Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Hora y media despues...

Todo terminó media hora después de lo planeado, un par de chicos se quedarían después para limpiar todo, Zack se despide de Kunsel echando una última mirada al profesor del cual se despide desde lejos para irse con Hatori.

- Gokurosama deshita - los chicos, en especial las chicas, sonrien por ese "deshita" tan marcado, se despiden del hombre y salen de ahí, Kunsel se acerca a Ethan - nos vamos? - no se había cambiado, camina al lado de su profesor y le toma la mano - perdona por hacerte esperar tanto, no sabíamos que el local tendría tanta popularidad, qué te pareció la comida? - se detienen en un sitio donde ya no se veía nadie y se agacha para besarle de manera profunda

El tiempo se me pasa volando mientras trabajo y cuando Kunsel se me acerca diciendo que si nos vamos asiento algo aturdido pensando que no era tan tarde, aunque la cafetería estaba prácticamente vacía. - cierro el portátil y recojo mis cosas. - tengo que pagar la cuent... - la cara de Kunsel me dice que no hay cuenta que pagar y sudo una gotita, pero asiento y salgo con él.


Cuando estamos fuera me percato de que no se ha cambiado de ropa y estoy andando de la mano con un imponente general de la mano. - No te preocupes, sabía que tendría que esperar un poco. - le aseguro, aunque no me hubiese dicho que le esperara lo iba a hacer de todas maneras. - La comida excelente y... - sus labios detienen mis palabras, pero no a mis labios que se apresuran en responder al hombre uniformado lleno de medallas que me impiden acariciar su pecho. - y... el servicio... es grandioso. - le miro a los ojos y me separo para seguir andando.


- estás cansado? Puedo darte un masaje cuando lleguemos, se me dan bien. -

- Mmmm si, por favor, eso de ser el ayudante de Zack es peor que ser su camarada en la guerra - dice divertido, la gente que andaba por ahí no les prestaba la mínima atención, después de un rato llegan a casa de Kunsel. - pasa por favor, te gustaría tomar algo? o quieres comer algo? - dice quitándose la gorra militar, le sentaba bastante bien el traje, y no se lo quitó porque se había percatado de la mirada que le dedicaba el mayor

- Sabes... no creí que el menso de Zac k escogiese este tipo de trajes... pero creo que fueron un exito al igual que los demás cosplay, según me dijo le ayudaría alguien del mundo de la moda, supongo que hizo buenos amigos, es un chico agradable

- sí, a Zack se le ve muy sociable. - miro la cocina. - si no te importa voy a hacerme un sandwich, sí?- le doy un besito antes de ir a la cocina. Veo que no se quita el traje y aunque estoy contento con ello, de alguna manera me pone un poco nervioso. - No es incómodo? - le pregunto mientras doy un bocado al pan y a su relleno.


- No había ni una mesa vacía, la inauguración ha ido muy bien, aunque se os veía muy atareados. Los trajes son fabulosos. - me termino el sandwich enseguida. - te quitas descubres el pecho? Voy a usar aceite para darte el masaje. - le digo, había traído yo mismo un pequeño frasco para ello suponiendo que estaría cansado. He cogido bastante confianza ya en lo que a su casa se refiere y extiendo una toalla sobre la cama para no manchar nada. Yo cuando hago un masaje lo hago bien.

- El traje?... bueno *leve sonrojo* de hecho ... no me lo quité porque se notó que te gustaba... - confiesa y comienza a desabrocharse el saco, despues se quita la camisa doblando la ropa debidamente para recargarla en el respaldo de una silla, los trajes, según le dijo su amigo, ya eran de ellos. - gracias - dice recostándose boca abajo sobre la cama para que el otro hiciera su trabajo, el hecho de que le masajeara resultaba algo bastante agradable pues en verdad estaba cansado

- Mmmm... tus manos son geniales - farfulle con un sonido de voz cargado de placer, sencillamente estar así al lado del mayor era genial - Zack quiere irse de vacaciones... le estoy alentando porque despues de él iré yo... dime, te gustaría ir de vacaciones conmigo?

