Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Esa respuesta no fue muy satisfactoria, es decir, ha sido sincero, pero no me ha quedado nada claro que podría cocinar que le gustase especialmente. Por otro lado, lo tengo bastante fácil, menos caracoles le gusta cualquier cosa. - a mí tampoco me gustan. - saco la lengua en señal de asco y me doy cuenta de que está sonriendo bastante. - Mi última pregunta. Veamos... ¿ y por qué bosque?- le pregunto.


Después de que conteste alzo los ojos al techo un segundo antes de mirarle. - Bien, tu turno.

- Porque los bosques son templados y no me gusta el calor excesivo - claro y conciso, después escucha aquello de que es su turno - veamos... también quiero saber tu edad... - no le preguntaba acerca del regalo porque eso quería descubrirlo por si mismo guiándose de las pistas que le diera en cada día que se preguntasen algo - que es, aparte de los libros, lo que más te gusta en el mundo, que odias en absoluto... - obviamente también sabía que le encantaban los dulces - qué es lo que jamás perdonarías a alguien y por último... tendrías mascotas?

- Todas de golpe. Tengo 30 años, me sorprende que no supieras eso, mi fecha exacta de nacimiento no la sé, pero la que decidió el orfanato y aparece en mi carnet es el 11 de Enero. - la verdad, pensaba que sabía cuantos años nos llevábamos. - Lo que más me gusta...? te refieres a algún objeto físico? Me gusta todo aquello que viene del mar, es decir, los peces, las anémonas, el sonido de las olas... es algo tonto, tampoco es que lea sobre ello, me agrada que sea el lugar de la tierra que nunca se pueda llegar a explorar del todo, que sus profundidades sigan siendo un misterio.

- Odio las habitaciones de los hospitales, totalmente blancas, supongo que es por pasarme tanto por ellos. - pienso la cuarta pregunta. - Yo creo que la mentira a veces tiene su buena causa o su justificación, miedo sobre todo, aunque también surge para conseguir un interés personal. Eso es lo que no perdono, que alguien me utilice para sus propios medios sin pensar en mis propios sentimientos, en mi persona, que desprecie a otros a cambio de salir bien parado. - sé que Kunsel comprende esto, pero no lo ha vivido como yo.


- mascotas? Ya sabes que soy alérgico a los perros, Zack siempre tiene que guardar a Yen cuando iba a su casa a daros clase, además es un animal que necesita mucho tiempo con su amo y no podría cudiarlo aún sin alergia, creo que realmente solo podría tener un gato al ser un felino tan independiente, no me importaría tener uno y no soy alérgico a ellos, pero no sé si tendría uno... - finalizo.

- Gatos... son... extraños, si bastante independientes a veces... - asegura despues de escuchar las respuestas del rubio - bueno... ya hemos tenido nuestra dosis de sinceridad - sonrie divertido, realmente eso era algo extraño, preguntarse diariamente 5 cosas, pero al mismo tiempo era interesante, porque así aprendería diariamente algo de su amante

- Bien... creo que nos parecemos en algunas cosas... sobre tu edad, - se queda pensando un poco pues cuando tocaban el tema del aspecto de Ethan este se ponía algo sensible - cuando llegaste a Wutai a veces creía que más que doctor eras enfermero... tal vez te parezca tonto pero no parecías tan mayor... te vez más joven de lo que eres... crei que tendrías... 26 años... algo así

- sí... - digo cuando dice que hemos tenido nuestra dosis de sinceridad.

- ya te dije que mi cuerpo va a un ritmo diferente, incluido el rostro. - me encojo de hombros. Me levanto dándole un besito. Me quedo un tanto desconcertado al apartarme, se estaba realmente a gusto. - bueno, casi es de noche, así que voy a hacer la cena. Descansa, sí?- me inclino dándole otro beso y voy a la cocina.

Miro si dispongo de todos los ingredientes y me pongo a ello. Tardo bastante en preparar la cena, a pesar de ser un palto sencillo, pero me esmero que el aspecto esté algo decente, aunque no servirá de nada si el sabor no le agrada a mi amante.


