Un nuevo miembro en la familia

Me levanto y le doy un beso en los labios. - sí, por favor. Sinceramente, ya tengo bastante con lo del mako. Lo siento, creo que mi reacción ha sido... siento haberte asustado. - acarico sus mejillas y suspiro. - Si te pasará algo así moriría. -le digo con temor, no quiero que le pase nada. Bueno, lo de esta noche sigue en pie, olvida mis arrebatos, pero recuerda que mi bienestar depende directamente del tuyo.


Miro el reloj. - Llego tarde. - a pesar de ser puntual y no llegar casi nunca al trabajo no me altera esta ve, después de todo, comparado con Zack ese trabajo no vale ni dos chicles para mí. - si sigues no pudiendo comer, iremos al médico, vale? - beso su mejilla. - voy a cambiarme. - le digo ya que sigo en chandal.



Salgo para el trabajo poco después y después de una reunión vuelvo a casa. -tadaima

Su voz me llega jovial, pero su piel dista mucho de serlo. - Zack!! estás blanco. te has mareado, tienes fiebre?- pongo una mano sobre su frente y otra sobre la mía intentando comprobar la temperatura de ambos, es normal. - ¿qué ha pasado? - digo obligándole a parar de hacer los bentos. - siéntate, ya acabo yo esto, pero si estás mal deberíamos de anular lo de esta noche. - sé que se negará, pero yo tampoco quiero que se estropeen nuestros planes.


Termino los bentos y me siento a su lado esperando una explicación.

Veo el contenido de la papelera y suspiro. - He sido yo quien te ha pedido que engordes, pero no puedes forzar a tu cuerpo cuando ya se acostumbró a comer poco. Tienes que hacerlo a un ritmo calmado, si lo haces así no me preocuparé y dejaré de hacer el tonto, sí? - le abrazo y le beso, ya que no lo había hecho al entrar por verle tan desvaído. Me levanto y le sirvo un vaso de agua fresca y cierro los bentos. - sí te encuentras mal, dímelo, sí?- le tomo la mano con dulzura, esta es una noche para nosotros, para nuestra pequeña familia y vamos a disfrutarla lo máximo posible pienso decidido. - Yen! - Yen aparece corriendo y Zack la carga en brazos. Cojo un mantel por si nos tenemos que sentar en el suelo y vamos para allá


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Llegamos a un lugar apartado de la ciudad, de sus luces potentísimas y sus humos malolientes que cubren las estrellas. Nos hemos ido algo lejos, ya que muchos lugares ya estaban ocupados por parejas y que no tenían un perro que ladrara y molestara a todos. Acabamos en el comienzo de un bosque sin adentrarnos en la maleza. Atamos a Yen para que no se pierda en él, pero dejamos su correa muy floja para que se pueda mover con libertad. Montamos el mantel y los bentos. Está atardeciendo y nos tumbamos uno al lado del otro mirando al cielo teñirse de oscuridad.

Hablamos un poco de mi trabajo y de sus estudios y luego nos quedamos callados escuchando una orquesta de grillos. - te amo. - le digo en tono suplicante de enamorado, deseando poder estar siempre con él.

Se pega a mí, es algo que siempre hace, al principio pensó que podía molestarme, pero le saqué de su error y desde entonces no pierde ocasión para abrazarme. Sonrío por lo de YEN y esta se tumba sobre el mantel también oliendo de lejos sus croquetas de carne.


- Sí...dame las gracias por montar escándalos. - se incorpora un poco y me besa, sus labios son como la miel, parece que ya ha recuperado el color pienso. Acaricio los cabellos de su nuca con lentitud.


Miro mi reloj. - en 40 minutos. A lo mejor deseaba lo que tú tienes ahora, una vida lejos de la guerra, pero no podía hacerlo por lealtad hacia los suyos. - digo mirando a mi amante

Nunca he querido preguntarle sobre su familia, la primera vez que fui a su casa me dijo que todo su pueblo falleció en una explosión o algo así, supuse que con él murieron sus padres y el resto de su familia. pOR Eso nunca se me ha pasado por la cabeza preguntarle por ellos. - eso es algo triste, pero también algo bueno, tienes un montón de personas que te quieren y siguen vivas en ti. - le miro y le sonrío abiertamente. - ya estás llorando? - beso la cima de su pómulo haciéndole cerrar el ojo con ello. - si eso es cierto, mi padre también está allí arriba. ¿sabes? él se habría tomado mucho mejor lo nuestro que mi madre. Cuando se lo hubiera dicho creo que habría exclamado algo como : ¿qué te gustan los maromos? Pues nada, hijo, dale duro que no hay riesgo de embarazo. - digo con una media sonrisa, mi padre era un personaje.


- Y nosotros de tenerte a ti. - su beso es pasional y mis labios no lo son menos.

Agarro el rostro de mi amante besándolo con ansias. Rio cuando se emociona hablando de lo que le gusta vegetar. Me incorporo sirviéndole a yEN SUS croquetas en verdad es coqueta y me saca lo que quiere, si que se parecen, sí.


- tú? sí, coqueto en exceso. - digo picándole la nariz. Aprovecho y me sirvo una bola de arroz para ir picando, yen mastica fuertemente y mi amante no se anima a comer nada. Aunque algún mordisco de la bola de arroz es compartido en los labios de ambos para nuestro disfrute.

Bostezo. - no debe de faltar mucho. - escruto el cielo con la mirada.


(hasta mañana)

Veo que toma una postura para pedir una plegaria, le miro con ternura y yo alzo la vista al espléndido cielo. - que hermoso. - comento, pero me doy cuenta de la solemnidad que trasmite mi amante y de que se pasa una mano por el rostro. estará llorando?


