Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Jadeo más constantemente cuando acelera el ritmo de la masturbación. -tramposo? mIRA quien fue a hablar. - quién me ha tentado con sus toques, sus besos y sus palabras? - ah! oye! - desde luego... como piensa que tengo más experiencia que él no se corta ni un pelo.


me hace agacharme y besarle y lo hago con sumo gusto, los muerdo cuando siento su semen en mi mano y los suelto para proferir un gemido gutural cuando es mi propio semen que se libera. Caigo agotado sobre su cuerpo, a pesar de eso sigue besándome, aunque le sigo el ritmo de forma desordenada y cuando los suelta me acomodo sobre mi cuerpo, tanto me ha besado que mi respiración ha dejado de ser agitada por el orgasmo.


- desde luego... te dije que no, mañana tengo clase. - le digo con algo de reproche, aunque era por las ganas de reprocharle todas esas cosas pervertidas que para mí eran nuevas. Le pellizco la mejilla. - hazme casooo. - digo divertido y me bajo de encima suya, aunque no peso mucho no le quiero molestar. - etto ... te... importa traerme un zumo de la nevera? - pensaba que solo era después de hacer el amor... del todo, pero parece que esto también me deja con pocas fuerzas para levantarme de la cama.

- Pero si te estoy haciendo caso¡ - dice riendo divertido cuando le hala la mejilla de esa manera, los gestos del mayor eran tan tiernos en ese instante que no podía quitarle los ojos de encima - además... no me detuviste, si realmente no hubieses querido me habrías detenido no? - mira como se baja de encima suyo - mira quedamos manchados - se limpia el semen del abdomen con la punta de los dedos y lo observa, cualquiera hubiese pensado que lo iba a lamer pero toma uno de los pañuelos del buro de un costado y limpia su abdomen y el de su pareja.

- Claro, espérame aquí he, no vayas a querer huir - le sonrie y se levanta, se va a la cocina después de ponerse los interiores y el pantalón, levantando la ropa de Ethan antes para que se vistiera también. Va y lleva el zumo, dándoselo - estás bien? - le acaricia la mejilla con los dedos, le miraba con algo de preocupación ¿como es que había podido tener relaciones todo ese tiempo? - y siempre que... ya sabes, que tienes relaciones te sientes así? - pregunta esperando no hacerle sentir incómodo.

- Tú te has visto bien? No hay manera humana que le pare los pies a alguien como tú. - el hombre es un ex soldado y yo un frágil muñeco de cristal, si hubiera intentado apartarlo podría haber salido dañado, pero tiene razón, tampoco me negué y ha estado bien, muy bien diría, aunque he echado de menos estar dentro de él.

Le sonrío cuando me limpia y me pasa mi ropa para que me vista, tengo que coger otros calzoncillos, los que llevaba puestos se mojaron, menos mal que el mueble con ellos queda cerca de la cama. - huir? si es mi casa. - sonrío mientras va a por mi zumo - arigatou. - digo sentándome para coger el zumo y antes de dar un sorbo le respondo. - estoy bien, más que bien. Sí, siempre me quedo bastante cansado. No te preocupes por mí, conozco mis límites. Solo lamento que tenga que molestarte con ello. - le beso y me bebo el zumo de una vez y me acuesto a su lado. - a dormir. - digo apagando la luz y abrazándome a él esperando no volver a provocarlo o algo...

- ¬.¬ oye, por muy fuerte que sea jamás te obligaría a nada, si me hubieses dicho que no enserio te hubiese dejado - le besa el hombro acostándose a su lado - no me molestas en absoluto, anda, duerme y descansa, que ya no intentaré nada... esta noche - le aclara con coquetería y después de que Ethan se duerme él se queda dormido también.

*******************************************************************************************

Estaba despierto desde hacia ya unas horas, horario militar, pero no se había levantado, no era su casa y a diferencia de Zack no agarraba confianza en los lugares ajenos tan rápido, le ayudaría con el desayuno cuando Ethan se despertara, pero le gustaba mirarle, se veía sumamente tierno, le nota removerse.

