Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Rie suavemente

- Sabes... escucharte decir eso y complementarlo con merluza... es extraño - se le acerca dándole un suave beso - mmm si, tus palabras saben a merluza - come más ensalada y algo de merluza, se preguntaba cuanto alcanzaría a comer si hicieran un concurso, pero por ahora no le propondría eso, había cosas más interesantes que hace, bebe algo de jugo de frutas - sobre lo de Zack... creo que al contrario, será más curioso aún al saber que nos conocemos... por cierto, tu conocías a Zack también? - pregunta curioso

- mmm? - digo sin entender hasta que me besa mientras tengo algo de pescado aún en la boca, pero que tonto es pienso algo avergonzado.


- a Zack? Sabía que era tu mejor amigo, ya que hablabas bastante de él y que le echabas de menos cuando no estaba y creo que alguna vez le vi cuando vino a visitarte, pero tanto como conocerle... no diría tanto. - termino de comer y le ofrezco un flan de postre, saco la nata para endulzarlo y cubrirlo de blanco. Nos corto un trozo a cada uno y después de ponerle nata al mío le tiendo el bote por si él también quiere. - en dos días inauguráis la cafetería, estás nervioso?

- Si.. pero creo que él está más nervioso su suegra irá y está como loco pensando en no sé que prepararle para que esté a gusto... se preocupa mucho por ello - come del flan pero no le pone nata - mmmm sabe muy rico ... realmente te agrada mucho el dulce... - se le acerca tomándole del mentón besándolo otra vez, como si cuando le tuviese enfrente no quisiera hacer más que perderse en sus labios - sabes a Flan... - susurra sin separarse demasiado de aquella boca y vuelve a besarle atrayéndole de la cintura dejándolo encima de sus piernas - así no alcanzo... - ladea la cabeza y haciendo el flan a un lado lo sube a la mesa sentándolo, recorriendo con sus dedos la cadera de Ethan

- Tu te vez muy bien como postre - sonrie comenzando a desabotonar la camisa del rubio cuidadosamente, y acariciando el abdomen que comenzaba a asomar por entre las telas

- sí que me gusta, pero realmente como cualquier c...- mi barbilla se ve dirigida hacia sus labios los cuales respondo con gusto. - tú también... - digo con voz cargada de suspiros, me arrastra encima suya como si fuera un muñeco y con la misma facilidad me sienta en la mesa, lo cual me alerta. -¿qué haces? espera. - agarro sus manos traviesas y curiosas y le miro nervioso por lo que está a punto de hacer. - y tus estudios? Llevas tres días sin estudiar por estar conmigo y otros dos sin tener clase. - estoy suponiendo una distracción para él, además... está postura... pretende penetrarme? es imposible que meta ese enorme falo así por las buenas.

- Oye... no soy malo en el estudio, me alinearé rápidamente... estudio cuando te vayas a trabajar, hoy tenía que hablar con Zack... sabes que no soy un irresponsable - se levanta y le besa recostándolo lentamente en la mesa desnudando su pecho completamente, sus manos bajan el pantalón tirándolo a un lado observandole, se relame los labios - definitivamente... eres el plato más exquisito en la mesa - baja la mirada donde nota una pequeña elevación en la entrepierna, los boxers que llevaba no dejaban ver demasiado, su dedos comienza a delinear aquel lugar como si lo dibujara en la mente, jamás en su vida había tenido su rostro tan cerca de un pene, era algo que aun no asimilaba del todo, pero tenía que hacerlo, debía saber ya si sería capaz de mantener una relación completa con Ethan.

Se deshace de los calzoncillos estorbosos, separa las piernas del rubio pese a que este se resistía un poco, observa el falo a todas luces, baja besando el abdomen del mayor, sintiendo en su barbilla el cosquilleo del pubis, sabiendo que a pocos centímetros de aquella rubia vellocidad se encontraba el impaciente falo de su amante, sus manos acariciaban los muslos

- Veamos... a que sabe la natilla - susurra y toma un poco de natilla, con una de sus manos plega la piel que cubría el glande y unta sobre él el dulce, escucha los leves gemidos del profesor, un ligero sonrojo se apodera de las mejillas de Kunsel, casi imperceptible, de pronto su lengua recoge la nata de aquel sitio, sintie una fría sensación recorrer su espalda, como un espasmo de erotismo y excitación, después de eso lame un poco el tronco pues algo del dulce había caído por ahí, se da cuenta que no le desagrada en lo absoluto y comienza a lamer la verga de Ethan sin ningún pudor, de la base al frenillo

