Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

- N-no pien...aah no pienses en eso ahora - siente como le roza por dentro, sonrie cuando Ethan intenta besarle pero su esstatura no alcanza - eres adorable - le dice inclinándose para degustar esos labios, le fascina tenerle así, sentir de esa manera frotándose dentro suyo, es doloroso al principio pero después es una sensación bastante placentera, comienza a jadear y a gemir de modo erótico, no era adrede sino natural, sus caderas buscan ese contacto con las ajenas, las penetraciones poco a poco van en aumento, la velocidad y la fuerza de las mismas, gime roncamente cuando siente la mano de su amante sobre su falo.

- E-Ethan...- se encorva un poco movia sus caderas como queriendo embestir algo y eso hacia que el otro golpeara partes en su interior que le hacian gemir con mayor placer - más... rápido.. - dice mirando al rubio desde donde estaba, relame sus labios y acaricias esas caderas tan finas de su amante

Frunzo levemente el ceño. - No lo soy. - digo con firmeza, con toda la firmeza que se puede cuando su trasero se está apretando apra robarme un gemido y así conseguir que ponga una expresión adorable. Me complace que él se estire para besarme, definitivamente odio mi estatura.


Sus caderas se mueven buscando más y eso me hace darme cuenta, por fin, de que el menor desea en verdad esto. Sus gemidos se suman a los míos y son más fuertes e intensos, después de todo es él quien está siendo profanado y perforado. Cuando me lo pide no tardo en aumentar el ritmo, para ello dejo de tocar su sexo y me apoyo con ambas manos en su cama y con ello puedo empujarme más rápido y un poco más adentro de mi amante.

Sonrie al sentir como aumenta el ritmo, sus ojos entrecerrados y sus labios entreabiertos son por demás sensuales, su mano baja a su sexo comenzando a masturbarse, se nota que lo hace con intensidad mostrando el placer que siente gracias a la velocidad del coito, su sexo está totalmente endurecido, jadea cuando el falo de su amante se clava con esa profundidad golpeando su próstata, se yergue un poco para mirar, no podía evitarlo, tras esa cara de no rompo un plato, esos ojos de cordero tierno, se escondia un sujeto bastante sexual, y en esos momentos voyerista

- Entras por completo - dice subiendo la mirada a Ethan, sonriendo feliz al ver sonrojar al otro por sus palabras - si quiere aaahngh que ... me calle... bésame - se incina un poco más masturbándose con más fuerza, gimiendo entre besos sintiendose llegar al climáx, gime con placer al sentir el semen en su mano, su ano se tensa con fuerza sobre esa verga casi hasta el punto de impedirle entrar y salir libremente

Se me va la mano cuando me balanceo ya cabo clavándome más profundo de lo que quería. La reacción de mi amante es or demás erótica y hace que me sonroje junto a sus palabras. No sé si sonríe porque haya entrado entero o por hacerme sonrojar. Me inclino besándole y agacho mi cuerpo pasando un brazo por detrás de su cuello inclinado manteniéndole pegado a mí mientras le beso más y más. Su semen está pegado a mi abdomen y puedo sentir comose masturba, siento sus dedos moverse por ese falo que aún no puedo cobijar dentro mía.


Nuestros besos son calientes y húmedos, no nos separamos apra respirar, si no apra gemir. Su pene cada vez mancha más mi abdomen de líquido preclímax y el mío está en las mismas. Pienso en salirme apra terminar fuera, pero recuerdo como detuvo mis manos al coger el condón y lo único que mi mente es capaz de enviar a mis músculos son instrucciones de que se muevan más y más fuerte contra el trasero de mi amante a pesar de la resistencia que pone este después de tanto rato siento dilatado por mí.

- E-Ethan.. - besa y lame su cuello de manera constante, con pasión marca el cuello del mayor dejando algunos chupetones sin ser consiente totalmente de lo que hace, le toma de las nalgas con firmeza moviéndolo contra si aun más fuertem, el falo pegaba contra el abdomen del mayor, un suspiro lleno de placer que inunda la habitación al sentir como le llena, sonrie buscando esos labios, era extraño, pero se sentía sumamente bien, ahora Ethan ya no podría decir que Kunsel no era suyo

