Un nuevo miembro en la familia

Limpio una de sus lágrimas. - ves? es imposible que pueda evitar que llores. - le sonrío hasta que nos vemos obligados a separarnos y nos sirven la comida.

Probamos nuestra comida y la del otro. Zack come con apetito y a pesar de tener un plato más que yo le acabo dando bastante de mis propios platos, ya que las truchas con jamón le han gustado bastante.

pEDImos los postres y la carita feliz de mi amante mientras come es preciosa. Cuando me termino el mío él está con el segundo. Tomo un trago de vino, es muy dulce así que se lo doy a probar a mi amante de mis propios labios y me separo lamiendo un poco que quedó en los suyos.

Es tan sexy y provocador que nunca consigo dejarle descansar como es debido pienso. Acaricio su mejilla cuando se queja de su intolerancia al alcohol. - no hay nada que hacerle.


- una granja? De acuerdo, pero no te me vuelvas silvestre, eh. Podríamos ir cuando acabes el primer semestre. te llevaré a donde quieras. - digo dando un besito a sus labios. Me limpio con la servilleta y me levanto con su mano cogida apra que me siga. - vamos a fuera a ver el paisaje. - digo llevándolo a un pequeño jardín con muchas flores rojas y blancas con una barandilla justo al borde de un peñasco que parece desafiar el mar. - se siente bien. - digo al sentir la brisa marina. Cada vez tengo menos pudor cuando estoy con mi amante. Beso su mejilla y miro unos segundos como sus pinchos se mecen con el viento. - eres guapísimo. - le sonrío y miro al mar.

Rodeo el cuerpo de mi amante por la espalda. - Ya está, no voy a soltarte ni a dejarte caer. Y si te caes lo haremos juntos, en plan romeo y julieta. - beso su nuca. - Yo también le tengo respeto, pero lo adoro, pero... - inhalo su aroma metiendo la cabeza en su cuello. - Demonios, no me deja ni atisbar tu aroma. - digo quejándome y le beso con suavidad. - solo agua hasta donde alcanza la vista. De pequeño quería ser pirata, es más, buscaba una universidad en la que aprender el oficio.

mE encojo de hombros. - yo lo que quería era tener un barco y robar a los ricachones. - le beso la mejilla. - Yo también moriría sin ti, ya te lo he dicho eres lo que da sentido a mi vida.


Veo como su piel se eriza y me dice que está cansado. - claro, cariño. Ahora mismo nos vamos. - me quito mi cazadora vaquera y le ayudo a ponérsela.- pago y nos vamos al hotel. No me llevará mucho.


Tras hacerlo vamos al hotel, compruebo que Yen estña bien y dormida. - vamos, cariño, ponte el pijama y acuéstate. - beso su frente y le tiendo su pijama y luego cojo el mío poniéndomelo.- buenas noches, mi vida. - digo metiéndonos en la cama ya casi dormidos ambos


(me voy por hoy)

- No te disculpes cariño. - lo que dije de querer hacer el amor era una simple broma, no voy a decir que no me hubiera gustado hacerle el amor, pero comprendo perfectamente. Abrazo su cuerpo subido en mí y beso la cima de su cabeza. - No te preocupes, sí? Tengo varios días para devorarte... varias veces. - digo coqueto y acariciando su espalda para incitar su sueño.

*************************************************

Cuando despierto por una sensación molesta que me obliga a despertar veo a mi amante y lo que está haciendo y una gotita de sudor cae por mi sien. Mira que tocarme dormido... - a eso se le puede llamar violación, sabes? No sabía que tuvieras tan poco escrúpulos como para tocarme mientras duermo. - le miro con una media sonrisa. Y me froto los ojos retirando las legañas y así mirarle con los ojos completamente abiertos. - eres un desvergonzado de primera. - bien sé que esto es para compensarme le de anoche, pero realmente me ha sorprendido. - dame un beso. - digo levantando la cabeza y uniendo nuestros labios en unas caricias calientes, pero sosegadas.

- Cariño... qué clase de revistas lees, porque me estoy empezando a preocupar? - me quejo por como sigue acariciando mi sexo, hay abajo tengo una poderosa erección matinal. - sí, claro. - le beso con ansias acariciando su espalda desnuda hasta la tira del pantalón. - Ni se te ocurra parar. - digo con una sonrisa antes de darle un azote en el trasero. - que travieso eres.