Me desnuda antes de que me dé cuenta. Me tapo el rostro con las manos dejando mis ojos al descubierto mirándole. - cómo consigues que me ponga así sin haber hecho nada? - es todo al completo, sus palabras sucias, sus gestos, sus miradas, el lugar elegido para el sexo, el tono de su voz y lo que anticipan todas estas cosas. Jadeo cuando siento sus dedos en mi sexo, sujeto sus hombros en un vano intento de apartarle, y me resisto un poco, a pesar de que sus caricias me vuelven loco. Empiezo a jadear más excitado, pero cuando dice lo que las natillas me remuevo. - Ni se te ocurra!! - intento apartarle, pero está muy decidido y no solo lo pone en mi verga, si no que aparta la piel para poner el amarillo dulce sobre la carne. Está helado y me estremezco de arriba a bajo gimiendo algo fuerte y lagrimeando por la vergüenza de lo que está haciendo el rubio, que es algo nuevo para mí. - kunsel... no... aah! - siento su lengua pasar por esa zona que entumece mi miembro por el frío y luego quitarlo todo a lengüetazos. - dios... - digo bajito y tapo mis ojos llorosos con un brazo, mientras me agarro a la mesa.

Se da cuenta de como se pone, sonrie y continua lamiendo arriba y abajo el falo, aun no lo succionaba pero poco tuvo que esperar el rubio, pues de un momento a otro los labios tersos del soldado cobijaron el falo de su amante, el cual ya estaba totalmente erecto, el presemen se confundia con la saliva de Kunsel, sin darse cuenta comienza a succionar de una manera un tanto demandante, era como si estuviese chupando uno de sus dulces favoritos, su rostro semisonrojado, esos ojos entrecerrados eran por demás lúbricos, levanta la mirada para observar la cara de su profesor, se percata de las lágrimas y se detiene un poco, se acerca a su rostro.

- Estas bien? - los labios del soldado se notaban hinchados, rojizos, bastante sensuales, debido a la manera de darle aquella mamada a su profesor, pero al mismo tiempo se notaba la preocupación al verle llorar, mientras espera respuesta su mano acaricia los gemelos del otro, sientre entre sus dedos aquel vello que hace de las caricias algo más erótico, las chicas por lo general se depilaban esa zona, pero aquello era diferente.

Mis ojos se abren cuando su boca se apropia de mi sexo y lo succiona con tanta fuerza. Pronto mis lágrimas dejan de ser de vergüenza y pasar a ser por el placer, nadie había hecho esto por mí nunca. Mi sexo se agranda en su boca un poco más, no sé si lo hace bien, no tengo con quien comparar, pero, desde luego... - se siente muy bien. - digo en voz baja cuando me pregunta por mi estado. Me limpio las lágrimas y observo el rostro del que, aún no me creo que sea mi amante. Me levanto besando esos apetecibles labios que saben algo, los muerdo cuando siento las caricias en mis gemelos y acaricio sus pómulos con tranquilidad.


Me recuesto para que siga con su tarea, sus succiones aumentan y mis piernas se suben a su espalda juntándose a mi cuerpo. - Kunsel... me vengo... - digo en un determinado momento y me incorporo apartándole para no venirme en su boca.

Sonrie cuando se recuesta separando un poco sus piernas subiéndolas sobre su cuerpo. Casi traga completo el pene de su amante, escucha cuando dice que se viene y se separa, aun el saborear el semen como tal no es algo que le atraiga en absoluto, pero no deja de masturbarle, apenas y separa sus labios de aquella verga endurecida el líquido blancuzco y espeso le mancha el rostro un poco, en la mejilla y parte de los labios de donde lo quita con sus dedos

- Te gustó? - sonrie tomando una servilleta para limpiarse el semen de la mejilla, mira como lentamente aquel falo comienza a ablandarse y acaricia con sus dedos ese gatito adormecido - vaya... tu rostro es bastante sexy sabes, me gusta escucharte gemir de esa forma - se inclina para besarle

Mi estómago cosquillea y se altera un poco, mi cuerpo se tensa y arqueando mi cuerpo, siento mi semen subir por dentro de mi pene y entrar en erupción, es como cuando me masturbo, pero a la vez es muy diferente, es mucho más intento, un gemido sale de mis labios, uno más de todo el alboroto que he armado, pero no es como si pudiera evitarlo, ya que era la primera felación que recibía. Respiro intentando calmarme y me incorporo, veo que se limpia. - gomen. - digo por haberle manchado.


