Atendiendo en el nuevo restaurant

-Un joven muy apuesto era la sensación del nuevo restaurant de comida japonesa de la ciudad de oris, muchos llegaban buscando suerte, pero todo pintaba muy bien pues la ciudad estaba creciendo ya no era un suburbio oscuro donde reinaba el caos, Yukina consiguió empleo en un restaurant muy casual japones, pero siempre lleno de esos detalles importantes de la cultura nipona-
Irasshaimasen -fueron las primeras palabras del joven de ojos color miel, quien recibió a su primer cliente con una sonrisa cegadora por su brillantez-

Llevaba poco tiempo en la ciudad y no conocía muy bien el lugar, aún así, decidió salir a pasear y a ver si encontraba un buen restaurante dónde comer, pues comenzaba a morir de hambre. Antojado como estaba, buscaba por todas las vitrinas y carteles algún restaurant de comida japonesa, y le costó un poco, pero por fin dio con uno, que además estaba sospechosamente lleno de adolescentes en la entrada, aunque no parecía que fueran a entrar a comer...

-Que extraño -Habló para sí mientras se abría paso por la multitud que se aglomeraba en la vitrina y entraba al locar, inmediatamente una campanilla anunció su llegada y una voz masculina le dio la bienvenida al lugar. Elevó la vista para mirar a quien le saludaba y entonces lo entendió, pudo imaginarse por qué había tanta gente y es que... parecía que un príncipe de manga estuviese sonriéndole ahora mismo.

Se quedó sin palabras...

-con esa misma sonrisa le recibió al chico, aunque los otros no entraban a comer sino a ver, le soprendió que el pelioscuro decidiera entrar, entonces le guía a una mesa bien ubicada donde podía mirar todo el lugar- Soy Yukina kou Irasshaimassen en que le puedo servir?...

-dándole el menú, le sirvió un vaso con agua, el joven se veía mas brillante ahora, no solo por su atractivo físico, sino su voz masculina pero muy agradable, aparte de todo amable- Me atrevo con su permiso sugerirle un par de platillos de sushi como entrada si así lo desea...

-todas las personas fuera del local estaban enloquecidas por entrar al restaurant pero en su mayoría eran chicos que no podían pagar por un plato de comida de ese establecimiento-

Lo escuchaba hablar, pero no atinaba a responderle nada en concreto, atontado, se enfrascaba en simular que leía el menú, sin atreverse a levantar el rostro para mirar su bello rostro. Estaba nervioso, su corazón latía rápido y sus mejillas se arrebolaron sin ninguna razón aparente. No podía estarle pasando nuevamente... acababa de salir de una horrible "ruptura" y no quería, no debía, volver a ser tan estúpido..., pero sin embargo, parecía que si lo era...

No, definitivamente podía controlarse... claro que sí.

-Y-Yo... -Su voz salió torpe y atropellada, entonces supo que no, no podía controlarse... pero al menos discimular, después de todo, una vez que le entregara su pedido, se iría ¿no? y no le vería más, así que debía dejar de ahogarse en un vaso de agua -Aceptaré un patillo de sushi y... ordenaré un gyuudon y una soda, por favor

-Notando su indecisión sonrió de nuevo esplendorosamente y se acercó un poco mas porque apenas le escuchaba la voz entonces comenzó a anotar su pedido, asintiendo- Enseguida estaré aca con su pedido -reverenció y fue a hacer su pedido, desde lejos miraba al tímido "adolescente" en la mesa y pensaba "que mono es...."