Cuando entra tengo puesto un delantal negro y blanco y estoy sirviendo los platos. - siento haberme tardado. - hago un gesto de vergüenza por hacerle esperar y coloco los platos con sendos secretos ibéricos a la naranja. Solo espero que sepa bien, el plato es muy bueno, cuando lo hice con Cris estaba delicioso, pero fue bajo su supervisión y no sé que tal me habrá quedado.

Spoiler:

Se duerme un rato, después puedo oler algo delicioso, así que se levanta y camina hacia la cocina, mira a Ethan con el delantal y sonrie, se ve bastante atractivo el mayor, se acerca dándole un beso en los labios de manera suave mientras le toma por la cintura - tiene muy buena pinta realmente - se sienta y da el primer bocado, mira con seriedad a su acompañante pero después le sonrie

- Esta delicioso¡ - come un poco más - vaya... buen olor, presentación y sabor - asegura para seguir comiendo acabándose lo que le habían servido - me ha encantado, tienes buena mano para la comida... habrá algo que no sepas hacer? - pregunta pues el rubio en verdad era un estuche de monerías

Apenas dejo los platos y Kunsel me agarra y me besa, no me pilla desprevenido y respondo cerrando los ojos y abrazándome a su cuello, a la vez que me pongo ligeramente de puntillas para llegar mejor a él.


Me separo sonriente. - Espero que sepa como se ve. - digo sentándome también y observando como lo corta y se lo mete en la boca mientras yo parto el mío en pequeños trozos para poder comerlo junto a la naranja y la salsa. Unos segundos de tensión mientras mastica para luego sonreírme. - Que va, ha sido práctica. Quería hacer algo que te gustará. - como un poco de mi plato, menos mal, sí que sabe bien, la primera vez se me olvidó apagar el fuego y se quemó todo. - Bueno, cuando vayamos al Karaoke, te darás cuenta de que no sé cantar.

- Y quien sabe cantar en el karaoke? - dice divertido recordando los berridos de Reno y la voz sin ritmo de Rude, aunque Zack era otra cosa, no es que cantara como un artista pero tenía una voz más afinada y a veces se emocionaba demasiado como si estuviese en un concierto - si todos los que vamos al karaoke supieramos cantar... el mundo estaría lleno de artistas, el karaoke es para los que no podemos cumplir nuestro sueño de ser famosos - dice sonriendole.

- Y dime, te gustaría hacer algo en particular esta noche? - pregunta tomándole de la mano, acariciandola un poco de manera suave y cuidadosa

- lo sé, pero tú preguntaste. - digo comiendo. Tiene razón, al karaoke se va a pasarlo bien, no a demostrar quien canta mejor. - además, me sé pocas canciones.


Siempre me pregunta que quiero hacer pienso y detengo sus caricias agarrando su mano con cariños. - Bueno, yo... quiero que usemos los dildos. - le respondo. No quiero retrasarlo más, quiero empezar a prepararme para poder recibirle dentro de mí. No sé como aguanta con lo poco que le doy en lo referente al sexo. - si no estás muy cansado claro.

Se sorprende al escuchar esas palabras.

- En serio? - pregunta pero antes de recibir respueesta Ethan le dice aquello - oye, no estoy cansado, nunca estaría cansado para el sexo, tal vez algunas veces no te lo proponga pero eso no quiere decir que no te deseee, es solo que no quiero presionarte - le sonrie dulcemente

- Así que... esta noche no te dejaré dormir - dice coqueto pero se notaba a legua que ahblaba enserio

¿por qué se sorprende tanto? ¿tan inusual es que quiera hacerlo con él, tan extraño le resulta? Sé que no siempre me muestro muy dispuesto, pero no es porque no desee hacerlo con él, es solo que no quiero incomodarle con mis caprichos y a veces me hace avergonzar hasta tal extremo que puede parecer que no quiero hacerlo, pero no es así, quiero que me tome, que nuestros cuerpos se unan y causarle todo el placer que mi famélico cuerpo pueda darle.


Cuando dice que nunca le faltaría energía para algo así pongo los ojos en blanco, a veces es incorregible pienso divertido. - No presionas, cuando quieras hacer algo me gustaría que me lo hicieras saber.


