Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Me sorprende cuando Zack me llama, realmente he estado preocupado por Kunsel este tiempo, saber que está en la guerra por mí culpa y que no he podido hacer nada por traerlo de vuelta me ha supuesto un duro golpe. Mis pesadillas han vuelto, aunque no es que duerma mucho. Pero me estaba olvidando de él, asumiendo que no lo volvería a ver.

Le dejo pasar y le sirvo un café en la cocina. - Si es por Kunsel... no he podido traerle de vuelta.

)
(siento haber tardado

(descuida, en corto me voy a comer)


- Entiendo - agacha la mirada

- Pero... no, no es... bueno, es decir ... - la taza de café la movían sus dedos lentamente

- Kunsel... Midgar... - suspira profundamente cerrando sus ojos e intentando serenarse para decirle algunas cosas que le habían dicho los Turks

- Todos los soldados que fueron a Midgar han sido considerados... muertos en acción... no han podido en...encontrar... a nadie - dice bajito, intentado ser fuerte para no llorar frente a Ethan

- Entiendo... - digo escuchándole decir que, finalmente, la vida de Kunsel puede haberse terminado, y es mi culpa. - Lo siento mucho, Zack. Esto ha sido porque le obligué a alejarse de mí, siento que hayas perdido a tu mejor amigo. Me gustaría pensar que podría seguir vivo. - suspiro y le tomo del hombro intentándole animar, a pesar de que yo mismo me encuentro en bastante mal estado. Le he perdido para siempre y es solo mi culpa. El pelinegro es lo suficientemente para no llorar, yo me limpio las lágrimas antes de que salgan.

- No, gracias por molestarte en venir y tener que decirlo y pensar en ello. Adiós, Zack-kun. Cuida de ese niño. - le sonrío apenas y cuando se va me resbalo por la pared hasta caer al suelo. Ciel sale de mi biblioteca y cuando me ve me abraza. - Lo he mandado a su muerte, a la persona que más quiero, al único hombre que ha querido estar conmigo. - comienzo a llorar y el hombre de dos metros me abraza más fuerte. - Ni siquiera entro en mi biblioteca para no acordarme de él, necesito alejarme de todo. Quiero ver mundo, nunca he estado en América o en España.......


Y así intenté seguir con mi vida, prácticamente dejé de trabajar en la universidad, solo daba conferencias ocasionales y seguía escribiendo para ganar dinero, también escribí una novela, pero nadie parece interesado en publicarla. Comencé a viajar, unas veces acompañado de Ciel y otras solo. Fui a Nigeria a ver a mi sobrino recién nacido y pasé un tiempo allí antes de volver a instalarme definitivamente en Japón, en tres meses he agotado mucho dinero y sé que no puedo seguir así, que debo de adaptarme a este vacío.

(aaaah... mi cabeza da vueltas....)


El nuevo curso de la universidad había empezado, hacia varios días que había llegado, Zack, Hatori y el bebé le habían ido a recoger al aereopuerto, él no hubiese querido regresar, tantos recuerdos, sin embargo le habían dicho que Ethan ya no estaba en japón, Zack perdió toda comunicación con él.
Caminaba por entre los estudiantes, le miraban con cierta curiosidad, tenía una cicatriz que recorría desde la frente, pasadno por su ojo derecho siguiendo hasta un poco antes de la barbilla, la guerra no le había dejado salir totalmente ileso pero eso no era nada comparado con la amputación de algún miembro o la muerte. Habían ganado la guerra al final, Shinra se encontraba más estable pero Zack y los Turks le habían convencido de regresar.

Por falta de dinero he vuelto a trabajar este curso en la universidad, aunque sé que me tienen preparado un sustituto dado mis múltiples baja el año pasado. Han pasado más de 9 meses desde que Kunsel se fue a la guerra, ya no esperaba ninguna noticia de Zack de hubiera algún superviviente de esa revuelta. Intenté salir un tiempo con Ciel y aunque era una persona con la que conectaba no llegó a funcionar.

