Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Cuando se pone de lado me deja sin escondite, pero es para bien, porque puedo ver su sonrojo, lo que me hace desviar la mirada pese a tener unas mejillas deliciosas ahora mismo. Cuando dice que le he parecido varonil le miro y sonrío feliz. Por fin me ve como un hombre, no es que siguiera creyendo que me ve como una mujer, pero también tenía claro que no me veía como varón.

Acaricio su pecho y exhalo el aire. - y eso es... bueno? - le pregunto a lo último que dijo, acaricio su pecho con mimo.

- Es... un tanto desconcertante... - dice sonriendo - pero si es bueno... aunque me hiciste sentir como un chiquillo - se rasca la mejilla, un gesto que se le había epgado de Zack - es...es decir, hacía mucho que no me sentía así... tan ... vulnerable - si, era vergonzoso admitir algo así pero con Ethan estaba bien, era su pareja así que tenían que ser bastante sinceros uno con el otro, le toma del mentón besandolo de manera profunda.

- Me hiciste sentir pequeño... pero no en un mal sentido - le besa la nariz - te amo Ethan .

- pequeño? - cómo voy a hacerle sentir pequeño? Por Dios, cuánto mide? 1,85 m? respondo a sus besos y cuando besa mi nariz sonrío. - No me pude controlar. - admito y le abrazo. - cuándo estoy contigo también me siento pequeño e indefenso, aunque la diferencia es que yo lo soy. - sonrío. - a Veces tengo miedo, Kunsel. Te he dado el poder para destruirme, pero confío en que no lo harás. - acaricio su mejilla antes de darle un beso dulce.

Me pregunta si quiero zumo, pero le retengo. - Quédate conmigo. - le pido y sonrío cuando lo hace. - gracias por este día

- Ok cariño - dice recostándose a su lado, mirándole a los ojos - y sobre lo de controlarte... si me dí cuenta de ello, tus ojos se notaban tan lúbricos que me hiciste sentir el más pasivo de los hombres - sonrie divertido por ese rostro tan bellamente ruborizado.

- No tienes que agradecerme, al contrario, gracias por dejarte consentir... a veces es dificil hacerlo... sé que tienes mucho dinero y que eres mayor que yo, pero también tengo que ofrecerte y enseñarte, y aunque se que lo sabes... a veces siento que te puede más el orgullo de no sentirte debil - le acaricia los costados - para mi no lo eres, solo que a veces me gusta ser cariñoso contgio y al igual que tu intentas protegerme yo deseo hacerlo... supongo que ese es de los pocos problemas enuna relación gay, puesto que la gente piensa que uno es el hombre y otro la mujer, pero cuando lo vives te das cuenta que ambos son hombres y no lo dejarán de ser y eso creo conflictos de protección - sonrie acariciando ese cabello rubio . tu que opinas?

- nunca te detendrás, verdad? - digo cuando suelta su opinión respecto a como me veía durante el sexo.

Le escucho atentamente mientras se me va el sonrojo. - No me cuesta eso. Me pongo en tu lugar, a mí no me gustaría que pensaran que estoy con alguien por su dinero, pero yo sé que no es así, por eso no me supone un problema que me invites. - suspiro. - sé que soy débil, más comparado contigo. Física y emocionalmente.

Froto mi mejilla contra su pecho. - Me gusta me protejas, que estés pendiente de mí, aunque a veces seas demasiado protector, también es verdad que a veces siento que me tratas como a una mujer, pero sé que no lo haces a propósito, nunca has salido con un hombre, el que seas mi pareja ya es como un sueño. Yo quiero que seas cariñoso conmigo, quiero que me des todo de ti. Creo que muchas de nuestras peleas si que han sido "conflictos de protección", pero quiero que cuidemos el uno del otro siempre.

- Si, está bien - le besa en la nariz y después se levanta - no sé tu pero si tengo algo de sed, iré a por algo de tomar si? - iba a dar un paso cuando de pronto se detiene en seco, le dolía un poco pero era la primera vez que sentía la punzada - vez... ahora si te moviste con ímpetu - dice divertido para camiar hacia la cocina.

Regresa con los jugos y le pasa uno.

- Aaa refrescante... sabes mi amor...en verdad eres muy sexy... - le mira de reojo con coquetería - oye... aguantas un segundo round? - pregunta sin dejo de vergüenza

- lo siento. - digo arrepentido de haberle hecho daño y no haberme estado quieto, pero ha sido genial, si no fuera porque si que le he hecho algo de daño estaría muy satisfecho.

- arigato. - digo cuando me da el zumo y lo sostengo en las manos. Me alegro de no haber bebido, porque seguro que lo habría escupido cuando me echa un piropo.