- Te quiero - susurra con voz varonil al oído de su amante

- No... kun... - cuando siento un segundo chupetón aún más fuerte intento detenerle, pero mi cuerpo carece de fuerza como para demostrarle enserio que es malo que me marque, además la sangre que fluye por mi cuerpo está muy caliente y parece que las ideas no me llegan demasiado bien al cerebro. - aah! - da fuerza a mis embestidas, una fuerza de la que yo carezco y que hace que me derrita. Tengo su rostro muy cerca cuando suspira porque yo me venga dentro de él. Me tranquiliza que no le parezca extraño eso y que el mismo se haya venido después de mí


Su sonrisa es bella de verás y hace que no me resista a sus labios a pesar de haber dejado esas profundas marcas. Le respondo con pasión intentando alargar el beso todo lo posible mientras me retiro de dentro suyo para no incomodarle. Me dejo caer sobre su cuerpo cuando me dice en tono confidencial esas dos palabras tan cargadas de sentimientos. Beso el centro de su pecho y después de unos segundos en los que residuos de placer desaparecen de nuestros cuerpos le miro ¬.¬ . - cómo se te ocurre marcarme en un lugar tan visible? tsk! - Me paso una mano por el cuello sintiendo que escuece un poco. me levanto yendo al baño a mirar los desperfectos, pero apenas doy dos pares de pasos antes de caer delicadamente al suelo agotado. - mierda...

Le estaba acariciando el cabello cuando escucha ese reclamo.

- Eh¡? lo siento E...Ethan¡ - se levanta rápido para ayudarle, le carga en brazos, le dolía el trasero pero no lo suficiente como para sentir que no se podía mover. - Ethan... lo siento no quise hacerlo... bueno si quería pero no me di cuenta de lo que hice... - le recuesta en la cama y se levanta para ir a por algunas bebidas energéticas a la cocina, lleva también algunos frutos secos y regresa a la habitación, no se había puesto pantalones pues le impórtaba más el que su amante tomáse algo pronto.

- Anda bebe Yuki - le dice observándole el cuello - descuida, te pondré algo para que comience a bajar el color, no es nada que no pueda quitarse - se estira y toma una moneda de su buró - pero te va a doler... se aprende mucho de las chicas sabes - dice sonriendo y comienza a presionar la moneda contra la piel algo fuerte pero no a lastimarle

- No pasa nada... no estoy enfadado enserio. - le digo mientras me abrazo a su cuello cuando me coge para dejarme en la cama. - estás bien?- le pregunto, ya que le veo algo mal cuando se agacha a cogerme.

- arigatou. - digo cogiendo una botella para beber un poco. Dejo de hacerlo cuando me quita los chupetones, me quejo un poco cuando presiona las monedas. - solo quita los de más arriba, llevaré un pañuelo y listo.


Me paso la mano por el cuello cuando acaba y me abrazo a él besándole y haciendo que se tumbe. - te amo.

- Ngh! - se queja un poco cuando le tumba en la cama, pero sonrie correspondiendo los besos de su amante - te quiero Ethan - observa esos ojos y sonrie tranquilamente le agradaba ver que el otro era tan feliz como él - me gustas mucho, eres muy tierno... y no tienes que inhibirte nunca cuando estés conmigo, si quieres probar algo nuevo estoy dispuesto en hacerlo contigo - se recuesta a su lado más pegadito para abrazarle

- Oye... alimenta a tu hamster y dale nueces - dice abriendo la boca para que el otro le alimente

- lo siento. - le digo al darme cuenta de que le dolió que me tirase encima, pero esto no borra mi sonrisa por estar con mi amante así.Rio suavemente cuando me dice que está dispuesto a lo que yo quiera. - Me inhibo por lo que haces tú, no porque no me atreva a hacer algo.

Sonrío más cuando se tumba a mi lado abrazándome y pongo la bolsa de nueces en la cama y le doy una nuez y luego me pongo una un poco grande para pdoerla agarrar en los labios y se la acerco.

- Oye... yo solo hago lo que me antojas - toma la nuez de sus labios cuando se la da, mordiéndola y después besándole de manera profunda, acariciando sus costados

- Me fascina estar así contigo eres muy dulce y me tratas bien... además de ... que no estás conmigo solo por mi físico o porque te convenga - suspira besándole la mejilla de forma amorosa - Por cierto... que te parece si mañana salimos a pasear al parque y después a comer fuera... claro, después de que hagas lo que tengas que hacer

Le atraigo besándole de nuevo cuando me dice lo anterior a besarme la mejilla, y sujetando su mano en mi costado. - Y tú te portas conmigo como nunca nadie lo ha hecho. - digo mirándole con amor y agradecimiento. De verdad, nadie se ha portado precisamente bien conmigo y menos sin interés.


