Habitacion de Kimihiro Watanuki
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Apreté el agarre de nuestras manos y le miré sonrojado.
- sí...quiero una tarta...Pero.- lancé una mirada preocupada a su mano.- Debes recuperarte primero, Wata-chan. Me preocupas.- murmuré luego, viéndolo a los ojos. Luego, reí con su comentario, y le miré divertido.- Entonces, eres un mago - agregué ilusionado. Luego le pediría que me hiciera un truco de magia.
Entramos al cuarto y él se sentó en la cama. Ladeé mi cabeza y sonreí de manera traviesa. Me senté en sus piernas y besé sus labios cortamente, sin que tuviera tiempo de responder.
- Claro, cocinemos ahora, Nya- dije algo cerca de su oído, para al instante pararme riendo divertido y caminando a la cocina, donde lo esperé, expectante. De seguro se había enfadado.... y ante este pensamiento me sentí algo mal, así que decidí esperar a que llegara para disculparme.
- sí...quiero una tarta...Pero.- lancé una mirada preocupada a su mano.- Debes recuperarte primero, Wata-chan. Me preocupas.- murmuré luego, viéndolo a los ojos. Luego, reí con su comentario, y le miré divertido.- Entonces, eres un mago - agregué ilusionado. Luego le pediría que me hiciera un truco de magia.
Entramos al cuarto y él se sentó en la cama. Ladeé mi cabeza y sonreí de manera traviesa. Me senté en sus piernas y besé sus labios cortamente, sin que tuviera tiempo de responder.
- Claro, cocinemos ahora, Nya- dije algo cerca de su oído, para al instante pararme riendo divertido y caminando a la cocina, donde lo esperé, expectante. De seguro se había enfadado.... y ante este pensamiento me sentí algo mal, así que decidí esperar a que llegara para disculparme.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Reí cuando dijo que yo era un mago. Bueno, podría decirse que sí, un... escapista de espíritus -___-Uu. Cuando me senté en la cama, lo vi sonreír con esa travesura que sólo a veces sacaba a luz, y al instante siguiente se sentó en mis piernas, robandome un beso corto. Yo me quedé paralizado y gratamente sorprendido, y justo cuando lo iba a abrazar por la cintura, se levantó y dijo aquello, caminando hacia la cocina.
Yo me quedé con los brazos extendidos como un idiota, y con una gotita en la cabeza.
Pasó un rato hasta que procesé la información y sonreí con un brillo vengativo en los ojos, caminando hacia la cocina también. Cuando entré, vi a mi niño con un semblante preocupado en el rostro, y yo sonreí enternecido. Era tan inocente... seguro que ahora estaba más que avergonzado. Sonreí con picardía y me acerqué a él, abrazándolo por detrás. "Pues haré que te everguenzes aún más..." Pensé mientras acercaba mi boca a su oído.
-Eres un chico malo, ¿eh? - Susurré riendo divertido, para luego voltearlo y guiñarle un ojo. - Sólo por eso, tu ración de tarta se reducirá a un trozo. - Dije con fingida voz de enfado, acercándolo más a mí por la cintura.
Yo me quedé con los brazos extendidos como un idiota, y con una gotita en la cabeza.
Pasó un rato hasta que procesé la información y sonreí con un brillo vengativo en los ojos, caminando hacia la cocina también. Cuando entré, vi a mi niño con un semblante preocupado en el rostro, y yo sonreí enternecido. Era tan inocente... seguro que ahora estaba más que avergonzado. Sonreí con picardía y me acerqué a él, abrazándolo por detrás. "Pues haré que te everguenzes aún más..." Pensé mientras acercaba mi boca a su oído.
-Eres un chico malo, ¿eh? - Susurré riendo divertido, para luego voltearlo y guiñarle un ojo. - Sólo por eso, tu ración de tarta se reducirá a un trozo. - Dije con fingida voz de enfado, acercándolo más a mí por la cintura.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sentí que me abrazaba por la espalda, y luego susurró en mi oído que era un chico malo. Me hizo girar y me abrazó por la cintura, guiñándome un ojo, entonces supe que no estaba enfadado. O eso creí, porque luego dijo algo que me heló la sangre. ¡Me dejaría sin tarta, prácticamente!
- No quiero ser un niño malo, lamento si te molestó, prometo no volver a hacerlo....pero...- murmuré preocupado, agarrando fuertemente su camisa, antes de gritar. - ¡No me des una ración tan pequeña de tu deliciosa tarta! T-T TOT T-T TOT - Dicho y hecho, un nuevo drama comencé a realizar, aterrado frente a esa idea.
Me solté del agarre y agité mis brazos hacia arriba y hacia abajo de manera eufórica.
- ¡Haré lo que sea, pero no te enojes conmigo, Wata-chan, y no me castigues! TOT - continué.
- No quiero ser un niño malo, lamento si te molestó, prometo no volver a hacerlo....pero...- murmuré preocupado, agarrando fuertemente su camisa, antes de gritar. - ¡No me des una ración tan pequeña de tu deliciosa tarta! T-T TOT T-T TOT - Dicho y hecho, un nuevo drama comencé a realizar, aterrado frente a esa idea.
Me solté del agarre y agité mis brazos hacia arriba y hacia abajo de manera eufórica.
- ¡Haré lo que sea, pero no te enojes conmigo, Wata-chan, y no me castigues! TOT - continué.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
"Oh, no..." Pensé al ver que no entendía la broma. "Aquí viene..." Y sí, otro drama. Yo sonreí con una gotita en la cabeza, intentando calmarlo, hasta que dijo lo segundo. Amplié mis ojos y sentí que mis mejillas se coloreaban un poco. Luego sonreí de medio lado y detuve sus exagerados movimientos al abrazarlo por la cintura, hundiendo el rostro en su cuello nuevamente.
-¿Lo que sea, eh? - Dije divertido, acercándolo más a mí. Jeje, no lo puedo evitar, Eiji-chan hace que salga mi lado hentai >O<.
-¿Lo que sea, eh? - Dije divertido, acercándolo más a mí. Jeje, no lo puedo evitar, Eiji-chan hace que salga mi lado hentai >O<.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Me abrazó por la cintura, deteniendo mi frenético movimiento de brazos.
Lo miré sin comprender....¿por qué repetía lo que yo decía, eh? Ladeé la cabeza y tomé su rostro entre mis manos, haciendo que me viera fijamente.
- Sí, haré lo que sea...pero no te enojes conmigo..- pedí mirándolo a los ojos, preocupado.- Y no me des tan poquita tarta. - recalqué.
Besé su frente, y esperé su respuesta. Imaginando qué podría pedirme.
Lo miré sin comprender....¿por qué repetía lo que yo decía, eh? Ladeé la cabeza y tomé su rostro entre mis manos, haciendo que me viera fijamente.
- Sí, haré lo que sea...pero no te enojes conmigo..- pedí mirándolo a los ojos, preocupado.- Y no me des tan poquita tarta. - recalqué.
Besé su frente, y esperé su respuesta. Imaginando qué podría pedirme.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
"Uyyyy, ¿por qué tiene que ser tan inocente?" Pensé irguiéndome y mirándolo a los ojos, mordiéndome el labio mientras me imaginaba una y mil maneras de... Me sonrojé un poco y sonreí besando esta vez yo su frente.
-Bien, escucha con atención. - Dije haciéndome el serio, mirándole a los ojos. - Deberás decir: "Perdóname por favor amor mío de mi corazón, el mejor chef del mundo y el mejor besando." - Finalicé aguantando la risa y mirándole seriamente, preguntándome si enrealidad lo haría...
-Bien, escucha con atención. - Dije haciéndome el serio, mirándole a los ojos. - Deberás decir: "Perdóname por favor amor mío de mi corazón, el mejor chef del mundo y el mejor besando." - Finalicé aguantando la risa y mirándole seriamente, preguntándome si enrealidad lo haría...
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Lo miré atentamente, escuchando. Expectante.
Fruncí los labios, mientras pensaba que Wata-Chan tenía un ego enorme, luego le sonreí y me abracé a su cuello. No sé por qué quería que le dijera exactamente lo que yo ya pensaba de él.....
