreí tiernamente. Dejé sus boxers en paz y me levanté de la cama, comenzando a quitarme el cinturón lentamente, para luego bajar el cierre de mi pantalón, y al instante siguiente quedar igual que él, sólo con boxers. La diferencia era que los míos tenían color blanco. Lo miré y noté lo sonrojado que estaba, y sonreí de medio lado, acercándome a él y posandome encima suyo nuevamente, dándole un beso corto en los labios.
-¿Ves? No hay por qué temer... - Susurré mientras tomaba su mano y la posaba sobre mi pecho, en el lugr del corazón, y lo miraba fijamente a los ojos. - Te amo... - Susurré, y acto seguido deposité un corto beso en sus labios. - Y si crees que aún no es tiempo para esto, no te preocupes. Sabré entender, amor... - Susurré mientras acariciaba su rostro y lo miraba directo a los ojos, con una pequeña sonrisa. No, me moriría si lastimaba a mi pequeño Eiji. Era lo último que quería. Así que la decisión no estaba en mis manos, sino en las suyas.
-¿Ves? No hay por qué temer... - Susurré mientras tomaba su mano y la posaba sobre mi pecho, en el lugr del corazón, y lo miraba fijamente a los ojos. - Te amo... - Susurré, y acto seguido deposité un corto beso en sus labios. - Y si crees que aún no es tiempo para esto, no te preocupes. Sabré entender, amor... - Susurré mientras acariciaba su rostro y lo miraba directo a los ojos, con una pequeña sonrisa. No, me moriría si lastimaba a mi pequeño Eiji. Era lo último que quería. Así que la decisión no estaba en mis manos, sino en las suyas.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Observé atentamente cómo se levantaba y se retiraba el pantalón, quedando en bóxers. Se acercó a mí y se posicionó encima, de nuevo. Tomó mi mano y la llevó a su pecho, para después decirme que me amaba.
Llevé mi mano a su rostro y lo acaricié con ternura.
- También te amo...- dije al borde de las lágrimas, porque él era en verdad, la mejor persona que había conocido en mi vida. - No. Está bien, puedes seguir.- sonreí. Con lentitud el retiró mis bóxers y yo desvieé la mirada, con mi cara completamente roja. Tomó mi rostro entre sus manos y me susurró algo que me hizo sentir mejor.
Me colgué de su cuello y besé sus labios de manera lenta.
- Oye..- dije divertido. - Es tu turno...No esperarás quedarte así todo el tiempo ¿verdad?- susurré, en su oído de manera lenta.
Llevé mi mano a su rostro y lo acaricié con ternura.
- También te amo...- dije al borde de las lágrimas, porque él era en verdad, la mejor persona que había conocido en mi vida. - No. Está bien, puedes seguir.- sonreí. Con lentitud el retiró mis bóxers y yo desvieé la mirada, con mi cara completamente roja. Tomó mi rostro entre sus manos y me susurró algo que me hizo sentir mejor.
Me colgué de su cuello y besé sus labios de manera lenta.
- Oye..- dije divertido. - Es tu turno...No esperarás quedarte así todo el tiempo ¿verdad?- susurré, en su oído de manera lenta.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Acarició mi rostro con suavidad y me miró respondiéndome que él también me amaba casi al borde de las lágrimas. Yo sonreí enternecido; realmente Eiji-chan era la persona más sensible que había conocido en mi vida. Luego dijo que podía seguir y yo asentí, comenzando a bajar sus boxers, hasta que se los quité completamente. Vi cómo desviaba la mirada y yo volví a sonreír, tomando su rostro entre mis manos y acercándome a su oído.
-Realmente eres perfecto... - Susurré para que no se avergonzara. Funcionó y él se aferró a mi cuello, besándome de forma lenta y pasional, beso que correspondí al instante, acariciando su espalda y piernas.
Entonces se acercó a mi oído y susurró esas palabras, que me hicieron estremecer. Sonreí de medio lado cuando me calmé y, nuevamente con ese brillo vengativo en mis ojos, tomé su mano y la llevé hasta el elástico de mis boxers.
-Encárgate tú... - Susurré en su oído con voz ronca, mientras soltaba su mano.
-Realmente eres perfecto... - Susurré para que no se avergonzara. Funcionó y él se aferró a mi cuello, besándome de forma lenta y pasional, beso que correspondí al instante, acariciando su espalda y piernas.
Entonces se acercó a mi oído y susurró esas palabras, que me hicieron estremecer. Sonreí de medio lado cuando me calmé y, nuevamente con ese brillo vengativo en mis ojos, tomé su mano y la llevé hasta el elástico de mis boxers.
-Encárgate tú... - Susurré en su oído con voz ronca, mientras soltaba su mano.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sus caricias comenzaron a hacerme soltar suspiros de nuevo. Le sentí estremecer por lo que dije y sonreí mientras tomaba mi mano y la llevaba al elástico de los bóxers suyos. Mi cara volvió a sonrojarse mientras me estremecía al sentir sus susurros en mi oído.
Respiré hondo y quité mi mano de ahí, divertido. Le empujé con suavidad haciendo que se recostara en la cama. Llevé mis labios hasta sus bóxers y mordí el elástico de manera sensual, para retirarlos con mi boca.
Cuando lo hice le lancé una mirada divertida a Wata-Chan mientras los arrojaba a cualquier parte. Y aprovechando que estaba impactado, allí tumbado me posicioné sobre él, disfrutando de un momento que sabía sería efímero. Él siempre tendría el control.
Le saqué la lengua juguetón, tentándolo, y luego me lamí los labios, para comenzar a dejar besos en todo su pecho.
Respiré hondo y quité mi mano de ahí, divertido. Le empujé con suavidad haciendo que se recostara en la cama. Llevé mis labios hasta sus bóxers y mordí el elástico de manera sensual, para retirarlos con mi boca.
Cuando lo hice le lancé una mirada divertida a Wata-Chan mientras los arrojaba a cualquier parte. Y aprovechando que estaba impactado, allí tumbado me posicioné sobre él, disfrutando de un momento que sabía sería efímero. Él siempre tendría el control.
Le saqué la lengua juguetón, tentándolo, y luego me lamí los labios, para comenzar a dejar besos en todo su pecho.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Lo sentí estremecer bajo mi cuerpo, y sonreí con maldad. "Je, lo sabí..." Pero amplié mis ojos cuando sentí que me empujaba con suavidad hacia atrás, para luego morder el elástico de mi boxer y comenzar a bajarlo de manera lenta y tortuosa. Eché mi cabeza hacia atrás y agarré con fuerza la sábana, gimiendo roncamente.
-E-Eiji-chan... - Gemí entrecortadamente. Luego sentí que se posicionaba sobre mí, y levanté la cabeza para verlo. El me sacó la lengua, tentándome. Y entonces comenzó a bajar por mi pecho, dejando un camino de besos cortos y húmedos.
Yo volví a inclinar mi cabeza hacia atrás, disfrutando al máximo de sus caricias. Pero hubo un momento en que ya no pude aguantar más, y me abalancé sobre él, empujándolo con algo de fuerza sobre la cama, y comencé a besarlo de manera desesperada, mientras acercaba mi mano a su entrepierna y la acariciaba con suavidad. Sonreí satisfecho al oírle gemir, y seguí acariciando el mismo lugar, con un ritmo lento y tortuoso, cobrando mi venganza.
Sonreí satisfecho al oírlo rogar por más, y entonces comencé con un ritmo más rápido, haciendo que sus gemidos aumentaran en volumen también. Veía su rostro casi hipnotizado, y es que la visión de mi amado Eiji todo sonrojado y suspirando mi nombre era lo más excitante que podía existir...
-E-Eiji-chan... - Gemí entrecortadamente. Luego sentí que se posicionaba sobre mí, y levanté la cabeza para verlo. El me sacó la lengua, tentándome. Y entonces comenzó a bajar por mi pecho, dejando un camino de besos cortos y húmedos.
