Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

- No sé... tengo solo peliculas de Guerra... - dice rascandose detrás de la cabeza, el solía ver ese tipo de películas diario, no solo por ser soldado pero le agradaban - veamos... creo que Zack dejó un par de títulos diferentes... has visto el niño del pijama de rayas?... aunque mejor no... es bastante triste.... - tenía a la mano una selección de la segunda guerra mundial pero no creía pertinente verlas en ese momento - que tal.... Spiderman? - suda una gotita, definitivamente no tenía muchos géneros de películas.

- Huelen bien - le ayuda a Ethan con el bowl de palomitas y se sienta a su lado - mmm... qué te parece esta? nunca la he visto... supongo que es de ese loco - le muestra la caja de Nightmare before Christmas - tu la has visto? - después que Ethan le dijera cual quería ver se sienta a su lado, acomodándole sobre su pecho de tal manera que no le lastimara

- Veo bastante cine, pero no me importa ver películas repetidas. - escucho la cartelera que me ofrece. - waw, pesadilla antes de Navidad es genial, amo a Tim Burton y el niño del pijama de rayas es también bastante buena, pero si no te importa que desafine un poco con las canciones, prefiero la de Pesadillas.

pONE el vídeo y adoro como me abraza a él, siento el calor de las palomitas através del bol de plástico y la respiración sosegada de mi amante. Empieza la película, pero la primera canción no la canto, aunque me la sé de memoria. Estoy realmente cómodo con él.

- Jajaja no no me importa que cantes, me gusta tu voz - le besa en los labios lentamente, y vuelve sus ojos a la pelicula, levanta una ceja al ver a todos esos muñequitos macabros y esa calavera - ... como puede parpadear si... las calaveras no tiene párpados - suda una gotita, había cosas que Kunsel aun miraba con gesto lógico, no por nada estaba en estrategías en Wutai, y pese a que con Zack sacaba su parte infantil no podía evitar ese razonamiento un tanto tajante con la fantasía, se quedaba mirando el como llega a la aldea navideña - me agrada el perro - comenta comiendo un poco de palomitas, ladea la cabeza, el tampoco había tenido una navidad como tal, si bien Zack le daba algún obsequio en nochebuena en Shinra no se acostumbraba celebrarla.

´Poco a poco las imágenes que se sucedían y las canciones le hacían interesarse más en el film, comiendo de vez en vez alguna palomita, acariciando el costado de su pareja, escuchando como seguía las canciones en dado momento.

Rio por su lógica. - Es una película de dibujos, qué esperabas? - digo acurrucándome un poco en sus brazos. Disfruto de la película y de los comentarios de Kunsel al respecto. Canto algunas líneas, pero me corto un poco con Kunsel aquí y acabo riendo asumiendo que mi voz desentona un poco, aunque la verdad es que no tanto como yo creo. - está muy claro, es transparente, es música, es poesía, no se ve, pero se siente. Solo porque no pueda verlo voy a dejar de creerlo. - canturreo. - adoro esas líneas. - digo antes de llenarme la boca con palomitas de maíz con mantequilla. Sus dedos producen un cosquilleo agradable en mi piel. Odio todo lo que se interpone entre mi cuerpo y el suyo... así sea el aire o una puñetera escayola.

Besa su frente.

- Eh¡? - de pronto su mirada se torna algo triste cuando le dan a Jack y este cae al cementerio - que triste - susurra sin despegar sus ojos de la película, se le notaba bastante divertido cuando apachurraban a Oogie Boogie - el coco... que extraño, las personas nombran de manera diferente a mitos que se tienen en varias partes del mundo no? - come más palomitas

- Quiero esquiar

Beso su hombro cuando se entristece un poco por el plan frustrado de Jack. - Ya ves. Cuando llegué a Japón me sorprendió que se venere a los cuervos, son mensajeros de los dioses, mientras que en otros muchos lugares son pájaros de mal agüero.


Picoteo alguna palomita más cuando se produce el romántico final de la película. - sabes esquiar? Yo siempre quise aprender, pero eso supone muchas caídas y... eso. - digo, ya que es fácil que me rompa algo intentando estarme sobre los esquís, además si me caigo a mucha velocidad la estancia en el hospital puede ser larga.