Voy a contestarle lo del paseo cuando me suena el móbil, que está en el maletín de la misma habitación. Me levanto para cogerlo, aún algo débil, pero me tengo en pie. Leo un mensaje y tuerzo el labio en un gesto de disgusto. - vaya por Dios. - me tumbo de nuevo a su lado. - Tengo que ir a firmar una cosa mañana a la facultad, no me llevará mucho tiempo, así que... te acercarías a mi facultad y luego vamos a dar ese paseo? - le digo un poco suplicante, no quería cancelar esto con él. Estar con él fuera de casa y poder hacer cosas como las parejas, aunque tengamos algo de cuidado con que nos vean.

- Es porque te lo mereces... - se queda callado cuando el otro se levanta para ir a contestar el mensaje, le observa, ese cuerpo tan hermoso, se acomoda de nuevo cuando llega a su lado - si, claro que iré, la cafetería estará a cargo de Zack mañana, y el siguiente día yo estaré a cargo, por eso quiero aprovechar mañana, Zack no quiere cerrar y menos ahora que ha comenzado, y que comenzó tan bien - acaricia su abdomen

- Eres muy sexy y no puedo dejar de decirlo - besa su ombligo - por cierto... Ethan te gustaría si mañana...vamos a una de esas tiendas para adultos y buscamos... ya sabes... un dildo para comenzar el tratamiento? - le sonrie

Percibo sutilmente como me mira cuando estoy de pie y me sonrojo apenas. - Perfecto, gracias. - cojo un boli y papel de mi propio maletín que he dejado más cerca de la cama y le escribo la dirección y donde está mi despacho. - si no estoy fuera a las 10, sube a mi despacho, sí? - le beso la mejilla dejando el papel a un lado. - un cita contigo, estoy emocionado.- digo contento.

Me hace algo de cosquillas cuando besa mi abdomen, pero acto seguido me recuerda lo de los vibradores. - eh... sí, claro buscaremos un sex shop. - me pongo como un tomate. - etto... si... allí hay algo que te guste y que yo pueda usar o no sé... podemos... comprarlo también... - digo totalmente avergonzado.

- Estaba pensando un traje de Maid, con tu cuerpo te sentaría muy bien¡¡ - no le dice dos veces, imaginarlo así vestido con un traje ceñido a su cintura y con cofía y mandil sería por demás sensual - mmmm si... seguro te verás sumamente sexy - se muerde el labio inferior con el solo hcho de imaginárselo sin percatarse de esa mirada algo seria por parte del profesor

- Lo siento Ethan... es solo que al verte así... desnudo... me llegan muchas fantasías a la cabeza - dice como si nada y le abraza - pero eso también quiere decir que si vemos algo que te agrade a ti lo compraremos igual - besa sus labios lentamente

- No me dirán nada por subir a tu despacho?

- tú!!! No decías que no me veías como a una mujer? que es eso de tener fantasías conmigo vestido de maid?!!! olvida lo que dije. - digo avergonzado, por lo serio que lo ha dicho y como se ha mordido el labio mientras lo pensaba. No sí... esto me pasa por darle ideas al pervertido este pienso para mí.

A pesar de mi vergüenza dejo que me abrace y mi lengua acude a la llamada de la suya. Suspiro relajándome un poco, a esto es a lo que me refería cuando le pregunté si me veía como una mujer, a si mi cuerpo le parecía femenino y así parece sinceramente no sé que pensar de ello.

- Claro, incluso puedes preguntarles a los conserjes donde queda mi despacho o donde puedo andar.