Yo volví a inclinar mi cabeza hacia atrás, disfrutando al máximo de sus caricias. Pero hubo un momento en que ya no pude aguantar más, y me abalancé sobre él, empujándolo con algo de fuerza sobre la cama, y comencé a besarlo de manera desesperada, mientras acercaba mi mano a su entrepierna y la acariciaba con suavidad. Sonreí satisfecho al oírle gemir, y seguí acariciando el mismo lugar, con un ritmo lento y tortuoso, cobrando mi venganza.
Sonreí satisfecho al oírlo rogar por más, y entonces comencé con un ritmo más rápido, haciendo que sus gemidos aumentaran en volumen también. Veía su rostro casi hipnotizado, y es que la visión de mi amado Eiji todo sonrojado y suspirando mi nombre era lo más excitante que podía existir...
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Por Kami, juro que perdí el cotrol al oírlo gemir mi nombre y verlo apretando las sábanas. Me sentí, seme por primera vez, y bueno...no duró mucho.
Giró y cambió las posiciones, algo brusco, desesperado. Me besó desesperadamente por todas partes, y comenzó a cariciar suavemente mi entrepierna. Luego aumentó el ritmo, cuando le pedí más.
Gemí más y más duro, y dije su nmbre varias veces, sin dejar de lado mi "Nya" tan característico.
Esta vez fui yo quien apretó las sábanas y echó la cabeza hacia atrás, mis mejillas comenzaron a arder y empecé a entrecerrar los ojos. Mi respiración comenzó a agitarse, me estaba excitando, demasiado....
- Ahh...Wata-chan...- gemí, levantándome un poco, abrazándome a su cuello. - Ahh...Wata-chan...- repetí, práctimanete en su oído. Lo cierto es que lo había hecho a drede.
Giró y cambió las posiciones, algo brusco, desesperado. Me besó desesperadamente por todas partes, y comenzó a cariciar suavemente mi entrepierna. Luego aumentó el ritmo, cuando le pedí más.
Gemí más y más duro, y dije su nmbre varias veces, sin dejar de lado mi "Nya" tan característico.
Esta vez fui yo quien apretó las sábanas y echó la cabeza hacia atrás, mis mejillas comenzaron a arder y empecé a entrecerrar los ojos. Mi respiración comenzó a agitarse, me estaba excitando, demasiado....
- Ahh...Wata-chan...- gemí, levantándome un poco, abrazándome a su cuello. - Ahh...Wata-chan...- repetí, práctimanete en su oído. Lo cierto es que lo había hecho a drede.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Realmente me descontrolé al oírlo gemir mi nombre, y más cuando lo hizo en mi oído. Dejé escapar un ronco gemido y apreté los ojos. "Condenado niño, lo hiciste a propósito..." Pensé divertido mientras seguía acariciando su entrepierna, esta vez volviendo a un ritmo torturante.
-¿No te gusta jugar, amor...? - Susurré en su oído con voz ronca, esperando con ansias oír su voz rogándome por más; era algo que no tenía comparación. - Mmm... creo que alguien se merece un castigo... - Seguí susurrando cerca de su oreja, esta vez presionando mi cadera contra la suya, lentamente, sintiendo que iba a enloquecer de puro placer.
-¿No te gusta jugar, amor...? - Susurré en su oído con voz ronca, esperando con ansias oír su voz rogándome por más; era algo que no tenía comparación. - Mmm... creo que alguien se merece un castigo... - Seguí susurrando cerca de su oreja, esta vez presionando mi cadera contra la suya, lentamente, sintiendo que iba a enloquecer de puro placer.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Gimió roncamente, y yo sonreí satisfecho. Disminuyó el ritmo de las caricias, torturándome.
- Eres un....malvado...- susurré, exasperado. - ¡Maldición, no me gusta jugar! - grité. - Wata-chan...por favor...más rápido...-pedí, siempre se salía con la suya el muy descarado. Volvió a susurrar algo cerca de mi oreja, y me estremecí, por completo.
Luego presionó su cadera con la mía.
- ¡Dios! - gemí por lo alto, echando mi cabeza hacia atrás y cerrando fuertemente mis ojos. Rogando que volviera a hacerlo. Estaba perdiendo la cabeza por el placer. - Wata-chan....ahgh....eres un...¡Nya!...-gemí de nuevo, sin terminar la oración, cuando sentí como volvía a presionar lenta y deliciosamente ambas caderas. Apoyé mi frente en su hombro. Completamente excitado, dejándome llevar por el placer que me proporcionaba Wata-Chan en esos momentos.
- Eres un....malvado...- susurré, exasperado. - ¡Maldición, no me gusta jugar! - grité. - Wata-chan...por favor...más rápido...-pedí, siempre se salía con la suya el muy descarado. Volvió a susurrar algo cerca de mi oreja, y me estremecí, por completo.
Luego presionó su cadera con la mía.
- ¡Dios! - gemí por lo alto, echando mi cabeza hacia atrás y cerrando fuertemente mis ojos. Rogando que volviera a hacerlo. Estaba perdiendo la cabeza por el placer. - Wata-chan....ahgh....eres un...¡Nya!...-gemí de nuevo, sin terminar la oración, cuando sentí como volvía a presionar lenta y deliciosamente ambas caderas. Apoyé mi frente en su hombro. Completamente excitado, dejándome llevar por el placer que me proporcionaba Wata-Chan en esos momentos.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Gemí roncamente al oírlo gritar de esa manera. Estaba muy excitado, y la respiración de Eiji-chan chocando contra mi hombro no ayudaba en mucho. Me acerqué a su mejilla y la lamí lentamente, para luego acercarme a su oído otra vez.
-¿Soy un qué...? - Volví a susurrar cn voz ronca, divertido. Pero no lo dejé terminar y mordí sensualmente su hombro, a la par que volvía a presionar lentamente ambas caderas. Ambos gemimos fuertemente y yo me dejé caer con pesadez sobre Eiji-chan. Estaba llegando a mi límite; ya no podía esperar más.
Me incorporé un poco sobre él y lo miré a los ojos. Al verlo no pude evitar sorprendente. Ahí había lujuria; pura lujuria en un mar azul. Sonreí de medio lado y llevé mi mano derecha hasta sus labios, acercando mis dedos para que los lamiera, sin dejar de verlo a los ojos.
-Ya no puedo más... - Susurré nuevamente, como excusándome, con una media sonrisa.
-¿Soy un qué...? - Volví a susurrar cn voz ronca, divertido. Pero no lo dejé terminar y mordí sensualmente su hombro, a la par que volvía a presionar lentamente ambas caderas. Ambos gemimos fuertemente y yo me dejé caer con pesadez sobre Eiji-chan. Estaba llegando a mi límite; ya no podía esperar más.
Me incorporé un poco sobre él y lo miré a los ojos. Al verlo no pude evitar sorprendente. Ahí había lujuria; pura lujuria en un mar azul. Sonreí de medio lado y llevé mi mano derecha hasta sus labios, acercando mis dedos para que los lamiera, sin dejar de verlo a los ojos.
-Ya no puedo más... - Susurré nuevamente, como excusándome, con una media sonrisa.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Lamió mi mejilla de manera lenta, y luego susurró una pregunta. Cerré los ojos divertido, dispuesto a contestarle allí, reposando mi cabeza en su hombro, pero no quiso dejarme hacerlo. Mordió mi hombro de nuevo y presionó una vez más ambas caderas.
Gemí de nuevo de manera fuerte, junto a él. Luego se dejó caer sobre mí y me miró fijamente a los ojos.
Estaba tan excitado que en lo único que podía pensar era en continuar. Guió su mano a mi boca, rozando mis labios suavemente con sus dedos. Reí divertido cuando le oí decir eso, qué importaba....después de todo yo tampoco podía más.
Abrí mis labios y sentí como metía sus dedos en mi boca. Comencé a lamerlos lentamente, enroscando mi lengua en ellos de manera suave. Aumentaba el ritmo a veces, y otras lo frenaba, divertido. Observaba como Wata-Chan hacía caras mientras me veía lamerlo y eso terminaba de volverme loco.