-después q estuvo todo listo fue a poner su mesa y sirvió los platillos-
su plato de gyuudon

Spoiler:

y aqui esta el sushi -le susurra- con un extra de sushi de mi parte, -sonríe, de verdad que al observale pensaba que el chico se veía muy kawaii, y normalmente no se sentía atraído por ninguno pero éste era especial, se notaba un poco mas maduro quizás fuera su actitud o personalidad-

Spoiler:

Se quedó esperando en la mesa cuando el otro se fue, tratando de relajarse un poco y de ponerle verdadera atención al menú que tenía entre sus temblorosas manos. Su rostro no dejaba de arder y estaba seguro de que estaba totalmente sonrojado. ¿Por qué le pasaban ésas cosas a él? Y encima en su primer día en la ciudad... se supone que había llegado a hacer las cosas bien

-Aahh~ -Suspiró derrotado -Soy un caso perdido...

Fue entonces que él volvió a su mesa, con su pedido en una bandeja y tranquilamente se dedicó a dejarlo cerca de él, para que pudiera comerlo. Todo tenía una presentación perfecta y se veía delicioso, pero no podía prestarle atención a los platos, se había quedado enfrascado mirándole.

-Ah, m-muchas gracias -Tartamudeó nervioso -Mejor no se hubiera molestado, qué amable -Habló por inercia más que otra cosa, abriendo distraídamente los palillos desechables.

decía algo ?? -dijo mientras terminaba de servir, el otro parecía mumurar cosas sin sentido, pero le daba curiosidad, entonces le sonrió de nuevo y le dijo- es raro ver chicos como tu en este tipo de restaurants.... y los que vienen solo... estan por curiosidad ....

-su rostro amable y sexy al mismo tiempo seguía deslumbrando todo el lugar, el tartamudeo del joven le pareció tan tierno que no podía evitar reír y le dice- No deseas algo mas?? quizás podría traerte mas salsa soja si quiéres...

-justamente era llamado para atender a otra mesa- sumimassen en un minuto estoy de regreso con usted ... -dijo yendo rápidamente a donde le indicaban, pronto sería su hora de salida y quería hablar con el pelioscuro-

-Ah, n-no gracias... -Respondió cuando el amable castaño le ofreció algo extra, intentando volver a ocultarse tras el menú, pero recordó que no lo tenía, pues aquel joven lo había tomado de vuelta de la mesa para poder acomodar los platos y ahora seguramente se lo había llevado consigo para atender a la otra mesa desde donde lo llamaban.

Dios... era un manojo de nervios y todo un desastre. Suspiró largamente, algo más aliviado ahora que el castaño se había ido de su mesa, su corazón podía volver a palpitar normalmente... ¿Por qué le pasaban ésas cosas a él? ya estaba bastante crecido como para que estuviera constantemente pasando por ésos problemas de adolescente con hormona revolucionada. Definitivamente no tenía nada de suerte, siempre topándose con gente con tan lindo rostro... era innevitable para él el fijarse.

-Definitivamente, un desastre -Se volvió a hablar, resignado, antes de llevarse un bocado de sushi a la boca y por fin degustar su plato.

-Yukina seguía atendiendo sus mesas, pero tenía cierto interes en la mesa del pelioscuro, la verdad le causaba curiosidad de ver a alguien tan joven estar solo, le hubiera gustado poder hablar con el, pero causalmente esa noche había sido muy movida, y cada vez llegaban mas clientes, pero siempre procuraba mirar a su mesa y dedicarle una sonrisa, las personas que estaban afuera cada vez q le veían sonreír casi gritaban como fans enamoradas-

-El chico sencillamente tomaba aquello como un gran halago, pero su interés estaba dedicado a ese chico parecía estar... aterrorizado con su presencia, era raro que alguien actuara así con el, desde su perspectiva su intrerés creció por ver la manera en que le rehuía-
-se acercó de nuevo a su mesa de forma sigilosa, y le hablo un poco mas suave para que solo escuchara el- Necesitas algo mas??... te noto un poco pálido...

Terminaba de comer su aperitivo de sushi cuando le vio venir hacia él nuevamente, se puso pálido a pesar de que su corazón volvió a bombear como loco en su pecho, pero trató de tranquilizarse. Seguramente él ni siquiera venía hacia su mesa, después de todo ya le había atendido, ¿no? no había necesidad de que volviera ¿verdad?...