- mucho. - le digo totalmente sonrojado por como sigue acariciando mi sensible pene, sumado a sus palabras. Me besa y le respondo con inusitada pasión, soltando una lágrima. Me la limpio y le sonrío. - gomen, estoy hecho un llorón. - en realidad no suelo llorar, pero este hombre hace que las lágrimas se suelten de mis lagrimales. Me apresuro a ponerme mis b´bóxers, ya no sentirme tan expuesto y le miro algo curioso. - tú... quieres...? - digo mirando hacia su entrepierna que con esa ropa de soldado no se adivina

Niega

- No... - no es que no estuviese excitado, realmente lo estaba pero... quería algo más, le toma y le lleva a la habitación, no le importa acabarse el postre, tampoco que el otro le diga que tiene que estudiar, toma del frigo algunos jugos de los que tomaba para tener algo más de energía, se lo llevaba cargando como costal, aun era algo... rudo en varios aspectos y no reparaba mucho en algunas cosas, pero eso si, tampoco le trataba tan fuerte, tenía el suficiente cuidado como para no lastimarle - dime... tienes lubricante?- el pudor de Kunsel estaba por los suelos, al menos con su amante, pero ambos ya habían experimentado esas cosas, así que para que ser tan... pudorosos, tenía ganas de entrar en el, cuando hizo el oral pudo mirar lo estrecho que estaba su ano y sin saberlo una fuerte punzada llegó directo a la entrepierna, si aquellas cálidas y amplias vaginas le daban tan placer, no sabía lo que esa enorme estreches le haría sentir

- kunsel? - digo sin entender hasta que coge los zumos. Me carga como un saco y me sorprendo. - kunsel! bájame. - digo escurriéndome de su agarre. Le miro y su mirada me hace suspirar. - Necesito unos minutos en el baño, sí? - acaricio su mejilla y sin esperar a que le dé otro arrebato me meto en el baño y cierro tras de mí.

Me paso una mano por la cara nervioso. Me quito los bóxers y me meto en la ducha con lubricante. dejo que el agua me cubra y pongo un poco de lubricante en la mano dispuesto a abrirme yo mismo..


Salgo del baño con los bóxers puestos únicamente. - siento haberte hecho esperar. - digo subiéndome a la cama con él y le beso profundamente.

Le mira bajarse y entrar en el baño con cara de cierta frustración, ¿qué le pasaba? se tira en la cama mirando hacia el techo, tal vez se le había pasado la mano, tal vez solo quería que él estuviese abajo, pero le había dicho que no le molestaba si cambiaban los papeles, no le entendía. Le mira salir y corresponde el beso

- Dime... Ethan... qué pasa?... porqué te comportas así?... - le mira a los ojos directamente, quería respuestas y aunque le deseaba su semi erección se había bajado con ese comportamiento

Le miro y entiendo que su excitación se haya ido. - yo... quiero hacerlo contigo, pero... no quería que tuvieras que... abrirme tanto tiempo, además de tomarme una pastilla para el dolor. Sé que te preocupas por mí. - digo mirando los zumos. - pero también... parecía que no podías esperar.


Me siento algo frustrado también, apoyando la frente en mis rodillas. - lo siento mucho.

Le atrae abrazándole, le recuesta sobre sí

- Yo... tal vez sea muy brusco pero... eso no quiere decir que no sea paciente también... Zack es mi mejor amigo... te imaginas la paciencia que debo tenerle? - sonrie intentando que quite esa carita de tristeza, tal vez su voz pareció de regaño - supongo que el pensar que ya no somos novatos me hace creer que no será tan dificil penetrarte... disculpame pero no sé realmente como es el sexo con los hombres...y la vez que me lo hiciste me pareció bastante fácil... esa vez es la única referencia... además... yo tenía ganas de prepararte - comenta mientras acaricia su cabello - quiero que me enseñes como hacerlo, quiero aprender de ti