Comienza el curso, no me encuentro especialmente motivado a dar las clases y sé que mis alumnos lo notan, pero sigo haciendo bien mi trabajo así que no hay mayor contratiempo. Salgo de la biblioteca hablando con un compañero de trabaja cargando ambos muchas carpetas llenas de folios, cuando me encuentro de frente a un fantasma. Me pongo blanco dejando caer los papeles al reconocer a mi amante tras esa cicatriz, estos se expanden a mis pies creando una ola blanca y azul. Me le quedo mirando unos segundos antes de agacharme a recoger todos esos papeles, me enjugo una lágrima y termino de recoger y ordenarlo todo. Está vivo, respiro agitadamente, es como si mi corazón se desahogara después de estar mucho tiempo oprimido por un peso insostenible.

Se agacha para ayudarle a recoger los papeles, su gesto era totalmente serio.

- Debe tener más cuidado profesor... - comenta ayudándole a cargar algunos papeles - debe dejarlos en su oficina o en algún otro lado? - comienza a caminar al lado del rubio, su pierna había sufrido un disparo así que se estaba recuperando, caminaba un poco de lado.

Ninguno de los dos dijo nada, Kunsel le ayudó con sus papeles hasta su oficina, después dio media vuelta para irse de ahí.

Me sorprende que se agache a ayudarme, aunque su voz es neutra e indiferente que no me ignore del todo me hace sentir bastante bien. - Gracias, sí a mi despacho. muchas gracias. - noto su cojera y lo duro que se ve su perfil con esa cicatriz y esos ojos de azul apagado. - Gracias de nuevo. Gracias por sobrevivir. - le sonrío, aunque no se gira a verme y entro en mi despacho. Me llevo la mano al corazón, esto es una condena, después de todo, le sigo queriendo, menos mal que está bien y puede vivir su vida, ya que sé que no puedo acercarme a él.

- Realmente fue una desgracia - dice antes de salir del despacho del profesor, se había enterado de su relación con Ciel, él mismo se lo había dicho, sonrie con tristeza para si, al final de cuentas había pasado lo mismo de siempre, tomaban lo mejor de él y le dejaban, incluso Ethan.

- Hey¡¡ - casi se cae debido a un empujón por parte de Reno, aun no tenía muchas fuerzas en su pierna - Reno ten más cuidado... - dice mientras Rude le sostenía, el pelirrojo se disculpa, le comentan sobre la cafetería, el rubio tenía bastante dinero ya en su cuenta bancaría pues sus amigos jamás dejaron de guardar su parte.

- Bueno... puedo hacer un cosplay de fantasma de la opera... - dice con gesto amargado, y les da la espalda, su humor era totalmente diferente, si antes era serio ahora simplemente buscaba estar sólo.

Ese comentario suyo me hace suspirar, niego con la cabeza. A pesar de lo dulce que era Ciel nunca hará temblar mi corazón como lo hace mi amante con tan solo una mirada, ni siquiera pude llegar a tener sexo con él y le tuve esperando para cortar finalmente, Kunsel sigue siendo el único que me ha tocado y probablemente no lo sepa o ya no le importe.


Bajo después de coger mi fiambrera a comer al césped y le veo completamente solo pese a que tiene amigos aquí. Suspiro, que me rechace no me va a doler tanto como pensar que ha muerto por mi culpa pienso algo confuso mientras mis piernas andan solas hacia el árbol en el que está apoyado y me siento en el otro extremo dándole la espalda y me pongo a comer sin decir nada.


Cuando me termino la mitad y veo que no se ha marchado. - Puedo hablarte?

- Creo que ya lo estás haciendo... - dice con tono cortante, no había probado siquiera el bento que le había dado Zack, incluso se notaba más delgado, pero no era para menos debido al tiempo que estuvo en el hospital y a como había terminado.

No voltea solo se queda ahí mirando hacia el cielo, tenía un par de horas libres, los amigos que tenía ya no los frecuentaba los únicos que habían soportado su humor eran sus amigos de toda la vida.

- cómo quieres que te lo pregunte si no? está prohibido hacer fuego aquí, siento no poder hacer señales de humo. - digo intentando bromear.