¿Verdad?

- Necesitas algo mas??... te noto un poco pálido... -Le habló bajito, acercándose a él ligeramente para que nadie más escuchara, entonces creyó que moriría como un adolescente ante su ídolo más grande, sin embargo, éso hubiera sido demasiado fácil y... no sucedió.

-Y-Yo estoy bien... no se preocupe por favor -No se sentía capaz de mirarle a la cara, sentía que si lo hacía, iba a comportarse aún más bobo, así que centraba su atención en su plato de gyuudon aún tibio e intacto.

-por un momento pensó que se desmayaría ahí mismo, la verdad se estaba preocupando... pero también creyó que no le agradaba su presencia, así que tomó un poco de distancia, quizás sus sentidos se habían equivocado al tratar de acercarse al moreno-
si necesita algo... me puede llamar... le veo... un poco pálido por eso me preocupe... -reverencia de manera formal, yendose a la barra del restaurant y mirandole de lejos, su cambio de guardia ya acababa y se iría a casa-

-su mirada insistente seguía sobre el chico, no sabía como acercarsele .... y preguntarle si tenía algun problema con su presencia-

Suspiró profundamente, sintiéndose algo torpe por como estaba actuando, seguramente el chico pensaría que lo odiaba o algo así. Era tan torpe, sintiéndose nervioso como si fuese un adolescente y tan sólo por una cara bonita. Simplemente era innevitable para él y a la vez ta extraño, ¿por qué justamente él debía salir con ésas debilidades tan extrañas?

-Dios... -Volvió a suspirar un poco cansado. Había terminado su gyuudon y su soda estaba casi terminada también, así que ya era hora de pedir la cuenta. Trataría de disculparse también por su extraño comportamiento, aunque en realidad no sabía por qué sentía que debía hacerlo. Tratando de no pensarlo mucho para no arrepentirse, levntó tímidamente su mano para pedir la cuenta cuando el castaño miró hacia su mesa. Inmediatamente una sonrisa radiante se instaló en el rostro del mesero y sintió que ya comenzaba a arrepentirse -Ya es muy tarde, no pienses tonterías

-ya casi era hora de su salida, pero vio que el chico pidió la cuenta y se acercó a el con la factura en un pequeño plato, tomó los platos colocandolos en una bandeja- le gusto la comida??... -sonriendo amablemente, y como siempre galante-

-estaba que le decía que le diera unos minutos para hablar con el ... pero no estaba seguro del todo al parecer no le caía bien al moreno-

Espero que vuelva pronto.. será un placer atenderle como se merece -reverencia con galantería y le dió su trajeta de trabajo-

-Lo estaba, muchas gracias... -Trató de hablar normalmente mientras el joven se encargaba de retirar los platos a su alrededor. Estaba un poco avergonzado, la verdad no sabía cómo empezar a hablar, cómo disculparse.

-Espero que vuelva pronto.. será un placer atenderle como se merece -Le escuchó hablar con ésa amabilidad tan característica en su voz y cuando volteó a verle, le vio extendiendo su tarjeta de trabajo para él. Apenado por aquello, él también se apresuró en sacar la propia del bolso que había dejado a su lado y se la ofreció también.

-Lamento mucho haberme comportado tan extraño -Habló atropelladamente, antes de que comenzara a tartamudear o algo incluso peor, un tanto sonrojado, mientras recibía la tarjeta del otro -Yukina... -Murmuró para sí, ensimismado leyendo la tarjeta del mesero.

-tomó la tarjeta del chico sonriendo con gran alegría y le respondió- arigato gozaimasu... -leyó su nombre Kisa Shouta, el chico tenía tarjeta de trabajo?... eso le había sorprendido, pues parecía un adolescente, y eso era raro... pero no le dio suma importancia a eso y dijo de nuevo- es mi placer atenderle kisa san ... -reverencio y negó luego con su cabeza-

No diga eso... creo que quizás me porte un poco confianzudo... pero me gustaría que volviera al restaurant, me encargaré de atenderle yo mismo... -se notaba que yukina se esmeraba en su atención-

.-mira la hora en su reloj y le dice- vaya ya se me hizo tarde... creo q trabaje minutos demàs jajaja -riendo con gracia- estoy apunto de salir....