- Buenos días Nieve - besa su nariz - como estás? te sientes mejor

Me despierto media hora antes de lo debido para poder... ya está despierto. - buenos días. - me estiro sintiéndome mejor al hacerlo. - sí. Estoy bien, solo me faltan horas de sueño. - digo echándoselo en cara. -le beso suavemente sus labios y me levanto demostrando que estoy bien. - Vamos a desayunar. - digo saliend con un gran bostezo en la boca que no se acaba hasta llegar a la cocina. Enciendo la sartén con aceite y saco huevos, beicon y morcilla para freír, además pongo rebanadas de pan a tostar para ambos. - qué quieres desayunar, le pregunto, mientras echo a la sartén dos huevos

- Lo que tu desayunes está bien, no soy quisquilloso con la comida - le mira sintiéndose algo inútil por no saber donde están las cosas para ayudarle, llega a su lado - dime, en que puedo ayudarte? - pregunta mirando como saca las cosas del frigo. - al menos poner la mesa si no quieres que cocine - comenta pues no sabe que tanto come de cada cosa, deberá ir a preguntar a un médico el como balancear los alimentos y como cuidar a una persona con la enfermedad de Ethan

- vale, me sirves un café con mucha leche? - le digo dejándole algunas cosas ya sobre la mesa para que él las disponga. Termino de freír las cosas y saco las tostadas solo un poco negras en el centro y me siento poniendo los platos entre los asientos de ambos para que podamos comer.- itadakimasu. - sonrío por su acento, me encanta como lo dice, no me acostumbraré a que lo pronuncie bien con el tiempo. Junto con las tostadas me hago un sandwich de beicon y huevo que es pura grasa y me lo trago como si fueran cereales y no 3000 calorías juntas

Tomo su mano y después de limpiarme con una servilleta beso sus nudillos. - gracias por hacerme compañía tanto rato. - digo ya que desde la tarde ha estado conmigo y pendiente de mí desde ayer. Le sonrío y suelto su mano para dejarle desayunar y endulzar mi café con dos cucharadas de oro blanco.


(me voy, hasta mañana

- No tienes que agradecer, es agradable estar a tu lado, me gusta realmente - sonrie mirando como se come todo eso, al tiempo que el tomaba una tostada para ponerle mantequilla y algo de azucar encima, le gustaban las cosas dulces. - además, a tu lado es divertido - toma un sorbo de café y terminan de desayunar, Kunsel a veces no hablaba demasiado, realmente aun conservaba esa pequeña parte reservada, donde solo pocas personas, incluidas Ethan, podían entrar, conocer los secretos del soldado no era fácil, mucho menos convivir de manera tan natural como lo hacian Zack y el profesor.

- Por cierto... nos bañamos juntos? - le acaricia la mano con ternura, no buscando algo sexual, sino simplemente como un cariño hacia aquella persona frente suyo

Sonrío cuando dice que le gusta estar a mi lado y que encima le divierte. Me termino el sandwich feliz y añado una tostada con nutella, a mí también me gustan las cosas dulces. ¿bañarnos? pienso mientras me bebo el café de un sorbo dando por concluido el desayuno y mi apetito. - hai! Voy a prepararlo. - digo intentando esconder mi emoción por bañarme con él. Recojo las cosas y las dejo en el fregadero para lavarlas luego y subo arriba a preparar el baño.

