Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

- Tu lo rechazaste primero... al menos ya están a mano¡ - le dice antes de que llegase a una distancia que no le escuchara y se va.

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Al día siguiente Kunsel llega con Elena, y Reno se acerca a saludarle, le da un beso en los labios lo mismo que a Rude, esa era su forma de saludar a sus antiguos amigos, no es que tuviese algo que ver con el rubio, todo lo contrario, era simplemente su amigo.

- Ne Kunsel-kun, iré con estos dos a dar una vuelta, no tardo, si? - dice al ver que el profesor pasaba por ahí. De cierta manera quería ayudarles a unque sus métodos no eran demasiado ortodoxos, la cicatriz estaba nuevamente semidesvanecida por el maquillaje.

Salgo de nuevo a comer al césped y me fijo en como la rubia se lleva a los otros dos soldados y me mira significativamente. Suspiro y me siento en el mismo lugar que la otra vez. - buenas tardes. - digo simplemente y me pongo a comer mi bentro. Que delgado está pienso sin girarme a verlo. - Parece que te molestan menos con la cicatriz. - pongo la espalda recta contra el tronco del árbol. - Yo... creo que has sabido que estuve con Ciel... pero también que te han llegado las cosas algo tergiversadas... es verdad que estuve con él, pensé que estabas muerto, realmente no duramos mucho ni llegamos a nada y está acabado, por el simple hecho de que... - dejo la fiambrera a un lado y recojo mis piernas contra mi pecho y la frente sobre ellas. - que... sigo sintiendo muchas cosas por ti. No sé que te habrá dicho Ciel, pero esa es la verdad - suspiro. - Siento molestarte con esto, yo no me acercaré más a ti, salvo que pueda ayudarte en algo.

Esucha esas palabras y su corazón da un vuelco en el pecho.

- Ethan... no digas más... si viniste aquí para decirme de nuevo que me aleje de ti... no entiendo porque tienes que decir que aun ... sientes algo por mi...es absurdo... qué más quieres que haga¡¡... si quieres que me vaya de esta escuela... lo siento, no lo haré... - las palabras que escuchó le habían confundido, no sabía que hacer, le había dicho que le quería pero al mismo tiempo que no se acercaría, o tal vez su mente le estaba jugando una mala pasada.

- No te estoy diciendo que te alejes! Ya cometí ese error una vez. - digo retirando el rostro de entre mis piernas. - Yo... te estoy pidiendo otra oportunidad, ya he comprendido que la cagué a lo grande al separarme de ti y si pudieras perdonarme... aunque me imagino que estoy pidiendo demasiado, no creo tener derecho a pedirte esto, a volver a abrir tus heridas, pero, creo que no me odias del todo, pero lo que menos quiero es causarte más problemas y dolores de cabeza. Intenté olvidarte, lo he seguido intentando cada día, pensé que estabas muerto y que era solo mi culpa. Odiándome, pero cuando volví a verte me di cuenta de que estos sentimientos no han cambiado ni por el tiempo ni las circunstancias y, de verdad, sé que no tengo derecho a confundirte con mis palabras, pero solo quiero que sepas te ayudaré en lo que sea, no espero que me aceptes, la verdad. Solo si pudiéramos recuperar algo de lo que tuvimos y si eso te hiciera bien... bueno, qué me dices? - me quedo callado unos segundos. - Si dices no, no necesito que me des motivos o excusas.

Los pasos de Kunsel suenan y parecen alejarse, aunque realmente quedan frente a Ethan, se sienta en la hierba para mirarle a los ojos.

- Recuperar algo de lo que tuvimos? no creo que sea fáil... en lo absoluto - su voz era seria, mira como el rubio baja la mirada lentamente y le toma de la mejilla, baja su mano hasta el mentón y le hace levantar el rostro, los ojos de Kunsel estaban humedecidos

- Ya no soy lo que era Ethan - dice con su otra mano quitando el maquillaje dejando la cicatriz totalmente expuesta

- En todos los aspectos... he cambiado ... pero - se acerca tomandole del rostro

- Si a ti... no te importa quiero estar contigo - un par de lágrimas surcan esas mejillas