- Si, un poco, recuerda que en wutai nieva, entonces debemos aprender muchas cosas para las misiones - se inclina para besarle en los labios - mmm... sabes a mantequilla - le vuelve a besar de manera algo más profunda - te quiero Ethan - el DVD sale solo pues estaba programado así - pondré otra película o... no sé, quieres platicar? - pregunta llendo a guardar el video en su caja, mirando uno que otro título - que te parece el rito? es bastante interesante... - lo pone y se acerca de nuevo con el rubio

Echo la cabeza ligeramente hacia atrás con ese segundo beso profundo, que me deja con ganas de más.- Yo también te amo. - mi voz es más bien floja al decir eso. Me recompongo. - Pon lo que quieras, pero mañana no tienes que levantarte pronto. - le recibo de nuevo en el sofá y me abrazo a su pecho. - esta no le he visto. - le digo y beso su hombro de nuevo, observando la película. Luego quiero leerte una cosa, es de lord Byron y... me recordó a ti. - sonrío. - oye, lo he asumido, pero puedo quedarme a dormir, verdad?


(hasta mañana)

- Entonces mejor leeme, esta ya la vi varias veces - apaga la tele, realmente prefería mil veces escuchar la voz de Ethan que una pelicula de horror, se acomoda en el sofá esperando al mayor - claro que te puedes quedar, aunque... deberías avisarle a tus amigos para que no se preocupen - le toma de la barbilla besándole nuevamente, pero se separa de pronto, de manera tranquila - Ethan... quiero preguntar algo importante... porque no quiero presionarte... es decir, estoy sumamente consciente que no podremos hacer el amor como se debe por un tiempo - ese "como se debe" daba a entender que si harían alguna que otra cosilla que pudiesen con el estado de Ethan - pero... me gustaría saber si no.... sino te da miedo que te toque, se que por lo que pasaste es dificil y no quiero causarte algún daño - le acaricia la mejilla, sabe de sobra que no le ha rechazado en cuanto a besos pero lo demás era otra cosa

(no se mandó mi mensaje ayer -.- rayos)

Me levanto y cojo mi libro y me vuelvo a sentar a su lado, mientras busco la página. Me gira hacia él y sus labios se apoyan en los míos que no tienen ninguna queja e intentan dar intensidad al beso, pero este se acaba antes de lo que pensaba.

Le miro a los ojos en todo momento mientras me habla. Me pongo de rodillas en el sofá para poder abrazar su cabeza con un brazo. - Yo... tengo miedo de que... vuelva a pasar y no estés allí. Kunsel, estaba aterrorizado. Ni siquiera pensaba en lo bien que se sentía cuando eras tú quien me tocaba, porque... no hay punto de comparación. No, kunsel, no me da miedo, no me das miedo. Yo quiero que me toques que... que... vuelvas a ser el único que deje huellas en mí. Te necesito Kunsel, yo te... - en algún momento mis ojos se han llenado de lágrimas y escuecen mi piel.

Le escucha atento y siente el como algo húmedo cae a su cuello, separa a Ethan un poco para mirarle a los ojos, los seca con sus pulgares de manera suave.

- Siento haberte traido esos recuerdos cariño, yo no quería hacerte llorar - se sentía mal por causar el llanto de su amante, pero no podía quedarse sin explicarle lo que pensaba, se acerca y le besa nuevamente - no te pasará de nuevo, ahora sabes que no debes confiar en nadie aunque sea menor que tu... te compré spray de pimienta sabes... ya que no puedo enseñarte a defenderte cuerpo a cuerpo, al menos te daré lecciones para esquivar y poder usar algunas cosas para defenderte - le sonrie dulcemente besando su nariz, sus mejillas, bebiendo esas lágrimas que seguían emanando de esos ojos tan bellos que le llevaban al paraíso.

- Te amo Ethan... mi Nieve.... - beso tras beso en cada palabra, le atrae con una mano por la cintura, profundizando esos besos más y más como si quisiera comérselo en cada uno.

- estoy bien. - le aseguro, mientras cierro los ojos cuando sus dedos siguen la curva de mis mejillas para limpiar mis lágrimas. Respondo a su beso. - Yo... sé esquivar y algo de autodefensa, incluso sé hacer eso tan chulo de las películas de tocar un punto en el cuello y dejar paralizado a alguien- digo con una sonrisa fugaz. - , pero... no pude hacer nada. - le aseguro.


Cuando me besa así tan dulcemente mis lágrimas cesan y dejo que me devore. Cuando me acerca a él, lo que toca con su cuerpo es mi escayola y eso me fastidia un poco. - y yo, yo te quiero.

Me dejo llevar por el calor de sus labios, sus palabras, el ritmo de su respiración. Mi mano sube por su brazo y surcando la curva de su hombro antes de pasar por su cuello y quedarse en su nuca, mis dedos se enredan en los cortos cabellos de esta, mientras los labios se humedecen mutuamente.