Alzo una ceja al ver que ignora mi pregunta sobre donde demonios lee esas cosas o si las saca de su propia imaginación para justificar sus actos.

Rio cuando se queja por el azote. - Le tengo demasiado aprecio para romperlo, te lo aseguro. - digo mirándole pícaro antes de que bese mis labios por unos segundos y luego desciende por mi cuerpo. No sé como lo hizo, pero estoy tan duro como si ya llevara un rato chupándolo, quizás lo ha hecho sin que me haya despertado.


Me estremezco cuando sus dientes se clavan en mi piel. Me agarro a las sábanas cuando comienza a lengüetear mi verga de una manera desesperante. - ngh, zack!

Cuando separa mis piernas sé que va a succionar fuerte y cuando lo hace un espasmo de placer hace convulsionar mi cuerpo. - Dios, Zaaack! mmm... - me arqueo buscando más contacto con esa exquisita lengua que encuentra también delicioso mamar mi sexo y torturarlo. - También te amo, Zack, como a nadie antes, ah! - mi voz varonil y aguda es al gemir.

Metiendo una mano por debajo de la sábana me aferro a sus cabellos sin tirar, pero con fuerza.

Los ruidos de mi amante al satisfacer mi miembro son algo sumamente sensual. - aaah! - siento el inmediato cambio de ritmo de mi amante tras dejar mis gemelos goteando su saliva.


Estoy un tanto más sensible y alterable que otras veces, puede que lo que dijo sea verdad y que me toque mientras duermo añada algunas sensaciones. - mm... zack, voy a... aaah! - mantengo su cabeza en el sitio cuando mis caderas se alzan por la tensión de los músculos y mi miembro se interna medio centímetro más en su garganta antes de esparcir su semilla por la boca de mi amante


Mientras recobro el aliento siento como mi amante lame el semen que sus labios no pudieron atrapar. Espero a que salga y cuando lo hace mi pecho sigue subiendo y bajando un tanto rápido. - Zack... - murmuro su nobmre antes de besar sus labios mordiéndolos constantemente queriendo devorarlos. Le abrazo para ponerle debajo y con la misma compasión que él aprieto mi muslo contra su entrepierna ya erecta y algo mojada.


(me tengo que ir, nos vemos mañana, que descanses)

Enarco una ceja cuando me dice que no lo haga con mi pierna y como me abraza incitándome a más. - Eres pecado puro, mi amor. - cómo no entender a los habitantes de Sodoma y gomorra cuando miro a mi amante. Ningún castigo divino hará que deje de amarle.

- con qué entonces? Con mis manos? - delineo su sexo por encima de la ropa con el dedo índice y el corazón. Siu expresión sexual se intensifica, viéndose tan erótico que me entran ganas de tomarlo duro, tanto que solo pueda subirse a la tabla de surf sentado. Pero, por ahora, me conformaré con disfrutar de lo que mis caricias hacen en él. - así mejor?

Relamo mis labios al ver como está mi amante, en especial cuando pide más. - me alegra que no te conformes con eso, porque yo no lo hago. - tras besar sus labios tiro de esa hermosa punta de sus pezones con los dientes.

Le miro con una sonrisa en mis labios, parezco calmado mientras mi amante sufre de placer, pero no lo estoy, cuando estoy con Zack no lo estoy para nada.

Beso subre su ombligo succionando la piel. Sus pantalones se pierden y cuando voy a sacar sus bóxers algo apretados estos se atoran cuando intento sacarlos por lo elevado de su sexo y esta imagen me parece sumamente erótica.


Devoro el sexo con hambre, dándole una probada antes de que mis labios aparten la piel y masajen el frenillo y hagan círculos sobre el orificio uretral.

Me separo mirándole algo cruel y malévolo. - quieres algo, mi vida? - le pregunto en voz suave y tranquila mirándole a los ojos y desatendiendo su miembro, solo apretando esa boca del volcán con un dedo que empuja su sexo más contra su vientre - hay algo que pueda hacer por ti?

(jajaja que cruel¡)

le mira de pronto al sentir como se separa, esa forma de verle del mayor era bastante sexy, y el matiz de su voz entre cruel y complaciente lo era aun más

- Si... por favor... no aah... pares¡ - le miraba con suplica intentando convencerlo con ello, aunque algo le decía que Hatori quería juguetear pero su razón estaba sumida en el placer

- Mi amor¡¡¡ hazlo... dice con un gemidto sensual.