- Yo sé que no será fácil. - digo sintiendo como se sienta a mi lado y me hace mirarle, le veo llorar y atrae su rostro muy cerca del mío. Le sonrío con dulzura mirándole a los ojos sin rastro de temor o asco, solo viendo como esas lágrimas ruedan por sus ojos. - Entonces, te prometo que me esforzaré porque vuelvas a cambiar, y aunque no cambies permaneceré a tu lado; y no volveré a traicionarte. - me apoyo en su pierna buena para elevarme un poco y beso por encima de su ceja justo sobre la cicatriz con los labios abiertos. Me separo con gesto de asco. - puag! el maquillaje, que malo está. - digo limpiándome los labios con las manos y me rio un poco. - Y eres un idiota si piensas que soy tan superficial como para espantarme con una cicatriz. Anda, vamos a lavarte, que entre que te has untado el maquillaje por la cara y se ha corrido al llorar sí que das un poco de miedo. - me levanto tomando su mano. Hace tiempo que no me importa perder mi trabajo y menos si es por Kunsel, si puedo estar con él nada más me importa, si puedo hacerle feliz el tiempo que me quede estará bien. Le llevo al baño y dejo que se lave la cara cuando termina le seco con un poco de papel higiénico y pongo mi mano extendida sobre la mitad de su rostro deformado por la cicatriz, no para taparla si no para acariciarla.

(perdona la tardanza >,<)

- Baka - sonrie ante eso que dice y se deja llevar al baño, se lava el rostro mirándose al espejo, esperaba que dentro de unos días que llegase esa mujer, todo fuese mejor, odiaba las burlas de sus compañeros, eran tan superficiales que le daban ganas de perseguirlos con la espada de Zack

- M-matte... - se hace hacia atrás cuando le iba a tocar pero Ethan se inclina para acariciarle la cicatriz

- En verdad...no te da asco?... es... - se mira

- Toda mi cara.....

"Sonrió" pienso contento, no está todo perdido.

Hago que me mire a mí y no su propio reflejo. - Para nada, menos mal que no te daño el ojo. - recorro los contornos de la cicatriz hacia abajo mirándole a los ojos. - Lo que me doy es asco a mí mismo. - solo de verle así y saber lo que mi decisión le ha hecho es suficiente para que mis ojos se humedezcan. Le abrazo con fuerza, aunque sigo siendo débil mi estado ha mejorado. - Lo siento tanto, menos mal que estás vivo. Cuando Zack vino a decirme que se os había dado por muertos estuve todo el día llorando.

- Conoces Shin-ra... son unos bocazas... no quisieron enviarnos más refuerzos, casi toda mi compañía murió pero... algunos sobre...vivimos - le abraza con cuidado, quería protegerle, no había olvidado ese sentimiento

- Perdona aquellas palabras que te dije en el campamento...yo.... quería hacerme el duro - acaricia su cabello

- Ethan... yo,... yo aun te quiero - le toma del mentón para darle un beso suave en los labios

- por qué no volviste conmigo? Vi lo equivocado que estaba, pensé que eso sería suficiente. Sé que yo lo empecé, pero... sentí que el amor que me procesabas se había convertido en odio como te amenacé con intentar.

Las lágrimas ruedan por mis mejillas cuando me besa y mi boca responde a la suya reconociéndola. "¿por qué? ¿por qué sus besos siguen siendo tan dulces cuando su rostro es tan duro? ¿de verdad has cambiado tanto, Kunsel?" no separo mi boca de la suya mientras acaricio su cuello. Me separo y le sonrío con agua en mis mejillas. - ai shiteru - sentirme una vez más en sus brazos me hace sentirme libre de culpa, ahora podemos volver a empezar, y aunque las cosas no sean fácil seguiremos adelante, juntos.

- Ai shiteru mo Ethan - sonrie volviendo a besarle de manera más profunda ahora.