-No te disculpes, por favor, tú sólo estabas preocupado -Ésta vez su voz si salió más tranquila, sin embargo su cuerpo era todo un caos y su corazón no dejaba de latir a una velocidad que definitivamente no debía ser sana para ningún ser humano, pero era lo de menos, mientras pudiese entablar un par de palabras con aquel que parecía ser un príncipe sin parecer un bobo -Yo también espero volver a comer aquí, estaba delicioso -Dijo lo más sincero posible y, la verdad es que conociéndose como lo hacía, estaba seguro de que lo haría, una y otra vez...

- vaya ya se me hizo tarde... creo q trabaje minutos demàs jajaja estoy apunto de salir....

Su corazón volvió a latir fuerte, sintiéndolo prácticamente en la garganta, al escucharle, ¿pero qué le pasaba? no era la gran cosa, ¿verdad? no es como si él fuese a tener la valentía de invitarlo a alguna parte, además ¿por qué una persona como Yukina se fijaría en él?

-C-Claro, lo mejor será que me vaya -Murmuró casi inaudiblemente mientras tomaba su bolso y lo acomodaba en su hombro antes de levantarse de su asiento.

-tomo las cosas que faltaban de la mesa y antes que se fuera le replico- ahm yo... estoy por salir en unos minutos es solo cambiarme... si no te molesta podría acompañarte a la estación o quizás a tomar un café aun es temprano... y no tengo mucho que hacer luego ...

-no pudo evitar decirle aquello, quería hablar con el, el chico le causaba curiosidad, sin darle espacio ni chance de decir no por respuesta, corrió rápidamente a los lockers a cambiarse, cuando salio de ahí, comenzó a buscarlo, finalmente lo vio cerca de la puerta- kisa san?

¿Eh? ¿Acaso... acaso le había invitado a salir con él?

Bueno, no había sido precisamente una invitación a salir como algo más que dos personas civilizadas, pero... pero ¿por qué? sólo era un cliente extraño en el restaurant, no había motivo para que lo hciiera, él no era atractivo o algo así como para llamar la atención de alguien de aquella manera y...

No, lo mejor era salir de ahí lo antes posible, además él no le había dado tiempo a decirle que no, así que si volvía y no estaba no sería su culpa porque él desde un principio había pensado en no aceptar, bueno no es que no quisiera realmente, pero...

- kisa san? -La voz ya conocida del joven le interrumpió justo cuando estaba por salir por la puesta del restaurant, a lo que no atinó a hacer más que reír nerviosamente, llevando una mano tras su cabeza. Dios... era un desastre y simplemente no podía dejar de demostrarlo

-Ah~ y-ya llegaste -Habló torpemente, aún entre risitas -¿vamos entonces?

-Iba caminando hacía la salida y lo vio ahí parado esperándolo su corazón sintió acelerarse un poco por la felicidad, y caminó mas rápido hacía el- Kisa san arigato... no te hice esperar mucho??... si fue así -reverencia- Sumimassen... vamos entonces...

-va caminando a su lado, observándolo de vez en cuando- Estas bien?? si tienes frío te puedo prestar mi chaqueta.... -notándolo un poco nervioso y quizás con un ligero sonrojo en sus mejillas- Vayamos a un café yo te invito ... te parece?...

-su invitación era clara y directa, y no dejaría que kisa se fuera así nada mas...- Yo tengo poco tiempo de haber llegado a la ciudad y la verdad he sido muy suertudo de encontrar empleo rápido.... aparte de conocer amable como tu ... -dijo sin tapujos-