Se separa para tomarlo en brazos, coge el libro también y como puede apaga todo y se lleva a Ethan a la recámara, recostándole en la cama dejando el libro sobre el buro de al lado, sigue besándole de forma constante, su mano comienza un recorrido desde donde la escayola le permite, acariciando el plano abdomen.

- Te gustaría jugar un poco? - le mira a los ojos al tiempo que frota su mano contra el falo de su amante, más que pregunta parecía una afirmación, baja a besar su cuello lamiéndolo lentamente

Suspiro cuando me coge en brazos. - Soy un adulto, no me cargues en brazos. - le digo sin enfado en mi voz y me quito el cabestrillo para poder apartar la escayola de la posición en L que mantiene sobre mi cuerpo y la subo sobre mi cabeza, dejando que Kunsel acaricie mi cuerpo arrancándome suspiros.


Mis piernas sienten el impulso de cerrarse cuando empieza a frotar mi sexo por encima de la ropa. Cuando su rostro se inclina y se oculta en mi cuello suspiro y mi mano se deleita con lo suave de sus cabellos. Asiento a lo que dice. - sí, pero tendrás que tenerme paciencia. - le digo, ya que solo tengo una mano y será difícil colocarme para que mis labios lleguen a su sexo.


Cuando separa su cara de mi cuello va a besarme, pero paro sus labios con mis dedos y estos los acarician y mis ojos los miran entrecerrados por mi creciente sexo a merced de sus manos. - Cada vez que me besas, el mundo pierde consistencia... es algún brebaje de alguna alcahueta que me has echado, eh? - digo sonriéndole.

- kunsel-kun, te amo.

Rie a lo bajo por lo primero que dice.

- No sé siquiera que es una alcahueta.... y en segunda... yo también te amo, y te tendré toda la paciencia del mundo como tu me la has tenido, además jugar es... divertido también, si algo he aprendido del sexo... - le va recostando lentamente en la cama sin dejar de besarle - es que no solo es el coito lo que importa, ni es la única manera de hacerte llegar al orgasmo - susurra a sus labios - y no quiero que te esfuerces si... porque si después me dejas probar algo... ni siquiera tendras que preocuparte por agacharte - le habla al oido de tal manera que podría haber excitado a cualquiera pese a que sus palabras no eran eróticas.

Se levanta para tomar del cajón del buro un pequeño frasco de mentas, toma una sola y la hecha a su boca, le sonrie - no es para el mal aliento - comienza a desvestirse frente a su amante, dejando expuesto totalmente su cuerpo, un cuerpo marcado y varonil, como el de Zack antes del modelaje, queda totalmente desnudo, su sexo aun en reposo; se acerca a Ethan comenzando a desvestirle también no sin jugar y acariciar cada lugar que va exponiendo, los calcetines se van por ahí y besa aquellos tobillos mordiendo un poco arriba de ellos, los pantalones quedan en el piso y sus dedos nadan por los muslos, la piel es suave, tan hermosa, tanto que sus labios no pierden el momento para acariciarla, - mmm los quito? - pregunta subiendo su mirada a la de Ethan, aunque realmente no le deja tiempo para contestar - oh.... tal vez... -su mano comienza a acariciar el paquete del otro, apretándo la tela delineandolo casi a la perfección, sus labios aprisionan un pedazo apretando levemente espectante de las reacciones de su amante

- Es una especie de celestina que se vale de todo... - jadeo a pesar de mis esfuerzos por no hacerlo, pero sus palabras de alguna manera me excitan.


Veo como se come un caramelo. - ¿y... para qué es? - pregunto inocentemente, aunque como recorren mis ojos su cuerpo que se va deshaciendo de las prendas no lo son tanto. Mientras lo hace, intento aportar algo al acto. Me desabrocho la camisa despacio arqueándome suavemente cuando meto una mano entre la tela acariciando mi abdomen intentando regalarle una pose erótica de la que no estoy anda seguro de que consiga el deseado efecto. Y cuando él empieza a desvestirme le dejo a él el papel de activo. Sus caricias me embriagan, eso es, haz que olvide... pienso mientras acaricia mi cuerpo. Me muerdo el labio cuando los suyos bajan besando un lugar tan cerca de mi sexo como son mis muslos.


Me arqueo de nuevo cuando su dedo delinea la colina que supone mi sexo, aunque pronto pasa a ser un mástil cuando lo agarra con la boca a través de la tela. Esto me vuelve loco y jadeo y mi cabeza se mueve de un lado a otro y mis piernas no saben si elevarse y se encogen y se estiran locamente. - kunsel aaah... - no está haciendo anda del otro mundo, pero me está poniendo como una moto.

