Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

- Gracias - en cuanto se lo da comienza a comerlo - pues.. sobre eso, vamos bien, de hecho estamos repasando todo porque Reno quiere hacer el examen con nosotros... jajaja somos una tercia de iletrados - dice divertido - Rude seguramente lo mantendrá a raya estudiando como si no hubiese un mañana... si yo soy responsable ese hombre me la gana... - asegura comiendo un poco más - y porque no habría de estar relajado? no creas que no me he puesto al corriente - le pica la punta de la nariz - tenme un poco más de confianza - sonrie y termina su bizcocho.

- Y bien, qué haremos hoy?

- ay! Tengo confianza en ti y aunque sé que lo harás bien estoy preocupado. - me siento en sus piernas algo dudoso de que le moleste y cuando me sonríe hago lo mismo y abrazo su cuello. - sé que lo aprobarás con nota, solo me preguntaba si estabas nervioso o hay algo del examen que te preocupe.


- No lo sé, no sabía si te vería hoy, me voy mañana temprano, ya tengo la maleta hecha. Te voy a extrañar. - aunque no me parecía mucho tiempo cuando más se acerca la hora de irme menos me apetece separarme de él. - Podemos ir a algún lado. ¿ no te aptece algún lugar?

Le deja sentarse en sus piernas, tomandole de la cintura para que no caiga, le mira a los ojos y le sonrie.

- Mmm bueno... justo ahora estoy en el mejor lugar del mundo - se recarga en el pecho del rubio, no quería salir, estaba algo cansado y solo quería estar junto a Ethan, hace un par de días habían ido de paseo y se habían divertido bastante, besa su cuello - vamos a la cama - observa la mirada del mayor - no vamos a hacer nada... y no porque no quiera, pero estoy más cansado que caliente - comenta sincero

- Me leerías un poco? tiene días que no escucho tu voz mientras me lees un libro... algo de vampiros... Zack a estado hablando de Drácula estos días... se quiere vestir de Hellsing... está loco - le carga en brazos para llevarlo a la alcoba, la biblioteca que tenía el rubio era grandiosa pero quería estar en la habitación

Me sonrojo cuando dice que se encuentra muy bien donde está. Le miro raro, pero más porque es algo pronto para irse a la cama que porque estuviera proponiéndome sexo. - Ok, si estás cansado no me propongas salir la próxima vez. - beso su mejilla.

- Voy a un libro. - me voy a levantar, pero me alza en brazos. - Kunsel, te tengo dicho que no me cojas en brazos. - le empujo para que me baje y bufo, que manía tiene con cargarme. - voy a buscar un libro sobre vampiros, espérame en el cuarto... - me meto en mi biblioteca. No estoy enfadado, pero no me gusta nada que me coja en brazos. Exhalo el aire antes de pensar donde tengo una antología de relatos vampíricos. Miro el índice según voy al cuarto.


Veo que se puso cómodo y parece algo impaciente por oírme. Sonrío y me siento a su lado. - te parece que sea El vampiro de Polidori?

- Ok ok¡... - dice cuando le empuja para que no le cargue, frunce el ceño, realmente no creía que eso fuera un delito, pero si no le gustaba no lo volvería hacer en su vida - se va al cuarto sentándose en una silla, a veces Ethan tenía actitudes algo extrañas... ambos tenían que acostumbrarse el uno al otro. - el que gustes - dice cuando le pregunta que historia desea, se recarga en la silla con los brazos cruzados para escucharle con atención.

ESpero que no le hay molestado que me niegue a que me lleve en brazos, pero que se ponga en mi lugar. Qué un hombre más grande que él lo llevara como un princesa cómo le haría sentir? No le doy más vueltas y abro el libro por la página que corresponde al relato que le he mencionado. La verdad es que no sé porque le gusta tanto que le lea, aunque me dijo que le calmaba y le ayudaba a salir al combate, a no deshumanizarse. Me gustaría poder hacer o dejarle hacer todo aquello que le guste, pero aunque intente siempre satisfacerle y complacerle lo más posible me doy cuenta poco a poco de que no es factible hacer algo así.