Con mis manos atrapé la suya, y la pegué más a mi boca. Cerré los ojos y continué lubricando sus dedos.
Gemí de nuevo de manera fuerte, junto a él. Luego se dejó caer sobre mí y me miró fijamente a los ojos.
Estaba tan excitado que en lo único que podía pensar era en continuar. Guió su mano a mi boca, rozando mis labios suavemente con sus dedos. Reí divertido cuando le oí decir eso, qué importaba....después de todo yo tampoco podía más.
Abrí mis labios y sentí como metía sus dedos en mi boca. Comencé a lamerlos lentamente, enroscando mi lengua en ellos de manera suave. Aumentaba el ritmo a veces, y otras lo frenaba, divertido. Observaba como Wata-Chan hacía caras mientras me veía lamerlo y eso terminaba de volverme loco.
Con mis manos atrapé la suya, y la pegué más a mi boca. Cerré los ojos y continué lubricando sus dedos.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Cuando comenzó a lamer mis dedos de esa forma, no pude evitar excitarme más (si eso era humanamente posible). Verlo haciendo eso, sentir su lengua enroscarse en mis dedos, todo era... Dejé escapar un gemido ronco, sin poder comtenerme más. Retiré suavemente mis dedos de su boca y lo miré fijo a los ojos, mientras acercaba mis dedos a su entrada. Le sonreí y deposité un tierno beso en sus labios.
-Dolerá un poco, pero no importa que pase, sólo sujetate de mí... - Susurré mientras introducía uno. Lo vi hacer una mueca de dolor y me detuve, preocupado. Pero luego el me hizo una seña para que siguiera, y obedecí. Al introducir el segundo dedo vi que largaba algunas lágrimas por el dolor, así que acerqué mis labios a su rostro y sequé cada una con mis besos, suave y amorosamente, como lo había hecho la noche en que se quedó a dormir conmigo por los truenos. - Te amo... - Susurré al tiempo que introducía un tercer dedo, y lo oí gemir de dolor. Me mordí los labios un poco culpable de saberme la causa de su sufrimiento.
Los mantuve en el mismo lugar por un rato hasta que se acostumbró, y luego los retiré de manera lenta. Respiré hondo, intentando relajarme. Ya era hora de dar el siguiente paso.
Me acomodé mejor sobre él y elevé su rostro por el mentón, ya que nuevamente se había sonrojado y bajado la mirada. Le sonreí y acaricié su rostro, mirándole a los ojos con gran amor.
-¿Confías en mí? - Susurré cálidamente, esperando su respuesta. Cuando lo oí sonreí, y luego hundí mi rostro en su cuello, mientras sentía cómo él se aferraba a mí con fuerza, enredando sus piernas alrededor de mi cintura. Y entonces comencé.
Lo hice de manera lenta y suave, con cuidado de no lastimarlo. Pude escuchar claramente cómo sus gemidos de dolor se convertían poco a poco en gemidos de placer, y no tardé tampoco en unirme a él.
Era una sensación única; tan placentera que creí que podría morir ahí mismo. Como si llegara a lo más alto del cielo y luego bajara al mismo infierno. Era simplemente perfecto.
Aumenté el rimbo de las envestidas cuando él me pidió que lo hiciera. La verdad es que estaba intentando controlarme para no lastimarlo, pero oír su voz en mi oído repitiendo mi nombre una y otra vez, rogando por más... fue suficiente como para hacerme perder la cabeza.
-Aghh... Eiji-chan... - Gemí roncamente, apretando con fuerza la sábana bajo mis manos, importándome un reverendo rábano la torcedura que tenía. La sensación de placer no se comparaba con eso.
-Dolerá un poco, pero no importa que pase, sólo sujetate de mí... - Susurré mientras introducía uno. Lo vi hacer una mueca de dolor y me detuve, preocupado. Pero luego el me hizo una seña para que siguiera, y obedecí. Al introducir el segundo dedo vi que largaba algunas lágrimas por el dolor, así que acerqué mis labios a su rostro y sequé cada una con mis besos, suave y amorosamente, como lo había hecho la noche en que se quedó a dormir conmigo por los truenos. - Te amo... - Susurré al tiempo que introducía un tercer dedo, y lo oí gemir de dolor. Me mordí los labios un poco culpable de saberme la causa de su sufrimiento.
Los mantuve en el mismo lugar por un rato hasta que se acostumbró, y luego los retiré de manera lenta. Respiré hondo, intentando relajarme. Ya era hora de dar el siguiente paso.
Me acomodé mejor sobre él y elevé su rostro por el mentón, ya que nuevamente se había sonrojado y bajado la mirada. Le sonreí y acaricié su rostro, mirándole a los ojos con gran amor.
-¿Confías en mí? - Susurré cálidamente, esperando su respuesta. Cuando lo oí sonreí, y luego hundí mi rostro en su cuello, mientras sentía cómo él se aferraba a mí con fuerza, enredando sus piernas alrededor de mi cintura. Y entonces comencé.
Lo hice de manera lenta y suave, con cuidado de no lastimarlo. Pude escuchar claramente cómo sus gemidos de dolor se convertían poco a poco en gemidos de placer, y no tardé tampoco en unirme a él.
Era una sensación única; tan placentera que creí que podría morir ahí mismo. Como si llegara a lo más alto del cielo y luego bajara al mismo infierno. Era simplemente perfecto.
Aumenté el rimbo de las envestidas cuando él me pidió que lo hiciera. La verdad es que estaba intentando controlarme para no lastimarlo, pero oír su voz en mi oído repitiendo mi nombre una y otra vez, rogando por más... fue suficiente como para hacerme perder la cabeza.
-Aghh... Eiji-chan... - Gemí roncamente, apretando con fuerza la sábana bajo mis manos, importándome un reverendo rábano la torcedura que tenía. La sensación de placer no se comparaba con eso.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Retiró sus dedos de mi boca, y entonces me preparé mentalmente para lo que seguía. Me besó tiernamente en los labios y yo sonreí, asintiendo mientras me daba ánimos. Introdujo el primer dedo y yo realicé una mueca de dolor, haciéndole detener sin proponérmelo. Hice un gesto para que siguiera y cuando metió el segundo dedo no pude retener lágrimas de dolor. Las limpió suavemente con sus labios y me susurró que me amaba.
Gemí de dolor cuando metió el tercer dedo, y apreté fuertemente las sábanas.
Esperó unos minutos y comenzó a moverlos en círculos, yo cerré mis ojos fuertmente mientras comenzaba a acostumbrarme. Al principio dolía demasiado, más luego fue haciéndose muy placentero. Luego se detuvo, y lentamente los retiró. Yo le miré haciendo un mohín, reprochándole.
Bajé la cara sonrojado, al darme cuenta de lo que había hecho, y él volvió a levantarla por el mentón. Acarició mi rostro y me miró a los ojos fijamente.
- Claro que sí...- respondí en un susurro a su pregunta Tan obvia. Hundió su rostro en mi cuello y yo me abracé a él fuertemente, mientras enredaba mis piernas en su cintura.
Y entonces, entró. Gemí fuertemente, adolorido, y volví a soltar lágrimas de dolor. A pesar de que lo había hecho lento y suave, no pude reprimir mi malestar. Me moví inquieto varios segundos, hasta que logré relajarme un poco.
Wata-Chan esperó pacientemente a que me acostumbrara, y le agradecí, pues yo sabía lo inquieto que estaba por moverse. Luego, no me di cuenta de cuándo fui yo quien instó a Wata-Chan a seguir con un ligero movimiento de cadera.
El vaivén empezó suvemente. Los gritos de dolor empezaron a cambiar rápidamente por gritos de placer. Cerré los ojos fuertemente y sentí mis mejillas arder, lancé mi cabeza hacia atrás. Mi respiración se agitó en exceso.
Me apegué lo más posible a Wata-Chan, de manera que sentía sus gemidos en mi oído, y él los míos en su oído.