Como tranquilamente mi bento, realmente no sabía que decirle, o más bien no sé por donde empezar, yo también miro el cielo, por suerte las ramas del abeto cubren el sol parcialmente y no me da en la cara. Si no me dice que le molesto no le dejaré solo pienso para mí. Aunque realmente no sé de que hablarle, si le pregunto sobre él no me contestará, hablarle sobre mí solo me llevará a respuestas frías de su parte, así que solo puedo recurrir a lo único que nos une. - Esta semana van a abrir una exposición sobre los cuentos de los hermanos grimm, hay manuscritos originales, además de reproducciones de algunos de sus cuentos, está la torre de rapunzel, la casita de chocolate de Hansel y Gretel, una recreación de la bella Durmiente con sombras proyectadas... además de hablar mucho de la vida de los dos... verdad que suena muy bien? - no espero que me responda, solo que me escuche y que no le incomode que esté cerca de él.

Termino de comer y me levanto sacudiéndome la tierra de los pantalones y con la fiambrera en la mano. - Tengo que ir al rectorado. adiós. - le sonrío levemente

- Dejé de leer hace mucho, en las batallas no puedes tener un libro en mano, y no pretendo retomar la lectura.,. - no dice más ni cuando el otro le dice que se irá a rectoría, no voltea si quiera, se levanta para caminar hacia el salón, porque además, para colmo de males, tenía una matería con Ethan, algo sobre estadística o algo así.

Ahí se sienta al final, mira al profesor pero de manera neutral, los demás de sus compañeros cuchichean entre ellos.

- Pobre... aunque si no fuese por esa cicatríz no estaría tan mal...

- Pero que me dices de como camina... me daría verguenza si me viesen con él - burlas asi se podían oir y él las escuchaba intentando no molestarse, las risillas seguían a lso comentarios y tal vez eso era lo más molesto

- Me lo imaginaba, pero como te gustaba, solo pensé en comentártelo, nada más.


Tras ir al rectorado llego a mi clase y veo a Kunsel al fondo, no le miro más en toda la clase. Pero a mitad el murmullo es tal que acabo cogiendo un micrófono de la mesa que no suelo usar y hablo particularmente alto para que dejen de hablar siguiendo con la frase que había comenzado y cuando termino dejo el micro. - Los que quieran salir a contarle a su compañero lo que han hecho este fin de semana pueden salir libremente del aula y tomarse un café a mi salud en la cafetería, se lo agradeceré profundamente, si continuáis me iré de clase y los dos apartados del tema que tengo previstos para hoy los estudiaréis por vuestra cuenta. - todo Dios callado, aunque algunas tipas con el ceño fruncido. Suspiro y recobro el hilo para seguir con la clase, me ha llegado algún comentario de esas chicas sobre Kunsel y me ha parecido sumamente insensible por su parte.

Finalizo la clase sin más contratiempos y cojo mis libros y me marcho a otra corriendo, ya que está 6 pisos más arriba.


tRAS ACAbar con las clases me siento en la biblioteca a leer un rato.

Estaba en la biblioteca haciendo sus tareas, regularmente estaba en lugares cerrados con poca gente, los comentarios le molestaban y ciertamente eran hirientes en diferentes grados, sabía de sobra que ya no era un chico atractivo, aunque nunca se sintió realmente como tal, pero ahora lo era menos, toca su cicatriz, a esa hora no había mucha gente en la biblioteca, no nota la presencia del rubio, cierra sus ojos intentando no sentirse tan mal, tal vez lo mejor hubiese sido quedarse en Wutai.

Se notaba bastante solo, si bien sus amigos intentaban acercársele, él no daba pie a eso.

- Lo siento - dice cuando al salir tira unos libros del escritorio donde estaba el profesor. Levanta los libros, hasta que oye el gracias, la voz le hace voltear.

- Siento lo de la clase profesor... pero supongo que las chicas son así... - se encoge de hombros

- Creo que para no crearle más problemas tomaré la clase no presencial, si puede indicarme que libros o apartados leer para cada parcial, vendré solo para los exámenes.

No le veo en la biblioteca hasta que no me levanto a por un diccionario, no me acerco a él para no molestarle.


En determinado momento me tira unos libros especialmente pesados que hacen mucho ruido al caer y eso me sobresalta un poco. - No pasa nada, gracias por recogerlos. - me empieza a hablar en la biblioteca en voz baja, pero le indico que espere un momento. Recojo mis libros en mi maletín y le pido que me siga fuera de la biblioteca para así no molestar a nadie.