Eso dice siempre, que no me dejará dormir en la noche, pero los dos sabemos que apenas puedo correrme dos veces sin acabar agotado. ¿quiere sexo toda la noche? Me gustaría dárselo, pero está fuera de mis capacidades. Como pensaba le dejo siempre insatisfecho, tengo que hacer algo.

Sigo comiendo dándole vueltas a lo mismo. - mañana no tienes clase? - pregunto con curiosidad

- Mañana... no, no tengo y puedo tomarme el día.... es lo bueno de ser el consentido del dueño - dice divertido, pero realmente el restaurante iba bien con o sin él, la nómina estaba siempre a tiempo y llevaba las cuentas puntual como un reloj, al parecer cada uno de ellos ya había tomado sus funciones.

Zack la cocina, Reno las compras y atención al cliente, y Rude revisión de proveedores y niñera de Reno.

- En qué piensas?- pregunta curioso cuando le ve tan pensativo.

- Bien... - respondo cuando me dice que tiene el día libre y rio un poco. - eso sonó como si fuera tu amante. - me inclino besándole y me separo para terminar de comer.

- Nada. Estaba pensando que si te gustó tanto el plato tengo que decirle a Cristian que me pase alguna receta más. - concluyo la comida y cuando hace lo mismo recojo los platos y los limpio, además de echar el delantal a lavar.

Suspiro y cuando dejo el último plato en el escurreplatos me acerco al rubio y me abrazo a su cuello besándole con ganas. Me retiro un poco mirándole a los ojos antes de andar hacia atrás con él agarrado, yendo a su cuarto. cuando entramos se va al baño y saca el paquete con los dildos. - con qué ahí los tenías ocultos. - sonrío y abrazo su cintura besándole con dulzura, mientras quito su jersey de soldado y le empujo suave para que se tumbe. Me siento en su estómago.

Bueno, mi cuerpo le gusta, no? y si quiero darle placer tengo que excitarle de alguna manera. Me da pudor hacer el ridículo, pero... si lo hago se reirá y eso no es tan malo. Su sonrisa es preciosa y su risa varonil.


Me saco la camiseta mirándole desde bastante arriba. Por un momento pienso en abandonar el plan al verle debajo de mí, pero mi insuflo a mí mismo valor. Mis manos llevan las suyas a mis caderas, las cuales meneo en movimientos lentos de baile mientras mis ojos no pierden de vista esas turquesas. Acaricio sus brazos antes de llevar una de mis manos a mi nuca y hacer que baje por mi pecho y abdomen en una pose que intento que sea sexy, bajo un poco más acariciando sutilmente mi sexo, antes de que se cuele entre mis piernas y las de mi amante agarrando su paquete con cierta fuerza. - Kunsel... - me agacho lentamente besando sus labios en besos cortos y amatorios.

- Claro,tenían que estar en... - corta palabra al sentir como le empuja, sonrie apagando las luces mientras pasaban por la puerta. - wow... - dice cuando siente como le recuesta, se apoya en sus brazos para mirarle bien, sus ojos persiguen esa silueta con tranquilidad, mirando su cuerpo, siente una punzada desde el cerbro hasta la entrepierna al mirar lo que hace.

Relame sus labios, se veía tan sensual, no sabía por qué Ethan no podía ver lo sexy que era. Sus manos se pasean por esas caderas tan sexys, su respiración comienza a agitarse

- Ngh! - se recuesta en la cama mirándole desde abajo con ojos llenos de deseo, corresponde esos besos, su sexo, tan solo con esa visión, estaba comenzando a humedecerse, sus manos masajean los gluteos de Ethan lo más que puede

Me acaricia y me hace suspirar. Mis ojos siguen a ese punto rosa que se mueve por sus labios que los hace brillar al cubrirlos de saliva. No me paro a pensar en que parece gustarle, si no que le beso profundamente, metiendo y sacando mi lengua, de tal manera que en ocasiones nos besamos en el aire de forma lúbrica.


La mirada de Kunsel es intensa y está puesta solo en mí, siempre le excito sin hacer nada, por una vez estoy provocándole, estoy causando sentimientos en él deliberadamente y es un punto para mi autoestima que me impulsa a seguir.

