Un nuevo miembro en la familia

- te llamo hentai porque lo eres. - le sonrío y le beso con calma. - hasta mañana, mi amor. - apago la luz y nos tapo bien. Me he acostumbrado a dormir con mi amante como manta.


Nos despertamos juntos a la mañana siguiente.- buenos días. - beso sus cabellos desordenados. - Me encantas recién levantado. - digo divertido de la cara que tiene. - dormistes bien? - le retengo un par de minutos conmigo en la cama, sentir su piel es muy agradable.


(hasta mañana)

Rio al ver su carita dormida y acaricio sus cabellos mientras besa mi pecho. - ya verás como sí. - le aseguro a cuando dice que tendremos días para vegetar. - Pero ahora... - le abrazo y nos hago girar poniéndole debajo. - tenemos que ir a lidiar cada uno con lo nuestro. - le beso tranquilamente. - sabes? Me encantó como te quedaba el disfraz de neko... si no hubiera tenido que ir a trabajar te hubiera saltado encima. Espero estar disponible la próxima vez que te lo pongas... - recorro la curva de su mejilla con un dedo mirándole con amor.


Nos levantamos con pereza y Zack corre a la cocina. Dejo saca la ropa para el trabajo y me pongo algo más sport y voy a desayunar con él. - gracias, cielo. - digo cuando me prepara el desayuno y le veo apurado con mi bento. - Zack, si no te da tiempo a ahcerlo todo me lo llevo a medio hacer. - me levanto y le ayudo a colocar algunas cosas en mi bento y veo que tiene varias bandejas más para hacer algunos extra. - No te presionas mucho?

Llego de trabajar a la cafetería y cojo a Yen en brazos antes de entrar. No entiendo porque no quiere que le espere en una mesa, pero cuando le digo a Kunsel que me dejen pasar a la cocina que Zack me está esperando este se ríe - ? - me deja pasar. - hola Za... - le veo vestido de sirvienta y mis ojos se abren como platos. No sé si reír o compadecerme de él. - ay, Dios... cómo te dejas hacer esto? - le doy un beso en la mejilla y siento a sus tres amigos mirando mi reacción, vale que Zack sea Uke, pero no es que me ponga que se vista de chica. Son malas personas. - no sabes imponerte como jefe, eh?

Rio, tienen un buen ambiente aquí pienso. - bueno, que sea la última vez que me lo travestis, eh?


Me coloco en un lugar que no moleste a los cocineros y le agradezco a Zack por el café, la taza tiene el mismo dibujo que uno de los bentos que me hizo y el café está bastante bueno. roy Mustang... ese traje le sentará muy bien pienso. Cuando me dice que se va a cambiar me despido de los empleados y cojo a Yen me termino la tarta mientras le espero.

- cuanto me alegro, cariño. Tendréis que comprar un almacén más grande, se os acaban los suministros siempre. - le digo pasando un brazo por su cintura mientras andamos.

Mientras estoy abriendo el coche, Zack me coge y me besa como es debidoy siento impulsos de sentarlo sobre el capó. - Yo también te amo, y no me des las gracias, lo hago con gusto. - le doy una palmadita en la espalda para que rodee el coche y vaya a su asiento.


- Tienes una cosita en la guantera. - le digo y cuando la abre se encuentra con unas pocas tarjetas de publicidad ya con todos los datos correspondientes y unos dibujos muy monos de sirvientes y sirvientas victorianos. - sí te gusta mañana lo enviamos a la imprenta.

- La invitaré un día, y también tengo que pasarte la factura. - le digo, respondo a su beso antes de arrancar y salir del aparcamiento.

Sonrío al oírles mientras presto atención a la carretera. No necesito nada más que ellos dos, son mi felicidad completa.


Me confiesa algo así cuando estoy parado en un semáforo, mis ojos se abren bastante y le miro con sumo amor. No sé que decir, paso una mano por su nuca y le atraigo besándole con dulzura. - que estés feliz por eso es... maravilloso. - acaricio su mejilla y me tengo que separar ya que empiezan a pitar los cláxones desde atrás metiéndome prisa pues el semáforo se puso verde.


Mi latido de corazón se intensificó de repente, casi no me deja respirar. - te amo más que a nada.

Rio por la situación. - vamos, no me acapares. - le saco la lengua a Zack y cojo a la perrita un rato. Me quito la chaqueta del traje y me dejo la corbata desanudada sobre el cuello.

Le pongo la comida a Yen y le doy algunas croquetas en la boca mientras viene Zack. - hi. - me levanto y se acerca para que le abrace y no dudo en hacerlo. - Me gusta más como te queda el traje de neko que el de sirvienta. Eres masculino y sexy, un traje de mujer... - niego con la cabeza. - bueno, el kimono te sentaba muy bien. - reconozco.

- sabes que si te gusta modelar y quieres hacerlo, aunque no me guste, te apoyaré. - le confieso. No me gusta nada ese mundo ni que tanta gente tenga el ojo en él, pero igual que le apoyé antes lo haré ahora.

