Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Es la primera vez que me coge de la mano, hay tantas cosas que no he hecho con él... cuando llegamos al parque le escucho atentamente y suspiro. - No es justo. cómo no voy a perdonarte si me miras así? - sonrío a medias. me siento a su lado y apoyo la cabeza en su hombro redondo. - Puede que no seas la mejor pareja del mundo, pero eres la mejor que he tenido y sé que con el tiempo no podré dejarte ir nunca. cuándo quiera calmarme a solas te lo diré. Y yo sé que soy un montón de problemas, que no siempre es fácil saber que hago o pienso. Y puede que estuviera enfadado ayer, pero me sentía dolido, no solo porque me rechazaras, si no porque sentí que me quedaba solo. sabes? no tengo tanta experiencia como crees y hay cosas que me cuesta hacerte o que me hagas y ayer mis esfuerzos se tiraron a la basura. No te culpo de ello, no lo sabías, pero tampoco me dejaste explicarte. - le miro a los ojos. - te quiero y no quiero estar peleado contigo por algo tan tonto.

Le atrae para abrazarle con suavidad

- Entonces no peleemos más, prometo no volver a irme... y espero que tu me respondas cuando te pregunte lo que pasa... por qué a veces siento que no me dices la realidad de las cosas... no que me mientas exactamente pero ... omites verdades - sonrie tomándole del mentón, estaba pronto a darle un beso cuando una mujer algo entrada en años hace un sonido de sorpresa al verlos, voltean y ella les dedica una mirada desaprobatoría.
Pese a que el profesor se aleja Kunsel le toma de la cintura y le atrae para besarlo profundamente, a esto la mujer se altera más y profiriendo algunas palabras se va de ahí

- Gente extraña... anda, vamos... quieres ir a mi casa?

Me encojo un poco para entrar mejor en sus brazos y le escucho, no es el tipo de cosas que se pueden confesar pienso. Ese momento me hace mirarle, sus ojos verdemar, su sonrisa. es un parque donde solo están los niños con sus madres así que no hay problema, pero una de esas madres nos interrumpe y me corta un poco el rollo y me intento separar de Kunsel, pero el soldado no le permite y me estampa un beso que quita el hipo y me hace olvidarme de la mujer.


Cuando me separo estoy algo aturdido, apenas percibo a la mujer andando lejos de nosotros soltando improperios, mis ojos buscan los de mi amante y le doy un corto beso.- Sí, por favor.

Sonrie y tomandole de la mano le lleva a su departamento.

- Compré en la mañana algunas cosas traje almendras, patatas... calabazas... melocotón... ammm creo que llené la despensa de muchas cosas - de hecho se había puesto a investigar para saber que tipo de alimentos eran buenos para Ethan - sabes... Zack dijo que me enseñaría a cocinar así que compré diferentes cosas y el me enseñara a preparar bentos ... - le extiende un recipiente con varios frutos secos que esperaba le agradacen

- qué se te antoja comer? - pregunta mirando el frigo sin saber realente que podía preparar con todo lo que compró, toma algunos puerros... tal vez algo de miso

Enarco una ceja cuando empieza a enumerar alimentos que consumo más o menos diariamente, deduciendo que se ha puesto a mirar sobre mi enfermedad. Mi primera reacción es de incredulidad y luego mi corazón empieza a latir conmovido por lo que ese hombre alto y fuerte hace por mí. Me abrazo a su espalda cuando está mirando el frigorífico. Este hombre es maravilloso. - arigato. te quiero. - beso su hombro y me separo comiendo algunos frutos secos. - Cualquier cosa está bien, demuéstrame tus dotes culinarias. - le sonrío. - te ayudo con algo? - le doy de comer una mora, aunque al darle frutos si que parece que estoy alimentando a un hámster.

Sonrie cuando le siente detrás suyo.

- También te quiero - le dice volteándose para comer la mora que le da - jajaja me sigues alimentando... - dice besando su frente - pues no sé si tendré muchas dotes culinarias pero al menos intentaré no quemar la cocina... el que me hacia de comer de vez en cuando era Zack - admite y le pide que se siente mientras él cocina, quería consentirle al menos ese día, comienza a pareprar algo de Salmón al horno, al que fuese conveniente para Ethan no quería que comiese cualquier cosa solo lo que le hiciera bien.

Su te quiero me toma por sorpresa, ya me dijo que me quería el día que empezamos a salir, pero como dijo que le costaba mostrar sus sentimientos en verdad me sorprende, entre eso y su tierno beso en mi frente me hace totalmente feliz.


