Otro nuevo miembro en camino

- sí! - digo recogiendo y sacamos a Yen. La perrita termina muy rápido y volvemos a casa.

- depende... qué piensas hacerme en la bañera? - digo pícaro y me rio besando su mejilla - démonos un bañito, sí. - digo desnudándome y no miro a mi amante hacerlo cuando estoy en el agua caliente porque no soy dueño de mis actos.

- tengo ganas de ti. - le confirmo con una tierna sonrisa que responde a la suya, esas perlas resaltadas por lo rojo de sus labios son como una descarga mañanera de electricidad para todo el día. A veces creo que puedo vivir con esa sonrisa, pero sé que necesito a mi amante entero.

Poso una mano en su costado y delineo con el pulgar dos lados de uno de esos cuadraditos. - sí... está siendo muy rápido... - pienso en voz alta preocupado, solo lleva dos semanas de embarazo.- Nauseas no has tenido? - es algo típico en los embarazos. Me incorporo y deposito un beso en la línea que forman sus pectorales. - te quiero.

- bueno, si no tienes nauseas, mejor, supongo. Oye... respecto a lo del yoga, ah... hay algunos centro que hacen preparaciones para el parto, sería raro que fueran dos hombres, pero si te sientes más seguro haciéndolo sacaré tiempo, vale? - menciono cuando me abraza, sale en varias películas así que supongo que será verdad, debería de leer algún libro.

- límpiame. - le sonrío cuando se rie y atraigo de la cadera. - no será una señal de que me has puesto los cuernos, verdad? - digo bromeando y le beso delicadamente.

- Ni a mí ser un unicornio. - digo riendo por sus reacciones de rabieta infantil y gruñéndole un poco cuando me da un azote, sus labios son deliciosos con el agua en ellos y le limpio el pelo tranquilo y le escucho. - lo sé, cariño. Solo era una sugerencia. - beso su nuca y le quito un poco de jabón de detrás de la oreja.- ya está. - digo y salimos del agua.


Tras vestirnos mi amante me despide a la salida. - Nos vemos, recuerda, a las 7 paso a por ti. - le atraigo de la cadera y le doy un beso y luego otro más para que el anterior no se sienta solo y uno más por lo mucho que brillan los labios de mi amante tras lamérselos para que se deslicen mejor. - te quiero. - le digo antes de soltarle a regañadientes y reuniendo una fuerza de voluntad abismal.

Le guiño un ojo coqueto antes de salir por la puerta.


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Llega la tarde y la hora de ir a buscarle. Llego 10 minutos tarde y aparco el coche delante de la cafetería. Entro al establecimiento y saludo al pelirrojo buscando a mi amante.

- gracias. - le digo a Rude cuando me lleva con mi amante, sé que Zack era el jefe principal del local, aunque decidiese tratar a sus socios por igual, a pesar de eso me siento raro invadiendo la cocina y algo extrañado aún de la naturalidad con la que me besa mi amante delante de sus empleados. Para mi sorpresa me felicitan varios cocineros y agradezco cortésmente.

- Reírme? cómo podría? - digo irónico al ver a mi amante disfrazado y asemejándose a Superman cuando se quita el traje de chef y aparece ese azul oscuro que brilla y destaca. - me hubiera gustado verte haciendo alguna postura al transformarte en power ranger. - digo riendo cuando salimos de allí. - qué tal el día? - digo abriéndole la puerta del coche

- te sienta bien, cariño, el traje es una horterada, pero... anda que no te hace buen culo. - digo riendo.


- No, ha sido un día tranquilo, solo tenía que ir a la imprenta a llevar unos manuscritos y negociar la promoción del aniversario de uno de los mangas.

- oh, la madre de Chiaki? Tiene una frutería por allí cerca, es normal que la vieras. No tienes que preocuparte, es una buena mujer.

- Parece estar mejor, realmente, se muestra más alegre, pero... - me quedo pensativo mientras cambio de marcha en un cambio de vía. - ... sus mangas, aaah... no ha bajado en calidad, pero recurre mucho a temas de la infancia y desamor y se ha cargado todo de un tono melancólico. - suspiro. - sí que lo sabe, aunque no lo admite sé que le parecen deliciosos. - le sonrío.


Rompo a reír cuando me dice su antojo. - ok, ok, vamos a parar en algún sitio a comer algo. - no me esperaba que dijera algo así, me ha parecido realmente chistoso.

Paramos en un restaurante con terraza y nos sentamos fuera y dejo que mi amante pida lo que gusta y yo pido un café y una napolitana-

- No importa, nos dará tiempo, además, no tenemos porque decidirnos hoy por uno, podemos volver otro día, aunque es verdad que me gustaría que lo tuvieras cuanto antes.

- También lo creo, es mejor que tengas un medio de transporte propio. - le miro comer y sonrío. - te gustaría algún color en especial?

Me termino mi café y miro interrogante al mesero por como mira a mi amante. este se va y me levanto. - No le hagas caso, vámonos. En algún momento habrá que comprarte ropa pre-mamá. - digo divertido acompañándolo al coche.


Llegamos al concesionario y enseguida nos atiende un hombre con traje preguntándonos que modelo queremos y para que.

- elige el que quieras, Zack, va a ser tuyo. ¿Podemos echar un vistazo? - el hombre asiente y nos deja subir al coche. - es espacioso, también el maletero. cómo te sientes con él? - le digo desde el asiento del copiloto. - si sigues queriéndolo azul seguro que lo tienen también. si te gusta, nos los llevamos.

- Nos lo quedamos. - le decimos al vendedor cuando salimos cerrando las puertas del vehículo.


Vamos a la oficina y Zack se queja. - jaja, no te preocupes, me ocupo yo, estoy acostumbrado. - le digo cuando el hombre me pasa el contrato y me pongo a leerlo. Luego arreglamos todo lo del seguro y cuando debe de pasar inspección el coche. Mi amante firma los papeles para que esté a su nombre. Y cuando hemos acabado el vendedor sigue con su trabajo y nos habla de un sistema de masajes y un DVD para el coche. - creo que lo del DVD nos conviene. - le digo a zACK, después de todo, los niños se ponen algo pesados en los viajes largos. Pago el dvd y la mitad que me corresponde, Zack pagará su parte cuando recoja el coche dentro de dos días, el que hemos usado es de muestra y del color que ha pedido tienen que traerlo de la fábrica.

Salimos de allí y abrazo a mi amante por la cintura andando hacia el coche. - estás contento con el coche?

Me agrada el beso y volvemos a casa.


Sonrío cuando mi amante se disculpa con la perrita y le da de comer. - haré udon y gambas en tempura para cenar. - le digo sacando algunos ingredientes de la bolsa, pasamos por el supermercado antes de venir y me pongo a cocinar silbando un ritmo del que desconozco el nombre y el autor, incluso he olvidado varias notas que he inventado yo haciéndolo mío.

- sabes? Iré a hablar con mi madre, creo que ya la he tenido castigada mucho tiempo. Quiero contarle de ti y de mí, de como me siento, reclamarle e intentar que entienda. Y... sí todo marcha bien, le diré del embarazo, aunque... no sé como reaccionará a ello. - dejo un momento la sartén y le miro. Doblo mis rodillas al quedar delante de él para estar a la altura en que le tiene la silla, le miro confiado. - Nunca más te hará daño, puedo prometerte eso. - le beso la frente al incorporarme y volver a la vitrocerámica.


- Listo! - digo poniendo el udon en la mesa y sirviendo la tempura. - itadakimasu.