- Que duro estás Ethan, tal vez debería... no sé... tocarlo de manera más directa? - mientras hablaba sus dedos delineaban el glande, la tela se pegaba al cuerpo por su manera de agarrarlo, relame sus labios y comienza a bajar sus interiores mirando lo duro que estaba, como el presemen hacia de la cabeza de su pene algo bastante erótico, estaba totalmente rojizo y - se ve apetecible - dice sin pudor, la pastilla de menta se había desecho ya en su boca - ahora experimentarás algo diferente - baja y lame desde la base del pene hasta el glande, la menta daba una sensación de frescura que hacia excitar aun más, era algo sumamente atrayente, el leve escozor que provocaba era de lo más placentero, sopla suavemente sobre donde lamió haciéndole estremecer aún más, escucha sus gemidos y sonrie complacido, su dedo acaricia el glande, alrededor de los pequeños labios en la cabeza de donde una gotita se escapa bajando por la misma

- Hasta él parece querer que le siga lamiendo - dice travieso y baja ahora a atender todo el glande, sus labios se cierran sobre el comenzando a succionar dejando esa sensación por los lugares más sensibles de Ethan, devora su sexo, se separa soplando otra vez, como si quisiera torturarlo, una de sus manos viaja a las tetillas que están totalmente endurecidad, juguetea con ellas, las aprieta y las jala sin dejar de mamar aquella erección

¿por qué no se calla? pienso ya que sus palabras me hacen perder totalmente el rumbo. - eh? - mi voz es baja con ese quejido de no entender. - ngh!- cuando lo lame un escalofrío me recorre desde los tobillos hasta las muñecas. - ah! - gimo cuando el escozor se intensifica cuando sopla. Mis piernas luchan por no cerrarse, mientras esa sonrisa lobuna se expande por su cara mientras toca mi glande como si solo fuera un entretenimiento mientras mira mis reacciones que son por demás eróticas.


Sus palabras y sus actos hacen que me ponga como un tomate. - DIOS, no soples! aaah!! - mis ojos se humedecen por el placer y mi cuerpo no sabe si desear más o que pare. Me cubro el rostro con un brazo no soportando más su mirada, su sonrisa feroz y lo que le hace a mi cuerpo. - kunsel, me siento morir, ngh!!

- Le petit mort - susurra ante aquellas palabras del rubio, bajando ahora a chupar sus gemelos, la sensación no era la misma porque ya había atendido bastante su sexo, pero aun dejaba estragos en esas bolsas que ahora quedaban humedecidas por la saliva de Kunsel. - te deseo Ethan... no debes morir por ello - vuelve a ese falo por demás atrayente, masajea el frenillo, su lengua empieza a abrirse paso, solo un poco, por esa abertura en la cabeza del pene, quería escucharle gemir más, su mano masea los testículos, separa sus piernas un poco haciendo que las apoye en su espalda, mientras uno de sus dedos se cuela hasta la pequeña entrada, notando un poco de lubricación en la misma, lentamente entra un dedo, deseando masajearle por dentro.

- Te vez tan hermoso... eres un chico sumamente erótico mi amor

- aaaaah! - si lo que quería era escucharme gemir lo ha conseguido sin esfuerzo. cUANDO su lengua aparta la piel delicadamente para laborear la carne de mi falo directamente con pasión intensificada por todo lo demás que hace, especialmente, por como toca mis testículos; es inevitable no retorcerse de placer.

Cuando se separa de mi miembro no es ningún descanso, ya que sus palabras me excitan de nuevo. Me cubro mejor el rostro con el brazo cuando me echa semejante piropo y simultáneamente perfora mi trasero con su dedo. Todo lo que me estaba haciendo, menos lo de introducir un dedo en mi trasero es nuevo para mí.


Sin darme cuenta me arqueo lentamente y mi sexo se descarga no sin provocarme un gemido orgásmico y un placer que cosquillea todo mi cuerpo durante el clímax y segundos después. - que vergüenza... - murmuro sin atreverme a retirar el brazo sobre mi rostro. mira que venirme sin dejar que se divirtiera...

El semen mancha su mejilla pero sonrie, limpia su rostro lamiendo después la esencia de su pareja, no sabía si le había visto, saca el dedo lentamente de su interior y besa amorosamente el glande que comienza a tomar flacidez, lo acaricia como si fuera un gatito dormido.

