Un nuevo miembro en la familia

Sonrío al verle comer feliz, ese tiempo en el que no se veía bien así mismo ha pasado y eso me tranquiliza de sobre manera. Como mi propio desayuno mirándole encantado. Tiene un cuerpo precioso, si adelgazara más lo estropearía.

- ok. - me levanto solo llevando mi plato a la pila y le doy un beso en la mejilla antes de ir al baño. Tras desnudarme me meto en el agua caliente que me relaja, intento no pensar en lo de esta mañana hasta que viene mi amante. Le abrazo por los hombros cuando se tumba y sonrío. - qué tal están todos los socios del Boy Love coffee? - pregunto por su compañeros mientras mojo su hombro con el agua de la bañera.

Cierro los ojos cuando me lava el pelo y le escucho hablar alegra de su negocio. - Me alegro por Kunsel, ya no estás preocupado porque esté solo. - beso su hombro a ciegas y cuando me quita el jabón y le miro con amor.

- me alegra que tengas a gente que te apoya en el trabajo. - le miro de nuevo y me echo jabón en las mano. - mi turno. - digo frotando sus cabello entre mis manos y masacrando su cabeza. - Tienes alguna preferencia de a que playa podemos ir? - le pregunto

- Veamos, la de la isla de miyako he oído que hay muy buenas playas, me gustaría llevarte allí, pero Con Yen... no podemos llevarla en el avión, seguro que se pone nerviosa al estar encerrada en la azotea del avión. Así que había pensado en la playa sesoko, creo que está en... motobu? - digo sin estar muy seguro. - quisiera preguntar por esa playa primero. El agua debe de tener un tono claro precioso, podríamos hacer submarinismo, si te sigue apeteciendo y la comida no debe de ser mala.

- cuando podamos iremos por dos semanas. - le prometo dándole un beso

Rio por como lava mi cuerpo y lo que dice. - eso digo yo... tan sexy... - digo echándole una mirada a su cuerpo emergido y brillante por el agua, tal y como le miro parece que le comeré en cualquier momento.

- entonces qué importa que lo haga? -rio cuando me acusa de como le miro y le atraigo por la nuca besándole dulcemente. - te amo. - murmuro mientras mis manos lavan su cuerpo y se deleitan al hacerlo.


- eso es porque estás delgado. - bromeo y le abrazo cuando se recarga en mí tras terminar de lavarle.


Me quedo callado por su pregunta, no porque haya pasado algo si no por lo peliagudo del asunto. - bueno, seguimos trabajando como siempre, a pesar de no ser muy responsable es bastante profesional, pero en lo personal... nos hemos distanciado mucho. Me pidió tiempo para hacerse a la idea y aún no me ha dicho nada. - apoyo mi barbilla en su hombro. - me tiene preocupado. Chiaki es lo que se denomina en mi mundo un genio del manga, hace cosas imposibles en el papel y su vida es dibujar en su mayor parte. Y suele olvidarse de él mismo, apenas si come, cada vez está más delgado, no me lo ha dicho, pero sé que se desmaya a menudo. Antes era yo quien le hacia comer, pero ahora no me deja. - es la verdad, siempre me he ocupado de ese hombrecillo, creo que depende de mí demasiado, pero nunca me importó, hasta que apareció Zack y quise pasar más tiempo con mi amante que con Chiaki, a veces siento que lo estoy traicionando, pero con quien quiero pasar todo el tiempo es con mi prometido y es algo que tiene que asumir. Nunca lo abandonaré, pero tengo mi vida.

Abrazo a mi amante con fuerza cuando me dice eso. - veo que ya no tienes tantas ganas de pegarle. - sonrío conmovido por lo que mi amante me propone, no sé si funcionará.

- Te estoy profundamente agradecido. Zack, eres maravilloso. - a pesar de como se puso cuando chiaki se me declaro, para quitarme un peso de encima está dispuesto a cocinar para él. - Lo hablaremos a la vuelta, de momento está su madre con él ahora, tuve que llamarla y creo que estará bien unos días hasta que la mujer tenga que irse.