- Está bien....si realmente quieres que te diga eso, lo haré....- murmuré soltándolo y repitiendo lo que él me pidió.- Perdóname por favor amor mío de mi corazón, el mejor chef del mundo y el mejor besando...- dije con un sonrojo en las mejillas.- ¿Ya estás feliz?- le pregunté, viéndolo fijamente.
Fruncí los labios, mientras pensaba que Wata-Chan tenía un ego enorme, luego le sonreí y me abracé a su cuello. No sé por qué quería que le dijera exactamente lo que yo ya pensaba de él.....
- Está bien....si realmente quieres que te diga eso, lo haré....- murmuré soltándolo y repitiendo lo que él me pidió.- Perdóname por favor amor mío de mi corazón, el mejor chef del mundo y el mejor besando...- dije con un sonrojo en las mejillas.- ¿Ya estás feliz?- le pregunté, viéndolo fijamente.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Se abrazó a mí y dijo que lo haría, y cuando se separó y lo dijo, tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para aguantar la risa, pero al final...
-Jajajaja, ay amor, eres tan lindo... - Dije riendo mientras lo abrazaba y le besaba el cabello. - Jajajaja. - Reí un poco más mientras lo estrechaba con fuerza. - Está bien, habrá triple ración para tí, ¿si? - Dije sin pdoer dejar de reír. Realmente no creí que lo haría...
-Jajajaja, ay amor, eres tan lindo... - Dije riendo mientras lo abrazaba y le besaba el cabello. - Jajajaja. - Reí un poco más mientras lo estrechaba con fuerza. - Está bien, habrá triple ración para tí, ¿si? - Dije sin pdoer dejar de reír. Realmente no creí que lo haría...
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Me gustó lo que dijo, pero no me gustó que se riera, así que le di un zape y lo miré frunciendo el ceño.
- Nya, te burlas de mí Wata-Chan....- dije cruzándome de brazos, ladeando el orstro y cerrando los ojos, con un mohín. Caminé de regreso a la cama y me senté ahí. - Wata-chan eres cruel TOT - murmuré desde allí, sin dejar de lado el mohín.
- Nya, te burlas de mí Wata-Chan....- dije cruzándome de brazos, ladeando el orstro y cerrando los ojos, con un mohín. Caminé de regreso a la cama y me senté ahí. - Wata-chan eres cruel TOT - murmuré desde allí, sin dejar de lado el mohín.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sentí como me daba un zape y luego se separaba de mí haciendo un mohín. Yo me froté la cabeza aún sonriendo, pero dejé de reír sólo para que no se enojara más. Lo vi ir a sentarse a mi cama y cuando lo seguí, lo escuché murmurar eso. Suspiré divertido, negando con la cabeza, y me agaché enfrente suyo, tomando sus manos entre las mías, pero cuidando que no me doliera la mía accidentada.
-No soy cruel, es sólo que me causó gracia que lo dijeras... - Volví a reír, pero no burlándome ni nada, sino que recordando su expresión tan linda cuando lo dijo. - Además, no puedes culparme, es que eres verdaderamente lindo, amor... - Susurré sonriéndole y acomodando algunos pelirrojos mechones detrás de su oreja. No quería que estuviera enojado conmigo.
-No soy cruel, es sólo que me causó gracia que lo dijeras... - Volví a reír, pero no burlándome ni nada, sino que recordando su expresión tan linda cuando lo dijo. - Además, no puedes culparme, es que eres verdaderamente lindo, amor... - Susurré sonriéndole y acomodando algunos pelirrojos mechones detrás de su oreja. No quería que estuviera enojado conmigo.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Estuve atento a cada una de sus acciones, y sólo logró hacerme poner rojito.
- E-está bien. Ya no estoy enojado - dije divertido, abrazándome a su cuello. - Te amo mucho Wata-Chan...- dije divertido, besando sus labios. Pero esta vez fue largo, y dejé que me correspondiera.
Cuando el beso terminó pegué mi frente a la suya, tratando de recordar que estábamos haciendo antes.
- Ah, sí....vamos a cocinar la tarta, amor...- dije levantándome. Tomé su mano sanita y lo guié a la cocina conmigo. Abrí las bolsas y saqué todos los productos, esperando indicaciones.
- E-está bien. Ya no estoy enojado - dije divertido, abrazándome a su cuello. - Te amo mucho Wata-Chan...- dije divertido, besando sus labios. Pero esta vez fue largo, y dejé que me correspondiera.
Cuando el beso terminó pegué mi frente a la suya, tratando de recordar que estábamos haciendo antes.
- Ah, sí....vamos a cocinar la tarta, amor...- dije levantándome. Tomé su mano sanita y lo guié a la cocina conmigo. Abrí las bolsas y saqué todos los productos, esperando indicaciones.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sonreí cuando dijo eso y le correspondí el abrazo.
-Yo también, Eiji-chan. - Dije sonriendo. Luego, fue él quien me besó esta vez, sorprendiéndome. Pero aún así le correspondí, apegándome más a él. No podía evitarlo, cada vez que lo besaba, mi cuerpo clamaba por más.
Pero nuevamente nos separamos ante la necesidad de respirar, y él apoyó su frente en la mía. Luego dijo eso, pero no lo procesé asta que dijo "...amor." Pensé sorprendido, mientras él me llevaba hasta la cocina. Sonreí con ternura y revolví sus cabellos.
-Bien, ahora te enseñaré cómo acer una tarta de chocolate.
Comencé a explicarle todos los utencilios que necesitaba: Un bowl, una batidora, un cucharón, el molde, etc. Luego los ingredientes: Harina, leche, el chocolate en polvo, el jarabe, las decoraciones, en fin... todo. Sonreí al ver que no sabía cómo empezar, y le dije que mezclara primero la masa como él sabía hacerlo, pero que no le pusiera tanta harina. Lo hizo y esta vez sí le quedó bien; lo supe por el volumen. Sonreí.
-¡Muy bien, Eiji-chan! - Lo felicité. Tuvimos que esperar los diez minutos necesarios para que reposara la mezcla, en los cuales, por su puesto, no me cansé de robarle besos y alguno que otro suspiro a mi lindo novio.
Cuando pasó el tiempo, sonreí a Eiji-chan mientras le ayudaba a vertir la masa en el molde. Entonces aproveché que había sobrado algo de masa y, sonriendo con picardía, tomé un poco con mi dedo y lo puse sobre su mejilla, para luego lamerlo.
-Mmm... sabe mejor así. - Dije riendo al ver su sonrojo.
Luego dejamos la preparación en el horno y pusimos el cronómetro a una hora y media, el tiempo necesario para que quedara lista. Sonreí con las manos en la cintura, sin dejar de ver el horno.
-Ya después sólo nos falta decorarla a tu gusto y estará lista, Eiji-chan. - Dije sonriendo. Luego me giré hacia él y me percaté de que los dos estábamos llenso de harina. Una gotita salió en mi cabeza y lo miré riendo. - Pero primero creo que debemos asearnos... - Comenté divertido.
-Yo también, Eiji-chan. - Dije sonriendo. Luego, fue él quien me besó esta vez, sorprendiéndome. Pero aún así le correspondí, apegándome más a él. No podía evitarlo, cada vez que lo besaba, mi cuerpo clamaba por más.
Pero nuevamente nos separamos ante la necesidad de respirar, y él apoyó su frente en la mía. Luego dijo eso, pero no lo procesé asta que dijo "...amor." Pensé sorprendido, mientras él me llevaba hasta la cocina. Sonreí con ternura y revolví sus cabellos.
-Bien, ahora te enseñaré cómo acer una tarta de chocolate.
Comencé a explicarle todos los utencilios que necesitaba: Un bowl, una batidora, un cucharón, el molde, etc. Luego los ingredientes: Harina, leche, el chocolate en polvo, el jarabe, las decoraciones, en fin... todo. Sonreí al ver que no sabía cómo empezar, y le dije que mezclara primero la masa como él sabía hacerlo, pero que no le pusiera tanta harina. Lo hizo y esta vez sí le quedó bien; lo supe por el volumen. Sonreí.
