Un nuevo miembro en la familia

- Cómo empieces a ponerte así de coqueto, no te voy a dejar salir de la habitación. - le beso la frente, rodeando su cinturita con un brazo y haciéndole girar media vuelta antes de besarle.


Me pongo unos vaqueros y una camiseta negra que estiliza. - oye... tú no vas provocando mucho? - verás la de tíos que le piden bailar pienso mientras le pongo agua a yen y la dejo acostada.

El ambiente en la discoteca es espectacular, no solo por los colores vivos y oscuros en contraste, si no por lo pintoresco de algunos hombres. La música retumba por todos lados. - no te rías si no lo hago bien, eh. - le grito mientras me arrastra la pista, donde ya recibe miradas lascivas.

Rodeados de gente, mi amante comienza a moverse con bastante acierto y con una mirada que quita el hipo y despierta el hambre. Tomo su mano que estaba acariciando mi hombro y le doy una vuelta mientras sigo el ritmo chasqueando los dedos e intento seguir al hiperactivo de mi amante.

Cuando se acerca suavemente entreabro los labios esperando a que me bese, pero solo me desespera apartándose, cómo todo el mundo se está metiendo mano entre sí no me corto al agarrar a mi amante del trasero pegándole a mí solo por la cintura mientras movemos las caderas en la misma dirección y le dedico una mirada de deseo que no se puede ignorar. Finalmente me besa abrazándome por el cuello y le acompaño a la barra agarrándole de la cintura de forma posesiva.

- Pediremos algo con muy poco alcohol para ti. - le aseguro. - un bacardi con limón. - le pido al camarero además de la bebida de mi amante. Miro su pecho sudoroso asomarse por la camiseta y desvío mi mirada por lo que estoy pensando. Cuando un grupo de chicos parecen estar decidiendo quién se acerca a Zack frunzo el ceño. Le doy un besito y comienzo a abotonarle la camisa. - mE encanta como te ves, pero... también le gusta a demasiada gente.

- no te rías, me preocupas. - digo abrochando el último botón y se la aliso cariñosamente cuando me atrae súbitamente en un beso apasionado. Me separo algo sorprendido, pero contento.

Alzo una ceja cuando me pregunta por mis pensamientos ante su piel sudorosa brillante por las luces de neón. Me inclino para hablar en su oreja. - te imaginaba esposado con las piernas bien abiertas, tu trasero lubricado y nata en las tetillas. - digo haciéndole avergonzar.

- tenía la sensación de que dirías eso. - le sonrío y tomo mi bebida dando un trago largo, hace mucho calor aquí. Le sonrío de nuevo cuando dice que le gusta la bebida y mientras estoy dando otro trago me jala a la pista del baile haciendo que tire parte del contenido y apenas pueda dejar el vaso en una mesa.


Rio por lo encantador que se ve y mis manos en su cintura siguen el ritmo de su baile, mientras le miro todo el tiempo de manera intensa.

Tras dos bailes rápidos comienza uno lento y mi amante me abraza con ternura, apoyándose en mí. - Yo también te amo, mi vida. - digo mientras nos movemos lentamente por la pista de baile, solo parándonos cuando nos besamos, para no chocar con nadie. Me muerdo el labio cuando se me pega tanto que nuestros sexos hacen algo de fricción de vez en cuando al movernos. - Zack... - le vuelvo a besar profundamente acariciando su mejilla mientras estrecho el cerco de mis brazos que le atrapan cada vez m´s.

Acaricio su trasero cuando me mira así. - sí, será lo mejor... - digo sacándolo de ahí.



nADA Más entrar en la habitación cojo a mi prometido en brazos haciendo que me rodee con sus piernas y le beso apasionadamente mientras le llevo a la cama y le recuesto en ella, me quedo mirando su cuerpo en la semioscuridad, totalmente hechizado por ese hombre y presiono mi entrepiernas contra la suya torturándonos a ambos.

Ese movimiento de sus caderas es deliciosos, a pesar de la tela siento como se van endureciendo ambos sexos y jadeo excitado ante mi amante. - y crees que a mí no? Al ver esas caderas embutidas en esos pantalones moviéndose con desenfreno y esa piel que aunque pegajosa por el sudor sigue sabiendo bien. Quería llevarte al baño y ponerte contra la puerta. - digo mientras no dejo de besarle y lamer sus labios.

Desabotono su camisa y beso su hombro subiendo hasta su delicioso cuello. - a quién todos veían era a ti... estás demasiado bueno como para ser verdad. - torturo sus tetillas con mis dientes.

- por qué el ambiente estaba muy caliente y seguro que no seríamos los primeros. - sonrío.