Un día no podré querer más, siento el límite cerca, pero este hombre siempre me sorprende. - bueno, vamos o nos arrugaremos y creo que estoy oyendo a Yen pasear cerca de la puerta esperando a que la saquemos. - le doy un sonoro beso a mi amante en los labios, ha hecho que mi corazón lata en verdad fuerte. Salimos de la bañera y nos secamos. - Zack, he pensado que podríamos abrir una cuenta en el banco a nombre de los dos, dijiste que querías contribuir en los gastos, así que sería más fácil tener una cuenta de ambos y poner el número para pagar las facturas. ¿te parece? - le pregunto. Veo completamente normal que quier hacerse cargo de la mitad de las facturas, su negocio va bien así que ya no tengo que preocuparme y quiero que esta casa sea nuestra de todas las maneras.

Sé que no le pegaría, pero ganas tenía.

- ok, pues ya iremos al banco un día y firmamos.- me pongo unos jeans y una camisa como suelo hacer y me miro cuando me pregunta como se ve. - Muy juvenil, pero te sienta bien. - le aseguro.

rIO cuando me dice de hacer un desfile en ropa interior. - tú quieres que muera de derrame nasal? - bromeo y le beso la mejilla al llegar al parque. - le damos 15 minutos a Yen y vamos a la agencia. - nos sentamos en una valla del parque y veo salir el sol. - Mañana estaremos de vacaciones por fin y podré tenerte todo el tiempo. - tomo su mano.

- creo que no había otra perrita mejor en el refugio. - sonrío y le dejo que se vaya a negociar sus vacaciones. mientras juego con yEN lanzándole la pelota y luego me echo una carrera con ella intentando dedicarle algo de tiempo por todo el mes que he estado ausente. Cuando mi amante regresa cojo a Yen en brazos yendo con él, mientras la perrita muestra su hiperactividad arañando mi pecho como loca. Le doy un beso cerca de su oreja y se calma bastante y entonces beso a mi amante sentándome a su lado. - perfecto. Todo para mí.- ladeo el rostro dándole un besito corto. - creo que Yen ha terminado con sus cosas, vamos. - digo tomando la mano de Zack y dejando a Yen en el suelo y enganchándola con la correa.


(hasta mañana)

- Es la mejor que hay. - miro a Yen y asiento a lo que me pregunta mi amante. - No tardaré nada. - le doy un beso en la mejilla y me interno en la agencia llena de carteles y ofertas con lugares exóticos y autóctonos.


Salgo media hora después. - Cariño, nos vamos a Sesoko, los tres. - le comunico. - el encargado era bastante majo y nos ha encontrado un buen hotel donde admiten mascotas, aunque no podremos sacarla a los jardines o a la piscina del hotel, además, tendremos que llevarnos la comida de Yen de casa, pero por lo demás, está todo arreglado. - le enseño nuestra habitación en el catálogo y como es hotel, lo lejos que está de la playa, la piscina, y algunos lugares. - te gusta?

Rio cuando nos abraza a los dos y por esa carita ilusionada mirando el catálogo. Cuando me besa y le doy otro besito corto y sonrío. - No me des las gracias. Me alegra haber podido coger un hotel, así no tienes que cocinar.

- tampoco te van a dejar entrar con Yen y tienes que firmar, así que lo podemos dejar para cuando volvamos, te parece? Además... solo tengo un bañador, sería propinado comprar otro... no te apetece acompañarme? - digo mirándole cómplice y le muerdo la oreja sutilmente para no dar más el espectáculo, pero no he podido controlarme.

- Dejamos a Yen en la guardería de comino al centro comercial y... - veo la cara que pone, y se mezcla un sonrojo inocente y una mirada lasciva, cuando veo que se pasa suavemente la lengua por los labios como relamiéndose, el que se sonroja soy yo y le doy un zape.

