Un nuevo miembro en la familia

- bueno, tu sonrojo también es hermoso, también tus lágrimas... me sigo preguntando como lo haces. - digo riendo. - Lo mismo puedo decir de ti, no te nubla el cariño cuando me miras? - le saco la lengua, me hace gracia cuando me dice que intenta ser tan sexy como yo, ¡si ya lo es! Mi cuerpo... bueno, lo cuido y está bien, pero el suyo es de infarto, aunque sigo deseando que coja algún kilo.


- Pues, yo no me cansaré de oírlo, no te cortes. Zack... gracias a ti, mi amor, gracias. -


Le miro un rato corto y espiro. - te lavo?

(nos vemos mañana)

Masajeo su pelito con calma. - Creo que el que tiene que cortárselo ahora soy yo. - digo mirando los mechones que caen sobre mi frente y tapan un poco mis ojos.


Termino de lavar su cabello y le ayudo a ponerse debajo del grifo para aclararlo. Tras esto cojo una toalla secando su cara y comienzo con su cuerpo. Tras limpiar su espalda con una esponja , el menor se recarga en mí. dejo de lado la esponja lavando entre sus muslos con un gesto un tanto hentai. - perfecto. - asiento a lo de lavarme y cuando termino me doy la vuelta para que me pueda limpiar.

- Yo estoy bien con que seas alto, a veces me gustaría que fueras algo más pequeño, apenas llego a besarte cuando estás en cuatro, pero por lo demás...- me encojo de hombros. - No creo que un hombre pequeño esté tan bueno como tú, así que no me quejo. - le guiño un ojo girando la cabeza.


Le miro sugerente cuando se le cae el jabón y luego rio bajo. - ok, ok te creo. Aunque no me desagradaría que lo hubieras hecho a propósito, guapetón. - seguro que se ha puesto rojo. - oh! tus manos se notan más calientes de repente. -

Rio mientras me jala las mejillas. y quito el tapón del jacuzzi para que se vacíe cuando sale y yo hago lo mismo. - es verdad, es la hora de cenar... - frunzo imperceptiblemente el ceño. Me pregunto si no será muy caro que nos traigan la cena... bueno, él ha dicho que se encarga y no puedo estar pensando en el dinero, tengo que disfrutarlo con él.

- vale, me apetece pasta. Tenemos un menú por aquí? - pregunto saliendo del baño y él toma el teléfono, y yo traigo el menú. Nos sentamos en la orilla de la cama y lo miramos juntos. Le digo a Zack que platos quiero y voy a por unas toallas pequeñas apra secarme el pelo y le echo otra a Zack sobre la cabeza mientras pide la comida.

- Hace calorcito. cenamos fuera? - digo mirando la terraza.

- Sécate antes de salir. - le digo. Agradezco por los interiores y me los coloco sobre mi pelvis.


Rio cuando veo su cabello. - pareces un puercoespín. Déjame que te lo arregle anda. - Me paso la toalla por mi pelo secándolo un poco mientras voy al baño a por un peine. Le ordeno un poco el cabello, estaba acostumbrado a hacerlo, una de mis novias lo adoraba, aunque no puedo decir que sea especialmente diestro. - ya está. - seco un poco mejor algunos de sus mechones y me seco un poco más antes de despejar la mesa de fuera que tenía algunos floreros y llaman a la puerta. Zack sale a recibir y a dar una propina a la mujer del servicio y trae el carrito hasta la terraza. Colocamos la mesa y nos sentamos. Miro el paisaje. - Entiendo que sea tan caro.

Observo el plato, la presentación del mismo es asombrosa. Enrollo mis espaguetis con queso y setas en el tenedor. Apesar de tener un restaurante de lujo me sorprende que estén más ricos que cualquier plato de Zack. - vaya! esto está exquisito. - pienso partiendo un poco de pan caliente para acompañar. Pruebo su plato cuando me lo ofrece. - También está buenísimo. - le ofrezco un poco de mi plato también.

Echo un poco de menos una botella de champán, pero a zACK le sienta tan mal que no he tenido valor de pedirla. - No sé si es por todo el ejercicio que hemos hecho, pero esto sabe realmente bien. - digo comiendo con apetito, pero sin ser maleducado. La brisa es fresca y el paisaje bonito. - esto es agradable.

Me encojo de hombros, las cosas como son, pocas veces he probado un plato tan bueno como este. pero no se puede comparar. - Me encanta la comida casera que haces, pero es un restaurante de lujo.