Mientras el mayor sube a preparar el baño Kunsel lava la loza, no tarde, no es mucho y no le gusta estar sin hacer nada, después se queda sentado en la mesa, meditanto la situación, ¿le molestaba? no, y eso era lo más raro, siempre se había sabido heterosexual y jamás creyó terminar en la misma situación que Zack, el pelinegro ya había tenido ciertas señales de gusto por el mismo sexo pero... él?. En su vida había tocado a otro hombre que no fuese por jugar, o en la lucha, ni imaginar tocar un pene.
Pero... no le gustaban los hombres, pensaba en Angeal, Genesis, Sephiroth... Cloud, Reno, Rude.... Tseng, los había visto un sin fin de veces desnudos en los vestidores y jamás les prestó atención, pero al imaginar siquiera a Ethan semidesnudo le hacia palpitar las partes bajas, estaba tan concentrado que no escuchó los pasos que se acercaban, su frente terminó contra la mesa de un golpe. Se notaba algo preocupado.

Preparo el agua caliente y la lleno de gel para que cree espuma y le llamo, pero por el grifo no me oye, lo cierro y bajo a bajo contento, pero me sonrisa se va al ver a mi amante con un rostro marcado por la preocupación. Me acerco en silencio con los pies descalzos, que no detecte mi presencia hasta que estoy pasando por el marco la puerta me alarma más, sé bien que tiene un oído fino. Me acuclillo al lado de la silla y acaricio su espalda. - está todo bien? sigues confuso? - le pregunto, también yo me preocupo, que siga confundido me da miedo y si llega a la conclusión de que no me quiere a su lado y solo fue por desfogarse? me aterra de verás que cortemos, me aterra esa palabra a pesar del corto tiempo que llevamos juntos.

- He? - se sorprende al ver al mayor a su lado, nisiquiera le había escuchado entrar, mucho menos cuando se acercó a él, le sonrie intentando discipar esa carita de aflicción que tenía en esos momentos el rubio. - si, todo está bien, solo estaba pensando, faltan días para la inauguración, y el exámen... y Zack está empeñado en preparar no se qué, para la madre de Yoshiyuki-san - intenta ocultar su verdadera confusión, no es que no quisiera compartirla con Ethan, pero para qué preocuparle, con uno de ellos dos preocupado era más que suficiente.

- Ya está el baño? - pregunta levantándose y tomando la mano del mayor, entrelazando sus dedos con ternura, se deja llevar, no diría nada o repetiría la misma historia si Nieve insistía. Al llegar al cuarto de baño se desnuda, metiéndose y extendiendo los brazos para que entre el otro sentándolo sobre si - tienes poco tiempo para ir a la escuela? - no es que quisiera hacer algo perverso en ese momento, pero tampoco quería apresurar el baño, claro que si no había de otra pues lo haría

Bajo la mirada cuando me pone esa excusa, no es que le pueda reclamar nada ya que yo también tengo mis cosas que ocultar, pero no me gusta que me mienta.

Le miro recomponiéndome y asiento guiándole al baño. Tarda menos que yo en meterse y yo me acomodo sobre sus piernas. - No, realmente. Se tarda poco en coche. - le miro y le abrazo con la poca fibra de mis brazos. Sé que no ha tenido mucho tiempo para asimilarlo, pero me gustaría que me lo dijera con sinceridad y no que me mantuviese unido a él mientras, puede que a él le resulte más fácil saber lo que siente con ello, pero... y yo? Como me sentiré si de repente se va después de apenas haber saboreado la felicidad con él.


Suspiro y me separo un poco, tan preocupado estaba que no había reparado en su cuerpo esculpido por todopoderosas divinidades. Cojo una esponja y con la espuma del baño tallo su cuerpo con tranquilidad. - Después de las clases... quieres que estudiemos los dos para tu examen? Me gustaría ayudarte más en eso.

- Si, me encantaría realmente, explicas muy bien, se te da ser buen maestro - dice mientras también le talla, después de quitarse ambos el jabón de los cuerpos le lava el rubio cabello, era tan suave, realmente se sentía demasiado bien el estar así con él, su cuerpo tan fino y espigado, le da un beso en el hombro y luego en el cuello, no se sentía extraño al besarlo, le toma del mentón para darle un beso profundo en los labios y se separa.

