Un nuevo miembro en la familia

- si me lo pides así... - mi lengua presiona donde lo hacía mi dedo, mientras mi mano agarrada a su verga sube y baja estimulándole con eficacia.

Su cuerpo se convulsiona, es tan matadoramente sexy. Quiero comérmelo. Mi boca abarca todo el falo hasta la base con una succión que no le deja indiferente y mi cabeza se balancea, ladeándose al final para que el glande pase entre los diente y toque el interior de las mejillas.

- ngh! - el semen llena mi boca y no llego a tragarlo todo y este cae por el decadente falo de mi amante. Me separo mirándole con cariño y beso su abdomen con extrema ternura. - No es como si quisiera que aguantaras. - le sonrío tumbándome a su lado y jalándole para abrazarle. Cierro los ojos y permanezco en silencio disfrutando de la presencia que se encuentra junto a mí. Acaricio su cuerpo sin buscar nada sensual, solo eso, percibiendo a mi amante. Oyendo su respirar, palpando su piel y cabellos, inhalando su aroma como un drogadicto esnifando una raya, con su sabor aún en la boca.

- zack... - murmuro abrazando su cabeza cerca de mi cuerpo.

Abraza a su amante.

- Mmmm que rico... me fascina tu piel, tu calor... todo tu... se pega a Tori de manera tierna.

- Siento haberte despertado... *sonrojo* es solo que, ayer también me quedé con ganas - comenta sincero acariciando el pecho de Hatori, su mano paseaba por ese torso de manera tranquila

- Sabes... estar así, contigo es genial, siento... no sé, me siento sumamente bien


(y por eso el niño será engendrado ahí... xDDD)

Abro los ojos al escucharle y sonrío. - No tengo nada que hacer contra esos delfines al parecer. - le sonrío y le achucho.

- Yo también me encuentro muy a gusto. Veo que Yen también está cansada, no ha venido a despertarnos. - me desperezo antes de volver a abrazar a mi querido amante. - eres tan hermoso. Me da rabia envejecer antes que tú. - le beso en la frente.


(eh?o.o)

(o.o nada, divago xD)

- Oye... no digas eso - dice besando el pecho del mayor

- Ambos envejeceremos juntos y seremos felices como en los cuentos... si, tal vez nos enojemos y a veces discutiremos fuerte pero después nos conciliaremos en la cama, y no importa cuanto tiempo pase o si nuestra piel se arruga, siempre voy a desearte - dice sincero besando su mentón

Miro a mi amante. De verdad espero que sea así.


Le beso tranquilamente, rozando su lengua con la mía y succionándola cuando se atreve a salir de sus labios y caer en la trampa de los míos. Hago círculos con los dedos en su hombro siguiendo la forma de este.


Muerdo su nariz con gracia. - y si deja de funcionar? - digo mirando hacia abajo hablando de mi sexo.

- te recuerdo que nos llevamos unos años. - beso los cabellos de mi amante. - Solo quería que lo tuvieras presente. - desde luego que el sexo no es lo principal, más bien lo decía como una broma.


Se oyen unas patitas cortas por el suelo y Yen salta mirando si estamos en la cama y luego se sube a que le demos mimos. - buenos días, princesa. - nos saluda con woarf! y me lame la mano antes de que la acaricie. - cariño, hoy se pronosticaban buenas olas, entre metro y medio de altura. te apetece surfear?

Rio cuando se ve emocionado e hiperactivo de nuevo por el surf. Nada puede con él. Yen y yo nos miramos con comprensión o quizás solo espera a que le dé de comer. Le revuelvo todo el pelaje antes de darle sus croquetas y una barriga especial apra sus dientes.

- claro que desayunamos. No voy a dejar pasar hambre a ese cuerpo. - digo mirando como el agua cae por él. Saco mi ropa mientras él se ducha y acaba justo a tiempo para dejar que me duche yo. Tras acabar Zack ya está con Yen esperándome. - Tendremos que meternos en el agua por turnos. - digo mientras me doy crema solar antes de ponerme la camisa. - Me pones en la espalda?

Rio cuando deja ver que le agrada la idea de untarme la crema. No tiene remedio pienso cuando me palmea el trasero y me giro mirándole de manera significativa.


Bajamos los pisos. - Hay un jardín con mesas, si sacamos la comida ahí, no nos dirán nada, recuerda que están permitidas las mascotas. - pasamos al buffet libre y tras llenas las bandejas con lo que queremos nos sentamos fuera junto a una piscina que es más bien para niños, la de adultos está en el otro lado del hotel. Le damos a Yen un poco de baicon crudo y luego damos buena cuenta de nuestro desayuno. - espero acordarme de como subirme a la tabla, hace mucho que no lo hago. Te haré fotos y alguna pequeña grabación, te parece?