- ok, no está mal de vez en cuando, pero yo lo paso bien contigo sin tener que gastar dinero. - me levanto y arrastro mi silla al lado de la suya. No le estoy reprochando que haya gastado el dinero, después de todo lo estamos disfrutando. Termino mi plato y me apoyo en su hombro mirando en la misma dirección que él . - Si no lo está es que no te está viendo bien. - le aseguro besando su hombro y me incorporo. - No compartes postre? - digo abriendo la boca para recibir un trozo de pastel. luego tomo yo el mío, unas natillas y estropeo la galleta de encima para mezclarla con las natillas y le doy a probar a mi amante. Esto está bueno también.


- Yo estoy muy orgullo de la persona que eres.

Terminamos con la deliciosa cena y dejo que me lleve a ese columpio. Me siento, pegándome al respaldo para que pueda sentarse entre mis piernas y le rodeo la cintura con mis brazos para mayor seguridad. Los pies quedan colgando, los de Zack más cerca del suelo por estar más cerca del borde. Siento como se apoya en mí.

- qué? Nuestro balcón es muy pequeño, este tipo de asientos es más para casas con jardín. mmm... hueles muy bien recién duchado. - aparto un poco la bata con mi nariz para aspirar su aroma, le hago cosquillas y paro. - Espero que Yen no le dé problemas a kUNSel, es muy buena, pero también hiperactiva y kunsel aprece bastante tranquilo.

Le escucho. - Dios... si ahora eres así cómo debías de ser de pequeño... - me gano un zape por pasarme y sonrío besando su mejilla. - Ya enserio, me gustaría ver una foto de cuando eras niño, debáis de ser una monada. Ahora que lo pienso... yo le tenía pavor a que mi madre enseñase las fotos de cuando yo era pequeño. - recuerdo.


Cuando me dice que me ama mientras toca sutilmente mi pecho, me parece una imagen muy erótica... hoy estoy apra que me encierren. - Yo también te amo, te amo de verás. - me inclino y beso sus labios con calma, aunque mi lengua no puede evitar buscar la suya, pero no arremete contra ella, si no que la acaricia con tranquilidad, como si fuera un helado.

-tengo un poco de calor. Acerco un cubo lleno de hielo que trajeron con el agua. Cojo un cubito de hielo y perfilo sus labios con él antes de meterlo en mi boca y besarle. Sujeto su nuca mientras chupamos el hielo con erotismo y nuestras lenguas se acarician al hacerlo. Le miro con los ojos entrecerrados en esto. Sentir el frío, hace que el calor de su boca se aprecie más.

El agua baja por nuestras barbillas y cae en las batas cuando al chupar el hielo nuestras bocas se separan un poco y cuando el hielo se funde en nuestras bocas me separo mirándole.


- Ya has hecho mucho por mí esta noche, me toca a mí, no crees? - acaricio su mejilla y noto su agitación. - Quiero deleitarme lentamente con cada parte de tu cuerpo.- me levanto y le cojo en brazos, dejando que cruce las piernas alrededor de mi espalda y sus manos en mi cuello. Le llevo dentro y le tumbo en la cama.


Mi mano sube por su pierna, acaricia sus tobillos y los músculos de las piernas antes de apartar la bata sin desatarla y acariciar la tira de sus bóxers. - Zack... te quiero.

Toco la piel cercana a sus bóxers unos segundos y luego mi mano se cuela por la unión de las batas en su pecho y lo acaricio, siento sus pezones ya erguidos. - Me encanta cuando tu cuerpo se muestra tan dispuesto a impaciente. - yo más. - digo sonriendo

Sus labios están algo rojos por el frío del hielo, los beso con mucha calma, que el roce con los míos los caliente, aunque los míos también están algo fríos. - por qué te sonrojas ahora? - doy un casto beso en el centro de su pecho y otro en el filo de su barbilla.

Sonrío cuando me explica la causa de su sonrojo. Sus manos en mi cabeza... se sienten más suaves que en el baño, donde frotan con insistencia en las raíces del cabello, ahora no van tan al fondo y acarician lo superficial del cabello, notando su suavidad.


- eso es mentira. - muerdo uno de sus pezones para que no me replique. Lo cubro con mi saliva despacio. - No me cansaré nunca de tu cuerpo, es fascinante. - murmuro antes de lamer su cuello y besar las marquitas que le hice que empiezan a tomar color.