- Respecto a lo de clase, no tienes que disculparte conmigo, de vez en cuando arman jaleo, los de primero suelen ser algo inmaduros aún con notables excepciones. Si es porque interrumpan en mi clase no tienes que preocuparte, pero entiendo perfectamente como debes de sentirte, así que te haré esa lista, pero sería más recomendable que vinieras a clase. - le aseguro sentándome en un banco y comenzando a escribirle los títulos que puede usar para estudiar. - aquí tienes, no olvides, si decides hacerla no presencial, informar en secretaría para que no te suspendan por faltar a clase. Mis tutorías son los jueves en la tarde por si tienes alguna duda. Y aunque no sea presencial, los trabajos siguen siendo obligatorios, los verás en el campus virtual.- me levanto y veo que ya van a cerrar la biblioteca. - te acerco a casa? - le pregunto prediciendo su respuesta negativa.

- Si, por favor - tal vez esa respuesta era algo que no esperaba el otro pero por ahora su pierna no le dejaba hacer demasiado, no como antes que podía correr distancias largas, ahora tenía que esperar la recuperación, esperando que su pierna quedase bien.

Camina junto a Ethan, no puede evitar las miradas de las personas, era tan molesto, por qué las personas tenían que ser bastante superficiales, ahora se sentía como un mono de circo del cual se reían a diestra y siniestra, y no podía más que aguantar, porque no se iba a poner a explicarles que había estado en una guerra que seguro se les hacia indiferentes, el coche de Ethan era otro.

- Cambió el coche? - no le hablaba de tu

- Es... un buen auto - seguro lo hizo para olvidarse totalmente de él, pero debía superar eso, las palabras de Ciel habían sido claras, Ethan ya le había olvidado y sería suyo. Aquello lehacia rabiar. Sube al auto intentando de cierta manera que su cicatriz no la vea el otro, al menos no de manera constante

Me sorprende que acepte, pero cuando andamos recaigo en su cojera y comprendo el motivo, al menos se deja ayudar. Ojala pudiera ayudarle con lo de su herida y lo mucho que llama la atención. - Creo que sí deberías quedarte en casa para reposar esa pierna o hacerte con una muleta al menos. - le abro la puerta del coche y me subo a mi lado.


- Sí... adoraba ese coche, pero un hombre se durmió conduciendo un camión y... mi coche no salió bien parado, aunque también fue una suerte que solo se dañara el coche y no ese hombre. Este coche es bueno, tiene un buen motor y no suele estropearse, pero me gustaba más el otro aunque supusiera más gastos. - le digo sincero arrancando. - etto... sigues viviendo en el mismo sitio? - le pregunto apra no llevarle al lugar equivocado.

Realmente no me molesta su cicatriz, solo hace más duro su rostro, pero sigue teniendo esos preciosos ojos, aunque más apagados. - Tengo un esquema de hace un par de años sobre mi asignatura, tuve que hacerlo, ya que perdimos algunas clases porque me rompí la cadera. Puedo pasarte una copia, te será de ayuda.

- Si... los muchachos siguieron pagando la renta y ... todas mis cosas están ahí... sobre lo de la pierna... realmente no espero mucho... - se encoge de hombros

- Si gracias, necesitaré toda la informació posible... quiero terminar la universidad lo más rápido que pueda... se lo prometí a Zack... y es la única persona a la que jamás le faltaría en una promesa... pues él jamás lo ha hecho - comenta mirando hacia la ventana del coche, la noche hacia que se reflejara su rostro en el cristal, suspira delineando su cicatriz, mira como llegan a su edificio.

- Gracias profesor... - abre la puerta para salir, recordando de pronto aquella vez, cuando se reencontraron el como Ethan le llevaba a casa

- se te va a quedar una cojera? - le pregunto, ya que desconozco la naturaleza de su herida.

Cuando se baja del coche recuerdo con claridad esos días en que esperaba en que confiara en mí para decirle que nos conocíamos, me ponía tan feliz solo con conseguir que me contase algo de él, ahora aspiro a menos todavía, solo que se deje ayudar por mí. Me he dado cuenta de lo mucho que le molesta que le miren así y aunque parte de mi culpa ha desaparecido al verle vivo esta mañana no puedo evitar sentirme aún culpable del estado en él que está, aunque él decidió ir a la guerra y tomar esa medida exagerada ante mi actitud, en última instancia, la culpa siempre va a recaer sobre mí. - No hay de que, pásate por mi despacho cuando rellenes los papeles y te daré esos apuntes. Una sugerencia, ya has cursado primero, aunque te saltaras un semestre tienes alguna asignatura aprobada sino recuerdo mal, porque no te apuntas a segundo curso, serían muchas asignaturas, pero podrías acabar antes, tú verás si puedes con ello

- ... oye, si te sirve de algo... sigues siendo bienparecido a pesar de todo. - antes de que responda cínicamente con alguna tontería me despido y cierro su puerta y encendiendo el motor de nuevo.