Acaricio el papel con las yemas de los dedos con ternura y admiración por las letras plasmadas en él. Las letras entran por mis ojos, el cerebro las recibe y no tarda en hacerlas salir por mi boca según las voy leyendo. La historia es de vampirismo romántico, la escribió el médico personal de Lord byron basándose en la figura de este, en la noche en que se surto Frankenstein en la villa Diodati



Sucedió en medio de las disipaciones de un duro invierno en Londres. Apareció en diversas fiestas de los personajes más importantes de la vida nocturna y diurna de la capital inglesa, un noble, más notable por sus pe culiaridades que por su rango.
Miraba a su alrededor como si no participara de las diversiones generales. Aparentemente , sólo atraían su atención as risas de los demás , como si pudiera acallarlas a su voluntad y amedrentar aquellos pechos donde reinaba la alegría y la despreocupación.Los que experimentaban esta sensación de temor no sabían explicar cual era su causa. Algunos la atribuían a la mirada gris y fija, que penetraba hasta lo más hondo de una conciencia, hasta lo más profundo de un corazón. Aunque lo cierto era que la mirada sólo recaía sobre una mejilla con un rayo de plomo que pesaba sobre la piel que no lograba atravesar...

http://biblioteca.vitanet.cl/colecciones/800/810/813/elvampiropoli.pdf


Concluyo el relato en un tono un tanto macabro y miro a Kunsel.

- Gracias... - dice cuando Ethan termina de leer - siempre ha sido un deleite escucharte... y no había escuchado antes de esa historia... creo que estará en mis próximas compras - asegura con voz afable. Y se levanta para ir hacia el balcón, sale mirando el paisaje desde ahí.

- Las historias de vampiros son bastante atrayentes... esa vida eterna, esa sensualidad en cada uno de sus actos... aunque el hombre en quien están basados haya sido tal vez más humano de lo que la gente piensa... creo que ya hay otro lugar al que quiero ir... - asegura mirando hacia el frente

Cierro el libro cuando agradece. - No hay de que. - le sonrío y tras acariciar la portada lo dejo en una mesilla. Veo como se va al balcón. Veo que sale hacia fuera y ya es de noche. Me pongo una bata desabrochada encima de la ropa y le sigo al balcón.

- La esencia del mito vampírico es sensual antes que cualquier otra cosa. Después de todo... el hombre imagina lo que no posee, lo que le es ajeno, desconocido hasta llegar a ser terrorífico. Perfección e inmortalidad, dos cosas inalcanzables y que de poder conseguir el precio sería algo que cierra todas las puertas a lo bueno de este mundo. - me siento en la barandilla del balcón, algo que suelo hacer con frecuencia. - Es la idea fundamental que trasmite este mito, es como una fábula, cierto?


- a dónde? - le pregunto. No sé si se refiere a algún lugar del libro o a donde fue concebido, una villa donde escribieron autores muy prestigiosos, aunque no sé en que estado estará hoy en día o si sigue existencia, todo será meterse en google.

- No tiene importancia... - le mira subirse a la baranda pero no dice nada - qué rápido se pasó el tiempo... - se recarga del barandal sin dejar de mirar hacia el frente. - Ya... mañana a que horas sale el vuelo?, quiero llegar temprano para llevarte al aereopuerto - mira a Ethan y entra al cuarto mirando la hora, ya era algo tarde pero nadie se lo robaría ni nada por el estilo.

- Te estarán esperando?, o tu irás solo a su casa?, seguro que el planear una boda es bastante atareado... aunque regularmente eso lo hacen las mujeres..

- sí que la tiene... - murmuro. Quiero saber todo de él, lo que le gusta lo que no, sus sueños y aspiraciones, sus miedos, sus intranquilidades, pero no voy a presionar ni a querer ir deprisa.

Veo su cuerpo recargado en el metal negro y como mira al frente. - El vuelo es a las 11, así que tendré que estar en el aeropuerto una hora antes... si tienes que trabajar no hace falta que me acompañes. - tomo una de sus manos entrelazando los dedos de ambos.