Me hace sentarme sin hacer nada y saco unos ejercicios de Historia de la Economía para corregirlos mientras. En un determinado momento me fijo en su impresora, espero que esto no sea muy descarado. La enciendo y la conecto a mi ordenador imprimiendo unas pocas hojas. - Creo que esto te ayudará un poco. - digo dejando las hojas sobre la mesa que contenían mi dieta, basada sobre todo en carne y pescado. Espero no adelantarme ni atribuirme importancia, es solo que ya que no va a hacerme caso en lo de que no se preocupe por mí, así que...

Escucha la impresora y después de meter el salmón al horno va al lado de Ethan

- Qué es? - toma las hojas mirándolas con atención, se sienta a un lado del mayor - pronto estará la comida - le sonrie y sigue leyendo - si, me servirá bastante - dice plenamente convencido y le toma del mentón para besarle profundamente - compré jugo de soya... te gusta? - se levanta para servirle en un vaso, habían muchas cosas que no comía regularmente pero no quería que cuando fuesen a su casa Ethan comiera solo pizza o hamburguesas, dieta que se estaba volviendo normal en Kunsel, le lleva el vaso con jugo de soya sabor fresas.

Aunque es raro que pasen 10 minutos sin que me bese... sus labios se han vuelto una droga a la que no puedo renunciar, siento que sus labios se tattuan poco a poco en los míos, pero aunque queden impresos seguiré sin poder renunciar a ellos.

-arigatou. - digo cuando me tiende el vaso lleno de jugo. - está rico. - digo lamiéndome los labios manchados después de dar un sorbo. - Mañana inauguráis la cafetería, cierto? - me apoyo un poco en él hasta que se va a sacar el pescado de su lugar de cocción. - Mañana por la mañana tengo que ayunar para ir al tratamiento... odio no poder desayunar. - digo sincero, pero sonriendo, pero con un matiz de fastidio.

- Si...es horrible no desayunar, pero si es por tu salud es conveniente... por cierto... mañana... irás a la inauguración? - pregunta sacando el salmón del horno, tenía buena pinta y el aroma era bastante agradable, no era un plato difícil así que no era que Kunsel fuese un excelente chef - ven vamos a comer - sirve una ensalada que ya tenía hecha como acompañamiento y le sirve.

- Zack está totalmente loco... seguro que hoy no duerme, yo intento no pensar en ello, todo saldrá bien... - no es que Kunsel le importase poco como iría todo, pero desde hace días tenían listo el local, solo era cuestión de alistar algunos detalles en ese mismo día, nada fuera de lo común. - itadakimasu - dice comenzando a comer, mira a Ethan como si esperara su beredicto

- claro, ni bien salga de la clínica, ya que ese día tampoco tengo asesoría con ustedes. - me siento correctamente delante de la mesa cuando sirve mi plato. - itadakimasu. - digo partiendo todo el salmón en pequeños trozos. -exacto, todo saldrá muy bien.


Pruebo el pescado y la mirada de Kunsel fija en mí me hace sudar una gotita. - está bueno. - como un poco de ensalada también. Le sonrío y estiro un brazo acariciando su mejilla. - No tienes que preocuparte por cocinar de forma excelente. Solo que cocines para mí y me cuides ya me hace el hombre más feliz del mundo.


(bye)

Se sonroja un poco al escuchar esas palabras

- Quiero que te sientas feliz a mi lado.. quiero protegerte... y no quiero que si alguna vez no te gusta lo que hago me lo digas... sé que tal vez por mi edad me veas inmaduro pero... haré lo posible para hacerte sentir bien, para cuidarte como es debido - le besa la frente - y te estaré esperando mañana, aun si llegas un poco tarde no dudes en buscarme si? - sonrie y come también, miraba de vez en cuando a Ethan y le servía con esmero, aunque tampoco era tan servicial como Zack.

- Te quedarás a dormir conmigo? me gustaría que lo hicieras - dice cuando va por un postre de tofu nuez y fresas

- No te veo inmaduro, te veo demasiado pendiente de demostrarme que no lo eres. - le digo con sinceridad. - nO TE conozco al 100%, pero te conozco bastante y aún así me gustas, lo que quiero decir es que me vas a seguir gustando por como eres. - le sonrío encantadamente, aunque mi sonrisa está muy lejos de ser tan bonita y seductora como la suya.


- Me encantaría quedarme, pero debo volver a casa. Tengo que llevar unos análisis de sangre que me hago gracias a mi propio equipo y llevarle una última muestra mía de mañana por la mañana. Pero si la oferta sigue en pie mañana... traeré el cepillo de dientes. - digo contento.