- eh? - miro a mi amante y luego al vaso. Me lo bebo de un trago, pero sin prisa y le dejo en la mesilla antes de colocarme sobre él y besarle con ganas, nuestros besos saben a naranja recién exprimida. Y esa es mi respuesta. Estoy algo cansado, pero quiero dejarle satisfecho al menos una vez. - oye, puedes... usar los dildos y encenderlos. - digo con algo de vergüenza

Le acaricia los costados al darse cuenta que al parece si podrían hacerlo otra vez, su mano baja para comenzar a masturbarle lentamente.

- Mmmm... me parece bien, así me vengaré de mi andar extraño - lo dice de broma pues jamás lastimaría a Ethan en lo absoluto, ni tampoco era reclamo, solo una broma común y corriente. - te adoro, gracias por esforzarte por mi - dice sincero pues sabía que estaba cansado, le recuesta en la cama

- Lo primero es...despertar a este chico malo... - sonrie hablando sobre el pene de Ethan, lamiendolo de manera tranquila. - vamos a ver si se levanta así - lo mete a su boca y hala el prepucio cubriendo el pene totalmente y luego entra la lengua en la piel tocando el glande, rodeandolo, era la primera vez que hacia algo así, pero al parecer no se sentía nada mal, y dejaba a la vista de Ethan sus acciones por completo.

Rio suave cuando dice lo primero, pero es la última vez que lo hago, las acciones de mi amante junto a sus palabras sucias no me dejan apenas respirar pronto, pensar en reír es algo tan remoto como el pasado en el que se ubican las novelas caballerescas que critica Cervantes en su obra magna.

Me recuesta y antes de que baje le beso profundamente. Cuando suelta lo primero me sonrojo de sobremanera, no sirve de nada que le riña, he sido yo quien ha aceptado. Su mano, que ya estaba masturbando mi sexo desde el principio; deja de trabajar sola, la lengua y la boca de mi amante son sus cómplices, unos efectivos y sin escrúpulos. - aah!! kunsel!! ngh!!! - respiro a tropicones, eso me pillo por sorpresa. La imagen de mi amante encargándose de mi sexo es lo más voluptuoso que he visto nunca y hace que el calor de mis mejillas no se extinga.

- Amo como gritas mi nombre - dice sonriendo de lado y vuelve a meter su lengua entre la piel y el glande, el cual comienza a endurecer al igual que el falo se agranda entre sus labios, sus dedos masajean el tronco y bajan a esos testículos, se pronto se separa - olvidaba algo - se levanta y va a por los dildos pues no los había llevado - este malvado será el que goce de ti - dice lamiendo el que habían usado la vez anterior, lo lame como si fuese el falo de Ethan. No dejaba de mirarle a los ojos de esa forma tan... sucia pero sin llegar a ser vulgar.

- Separa tus piernas cariño - le besa los muslos internos

Gimo cuando vuelve a arremeter contra mi sexo y me agarro a las sábanas. Kunsel nunca se sentirá más pequeño que yo en sus brazos, no se puede ni imaginar lo vulnerable e indefenso que me siento, no hay defensa ante él.

- ngh! - siempre hace lo mismo se separa como si nada, vuelva a doler y tengo frío.

Cuando vuelve a la cama con el falo de goma lo que hace me hace abrir los ojos sorprendido de la poca vergüenza que tiene mi amante, ver como lame ese trozo de plástico inerte en vez de mi carne erecta donde la sangre se acumula en la cabeza me provoca un espasmo y me tapo de la boca de pena.


Me pide que abra las piernas y me destapo la boca agarrándome a las sábanas apra lo que va a venir. Abro las piernas todo lo que puedo y le miro a los ojos.

- Te vez tan bello - dice sonriéndole, pone una de las almohadas bajo sus caderas para mantenerlas elevadas, lame la entrada, lentamente, no tenía prisa - probemos... que tal se siente esto - prende el mecanismo de vibración, se sentía extraño, acerca la punta del falo de plástico al glande de su amante y se sorprende por el gemido que escaba de los labios de Ethan.

- Vaya... se siente bien, supongo - sonrie y vuelve a lamer la entrada metiendo su lengua para lubricarle un poco y acerca el dildo encendido a los gemelos de su amante sin dejar de lamerle para que pudiese tener dos diferentes sensaciones en su cuerpo

Cuando pone una almohada bajo mis caderas me siento muy expuesto, pero sé que así es más fácil. Me tenso cuando lame mi entrada, eso se sintió bien pienso y estoy cerrando los ojos para disfrutar de ese cosquillea cuando mi amante enciendo el vibrados y lo pega a mi glande. Gimo de sorpresa y le miro como un cachorro asustado.