Me bajo de un saltito y entro buscando el traje. - Sí, viene a buscarme Cristian cerca del aeropuerto. Un minuto. - entro al baño con el traje, no porque me diera vergüenza cambiarme delante de él, si no para que viera solo el resultado final. Salgo con un traje elegante negro, era difícil hacerme a la idea de como me quedaba si ponerme la chaqueta por la escayola. - qué te parece? - quiero saber si le gusta como me veo, aún si me acusa de provocarle. - sabes? Volví otro día y me compré el blanco también. mE encapriché- - sonrío.

- Eres un caprichoso, pero te queda muy bien - dice sonriendole con tranquilidad. Bueno, es hora de irme... - le besa en la frente para caminar hacia la puerta - mañana vendré temprano por ti, como a las 9, sobre el trabajo no tienes que preocuparte, es lo bueno de ser jefe no crees? - le guiña el ojo - si necesitas algo no dudes en avisarme ok?, no vayas a cargar cajas pesadas y sobre las maletas yo te ayudaré mañana a llevarlas al coche, prometo no llegar tarde.

Sale de la casa para irse a su departamento, llamaría a Zack para decirle que mañana llegará tarde.

- eh? ¿te vas? - asiente y hago un mohín. Me hubiera gustado que durmiera conmigo una última noche antes de que me vaya, pero no digo nada, seguro que tiene algo que hacer por lo que no se puede quedar o no lo cree conveniente por algo.

- ok, tendré cuidado. - no dejo que se vaya antes de darle un beso largo con él que, inconscientemente, trato de decirle que quiero estar con él, pero aún así se va. No puedo pretender que sepa lo que quiero sin que se lo diga, pero siempre me gana el no querer darle más trabajo o resultar problemático para él.

Me rasco la cabeza frustrado y voy a cambiarme y a acostarme.



**************

A la mañana siguiente Kunsel está aquí como un reloj. - buenos días. - le doy un beso corto y le ofrezco el desayuno. Tenemos tiempo y lo tengo todo listo.

- Buenos días - acepta el desayuno pues no había desayunado para hacerlo con Ethan - como dormiste? - pregunta mientras se sienta para comenzar a comer, se notaba un tanto serio pero pretendía estar de buen humor, no es que estuviese enojado pero intentaba ser un tanto más reservado para no causarle alguna molestía al rubio. Suponía que tal vez le trataba de manera que el otro consideraba infantil así que intentaría ser menos efusivo.

- Esta delicioso, se ve que te sientes mucho mejor del brazo, pero espero que no vayas a hacer más de lo debido en el viaje

- Yo bien. ¿ y tú? - le noto bastante serio desde ayer. - Kunsel... es la 5º vez que me rompo el brazo, sé lo que tengo que hacer. - le sonrío y ls irgo el desayuno antes de sentarme con él.


- estás muy serio. - tomo su mano y me recargo en su hombro. No sé que le pasa, pero no quiero que esté así cuando me vaya. Ayer casi ni me beso, por no decir que no soltó ninguna frase para avergonzarme. Quizás no debería de echar de menos eso último, pero ya lo hago antes de irme.

- Yo estoy muy bien, al menos lo bien que se puede estar ahora que te vas - no responde a eso de estar serio, realmente a veces no entendía a Ethan, si estaba muy efusivo no daba una y ahora tampoco parecía hacerlo. - Si, ya sé qe no es la primera vez que te rompes el brazo, pero eso no quiere decir que no preocupe por ti... eso es lo que haces cuando te importa alguien y le quieres - tal parecía que Ethan pretendía que el otro se desligara de lo que le pasaba, le hecho de que fuera constante no quería decir que lo tomara como si no pasara nada.

Toma un poco de jugo separando su mano de la Ethan para ello.

- Lo sé y te lo agradezco, pero desearía no tenerte preocupado, aunque sé que no puedo hacer nada. Estate tranquilo, si cojo peso es con la mano sana. Recuerda que fui médico y al igual que esperaba que siguieran mis recetas médicas, yo sigo las que me manda un especialista. - le sonrío un poco, sin saber si está así porque me voy por algún otro motivo.