- Ok... - dice a lo bajo y besa su frente - Ethan... sobre verte como mujer... no te veo como mujer, solo creo que eres muy lindo... y me refiero a que te quedarían bien esos trajes porque es la verdad... me imaginas vestido de Maid?... - rie divertido - tengo la espalda muy ancha y me vería ridículo... además si algo he aprendido de Zack es que al final de cuentas las fantasías y todo lo demás deben llevarse a cabo con la persona que amas, sabes... una vez Zack me contó que se vistió de Geisha... aunque no sé como se haya visto pero me sorprendió, y le pregunté que si se sentía mujer... tal vez te parezca tonta la pregunta que le hice pero siempre creí que las personas que se vestían con ropa de mujer se sentían una, y me dijo que solo era ropa - acaricia el hombro de Nieve - y yo quiero verte con esa ropa, no porque quiera que parezcas mujer, sino porque sé que te quedará muy bien - se acerca a su oido - tienes muy bonitas piernas y un trasero muy rico - le muerde el pabellón de la oreja con mirada traviesa

- eh? hace una semana te callabas por contarme algo trivial sobre tu compañero y ahora me sueltas que se no le importa llevar ropa de mujer. - digo algo sorprendido por... no sé, que revele cosas íntimas de su amigo.



¬.¬ - te he dicho que olvides lo que dije, NO me voy a poner un traje de mujer aunque sea para jugar, te tendrás que quedar con las ganas. - le digo incómodo y apartándome un poco de él avergonzado por lo que me está diciendo, pero no es una vergüenza tierna, si no cargada de molestia con el menor. Está haciendo que sienta que mi cuerpo es afeminado y eso es algo que me hace sentir bastante mal. Cuando le he propuesto lo del sex shop era pensando en algún juguete o alguna prenda interior, no en un cosplay de mujer.

- Solo... eh?¡ - le observa molesto - lo siento...Ethan... no quise incomodarte - dice sintiéndose mal por lo que dijo pero no creyó que fuese para tanto... y te conté lo de Zack porque ... eres mi pareja... - sintió que tal vez se había tomado confianza muy rápido, además tenía razón no debía andar por ahí ahblando cosas de Zack aunque fuese a él - dis..disculpame - se levanta poniéndose los interiores - yo, en verdad no quise herirte... quieres...algo? de... la cocina? iré por algo para comer - sonrie de manera un tanto nerviosa, se sentía avergonzado, bastante apenado e incómodo, seguro se había pasado, así que decidió no ser tan explícito para la próxima, se pone unos pantalones de pijama y camina hacia la cocina para tomar algo de agua y comenzar a prepararse un emparedado aunque realmente no tenía hambre

y... ahí va de nuevo... pienso cuando se marcha a la cocina. No se va porque es su casa que si no... Aunque yo también tengo ganas de huir. Busco mi ropa y me visto completamente y voy a la cocina con mi maletín en la mano. Sé que tengo que explicarle, porque realmente es difícil comprenderme, ponerse en mi piel.

Me acerco a él y acaricio su mejilla para que me mire. - Desde luego no me ha importado que confíes tanto en mí, pero... mi orgullo ahora mismo está herido. No tengo este cuerpo porque quiero, sé que no es precisamente varonil, pero me ejercito todos los días y no gano musculatura. Y también sé que soy delgado y pequeño, pero no es como si pudiera hacer nada... que tengas fantasías conmigo, nunca lo hubiera esperado y debería ponerme feliz que pienses en mi cuerpo como algo atractivo y no como una carga o una molestia que es lo que me supone a mí. - le miro a los ojos directamente. - No estoy ni enojado, ni te odio, pero has tocado una amarga herida. - me pongo de puntillas y le doy un piquito. - Gomenasai, pero ahora me voy a casa.- aunque intento mantener la compostura mi mirada es triste, no porque mi cuerpo le supusiera una carga, pero sí que me la supone a mí. - sayonara. - digo yéndome.

- La cagaste Kunsel - dice para si cuando Ethan se va, se recarga del frigo, no entendía porque hería su orgullo, creyó que era normal el compartir ese tipo de cosas, y el hecho que no ganara musculatura no le hacia poco atractivo, va a su habitación y se viste con algo menos de cama y sale alcanzando a Ethan, seguro no se quedaría en su casa pero tampoco podía dejarlo solo

- Te llevo - dice alcanzándole, no quiere que se sienta mal pero era de madrugada y aun estaba oscuro, si por el fuese le haría quedarse en casa pero gracias a su manera impulsiva de ser estaban en esa situación - Ethan... en verdad... lo siento.. - vuelve a decir, no sabía que más hacer, miraba su mano de reojo pero no creía que fuese momento de tomar su mano, tal vez el rubio la quitaría, si le hirió en el orgullo entonces seguro que no querría hacer nada que le hiciese sentir como una mujer.