Mis nalgas se tensan cuando Kunsel las aprieta. - ngh! - Bajo su cremallera e introduzco mis dedos entre la tela del pantalón delineando ese enorme bulto cubierto por la tela. Cuando retira una de sus manos de mi trasero entrelazo nuestros dedos. - te amo, kunsel-kun. - beso su barbilla y mis labios acarician su cuello a la vez que continúo con las caricias de su sexo.

Separa un poco sus piernas para dejarle entrar libremente, corresponde los besos de Ethan, esta vez le dejaría hacer todo lo que quisiera con y sobre él.

- También te amo... y te deseo - susurra de forma por demás deseosa, sus besos son lúbricos, bastante voluptuosos mientras devoran los de su amante - me harás el show completo? - sonrie señalando que aun llevaba algo de ropa encima - quiero verte sin nada encima - sus dedos se dirijen por arriba de su sexo, relamiendose nuevamente los labios

Tengo que relajarme, pera que no parezca forzado. Me separo de su cuello mirándole a los ojos, sorprendentemente no me he ruborizado aún, mis mejillas solo gozan de un poco de rosa por el calor y es que ese cuerpo escultural es suficiente para alimentar las fantasías de cualquiera.

Asiento cuando me pide que me quite la ropa que me queda. Me vuelvo a sentar erguido sobre su abdomen de acero. Con movimiento pausados desabrocho el botón de mis vaqueros y luego bajo la cremallera dejando adivinar el color oscuro de mis bóxers, no me quito la ropa, si no que intento encenderle más visualmente. Mi otra mano no ha salido de entre sus piernas, al contrario, ha retirado la ropa interior y toca directamente el humedecido pene de mi amante.Jadeo con voz dulce cuando acaricio mi propio paquete delante de él por encima de la fina tela de los interiores, muevo mi cadera contra mi mano como si me estuviera excitando solo con ese toque, mientras lamo la comisura de mis labios mirándole bastante excitado.

Una gotita de sangre sale de su nariz, se toca en ese lugar sintiendo la humedad de la misma, realmente Ethan le estaba excitando sobremanera, su forma de moverse, de actuar era simplemente delicioso en todos los aspectos. Traga grueso cuando se frota con su propia mano de esa manera.

- Dioses... - susurra de manera suave al verle, extasiado de todo lo que estaba haciendo de cada movimiento, cada cosa que le estaba volviendo loco, su sexo estaba ya completamente erguido, gime un poco pues el roce del pantalón le estaba matando al no poder liberarse por completo de esa sensación -mi amor... - sus dedos suben a los pezones del rubio que ya estaban erguidos, los pellizca levemente

- eh... - veo la sangre salir de su nariz, eso es un derrame nasal... Al contrario de sentirme aliviado, como médico que he sido sé que tumbado esa hemorragia no se va a detener, la cabeza debe de estar a más altura del corazón.

Me quito de encima suya sentándome a su lado, me mira contrariado, para él solo es una hemorragia nasal, pero yo estoy preocupado. - Haz el favor de sentarte, Kunsel si no la hemorragia no se detendrá, por favor. - sé que está excitado, yo también, pero recostado la hemorragia empeorará. - te prometo que luego seguimos, pero tienes que taponarte la nariz 5 minutos. - digo algo preocupado.

- Eh? . se sorprende sentándose. - E-Ethan... estoy bien... - es inutil decirle cualquier cosa, le pone un tapón en la nariz, a veces se preguntaba el por qué hacía eso, todo estaba tan bien, era como si de pronto quisiera costarle la inspiración y la excitación así nada más, no era para tanto tampoco se iba a desangrar.

No dice nada, suspira resignado, cuando algo se le metía en la cabeza no había de otra que dejarle hacer. Aunque no le hacia mucha gracia.

- siéntate y agacha la cabeza. - le pido. Le miro alicaído. - sé que estás bien, una hemorragia nasal no es nada, pero si no se tapona la herida en esos vasos sanguíneos puede seguir saliendo sangre y caer en la boca, lo entiendes?- acaricio su espalda. - lo siento, yo... siempre lo arruino. - me siento a su lado con las piernas recogidas contra mi pecho y me siento morir al ver bajar la erección de mi amante y la mía. - en verdad, lo siento. - sé que no es nada peligroso, pero no podía continuar sabiendo lo que puede pasar si la hemorragia no se cierra.