-¡Muy bien, Eiji-chan! - Lo felicité. Tuvimos que esperar los diez minutos necesarios para que reposara la mezcla, en los cuales, por su puesto, no me cansé de robarle besos y alguno que otro suspiro a mi lindo novio.
Cuando pasó el tiempo, sonreí a Eiji-chan mientras le ayudaba a vertir la masa en el molde. Entonces aproveché que había sobrado algo de masa y, sonriendo con picardía, tomé un poco con mi dedo y lo puse sobre su mejilla, para luego lamerlo.
-Mmm... sabe mejor así. - Dije riendo al ver su sonrojo.
Luego dejamos la preparación en el horno y pusimos el cronómetro a una hora y media, el tiempo necesario para que quedara lista. Sonreí con las manos en la cintura, sin dejar de ver el horno.
-Ya después sólo nos falta decorarla a tu gusto y estará lista, Eiji-chan. - Dije sonriendo. Luego me giré hacia él y me percaté de que los dos estábamos llenso de harina. Una gotita salió en mi cabeza y lo miré riendo. - Pero primero creo que debemos asearnos... - Comenté divertido.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Seguí todos y cada uno de los pasos que Wata-Chan-Sensei me indicó. Cuando tuvimos que dejar reposar la mezcla, comenzó a darme besos, lanzándome contra una de las paredes y sacando más suspiros de mi parte. Yo correspondí todo feliz, me gustaban sus besos.
Luego aplicó masa sobre mi mejilla, y la lamió. Obviamente, mi cara superó a mi cabello, y luego se puso a esperar que el horno avisara, como si nada. Habló de asearnos y yo sonreí traviesamente, de nuevo. Esta vez, yo tomé algo de masa que encontré pegada a los utencilios y me giré a ver a Wata-Chan.
Le unté en la frente, la nariz, y las mejillas. Y luego también me unté a mi en esos lugares. Reí divertido y me abracé a su cuello.
- Bien, entonces...empecemos por esto.- Susurré con ese tinte travieso que sacaba a veces, y comencé a lamer lenta y sensualmente su mejilla. Si sabía aprovechar cada pedacito de masa, sería divertido.
Luego aplicó masa sobre mi mejilla, y la lamió. Obviamente, mi cara superó a mi cabello, y luego se puso a esperar que el horno avisara, como si nada. Habló de asearnos y yo sonreí traviesamente, de nuevo. Esta vez, yo tomé algo de masa que encontré pegada a los utencilios y me giré a ver a Wata-Chan.
Le unté en la frente, la nariz, y las mejillas. Y luego también me unté a mi en esos lugares. Reí divertido y me abracé a su cuello.
- Bien, entonces...empecemos por esto.- Susurré con ese tinte travieso que sacaba a veces, y comencé a lamer lenta y sensualmente su mejilla. Si sabía aprovechar cada pedacito de masa, sería divertido.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Me sorprendí cuando tomó el recipiente con la masa entre sus manos y comenzó a untarme en diferentes partes de mi cara, y luego a él. Vaya, yo debería verme tan estúpido, pero él se veía TAN sensual...
Y entonces se acercó a mí, abrazándose a mi cuello y diciendo eso, con esa sonrisilla picarona que tanto adoro, y comenzó a lamer mi mejilla de una manera tan suave y lenta que me costó creer que era Eiji-chan quien lo hacía. Entrecerré los ojos y dejé escapar un ronco suspiro, aferrándome a su cintura con fuerza, deseando que el momento durara para siempre.
-A-Ah... Eiji-chan... - Susurré sintiendo que enloquecería, rogando con toda mi alma que siguiera.
Y entonces se acercó a mí, abrazándose a mi cuello y diciendo eso, con esa sonrisilla picarona que tanto adoro, y comenzó a lamer mi mejilla de una manera tan suave y lenta que me costó creer que era Eiji-chan quien lo hacía. Entrecerré los ojos y dejé escapar un ronco suspiro, aferrándome a su cintura con fuerza, deseando que el momento durara para siempre.
-A-Ah... Eiji-chan... - Susurré sintiendo que enloquecería, rogando con toda mi alma que siguiera.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Me gustó que esta vez, fuera él quien suspirara mi nombre. Aunque supe que no debía acostumbrarme, pues él me dominaba más fácil de lo que se podía imaginar. Terminé de lamer su mejilla y besé de manera rápida sus labios, con el sabor a masa en ellos.
Me separé segundos después y subí con besitos por su frente, para empezar a lamer allí. Cuando terminé bajé lamiendo por su nariz, y retiré también la manchita de masa. Luego me separé de su rostro, y con mi mano izquierda, restregué la masa que Wata-Chan tenía en su otra mejilla hacia abajo, aplicándola en sus labios.
Bajé lamiendo toda esa parte, desapareciéndola por completo hasta llegar de nuevo a su boca. Donde volví a besarlo, pero rápidamente el tomó el control de ese apasionado beso, como siempre.
- Ahora...es tu turno, Nya - dije divertido.
Me separé segundos después y subí con besitos por su frente, para empezar a lamer allí. Cuando terminé bajé lamiendo por su nariz, y retiré también la manchita de masa. Luego me separé de su rostro, y con mi mano izquierda, restregué la masa que Wata-Chan tenía en su otra mejilla hacia abajo, aplicándola en sus labios.
Bajé lamiendo toda esa parte, desapareciéndola por completo hasta llegar de nuevo a su boca. Donde volví a besarlo, pero rápidamente el tomó el control de ese apasionado beso, como siempre.
- Ahora...es tu turno, Nya - dije divertido.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Cuando terminó de lamer mi mejilla de esa manera que me hacía sentir que estaba sobre una nuve, besó mis labios de manera rápida, y pude sentir el sabor dulce de la masa en ellos. Sonreí y luego sentí cómo subía besando cada parte de mi rostro hasta llegar a mi frente, haciéndome estremecer. "Demonios, no quiero ser el Uke T.T" Pero mis reclamos se fueron al diablo cuando volví a sentir su lengua suamente contra mi piel. Sentí que mis mejillas tomaban un tono rosa, y mis manos temblaron un poco. De mis labios escapó un gemido y maldije mi mala estrella.
Luego bajó lamiendo mi nariz, y me hizo cosquillas, por lo que yo reí un poco. Entonces restregó con sus dedos la masa de mi otra mejilla hasta mis labios, y nuevamente me hizo estremecer de placer. ¿No se daba cuenta ese niño de lo que causaba en mí? No seguí pensando en eso cuando comenzó a lamer también allí, y sentí como si todo alrededor desapareciera.
-Eiji-chan... - Susurré su nombre entre suspiros, que fueron acallados por sus labios al posarse sobre los míos. Sonreí y no tardé en volver a tener el control de la situación. Of course, jojo. Luego nos separamos y el dijo eso. Y ¡Click! Activado modo hentai. Sonreí de medio lado y mis ojos tomaron el brillo de la venganza, agarrándolo por la cintura. - Ahora verás, pequeño... - Susurré mientras lo acorralaba contra la primera pared que encontré, acercándome a él lo suficiente como para sentir los latidos de su corazón. Sonreí con malicia y me acerqué con lentitud a su mejilla, lamiéndola con una lentitud casi torturante, haciéndole estemecer. Me relmaí los labios y sonreí con picardía, acercándome a su oído. - ¿Te gusta...? - Susurré sabiendo de antemano la respuesta, pero necesitaba escucharlo para seguir.
Luego bajó lamiendo mi nariz, y me hizo cosquillas, por lo que yo reí un poco. Entonces restregó con sus dedos la masa de mi otra mejilla hasta mis labios, y nuevamente me hizo estremecer de placer. ¿No se daba cuenta ese niño de lo que causaba en mí? No seguí pensando en eso cuando comenzó a lamer también allí, y sentí como si todo alrededor desapareciera.