- Mañana y todos los días - dice sirviéndole el postre para sentarse nuevamente y comer, le agradaba ese tipo de dulces, no tan dulces y consistencia no tan blanda pero lo suficiente para degustarlo sin problemas. - eres bastante responsable... - asegura por lo de los análisis - no tienes que traer tu cepillo, te compraré uno solo para aquí de acuerdo? - se acerca besándole en los labios

- Mañana va a ser un día muy ajetreado, tal vez no pueda estar contigo todo el tiempo pero prometo compensarlo en la noche - dice con voz sugerente

- arigato. - digo por el postre, lo pruebo, me gustan las cosas muy dulces, pero realmente me como cualquier cosa. Me sonrojo apenas cuando me dice que me comprará un cepillo y me besa. - d-de acuerdo.

- No te preocupes, yo con verte tengo suficiente. - sonrío cuando el tono de su voz cambia. No tiene remedio pienso. - te... tomaré la palabra, entonces.

- Me parece bien - terminan de comer y aunque Ethan le dice que no tiene que molestarse en llevarlo a casa Kunsel insiste, al final de cuentas el rubio no traía coche y el tren podría ser algo peligroso para alguien tan tierno como Ethan, aunque él mismo no se de cuenta es una persona bastante atractiva para ambos géneros, necesita más confianza en si mismo.

Suben al tren y Kunsel se pone delante de él, cuidándole de alguno que otro pervertido que no falta por ahí, se da cuenta el cómo le miran un par de hombres, pero no dice, porque sabía que su acompañante no le prestaría atención y le diría que solo bromeaba.

- Es extraño vernir en tren contigo, pero me gusta... es decir, me agrada estar contigo y viajar así es agradable si es a tu lado

Aunque tengo 30 años este hombre parece que solo me ve como un niño maduro o algo así. por mucho que le insisto en que no es necesario que me acompañe y en que ya le he molestado bastante yendo a su casa él no me escucha y acaba viniendo conmigo.


Subimos al tren y nos quedamos de pie, me cubre y... no tengo ni idea de que me cubre. - Pues a mí no me agrada estar molestándote a estas horas de la noche... ya que me acompañas podrías quedarte a dormir para no darte dos viajes ni tener que pagar otro billete. - le miro y me es imposible enojarme por tenerle preocupado por mí.- cuando me invitaste a tu casa no recordaba lo que tenía que hacer en la mañana, si no habríamos ido allí antes - miro las luces de Japón, era todo tan diferente a wutai, miro al soldado. Con esas ropas no parece que haya abandonado el ejército.

- Bueno, realmente no puedo quedarme Ethan, mañana debo estar muy temprano con Zack... y creo que más que eso él irá despertarme a las cuatro de la mañana para que nos vayamos a arreglar todo, lo conozco tan bien que se que hará lo más inesperado... así que sabiendo como es no sé que tenga en mente - dice divertido y alguien le empuja sin querer, se aferra de los pasamanos pero quedando muy cerca de los labios de Ethan, se separa pese a que hubiese querido besarle en ese momento, un par de chicas les miraban con rostros sonrojados pero el soldado ni se entera.

- Zack me llevará, segun me dijo, un traje especial para mañana... aunque se suponía que nos vestiríamos con las ropas de Wutai... no sé que entienda ahora por soldado... - mira las luces detras de Nieva - Yuki... Yuki es nieve... verdad? - la Y la pronunciaba con fuerza en vez de decir "iuki" - vale si te digo así? - pregunta de pronto

Rio por lo de su socio y amigo, se tropieza cuando le empujan y si rostro queda tan cerca del mío que pienso que me besará, pero es prudente y se aparta, un par de chicas que nos miran llaman mi atención, cuando las miro ellas giran los ojos a otro lado y me encojo de hombros.


- se dice iuki. - le corrijo. No es un nombre de chica en Japón? pienso para mí, me pregunto si el menor me ve como eso, como una mujer. - Puedes, ya te dije que no importaba como me llamases, mientras me llames. - le sonrío con dulzura. Es la verdad, mientras tenga un motivo para decir mi nombre me basta.

- Iuki? ... Yuki... - lo pronuncia mejor - este idioma es.... difícil - si bien era más fácil que otros idiomas al menos en la pronunciación Kunsel pese a ser listo le costaba pronunciar muy bien las palabras cuyas letras se pronunciaban de manera diferente en su lengua - ok... Iuki...- sonrie y después bajan del tren pues habían llegado a la estación, le deja en la puerta de su casa dándole un suave beso en los labios - nos vemos... cuidate mucho si-? te espero mañana


************************************************************************************************************************

Era el día de la inauguración, y había más gente de la que se esperaban ambos , Kunsel andaba de aquí para allá, las chicas andaban vestidas de Maids, de Nekos, de kimono, era todo un sin fin de cosplay referentes a amo - sirvienta/geisha/mascota, al igual que los hombres, en cuanto a los dueños Zack había escogido unos trajes bastante diferentes

(sin la insignia nazi XD)