Me encojo, hundiéndome un poco en el colchón queriendo que me trague ante la insaciable curiosidad y perversión de mi amante. El tacto del dildo no es mejor que el de su piel, pero si más fuerte lo que me hace gemir agitado cuando lo presiona contra mis gemelos. - aaaah! - muevo mi cabeza a un lado y a otro, se siente demasiado bien, no quiero mover la cadera apra no hacernos daño, pero la actitud de mi amante me está matando. Kunsel eres horrible pienso

Después de dilatarle un poco saca su lengua entrando el dedo medio, no era ya tan dificil como la vez anterior, siente esa calidez, comenzando a ponerse duro pues el imaginar como se sentiría dentro le hacia hervir la piel, jamás había tenido sexo anal con alguna chica pero si la calidez de una vagina se sentía muy bien, la estrechez de su amante debía ser el paraíso.

- Ethan... - después de haber entrado dos dedos y dilatarle lo más posible vierte lubricante en el dildo para comenzar a penetrarlo con el falo plástico - wow... no esta tan estrecho como la vez anterior - estaba apagado, lentamente le penetra por completo, jadeaba un poco excitado con aquella visión, traga saliba.

- Estás listo? - cuando Ethan le mira ya con más tranquilidad, al menos la que podía en ese momento, enciende el vibrador y escucha ese gemido tan placentero, sus labios van al glande comenzando a degustarlo, no podía quedarse solo mirando ese cuerpo tan bello

La dilatación ya no me resulta extraña, si no fuera por lo agitado que me ha hecho estar mi amante la habría disfrutado como un acto más de hacer el amor con él. El falo entra sin dificultad y eso me relaja, aunque el que eso vaya a empieza a moverse me pone un tanto nervioso. - kunsel... - digo apenado al verle, ojalá pudiera recibirle dentro de mí, quiero que sienta lo mismo que yo cuando le penetro. Extiendo un brazo acariciando su mejilla y me prometo a mí mismo hacer lo posible para que pueda hacerme el amor.


Me pregunta si estoy preparado y asiento. - estoy bien, me duele aún menos. - le aseguro, mi respiración es algo forzada, pero me encuentro mejor que ayer. Cojo aire y espero a que el dildo comience a funcionar. Abro los ojos sorprendido y gimo. - aaah! ah! - dios, el sonido que produce al vibrar no es nada mecánico, mi cuerpo tiembla al igual que ese objeto. Me encojo más cuando Kunsel comienza a lamer mi sexo. - kunsel, aah!! abrázame. - le pido con los ojos llorosos, el que Kunsel me vea tener placer a causa de algo que no es él me da algo de tristeza, pero no puedo evitarlo, se siente tan bien.

Asiente y le abraza

- Amor...en esta posición no puedo tocarte muy bien, espera. - dice comenzando a sentarle con cuidado de manera de no lastimarle, lo sienta sobre sus piernas, mirándole a la cara de forma tal que el dildo al salir no pegue con la cama, su mano mete y saca ese aparato

- Abrazame tu - dice para que el otro se abrace a su cuello y asi poder masturbarle también, le besa de manera constante y apasionada - como se siente? porque lloras? - pregunta mordiendo su labio inferior

Me quejo un poco, mis paredes se cierran un tanto con el cambio de posición. No dudo en abrazarle con fuerza. Jadeo con fuerza cuando mueve el dildo, que sigue vibrando y dilatando mi trasero, siento el lubricante caer por él hasta la mano de Kunsel y también noto el sexo de mi amante en un lento despertar. intento colocarme de tal forma que puedo masturbar su sexo, mi mano lo aprieta un poco y luego presiona la base del glande antes de acariciar sus gemelos. Me aferro con fuerza a su cuerpo con el brazo libre. - porque... se siente muy bien, ngh! pero quiero que seas tú. - le miro con un dejo triste, me besa y eso me hace sonreír, él está haciendo esto conmigo, no me deja que lo haga solo, intenta darme todo el placer posible, debería de estar feliz por ello y no pensar en cosas negativas.

El dildo se clava un poco y gimo un poco más fuerte, le miro agitado antes de poseer sus labios. - te amo, kunsel, te amo.

- Yo te amo a ti mi amor... y ngh... aunque tal vez no sea yo... quien esté dentro de ti.... si estamos solos, tu y yo... disfruto de ti en todos sentidos - le besa de manera profunda y llena de amor - y saber que lo que hago te gusta es lo mejor que puede pasarme, después cuando sea yo... será maravilloso seguramente - le besa el cuello mordiéndole, dejándole un marquta en ese lugar

- E-ethan... masturbame más fuerte... por favor... - el dildo entra y sale con más rápidez sintiendo esas masturbaciones de Ethan pero no igualándolas o podría lastimarle.