Yen se está quierita mira a dodnde miran sus dueños, pero no ve nada anómalo y no sabe que miramos con tanto interés y encanto.

"Papá, si eres una de esas estrellas que se deja caer alocadamente de su sitio para extinguirse en el universo, vamos, seguro que alguna eres tú, si fueras una estrella seguro seguirías igual de loco. antes de extinguirte, me gustaría pedirte que no permitas que nada arrebate a este hombre de mi lado y seguir pudiendo hacerle feliz más y más..."


la lluvia de estrellas se acaba en 3 minutos, pero mi amante y yo nos miramos felices. Me tiro encima suya tumbándole sobre el mantel y besándole una y otra vez. - te amo, te amo....- a brazo su cuerpo contra el mío. Nos damos de comer el uno al otro algún que otro emparedado y nos tomamos nuestro tiempo para ir a casa.

- Una cámara normal solo habría captado oscuridad en el cielo, así que tampoco hemos perdido nada. - digo mientras se vuelve a sentar.


Ahora es él quien me sorprende con un beso delicioso que me hace cerrar los ojos para sentirlo más, mi corazón comienza a acelerarse con tan poco. Me separo un poco y saco mi móbil. - Yen, ven aquí. - le digo y esta se sube a mis piernas. Posiciono la cámara lo + lejos posible para que nos coja a los tres y casi sin avisar ni nada el flash salta y quedamos plasmados en la pantalla del móbil . - oh, que bien sale yen. - digo a ver si le pica que el piropo vaya a la perrita y no a él.

Beso esa venita en su frente. - vamos, necesitas que te diga que sales sublime? Que has modelado en Milán! - digo y me tumbo a su lado y estrecho una mano blanca de mi amante. Miro las estrellas. - seguro que te las seguiría contando desde ahí arriba si pudiera hacer que le oyeras.


Una brisa suave mueve la hierba, el pelaje de yen y nuestras ropas y cabellos y cierro los ojos. - Zack, vengamos a ver la próxima lluvia de estrellas también. Me pregunto que has pedido, pero de seguro no me lo dices.

- El de la óptica me dijo que de seguro tenía que llevar gafas por el ordenador, pero yo creo que es de mirar tanto su resplandor. Te veo tan guapo y tan sexy que siento que si lo dijera cada vez que lo pensara la palabra desaparecería de tanto usarla.- le beso con suavidad. Escucho lo del deseo, creo que Peter Pan no se ha llevado del todo su niñez pienso acariciando su mejilla.

Le abrazo y beso la cima de su cabeza. - no estés nervioso, será un éxito. Por cierto, te acuerdas de la mangaka que ayudaste cuando perdiste el puesto en la cafetería. Pasó por tu café cosplay aún sin abrir y... me dijo que le encantaría poder hacer el diseño de las tarjetas para la publicidad, le divierte jugar con los programas de diseño ¿qué te parece?

- te adulo o no te adulo? - le digo riendo.


Beso su entrecejo cuando me mira con esos ojitos brillosos y chispeantes. - bueno, te pasaré unos modelos suyos y le tendré que dar los datos de la cafetería para que los añada. Te cobrará un poco de dinero, pero nada que ver con lo que te cobraría una agencia de publicidad. - Observo con gusto como parece recuperar parte de su apetito. cORto un pequeño emparedado por la mitad para poder sostenerlo con los dientes y dejo que lo coma de mis labios terminando con un beso con sabor a paz, queso y especias. Le doy un beso más. - El único que puede catar esta... variación de tus platos soy yo. - digo lamiendo mis labios por el reciente beso con mi amante. Le miro y me muerdo el labio. - eres tan sexy...

Mis dedos acarician los suaves cabellos de su nuca, mientras besa la piel de mi cuello, le beso una vez más cuando me pide que volvamos a casa, realmente yen si la dejamos quieta 5 minutos más se queda dormida y sería agradable hacerlo aquí, pero luego me daría mucha pereza volver a casa. - vamos a levantar el campamento. - digo incorporándome y cerrando las bandejas de bentos, Zack recoge el mantel, desato a Yen y la cargo en brazos, la acaricio y se nota que está adormilada. Volvemos a casa.


- Voy a acostar a Yen, espérame en la cama. - le doy un azote a su trasero cuando entramos a la casa. Meto a Yen en su camita y paso al baño a lavarme los dientes rápidamente antes de ir finalmente al cuarto.

Aún cuando tiene la boca llena de pasta de dientes agarro su cadera con fuerza intentando bajar sus pantalones solo apra molestarlo ya que le pillo algo indefenso así, pero me aventa y me hace esperar.

Me siento y coloco el lubricante sobre la mesilla de noche y pongo muy poca luz en el cuarto, las lámparas permiten controlar la intensidad de la luz y la nivelo para que la habitación se vea acartonada por la poca luz y nuestras pieles llenas de sombras, pero no sumidas en la oscuridad. Zack se sienta encima mía abrazándose a mi cuello y devorando mis labios. Mi amante se ve impaciente y tomo sus manos que se apresuran en descubrir mi piel apretándolas y las paso por encima de mi cabeza para que se enlacen en mi cuello de nuevo, quiero disfrutar poco a poco de él y degustar sus labios primero y luego ya dejarle hacer. - he comprado un lubricante nuevo... creo que te gustará. - comento acariciando a penas la piel de su cadera y bajando sus pantalones al introducir mis dedos en ellos. Y es que ese lubricante tiene un componente afrodisiaco que nos lo hará pasar en grande.