Me rasco la mejilla cuando dice lo de que me gustaba. - Y así es, pero ahora prefiero quitarte el cansancio que alegrarme la vista con tu figura uniformada. - sonrío y dejo el maletín en la habitación y saco el aceite aromático a vainilla. Aunque seguro que es provocarle mucho me siento sobre su trasero con las manos untadas de aceite, poco un poquito en su nariz para que el aroma le sea más intenso y mis manos presionan los puntos adecuados en su espalda, comenzando por abajo y subiendo lentamente quitándole algún nudo y masajeando sus hombros y sus brazos a conciencia. Rio divertido por como alaba mis manos y lo que hacen o más bien el tono en el que lo hace es lo que me resulta divertido.


Estoy masajeando sus cervicales cuando me dice que que me parece ir de vacaciones con él. Detengo mis manos y miro su mata de pelo que me da la espalda. Es normal que se quiera ir con la pareja de vacaciones, pero llevamos tan poco tiempo que no esperaba que me dedicara mucho de esas vacaciones, un par de días conmigo en casa y luego se irá con Zack o con algún amigo a hacer Dios sabe que, no se me habría pasado por la cabeza que quisiera que fuéramos a algún lugar juntos. - Sí, onegai, déjame ir contigo. - mi voz suena patética o al menos yo la escucho así, pero no me importa, quiero estar con él todo lo que pueda.

- Claro que te dejaré... - dice sonriendo por esa petición y se voltea, casi tirando a su pareja pero le toma en el momento adecuado - tus manos son mágicas - le toma de la cintura mientras le miraba a los ojos, se acerca para besarle profundamente, sus manos se cuelan por entre la ropa

- Hoy puedes quedarte conmigo? - le pregunta de manera suave, íntima, incluso se notaba algo inocente en su pregunta, sin embargo le agradaba ver el sonrojo en los ojos de su profesor - o tienes que dormir toda la noche? - esa pregunta hacia obvio lo que deseaba hacer con el rubio, esperando que este no pensara que solo le quería para eso

- solo sé que puntos tocar... - le respondo mientras sus labios se acercan a besar a los míos, sus manos me tocan. Y su voz me hace sonrojar. Estoy tan nervioso antes de hacerlo con él que podría parecer que le tengo miedo o que no deseo ser tomado por él, pero no es así, estoy ansioso y a la vez temeroso. Tanta felicidad no debe de ser posible. - esta noche... - hago una pausa mirando sus ojos y llenándome de él. - ... me rindo a ti. - digo descendiendo para besarlo nuevamente. mIS Manos algo pegajosas por el aceite acarician su pecho, mientras mi cadera busca tener contacto con el paquete del otro.

Venía dispuesto a esto, a estar con él, incluso traje lubricante, pero me siento tan nervioso, me toca y me siento morir lentamente.


-(hasta mañana)

Corresponde ese beso de manera suave, aquellos labios le fascinan, son dulces, tan tersos y al mismo tiempo le besaban con tal pasión que sencillamente no podían compararse a los besos de una mujer, comienza a desvertir a su amante, con calma, no tenía prisa alguna y quería probar todo de su cuerpo. Le toma detras de la cadera arriba de las nalgas empujando contra si al otro, para hacerle sentir su sexo palpitando bajo aquella tela.

- Ngh... porque estás tan nervioso - pregunta sintiendo el leve temblor en el cuerpo del mayor, nada exagerado pero para alguien como Kunsel era bastante notorio - no te voy a lastimar - le separa un poco mirando el abdomen totalmente descubierto del otro, no tenía pechos obviamente pero pese a eso el soldado se sentía sumamente atraído, era algo que escapaba de sus manos, sus manos acariciaban ese pequeño cuerpo, sus dedos empiezan a jugar con los pezones, sabía que Ethan era sensible, bastante, en sus tetillas - me gusta escucharte gemir - confiesa

- por qué? Pues porque eres tú. - suspiro mientras me acaricia con suavidad. No es porque sea inexperto, es solo porque es él. - sé que no lo harás, pero... - pongo una mano sobre su propio corazón - ... duele aquí.