Si no estuviera siendo empalado por un vibrador le sonreiría al oír sus palabras. - suki! - digo emocionado abrazándole con fuerza y respondiendo a sus besos amorosos con ímpetu. - va a ser.... ngh! mmm! va a ser maravilloso, yo, me esforzaré para ello. - no pienso forzarme para así no preocuparle, pero sí que intentaré aprender que hacer cuando me penetre. Aunque mi sexo está por estallar, intento concentrarme en el dildo, que cada vez se mueve más rápido. Intento estrecharme cuando está medio fuera y destentar mis músculos cuando entra, esto me agota, pero sé que merecerá la pena.


- kunsel... mmm... - mis caderas no se atreven a moverse contra el dildo, por lo que me concentro en masturbarle más rápido, lo agarro y lo trato con algo de rudeza al ir más rápido, pero regalándole toques exquisitos que le hacen gemir junto a mí.


- aaah!! ah! - mi semen mancha su mano y su abdomen y su sexo no tarda en entrar en erupción derramando su lava blanca y caliente en mi trasero. Me cuesta respirar y lo úncio que quiero hacer es besarle con pasión animal, así mis labios se apoyan en los suyos y tratan de devorarlos.

Corresponde ese beso con la misma ansiedad del rubio, sus manos pasean por el trasero húmedo no solo de lubricante sino de su propio semen.

- Un día me correré dentro de ti y sería mi leche la que salga de ti - dice relamiéndose los labios de manera por demás pervertida y esa mirada podría hacer sonrojar a cualquiera, el dildo es quitado de ese lugar con sumo cuidado, le recuesta. - eres tan hermoso... - le besa nuevamente - te amo Ethan

Le miro mientras acaricia mi trasero y me quejo cuando saca el dildo, aunque con cierto alivio.


- no digas esas cosas pervertidas. - murmuro con un hilo de voz, estoy agotado y el sueño viene a por mí. Mis párpados pesan pese a que vuelve a besarme, solo me abrazo débilmente a él sin fuerza y siento como me recuesta y acto seguido me quedo profundamente dormido.

Sonrie al mirarle de esa manera, le besa la frente recostándole en la cama, limpiándo su cuerpo. Se tira a su lado observándole detenidamente.

- Te amo - dice a su oido y se duerme también.

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- Hola dormilón - entra con una bandeja de desayuno en sus manos - como están cariño? - besa su mejilla - estás bien?, te duele? - le acaricia el cabello con suavidad

Cuando entra con la bandeja le miro y me apetece más hundir la cabeza en la almohada de nuevo y dormir otra hora que desayunar, pero me fuerzo a abrir los ojos del todo. Bostezo sin llegar a taparme la boca, ya que tengo los brazos bajo las pesadas mantas.

- buenos días. - me incorporo mientras cojo la bandeja algo ido. - arigatou. - me froto los ojos. - qué hora es? no tenías clase hoy? - pregunto algo desubicado del día y la hora.

Sonrío cuando me da un beso en la mejilla y me acaricia el pelo. - estoy bien, pero tengo sueñito. - digo como un niño que no quiere ira clase. - estoy bien, solo me fatigué. - miro la bandeja que vine bastante llena, la verdad es que me muero de hambre. me preparo unas tostadas que me zampo, no con ansia, pero si que me llevo algo rápido los alimentos a la boca, pero los mastico adecuadamente. - está delicioso. - el desayuno es sencillo, pero me está sabiendo a gloria.

- Son las nueve de la mañana, si me di cuenta que te fatigaste, no te preocupes cariño, todo está bien - le observa - me da gusto que te agrade, no soy nada bueno en la cocina y eso es algo de lo que me enseñó a hacer Zack en la cafetería, no es nada del otro mundo y es lo que me queda más decente - dice sincero quitándo la bandeja cuando el mayor termina todo.

- En media hora me voy, tengo que arreglar algunas cosas si?, pero quería verte despertar, dormirás un rato más?

- Pues me gusta.- le digo sincero acabándomelo todo.


- claro. No, me iré a mi casa a dormir. - me imagino que a él no le importa que me quedé, pero a mí no me agrada mucho que en mi casa se quede alguien cuando no estoy, tengo la estúpida sensación de que me va a cambiar todo de sitio, aunque eso es culpa de Cristian que es un desordenado

- he dormido muy bien. - me doy cuenta de que debería de estar sucio, pero no es así, que Kunsel me haya limpiado es uno de los motivos por los que he dormido tan bien. le abrazo antes de darle un besito en los labios y le sonrío. - gracias por despertar a mi lado.