Un nuevo miembro en la familia

La vision que me regala mi amante es un detonante demasiado fuerte, no solo me corro en abundancia dentro suyo, pese a haberlo hecho esta mañana también, si no que antes de hacerlo me baja sangre de un orificio de la nariz por lo magnifico del cuerpo de mi amante y su coquetería natural. Dicho y hecho, con un gemido gutural y clavando mis dedos en sus caderas me arqueo clavándome en él y viniéndome sin pudor.


Cuando recupero el aliento me limpio la sangre con el dorso de la mano totalmente avergonzado de que mi amante me haya causado una segunda hemorragia nasal, de las cuales, la primera no tiene noticia. Me sonrojo y solo le tumbo debajo mío bajando a satisfacer su sexo erecto con mis labios.

Bajo y cuando abre sus piernas yo ya tengo ese glande en mi boca y no ceso de mamarlo maravillado de como el trasero de mi amante se cierra y se abre por lo intensas que han sido sus embestidas y suelta semen con ello. Pronto tengo el sexo completamente en mi boca y mis dedos frotan sus testículos con maña. Sujeto sus caderas cuando se corre, apra que su sexo no se me atraviese en la garganta al arquearse, pero no dejo ni una gota de su semen, lamiéndolo aún cuando este está flácido y derribado.

Cuando me incorporo veo la cara feliz de mi amante y me tumbo a su lado también recuperando el aliento. Escucho lo que dice y pienso que es un gran pervertido. Me incorporo besando su abdomen y dejando una marca morada en el segundo cuadrado de este y luego me quedo recostado de lado apoyado en mi codo mientras acaricio su pelito con ternura antes de atraerlo en un abrazo. - te amo, mi vida.

- Zack... - acaricio su cuello con un lado de mi nariz inhalando con fuerza su aroma. Le miro divertido cuando dice que me ha visto excitado. - No lo digas como si tú no tuvieras nada que ver con eso. - le digo con cierto reproche, aunque es una broma.


Cuando veo su sonrojo me muerdo el labio totalmente enamorado y encandilado por ese hombre. Le estrecho con fuerza haciéndonos dar vueltitas en la cama y concluyendo con él debajo y mis labios poseyendo los suyos intensamente. - No quiero soltarte. - digo caprichoso.

- Bien entonces. - no paro de besarle ni un momento, combinando los besos más lúbricos con los más amorosos y dulces. Acaricio sus costado, sintiendo los puros músculos de mi amante y bajando lo suficiente como para hacer circulitos con los pulgares en sus glúteos.

aCARIcio su rostro mientras me lo quedo viendo y tomo su mano dándole un beso en ella. - Mi hermoso prometido. No te imaginas como alumbran tus ojos mi corazón. Todo el azul está en ellos. - digo colocándole el pelito .

- a estas alturas te vas a poner tímido, cariño? - digo riendo suavemente. - Eso está bien, quiero conocer a la perfección todas tus facetas desde el extremo más suave al más intenso.

Tienes razón, se oye muy bien, sobre todo cuando me doy cuenta de que lo eres, la persona con la que voy a casarme - beso su nariz antes de que sus labios atrapen los míos de manera provocadora, cuando tira de mi labio me abalanzo sobre los suyosmordiéndolos también con cariño.


- también te amo, ahora y siempre, con todo mi corazón. - acaricio con un dedo su mejilla. - Es la hora de cenar, mmm... en la cacería indicaba que hoy hacían unas pizzas con ingredientes de Italia. ¿te comes una conmigo? - ahora que parece comer bien quiero aprovechar para que engorde algún kilo, o al menos pueda saborear cosas deliciosas.

- sobre mí? jajaja o comerme a mí? en qué quedamos? - les beso con ternura.


- eh? - escucho eso de que sigue saliendo semen de su interior y acaricio su pelito antes de levantarme y cogerlo en brazos llevándolo a la bañera donde lo dejo. - Date un bañito, mientras pido la comida. - Beso su frente y me separo acariciando su pelo.

Cuando sale le estoy echando una salsa italiana a la pizza XXL de 4 tipos diferentes en la mesa de la terraza. - hay que acabarla, eh. - le doy un besito, ya me puse ropa interior y unos pantalones, además de una camisa interior.