Me tumbo sobre él. - Por eso mismo, porque no lo sabes y en fin... tu tamaño no es el mismo que el mío y también hace tiempo que no lo hago. - le beso con suavidad. - me prepararás la próxima vez. - me deshago de la estrecha camiseta de soldado y empiezo a besar su pecho. - déjame enseñarte como es...- digo mordiendo uno de sus pezones y me separo mirándole antes de besarle hondamente, mientras acaricio sus brazos. - sabes? Nunca me... habían hecho una felación. Siempre he tenido bastante mala puntería en el amor... - le miro a los ojos. - me cuidas tanto que no puedo evitar llorar de alegría a veces. te quiero


Beso su cuello y bajo lentamente por su cuerpo intentando recuperar esa erección, mis manos tiran de sus pantalones hacia abajo intentado bajarlos rudamente.

Le detiene.

- Ethan... lo siento pero... por ahora no... - es lo único que dice, no quería hacerle sentir mal pero las ganas se le habían pasado, realmente nunca había pasado algo así esperaba que comprendiera - vamos a ... voy a ... voy por un poco de agua... - le besa en la frente y camina hacia la cocina, estaba algo confundido, pero sin saber porqué de pronto se había enfriado todo, no es que solo quisiese a Ethan para el sexo pero no se imaginó jamás que eso pasaría, se sentía mal, al llegar a la cocina comienza a levantar las cosas, se sentía mal por dejar a Ethan así pero no sabía que hacer

Se va dejándome así... supongo que es mi culpa... Me levanto cabizbajo y me pongo un pijama. En verdad, deseaba con todas mis fuerzas que me tomase. Kunsel siempre parece dispuesto apra el sexo, así que pensé que podría volver a excitarle. Me miro en un espejo, aunque él diga que lo hago... a quién puedo excitar yo? El rubio estaba haciendo que me volviera más seguro de mí mismo, hasta el punto de intentar en verdad enseñarle cosas que ni yo sé, pero esto me ha hecho tomar consciencia de nuevo de que no solo no soy atractivo, sino de que soy un hombre y Kunsel también, un hetero.


Me meto en la cama sin esperarle y me cubro totalmente con las mantas intentando dormir bastante dolido, como supongo que le ha dolido a él cuando me he escapado al baño.

Después de limpiar la cocina se va a la sala, se sienta en el sofá unos momentos, pero estaba intranquilo, no quería en verdad hacer sentir mal a Ethan pero lo había hecho, ahora además sentía mucho remordimiento por lo sucedido. Sube con cuidado observando aquella bolita en que se ha convertido su amante bajo las sábanas, se acerca, no sabía si ya se había dormido pero no creia que lo hiciese tan rápido.

- Ethan? ... - su voz era suave - Nieve.... estás...estás desperto? - le quita las cobijas de encima con cuidado, no quería ser más brusco como lo había sido - lo siento... yo, en verdad me descolocaste... no quería hacerte sentir mal... pero verte correr al baño... independientemente de la razón... creí que huías de mi - dice esperanzado que le esté escuchando y note su sinceridad

Me destapa y le miro. - y no has huido ahora tú de mí? - le miro con una serenidad que me es ajena. - si te has enfriado no importa. - me siento y tuerzo levemente el gesto, mi trasero escuece un poco del rato que he estado en la ducha. - Pero que me eches a un lado y te vayas... - bajo la mirada, no hay un motivo específico, pero me ha dolido, deseaba estar con él de esa manera porque sus ojos deseaban lo mismo.


- No estoy enfadado ni nada, es mi culpa por escaparme sin explicar nada. Te entiendo perfectamente kUNSEl, pero entiéndeme también tú a mí.