-Eiji-chan... - Susurré su nombre entre suspiros, que fueron acallados por sus labios al posarse sobre los míos. Sonreí y no tardé en volver a tener el control de la situación. Of course, jojo. Luego nos separamos y el dijo eso. Y ¡Click! Activado modo hentai. Sonreí de medio lado y mis ojos tomaron el brillo de la venganza, agarrándolo por la cintura. - Ahora verás, pequeño... - Susurré mientras lo acorralaba contra la primera pared que encontré, acercándome a él lo suficiente como para sentir los latidos de su corazón. Sonreí con malicia y me acerqué con lentitud a su mejilla, lamiéndola con una lentitud casi torturante, haciéndole estemecer. Me relmaí los labios y sonreí con picardía, acercándome a su oído. - ¿Te gusta...? - Susurré sabiendo de antemano la respuesta, pero necesitaba escucharlo para seguir.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Dijo algo que me hizo temblar de miedo, pues sus ojos se veían....vengativos. Me acorraló contra la pared y comenzó a lamer de una manera demasiado lenta, torturándome por puro placer. No hice eso con él y él sí me lo hacía a mí. Otra prueba de lo dominante que era. Me sonrojé divertido mientras soltaba más suspiros.
Luego se detuvo, y no me gustó para nada. Se acercó a mi oído, y susurró con ese tono pícaro.
Me quedé mirándolo a los ojos, apenado por tener que responder tan directamente.
Asentí levemente.
- Me gusta mucho, Wata-chan....- dije desviando el rostro, sonrojado al extremo. Cerré bien los ojos, sin saber qué hacer ahora...Quizás le había molestado, porque antes se detuvo. Quizás las cosas iban muy rápido y yo estaba metiendo la pata al dejarme guiar por mis instintos.
Pero realmente quería que siguiera....
Luego se detuvo, y no me gustó para nada. Se acercó a mi oído, y susurró con ese tono pícaro.
Me quedé mirándolo a los ojos, apenado por tener que responder tan directamente.
Asentí levemente.
- Me gusta mucho, Wata-chan....- dije desviando el rostro, sonrojado al extremo. Cerré bien los ojos, sin saber qué hacer ahora...Quizás le había molestado, porque antes se detuvo. Quizás las cosas iban muy rápido y yo estaba metiendo la pata al dejarme guiar por mis instintos.
Pero realmente quería que siguiera....
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Sonreí cuando apartó la vista, sonrojado. Vi como cerraba los ojos con fuerza, y aproveché para tomar su mentón entre mis manos, acercando nuevamente su rostro a mis labios.
-Entonces... seguiré. - Susurré mientras terminaba de quitarle la poquita masa que le quedaba en esa zona, lamiendo nuevamente de manera lenta. Me separé un poco de él y miré su rostro; estaba completamente sonrojado. Sonreí de medio lado, y quité con mis dedos un poco de la masa de su frente, untándola en mis labios. Me acerqué a él, y susurré: - Eiji-chan... mírame. - Logré mi cometido unos momentos después y, sonriéndo con picardía, me relamí los labios, mirándole a los ojos con lujuria. El se sonrojó tanto que temí de pronto confundir su rostro con su cabello, y aprovechando su desconcierto, volví a poner mi pierna derecha entre las suyas, sabiendo que eso le gustaba. Sonriendo divertido, me acerqué nuevamente a su frente, lamiendo lo que quedaba de masa. Luego bajé con pequeños y húmedos besos por todo su rostro, hasta llegar a su otra mejilla. Y fue entonces cuando decidí cobrar mi venganza.
Restregué la masa de su mejilla hasta abajo, llegando a su cuello y deteniéndome ahí. Volví a sonreí con lujuria y me acerqué a su mejilla. lamiendola suavemente, disfrutando cada segundo, y haciendo que él lo disfrutara también. Luego, cuando terminé con su mejilla, bajé lamiendo hasta su cuello y ahí me detuve, sin hacer nada, esperando que él me lo pidiera. Esperé (No mucho, jojo) hasta que lo hizo, y entonces comencé a lamer su cuello de manera lenta, pausada, torturante. Sabía que le gustaba porque no dejaba de suspirar y gemir, y eso me causó algo de gracia. Luego hice algo de lo que jamás me arrepentiré: Una pequeña marca en su cuello. Sonreí. Aún no era del todo mío, pero esto era como un aviso de "reservado". Reí ante mi pensamiento y terminé de quitarle todo, irguiéndome y observando su rostro. Tenía la vista baja y estaba totalmente sonrojado. Sonreí de medio lado y tomé su mentón entre mis dedos, elevando su vista. Lo miré a los ojos y sonreí con maldad.
-Tú fuiste el de la idea, amor. - Dije como justificándome, con mi voz ronca. Je, a decir verdad, perparar tartas ya jamás sería igual para mí.
-Entonces... seguiré. - Susurré mientras terminaba de quitarle la poquita masa que le quedaba en esa zona, lamiendo nuevamente de manera lenta. Me separé un poco de él y miré su rostro; estaba completamente sonrojado. Sonreí de medio lado, y quité con mis dedos un poco de la masa de su frente, untándola en mis labios. Me acerqué a él, y susurré: - Eiji-chan... mírame. - Logré mi cometido unos momentos después y, sonriéndo con picardía, me relamí los labios, mirándole a los ojos con lujuria. El se sonrojó tanto que temí de pronto confundir su rostro con su cabello, y aprovechando su desconcierto, volví a poner mi pierna derecha entre las suyas, sabiendo que eso le gustaba. Sonriendo divertido, me acerqué nuevamente a su frente, lamiendo lo que quedaba de masa. Luego bajé con pequeños y húmedos besos por todo su rostro, hasta llegar a su otra mejilla. Y fue entonces cuando decidí cobrar mi venganza.
Restregué la masa de su mejilla hasta abajo, llegando a su cuello y deteniéndome ahí. Volví a sonreí con lujuria y me acerqué a su mejilla. lamiendola suavemente, disfrutando cada segundo, y haciendo que él lo disfrutara también. Luego, cuando terminé con su mejilla, bajé lamiendo hasta su cuello y ahí me detuve, sin hacer nada, esperando que él me lo pidiera. Esperé (No mucho, jojo) hasta que lo hizo, y entonces comencé a lamer su cuello de manera lenta, pausada, torturante. Sabía que le gustaba porque no dejaba de suspirar y gemir, y eso me causó algo de gracia. Luego hice algo de lo que jamás me arrepentiré: Una pequeña marca en su cuello. Sonreí. Aún no era del todo mío, pero esto era como un aviso de "reservado". Reí ante mi pensamiento y terminé de quitarle todo, irguiéndome y observando su rostro. Tenía la vista baja y estaba totalmente sonrojado. Sonreí de medio lado y tomé su mentón entre mis dedos, elevando su vista. Lo miré a los ojos y sonreí con maldad.
-Tú fuiste el de la idea, amor. - Dije como justificándome, con mi voz ronca. Je, a decir verdad, perparar tartas ya jamás sería igual para mí.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Suspiré aliviado al oírle decir que seguiría, más no me atrevía a mirarle aún. Luego, terminó de lamer mi mejilla y me pidió que lo mirara, al hacerlo me encontré con su mirada llena de lujuria, y me estremecí. Me sonrojé y sentí poner su pierna entre las mías, de nuevo. Gemí bajito, expectante. Limpió el resto de masa que quedaba, exceptuando la otra mejilla. Entonces, hizo como yo, sólo que él la restregó hasta el cuello.
Mientras comenzaba a lamer mi mejilla de esa forma que me hacía perder la cabeza, me abracé a su cuello. Estaba ansioso, y cuando pensé que iba a bajar a mi cuello, se detuvo. Pero yo no podía esperar más.
- Wata-Chan....hazlo, por favor...hazlo de nuevo...no aguanto....- pedí, casi urgente, con la boca entreabierta y los ojos entrecerrados, mientras respiraba de manera agitada en un susurro. Luego, renaudó haciéndome gemir y suspirar, como si disfrutara eso. Ladeé mi cabeza, dándole más espacio, y entonces prácticamente gemí en todo su oído al sentirle morder mi cuello y dejar una marca en mí.
