Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

- mMM Creo que me gusta torturarte mi amor - estaba con un rostro de deseo muy coqueto, pero sus mejillas se tornan rojas al observar lo siguiente, su manzana de Adan sube y baja al tragar duro cuando Ethan le regala ese espectáculo, entreabre los labios debido a la impresión - E...than... - su voz es suave, como un susurro mientras sus dedos acarician esa suave piel

- Er... - estaba pronto a decir algo pero ese beso le corta palabra corresponde el beso de manera deseosa atrayéndolo, sus dedos bajan por la curva de su espalda hasta esas nalgas que aprieta nuevamente

Le he besado antes de que diga nada, me atrae para poder besarme mejor y yo dejo que nuestras pieles se unan. Pienso en ese rubor en sus mejillas antes de besarle, lo cual hace que le bese con verdadera pasión. Jadeo cuando aprieta mis nalgas, al tocar tanto mi trasero me hace recordar lo mucho que deseamos ambos que él me penetre.

Me separo del beso y pongo un dedo sobre sus labios en señal de silencio. - si dices algo me inhibiré. - esos comentarios suyos me dan ganas de llorar, son vergonzosos, tanto que no debería aceptarlos, a pesar de ello una punzada de placer sube por mi columna y el que sus palabras me exciten me hacen sentir de forma extraña. Por eso, si quiero hacer algo con él, si quiero llevar yo tengo que hacerle callar y nunca lo consigo, solo se me ocurre pedírselo. - quiero hacerte el amor. - digo mirándole s los ojos y tomando sus labios con intensidad.

Siempre intento evitar penetrarle, desde luego no es porque yo no quiera, pero él debería de ser el activo y se ve obligado a ser el que recibe por mi culpa, a veces no puedo evitar preguntarme cuando más le seguiré molestando con mis problemas, pero ahora mismo, quiero unirme a él. Fundir nuestros cuerpos, ser uno solo.

Me agacho besando su cuello y le dejo un chupetón más en él. Acaricio su pecho desnudo y me separo mirándole, aunque lleva los bóxers el resto de su ropa no está. - eres muy apuesto, kunsel, kunsel.

Asiente ante aquello de no hablar, sabía bien que Ethan se avergonzaba facilmente y la realidad era que a Kunsel le fascinaba sonrojarle, pero tampoco le negaría una petición, se queda callado, cuando escucha lo de hacer el amor sonrie dulcemente pero no dice nada, le deja hacer, gimiendo de manera constante al sentir esos besos en su cuerpo.

- Tanto te gusto? - pregunta acariciando su cabello, iba a responderle algo como "pues tu eres super sexy y me calientas como nadie" pero tenía que controlarse sobremanera

"solo será esta vez" le intento decir con la mirada respecto a mi petición de que permanezca callado.


Me separo un poco mirándole cuando me pregunta. Bajo sus bóxers dejándole desnudo, pero no es ese destacable sexo lo que miro si no a la cara de mi amante. - Sí, me gustas, me gustas de verás. Tu cuerpo es perfecto y eres una maravillosa persona, siempre cuidándome y preocupándote de mí. eres inteligente y maduro e inmaduro en la medida justa. - tomo la mano que está acariciando mis cabellos y la coloco sobre mi mejilla. - A veces siento que no puedo esperar para verte.

Suspiro acariciando su pecho. - te amo... te amo... te amo... - murmuro por cada beso que doy a su piel bajando y lo predecible de mi baja hacen las cosas muy excitantes apra el menor

Se siente bien en todos sentidos, tanto el saber que es feliz a su lado como esos besos en su piel, le fascina ssentirse así, desead, y más que nada amado, siempre se había sentido deseado por todas las que estuvieron con él pero nadie intentó formalizar nada, siempre era el cursi soldado, o un soldado de rango inferior... el dueño del café...
Su sexo despertaba con esa manera que el otro letrataba

- Mmmm... yo también te amo... Ethan - acaricia su cabello entrecerrando los ojos, el falo estaba duro y crecido, irguiéndose ante el rubio

Veo despertar a su sexo y eso me hace sonrojar, mordisqueo sus tetillas y al acabar su sexo está más que recto y duro. - un segundo. - digo sofocado, la imagen de mi amante excitado es suficiente como para acelerar mi pulso. Me inclino hacia el cajón de la cómoda y saco el lubricante dejándolo sobre el colchón.