Al llegar a la casa del mayor se despide de él con un apretón de manos, estaba muy confundido no en lo que sentía sino en qué hacer y no hacer - Yo... iré mañana a verte..si? - no le miraba a los ojos, y no porque no quisiera pero su vista estaba borrosa, sus ojos se notaban un tanto llorosos, algo extraño en él, Zack podría llorar frente a Hatori sin problemas, pero ver así al rubio era algo poco usual - descansa *reverencia* y de nuevo.. lo siento - se da media vuelta para irse, si bien Ethan le dijo que podían hablar a veces el mayor le hacia sentir que tampoco podía hablar de más

Justo cuando estoy a punto de echar a correr para descargarme oigo su voz a mi espalda. - no hace falta... - digo, aunque lo que en verdad quiero decir es que deseo estar solo. Hace el camino conmigo. - No necesitas disculparte, no has hecho nada malo, el problema soy yo y mis complejos. - le aseguro.


Ese apretón de manos me duele, yo había intentando despedirme de él de una forma algo íntima a pesar de como me siento. Prácticamente retiro la mano de ese apretón. - te esperaré en mi despacho... - le miro y mis ojos se abren e intento tocar su hombro y encontrar su mirada. - kunsel, estás llo...? - se marcha y ahora soy yo quien va detrás de él. Y cuando le alcanzo le abrazo por la espalda con fuerza. - TE AMO!! Y eres mío!!- le digo gritando, verle llorar me ha afectado, le suelto lentamente dejando que se vaya. - No lo olvides, es lo único que importa. - digo más sosegado y mirando al suelo.

Siente como le abraza sorprendiéndose por oirle gritar de esa manera.

- Yo no lo olvido.. - le toma de las mejillas, un par de lagrimas escurrían por las mejillas del soldado, pese a que se había limpiado un par más anttes de mirar a Ethan - pero hay cosas que no me corresponden a mi recordar, porque yo no las olvido - dice con voz serena pero un tanto quebrada, apenas perceptible, se inclina para besar su frente - me gustaría que pudieras verte como yo te veo a ti... y definitivamente no te veo como una mujer, espero que algún día lo entiendas - le suelta tranquilamente limpiando las gotitas que resbalaban por su piel - descansa - da media vuelta para irse, ya ni siquiera se acordaba de las punzadas en su trasero, si Zack viviera sólo iría a hablar con él pero llegar a esa hora a casa de su amigo y su pareja sería inoportuno

Mis palabras o mis gritos... solo pretendían hacerle sentir bien, que solo sufriera yo, pero no tienen el efecto deseado. Casi me siento regañado por él mientras las lágrimas marcan brillantes senderos en sus ojos muy visibles por la iluminación artificial pública.


Cuando me da la espalda yo hago lo mismo entrando en mi piso. Llego a la cama y me tumbo sin ponerme un pijama. Me es imposible no creer sus palabras con esa serenidad en su voz y esas lágrimas surcando su rostro, pero el como me he sentido antes no se esfuma. ¿de verdad no solo le parezco atractivo por parecerme a una mujer? Que me sugiera que me vista como una maid es algo que me hace sentirme menospreciado como hombre y es así. Desearía tener más seguridad en mí mismo, pero todo lo que me ha influido a lo alrgo de mi vida no me ha permitido ser así. Siento las lágrimas correr y eso me hace sentirme peor, porque recuerdo el rostro de kUNSEL llorando. Con el paso del tiempo acabo dormido de alguna manera.


Me levanto y cuando el espejo me devuelve mi aspecto este definidamente no es bueno. Acaricio las marcas de Kunsel en mi cuello y suspiro antes de empezar a prepararme para ir a la universidad.




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Después de firmar unos papeles referentes al decanato voy a mi despacho a archivarlos y espero a que sean las 10, no veo A Kunsel aparecer en la puerta de entrada, supongo que nos veremos a otra hora. Empiezo a recoger mis cosas dándole aún algo de tiempo al rubio a aparecer, aunque no tenga ni idea de como solucionar las cosas con él.

Alguien toca a la puerta y me apresuro a abrir pensando en que es Kunsel, aunque por si acaso me coloco el pañuelo de mala manera alrededor del cuello para cubrir los chupetones, pero no es él, si no uno de mis alumnos. - konnichiwa, sasuke. pasa por favor.


- buenos días sensei. No sabía si le encontraría hoy.

- Pues aquí estoy, que se te ofrece?- le pregunto ofreciéndole asiento.