- Vamos o nos arrugaremos como pasas... me gustaría saber cocinar mejor así te podría hacer bentos como Zack le hace a Yoshiyuki-san... - no es que comparara las relaciones de ambos, pero siendo la única pareja gay con la que tenía contacto, sentía que así debeía ser, además se notaban tan felices que intentaría llevar un buena relación con el profesor

Dejo que me lave el pelo y luego hago yo lo mismo con el suyo. Besa suavemente dos lugares de mi cuerpo y luego mis labios son el juguete de los suyos por unos segundos que disfruto.


Sonrío cuando dice lo de los bentos. - arigato, pero no hace falta, suelo llevar comida de casa y la cafetería de la universidad tiene buenos chefs. - le digo sincero. Me levanto y salgo de la bañera, me pongo un albornoz y saco una toalla para él, ya que un albornoz mío le quedaría corto. Me seco el pelo con una toalla y voy al cuarto a vestirme mientras él termina de secarse. Como en la tarde estaré con él decido estrenar una camisa negra cruzada por una ancha raya blanca y unos vaqueros un poco ajustados. Quiero hacerme notar ante el rubio, aunque sé que lo tengo difícil, con este cuerpo raquítico. - ¿te acerco a tu casa o a algún lado?

- A la casa de Zack por favor, queda de paso a tu escuela, y aprovecharé para hablar con él de algunas cosas - se viste observando el cuerpo de Ethan, le parecía atractivo, era el primero chico que le atraía fisicamente, aunque su cuerpo tenía similitud con el de una chica... niega para si mismo y termina de vestirse para después seguir a su anfitrión, antes de salir de casa, justo en el genkan, le toma de las mejillas para besarle profundamente, había dejado la mochila que llevaba en el piso, profundiza el beso, como si quisiera encontrar en los labios del rubio la respuesta a todas sus preguntas - vamos - sale y espera que el otro cierre.

Durante el trayecto solo hubieron pláticas banales, ni un sólo beso, cuando llegan a casa de Zack se baja del coche y se despide con la mano, no le besa, si por casualidad Zack saliera podría verles, no es que le diese verguenza era solo, que aun no se acostumbraba del todo

- Perfecto. - le digo y cojo algunos materiales para mis clases y mientras me calzo en el genkan, él me sorprende con un beso hondo que respondo abrazándome a su cuello, intentando darle respuestas que en mis labios y en mi pasión no encuentra a pesar de mi empeño. Le sonrío tras esto, pero ese caos y esa turbación sigue expresada en sus ojos y no hay nada que pueda hacer.


Le dejo en casa de Zack. Un amago de inclinarme para darle un beso corto, pero él se desabrocha el cinturón y se baja del coche sin que no te que he vuelto a sentarme en mi asiento como si no hubiera intentando conseguir un beis más de él antes de despedirme. No me molesta, después de todo no nos podremos besar en lugares que pueda frecuentar alguno de mis alumnos, así que entiendo que él quiera mantener las formas cuando su amigo pueda verle. Me despido con la mano y voy a la universidad.


Unas horas más tarde aparco cerca del piso de Zack y subo a su piso. Me dejan pasar. - konnichiwa, chicos. Espero que no os hayáis oxidado y hayáis repasado al menos lo que hemos dado hasta la fecha. Luego os pasaré un modelo de examen para que lo hagáis para mañana. - digo actuando con normalidad, aunque el pelinegro parece muy empático y parece leer muy bien a las personas, desde luego me tiene calado.

Sale a abrirle al profesor, le mira a los ojos, Kunsel no le había dicho nada a Zack pero este estaba bastante serio, algo notaba en aquellos dos, les miraba no como cuidándolos pero si como si quisiera saber que se traían, especialmente el profesor, las horas se pasan un tanto lentas, hasta que termina la asesoría.

- Que bien¡ hoy fue agotador.. no Zack? - una palmada en el hombro por parte de su compañero, sin embargo el pelinegro no responde más que con un asentimiento de cabeza.