Miro a mi amante sonriendo mientras acaricio sus costados como si quisiera darle calor y beso justo sobre su corazón que ya no late tranquilo y regular. Beso también esa nuez de su cuello que siempre me indica que he sorprendido a mi amante en la cama. Y así bajo finalmente a atender su miembro. A lametazos lo lubrico con mi saliva y lo dejo brillante y muy apetitoso. Como si jugara con la paciencia de mi amante muerdo la punta, solo agarrando la piel del glande y luego mi lengua acaricia el prepucio produciendo ruidos lúbricos y voluptuosos para finalmente mirar el falo con deseo y mamar el glande con insistencia.

Gemidos fuertes se escapaban de su boca, su sexo dolia pero de placer, y era atendido de manera tal que no podía quedarse callado, movía las caderas contra la boca de Ethan sintiendo como lo mamaba, además un sonrojo que seguía presente en sus mejilas debido a esos sonidos que salían de la boca del rubio al hacerle la felación.

-Ethan¡ - muerde su labio inferior, jadeaba ya sin inhibición alguna, intentaba mirarle pero no podía, sus opjos se cerraban debido a los labios de su amante - q-quieres... que term.. ine...acaso? - pregunta mordiéndose después el labio inferior, con algo más de fuerza .

Escuchar sus gemidos es algo maravilloso, su placer se vuelve el mío al verle y sentirle. - adelante. - digo con voz grave y decidida. Pronto no es solo su glande lo que mamo si no toda la longitud del pene que soy capaz de albergar en mi boca y garganta. Las succiones cada vez intento hacerlas más fuertes sin llegar a hacerle daño, su cuerpo se arquea y sus caderas buscan más placer por mi parte.


Se corre directamente en mi garganta sin qu pueda saborear su semen, pero no me importa. Ya he saboreado su placer con su gemido de gusto, la tensión de sus músculos que tengo abrazados. Me retiro con los labios rojos como los frutos del bosque y me los limpio con el dorso de la mano mirando a mi amante encantado de poder darle placer y de ver que, tras disminuir de tamaño su sexo sigue medio erecto. Parece que dos semanas han supeusto mucho tiempo para él. Si consigo hacerle correr dos veces estará satisfecho, creo. mi pene está en el mismo estado que el suyo ahora salvo que yo no me he corrido aún. Abrazo a mi amante besándole con vehemencia, si supiera cuando le necesito. No puedo vivir sin él. Mi piel está de gallina por cada caricia que recibo de ese hombre. Pronto me tengo que apartar de esos músculos que rezuman belleza y virilidad.


Abro el lubricante y tras manchar mi mano de él acaricio su muslo dejando el frío líquido en su piel y casi sin avisar introdusco dos dedos despacio en su trasero. Me vuelvo a tumbar sobre él mientras le dilato y mi boca no deja de querer la suya.

- Ah...ahmmm... Ethan¡ - se arquea mientras siente como su sexo comienza a descargarse en la boca del mayor, suspira de placer mientras sus músculos poco a poco van relajándose, acaricia el cabello de Ethan y después se sonroja al ver esos labios tan rojos e hinchados por el oral, corresponde los besos, sus manos acarician la espalda de Ethan, desde los omóplatos hasta la baja espalda, deslizándose un poco hacia las nalgas, apretándolas de manera traviesa pero amorosa también. Siente como se separa.