- Oye... Ethan? - con algo de esfuerzo pero sin fuerza bruta, consigue quitar el brazo de la cara del rubio - que te pasa? - pregunta bajando a darle suaves besos, compartiendo el sabor del propio semen del rubio - te quiero - se muerde el laibo inferior, tenerlo así, semidesnudo es bastante excitante, pues la camisa abierta le daba un toque varonil y sensual. - sabes... - toma la mano sana de Ethan bajándola a su falo totalmente endurecido - no es justo que solo tu goces no crees? - pregunta acariciando los labios de su amante - espera - dice cuando este intenta levantarse - no es necesario, déjame intentar algo - le ayuda a ponerle un poco más erguido, poniendo almohadas detras de la cabeza de Ethan, semisentándolo en la cama para después ponerse de rodillas frente a él sus piernas una de cada lado de la cabeza del rubio, dejándole a total alcance aquel pene cuya superficie era recorrida por venas bastante visibles que reafirmaban la excitación del ex-soldado.

- Podrás así? - pregunta mirando hacia abajo y sonriendo de lado al notar el sonrojo en el rostro de su amante

- qué me pasa? Que te amo demasiado. - digo cuando descubre mi rostro sonrosado por todo, incluido que haya lamido mi semilla, mi brazo se enlaza alrededor de su cuello mientras le beso con pasión, probándome.


- ngh! - su falo está tan duro también, lamo apenas los dedos de mi amante que se pasean por mis labios antes de que se ocupe de ponerme en una posición adecuada para que me encargue de su falo, el cual queda tan cerca mía que es imposible que mi sonrojo alcance un nuevo nivel. Sin contestarle por vergüenza me humedezco los labios antes de besar ese glande y luego mis lenguas contornean el relieve de esas venitas suyas. Presiono el glande con mis dedos igual que él, mientras mi lengua sube desde la base hasta la punta humedeciendo el pene. - tu pene es tan atrayente, me muero por poder tenerlo dentro. -le confieso sin temor para mi sorpresa antes de chupar el glande con ganas a la vez que mi mano acaricia sus caderas, arañando cerca de la unión de las nalgas en su baja espalda.


(nos vemos mañana)

- Ngh... - un gemido seguido de un suspiro profundo inundan la habitación cuando el mayor comienza a lamer y tocar su sexo, entrecierra los ojos lleno de excitacion, no puede evitar una sonrisa de satisfacción al escuchar esas palabras salir de la boca de su amante - eres un hentai sensei - dice simplemente para avergonzarle un poco más - en cuanto compremos ammm.... el...el dildo... comenzaremos a prepararte... - comenta entrecortadamente pues las atenciones a su sexo no le dejan hablar con soltura, más aun en esa posción que se veía sumamente lúbrica, sus caderas empiezan a moverse levemente al sentir su falo penetrar un poco más esos labios

- E-ethan... - se aferra a la cabecera de la cama con algo de fuerza

- uruse... - siempre que hago o digo algo mínimamente atrevido me acusa de hentai o hace que me avergüence terriblemente de alguna manera.

Tener su rostro excitado a un cuerpo de distancia hace que no sepa a donde mirar si a ese glande en exclamación o a ese rostro. Acabo mirando su cara cuando siento su pene y su cuerpo echarse un poco sobre mí cuando se agarra a los barrotes de metal de la cama que hacen un ruido sordo contra la pared cuando este se agarra a ellos.


Sus ojos nublados por el placer son en verdad hermosos y deseables. Cuando sus caderas se mueven buscando más mi lengua, mi boca engulle su sexo y de mi boca llena solo salen sonidos de satisfacción y gusto. - mmmm... ngh! mmmmm... mm... - intento alejar un poco sus caderas para poder moverme mejor, balancearme engullendo y extrayendo su falo de mi boca, succionando amatoriamente cuando lo saco y quedandome unos segundos prendado de su glande el cual succiono más y más fuerte robándole eróticos sonidos. Mi mano acaricia su pecho, pero en esa posición extraña acabo bajándola y acariciando sus testículos intentando provocarle más. Mis ojos se prendan de los suyos cuando estos están abiertos

- Si...asi... dioses¡¡ Ethan - su voz sonaba varonil, gruesa, estaba totalmente perdido en el deseo que le provocaba su amante, no había nada mpas que le llenase de placer que mirar al rubio atenderle de esa manera, de forma constante sus labios succionaban el glande, de manera deliciosa sus dedos acariciaban sus testículos, jadeaba más y más entregándose al placer que le brindaba ese hombre.

- Me harás... correr - comenta sincero, pues se había excitado cuando él mismo lo estaba atendiendo, y ahora ess labios no le dejban momento para el reposo, acaricia el cabello del mayor, sus dedos recorren la nuca y le incitan a chuparle con más constancia.