- pero mira que eres impertinente. - le digo cuando se pone coqueto como solo él sabe

Rio con la idea de subir a Yen a la tabla. - Menudo dueño tienes te compara con un extraterrestre orejudo con 6 brazos y que parece que se ha tragado un patito de goma. - yen me mira sin entender y ladra. - no me des la razón como a los tontos. - le digo a la perrita y reímos.


Leo veo comer como hacía tiempo que le veía, no solo me aprece adorable, si no que me alivia más de lo que pensaba verle comer tan bien. Tomo unas tortitas con nata mientras le miro. - no creo que lo hagas, ya te dije que no me importaría que cogieras algún kilo, además, estamos haciendo mucho ejercicio, así que come todo lo que quieras, no vayas a tener hambre después.

Sudo una gotita cuando dice que no le dejo descansar. Le respondo a su besito, algunos de los turistas del hotel nos miran, pero de alguna manera, Zack me ha enseñado a no prestarles atención.


Le miro extrañado. - por qué os hace entrenar? - digo sin entender. A mi amante no le hace falta y preferiría que ese rato haciendo ejercicio lo pasara conmigo.


- No te quedaría. - digo alzando su mejilla hacia mí y mirándole el rostro y el cabello. - así te enmarca el rostro y está muy suave.

Frunzo levemente el ceño. - ya tenías buen cuerpo antes., lo que sea, pero recuerda que tu salud es lo principal.


- Y a mí me encanta acariciarlo y olisquearlo. - le sonrío dándole un besito y termino mi desayuno, ya que mi amante está esperando. - vamos a comprar una tabla y luego a la playa. - digo limpiándome los labios con una servilleta de papel y cogiendo a yEN en brazos, con esas patitas tan cortas me da la impresión de que se hundirá en la arena, aunque ayer andaba feliz por ella.

Tras comparla vamos a la playa. - ves? hay buenas olas. - la carita de mi amante es como cuando estaba a punto de tirarse al mar a nadar con los delfines. - ve, corre. - le insto a que vaya a tomar las olas.

Sonrío cuando sale corriendo, entre mujeres de mediana edad que se meten muy despacito en el agua por lo fría que está y cuando viene una ola la coge bastante bien. - Nunca le ganaré en un deporte, verdad? - dejo a Yen sentada en una toalla y saco la cámara. Con el zoom consigo hacer una foto de cerca sobre las olas, pero es más fácil hacerlas cuando está tumbado sobre la tabla andando hacia ellas, ya que no se mueve tanto. En la foto que le consigo hacer sobre la ola espumosa sale la mar de sexy y con los cabellos revueltos y los músculos en tensión. a veces pienso que es sobrenatural.

Que sociable es pienso al ver el grupo que se le reúne. No me fijo en esa chica, solo miro el mar y de cuando en cuando echo un vistazo a mi amante. Si veo la caída de la mujer, pero estoy demasiado lejos para saber si es fingida o no, pero cuando veo a mi amante acercarse con esa tipa de tras frunzo el ceño.

- quieta aquí, yen. - le digo y ella asienta sus posaderas perrunas en la toalla de manera obediente. Me levanto sacudiéndome la arena y, a la vez que mi amante se dirige hacia mí, yo ando hacia él intentando no mirar a esa molesta mujer. Sonrío a mi amante cuando estoy muy cerca y sin detenerme le beso haciéndole dar algunos pasos hacia atrás, mientras le abrazo solo con una mano por la tabla delante de esa mujer a la que ignoro, mientras beso apasionadamente a mi amante.

Le sigo besando tiempo después de que la mujer se marchó soltando un gemido de indignación que no escuche por lo concentrado que estaba en mi amante. - Demonios, tendré que comprarte un anillo con diamantes para que parezca una alianza. - digo bromeando. - Y no te preocupes, sé que no has tenido nada que ver con eso.


- lo intentaré un par de veces y luego puedes surfear tú el resto de la mañana, sí? - le beso la mejilla con la tabla ya bajo el brazo.

Me dirijo al agua y miro la tabla. - allá voy. - susurro.

El primer intento es un fracaso y el segundo, en el tercero consigo ponerme de pie sobre la tabla cuando estoy subiendo por la ola, pero me caigo igualmente tragando agua ya que la ola me hunde. Miro el oleaje agarrado a la tabla. Me subo de nuevo y en este intento consigo algo decente, pero acabo igualmente bajo el agua por como me engulle la ola.


Salgo sentándome junto a mi amante. - No me acuerdo de como se hacía. - me encojo de hombros. - ve si quieres.


(me amrcho)