Agaché mi rostro sonrojado, y él me hizo levantarlo. Sonrió con maldad, y me hubiera asustado en otro momento, de no ser porque ahora esa sonrisa me calentó más, en cierto modo. "Oh, no -pensé- Wata-chan me pegó su hentaiosidad"
Asentí, efectivamente yo fui el de la idea, después de verlo hacerlo conmigo antes. Y entonces le miré sonriendo picaramente de nuevo, y moví mi cadera, logrando rozarla con la suya. Sí, solté un suspiro, pero logré que Wata-Chan también lo hiciera, mucho más fuerte y ronco.
- Oh....no pensé que fuera tan susceptible, Nya- agreugué antes de besar la comisura de sus labios. Estando atento a su próxima jugada.
Mientras comenzaba a lamer mi mejilla de esa forma que me hacía perder la cabeza, me abracé a su cuello. Estaba ansioso, y cuando pensé que iba a bajar a mi cuello, se detuvo. Pero yo no podía esperar más.
- Wata-Chan....hazlo, por favor...hazlo de nuevo...no aguanto....- pedí, casi urgente, con la boca entreabierta y los ojos entrecerrados, mientras respiraba de manera agitada en un susurro. Luego, renaudó haciéndome gemir y suspirar, como si disfrutara eso. Ladeé mi cabeza, dándole más espacio, y entonces prácticamente gemí en todo su oído al sentirle morder mi cuello y dejar una marca en mí.
Agaché mi rostro sonrojado, y él me hizo levantarlo. Sonrió con maldad, y me hubiera asustado en otro momento, de no ser porque ahora esa sonrisa me calentó más, en cierto modo. "Oh, no -pensé- Wata-chan me pegó su hentaiosidad"
Asentí, efectivamente yo fui el de la idea, después de verlo hacerlo conmigo antes. Y entonces le miré sonriendo picaramente de nuevo, y moví mi cadera, logrando rozarla con la suya. Sí, solté un suspiro, pero logré que Wata-Chan también lo hiciera, mucho más fuerte y ronco.
- Oh....no pensé que fuera tan susceptible, Nya- agreugué antes de besar la comisura de sus labios. Estando atento a su próxima jugada.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Lo ví asentir y sonreir nuevamente de esa manera picarona. Esperé atento su próxima jugada, pero jamás pensé que haría eso. Amplié los ojos y heché mi cabeza hacia atrás, gimiendo roncamente. Respiré varias veces, entrecortadamente. "Oh, vaya... ¿así que quieres jugar?" Pensé volviendo a tener calma y agachándome a su altura, por lo que él aprovechó de besar la comisura de mis labios. Pero no lo dejé escapar y, sonriendo mientras atrapaba sus labios entre los míos, esta vez fui yo quien rozó su cadera contra la de él, haciendolo gemir. Sonreí con sorna y me acerqué a su cuella nuevamente. Volví a morderlo y a lamerlo, esta vez aumentando las caricias: Metí mis manos por debajo de su camiseta, acariciando su espalda y su torso, haciéndolo estremecer. Sonreí con picardía y volví a rozar nuestras caderas, esta vez suspirando ambos.
-Que quede claro... - Susurré cerca de su oído, roncamente. -...que aquí el Uke eres tú. - Finalicé divertido, mordiendo el lóbulo de su oreja. Luego volví a sus labios y lo besé de forma pasional, introduciendo mi lengua en su boca, acariciando cada parte que podía.
...en ese momento, me importaba bien poco si la tarta se quemaba o no.
-Que quede claro... - Susurré cerca de su oído, roncamente. -...que aquí el Uke eres tú. - Finalicé divertido, mordiendo el lóbulo de su oreja. Luego volví a sus labios y lo besé de forma pasional, introduciendo mi lengua en su boca, acariciando cada parte que podía.
...en ese momento, me importaba bien poco si la tarta se quemaba o no.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Me gustó su ronco gemido. Reí divertido depués de besar la comisura de sus labios, y entonces, Wata-chan los aprisionó con los suyos, para luego mover su cadera y hacerme gemir estruendosamente a mí.
Regresó a mi cuello, mordió y lamió, mientras yo simplemente lanzaba la cabeza un poco hacia atrás, cuidando de no golpearme con la pared, para darle más espacio a recorrer en ese sensible lugar.
Me estremecí ante sus caricias bajo mi playera, y por incercia me pegué más a él. Y el movió de nuevo su cadera, ocasionando suspiros de ambos.
Suspiré con su voz ronca en mi oído. Solté una risita ante su comentario y le saqué la lengua, tentándolo.
- Ah..Wata-chan...- murmuré entre gemidos cuando mordió el lóbulo de mi oreja, y luego le sentí besarme desesperadamente. Correspondí al instante, enredando mi lengua con la suya. Nos separamos a tomar aire, y el horno sonó, avisando que la tarta estaba lista.
Me separé un poco frustrado, y me encaminé al horno. La saqué y la apoyé en la mesa de la cocina. Tomé la salsa de chocolate y la vertí sobre la tarta. Luego, salpicó un poco a mi mejilla, por lo que la limpié con mis dedos y los llevé a mi boca, para lamerlos, quitando el rastro de chocolate.
Miré a Wata-Chan que seguía estático, y me pregunté si sería por interrumpir así. Me sonrojé apenado y dejé en la mesita lo que sobró de chocolate.
- Mengo Mengo, Wata-chan...no quería estropear algo que hicimos juntos...- dije refiriéndome a la tarta. Luego vi que miraba hacia la mesa, pero no sé a qué. Sonreí, de seguro ya se la quería comer, pero había que esperar un poco. Me acerqué a él al verlo inmóvil.
- Oye....¿estás bien?- inquirí
Regresó a mi cuello, mordió y lamió, mientras yo simplemente lanzaba la cabeza un poco hacia atrás, cuidando de no golpearme con la pared, para darle más espacio a recorrer en ese sensible lugar.
Me estremecí ante sus caricias bajo mi playera, y por incercia me pegué más a él. Y el movió de nuevo su cadera, ocasionando suspiros de ambos.
Suspiré con su voz ronca en mi oído. Solté una risita ante su comentario y le saqué la lengua, tentándolo.
- Ah..Wata-chan...- murmuré entre gemidos cuando mordió el lóbulo de mi oreja, y luego le sentí besarme desesperadamente. Correspondí al instante, enredando mi lengua con la suya. Nos separamos a tomar aire, y el horno sonó, avisando que la tarta estaba lista.
Me separé un poco frustrado, y me encaminé al horno. La saqué y la apoyé en la mesa de la cocina. Tomé la salsa de chocolate y la vertí sobre la tarta. Luego, salpicó un poco a mi mejilla, por lo que la limpié con mis dedos y los llevé a mi boca, para lamerlos, quitando el rastro de chocolate.
Miré a Wata-Chan que seguía estático, y me pregunté si sería por interrumpir así. Me sonrojé apenado y dejé en la mesita lo que sobró de chocolate.
- Mengo Mengo, Wata-chan...no quería estropear algo que hicimos juntos...- dije refiriéndome a la tarta. Luego vi que miraba hacia la mesa, pero no sé a qué. Sonreí, de seguro ya se la quería comer, pero había que esperar un poco. Me acerqué a él al verlo inmóvil.
- Oye....¿estás bien?- inquirí
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Cuando el hornó sonó aguanté un grito de frustración. Eiji-chan se separó de mí y fue a sacarlo, y yo me quedé ahí parado, maldiciendo todo lo que pudiera recordar en ese momento. Entonces giré mi vista hacia él y vi como le salpicaba chocolate de la decoración en la mejilla. Levanté las cejas y entreabrí mis labios, mientras veía casi hipnotizado cómo él se lo quitaba con los dedos y luego los lamía. Una ola de calor recorrió mi cuerpo entero y desvié mi vista hacia el recipiente con el chocolate, que estaba sobre la mesa. Sonreí de medio lado, y fue cuando escuché su voz. Me giré hacia él y volví a sonreír.
-Sí... perfectamente bien... - Dije aparentando naturalidad, mientras caminaba a paso lento y pausado hacia el recipiente con chocolate. Lo tomé entre mis manos y lo estuve mirando por un rato, preguntándome si estaría bien hacer lo que quería hacer...