- Wata-Chan...Ah...- susurraba entrecortadamente.- más.....agh...ammm...más rápido...- susurré luego de varios minutos, y sentí como aumentaba el ritmo enseguida. Perdí la cabeza.
Le sentí apretar la sábana y me levanté un poco, para besar sus labios desesperadamente después de oírle gemir mi nombre, más no duró mucho tiempo. Los gritos de placer (Porque ya ni gemidos eran) que salían de mí constantemente me lo impedían.
Estaba comletamente nublado por el placer. Definitivamente esa sensación no se compraba con nada que hubiera vivido antes. De un momento a otro, volví a pedirle a Wata-Chan que aumentara el ritmo. Había perdido la cabeza por completo.
Gemí de dolor cuando metió el tercer dedo, y apreté fuertemente las sábanas.
Esperó unos minutos y comenzó a moverlos en círculos, yo cerré mis ojos fuertmente mientras comenzaba a acostumbrarme. Al principio dolía demasiado, más luego fue haciéndose muy placentero. Luego se detuvo, y lentamente los retiró. Yo le miré haciendo un mohín, reprochándole.
Bajé la cara sonrojado, al darme cuenta de lo que había hecho, y él volvió a levantarla por el mentón. Acarició mi rostro y me miró a los ojos fijamente.
- Claro que sí...- respondí en un susurro a su pregunta Tan obvia. Hundió su rostro en mi cuello y yo me abracé a él fuertemente, mientras enredaba mis piernas en su cintura.
Y entonces, entró. Gemí fuertemente, adolorido, y volví a soltar lágrimas de dolor. A pesar de que lo había hecho lento y suave, no pude reprimir mi malestar. Me moví inquieto varios segundos, hasta que logré relajarme un poco.
Wata-Chan esperó pacientemente a que me acostumbrara, y le agradecí, pues yo sabía lo inquieto que estaba por moverse. Luego, no me di cuenta de cuándo fui yo quien instó a Wata-Chan a seguir con un ligero movimiento de cadera.
El vaivén empezó suvemente. Los gritos de dolor empezaron a cambiar rápidamente por gritos de placer. Cerré los ojos fuertemente y sentí mis mejillas arder, lancé mi cabeza hacia atrás. Mi respiración se agitó en exceso.
Me apegué lo más posible a Wata-Chan, de manera que sentía sus gemidos en mi oído, y él los míos en su oído.
- Wata-Chan...Ah...- susurraba entrecortadamente.- más.....agh...ammm...más rápido...- susurré luego de varios minutos, y sentí como aumentaba el ritmo enseguida. Perdí la cabeza.
Le sentí apretar la sábana y me levanté un poco, para besar sus labios desesperadamente después de oírle gemir mi nombre, más no duró mucho tiempo. Los gritos de placer (Porque ya ni gemidos eran) que salían de mí constantemente me lo impedían.
Estaba comletamente nublado por el placer. Definitivamente esa sensación no se compraba con nada que hubiera vivido antes. De un momento a otro, volví a pedirle a Wata-Chan que aumentara el ritmo. Había perdido la cabeza por completo.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Correspondí a su desesperado beso con pasión, pero los gritos de placer por parte de ambos no nos dejaron seguir. Escuché cómo me pedía que aumentara el ritmo, y me dispuse a obedecer al instante.
Ambos gemíamos, gritábamos, y yo sentía mi cuerpo entero arder. Hubo un momento en que perdí la cabeza por completo, y tomé una de las piernas de Eiji-chan, posándola sobre mi hombro, haciéndo la penetración más sensible y excitante que nunca.
-¡Agh! - Gemí fuerte y roncamente, apegándome lo más que podía a él, prácticamente viendo luces bajo mis párpados. Definitivamente había perdido la cabeza, no podía pensar en nada, mi mente estaba en blanco por completo, y lo único que hacía era moverme cada vez más y más rápido. - Agh... E-Eiji-chan... ah... - Era lo único que podía atinar a susurrar, entrecortadamente.
Cuando sentí que ya estaba a punto de llegar al límite, llevé mi mano derecha hasta la entrepierna de Eiji-chan nuevamente, para que ambos llegaramos al clímax juntos. La masajeé de forma rápida, al mismo ritmo de mis envestidas, y me deleité con los gritos de placer por parte de Eiji-chan. Y entonces el momento llegó.
Amplié mis ojos y apreté fuertemente la sábana con mi mano lastimada, mientras que de mi garganta escapaba en un grito de placer el nombre de mi amado, fundiéndose con el suyo propio clamando el mío.
Caí pesadamente sobre el cuerpo de Eiji-chan, mientras sentía un cálido líquido en mi ábdomen y parte de la sábana; pero qué importaba. Por ahora estaba más ocupado en recordar cómo rayos se respira.
Pasaron algunos minutos hasta que nuestras agitadas respiraciones se calmaron, y los latidos de nuestros corazones tomaron su ritmo normal. Besé los labios de Eiji-chan mientras salía de él con delicadeza, sacando su pierna de encima de mi hombro, y me acomodé a su lado, con una sonrisa de satisfacción en mis labios, atrayéndolo en un cobijador abrazo. Nos cubrí a ambos con la sábana hasta la cintura, acariciando su espalda y depositando un suave beso en su frente, que estaba perlada por el sudor.
-Estuviste excelente, amor... - Susurré mientras le miraba directo a los ojos, apartando algunos mechones de cabello de su rostro. Noté cómo se sonrojaba y yo reí un poco, volviendo a besarlo en los labios. Fue un beso largo y suave, profundo y perfecto. Adoraba besarlo, me hacía sentir que estaba como en una nuve. Cuando nos separamos, lo miré nuevamente fijo a los ojos, y sonreí, acariciando de manera tierna su nariz con la mía. - ¿Ya te dije que te amo? - Pregunté divertido.
Ambos gemíamos, gritábamos, y yo sentía mi cuerpo entero arder. Hubo un momento en que perdí la cabeza por completo, y tomé una de las piernas de Eiji-chan, posándola sobre mi hombro, haciéndo la penetración más sensible y excitante que nunca.
-¡Agh! - Gemí fuerte y roncamente, apegándome lo más que podía a él, prácticamente viendo luces bajo mis párpados. Definitivamente había perdido la cabeza, no podía pensar en nada, mi mente estaba en blanco por completo, y lo único que hacía era moverme cada vez más y más rápido. - Agh... E-Eiji-chan... ah... - Era lo único que podía atinar a susurrar, entrecortadamente.
Cuando sentí que ya estaba a punto de llegar al límite, llevé mi mano derecha hasta la entrepierna de Eiji-chan nuevamente, para que ambos llegaramos al clímax juntos. La masajeé de forma rápida, al mismo ritmo de mis envestidas, y me deleité con los gritos de placer por parte de Eiji-chan. Y entonces el momento llegó.
Amplié mis ojos y apreté fuertemente la sábana con mi mano lastimada, mientras que de mi garganta escapaba en un grito de placer el nombre de mi amado, fundiéndose con el suyo propio clamando el mío.
Caí pesadamente sobre el cuerpo de Eiji-chan, mientras sentía un cálido líquido en mi ábdomen y parte de la sábana; pero qué importaba. Por ahora estaba más ocupado en recordar cómo rayos se respira.
Pasaron algunos minutos hasta que nuestras agitadas respiraciones se calmaron, y los latidos de nuestros corazones tomaron su ritmo normal. Besé los labios de Eiji-chan mientras salía de él con delicadeza, sacando su pierna de encima de mi hombro, y me acomodé a su lado, con una sonrisa de satisfacción en mis labios, atrayéndolo en un cobijador abrazo. Nos cubrí a ambos con la sábana hasta la cintura, acariciando su espalda y depositando un suave beso en su frente, que estaba perlada por el sudor.