Spoiler:

Llego a las 7 y media, a menos de 2 horas de que cierren la cafetería, ya que no quería estar mucho tiempo ocupando una mesa esperando a Kunsel. Suspiro y me remango el brazo quitando el parche que cubre algunos agujeros de agujas hechos esta mañana y que ya han dejado de sangrar de sobra. Lo tiro a una papelera y extiendo la manga a su sitio. Veo que salen dos personas y pienso que eso ha dejado una mesa libre, el sitio se ve muy lleno desde fuera. Me apresuro a entrar mentalizado de que tengo que ser cauteloso con su socio y no mirar de más a Kunsel. Una vez dentro una mujer vestida con un kimono me conduce a una mesa, al pasar por la barra veo a Kunsel y a Zack pasándole platos. Les saludo discretamente con la mano y tomo asiento y busco en la carta que pedir.


El lugar es agradable y el menú amplio, digno de un restaurante más que de un simple café. Echo una ojeada a Kunsel... no me había fijado en lo bien que le sentaba ese traje. Me pregunto si me atenderá o si no puede para disimular ante su amigo. Dejo la carta mirando a mí alrededor no vaya a haber algún alumno mío. No es que ir a un café cosplay fuera malo, pero... tampoco quiero que piensen que soy un pervertido.

- Irasshaimasen - la voz de Kunsel cerca del rubío, las chicas le miraban extrañadas pues era al primer cliente que atendía por cuenta propia, Zack no prestaba atención tampoco pues estaba atendiendo a Tori y a su suegra, así que estaba totalmente ido. - puedo tomar su orden? - el traje le sentaba de maravilla pues los pantalones no le quedaban taaan sueltos como con el traje de soldado de Shinra.

- Tenemos una muy buena selección de postres - dice mirando a Ethan de tal forma que solo el despistado de Zack no se daría cuenta - gracias por venir - dice en un susurro solo para ellos dos

La voz de Kunsel me sorprende mientras inspeccionaba el lugar con la mirada. - arigatou. - digo volviendo a buscar en la carta lo que había decidido pedir. - Un milhojas caramelizado y un capuccino, onegai. - leo sin pensar en el postre y es que... ese paquete marcado está a la altura de mi rostro, además de ello cuando subo la mirada de la carta a su rostro vea en primer plano lo genial que le queda ese uniforme de teniente. Su pecho y sus hombros se ven cuadrados y el cinturón ajusta a su cintura, al igual que esos cuellos que parecen estilizar su fibroso pescuezo, los pantalones caen con una raya bien planchada hasta unos lustrosos zapatos.


- No me las des. - le sonrío. - te... ves genial. - digo completamente hechizado del cuerpo y del atuendo de mi amante.

- Arigatou - se inclina pero un poco más de lo que la etiqueta lo pide - por el cumplido - susurra a su oido y camina hacia la cocina dándole la orden a Zack, el cual andaba por demás loquito, tenía ayudantes en la cocina pero al ver servir a Kunsel casi lo jala para dentro pero al ver al profesor su rostro se torna dudoso, pero Zack creypo que al ser el profesor de ambos su amigo estaba siendo amable, así que le sirven su orden sin tardanza, había previsto tener preparado mínimo dos órdenes de cada postre para que no tardaran en servir.

- Espero sea de su agrado - junto a su orden estaba una hojita doblada


"No te vayas sin mi"

Una sola frase pero que significaba demasiado, se retira para continuar en la cocina un par de chicas le piden una foto, y nadie de ahí dentro se puede negar, era otro de los servicios del café cosplay, pero como buen soldado no sonrie, lo cual entendieron las chicas pues pensaron que todos re´resentaban bien su papel

Necesito de todo mi autocontrol para no sonrojarme cuando me susurra de nuevo al oído. Miro como se va, este hombre consigue que no sepa que hacer y es algo que no me pasa con frecuencia.

-arigatou. - digo cuando me deja lo que he pedido delante. Una hojita en el platillo del café llama mi atención y la abro. Sonrío por demás feliz y la guardo en mi bolsillo, ataco el milhojas. Me sorprende el buen sabor que tiene, kunsel no ha exagerado al hablar de Zack. mIRO el reloj, me queda una hora por delante. Hago sitio en la mesa para mi portátil y dejo adelantado algo de trabajo. Observo por encima de la pantalla como Kunsel posa para alguna que otra foto, lo cual no me pone celoso. Y no porque no lo sea, si no porque esa simple frase con boli ha hecho que me quede algo tranquilo, feliz de que piense en mí. Cuando le veo posar en las fotos, observo su postura rígida tan bien adquirida en la guerra, aunque su rostro no muestra la misma tensión que cuando las cosas iban enserio. En verdad... se ve muy guapo.