- Sabes que estar casi un año en celibato es una tortura para alguien como yo? - le susurra al oído de manera tierna y traviesa a la vez, le toma de la cintura atrayéndole hacia sí

- Ethan... creo que los dos fuimos un par de estúpidos... cierto?... y testarudos... sé que tal vez... solo tal vez, no quede mucho tiempo para nosotros, pero quiero estar el tiempo que sea a tu lado, ayudándote... además el pensar que solo ese tiempo te queda es muy pesimista sabes?... se supone que cuando tienes a alguien a tu lado que te apoya intentas ser más positivo - le reprende

- Te quiero ... te amo Ethan Nieve ... mi Yuki - iba a darle un beso pero se escuchan voces de estudiantes muy cerca

- Vaya.. yo me puedo volar clases... pero... tu eres maestro - le sonrie

- jajaja, tan hentai como siempre. - digo riendo cuando me recalca su celibato, que ha sido el mío también. - Pues te espera lo peor, porque estoy decidido a volver a seducirte poco a poco. - le digo coqueto.


Le miro encantado cuando me coge de la cintura, lo que he extrañado sus manos, casi tanto como su presencia. - Sí que lo hemos sido, solo quería un futuro para ti más allá del mío, pero vamos a dejar eso ahora. - digo secándome las lágrimas con el pliegue de la camisa.

Se oyen voces y le doy un besito rápido y acaricio su mejilla sin dañar. - No, eh, tengo una reunión... y debería de estar allí ahora mismo. - digo comprobando la hora en mi móbil. - No puedo faltar. Será cosa de tres horas, espérame en la biblioteca, no quiero que fuerces el pie y te hagas daño. Y no hagas pellas! - le reprendo divertido separándome para lavarme la cara y no ir con los ojos muy rojos a la reunión. Le miro y le vuelvo a abrazar, le he extrañado como el respirar y caigo de nuevo en lo delgado que está. - Cocinaré para ti, como antes, y más te vale comértelo todo. - le saco la lengua y me separo lanzándole un beso y yendo a fuera.



Cuando termino la reunión le busco en la biblioteca y le veo concentrado leyendo. Cuando llego a su altura le toco el hombro. - nos vamos? - le susurro.

Asiente a todo lo que dice el mayor y va a la biblioteca, sus antiguos compañeros, según ellos amigos, no hablaban ya con él, y Elena y los otros Turks se habían ido ya, era como la mandamás y una nueva integrante de la cafetería pero ella se encargaría del local que estaba en shibuya

- Sí vámonos - camina a su lado, no le gustaba cojear pero solo esperaba que el diagnóstico de la operación fuese bueno y también aquello que planeaba elena para su cicatriz

- COcinarás?... qué me cocinarás? - pregunta en el coche

- y como está eso que me seducirás poco a poco? no vez que estoy como semental? - pregunta con finjida molestía pero se rie divertido

Subimos al coche. - veamos, albóndigas de tofu y arroz frito y de postre descongelaré unos ankos. - digo contento.

Alzo una ceja al escucharle de nuevo hablar sobre sexo. - Lo que veo es que estás más delgado y que tienes una pierna que cuidar. - me paro en un semáforo en rojo y sin apartar la vista del frente, suelto la palanca y subo una mano por su muslo con suavidad. - además, semental, no crees que ir un poco más despacio hará las cosas más excitantes? - retiro la mano sonriéndo cuando el semáforo se abre y tengo que tomar el volante. No es que haya ido de flor en flor, pero al separarme de Kunsel perdí la vergüenza que muy lentamente me estaba quitando con sus acciones sucias y sus palabras amatorias, más o menos


Le miro de reojo, así... volviendo a casa, hablando tranquilamente, casi parece que no hubiera pasado nada, pero cuando veo su cicatriz me siento bastante mal por él.

- Oye... eso sonó bastante hentai sabes?- le sonrie y siguen charlando pero nota el rostro de Ethan, se notaba algo.... triste

- Estás bien?... - le pregunta con suavidad intentando dar con el motivo del porque le mriaba a veces así

- No te preocupes...e staré bien, no se infectará ni mucho menos... iré a un tratamiento... seguramente Yuffi me ayudará con esto... - asegura recordando el como había crecido esa chica después de la misión de Zack hacia algunos años

- En fin... vamos - baja del coche

- Vaya... - mira la casa de Ethan

- Tenía... mucho que no venía aquí...tantos recuerdos

- Me preocupa que lo de tu pierna sea crónico y no se vaya, además de como te molestan con ello. - además, solo de imaginar que la herida hubiera atravesado el cráneo...