-Estuviste excelente, amor... - Susurré mientras le miraba directo a los ojos, apartando algunos mechones de cabello de su rostro. Noté cómo se sonrojaba y yo reí un poco, volviendo a besarlo en los labios. Fue un beso largo y suave, profundo y perfecto. Adoraba besarlo, me hacía sentir que estaba como en una nuve. Cuando nos separamos, lo miré nuevamente fijo a los ojos, y sonreí, acariciando de manera tierna su nariz con la mía. - ¿Ya te dije que te amo? - Pregunté divertido.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sentí cómo las penetraciones se hacían más profundas en el momento en que tomó mi pierna y la posó en su hombro, de manera descarada. Sonreí con picardía entre los gritos de placer.
Se movía cada vez más y más rápido, mientras gritaba mi nombre. Yo estaba al borde del colapso, por así decirlo.
Luego comenzó a masajear de forma rápida mi entrepierna, y mis gritos opacaron por mucho a los suyos. Sentí mi mente en blanco, y grité por última vez un sonoro "Wata-Chan", a la par que él gritaba mi nombre. Estaba aún nublado por el placer.
Comencé a respirar entrecortadamente, tratando de aspirar todo el aire que podía. Wata-Chan cayó sobre mí, con mi pierna aún en su hombro.
Cuando ambos estuvimos lo suficientemente calmados, me besó y salió de mí, bajando mi pierna de su hombro. Sentí un líquido caliente salir de mí, y me sonrojé al saber exactamente qué era. Se recostó a mí lado y me atrajo hacia él con un abrazo. Nos cubrió a ambos hasta la cintura con la sábana y comenzó a acariciar mi espalda. Después depositó un beso en mi frente.
Escondí mi rostro en su pecho, me había hecho sonrojar cuando apenas superaba el ataque anterior.
- Eres un pervertido...- susurré separándome un poco para verlo. Sentí cómo retiraba mechones de mi cabello pegados a mi frente y mejillas. Volvió a besarme y luego pegó su nariz con la mía. Reí divertido y besé su mejilla.- Así es, ya lo hiciste....pero me gusta que me lo repitas, Nya- dije divertido.- Te amo, Wata-Chan....- me apegué más a él y lo abrace, mientras comenzaba a quedarme dormido lentamente entre sus brazos.
Se movía cada vez más y más rápido, mientras gritaba mi nombre. Yo estaba al borde del colapso, por así decirlo.
Luego comenzó a masajear de forma rápida mi entrepierna, y mis gritos opacaron por mucho a los suyos. Sentí mi mente en blanco, y grité por última vez un sonoro "Wata-Chan", a la par que él gritaba mi nombre. Estaba aún nublado por el placer.
Comencé a respirar entrecortadamente, tratando de aspirar todo el aire que podía. Wata-Chan cayó sobre mí, con mi pierna aún en su hombro.
Cuando ambos estuvimos lo suficientemente calmados, me besó y salió de mí, bajando mi pierna de su hombro. Sentí un líquido caliente salir de mí, y me sonrojé al saber exactamente qué era. Se recostó a mí lado y me atrajo hacia él con un abrazo. Nos cubrió a ambos hasta la cintura con la sábana y comenzó a acariciar mi espalda. Después depositó un beso en mi frente.
Escondí mi rostro en su pecho, me había hecho sonrojar cuando apenas superaba el ataque anterior.
- Eres un pervertido...- susurré separándome un poco para verlo. Sentí cómo retiraba mechones de mi cabello pegados a mi frente y mejillas. Volvió a besarme y luego pegó su nariz con la mía. Reí divertido y besé su mejilla.- Así es, ya lo hiciste....pero me gusta que me lo repitas, Nya- dije divertido.- Te amo, Wata-Chan....- me apegué más a él y lo abrace, mientras comenzaba a quedarme dormido lentamente entre sus brazos.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sonreí cuando dijo eso y se acurrucó en mí. Comencé a acariciar su cabello al sentir que se quedaba dormido, y yo sonreí.
-Buenas noches, amor mío... - Susurré para luego caer rendido por el sueño también.
_________________________
Abrí mis ojos lentamente al sentir algo que me hacía comezón en la cara. Arrugué la nariz y fruncí el seño, apartando el rostro. Parpadeé un par de veces, confundido, hasta que sentí un peso adicional sobre mí. Fruncí el seño y miré hacia abajo, y entonces me encontré con la visión más hermosa del mundo: Eiji-chan, desnudo, recostado sobre mí, sonriendo. Los recuerdos de la noche anterior llegaron a mí como si de una película se tratasen, y me sonrojé furiosamente. Pero entonces guié mi vista hacia el rostro sonriente de Eiji-chan, y me tranquilicé. Sonreí yo también y descubrí que lo que me había hecho despertar había sido el cabello de Eiji-chan. Besé su frente con cuidado de no despertarlo. Me tallé los ojos con la mano derecha y bostecé, aún algo adormilado. Entonces me incorporé en la cama, acomodándolo a él en la almohada con delicadeza, para luego levantarme. Pero, siendo tan topre como soy, olvidé mi mano lastimada y me apoyé en ambas, por lo que tuve que taparme la boca para no gritar de dolor.
-Auwa..... - Susurré con el rostro contraído en una mueca de dolor. - Ay, ay, ay... - Seguí lloriqueando mientras me sobaba la mano. "Claro, pero anoche cuando te revolcabas de placer ni te acordaste de tu mano, imbécil." Reprochó enojada la 'vocecita que te habla'. Suspiré y me levanté de la cama, agarrando con pereza mis boxers y colocándomelos. Dí una última mrada a la figura durmiente de mi amado Eiji y sonreí, para luego caminar al baño prácticamente arrastrando los pies. Abrí las llaves de agua fría y caliente de la ducha, y estuve un rato controlando la temperatura hasta que me gustó, para luego desnudarme nuevamente y meterme en ella.
Luego de un rato salí, completamente aseado y refrescado, y con el cabello algo húmedo aún, cayéndome sobre los hombros. Me enrollé una toalla a la cintura y tomé el desodorante Axe Chocolate que tenía en el mueble con espejo del baño, y me eché encima. Luego salí de la habitación, para terminar de sorprenderme al ver a mi amado Eiji-chan despierto y sentado sobre la cama, frotándose un ojo. Sonreí de medio lado y lo llamé.
-Buenos días, amor. - Dije nuevamente con ese tono seductor que sólo usaba con él, recargándome sobre el escritorio de brazos cruzados.
-Buenas noches, amor mío... - Susurré para luego caer rendido por el sueño también.
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Abrí mis ojos lentamente al sentir algo que me hacía comezón en la cara. Arrugué la nariz y fruncí el seño, apartando el rostro. Parpadeé un par de veces, confundido, hasta que sentí un peso adicional sobre mí. Fruncí el seño y miré hacia abajo, y entonces me encontré con la visión más hermosa del mundo: Eiji-chan, desnudo, recostado sobre mí, sonriendo. Los recuerdos de la noche anterior llegaron a mí como si de una película se tratasen, y me sonrojé furiosamente. Pero entonces guié mi vista hacia el rostro sonriente de Eiji-chan, y me tranquilicé. Sonreí yo también y descubrí que lo que me había hecho despertar había sido el cabello de Eiji-chan. Besé su frente con cuidado de no despertarlo. Me tallé los ojos con la mano derecha y bostecé, aún algo adormilado. Entonces me incorporé en la cama, acomodándolo a él en la almohada con delicadeza, para luego levantarme. Pero, siendo tan topre como soy, olvidé mi mano lastimada y me apoyé en ambas, por lo que tuve que taparme la boca para no gritar de dolor.
-Auwa..... - Susurré con el rostro contraído en una mueca de dolor. - Ay, ay, ay... - Seguí lloriqueando mientras me sobaba la mano. "Claro, pero anoche cuando te revolcabas de placer ni te acordaste de tu mano, imbécil." Reprochó enojada la 'vocecita que te habla'. Suspiré y me levanté de la cama, agarrando con pereza mis boxers y colocándomelos. Dí una última mrada a la figura durmiente de mi amado Eiji y sonreí, para luego caminar al baño prácticamente arrastrando los pies. Abrí las llaves de agua fría y caliente de la ducha, y estuve un rato controlando la temperatura hasta que me gustó, para luego desnudarme nuevamente y meterme en ella.
