Otro nuevo miembro en camino

Le rodeo la cintura con los brazos. - sí, verdad, después de todo lo que hemos pasado, ya estamos seguros de que aunque vengan cosas peores no van a poder con lo que hemos creado.

- Mi geisha. - digo sonriéndole.


- nervioso? Si mal no recuerdo estabas borracho por una cerveza. - coloco un mechón de pelo tras su oreja mirándole con amor. - seguridad? Pues yo no la tenía, la verdad, también era mi primera vez con un chico, supongo que por eso no estaba tan nervioso, sabía que nos íbamos a equivocar los dos, pero sí, te deseaba, aunque no lo acababa de entender, lo hacía y lo sigo ahciendo.

- Realmente yo tampoco te veía como pasivo... desde luego no físicamente, pero tienes una personalidad tan adorable. Incluso esperaba que te enfadaras cuando te lo propuse, aunque si no me hubieras dejado penetrarte estaría bien. - le aseguro. - pero así está mucho mejor. - digo divertido.


- Seremos los dos papá, como lo haremos para que no nos llame igual? Podría llamarme otosan a mí y chichi a ti. Ah... y que le diremos cuando le den clases en el colegio de sexualidad? Si le decimos que es hija de ambos entrará en conflicto con lo que le enseñen en la escuela...

- un psicólogo? - me parece algo extremo recurrir a un psicólogo, pero ya iremos viendo.


Comienza a besarme y el como se cuela la mano entre las telas se siente muy bien. Le abrazo por el cuello profundizando uno de esos besos , a la vez que mi mano acaricia uno de los muslos de mi amante apartando la tela del yukata a su paso.

Le acabo recostando en el piso y me separo dando un tirón a su labio inferior. Le miro con los brazos estirados apoyados a sus lados. - Definitivamente eres imposiblemente sexy. - lamo su nariz y mejilla.

- Y yo soy sexy solo para ti. - digo besando su cuello. - Te veo así porque te amo y porque lo eres. - le aseguro.


Me lamo los labios mirando su expreión mientras acaricia mi cuerpo. - lA deseo aquí y ahora. - digo en susurros algo pervertidos. siento como Zack va apartando la tela. Tomo una de esas nalgas prietas en mis manos y la masajeo mientras mi lengua se pelea con la suya, para separarse y besar su hombro apartando la tela y dejándole bastante sexy con el yukata abierto.

Entrecierro los ojos cuando me llama hentai. - uruse, es tu culpa. - le miro de manera intensa y fiera cuando aprieta mi entrepierna sobre la ropa interior. Cojo sus brazos y los clavo al suelo, mirando la pose sexy de mi amante. Beso su cuello, lo lamo, lo marco y lo muerdo antes de dejar un reguero de saliva por su cuello y hombro .- voy a devorarte. - mis labios atrapan sus pezones y mi mano se cuela por el arco de su espalda sujetándole, y haciendo erectar esas frutillas rosas.

Aparto ese pie que aprieta mi sexo para poder pegar nuestras caderas aún más. Mi dureza se encuentra contra la suya y balanceo mis caderas mirándole a los ojos, de buenas a primeras ha despertado un apetito sensual mío que ya ha despertado antes y me resulta algo ajeno. Mi sexo se pone como una piedra cuando me llamo "amo". Hay veces que sin darme cuenta solo deseo someterle y dominarle, aunque la fiera sea yo.


El yukata cuelga del interior de sus codos y de un nudo casi deshecho. - Zack...- beso su pecho, el triángulo de su piel que deja ver el yukata y una de mis manos se adentra entre sus muslo acariciando entre sus nalgas.

/perdona tuve algunas complicaciones :3)

Se da cuenta de esa excitación en su amante, sonrie de lado, le gustaba desesperarlo, sentirse deseado, le encantaba saber que el otro quería hacerle suyo de esa manera tan apasionada, su respiración intenta ser calmada como para provocar más a Hatori.

-Mmm - esos besos en su piel le hacen sonreir, gime suavemente por esa mano que se pierde delineando sus piernas, hasta sentirla cerca de ese lugar estrecho, levanta un poco el cuerpo como reacción de aquella caricia

- Ngh... travieso - sonrie de lado pero aun así se notaba algo sonrojado, quita por completo la yukata del mayor y su mano se acerca a ese bulto endurecido, comienza a frotarlo dejándose besar y acariciar de igual forma

- Tori... - supira su nombre entre besos de cariño y deseo

Me muerdo el labio al notar como mi amante controla su respiración, solo queriendo provocarme. Y eso me hace encender y enfadarme de verás. Tomo uno de sus pezones en mi boca y lo mordisqueo antes de succionarlo con cierta fuerza, el otro lo froto entre mis dedos sin pausa. Cuando frota mi paquete no me detengo, si no que me empujo más contra él buscando caricias y lamiendo sus pezones con más lubricidad queriendo no sentirme el único desesperado aquí.