Bajamos del coche y abro la puerta dejándole pasar primero. - ahora podemos hacer más recuerdos. - le abrazo por detrás unos segundos y me separo tomando su mano. - Túmbate un rato mientras hago la cena. Mmm... sé que dijiste que ya no lees, pero puedes entrar en la biblioteca si lo deseas. - le doy un tierno beso antes de meterme en la cocina. La verdad, es que hacía mucho que no me empleaba en hacer algo de comer, pero quiero que mi amante tenga buena salud así que me esforzaré pienso poniéndome a ello.

Me pongo a cortar verduras algo meditabundo, al final, el destino, nos ha vuelto a unir.

- Oye¡ - le da un zape suave

- Qué dijimos?... - suspira - Ethan, no es que no sea realista... solo que ahora, a tu lado, quiero tener esperanza de qué todo mejorará, porque a veces las personas se dejan llevar por la tristeza siendo que esta es peor para su estado... así que hay que dar lo mejor de nosotros mismos no¡? - dice feliz abrazándole con suavidad

- Iré a Tumbarme... tiene mucho que no lo hago sabes? - le besa en los labios nuevamente con pasión y se aleja cojeando, pero esperaba que pronto su pierna mejorara, se tira en ese sofá ya conocido, no quería leer se sentía algo cansado, había estado tan cansado esos meses... que parecía que una pesada carga se alejaba de él, se queda totalmente dormido

- auch! - me quejo frotando donde me dio, le miro escuchándole y asiento. - está bien, lo siento. - le rodeo con mis brazos una vez que él me ha arropado con los suyos y suspiro complacido del calor que emana mi amante. Asiento cuando dice que se va a descansar. Ese beso me quita el aliento y me hace msotrarle una gran sonrisa sincera.

Me pongo a cocinar y mientras se cuecen las albóndigas voy a ver como está. Le veo tumbado en el salón durmiendo plácidamente, se le ve muy tranquilo. Dejo una muleta apoyada en el sofá y le echo una manta encima, al hacerlo se cubre totalmente con ella y rio en silencio ante lo tierno que se ve. Le dejo dormir todo lo que quiera mientras se hace la cena y aún después no la sirvo dejándole descansar mientras yo corrijo unos trabajos en la cocina para no hacer ruido al desperatarle, aunque mi tarea no sea muy ruidosa.


Al estar cubierto totalmente por la manta no se le ve y mientras estoy inmerso en mi trabajo algo se sube a la manta y parece jugar sobre él, no es muy pesado, pero tiene uñidas afiladas.

Spoiler:

- Mmm... no... Zack.... - se remueve, no es que pensara cosas raras sobre Zack pero el otro era muy inquieto al dormir y a veces cuando les había tocado dormir en la misma tienda le echaba un pie encima o cada vez que se volteaba le golpeaba, a veces se preguntaba como es que Hatori soportaba todo eso - OUCH¡ se levanta de pronto al sentir como le entierran las uñas

- Eh?.... - mira a los mininos parecian como un Ying Yang... los toma con suavidad - hola?... *sonrie* vaya... que curiosos son - sonrie

- Ethan? - va con los felinos entre sus brazos, no toma la muleta, de cierto modo aunque sabe que le ayudaría le haría sentir más discapacitado y era duro para él - huele delicioso, mira lo que encontré... o mejor dicho, me encontraron

Los felinos se asustan cuando su suelo se mueve y más cuando ven aparecer la cabeza de Kunsel, el negro enseña los dientes, pero cuando perciben el olor de Ethan parece que se quedan más tranquilos.

- Ya despertaste.- digo levantándome y dejando a un lado los papeles para cenar con él. Miro a los gatitos. - pero... cómo? - suspiro al verlos y los tomo de las manos de mi amante, el negro se sube a mi hombro con destreza y se frota contra mi mandíbula, mientras que el blanco se pone a dos patas apoyándose en mi camisa intentando trepar para lamerme la cara, pero aún es muy pequeño. - Lo siento, Kunsel. Se escapan de la habitación, no sé como lo hacen, tendré que ponerle cerrojo.