Luego de un rato salí, completamente aseado y refrescado, y con el cabello algo húmedo aún, cayéndome sobre los hombros. Me enrollé una toalla a la cintura y tomé el desodorante Axe Chocolate que tenía en el mueble con espejo del baño, y me eché encima. Luego salí de la habitación, para terminar de sorprenderme al ver a mi amado Eiji-chan despierto y sentado sobre la cama, frotándose un ojo. Sonreí de medio lado y lo llamé.
-Buenos días, amor. - Dije nuevamente con ese tono seductor que sólo usaba con él, recargándome sobre el escritorio de brazos cruzados.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Me desperté lentamente y sonreí, aún sin abrir los ojos. Tanteé a mi lado en la cama y abrí los ojos algo decepcionado al no ver a Wata-Chan a mi lado. Me senté y sentí un corrientazo de dolor, por lo que me corrí hasta el borde, y me ladeé un poco. Tallé uno de mis ojos mientras sentí una puerta abrirse y vi a Wata-Chan salir del baño, cubierto solamente con una toalla. Se recostó en el escritorio y me saludó.
Me sonrojé y tartamudeé.
- Bu-buenos días, Wata-chan...- dije después de un rato, antes de sonreírle. Me levanté lentamente, con intenciones de ir al baño, y por poco me caigo. Llevé mis manos a mi cadera e hice una mueca de dolor. - Ay, ay, ay...- dije adolorido, mirando acusadoramente a Wata-Chan.
Volví a intentar moverme, ignorando el dolo. Y conseguí caminar, más lo cierto es que se veía muy gracioso como lo hacía. Logré llegar hasta el baño y cerré la puerta con lagrimitas en los ojos. Pasados unos minutos salí, y entonces me percaté de que seguía desnudo.
Me sonrojé y regresé a la cama, donde me tiré boca abajo.
- Hoy no iré a clases, Nya....- susurré volviendo a poner las manos en mi cadera.
Me sonrojé y tartamudeé.
- Bu-buenos días, Wata-chan...- dije después de un rato, antes de sonreírle. Me levanté lentamente, con intenciones de ir al baño, y por poco me caigo. Llevé mis manos a mi cadera e hice una mueca de dolor. - Ay, ay, ay...- dije adolorido, mirando acusadoramente a Wata-Chan.
Volví a intentar moverme, ignorando el dolo. Y conseguí caminar, más lo cierto es que se veía muy gracioso como lo hacía. Logré llegar hasta el baño y cerré la puerta con lagrimitas en los ojos. Pasados unos minutos salí, y entonces me percaté de que seguía desnudo.
Me sonrojé y regresé a la cama, donde me tiré boca abajo.
- Hoy no iré a clases, Nya....- susurré volviendo a poner las manos en mi cadera.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Vi cómo se sonrojaba y reí por lo bajo. Entonces él intentó levantarse, pero hizo una mueca de dolor y se tendió nuavemente en la cama. Yo alcé las cejas, y entonces él se quejó y me miró acusadoramente, sobandose la cadera. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para contener la risa.
-¿Qué me miras? Tú fuiste quién me provocó... - Repliqué haciéndome el inocente, mientras él volvía a levantarse, y esta vez comenzó a caminar. Pero no se dio cuenta de que estaba desnudo. Yo levanté las cejas y entreabrí los labios, deleitándome con su perfecta figura... claro, a pesar de que parecía pinguino por cómo caminaba. Entonces él pasó por mi lado para entrar hasta el baño y yo suspiré, divertido. - Cinco..., cuatro..., tres..., dos..., uno... - Y ¡Tadá! La puerta se abrió, dejando ver a mi Eiji-chan completamente sonrojado, volviendo a la cama. Yo esta vez no pude aguantar la risa y me acerqué a él mientras decía eso. Me senté a su lado en la cama, aún sin vestirme, y acaricié su cabello. - Bueno, la verdad es que no te culpo. - Dije con voz pícara, guiñándole un ojo. Vi cómo se sonrojaba nuevamente y yo volví a reír.
Me levanté de la cama después de depositar un suave beso en su mejilla, y me encaminé hacia el ropero. Pero entonces recordé que no tenía ropa, y de paso, recordé también la maleta. Una punzada de dolor me recorrió desde el pecho hasta todo mi cuerpo, dándome un escalofrío. Apreté los puños y fruncí los labios. No me quedaba otra opción, tendría que usar esa ropa. Suspiré y me encaminé nuevamente a la cama. Me agaché y, rápidamente comencé a sacar todas y cada una de las prendas. Cuando terminé, elevé la vista y me dio un ataque de risa al ver la cara de incredulidad de Eiji-chan.
-¿Qué? - Pregunté divertido, mientras escogía algunas prendas entre el desorden que había quedado en mi habitación: Una playera negra simple de cuello "V", unos boxers negros, jeans obscuros y zapatillas anchas blancas.
-¿Qué me miras? Tú fuiste quién me provocó... - Repliqué haciéndome el inocente, mientras él volvía a levantarse, y esta vez comenzó a caminar. Pero no se dio cuenta de que estaba desnudo. Yo levanté las cejas y entreabrí los labios, deleitándome con su perfecta figura... claro, a pesar de que parecía pinguino por cómo caminaba. Entonces él pasó por mi lado para entrar hasta el baño y yo suspiré, divertido. - Cinco..., cuatro..., tres..., dos..., uno... - Y ¡Tadá! La puerta se abrió, dejando ver a mi Eiji-chan completamente sonrojado, volviendo a la cama. Yo esta vez no pude aguantar la risa y me acerqué a él mientras decía eso. Me senté a su lado en la cama, aún sin vestirme, y acaricié su cabello. - Bueno, la verdad es que no te culpo. - Dije con voz pícara, guiñándole un ojo. Vi cómo se sonrojaba nuevamente y yo volví a reír.
Me levanté de la cama después de depositar un suave beso en su mejilla, y me encaminé hacia el ropero. Pero entonces recordé que no tenía ropa, y de paso, recordé también la maleta. Una punzada de dolor me recorrió desde el pecho hasta todo mi cuerpo, dándome un escalofrío. Apreté los puños y fruncí los labios. No me quedaba otra opción, tendría que usar esa ropa. Suspiré y me encaminé nuevamente a la cama. Me agaché y, rápidamente comencé a sacar todas y cada una de las prendas. Cuando terminé, elevé la vista y me dio un ataque de risa al ver la cara de incredulidad de Eiji-chan.
-¿Qué? - Pregunté divertido, mientras escogía algunas prendas entre el desorden que había quedado en mi habitación: Una playera negra simple de cuello "V", unos boxers negros, jeans obscuros y zapatillas anchas blancas.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
- Claro, yo lo hice. Echémosle la culpa al pobre Eiji - Reclamé. - Pero el que siguió con lo del chocolate fuiste tú...- susurré de manera tan baja que estuve seguro no me escuchó. Reí divertido ante eso y le vi acercarse a mí. Acarició mi cabello y me hizo sonrojar con su comentario, antes de reír divertido.
Se encaminó hasta el ropero, y luego regresó a mi lado. Se agachó y comenzó a sacar prendas de la cama. Eran muchas, y las tiraba como si nada....¿no se suponía que no tenía ropa? Ah, luego recordé que le habían mandado una maleta....pero, no sabía por qué había tirado todas las prendas bajo la cama.
Abrí mis labios para decir algo, pero me sonrojé cuando mi estómago rugió pidiendo comida y me hizo callar. Me giré hacia el lado, y luego recordé que seguía desnudo, por lo que tomé la sábana y me cubrí rápidamente de la cintura para abajo.