Me sonrojo cuando dice lo de mis gemidos. Esa frase no me anima a dejar libre mi voz si no a contenerla aunque consigo moderar mis gemidos, no es como si lo hiciera completamente. Mi cuerpo responde al menor, como si pulsara botones de autodestrucción. - kunsel-kun... me ves como a una mujer? - le pregunto de repente mirándole a los ojos.

- No te contengas - le pide cuando nota el cambio en la modulación de su voz, le parece algo sumamente tierno, besa su hombro escuchando aquella pregunta - eh? - se separa un poco - como mujer?... - le mira ladeando la cabeza un poco - veamos... no tienes senos - pellizca uno de sus pezones acercándose a succionarlo un poco dejándolo totalmente humedo, mientras lo hacia su mano bajaba hasta la entrepierna de Ethan apretándola un poco - tienes pene... como podría verte como una mujer? - sonrie besando su nariz - Ethan.... sé que tal vez no lo entiendas, incluso yo aún no lo entiendo del todo pero, me gustas tu... no te veo como mujer, ni como hombre... - no sabía si el rubio le entendería - me gustas por lo que eres por ser tu, tu cuerpo me atrae de mil maneras, no me pasa con otros hombres, y jamás me pasó de esta manera tan intensa con las mujeres, voy más allá del género contigo, solo porque eres tú - le abraza - me entiendes? - le pone con cuidado en la cama comenzando a quitar sus pantalones - eres el primero a quien le hago un oral, mejor dicho, eres el primer ser humano de género masculino con el que he tenido relaciones sexuales - sonrie dulcemente y se acerca para susurrar a su oído - y quiero seguir haciendo el amor contigo - su mano comienza a masturbar al menor, y antes que pudiese decir algo comienza a lamer su sexo, ya sin dudas como la primera vez

Su forma de responderme me hace sentir como un juguete en sus manos al que puede manipular sin esfuerzo, pero luego tiene esos gestos tan dulces, como besarme la nariz o abrazarme, para acto seguido quitarme los pantalones. - eres terrible. - le aseguro después de que me susurre lo último. - aah... - empiezo a jadear cuando su lengua juega con mi sexo. Lamento que se me haya adelantado, quería chupársela también.


Me agarro a las sábanas y le miro hacer su erótica tarea. Si solo entendieras que lo que me hacen creer tus palabras, creer que estarás conmigo siempre... es algo que no puedo creer, ya que ni tú lo crees posible ahora digo recordando su poca convicción ante lo que tenemos. Una de mis manos baja acariciando sus cabellos lacios. No poder dejarme llevar por esta felicidad... es cruel.

Sonrie apenas cuando le dice que es terrible pero no deja de lamer ese falo, cobijándolo entre sus labios, degustando cada centímetro, le gusta ese sabor, le gusta devorar el miembro de su amante, sus manos acarician aquellas caderas, los muslos internos, separando un poco más las piernas del mayor.
Se separa después de un rato subiendo a besarle de forma profunda - espera - dice separándose de su amante para ir al burocito junto a la cama y sacar un lubricante - lo compré hace poco... espero funcione - sonrie al rubio y vierte un poco en sus dedos indice y medio comenzando a acariciar alrededor de la entrada del rubio, tal vez le faltaba algo de pasión o jugueteos pero estaba acostumbrado a hacerlo con chicas que no les importaba otra cosa que el coito.

Me retuerzo un poco cuando sus lamidas se convierten en algo más y sus labios hacen que todo yo me caliente. A pesar de lo poco dulce que es en ocasiones... hay veces que me hace sentir en verdad amado, pienso mientras mi besa y su vientre aprieta mi sexo cuando sus caderas caen un poco sobre las mías, Abro mis piernas, gracias a todos los ejercicios que hago tengo una flexibilidad bastante buena.