Una vez llego a casa suspiro. No me puedo creer que haya sido el último en enterarme de que... estaba vivo, que no es alguna tontería como se echado novia o le han tocado un millón de yenes, joder. Ciel... le llamo, él debía saber algo, después de todo pasó por shinra hace un mes. Cuando hablo con él me lo confirma y no dejo de insultarle por escondérmelo, cuando sabe que he estado culpándome por meses, se excusa diciendo que temía que volviera con él y acabo la conversación diciéndole que no quiero volver a verlo.

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Comienza otro día más en la universidad...

Llega a la escuela, una voz grita su nombre desde lejos, una chica rubia se acerca a él abrazándolo con total cariño, un besito en los labios de manera gentil.

- Estas bien Kunsel-kun? - le pregunta y este asiente, ella niega a sabiendas que no era verdad, de pronto voltea directo hacia donde estaba Ethan, la mirada de la mujer es de enojo total, de mucho rencor, pero no dice nada, toma al chico de la mano y se va junto con él a uno de los jardines de la escuela.

Despues de unas horas aparece en la clase de Ethan, la cicatriz casi no se notaba, no había hecho magía ni mucho menos, pero se notaba que le habían maquillado un poco para ocultarla. Se sienta en el lugar de siempre, Elena entra después de él presentándose como una nueva estudiante, se sienta al lado de Kunsel para tomar la clase, él como siempre serio apuntaba todo lo que podía, mientras que ella miraba fijamente al rubio.

Cuando esa chica llega gritando el nombre de mi examante es inevitable que la siga con la mirada y vea ese beso que le da. Enseguida aparto la mirada yéndome de allí sin llegar a ver la mirada de odio hacia mi persona. Kunsel asiste a clase normal con esa chica. No voy a negar que me duela, pero después de todo es lo que quería para él, una mujer que pueda estar con él siempre, que le enseñe a vivir de nuevo, de alguna forma me quedo más tranquilo y desisto definitivamente de ayudarle, ya que no debe de hacerle tanto bien si tiene pareja.


Concluyo la clase y al pasar por la puerta está hablando con esa chica. - Perdona que os interrumpa, aquí tienes, kunsel, espero que te sirva. Adiós. - le doy lo que le prometí sin mirar a esa chica hermosa, se ven bien juntos pienso, y me voy de allí a la biblioteca ya que es mi última clase.

- esas confianzas. - le espeto cuando me mira de arriba a bajo juzgando mi estado físico. Intenta arrastrarme a otro lugar y me suelto de su mano siguiéndola, de alguna manera sé que no me queda más remedio. estoy dispuesto a escuchar sus reproches, pero no me gustan sus modos. Atiendo a lo que me dice. Me sorprende cuando me dice que Kunsel sigue enamorado de mí. - Lo que haga y deje de hacer es de mi incumbencia nada más. Y puede que lo que dices sea cierto, pero él no va a volver a aceptarme, ya me rechazó una vez y capté el mensaje. Date prisa, tienes otra clase. - digo alejándome. Kunsel no es el único que ha cambiado, mi carácter también ha empeorado bastante.


Suspiro con la cabeza colgando hacia atrás sentado en la silla. Bufo, solo me está dando falsas esperanzas, no va a volver conmigo, me metí en una puta trinchera, fui a buscarlo a un país en guerra y solo obtuve desprecio de su parte, como voy a esperar que me de otra oportunidad cuando todos le miran como un bicho raro por mi culpa, le he jodido la vida hablando en plata. Así que sabe lo de Ciel... pero si apenas salí un mes con él y cortamos por mutuo acuerdo. ¿por qué me estoy planteando todo esto por las palabras de una mujer que le ha besado esta mañana? No tiene sentido