Se encaminó hasta el ropero, y luego regresó a mi lado. Se agachó y comenzó a sacar prendas de la cama. Eran muchas, y las tiraba como si nada....¿no se suponía que no tenía ropa? Ah, luego recordé que le habían mandado una maleta....pero, no sabía por qué había tirado todas las prendas bajo la cama.
Abrí mis labios para decir algo, pero me sonrojé cuando mi estómago rugió pidiendo comida y me hizo callar. Me giré hacia el lado, y luego recordé que seguía desnudo, por lo que tomé la sábana y me cubrí rápidamente de la cintura para abajo.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Escuché de repente un ruido muy curioso, como el ronroneo de un gatito. Me levanté del suelo con todo lo que quería ponerme en los brazos y miré con una ceja alzada a mi novio, quien ahora se cubría la cintura con la sábana. Entonces asocié ese ruido con que no habíamos comido nada y me dí cuenta de que moría de hambre también. Reí un poco y me acerqué a Eiji-chan, ayudándole a ponerse en pie.
-Si es que aún te interesa, la olvidada tarta de chocolate debe seguir en la cocina. - Le dije con voz divertida, para luego atraerlo hacia mí por la cintura y robarle un beso rápido. Me separé de él y le guiñé un ojo, para luego caminar hacia el baño y cerrar la puerta tras de mí, comenzando a vestirme. Sonreía divertido mientras me ponía cada prenda que, a pesar de traerme tantos recuerdos dolorosos, no opacaban mi buen humor y mi alegría extrema. Sí, porque anoche había sido la mejor noche de todas. Porque Eiji-chan y yo nos entregamos en cuerpo y alma. "Y porque mi primera vez fue con él..." Me sonrojé ante ese pensamiento y por poco se me cae el cepillo de cabello de entre las manos, pero alcancé a agarrarlo, respirando agitado y rojo como remolacha.
Seguí peinándome los cabellos mientras recordaba cada detalle de la noche anterior. Sonreí de medio lado al recordar la voz tan endemoniadamente sensual de mi hermoso novio, su cuerpo enroscándose con el mío entre las sábanas, sus gemidos de placer, y su deliciosa calidez.
-Ay mi Dios... - Suspiré mientras me mojaba un poco la cara. Luego sonreí al espejo y salí del baño, encaminándome a la cocina. A veces me parecía que más que dormitorio fuera un departamento de soltero. Sonreí. "Bueno, ya de soltero no." Pensé divertido.
Y entonces cuando entré a la cocina, me encontré con Eiji-chan apoyado en la mesa, comiéndose por lo menos la mitad de la tarta de chocolate, y con la sábana enrollada en la cintura. Reí divertido y me acerqué a él.
-Al parecer quedó bastante rica la tarta, ¿eh? - Comenté divertido, agarrando un tenedor de la mesa y robándole un pedacito de su plato. Hice oído sordo a su reclamo y le robé un nuevo beso; un beso sabor chocolate. - Insisto, sabe mejor así. - Dije mirándole con una media sonrisa. Luego dirigí mi vista hacia los utensilios que habíamos usado el día anterior, y por poco me da un ataque. - No puede... - Mi. Cocina. Estaba. Hecha. Un. Desastre.
Amplié los ojos mientras empezaba uno de mis típicos movimientos locos, dejando todas las cosas sin lavar en el lavaplatos, comenzando a limpiar como loco.
- ¡No puede ser! ¡Ayer dejé todo sucio! ¡Pero dónde rayos tengo la cabeza! - Comencé a reclamar al aire, como siempre lo hacía cuando me exaltaba.
No pude ver a Eiji-chan, pero estoy seguro de haber escuchado su risa entre mis foribundos gritos.
-Si es que aún te interesa, la olvidada tarta de chocolate debe seguir en la cocina. - Le dije con voz divertida, para luego atraerlo hacia mí por la cintura y robarle un beso rápido. Me separé de él y le guiñé un ojo, para luego caminar hacia el baño y cerrar la puerta tras de mí, comenzando a vestirme. Sonreía divertido mientras me ponía cada prenda que, a pesar de traerme tantos recuerdos dolorosos, no opacaban mi buen humor y mi alegría extrema. Sí, porque anoche había sido la mejor noche de todas. Porque Eiji-chan y yo nos entregamos en cuerpo y alma. "Y porque mi primera vez fue con él..." Me sonrojé ante ese pensamiento y por poco se me cae el cepillo de cabello de entre las manos, pero alcancé a agarrarlo, respirando agitado y rojo como remolacha.
Seguí peinándome los cabellos mientras recordaba cada detalle de la noche anterior. Sonreí de medio lado al recordar la voz tan endemoniadamente sensual de mi hermoso novio, su cuerpo enroscándose con el mío entre las sábanas, sus gemidos de placer, y su deliciosa calidez.
-Ay mi Dios... - Suspiré mientras me mojaba un poco la cara. Luego sonreí al espejo y salí del baño, encaminándome a la cocina. A veces me parecía que más que dormitorio fuera un departamento de soltero. Sonreí. "Bueno, ya de soltero no." Pensé divertido.
Y entonces cuando entré a la cocina, me encontré con Eiji-chan apoyado en la mesa, comiéndose por lo menos la mitad de la tarta de chocolate, y con la sábana enrollada en la cintura. Reí divertido y me acerqué a él.
-Al parecer quedó bastante rica la tarta, ¿eh? - Comenté divertido, agarrando un tenedor de la mesa y robándole un pedacito de su plato. Hice oído sordo a su reclamo y le robé un nuevo beso; un beso sabor chocolate. - Insisto, sabe mejor así. - Dije mirándole con una media sonrisa. Luego dirigí mi vista hacia los utensilios que habíamos usado el día anterior, y por poco me da un ataque. - No puede... - Mi. Cocina. Estaba. Hecha. Un. Desastre.
Amplié los ojos mientras empezaba uno de mis típicos movimientos locos, dejando todas las cosas sin lavar en el lavaplatos, comenzando a limpiar como loco.
- ¡No puede ser! ¡Ayer dejé todo sucio! ¡Pero dónde rayos tengo la cabeza! - Comencé a reclamar al aire, como siempre lo hacía cuando me exaltaba.
No pude ver a Eiji-chan, pero estoy seguro de haber escuchado su risa entre mis foribundos gritos.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Wata-Chan me ayudó a ponerme en pie, y luego mencionó la tarta. Me atrajo hacia él por la cintura y me robó un besito antes de guiñarme un ojo y entrar al baño.
Sonreí y enrollé la sábana a mi cintura. Comencé a caminar a paso muy lento a la cocina. Parecía en un calvario.
Tomé un plato que encontré a la mano y un tenedor. Miré la tarta varios minutos y la partí en dos. Yo me comería una mitad y Wata-Chan la otra. Me apoyé en la mesa y me sonrojé por la delicia que comía. Luego Wata-Chan llegó y me robó un pedacito, lo miré haciendo un mohín y le reproché, pero él me robó un beso.
Después solté una sonora carcajada al ver su ataque de desesperación por el desorden de la cocina.
Me acerqué a él divertido, ignorando que a cada paso soltaba algo como "Auch, ay, au, duele". Lo abracé por la espalda y lo besé cerca del cuello, queriendo alcanzar su mejilla. Maldición, es que era tan alto. Pero con eso logré llamar su atención.
- Descuida amor, yo te ayudaré a limpiarlo ¿bueno?- dije divertido, mirándole. Me empiné para tratar de besar su mejilla esta vez, y una mueca de dolor volvió a dibujarse en mí.- Bueno....te ayudaré más tarde, Nya...-agregué y me giré tratando de llegar a la cama. Me detuve y miré suplicante a Wata-Chan, poniéndole ojitos de perrito abandonado a la intemperie. - Amor....¿me llevas hasta la cama, por favor? - Ladeé la cabeza e intensifiqué la mirada. Incluso fruncí los labios en una mueca triste.
Sonreí y enrollé la sábana a mi cintura. Comencé a caminar a paso muy lento a la cocina. Parecía en un calvario.