- Travieso - comenta cuando se pone el lubricante en la mano, separa sus piernas un poco más dejándole mirar aquella estrechez, observa el leve sonrojo en Ethan, su cuerpo se tensa ante la fría caricia, y la intromisión que separa su carne sin previo aviso, gime de manera varonil, su voz estaba cargada de placer, corresponde esos besos, su mano baja a su pene acariciandolo levemente, solo el glande, paseando las yemas de sus dedos por esa rojiza cabeza del pene.
Quería decirle tantas cosas pero sencillamente sabía que al otro no le agradaba demasiado así que por hoy lo dejaría así, le besa con más pasión por lo mismo. Su entrada estaba lo suficientemente dilatada, y seguro Ethan se había dado cuenta, cuandoestaba degustando esos rosados pezones el rubio se separa. Kunsel le sonrie de tal forma que podría sonrojar a cualquiera

Sus caricias constantes subiendo y descendiendo por mi espalda me ponen la piel de gallina.


Cuando abre sus piernas enseñándome esos músculos firmes y ese estrecho y profundo agujero es casi obligatorio que me sonroje. Ese gemido cuando he profanado su cuerpo con mis dedos me hace jadear y siento la cabeza de mi pene húmeda por ello. En ese momento Kunsel comienza a acariciarlo y me alegro de que no diga nada, porque ese comentario habría hecho que me saliera humo por las orejas. Mi voz no se contiene, empiezo a necesitarle con urgencia y lo sabe, pero por muy impacientes que estemos ambos sabe que me tomo mi tiempo para dilatarle. Si no fuera por la ya alta temperatura d emi cuerpo habría jadeado fuerte al sentir esa caliente y húmeda lengua en mis pezones.


Me sonrío de una manera tan lobuna y perversa que me doy cuenta de que no sirve de nada que le pida que no hable, solo con una sonrisa o una caricia me hace sonrojar hasta límites insospechados. Para librarme de ella saco los dedos de improvisto haciendo que se queje un poco y tras ello separo más sus piernas levantándolas un poco del colchón. Mi sonrojo no mitiga mi mirada de deseo, ni mis ganas de tenerle. - allá voy... - digo en un suspiro nervioso.


Mi cabeza se posiciona sobre el agujero y este se cierra de inmediato por la sorpresa y me hace quejarme. Beso la barbilla de mi amante antes de empujarme hacia dentro. Cada vez resulta más fácil para él recibirme, ojalá pudiera ser así para mí también. Aunque los ukes son considerados los que reciben y la parte femenina de la relación, no puedo desear otra cosa que poder hacer gozar a mi amante con mi cuerpo, darle lo más parecido a lo que le daría una mujer.


Me muevo y con ello voy entrando más y más, y cuando parece que mi amante se ha acostumbrado a tenerme dentro le embisto como la otra vez, sin parar, disfrutando de lo aprisionado que se encuentra mi miembro.

Se tensa un poco al sentir como le penetra. El nombre del mayor se escapa de esos labios al igual que algunos jadeos. Acaricia la mejilla de su amante, se aferra a las sábanas al sentir como aumenta el ritmo de las penetraciones, echa hacia atrás su cabeza al sentir tanto placer, como se frota dentro suyo, el lubricante hace de aquello algo bastante sensual pues puede entrar un poco más adentro.

- Se siente bien... cariño - acaricia su espalda, los gluteos, su mano libre masajea su propio sexo, correspondiendo esos besos que le da el rubio. No puede dejar de gemir de manera varonil cuando frota su próstata. - más rápido...Ethan...ngh justo... ahí - confiesa sin pudor alguno echando la cabeza hacia atrás, cuando se ponía así se notaba un tanto uke

- a mí... ah... también me gusta que gimas mi nombre. - le confieso, apenas llego a besarle si él no alza la cabeza. Las caricias de mi amante me hacen sentirme sumamente amado. Cuando sus labios me lo permiten bajo la vista por ese abdomen de escándalo y observo como se masturba y eso hace agrandar mis ojos por lo erótico de la escena.