- Si... he huído, lo admito... e intento entenderte pero realmente no sé... - se apoya sobre la cabecera con un gesto de arrepentimiento y confusión al mismo tiempo - sé que no debí hacerlo... y si estás enfadado... o al menos tu rostro se ve así... supongo que... eche a perder esto más de lo que estaba... lo siento Ethan... - se levanta - creo que ... nos vemos mañana... en verdad no quería hacerte sentir mal... descansa - sale de la casa, estaba huyendo nuevamente, y seguro se arrepentiría después pero justo en ese momento no sabía que hacer, cuando las chicas se molestaban lo mejor era dejarles que se les pasara el coraje, había recibido ya tantos desplantes que le costaba ya intentar arreglar las cosas a la primera, esperaba que mañana todo estuviese más tranquilo, no era tan tarde, ni su departamento estaba tan lejos... al menos no para un soldado

- vas a huir otra vez? - antes de que lo diga ha salido de casa. Tanto soldado y tanto derroche de valentía para esto pienso decepcionado con el rubio. ¿qué se cree que soy? ¿una mujer histérica? Habrá que discutir las cosas, no? Me levanto y tomo una muestra de sangre mía y voy a una habitación cerrada con llave. Salgo al rato totalmente perdido de que hacer con Kunsel. Simplemente me acuesto hasta la mañana siguiente.




Me despierto también muy pronto ya que suelo hacer ejercicio en las máquinas en la mañana, desayuno algo menos de lo normal, lo que pasó anoche me tiene reprimido. Apenas si termino decentemente las clases y las tutorías antes de ir a la asesoría de siempre con los dos soldados. - konnichiwa. - saludo algo desanimado también, pero intentando sacar energías apra las dos siguientes horas.

Estaba jugando con Yen, al ver al profesor su rostro se torna neutral, más que nada porque los ojos de Zack le observaban detenidamente, no había querido decir nada pues Kunsel tampoco le decía nada, así que simplemente tomaron clases, y de hecho el rubio ya se había puesto al corriente, todos los apuntes, los ejercicios, tal como le había prometido al profesor.

- Terminamos - la voz de Zack rompe el incómodo silencio, miraba a ambos, se notaban serios... incluso distantes, y realmente no se explicaba que estaba pasando entre ellos.

- Si... gracias sensei - hace una reverencia, no sabía si Ethan seguía enojado o qué, de igual manera que él se notaba algo distante, tampoco sabía si lo llevaría a casa, pero no quería que pensara que solo estaba con él porque le convenía - me voy a casa entonces... Zack... no se te olvide mañana llegar temprano a la cafetería... tenemos que preparar todo, de acuerdo?... sensei... hasta luego.. - hace una reverencia para después salir de ahí

- yo también me voy. - le digo a Zack y recojo mis cosas en silencio. Kunsel sale bastante antes que yo y bufo... será...- sayonara. - me despido del pelinegro y salgo detrás del otro soldado. - KUNSEL! - le llamo desde lejos y cuando se para me acerco. - te acompaño. - hoy no he traído coche, ya que había oído que había un atasco monumental según venía y sabía que no llegaría a la asesoría en coche. Andamos un poco en silencio y le tomo de la muñeca. - Estar contigo es lo más maravilloso que he tenido nunca y no quiero dejar de tenerlo. Lo de anoche fue una confusión por parte de los dos y por culpa de ambos, no tiene mucho sentido enfadarse por ello. - bajo la mirada un segundo antes de clavarla en sus ojos. - No quiero que vuelvas a escapar de mí. Si algo te molesta dímelo, si tenemos algo que discutir y arreglar no me dejes solo para que me enfríe, porque le daré más vueltas y me calentaré más, quiero arreglar las cosas cuanto antes y no dejar que estemos así...

(ciao, hasta mañana)

Se voltea un tanto sorprendido de escuchar la voz de Ethan, iba a preguntar el por qué iba a pie pero comienza la explicación del rubio así que se queda callado para escucharle como debía, sintiendo el agarre en su muñeca, pero aparta la mano, solo para entrelazarla con la del rubio. Le observa a los ojos mientras caminan lentamente por el parque cerca de la casa de Zack, había algo de gente por ahí pero no le importaba que lo viesen de la mano del rubio.
Se detienen cerca de la fuente principal mirándole detenidamente.

- Lo siento Ethan... no quiero compararte con nadie... pero siempre he estado con mujeres... no sé las reacciones de un hombre en estas situaciones... y con ellas, en la mayoría de los casos, lo mejor es dejarlas que se calmen... sé que no soy la mejor pareja del mundo y me falta bastante para acercarme siquiera... - se sienta en la orilla de la fuente sin soltar la mano del rubio - me perdonas? - pregunta con una mirada por demás dulce, inocente incluso algo que ninguna chica había visto, un gesto que solo aquel profesor podía disfrutar.