Tomé un plato que encontré a la mano y un tenedor. Miré la tarta varios minutos y la partí en dos. Yo me comería una mitad y Wata-Chan la otra. Me apoyé en la mesa y me sonrojé por la delicia que comía. Luego Wata-Chan llegó y me robó un pedacito, lo miré haciendo un mohín y le reproché, pero él me robó un beso.
Después solté una sonora carcajada al ver su ataque de desesperación por el desorden de la cocina.
Me acerqué a él divertido, ignorando que a cada paso soltaba algo como "Auch, ay, au, duele". Lo abracé por la espalda y lo besé cerca del cuello, queriendo alcanzar su mejilla. Maldición, es que era tan alto. Pero con eso logré llamar su atención.
- Descuida amor, yo te ayudaré a limpiarlo ¿bueno?- dije divertido, mirándole. Me empiné para tratar de besar su mejilla esta vez, y una mueca de dolor volvió a dibujarse en mí.- Bueno....te ayudaré más tarde, Nya...-agregué y me giré tratando de llegar a la cama. Me detuve y miré suplicante a Wata-Chan, poniéndole ojitos de perrito abandonado a la intemperie. - Amor....¿me llevas hasta la cama, por favor? - Ladeé la cabeza e intensifiqué la mirada. Incluso fruncí los labios en una mueca triste.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sentí cómo besaba mi cuello y paré en seco con mis movimientos locos, sonriendo cuando dijo eso. Me volteé y él intentó besar mi mejilla, perono pudo y al contrario volvió a poner una mueca de dolor en su rostro. Yo me preocupé, pero cuando bromeó con eso volví a sonreír, divertido.
-Está bien. - Dije riendo mientras me secaba las manos con el mantel de cocina. Entonces lo miré y noté que me miraba con ojitos de borrego a medio degollar. Tragué fuertemente. El me pidió eso y entonces intensificó esa mirada, haciendo un puchero. - Aww... - No pude evitar soltar un suspiro enternecido, sonriendo ampliamente. Me acerqué a él y, con cuidado, pasé uno de mis brazos por debajo de sus piernas, y con la otra lo sostuve de la espalda, cargándolo cual princesa. Sonreí divertido ante este pensamiento y lo miré. - Para mí, será un placer. - Dije, y acto seguido lo besé. No fue muy apasionado debido a las posiciones, pero sí fue largo y profundo. Cuando me separé de él sonreí y caminé hacia la habitación. Y mientras lo recostaba sobre la cama con delicadeza, no pude evitar reír. Entonces él me preguntó por qué me reía y lo miré a los ojos con diversión. - Es que haciendo esto se me hace que somos una pareja de casados. - Dije riendo divertido, mientras lo cubría con las sábanas.
-Está bien. - Dije riendo mientras me secaba las manos con el mantel de cocina. Entonces lo miré y noté que me miraba con ojitos de borrego a medio degollar. Tragué fuertemente. El me pidió eso y entonces intensificó esa mirada, haciendo un puchero. - Aww... - No pude evitar soltar un suspiro enternecido, sonriendo ampliamente. Me acerqué a él y, con cuidado, pasé uno de mis brazos por debajo de sus piernas, y con la otra lo sostuve de la espalda, cargándolo cual princesa. Sonreí divertido ante este pensamiento y lo miré. - Para mí, será un placer. - Dije, y acto seguido lo besé. No fue muy apasionado debido a las posiciones, pero sí fue largo y profundo. Cuando me separé de él sonreí y caminé hacia la habitación. Y mientras lo recostaba sobre la cama con delicadeza, no pude evitar reír. Entonces él me preguntó por qué me reía y lo miré a los ojos con diversión. - Es que haciendo esto se me hace que somos una pareja de casados. - Dije riendo divertido, mientras lo cubría con las sábanas.
Invitado- Invitado
Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sentí que me cargaba y agradecí mentalmente a quién inventó esa cara. Luego me besó, y yo respondí encantado. Cuando terminó, comenzó a caminar hasta la cama y me arropó con otras sábanas mientras reía. Le pregunté el porqué y dijo algo muy lindo.
Entonces mi cara se sonrojo y comencé a botar corazones también, como cuando me pidió ser su novio en el corredor.
- No me molestaría ser tu esposo....- susurré sin darme cuenta, mientras seguía botando corazones y divagaba mentalmente.
Me dejé caer pesadamente en la cama y crucé mis brazos tras mi cuello, de manera despreocupada, aún botando corazones. Cerré los ojos, y luego me senté rápidamente. Miré en todos lados y entonces lo vi, allí sentado en una silla.
- ¡Daigoro! - me sonrojé en exceso.- Wata-Chan...- llamé tomándole de la camisa.- Daigoro presenció todo anoche. - Luego lo miré y me crucé de brazos.- Oso malo... -murmuré, como si estuviera regañándolo.
Wata-chan caminó hasta él, y me lo trajo. Fue una acción linda, así que besé su mejilla y le sonreí en agradecimiento. Abracé a Daigoro fuertemente y apoyé mi nariz en la suya, que era peludita y rellenita de algodón.
Entonces mi cara se sonrojo y comencé a botar corazones también, como cuando me pidió ser su novio en el corredor.
- No me molestaría ser tu esposo....- susurré sin darme cuenta, mientras seguía botando corazones y divagaba mentalmente.
Me dejé caer pesadamente en la cama y crucé mis brazos tras mi cuello, de manera despreocupada, aún botando corazones. Cerré los ojos, y luego me senté rápidamente. Miré en todos lados y entonces lo vi, allí sentado en una silla.
- ¡Daigoro! - me sonrojé en exceso.- Wata-Chan...- llamé tomándole de la camisa.- Daigoro presenció todo anoche. - Luego lo miré y me crucé de brazos.- Oso malo... -murmuré, como si estuviera regañándolo.
Wata-chan caminó hasta él, y me lo trajo. Fue una acción linda, así que besé su mejilla y le sonreí en agradecimiento. Abracé a Daigoro fuertemente y apoyé mi nariz en la suya, que era peludita y rellenita de algodón.
Invitado- Invitado
Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Cuando susurró eso yo me sonrojé un poco y sonreí feliz.
-A mí tampoco. - Susurré riendo al ver como botaba corazones nuevamente. Me dí la vuelta dispuesto a buscar alguna ropa mía que le sirviera al menos para ir a su habitación y cambiarse "Aunque tendré que llevarlo yo también." Pensé divertido. Entonces una sonrisita hentai cruzó mi rostro. "Y quizá vestirlo también." Pero entonces sentí cómo tomaba mi camisa y le escuché hablar de Daigoro. Reí por lo bajo ante su comentario tan tierno, y caminé hacia Daigoro, tomándolo en mis brazos y luego entregándoselo a Eiji-chan, quien me agradeció con un beso en la mejilla, haciéndome sonreír. Entonces abrazó fuertemente a Daigoro y acarició su nariz con la suya propia. Yo sonreí enternecido, pero luego me senté en la cama haciéndome el enojado. - Umm... creo que me estoy poniendo celoso... - Canturreé fingiéndome ofendido.
-A mí tampoco. - Susurré riendo al ver como botaba corazones nuevamente. Me dí la vuelta dispuesto a buscar alguna ropa mía que le sirviera al menos para ir a su habitación y cambiarse "Aunque tendré que llevarlo yo también." Pensé divertido. Entonces una sonrisita hentai cruzó mi rostro. "Y quizá vestirlo también." Pero entonces sentí cómo tomaba mi camisa y le escuché hablar de Daigoro. Reí por lo bajo ante su comentario tan tierno, y caminé hacia Daigoro, tomándolo en mis brazos y luego entregándoselo a Eiji-chan, quien me agradeció con un beso en la mejilla, haciéndome sonreír. Entonces abrazó fuertemente a Daigoro y acarició su nariz con la suya propia. Yo sonreí enternecido, pero luego me senté en la cama haciéndome el enojado. - Umm... creo que me estoy poniendo celoso... - Canturreé fingiéndome ofendido.
Invitado- Invitado
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