Suspiro sofocado ante la visión de las tetillas de mi amante entre la tela de la camisa y como mi amante se apresura a librarme de la tela y como acaricia mi cuerpo, sus manos parecen cargadas de electricidad


Cuando menciona que me va a montar le miro con tal deseo que no me entra en el pecho. - oh, sí... - me inclino besando cada centímetro de su torso, acariciando sus costados según voy bajando en dirección a su sexo.

Le saco la lengua cuando repite lo mismo que yo.

Acabo debajo suya viendo como se desnuda, toco su sexo por encima de la ropa mientras besa mi pecho. - mmm... - digo relamiéndome al sentir eso en mi mano.


- calla. - le digo besándole con hambre, no creo tener derecho a pedirle nada más cuando yo me negué a usar esa prenda.

Le abrazo queriendo tenerle cerca sin dejar de besarle.

(me da tiempo para un par mas XD - cambiadito)

Sonrie cuando le hace callar pensando en que solo deseaba besarle y devorarle totalmente, sonrie de lado sintiendo como frota su pene aun sobre la ropa, mueve sus caderas y sdespués se separa para quitarse los pantalones y los interiores, quitándoselos a Hatori también, mirando esas piernas tan varoniles, da besitos desde los pies subiendo por las pantorillas, los muslos, haciéndolo desesperar, le gustaba juguetear con su amante

-. Tengo hambre de ti - dice con voz varonil, separando un poco sus piernas para atacar ese falo semi erecto, baja la piel dejando totalmente descubierto el glande y le da una chupada tremenda buscando encenderle aun más, solo una, vuelve a sus labios pegando su falo contra el de Tori, bajando las caderas para que le sienta totalmente

(no lo vi a tiempo-.-)

Me quedo hipnotizado de como se mueve frotándose con mi mano. Se separa y observo como se desnuda. - tan sexy... - veo como sube lentamente por mi pierna llenándola de dulces besos.


Cuando llega separo mis piernas antes de que las retire.- ngh! - me quejo cuando retira la piel y me tenso completamente por ese contacto con sus labios que es brutal. Le respondo a sus besos, sintiendo como su carne se aprieta contra la mía para que nuestros sexo se toquen. - No juegues conmigo, también estoy hambriento de ti. - le ruego, a la vez acaricio su trasero y le aprieto contra mía buscando la fricción deseada.

- nO es lo mismo jugar, que que jueguen conmigo. - le miro de arriba a bajo mientras se mueve, tal es el deseo en mi mirada que mis ojos se ven malévolos, pero no voy a hacer nada, mi amante va a montarme y no pienso hacer nada para impedirlo. Es ver a mi amante y comprender la pasión de los griegos clásicos por las proporciones perfectas, si hubieran tenido a mi amante, no habría durado un siglo esa etapa.

- qué yo... ngh... soy adictivo? y qué hay de ti? - me muerdo el labio con fuerza cuando se detiene. En verdad, está jugando conmigo pienso cuando llena mi mano de lubricante.

Me incorporo mirándole a los ojos y así está sentado sobre mis piernas y le sujeto con un brazo la cadera mientras con el otro acaricio su entrada antes de penetrarle con dos dedos y morder sus pezones intentando devolverle el placer y la frustración que me hace sentir.

Me concentro en dilatarle todo lo posible, mi piel se pone de gallina cuando no cesa de gemir en mi oído como una gata en celo, torturar sus pezones es una tarea deliciosa.

Me hace tumbarme y mirarle, como toma mi falo en sus manos llevándolo a su interior es por demás excitante, pero cuando me enseña semejante rostro mis ojos se maravillan ante tanta sensualidad.


Mientras baja veo como jadea gustoso y yo suspiro sintiendo como su trasero aprieta mi falo, se deja caer agotado por ello. - No.. aaah lo metas de una vez... te harás daño... - digo acariciando su pelito mientras sigue bajando sus caderas, las tomo en mis brazos y las hago subir antes de volverlas a empujar hacia abajo. - zack... ngh! - mis dedos se clavan en su piel, por la tensión.

Su mordisco me hace mirarle con un deseo abrumador


Le sonrío a medias. - mi amo? pero si soy tu esclavo. - digo acariciando su mejilla. Claro que no es en el sentido literal de la palabra, pero él sabe que no hay cosa que no haga por él. - te amo. - digo besándole profundamente antes de que se separe para cabalgarme por fin.


Su cuerpo es espléndido mientras me monta y su estrechez es tan deliciosa que me hace gemir de puro gusto. - mmm--- zack... - me aferro a las sábanas con fuerza mirándole con deseo.