Cuando el profesor le dice a Kunsel que lo lleva a su casa Zack pone un gesto algo más serio.

- No te olvides de lo que hablamos hoy... ne - le comenta cuando salen del departamento, Kunsel solo sonríe como divertido por la seriedad de su compañero, sencillamente no le quedaba hacerse el adulto, y mucho menos con alguien mayor que él, pero era divertido mirarle esa faceta.

- Como te fue hoy? - pregunta al subir al coche del rubio, le sonrie, no le saluda con un beso, lo haría ya en un momento más oportuno.

La clase se hizo lenta y es que el pelinegro no me quita los ojos de encima intentando atisbar el porque de algo. Les dedico a ambos la misma atención, como siempre he hecho, pero el pelinegro sigue serio. Kunsel y yo nos despedimos y marchamos a mi casa. - Hubo algo de lío, hubo un...levantamiento espontáneo en mi clase cuando discutíamos sobre economía y... creo que van a hacer Huelga o algo... no sé... - digo todavía confuso por esa forma de comportarse de un pequeño grupo de mis alumnos.


Llegamos a mi casa y allí le doy el piquito que no había podido darle antes. - Hoy tengo merluza para cenar, te gusta? puedo hacer otra cosa. - me remango y me lavo las manos para poner los trozos de pescado en la plancha con un poco de aceite. Saco de mi maletín una pequeña bolsa con un lazo con bombones y saco uno acercándome a mi amante. - abre. - le digo y le doy de comer el bombón y luego me como yo otro, demonios, adoro que mis alumnos me regalen dulces.

- Si, todo está bien, como te dije como de todo - le sonrie de manera tierna y como ese bombón - jajaja, me alimentas... me siento un... hamster o algo así - dice no molesto pero si bastante contento, era extraño, las chicas de sus anteriores relaciones no eran así de dulces, y eso le parecía bastante nuevo - espera... voy yo - comenta tomando otro de los bombones de aquella bolsa y se lo pone en los labios, se acerca dándoselo boca a boca, sintiendo como el mayor va mordiendo el dulce y poco a poco se acerca a sus labios, se separa antes del beso y le sonrie travieso

- No me besarás tan fácil - dice como retándolo

- te gusta sentirte hamster? - digo divertido de la comparación y de que se siga viendo contento por ello. Voy a darme la vuelta, pero me pide que espere que ahora va él. Sus blancos dientes sujetan un bombón de negro color y me lo acercan. Es algo alargado, así que como si se tratara de un pocky, lo mordisqueo lentamente y cuando lo termino voy a lamer algo del chocolate que ha quedado en sus encías, pero este se aparta pillándome con un rostro sensual al tener los ojos entrecerrados a punto de dejar caer los párpados para besarle.


Con algo de vergüenza por dejarme pillar así, cojo otro bombón y con una esquina del cuadrado chocolate recorro sus labios con picardía con el dulce y luego lo paso por mis labios intentando que sea él quien me bese a mí.

- Oye¡ no se vale seducir de esa manera - le toma de la cintura y está a punto de besarle pero se separa robándole el bombón y comiéndoselo como si nada, se chupa los dedos pues había quedado chocolate en ellos - mmm si... muy rico - dice divertido por la cara del profesor, no de burla pero era lindo verle un tanto desesperado porque no le besaba, de pronto le toma de la cintura atrayéndolo con algo de rudeza pero no demasiada y le besa con una profundidad tal que quitaba el aliento, se separa.

- Si... delicioso - le lame el poco chocolate que había quedado en la comisura de los labios del rubio - creo que comer mucho chocolate te ha hecho muy dulce

- de que te quejas si no te dejas seducir? - digo molesto más de que me reclame por intentarlo que por no haberlo conseguido. En mi frente sale una venita por estar en desventaja con el menor y le doy un suave golpe en el pecho como reclamo y me voy a separar para ver como va la cena, pero el rubio me atrae en solo movimiento de su brazo y me besa con tal profundidad, que mi cabeza es echada hacia atrás como si fuera una mujer pequeña. Su lengua busca la mía y la esquivo un poco para intentar vengarme, pero no tardo en caer en el hermoso aturdimiento de esa boca chocolateada y mi lengua sigue el son de la suya, mientras me sujeto de sus hombros y elevo muy apenas los talones del suelo.