Escuché que Eiji-chan me llamaba con su hermosa y sensual voz, y fue cuando me decidí. Sonreí de medio lado mientras me giraba hacia él, golpeteando con mis dedos el embase. "Después de todo... aún falta que la tarta se enfríe..." Pensé mientras lo destapaba y comenzaba a caminar hacia Eiji-chan, haciéndolo retroceder y apegarse nuevamente contra la pared. Sonreí y, sin dejar de mirarlo, unté mis dedos con el chocolate, y sonreí con maldad.
-¿Eiji-chan...? - Susurré con voz ronca, mientras esparcía el chocolate por todo su cuello y parte de su pecho. - A tí te gusta el chocolate... ¿verdad? - Seguí hablando con picardía, mientras dejaba el recipiente encima de la mesa, que había quedado convenientemente a nuestro lado. Sonreí de medio lado al oír su respuesta, y me agaché a la altura de su oreja, mordiéndola sensualmente. - ¿Te digo algo? - No esperé su respuesta y tomé sus muñecas, subiéndolas a la altura de su cabeza y apegándolas contra la pared. - A mí también... - Finalicé apretándolo más contra la pared.
Lo escuché gemir y sonreí satisfecho, comenzando a lamer su cuello en diferentes ritmos. Primero lento, luego rápido. A ratos me detenía en un mismo lugar y lo mordía sensualmente, deleitándome con sus gemidos, escuchando cómo rogaba por más...
Hubo un momento en que ni yo mismo pude más, y me giré un poco, tanteando con mis manos la mesa. Sonreí cuando la encontré, e insté a Eiji-chan a sentarse en ella. Me acerqué con desesperación a él y terminé con lo que quedaba de chocolate, para luego apoderarme de sus labios con pasión, tomando sus piernas y enredándolas en mi cintura, provocando más cercanía entre ambos y el roce de nuestras caderas.
Nos besamos por tanto tiempo, que creo que quedamos morados por la falta de aire. Pero en ese entonces no me importó. De pronto sentía como si fuera a colapsar en cualquier momento, como si mi cuerpo entero fuera a estallar.
...Pero tenía que saber algo, antes de continuar.
Aún con la respiración entrecortada, me separé un poco de él y apoyé mi frente con la suya, sintiendo su cálido aliento chocar contra mi rostro. Entrelacé sus manos con las mías, y le miré a los ojos seriamente, aún sin recuperarme del todo.
-Eiji-chan... - Comencé a hablar, sorprendido de que la voz no me temblara. - Necesito... necesito que me digas... - Apreté más sus manos entre las mías, sintiendo que moría de verguenza. Pero tenía que hacerlo, tenía que preguntarle... -...si quieres que yo siga... - Finalicé casi sin voz, deseando que la tierra me tragara, y sintiendo que mi sonrojo llegaba hasta los pies.
...Pero necesitaba saberlo. No importaba si la respuesta era un "sí" ó un "no", pero necesitaba urgentemente saber si Eiji-chan quería que él y yo llegaramos a algo más... lo necesitaba, realmente.
-Sí... perfectamente bien... - Dije aparentando naturalidad, mientras caminaba a paso lento y pausado hacia el recipiente con chocolate. Lo tomé entre mis manos y lo estuve mirando por un rato, preguntándome si estaría bien hacer lo que quería hacer...
Escuché que Eiji-chan me llamaba con su hermosa y sensual voz, y fue cuando me decidí. Sonreí de medio lado mientras me giraba hacia él, golpeteando con mis dedos el embase. "Después de todo... aún falta que la tarta se enfríe..." Pensé mientras lo destapaba y comenzaba a caminar hacia Eiji-chan, haciéndolo retroceder y apegarse nuevamente contra la pared. Sonreí y, sin dejar de mirarlo, unté mis dedos con el chocolate, y sonreí con maldad.
-¿Eiji-chan...? - Susurré con voz ronca, mientras esparcía el chocolate por todo su cuello y parte de su pecho. - A tí te gusta el chocolate... ¿verdad? - Seguí hablando con picardía, mientras dejaba el recipiente encima de la mesa, que había quedado convenientemente a nuestro lado. Sonreí de medio lado al oír su respuesta, y me agaché a la altura de su oreja, mordiéndola sensualmente. - ¿Te digo algo? - No esperé su respuesta y tomé sus muñecas, subiéndolas a la altura de su cabeza y apegándolas contra la pared. - A mí también... - Finalicé apretándolo más contra la pared.
Lo escuché gemir y sonreí satisfecho, comenzando a lamer su cuello en diferentes ritmos. Primero lento, luego rápido. A ratos me detenía en un mismo lugar y lo mordía sensualmente, deleitándome con sus gemidos, escuchando cómo rogaba por más...
Hubo un momento en que ni yo mismo pude más, y me giré un poco, tanteando con mis manos la mesa. Sonreí cuando la encontré, e insté a Eiji-chan a sentarse en ella. Me acerqué con desesperación a él y terminé con lo que quedaba de chocolate, para luego apoderarme de sus labios con pasión, tomando sus piernas y enredándolas en mi cintura, provocando más cercanía entre ambos y el roce de nuestras caderas.
Nos besamos por tanto tiempo, que creo que quedamos morados por la falta de aire. Pero en ese entonces no me importó. De pronto sentía como si fuera a colapsar en cualquier momento, como si mi cuerpo entero fuera a estallar.
...Pero tenía que saber algo, antes de continuar.
Aún con la respiración entrecortada, me separé un poco de él y apoyé mi frente con la suya, sintiendo su cálido aliento chocar contra mi rostro. Entrelacé sus manos con las mías, y le miré a los ojos seriamente, aún sin recuperarme del todo.
-Eiji-chan... - Comencé a hablar, sorprendido de que la voz no me temblara. - Necesito... necesito que me digas... - Apreté más sus manos entre las mías, sintiendo que moría de verguenza. Pero tenía que hacerlo, tenía que preguntarle... -...si quieres que yo siga... - Finalicé casi sin voz, deseando que la tierra me tragara, y sintiendo que mi sonrojo llegaba hasta los pies.
...Pero necesitaba saberlo. No importaba si la respuesta era un "sí" ó un "no", pero necesitaba urgentemente saber si Eiji-chan quería que él y yo llegaramos a algo más... lo necesitaba, realmente.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Wata-Chan me respondió que se encontraba bien, así que suspiré, creyéndole. Luego se acercó a la mesa, y pensé que iba a probar la torta.
- No, espera Wata-Chan....- le llamé. Se quedó estático unos segundos y después comenzó a caminar hacia a mí con el envase lleno de chocolate. Lo miré asustado, y comprendí que en su mirada había algo más que calma. Comencé a retroceder, quedando en la pared cerca a la mesa, y él se acercaba a mí de manera peligrosa cada vez más.
Abrió los primeros cuatro botones de mi camisa, y me preguntó si me gustaba el chocolate.
- Ajá...- asentí, mirándolo fijamente, expectante. Se untó el chocolate en sus dedos y lo esparció por todo mi cuello y la parte descubierta de mi pecho. Se agachó a mi oreja y la mordió de manera sensual, me preguntó algo, más no me dio tiempo de responderle. Me apegó más contra la pared, y yo gemí mientras el sonreía satisfecho.
Entonces empezó a lamer mi cuello, iba rápido, y luego lento. Paraba en ciertas partes, y mordía mi cuello de manera torturante. Yo gemía más alto y echaba mi cabeza hacia los lados, y entonces él aprovechaba esto todavía más. Hubo un momento en que enloquecí lo suficiente, y empecé a rogarle desesperadamente por más.
Segundos después sentí como caminabamos a la mesa entre caricias. Me senté en ella y él terminó de lamer el chocolate que había en mí. Entonces me sentí un poco decepcionado, pero recordé que quedaba todavía una muy buena porción de aquél líquido en el tarrito.
Me besó desesperadamente, con pasión, rozando su lengua con la mía. Correspondí el beso mientras sentí cómo tomaba mis piernas y las enredaba en su cintura, apreté el agarré cuando sentí que estuvimos más cerca y solté otra tanda de gemidos y suspiros entre el beso.