Miro el lubricante y luego a él me incorporo besándole una vez más y luego me recuesto con las piernas separadas y recogidas contra mi cuerpo para facilitarle las cosas. Suspiro cuando rodea el agujero de mi trasero con el líquido, luego empuja dos dedos dentro y jadeo suave. Los mueve algo inexpertamente y entonces, por casualidad, toca un punto que se siente bien y que yo mismo descubrí cuando me dilaté yo mismo. - aah... ahí... tócame ahí. - le digo intentando guiarle como me ha pedido varias veces.

Frota aquel punto nuevamente escuchando los gemidos del placer del mayor, sonrie, se sonroja un poco al sentir los leves apretones en sus dedos por esa estrechez. No resiste más y comienza nuevamente el oral, su lengua masajea los gemelos, los succiona un poco, mientras sus dedos hacen fricción por dentro, tocando todo a su paso, comienza a mover sus dedos como tijeras, dilatando un poco más al mayor, lentamente, siente como va haciéndose más fácil la intromisión.

- Como te sientes? - pregunta al meter un tercer dedo, lentamente, no quería lastimarlo

- aaah ah! - me aferro de nuevo a las sábanas. MIcuerpo se ve sacudido por varios espasmos que dan como resultado que mi trasero se apriete e intente cerrarse alrededor de esos dedos. La sensación en mi trasero es nueva y esto hace que sea más sentida que la de mi pene que es torturado por su lengua, aunque eso añade más leña al fuego que me devora por dentro.- ah!!!! - cuando mete un tercer dedo me arqueo completamente y respiro algo agitado. Abro los ojos y le miro con ellos entrecerrados. No va a entrar... pienso dirigiendo la mirada a su sexo.


- Kunsel... se siente bien. - le digo sinceramente, aunque el miedo se apodera de mí por frustrar de nuevo esto por tener una cadera tan pequeña, tiene que entrar pienso.

Saca sus dedos lentamente mirando el como se iba cerrando aquella estrechez, sabiendo que estaría flexible mientras se acomodaba, se desnuda totalmente subiendo a la cama, se pone un condón que había sacado al tiempo que el lubricante, la botella del lubricante es inclinada para dejar caer sobre ese falo, ya endurecido por la visión de su amante y esos adorables gemidos, el líquido humedece totalmente el pene del menor, se acomoda entre esas piernas, levanta con su mano la cadera del chico, halandolo hacia si para acomodarle y no lastimarle.

- Dime si te duele, para detenerme ok? - le mira a los ojos dulcemente y pone la cabeza de su sexo contra la entrada, empujando lentamente, sin embargo era algo dificil

El lubricante deja su falo brillante y apetitoso, mientras me encuentro hechizado por esa visión el me jala poniéndome bajo de él de nuevo.

Me abrazo a sus hombros y noto el glande presionando para entrar. Kunsel lo intenta varias veces, pero no hay manera... Lloro de frustración, no poder darle nunca nada... no puedo permitirlo. No hace ninguna fuerza para no hacerme daño, pero...


Le echo a un lado con toda la fuerza que tengo y me siento sobre sus caderas antes de levantarme y sujetar su miembro con la mano para poder conducirlo hasta mi agujero, mi otra mano separa mis nalgas y me dejo caer hasta que su glande está dentro. Jadeo agitadamente por como se tensa todo mi cuerpo volviéndose loco por esa profanación. Antes de que mi cuerpo se adapte intento bajar unos centímetros más .

- Eh? Eth...aaah!!! - su cuerpo es recorrido por una corriente eléctrica que llena de placer cada fibra, cada célula de su cuerpo, el glande entra en ese lugar tan estrecho, pero es bastante apretado, incluso le duele un poco, imaginando a su voz el dolor que le provocaría al rubio - e-espera... - detiene sus caderas al darse cuenta

- Ethan...espera - se yergue un poco - no quiero lastimarte... no tienes que forzarte si?... no me perdonaría si... si te hiciera daño - su rostro se notaba sumamente preocupado

El rubio me para y niego con la cabeza. - dé...jame seguir. - le digo apretando los puños con rabia. Me duele, sí, pero siempre duele y eso no tiene que impedirme estar con él.