Rio cuando se disculpa y dejams a Yen en la guardería por unas pocas horas. Llegamos al centro comercial y vamos a la sección de bañadores de hombre. - Si vas a hacer alguna sugerencia que no sean bañadores hawaianos. - le digo mientras miro los que tienen colgados. - Suelo llevarlos cortos y pegados, pero cómodos, es como se llevan para competir en la natación y me acostumbré a ello. - veo a mi amante más que satisfecho con el tipo de bañadores que uso. será... Cojo un par negros y otro azul, intento que alguno no sea muy deportivo y sí algo sexy por Zack más que nada

- Jamás te pediría que usaras uno hawaiano... - ladea la cabeza, Zack no tenía tan mal gusto. Mucho menos después de estar un tiempo en el modelaje, ahora sabía vestirse casual pero bien. Observa los bañadores que compra Hatori, se sonroja pero no puede disimular esa miradita de deseo que se nota a legua.

- Tori... tienes muy buen gusto - dice cuando toma unos por demás sensuales, incluso imaginárselo podría excitarlo pero estaban en un lugar público así que no se hacia tan mala vida con ello, ya tendrían tiempo en la casa de hacer algunas travesuras.

- Hay que comprar algo para Yen... le ponemos un pareo? - comenta divertido pero en broma, eso de vestir a los animalitos no iba con él, para algo tenían su pelito.

- Mmmm toallas... espero que renten tablas de surf porque no podemos comprar una.. luego donde la ponemos- rie divertido


(voy a estar tardando como media hora en contestar, gomen es que ando trabajando )

Como siga mirándome así iré en traje de buzo pienso divertido. La mirada de mi amante es de apetito y su comentario más que centrarse en la moda lo hace en lo poco que dejan a la imaginación colectiva.


- a Yen no le hace falta nada. - digo, pero cuando le veo me doy cuenta de que lo del pareo es una broma. - yo tengo toallas y no te preocupes por lo de las tablas de surf, habrá lugares para alquilarlas, podemos preguntar en el hotel por ello. - le aseguro. Cojo un bañador cuyo diseño me gusta, pero al ver que es por demás corto, tanto que se podría denominar tanga me sorprendo volviéndolo a dejar en la percha. - Dios, eso es demasiado. - rio, aunque cuando he visto la parte de atrás del bañador, la cual es solo una tira de tela que no cubre nada, me he asombrado y apresurado a dejarlo de nuevo en la percha.

Spoiler:

Miro los 5 bañadores que he cogido. - bueno, voy a probarme estos. - Zack me acompaña al probador y me espera fuera de las cortinas. Me pruebo el primero y abro la cortina. Me levanto la camisa que no me he quitado para que vea como me queda, este es algo más suelto, pero tiene su punto. - y bien?

Spoiler:

Cuando salgo de probarme el segundo bañador le miro y.... por alguna razón me parece bastante sospechoso, pero lo atribuyó a alguna maldad que está pensando en hacer algo en las vacaciones cuando me ponga esos bañadores. Tras dar mi opinión y verme con esos bañadores escojo el primero y otro más corto, pero que tapa lo que tiene que tapar. - ya terminé. - digo sin haberme dado cuenta de lo que hizo mi amante y es que ese tanga es tan pequeño que es fácil de esconder. - quieres hacer algo o nos vamos?

- Perfecto. Si no te es mucho trabajo podrías hacer un par de bentos con lo que tenemos en la nevera, ya que mientras estemos fuera se va a estropear, puedo ayudarte con eso. - comento mientras andamos y es imposible no darse cuenta de las miradas que recibe mi amante por parte de las extrañas que nos encontramos por el camino. Mi mano se posa en su cadera posesivamente con la intención de que deje de recibir esas miradas, es mío y la gente debe empezar a entenderlo.


- No hay prisa. - le aseguro, pero mi amante parece preocupado por que no duerma una hora o dos, así que nos apuramos y llegamos a casa. - No te preocupes, mi maleta la haré yo, no tardo nada. - no es que me moleste que elija y vea mi ropa, después de todo nos turnamos las tareas y hemos planchado y lavado la ropa del otro más de una vez, pero prefiero elegir que llevarme y saber en que lugar de la maleta lo he metido. Dejo la bolsa con los bañadores en la habitación.

Me siento en mi estudio y trasponerme las gafas comienzo a trabajar hasta la hora de la cena. - terminéeee. - digo triunfal estirándome.