Fue muy largo, y me encantó. Para cuando comencé a recuperar el aire, él tomó mi mano entre la suya y juntó ambas frentes.
Escuché su pregunta con atención y noté su sonrojo. Mí cara ardió también. Levanté mi cabeza y la recosté en su hombro.
- Wata-chan....sabes que me muero de ganas....porque sigas, Nya- respondí seriamente. Luego hice una pausa.- Pero...-susurré- está en tus manos decidir si hacerlo o no. Después de todo, eres quien tiene el control de estas situaciones ¿no?- reí divertido viéndole a los ojos. Yo estaba listo desde que supe que lo amaba, porque después de todo de eso se trata ¿no?
Amar es entregarse a alguien en cuerpo y alma. Era él quien necesitaba saber si estaba listo o no. No importaba la respuesta, después de todo, yo lo esperaría.
- No, espera Wata-Chan....- le llamé. Se quedó estático unos segundos y después comenzó a caminar hacia a mí con el envase lleno de chocolate. Lo miré asustado, y comprendí que en su mirada había algo más que calma. Comencé a retroceder, quedando en la pared cerca a la mesa, y él se acercaba a mí de manera peligrosa cada vez más.
Abrió los primeros cuatro botones de mi camisa, y me preguntó si me gustaba el chocolate.
- Ajá...- asentí, mirándolo fijamente, expectante. Se untó el chocolate en sus dedos y lo esparció por todo mi cuello y la parte descubierta de mi pecho. Se agachó a mi oreja y la mordió de manera sensual, me preguntó algo, más no me dio tiempo de responderle. Me apegó más contra la pared, y yo gemí mientras el sonreía satisfecho.
Entonces empezó a lamer mi cuello, iba rápido, y luego lento. Paraba en ciertas partes, y mordía mi cuello de manera torturante. Yo gemía más alto y echaba mi cabeza hacia los lados, y entonces él aprovechaba esto todavía más. Hubo un momento en que enloquecí lo suficiente, y empecé a rogarle desesperadamente por más.
Segundos después sentí como caminabamos a la mesa entre caricias. Me senté en ella y él terminó de lamer el chocolate que había en mí. Entonces me sentí un poco decepcionado, pero recordé que quedaba todavía una muy buena porción de aquél líquido en el tarrito.
Me besó desesperadamente, con pasión, rozando su lengua con la mía. Correspondí el beso mientras sentí cómo tomaba mis piernas y las enredaba en su cintura, apreté el agarré cuando sentí que estuvimos más cerca y solté otra tanda de gemidos y suspiros entre el beso.
Fue muy largo, y me encantó. Para cuando comencé a recuperar el aire, él tomó mi mano entre la suya y juntó ambas frentes.
Escuché su pregunta con atención y noté su sonrojo. Mí cara ardió también. Levanté mi cabeza y la recosté en su hombro.
- Wata-chan....sabes que me muero de ganas....porque sigas, Nya- respondí seriamente. Luego hice una pausa.- Pero...-susurré- está en tus manos decidir si hacerlo o no. Después de todo, eres quien tiene el control de estas situaciones ¿no?- reí divertido viéndole a los ojos. Yo estaba listo desde que supe que lo amaba, porque después de todo de eso se trata ¿no?
Amar es entregarse a alguien en cuerpo y alma. Era él quien necesitaba saber si estaba listo o no. No importaba la respuesta, después de todo, yo lo esperaría.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Vi claramente cómo él se sonrojaba también, y creí que lo había hechado todo a perder. Pero entonces él recostó su cabeza sobre mi hombro, y dijo eso. Yo amplié los ojos. Pasó un rato en que sólo podía escuchar mi agitada respiración. No podía creerlo... Eiji-chan... había dicho que sí. ¡QUE SÍ!
-...Yo... - Comencé a hablar, separándome un poco de él y mirándole a los ojos con todo el amor que le tenía. -...quiero que seas mío, Eiji... - Susurré con voz ronca y tomando su mentón entre mis dedos, acecándome a su rostro de manera lenta. Y cuando estuve a tan sólo unos milímetros de sus labios, sonreí. - Solamente mío. - Susurré antes de volver a besarlo.
Sentí cómo él llevaba sus manos hasta mi cuello, y aproveche de apoderarme de su cintura. Me acerqué a él tanto como pude, sintiendo que iba a estallar de felicidad. Aún no podía creer que Eiji-chan en verdad quisiera entregarse a mí... ¡A mí! Sonreí entre besos mientras sentía mi corazón latir con fuerza, y llevé mi mano derecha hasta los botones que aún quedaban por desabrochar, mientras que con la otra lo atraía más a mí desde su cintura.
Comencé a sacar cada botón con movimientos algo torpes y nerviosos, además de que lo estaba haciendo con una sola mano, pero en ningún momento quise separarme del beso. Cuando terminé de hacerlo, volvimos a separarnos para respirar, y entonces aproveché para bajar algo su camisa, dejando al descubierto sus perfectos hombros. Comencé a besarlo desde la mejilla, para luego bajar con besos a veces prolongados y a veces cortos hasta su cuello, que sabía, era su punto débil. Me concentré nuevamente en ese lugar, escuchándolo gemir nuevamente, y no pude evitar sonreír satisfecho. Luego bajé un poco más, llegando hasta sus hombros, donde me dediqué a besar y morder sensualmente, dejando algunas marcas también.
Terminé de quitarle toda la camisa y la tiré lejos, sin saber exactamente donde había quedado. Me separé algo de él y lo miré a los ojos. Ambos teníamos nuestras respirciones agitadas, e igualmente sonrojados, pero como siempre, mi amado pelirrojo no se atrevía a mirarme. Sonreí y me acerqué a él, acunando su rostro entre mis manos, obligándole a que me mirara.
-Eres perfecto... - Susurré mirandole de una manera que jamás sabré cómo describir. Y es que Eiji-chan tenía un cuerpo realmente ideal; lo comprobé al deshacerme de su camisa. Volví a sonreír cuando el se sonrojó, y dejé las palabras de lado, volviendo a besar sus labios.
Poco a poco fui recostándolo sobre la mesa, apartando con mis manos cualquier objeto de cocina que pudiera hacerle daño, y me incorporé en la mesa también, apoyando mis piernas a cada lado de él. Sonreí de medio lado y acaricié sus piernas de manera sensual, sin dejar de verlo a los ojos, hasta llegar a su pecho. Luego comencé a besar su torso de una manera casi felina, lamiendo su cuello de vez en cuando, y bajando por su abdómen, donde di algunos mordiscones. Me regocijaba al verlo estremecerse de placer, sus gemidos eran como música para mí, pero llegué a la conclusión de que...
-Eiji-chan... - Susurré en su oído de manera ronca. -...creo que yo tengo puesta demasiada ropa... - Finalicé mientras sonreía de medio lado y mordía juguetonamente su oreja, esperando su reacción.
-...Yo... - Comencé a hablar, separándome un poco de él y mirándole a los ojos con todo el amor que le tenía. -...quiero que seas mío, Eiji... - Susurré con voz ronca y tomando su mentón entre mis dedos, acecándome a su rostro de manera lenta. Y cuando estuve a tan sólo unos milímetros de sus labios, sonreí. - Solamente mío. - Susurré antes de volver a besarlo.
Sentí cómo él llevaba sus manos hasta mi cuello, y aproveche de apoderarme de su cintura. Me acerqué a él tanto como pude, sintiendo que iba a estallar de felicidad. Aún no podía creer que Eiji-chan en verdad quisiera entregarse a mí... ¡A mí! Sonreí entre besos mientras sentía mi corazón latir con fuerza, y llevé mi mano derecha hasta los botones que aún quedaban por desabrochar, mientras que con la otra lo atraía más a mí desde su cintura.