Hago lo que me dice cerrando los ojos por el placer, pero con los párpados caídos solo puedo visualizar la erótica cara de mi amante y ese enorme sexo suyo. Mis caderas se balancean contra las suyas sin descanso, buscando el clímax y tocar donde mi amante dice gustarle para así poder darle placer, aunque llegar tan dentro suyo requiere bastante esfuerzo por mi parte, tan al fondo se aprieta de verás. - kunsel... kunsel.... ah!- me arqueo separándome de sus labios y derritiéndome dentro suyo.

Su semen mancha el abdomen de ambos, al tiempo que su boca se abre debido al gemido que escapa de sus labios al llegar al climax, su falo gotea mientras el semen en su interior le llena de manera totalmente sensual,a caricia la espalda de su amante.

- Ethan... - le atrae para besarle profundamente, deja que salga, el semen se resbala por su entrada la cual va cerrándose después que saliera el mayor de su interior - me hiciste correr dos veces... eres un chico malo - dice mirándole a los ojos de manera bastante varonil

Me quejo cuando salgo con mi pene ya flácido, pero no dejo de responder a esos deliciosos labios. - kunsel-kun... - acaricio su pecho y hombros gustoso de tener esa piel bajo mis manos.

sONRÍO cuando me mira así y toco la curva de su mejilla mirándole. - quería dejarte satisfecho. - me giro cayendo a su lado y pongo un brazo sobre la almohada para que se apoye en él y se abrace a mí. - sé que así casi se te salen los pies de la cama para ponerte más bajo que yo, pero me gusta abrazarte así, por favor. - quizás es raro que él sea quien se abrace a mí y se apoye, pero no lo puedo evitar, quiero abrazarle como si le protegiera, aunque sé que nunca seré capaz de hacerlo.

- jajaja mi amor eso sonó muy tierno - dice acomodándose para dejar que le abrace como desea, se siente algo extraño pero no por ello mal, al contrario, es gratificante poder hacer sonreir a su amante, e encantaba esa sonrisa y más aún esa mirada tan dulce de Ethan

- Aunque si... siento el borde de la cama en mis dedos - dice divertido pero continua abrazando al rubio, besa su cuello y su pecho - te adoro, eres todo para mi, gracias por dejarme estar a tu lado pese a ser aun algo inmaduro

Me rio al verle así, parece un niño la verdad y no puedo evitar mirarle con dulzura y amor. - solo va a ser un ratito. - le aseguro. Acaricio sus cabellos antes y mientras besa mi cuello y mi pecho y luego me inclino besando esos labios carnosos y rojos. - No creo que seas inmaduro, desde luego no como lo son la mayoría de los chicos de tu edad. - suspiro feliz por lo que dice, aunque me niego a creerlo del todo. Además... sé que tengo que decírselo pronto, después de que volvamos de vacaciones, al menos quiero tener ese recuerdo por si me deja para entonces.

- oye, dentro de poco es tu cumpleaños, cierto?

(decirle que O_o, no me lo vayas a matar T-T)


- Si, por cierto, quiero pasarme todo el día contigo sabes... deseo tenerte entre mis brazos todo el día, y no tiene que ser un ratito ahora, puedes tenerme todo el tiempo que desees entre tus brazos, es algo muy cómodo.

- Te amo Ethan-san - le besa en los labios y le arropa con una de las frasadas, acricia su brazo con suavidad mientras da besitos en esa piel - eres muy tierno conmigo cariño...

xD

- ¿no se siente raro? - pregunto mirándole. - gracias, aprovecharé entonces. - digo pegando su cabeza a mi hombro.


- es la primera vez que usas el san conmigo. - me arropa y me cubre de bessos que me hacen removerme por las cosquillas. - tú sí que eres tierno. Me preguntaste si podías llamarme yuki y te dije que sí. Me gusta ese nombre, además de Nieve significa afortunado, que es como me siento por tenerte. Además de que solo tú me llamas así. - mis dedos peinan sus cabellos húmedos por el sudor.