Cuando se separa mantengo los ojos cerrados intentando que mi cara no sea de aturdimiento y luego le miro algo mal, pero no lo suficiente para ocultar lo mucho que me gustan sus besos. - dios... - beso las comisuras de sus labios con calma y deseo que me ponga sobre la mesa con las piernas abiertas, pero... la cena! - voy a mirar la cena. - digo con tranquilidad, a pesar de que hay riesgo de que se haya quemado. Me separo mirándole con deseo hasta que me doy la vuelta y voy a la cocina y le doy la vuelta al pescado y añado un poco de ajo. Me toco los labios recordando ese sabor único de los labios varoniles de mi amante. Pongo los vasos y él se ofrece a hacerlo, le saco los cubiertos para que coloque la mesa y yo corto un poco de lechuga, tomate y queso fresco para hacer una ensalada con la que acompañar. Nunca he sabido hacer esas complicadas comidas japonesas que tienen tantas cosas en pequeñas cantidades, pero supongo que a Kunsel no le importa, ya que está acostumbrado a lo mismo que yo. Termino la cena y la sirvo. - aclaraste las cosas con Zack?

Se da cuenta del como le mira y se relame los labios, realmente le hubiese tomado al vuelo llevándolo a la habitación pero, era necesario que Ethan comiera para resistir las embestidas, se sonroja, penetrarle?, nunca antes había pensado en ello y dioses, le excitaba sobre manera, recuerd ala ultima vez donde él pequeño le había penetrado a él, le había gustado pero algo le decía que penetrar al rubio iba a ser aun más delicioso. Realmente nunca había tenido sexo anal, las chicas decían que eso era sucio que era de "gays" le molestaba esa palabra, no por la palabra en si, sino por el sentido de desprecio que le ponían al decirla.

Le ayuda con todo y se sientan a comer

- Aclarar?, bueno le dije que ya estaba bien, que todo lo de la chica había quedado atrás, pero hay algo que hace que no me crea del todo, ese chico es bastante perspicaz realmente... pero todo saldrá bien, en su momento. - comenta comiendo y halagando después el plato, estaba delicioso y bastante nutritivo - y ... después de comer empezaremos con las clases privadas? - dice observando a Ethan comer, sus labios dulces degustar sus alimentos. Y realmente lo menos que pensaba era estudiar

- Sabes... eres la primer persona que me excita con solo un beso- - comenta de manera natural y bastante sincero me gusta mucho besarte.... y hay cosas que jamás creí sentir por un... hombre, pero realmente no las siento con cualquier hombre, solo contigo...- come un poco de ensalada - me gustas mucho


()nos vemos mañana ) ^^

- Bueno, creo que ya se olía que yo sentía algo por ti, intentaba tratarte normal y no mirarte de forma diferente, pero aún así más de una vez una de las cejas de zACK se enarcaba mirándome raro. Mmm... no voy a meterme en lo que le cuentas a Zack o no, pero... creo que si le dijeras que nos conocimos en wutai no sospecharía tanto.- como un poco y asiento mientras trago la comida para contestar. - sí, cenamos y descansamos un minutos y ya nos ponemos con ello.


Trago saliva cuando me confiesa eso que me hace por demás feliz. - excitarte? - no me pongo rojo, pero eso que dice me hace pensar que... lo que menos le apetece es estudiar. Le gusto... mucho. - Tú me encantas, no solo besarte, pero especialmente sí, adoro poder degustar tus labios. - me meto un gran trozo de merluza dando por terminado mi propia confesión.