Miro su rostro y bajo la mirada, encima le preocupé.... es que no puedo hacer nada bien. Justo entonces una gota de sangre se desliza por el falo de Kunsel, pero yo nome doy cuenta, solo quiero seguir con esto tomándomelo con calma para no preocuparle, pero no sé si me puedo mover.

Siente algo que baja, algo cálido sobre el latex, acaricia el trasero de su amante sintiendo esa lubricación, iba a acariciar el costado del rubio y observa sus dedos manchados con la sangre y el lubricante

- Ethan espera.. no podemos seguir - dice serio, no decepcionado, simplemente no deseaba lastimar a su pareja, aunque el rubio se resiste hace que lentamente levante las caderas - no llores Nieve - observa sus ojos del rubio llenos de desilución y le atrae hacia si

- No entristezcas Ethan... por favor - le abraza y cobija entre esos brazos fuertes y cálidos, intentando hacerle sentir mejor

Yo también veo la sangre en sus dedos y sé que no podemos seguir. Solo cuando está fuera de mí siento el dolor, pero no lloro por eso, si no por frustrar nuestra noche juntos, por no ser capaz de complacerle, por ser tan débil e inconveniente para él. Le abrazo y lloro desconsoladamente apretándole lo que puedo, que no es mucho. Las lágrimas no cesan y los espasmos del lloro hacen que mi trasero duela.


Realmente no sé que decirle, disculparse es algo tonto, confesarle mi inexperiencia es imposible... Me tranquilizo lo suficiente como apra dejar de llorar y mirarle a los ojos. - yo... Siento... preocuparte... - digo en voz baja.

- Calma cariño - besa su cabello y le abraza sin apretarle demasiado, tranquilizándolo, al menos intentándolo, pero tenía muchas dudas justo ahora. - Ethan... tal vez no sea el mejor momento... pero, dijiste que responderías todas mis dudas... antes que nada no quiero que pienses que estoy enojado, o triste por no poder entrar... lo más importante para mi es hacerte feliz, cuidarte, entiendes? - le toma del menton para que el otro le vea a los - yo... quiero saber si... con todas tus parejas fuiste activo... o de lo contrario... como... que no hice bien? - pregunta directamente, si el mayor había tenido sexo con otros es que entonces él había fallado

Cuando me pregunta eso vuelvo a llorar. No puedo decirle que ya he tenido sexo, porque toda la culpa recaería sobre él. No quiero confesárselo, pero... no me queda de otra.


Me aparto sentándome con las piernas recogidas y mirando a ningún punto en concreto. - Yo... tú... - me rasco la cabeza frustrado. - Eres la primera... persona con la que he tenido sexo... así que no te eches la culpa de nada, por favor. - escondo la cara, reconocer que nadie ha querido nunca tener sexo conmigo es algo humillante y que quería evitar a toda costa. Confío en Kunsel, pero admitir eso... no quería que pensara que había algo malo en mí para no haber sido deseado por nadie nunca. Se enfadará por no haberle dicho nada antes.

- N-no llo... - siente como se aparta de él y le mira detenidamente, esperando que no se lastimara por sentarse así, de pronto escucha aquello, le observa esconder su rostro y se acerca - Ethan... por qué no me lo dijiste? - le abraza con sumo cariño - cariño... de haberlo sabido... creo que fuí un tonto... debí darme cuenta... - ahora varias cosas que no entendía antes tomaban sentido, le toma del mentón obligandolo con suavidad a levantar el rostro - Ethan, perdóname por no ser más cuidadoso... - de cierta manera, el saber que era el primero le hacia sentir maravillosamente, vanidad? tal vez, pero además, el saber que nadie más había tenido el tipo de caricias que Nieve le había dado en la intimidad le hacia feliz - sabes... sonará egoista pero... me alegra... me alegra saber que tus caricias solo han sido mios... pero al mismo tiempo, siento que no merezco ese privilegio - toma las manos del rubio entre las suyas y las besa de manera por demás tierna.

- Te quiero Ethan, y no quiero lastimarte, ni que te sientas mal por lo que pasó hoy, al ser la primera vez es natural, de acuerdo? - le besa en los labios lentamente