- claro, cenemos en el sofá. - le ayudo a llevar las cosas y enciendo la tele. Nos sentamos y Yen se sube al sofá con nosotros, quiere compañía. - caprichosa. - le doy un trocito de carne y me acomodo en el sofá.- mañana tengo que ir bastante temprano a trabajar, si no te importa saca a Yen tu solo. Tengo que estar despierto a las 5 y es tontería despertados a ambos.

Le miro cuando reconoce lo de la comida. - exacto, cariño, estás más bueno que nadie, no necesitas ni un kilo menos. Y no necesitas estar perfecto para nadie más que yo. - le guiño un ojo y miro la serie de zombis sin mucho interés, presto más atención a mi amante. Le veo salir corriendo al baño. A mí también me ha dado un poco de asco, pero no es que fuera nada muy sado. Voy al baño, la puerta está abierta, pero me quedo apoyado en el marco sin entrar ni mirarle apra dejarle intimidad, pero estando ahí por si me necesita. - estás bien? te dieron nauseas? entro y te ayudo?

Le dejo que no coma ahora. - mañana desayuna bien, eh? - ha ganado un par de kilos y no quiero que los vuelva a perder, pero después de vomitar entiendo que no quiera comer nada ahora.

Termino de comer y le abrazo acariciando su abdomen firme. - seguro que estás bien? no te encuentras mal? - beso su mejilla y luego sus cabellos. Me extraña que le haga vomitar algo asíd espués de que haya estado en la guerra, pero también sé que mi hombre puede ser sensible a veces y no es un mercenario sin escrúpulos.

- ok... - le creo, pero sigo algo preocupado y beso su cuello castamente. Vemos la película de dibujos y siento como aprieta mi mano. - eh... estoy aquí y pienso estar contigo hasta que nos hagamos viejos. - le aseguro al ver su miedo y coloco su pelo detrás de la oreja. Aunque no hay dicho claramente un " ¿te quieres casar conmigo?" creo que he dejado bastante claro que todo lo que tengamos que hacer juntos lo haremos digan lo que digan los demás o lo que pase.

Me recuesto un poco en el sofá y abro las piernas apra que se siente ahí, acaricio su abdomen y sus costados y doy algún besito en su hombro sabiendo que quiere mimos.


- te amo también. - suspiro y espero a que se quite. - sí, vamos a la cama. - digo recogiendo lo que manchamos y luego me aseo.

Nos acostamos y es lo mismo, se me sube encima y yo acaricio sus costados antes de abrazarlo y desearle dulces sueños.

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Era Lunes, el día en que Hatori salía de viaje, Zack había pedido la mañana para ayudar a Tori en todo lo que hiciera falta e ir a despedirlo, no quería estar lejos cuando se fuera.

- Hai... - dice cuando Tori le dice que estará bien, no es que Zack quisiera verse triste adrede solo por hacerlo sentir mal, jamás lo haria, pero no podía evitar tener esa miradita triste aunque pusiera una de sus mejores sonrisas mientras guarda la ropa que el mayor le va pasando.

- Come a tus horas ne, y toma... unas aspirinas por si acaso - el pelinegro andaba mirando si no olvidaba nada, si llevaba todo lo necesario, siente un beso profundo de su amante al cual corresponde de igual manera, intensificándolo

- Llama en cuanto llegues al hotel si?

Ayer tuve una firma con la autora aquí y me han dado hoy libre para preparar las cosas, salimos en una furgoneta a las 8 de la noche, ya tenía un bento en la cocina preparado por Zack para que no me saltara la cena o algo. Me ponía mal verle triste, yo también lo estoy, pero es mi trabajo y sabe que no puedo renunciar a ello. Cuando se pone algo tonto de preocupación le beso profundamente y le doy a entender que ya lo sé. - vamos cielo, solo son 28 días, voy a estar bien. - le abrazo. - todo lo bien que puedo estar sin ti. Mírame. - le doy un toquecito en la barbilla para que levante la mirada. - Te voy a echar de menos, ya lo hago. - veo una tristeza en su mirada que no puede ocultar. Demonios, ven aquí. - le estrecho con fuerza y sus brazos me rodean también agarrándose a mi traje. - Lo mismo te digo, no te saltes comidas, duerme para el examen, no te sobreesfuerces y estaré aquí antes de que te des cuenta. - me retiro un poco y le beso suavemente. - Te amo y no me pongas esa carita que con los recuerdos que me has dejado en el cuello no se me va a acercar nadie en una semana. - bromeo, pero me ha dejado unos chupetones bastante visibles en el cuello, no tuve valor para no dejar que me los hiciera.

- te llamaré cuando llegue y todos los días tendrás mensajes míos acosándote. - le beso de nuevo, tengo una hora para dejarlo todo listo. Me separo y meto el ordenador y voy al baño a hacer el neceser. Yen salta en mi pies. - Princesa también te voy a echar de menos. - digo cogiéndola y besando sus orejitas peludas. - Tienes bien apuntada la dirección de la guardería de Yen? - pregunto saliendo del baño y veo que no para de meter cosas en mi maleta. - luego nos vamos a tener que sentar encima apra cerrarla. -