El chico me pregunta unas dudas sobre el trabajo y cuando me levanto a consultar un libro el pañuelo se me cae rebelando las marcas. El chico las mira con las manos crispadas sobre su regazo. No entiendo el porque de su mirada. Vuelvo a colocarme el pañuelo y actúo como si nada siguiendo con mi explicación. Cuando acabo me levanto acompañándole hasta la puerta, pero el chico empieza un diálogo la mar de extraño que concluye en - sensei, le quiero y no puedo permitir que sea de nadie más.

Me lanza sobre mi propia mesa y me aprisiona. - sasuke, basta! - digo intentando apartarle, pero entonces me besa. Muerdo su labio con fuerza haciéndole sangre abundante, pero esto solo parece darle morbo y empieza a besar mi cuello. Forcejeo con toda la fuerza que tengo y gritando cada vez que me toca y no precisamente de placer. - Sensei. - coge mis manos y las pone sobre mi cabeza clavándolas en mi escritorio. - Es fácil hacerle daño, verdad? será mejor que se esté quieto y callado, así lo disfrutaremos ambos. - ¿cómo lo sabes?- digo sin entender como ha podido saber lo de mi enfermedad. A pesar de su amenaza pido ayuda hasta que estampa mi muñeca contra la mesa y fractura el hueso de mi antebrazo. Lloro de dolor sin dejar de intentar librarme, pero este baja mis pantalones...

Se había pasado toda la noche vagando de aquí a allá, como un zombie llega a su casa y se tumba en la cama, mira el reloj, eran las seis de la mañana, sin embargo no puede conciliar el sueño, después de un par de horas dando vueltas en la cama se levanta, las nueve, no sabía si ir o no ir a con Ethan, pero tampoco podía dejar así las cosas, se levanta para tomar un baño y una bebida especial marca Shinra, no le gustaban pero devolvían rápidamente la energía.
Se pone esa ropa de soldado que muchas veces imponía y no solo por la ropa en si sino por el aspecto de Kunsel, sus brazos fuertes pero no exagerados, eso era algo que tenían los soldados de Wutai, un cuerpo atlético y fuerte, resistente y flexible.

- Anda¡ vamos Kunsel¡ - dice con más confianza y echa a andar, tomaría un Taxi pues ya era algo tarde - Ohayou¡¡¡ - dice corriendo con el portero - disculpe el profesor Ethan... Ethan Nieve, tengo una cita con ... - el portero le interrumpe y le pregunta el por qué de la visita y además debe mostrar alguna credencial y firmar eran ya las 10: 10 cuando sube corriendo a la oficina, por alguna razón desde que llegó a la escuela tenía un mal presentimiento, estaba en el pasillo cuando se escucha un grito de dolor, debido al día que era no había casi nadie en la escuela y los pocos que estaban andaban en otros sitios, pero Kunsel reconoció ese grito.

La puerta estaba cerrada, sus ojos azules se tornan más oscuros y de una patada hace pedazos la puerta, el ver lo que pasaba le hace hervir la sangre y toma a ese niñato con fuerza estampándolo contra la pared frente a la oficina del rubio, con tal fuerza que el chiquillo escupió sangre.
Fue hasta que escuchó la voz de Ethan que le pedía que se detuviera que reaccionó.

- Ethan¡¡¡ - se voltea a mirar al profesor, se da cuenta que tiene los pantalones abajo, pero al parecer afortunadamente había llgado a tiempo, si bien sus interiores también yacian en el piso no se veía ningun signo de violación completada, mira la mano del mayor - cariño... perdoname por llegar tarde - le iba a atraer cuando se da cuenta que su brazo a sufrido daños, aprieta los puños y aunque Ethan intenta detenerlo se escucha un quebrar de huesos seguido de un grito agudo de dolor, el hueso sobresalía del brazo derecho del menor - nunca te le vuelvas a acercar - le gente llegó al escuchar ese grito, sin embargo al notar la escena, pese a que el chico era un alumno era obvio que Kunsel había ayudado a Ethan, el soldado toma el saco de su pareja y le rodea con el cargándolo, pidiendo que llamaran a la ambulancia para atender al chiquillo aquel que se atrevió a tocar a Nieve, al tiempo que él llevaba a su amante al médico, sube al rubio a su coche - te llevaré enseguida al médico cariño... pronto te curaran - comenta mirándole y poniendo el coche en marcha