Pongo la mano que ha dejado de sentir el calor de la suya sobre mi regazo y tomo mi café y una tostada, no es que le pase nada y le note mal, pero irme sin saber que le ocurre me quita el apetito y desayuno bastante menos que de costumbre. Cuando termino dejo lavados los platos y subo a comprobar que tengo las cosas listas. Para que esté tranquilo le llamo para que me ayude a tomar las maletas y finalmente salimos al aeropuerto en mi coche.

Aparca cerca de la puerta le miro antes de salir. - me das un beso?

- Claro - se acerca y le besa en los labios de manera suave - vamos a llevar tus maletas - dice bajando del coche para abrir el maletero y bajar el equipaje de Ethan - es buena esta fecha para viajar, no hay muchas personas en el aereopuerto y no tardarás demasiado en subir... yo no he viajado en avión... siempre nos trasladaban en helicoptero a cualquier lugar donde teníamos que llegar... incluso cuando llegué aquí vine con Zack en uno... aunque el venía herido. - llegan a la sala de espera hasta que anunciaran que salía el vuelo, se sientan - quieres comprar algo antes... no sé alguna revista... o... algo?

Acaricio su mejilla mientras respondo a su beso con calma tomándome todo el tiempo del mundo en disfrutar de sus labios.

Después las maletas se van por si solas en las cintas al avión y yo tengo que esperar a que me llamen. - Sí, el viaje será tranquilo, de seguro. - escucho su historia y frunzo levemente el ceño pensado "shinra es así" niego con la cabeza a lo que me pregunta. - Llevo un libro en el equipaje de mano para el viaje. Estoy bien. - le aseguro

Me recargo en su hombro mirando las líneas que deja el tejido de su ropa militar, además, huele tan bien, huele a soldado guapo pienso divertido sin atreverme a comentar una broma en voz alta por la conducta de mi pareja. - te voy a extrañar. - me incorporo y cojo su mano. - Mucha suerte en los exámenes, sé que lo harás todo bien y me sentiré orgulloso de ti. SI quieres hablar conmigo, dame un toque y te llamo yo, tengo una tarifa para llamadas internacionales. Come bien y no te desveles mucho jugando a la consola y... - me doy cuenta de que un par de lágrimas están cruzando implacables mis pómulos y me las seco mirando a otro lado. Su forma de comportarse, me hace pensar que de seguir así acabemos separados pronto, no quiero eso, no. - te amo, Kunsel.

Mi vuelo llega segñun anuncia la megafonía.

Se da cuenta de aquellas lágrimas, le toma de las mejillas para secar los rastros de las mismas, se estaba muriendo por dentro pero tenía que guardar la compostura, no quería hacer algo que avergonzara al mayor.

- Descuida, estaré bien, recuerda que antes que subchef de una cafetería estuve en inteligencia en Shin Ra, así que no me pasará nada, sobre la comida seguro Zack me mantendrá a raya todos los días, sobre las desveladas no prometo nada... - Zack le mantendría despierto pues era obvio que el pobre no podía dormir desde que Hatori le había dicho que se iría, mucho menos ahora estando ya lejos .- también te amo - le iba a besar en los labios pero habían muchas personas, traga saliva y besa la frente del rubio.

- Anda, ya llegó tu vuelo... - es lo que dice antes de levantarse para ir con él hasta donde podía pues sabía bien que no le dejarían llegar muy lejos de la linea de pasaje.

Me acompaña a la línea de pasaje y le miro, he visto en sus ojos sus deseos. - kunsel... - cuando me mira le abrazo y le beso con vehemencia. - sé que te vuelvo loco, pero... aquí a la gente está a lo suyo en el hospital está todo el mundo aburrido y sin saber que hacer, algo que se sale de lo común les llama la atención y realmente me da vergüenza, tampoco me gustaría que me viera alguno de mis alumnos, no sé como lidiar con esos rumores después de lo de sasuke, pero por nada del mundo me avergonzaría de ti y no quiero esconderme. Te amo tal y como eres. - digo mirándole intensamente.

Se sorprende por el beso pero lo corresponde, a veces no sabía que estaba pensando Ethan.