- No me parece tanto para dos personas. - digo mirando la pizza. - Ni aunque te dejara comerla sobre mí? - le digo repitiendo lo que dijo él hace un rato y abrazándole por la espalda. - además, verás como está deliciosa. - me separo sentándome a su lado y tomo un trozo de varios quesos y beicon. - Mmmm... desde luego está mejor que las que pedimos en la ciudad. Que rica. - miro la playa y el mar sumidos en la oscuridad de la noche. - Mañana tenemos que dar un paseo por la playa de noche, seguro que es agradable. No sabes preparar pizzas? - le pregunto al darme cuenta de que nunca le he visto cocinando una, ni en casa ni en la cafetería.

- Yo no te digo nada que no esté dispuesto a cumplir. - le aseguro guiñándole un ojo.

- por qué tanto miedo al mar? Hay una red por toda la costa que impide que pase ningún animal. Sería bello hacértelo en el agua con las estrellas como testigo. - digo pensando en mi propia fantasía.

Rio cuando me cuenta la anécdota. - Entonces... yo la haré para ti alguna vez. - digo besando su cuello y después sus labios. - que bien hueles reciénduchado. - digo retirándome para seguir comiendo y le sonrío.

Me quedo alucinado escuchándole hablar sobre los peligros a los que se ha enfrentado y siento que me mareo y desde luego no puedo comerme un trozo más de pizza. No es que no le crea, pero su mundo... de alguna manera, no es este.

- Sí, eh... no, Yen duerme mucho, así que la dejaremos aquí. - digo retomando apenas la conversación con mi amante. Me recuesto en la silla mirando al frente


(me voy, bye-)

Se da cuenta el como se pone, le mira con cierta curiosidad.

- Ne...Tori, para algo? - pregunta dejando su pizza en el plato, era extraño ver que se ponía así, aunque no tenía idea del por qué, acerca su silla a la de Hatori para poner su cabeza en el hombro de su amante, sin percatarse que tal vez le hacia cosquillas en las mejillas, no obstante no se separa. Suspira.

- Dije algo malo? - pregunta curioso intentando resolver el por qué de haberse quedado tan callado

- Sabes... Reno me dio uno de los videos que tomaban cuando haciamos los entrenamientos en la sala virtual... - corre dentro a por su teléfono

- Tiene algunas fallas de origen, como dirían los productores de Tv pero... me gustaría que lo vieras...- dice queriendo mostrarle un poco más a Tori de su vida antes de ir a Japón




(Hazle caso desde el segundo 40 xD)

Spoiler:

- No es nada, cariño. - beso su frente y si que me hace cosquillas en el pómulo con sus largos cabellos en punta, pero al apoyarla contra ellos dejan de molestarme. - No dejes de comer por mí. - digo tomando el trozo que dejó y dándoselo de comer con la mano, salvo el último trozo que sujeto con mis labios acercándoselo a los suyos y lo compartimos entre nuestros labios con calma.


Me separo cuando se levanta a por su teléfono y espero a que el vídeo se cargue. Mi amante es sorprendente pienso, pero también un poco chulo y más infantil. - jajaja, cariño, no sabía que fueras tan presumido, pareces un power Ranger.

- No entiendo mucho de espadas, pero... no haces otra cosa que posar. - digo abrazándole y respondo su beso con cariño.

- sí, zack, es una pena. - digo sudando una gotita cuando dice lo del troll, sé que debo ser... comprensivo, pero oír hablar de trolls y dragones como algo real me supera un poco, solo falta que mencione un basilisco.


Le veo comer contento y le siento entre mis piernas abiertas mirando como su pizza con la barbilla apoyada en su hombro y abro la boca para que me dé un muerdo y luego lamo un poco de tomate de su preciosa naricilla. - Mañana puedes volver a hacer surf, no habrá tan buenas, pero será mejor que aproveches antes de que volvamos. Mmmm... no quiero volver, quiero raptarte en este hotel. - digo acariciando su cuello con mi nariz mimoso.- vaya, te has puesto moreno.


(hasta mañana)

- Creo que ya hasta morado con lunares verdes me gustarías incluso. - le respondo besando su hombro. Su piel se ve sexy bronceada, refleja mejor la luz y parece brillar al mirarla de cerca. - OK, y haremos windsurf y ese castillo de arena. - acaricio su mejilla y le miro con deseo cuando muerde mi labio inferior, es como si tuviera un botón ahí y mi amante lo activara con sus dientes. - Ai shiteru, zack fair. - le beso acariciando su rostro