Toda mi determinación se ha ido al traste, ya no sé que hacer para no cagarla siempre.

Se rasca la cabeza.

- Pero... se te olvida que nuestras heridas cuando son pequeñas se cierran solas... - dice acariciándole lel cabello, a lo mejor no era tan fuerte como Zack ni tenía tanto mako en las venas pero tenía el necesario para no preocuparse por hemorrágias nasales. - no lo arruinas, creo que a veces eres más médico preocupon que otra cosa - se acerca pasando su mano por los hombros de Ethan, besa su cuello - cariño, no te preocupes de más... - tal vez su excitación había bajado, si pero no por ello había terminado, le recuesta.

- De vez en cuando, deberías relajarte un poco más, y si vez sangrar a tu amante por mirarte sientete halagado más que preocupado, más aún si tu amante es un soldado clase Shin-ra - le sonrie tiernamente y baja besando su piel, llegando a sus pezones - pero lo que es hoy . lame uno de ellos - no me dejas con las ganas - muerde con algo defuerza pero no para lastimar.

- tienes razón, lo olvidé. Creo que ya no te veo como soldado. - le sonrío un poco por lo comprensivo que se muestra. A pesar de sus caricias estoy tan preocupado de haber vuelto a estropear las cosas que hasta que no me encuentro tumbado en la cama y recalca que ha tenido un derrame nasal por mi causa, no me doy cuenta de lo mucho que he conseguido. Aunque sabía que el derrame lo había provocado yo, no he tenido consciencia de ello. Le he excitado tanto que ha tenido un derrame nasal, le he causado un derrame y no me siento en absoluto culpable de ello, como él dice, me siento halagado.

- Intentaré recompensártelo. - le aseguro y pienso intentarlo ya mismo, nunca sé muy bien que hacer cuando estoy abajo, pero me prometo intentarlo. Le sonrío también, pero enseguida me quejo sensualmente por la acción de sus dientes. Retiro el tapón de su nariz que ya dejó de sangrar y lo dejo sobre la mesilla donde está el lubricante. - prepárame bien, sí? - me apoyo en mis codos y le beso acariciando sus labios con mi lengua despacio. Nuestras piernas están liadas y mi pie se restriega contra su muslo y luego sobre su sexo. Me abrazo a su espalda y mis manos se deleitan con todos esos músculos.

- Oye eres un travieso y lo sabes verdad? - siente como se restriega contra él, acariciando su erección con la pierna, sonrie de lado y comienza acariciar sus costados. - si me abrazas tan fuerte no voy a pder prepararte como es debido - se separa dejando abiertas sus piernas mirando cuan sensual estaba, relame sus labios demanera tal que se veía incluso un tanto pervertido.

- Veamos...veamos... - toma el paquete del consolador y lo abre, era un dildo sin forma, de textura lisa y delgado - comenzaremos con este si? , pero antes... - se acerca para comenzar a lamer la entrada de Ethan su lengua pasea por esa estrecha y rugosa porción de su cuerpo, sintiendo cada pliegue con su lengua de manera tranquila, comienza a meter su lengua lentamente, poco a poco, siendo su lengua no habría problema, despues de un rato se aventura a meter el dedo medios, despacio, cuidando de no lastimarle


- T eduele?

- no digas eso. - le pido cuando dice que soy travieso, he tenido que reunir mucho valor para lo que hice hace un rato así que cuantos menos comentarios oiga al respecto mejor.

Le suelto y observo el falo y asiento. Me sorprendo cuando lame mi entrada, es la primera vez que hace algo así, su lengua ahí se siente extraña, pero para nada es algo que pueda calificar como repulsivo, al contrario, cuando me acostumbro al tacto de su saliva y de su lengua acaba siendo grato y jadeo levantando mis caderas para facilitarle la tarea.

Le miro a los ojos y le sonrío, acaricio su mejilla. - No me duele nada. - le aseguro, me he acostumbrado a tener un dedo dentro. - Mete otro. - le pido intentando no tensar mi trasero para no hacernos las cosas difíciles a ninguno.