- Yo también te amo - es lo único que dice y acaricia su mejilla, habían muchas cosas que debían entender los dos, uno del otro, pero más que las palabras valían las acciones, así que por ahora no diría nada más - cuidate y regresa bien - era hora, mira a Ethan alejarse por el pasillo, camina hacia la ventana para observar el avión despegar. Tal vez había sido demasiado frío pero le costaba encontrar el punto medio, no por él, sino por el rubio.

Suspira profundamente para regresar a casa, tal vez cuando Ethan llegara a su destino le hablaría, y esperaba estar ahí, aunque bien podría hablarle al celular.

Llega la hora de que me vaya y suspiro apretándole contra mí un segundo más antes de separarme. Le sonrío y cuando hacen un segundo llamamiento sé que me tengo que ir. - volveré antes de que te des cuenta. - le aseguro antes de enseñar mi pasaporte y alejarme hacia el avión...........



Mi estancia en Nigeria fue tranquila y se me ha hecho corta, pero tengo muchas ganas de ver al soldado rubio que me espera en Japón. No hemos hablado mucho este tiempo, pero ha sido suficiente. Hoy le daban las notas, seguro que estoy yo más nervioso que él. Antes de subir al avión de vuelta he enviado un mensaje de que estaba por subir. Le dije que iría directamente a mi casa y en la noche iría a verle a la suya, parece que quería ir a buscarme, pero es sábado y he oído en la tele que el atasco es monumental para llegar al aeropuerto, así que cogeré el tren de vuelta


Tras dejar mis cosas y tomarme un respiro y una ducha, cojo el coche y voy a su casa. Llamo a la puerta y cuando me abre no dudo ni un segundo en abrazarle. - kunsel!

- Wow¡ - le abraza cuando el rubio hace lo propio - hola, como estás? qué tal el viaje? - le invita a pasar, tenía en la mesa los resultados del examen, había tenido la mejor nota del grupo pero por ahora eso no importaba demasiado - te vez muy feliz, creo que la pasaste muy bien verdad? - le da un besito en los labios para caminar hacia la cocina.

- Tienes hambre?, tengo sushi que me enseñó a preparar Zack... no es tan bueno como el suyo pero creo que no sabe nada mal - lleva la charola y un par de cervezas, no acostumbraba tomar pero bien podrían hacer un brindis por la llegada del mayor, estaba pensando en comprarle un regalo para darle la bienvenida pero recordando la reacción de la ultima vez decidio hacerle de comer

- estoy bien. ¿ y tú? Bueno, el chico de mi lado hablaba en sueños... decía cosas de satanás... parecía poseído..., pero por lo demás bien. - sonrío. - sí, la verdad es que lo pasé bien. La ceremonia fue sin contratiempos, salvo cuando Cristian tuvo que bailar con laura, casi la tira al suelo. - digo divertido.


Sonrío ampliamente cuando me besa después de esos días. - seguro que está delicioso. - respondo cuando me comenta lo del sushi. - arigato. - me pasa una cerveza y al sentarme veo un sobre que conozco muy bien. Dejo la lata y saco el papel del sobre. Sonrío al ver que pasó todos y algunos con una nota excelente. Me levanto poniéndome enfrente de él mientras saco algo de mi bolsillo, un pequeño sobre que abro a su vez y saco una cuerda trenzada verde con un spondylus de colgante,, una concha de tono naranja precioso y se lo paso por el cuello. - omedeto. - sé que no le gusta que gaste dinero, pero este colgante lo he hecho yo con unos materiales que sobraron de unas actividades con los niños. Le doy un beso abrazándome a su cuello sin pincharme con el concha. - vamos a sentarnos.

- Eh?.. - se deja poner aquello, lo observa - gracias... aunque no debiste... - dice sentándose y pasandole el sushi - te encuentras muchas personas extrañas en los viajes... sobre el examen creí que sería más complicado pero todos pasamos... - come un poco, no es que no estuviese contento con la llegada de Ethan, al contrario, sin embargo estaba algo cansado pues habían tenido mucha clientela y con Zack andando como zombie de un lado al otro debía poner más atención, sumado a que Rude se llevó a Reno de viaje a una estancia privada cerca del mar como premio por haber pasado el exámen.

- Creo que Cristían es igual de bueno para bailar que yo... al menos no pasó a mayores... y como te fue con los chicos a los que les diste clases?