Comencé a sacar cada botón con movimientos algo torpes y nerviosos, además de que lo estaba haciendo con una sola mano, pero en ningún momento quise separarme del beso. Cuando terminé de hacerlo, volvimos a separarnos para respirar, y entonces aproveché para bajar algo su camisa, dejando al descubierto sus perfectos hombros. Comencé a besarlo desde la mejilla, para luego bajar con besos a veces prolongados y a veces cortos hasta su cuello, que sabía, era su punto débil. Me concentré nuevamente en ese lugar, escuchándolo gemir nuevamente, y no pude evitar sonreír satisfecho. Luego bajé un poco más, llegando hasta sus hombros, donde me dediqué a besar y morder sensualmente, dejando algunas marcas también.
Terminé de quitarle toda la camisa y la tiré lejos, sin saber exactamente donde había quedado. Me separé algo de él y lo miré a los ojos. Ambos teníamos nuestras respirciones agitadas, e igualmente sonrojados, pero como siempre, mi amado pelirrojo no se atrevía a mirarme. Sonreí y me acerqué a él, acunando su rostro entre mis manos, obligándole a que me mirara.
-Eres perfecto... - Susurré mirandole de una manera que jamás sabré cómo describir. Y es que Eiji-chan tenía un cuerpo realmente ideal; lo comprobé al deshacerme de su camisa. Volví a sonreír cuando el se sonrojó, y dejé las palabras de lado, volviendo a besar sus labios.
Poco a poco fui recostándolo sobre la mesa, apartando con mis manos cualquier objeto de cocina que pudiera hacerle daño, y me incorporé en la mesa también, apoyando mis piernas a cada lado de él. Sonreí de medio lado y acaricié sus piernas de manera sensual, sin dejar de verlo a los ojos, hasta llegar a su pecho. Luego comencé a besar su torso de una manera casi felina, lamiendo su cuello de vez en cuando, y bajando por su abdómen, donde di algunos mordiscones. Me regocijaba al verlo estremecerse de placer, sus gemidos eran como música para mí, pero llegué a la conclusión de que...
-Eiji-chan... - Susurré en su oído de manera ronca. -...creo que yo tengo puesta demasiada ropa... - Finalicé mientras sonreía de medio lado y mordía juguetonamente su oreja, esperando su reacción.
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Re: Habitacion de Kimihiro Watanuki
Me besó, después de decirme que quería que fuera solamente suyo. Me abracé a su cuello, y el pegó más mi cintura con la suya. El beso duró un largo rato, en el que le sentí desabrochar lentamente los botones de mi camisa.
Cuando la necesidad de aire se hizo presente nos separamos, y él bajó mi camisa, dejando mis hombros al descubierto.
Comenzó a besar mi mejilla y empezó a bajar a mi cuello, donde se mantuvo un muy buen rato, él ya sabía que me volvía loco siempre que tocaba ese lugar tan sensible. Gemí de nuevo, varias veces, y le sentí bajar hasta mis hombros donde comenzó a besarme también. Luego comenzó a morder de manera sensual allí y dejó varias marcas, lo que me hizo entender lo posesivo que era.
Nuestras respiraciones estaban bastante agitadas, y entonces él quitó mi camisa por completo y la arrojó lejos. Se perdió en algún lugar de la cocina, y ya había comenzado a oscurecer desde hacía un buen rato, por lo que fue imposible localizarla. Aunque también era cierto, que desde que fue retirada de mi cuerpo me importó un comino.
Agaché mi rostro, completamente sonrojado. Wata-Chan lo tomó entre sus manos y me hizo mirarlo. Luego dijo que yo era perfecto, y desvieé la mirada apenado.
- Sólo lo dices para hacerme sentir mejor.... - murmuré, apenado. "Eres tú quien es perfecto" pensé divertido.
Volvió a besarme y me fue recostando en la mesa, después de tirar al suelo implementos de cocina. Se posó sobre mí a cuatro patas, por así decirlo, y comenzó a mirarme mientras acariciaba mis piernas de esa manera que sólo él sabía hacerlo, haciendo que gimiera nuevamente. Ladeé la cabeza avergonzado, queriendo que dejara de mirarme, y comenzó a subir su mano a mi pecho.
Entonces comenzó a lamer, besar y morder mi cuello y pecho. Haciendo mis gemidos más audibles, y que yo me retorciera bajo él, cosa que parecía gustarle en exceso.
Susurró algo en mi oído con esa voz que me enloquecía, y luego me mordió allí.
Me apoyé en mis antebrazos sobre la mesa y le miré. Asentí a lo que dijo, y me acomodé, sentándome. Ocasionando que Wata-Chan tuviera que bajarse. Me preocupaba la torta, enserio. Así que me bajé de la mesa y tomé la mano de Wata-Chan, caminando a la cama con él. Me subí a ella, y me arrodillé, esperando a Wata-Chan, quien no tardó en hacerlo. Entonces volví a enredar mis piernas en su cintura y lentamente comencé a retirar su camisa, deleitándome.
La arrojé lejos segundos después y posé mi mano en el pecho de Wata-Chan, sonreí mientras lo acariciaba con mis dedos y me agaché un poco hacia delante, posando mis manos en los hombros de Wata-Chan y dejando pequeños y tiernos besos en su cuello. Luego pensé que si Wata-Chan me mordía, yo también podía hacerlo, así que bajé de su cuello hasta su hombro y dejé una marquita en su clavícula.
Volví a levantar mi rostro y besé sus labios de manera desesperada.
Cuando la necesidad de aire se hizo presente nos separamos, y él bajó mi camisa, dejando mis hombros al descubierto.
Comenzó a besar mi mejilla y empezó a bajar a mi cuello, donde se mantuvo un muy buen rato, él ya sabía que me volvía loco siempre que tocaba ese lugar tan sensible. Gemí de nuevo, varias veces, y le sentí bajar hasta mis hombros donde comenzó a besarme también. Luego comenzó a morder de manera sensual allí y dejó varias marcas, lo que me hizo entender lo posesivo que era.
Nuestras respiraciones estaban bastante agitadas, y entonces él quitó mi camisa por completo y la arrojó lejos. Se perdió en algún lugar de la cocina, y ya había comenzado a oscurecer desde hacía un buen rato, por lo que fue imposible localizarla. Aunque también era cierto, que desde que fue retirada de mi cuerpo me importó un comino.
Agaché mi rostro, completamente sonrojado. Wata-Chan lo tomó entre sus manos y me hizo mirarlo. Luego dijo que yo era perfecto, y desvieé la mirada apenado.
- Sólo lo dices para hacerme sentir mejor.... - murmuré, apenado. "Eres tú quien es perfecto" pensé divertido.
Volvió a besarme y me fue recostando en la mesa, después de tirar al suelo implementos de cocina. Se posó sobre mí a cuatro patas, por así decirlo, y comenzó a mirarme mientras acariciaba mis piernas de esa manera que sólo él sabía hacerlo, haciendo que gimiera nuevamente. Ladeé la cabeza avergonzado, queriendo que dejara de mirarme, y comenzó a subir su mano a mi pecho.
Entonces comenzó a lamer, besar y morder mi cuello y pecho. Haciendo mis gemidos más audibles, y que yo me retorciera bajo él, cosa que parecía gustarle en exceso.
Susurró algo en mi oído con esa voz que me enloquecía, y luego me mordió allí.
Me apoyé en mis antebrazos sobre la mesa y le miré. Asentí a lo que dijo, y me acomodé, sentándome. Ocasionando que Wata-Chan tuviera que bajarse. Me preocupaba la torta, enserio. Así que me bajé de la mesa y tomé la mano de Wata-Chan, caminando a la cama con él. Me subí a ella, y me arrodillé, esperando a Wata-Chan, quien no tardó en hacerlo. Entonces volví a enredar mis piernas en su cintura y lentamente comencé a retirar su camisa, deleitándome.
La arrojé lejos segundos después y posé mi mano en el pecho de Wata-Chan, sonreí mientras lo acariciaba con mis dedos y me agaché un poco hacia delante, posando mis manos en los hombros de Wata-Chan y dejando pequeños y tiernos besos en su cuello. Luego pensé que si Wata-Chan me mordía, yo también podía hacerlo, así que bajé de su cuello hasta su hombro y dejé una marquita en su clavícula.
Volví a levantar mi rostro y besé sus labios de manera desesperada.
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