- No te había dicho Yuki porque me dijiste que no te gustaba que te dijese Nieve... - dice sonriendo - mi Yuki... solo mío - besa su pecho y se deja peinar y mimar

- Me vas a acostumbrar a esto ... y no sé cuan bueno pueda ser realmente... - comenta sincero acariciando el costado de su amante con cuidado, delineandolo poco a poco - Ethan... ser tan feliz a veces me da mala espína... pero me ahce querer seguir siendolo y esforzarme por conseguirlo

- pero te dije que Yuki estaba bien. - perfilo con un dedo su sonrisa, es tan bonita.

Cuando le escucho sé que estoy siendo egoísta, pero sé que entenderá, aunque le duela. - Me siento igual, Kunsel, exactamente igual. - sus manos sobre mi piel son sumamente deliciosas y acaricio su barbilla haciendo que me mire. Sé que estará bien sin mí, le hago feliz, pero no tanto como sus amigos.

Beso la punta de su nariz sonriendo. - quieres algo en especial para tu cumpleaños o quieres una sorpresa? - le pregunto interesado.

- Quiero un enorme pastel... que hará Zack... jajajaja se apuntó desde que empezó el año y Reno y Rude quedaron en que traerían la bebida... será un cumpleaños algo loco, claro que lo que más importa es que estés a mi lado - besa su mano

- Y después, en la noche... nos quedamos los dos solitos, solo necesito tu presencia, cariño espero que no te moleste que estemos entre algo de gente... hace poco me dijeron que quieren hacer una fiesta en la cafetería para ese día, a veces son algo exagerados pero creo que será divertido - miraba a Ethan hacia arriba pues aún seguía entre sus brazos

- claro que no me molesta. No creo que pudiera aceptar a ir con tus amigos de universidad, sería algo raro ya que puedo ser su profesor en cualquier momento, pero con tus socios de la cafetería no hay ningún problema. - sonrío cuando besa mi mano. - quiero que lo pases en grande así que no puedo acapararte todo el día, pero sí la noche. - digo coqueto y dejo que se tumbe a mi lado normal y así me puedo abrazar a su cadera y mirarle de frente. - estaré contigo, te lo prometo.

- Mas te valee - dice divertido y mordiéndole el labio inferior, se sube bien en la cama y ahora es él quien le abraza, atrayéndolo - lo siento pero ya me estaba doliendo el cuello - comenta con una sonrisa frotando su nariz contra la de Ethan.

- Me gusta eso de acapararme en la noche... toda la noche? - le da mordiditas en el cuello - oye, aaun puedo hacerte chupetones? - muerde su mejilla y luego su oreja - sabes rico, te comeré por completo... por cierto - se levanta - tu jugo¡.... mejor dicho, nuestro jugo¡

- eso es porque no estás acostumbrado, yo casi siempre tengo que mirar para arriba. - digo como si me molestara mi tamaño, pero no es así, no estoy muy por debajo de la altura media. Froto su nariz contra la suya y sonrío. Me siento tan bien arropado por sus brazos.



- ngh, ngh! - me quejo cuando me muerde el cuello. - Lo intentaré. - respondo a lo de estar con él toda la noche.

-ngh! demonios, haz lo que quieras. - digo algo abrumado de tanto mordisco.


Sonrío cuando recalca el nuestro, al final le estoy implantando mi modo de vida. - hay una caja de bombones en la nevera, traela también. - le pido desperezándome en la cama.

- Jajajaja no no tampoco eso de demonios - dice enseñandole la lengua y va a la cocina regresando con los jugos - toma cariño - se sienta en la cama bebiendo el suyo - estas cosas saben muy bien... me gustan... - mira a Ethan y toma su celular para tomarle una foto

- Mmmm sexy después del sexo... así la voy a nombrar - dice sonriendo aunque cuando Ethan intenta quitársela no se deja-no... no no no no ... es mía...