Solo cuando dice me nombre tomo algo de consciencia y dejo sus torturados pezones para besarlo con urgencia. Le miro abochornado, si sabe lo mucho que le deseo, porque me hace perder la cabeza de esta manera? Desciendo hacia su cuello despacio posando los labios y dejándole notar mi respiración.


Acaricio suave su trasero para meter un dedo en él y frotar sus paredes constantemente.

- estarás bien sin lubricante? - pregunto aún sabiendo que mi amante no me dejará apartarmde de él a po rl lubricante, pero me está provocando de tal manera que temo hacerle daño.

Aunque sería fácil dejar que me masturbara me escapo para bajar a lamer su agujero y así poder dilatarle mejor, meto un dedo más y los saco y los meto constantemente deleitoso de oír sus gemidos, beso sus muslos al hacerlo adorando las reacciones de mi amante

vER el movimiento de sus caderas me hace imaginar ya mi falo perforando su agujero, pero aún necesita más preparación, pero lo sexy que se oye y ver directamente y de cerca lo que hay entre las piernas de mi amante es suficiente como para hacerme erectar de verás. Tengo que dar un apretón a mi miembro para calmarlo mientras. Un gemido especialmente fuerte de mi amante hace que aparte la lengua y busque ver su rostro, pero mi mirada se encuentra con su tripa y sudo una gotita


Cuando creo que ya está saco mis dedos y me incorporo poniendo cada brazo a uno de sus lados y le miro con deseo. Acaricio su mejilla antes de envolver su cabeza con un brazo pegándolo a mi pecho mientras me empujo para entrar dentro suyo. - Dios...! - la sensación de tener mi verga completamente dentro es algo que nunca podré describir, pero es... oh...

Cuando mi amante se acostumbra a la intrusión busca mis labios y voy a su encuentro con desesperación. - te quiero, te quiero. - digo constantemente mientras nuestros labios se hinchan sutilmente por la intensidad del beso.

Dejo que se acueste acariciando su mejilla y mirando su cara de placer aún si no me muevo. - eres una hermosura.


Tomo sus caderas con un brazo para que al balancearme no se vayan para atrás. Sigo el movimiento pendular que mis caderas realizan para penetrar ese estrecho lugar. Pronto sudo por todo el cuerpo y dejo caer mi frente sobre el pecho de mi amante jadeando por el intenso placer, escuchando su halago, pero sin tenerlo realmente en cuenta por todas las sensaciones que estoy recibiendo por él.

- zack... - digo su nombre con sofoco, pero por encima de eso con ternura al escuchar sus palabras y aprieto los músculos de su brazo dejándole seguir con sus caricias.


Freno un poco cuando me pide lentitud y lamo su pecho cuando me vuelvo a clavar en él, elevando poco a poco su cadera a más centímetros de la cama con mi brazo. Jadeo sobre sus labios y entre ellos. Poco a poc voy adentrándome más y más entre esa carne que aprieta mi sexo. Un gemido sordo sale de mi boca cuando mi glande se topa con la próstata, siento como el orificio uretral suelta líquido al sentir esa estimulación y aprieto el agarre d emi amante ante ese placer. Desciendo besándole tranquilamente y moviéndome hacia afuera para volverle a embestir.

Suelto su brazo para apretar su sexo, quiero venirme con él y siento mi orgasmo bastante cerca.


Me ha pedido que vaya despacio y lo hago, pero cuanto más siento el orgasmo agarrarse a mis gemelos más intensidad gano en las embestidas. Deposito besos húmedos en su boca y en su cuello, dejándole una amrca bastante notoria en un lado de su garganta. El sabor de su piel sudada no es desagradable para nada, es casi dulce sin dejar de ser salado.


Cada vez me empujo adentro suyo más rápido y acaricio más diestramente su sexo. Acaricio uno de esos muslos que se abrazan a mi cadera. Respiro forzosamente justo antes de venirme en un grito gutural que estalla en el oído de mi amante haciéndole feliz con ello. Siento el semen salir a chorros dentro de su cuerpo y escurriéndose a fuera un débil hilillo de semen aún sin sacar mi miembro de él, pero al ir poniéndose flácido el semen sale en más cantidad de su cuerpo. él también se ha venido. Acaricio su rostro antes de besarle con pasión acabando el momento.

- No digas eso... la última vez que lo dijiste nos vino la sorpresa. - digo bromeando cuando dice que le llené y beso sus labios con cariño disfrutando de todos sus mimos. Cuando se sienta y me sigue besando me avalanzo encima suyo tumbándole y besándole juguetón.


Le miro dando toques en su nariz con la mía antes de apoyar mi frente en la suya. - Te amo, Zack.


Me quito de encima ciñendo su talle con la mano y miro su vientre bajo mi brazo. - Sí, creo que te ves gracioso, es como si te hubieran pegado la tripa, no cuadra con tu cuerpo. - me inclino dando un beso sobre su ombligo y me tumbo mirándole y jugueteo con un mechón de su pelo negro azabache.