Cojo un saco con comida de gato y les lleno el bol y me pongo de cunclillas para que puedan saltar a hincarle el diente, los miro con ternura y me lavo las manos antes de comer. - Una gata callejera los tuvo en el jardín, entre unas toallas de la piscina para darles calor y... no volvió a por ellos, puse un cartel para regalarlos, pero les he acabado cogiendo cariño tras un mes con ellos. Además, cuando bajan las orejas y ponen los ojitos grandes me encandilan. - sirvo la comida. - vamos a comer.

- Porqu+e te disculpas?... son lindos... después de estar en guerra te das cuenta que cualquier vida sin importar si es de un animalito o persona, es importante - acaricia a los gatitos

- Tienen nombre? - se lava también las manos para sentarse a comer, le gustaba la comida hogareña, Zack había intentado hacerla pero sencillamente él no quería probar bocado, se mantenía con comida rápida o no comía

- Gracias,,, itadakimasu - su acento no había cambiado seguía siendo suave ya no remarcado como cuando recien llegó a Japón

- Se ve muy bueno *prueba* y está muy bueno - sonrie - gracias Ethan... por todo - le mira de forma tal que parecía uno de esos gatitos perdidos

- Por qué seguro que te despertaron y parecía que te hacía falta dormir un buen rato. Dormiste bien, cierto?


- Sí, el blanco se llama Dolce, suena pijo, pero es que se subió a mi lavabo y se tiro mi colonia de dolce & Gabbana encima y estuvo oliendo a ello durante dos semanas por mucho que lo lavé. - sonrío al recordarlo. - Y el negro Principito.


- No me las des. - digo levantándome para darle un beso en la frente acariciando sus cabellos con cariño, le miro a los ojos que me inspiran ternura. - Creo que ya me encandila cualquiera. - me rio y le doy un besito en los labios antes de sentarme y comer. Le miro contento de verle comer

jajaja no, no dejes que te encandile cualquiera - le besa en los labios con cuidado y sigue comiendo terminándose todo

- Gochisosama.. - se queda sentado mirando a su amante

- Vaya... ahcia tiempo que no estábamos así... me agrada... - sonrie de manera suave al mayor y mira a los gatitos

- Duermen contigo? es decir, en la habitación... puedo dormir contigo?

Me alegra que se lo haya comido todo. Me levanto y recojo las cosas y tengo que tener cuidado de no pisar a Dolce y Principito porque no paran de bailotear a mis pies y engancharse a mis pantalones. Los cojo en mi regazo y me siento con ellos en las rodillas acariciándolos con ternura.

- Sí, aunque no en mi cama, que la destrozan, tienen un cajón de la cómoda para ellos donde pueden arañar lo que quieran las sábanas y los cojines. - le miro con ternura cuando me pregunta. - Claro que sí. - su rostro se ve bastante tosco con la cicatriz, pero su mirada, aún enmarcada por esta, no ha cambiado. Es tan extraño, casi parece que no hubiera pasado el tiempo. - pero me vas a hacer madrugar para pasar por tu casa y cambiarte de ropa, más te vale compensarme. - le saco la lengua.


Los mininos se quedan dormidos y los cojo y le indico a Kunsel que me siga y los acuesto en su camita de madera. - Cuando sean más grandes les compraré unas camas como Dios manda. Espera, seguro que tengo algún pantalón cómodo que te valga. - digo buscando en mi armario. Se los prueba y aunque se ven sus tobillos le entran y no le aprietan- ya está. - nos lavamos los dientes y me pongo mi pijama con esa mirada deseosa de mi amante encima. Nos tumbamos y me pongo sobre él frotando mi nariz con la suya antes de besarle y quitarme de encima para no ahcerle daño en la pierna y me apoyo en su pecho. - buenas noches. - es en estas pequeñas cosas cuando me doy cuenta de lo mucho que lo he extrañado.

- Gracias - se pone la ropa y le besa en los labios recostándose a su lado.

- Tenía tanto que no ...haciamos esto, es maravilloso - le siente subirse y luego bajarse de encima suyo, sonrie divertido

- Sabes... ya tenemos dos locales de la cafetería... el nuevo está en Shibuya, ha tenido mucho éxito.. Elena, la chica rubia... se encargará de ese, espero que no solo ponga hombres trajeados - sonrie acariciando el cabello de Ethan

- Te amo... en verdad que te amo - le toma del mentón para besarle profundamente