Un nuevo miembro en la familia

Doy un toquecito en su barbilla para que no mire al suelo y le sonrío. - no importa. - me pregunto como se dejó tratar así sin que supieran que es lo que le estaban metiendo en el cuerpo. - Bueno, me voy a trabajar. os veo esta noche. -doy un besito a mi amante y otro a Yen sobre las orejitas. Recojo la bandeja de bento y se la doy a Zack para que la lleve a casa.
Le sonrío a mi amante antes de despedirme con la mano y amrchar al trabajo.

Llego a casa en la tarde, la cocina impregna a casi toda la casa de un magnífico olor.Los encuentro a ambos en el baño. Yen jugando con la toalla en la que Zack lo había secado y a mi amante sumergido en el agua. - Hola cariño. - me inclino y le beso suavemente. - qué tal la tarde? la cena huele de maravilla. - le digo con una sonrisa.

Me quito la camiseta como respuesta a su pregunta. Quito el tapón para que se vaya algo de agua, ya que si entro yo, se saldrá de la bañera. Bajo la atenta mirada de mi amante me voy quitando prenda a prenda. los calcetines, los pantalones, los bóxers...
Me uno a él, el agua está templada, ya que lleva un tiempo en el baño ya. Zack se acerca a mí y yo rodeo sus hombros para poderle tener más cerquita y arrimado. Beso su frente como de costumbre. - qué tal las clases?

Escucho lo que dice extrañado. - No eres entrometido, después de todo es tu amigo. Además, Kunsel es 100% hetero, no? Parecen gustarle más las mujeres que a un tonto un lápiz.


Le veo sonrojado y le cubro de besos desde sus hombros hasta los arcos perfectos de sus cejas, es tan mono que no lo puedo evitar. - y tú crees que Kunsel sepa algo de lo del asesor?- pregunto acariciando los cabellos mojados y pegados de mi amante.

Rio suavemente mientras beso y lamo inocentemente su garganta. - Sinceramente, a mí mientras no se ... comporte raro contigo me conformo. - rio dándole un piquito. - Me lavas el cabello? - ya que sé que es algo que le encanta hacer y a mí me relaja sobre manera.

Le doy la espalda y me mojo yo mismo el pelo. - Zack... - cierro los ojos cuando siento sus manos y el gelatinoso tacto del champú. - Espero que no ocurra nada, pero el día de la inauguración es la fecha de entrega de 3 mangakas, uno mío y si... le ocurre algo a alguno de ellos... en fin. Creo que no habrá problemas, pero no te lo puedo asegurar... solo quiero avisarte de ello. - digo algo consternado por lo que pueda pasar.

Asiento, aunque me da algo de miedo faltar a algo tan importante para él, no quiero que esté triste, pero quería avisarle para que no sea una sorpresa.- y yo, mucho. - dejo que me aclare y le beso corta e intensamente. Me fijo en lo corto que se ve ahora su cabello mojado. - en verdad, lo tenías largo. - digo acariciando los cortos cabellos que parten de las patillas.

- ya estamos limpitos y Yen se aburre. - digo ya que nos mira con las orejitas erguidas y el rabo quietecito para no molestarnos. - que mona es. - pienso saliendo de la bañera con mi amante y nos ponemos unos albornoces apra secarnos.

Nos vestimos con ropas cómodas y vamos a cenar seguido se Yen. Le sirvo un tazón bien lleno de comida de perros nutritivas introduciendo un trocito de carne como recompensa por ser tan buena y me lavo las manos antes de sentarme a la mesa.

- Tori... esto... espero que te guste la comida de hoy... me fui al otro lado del mundo y.... - le sirve un plato de mole, una comida típica mexicana, no lo había hecho demasiado picante y tenía un agradable gusto dulzón, con algo de arroz en presentación diferente al de siempre

- Conseguir los ingredientes fue muy dificil pero... espero te agrade.... recuerda que serás mi conejillo de indias... sino te gusta hice algunos onigiris como plato B - sonrie divertido

Spoiler:

Ese platillo no era comida grasosa así que tal vez le gustaría un poco más que el desayuno estilo americano del otro día


( amo el mole xD )

Observon el plato con curiosidad, es raro xD. - itadakimasu. - digo probando el arroz junto con el mole. Al principio el sabor me es completamente ajeno y mi paladar, no acostumbrado a algo así, lo rechaza un poco. Tengo que probarlo 3 veces más para poder decir mi veredicto. - No estoy acostumbrado, pero está bueno, es dulce y picante a la vez... creo que se parece a ti. - le guiño el ojo y sigo comiendo el plato mexicano. - Y ya acepté ser tu conejillo de indias. Y si no me gusta y es carne, creo que Yen estará encantada a que sí?- ladra dándome la razón. - buena chica. - digo riendo.

- dios, no, mi mole, no. Suena fatal - digo riendo. - Con el rango de monito vas bien. - sigo comiendo. - seguro que los dejas impresionado con tus platos. desde luego, conmigo lo consigues cada día.

miro a Yen. - es verdad, creo que la estamos mimando demasiado, aunque... al menos coge peso, no como otros. - le saco la lengua. Mis intentos porque engorde han sido vanos.

- cuando te cojo en brazos, cada vez pesas menos. - le miro, en verdad empiezo a estar algo preocupado por su peso. Suspiro, espero que con lo de la cafetería se atiborre de bollos. Termino el mole y recojo los paltos junto con Zack. Me siento en sofá y acojo a yen en mi regazo y cuando mi amante se acerca estiro una mano en su dirección y este la agarra sentándose a mi lado.


Yen se pone a dos patas apoyándose en mi pecho con su coliga moviéndose a toda velocidad. Me lame el rostro. - oye, yen. arg!! no me llenes de babas. - digo alejándola un poco.

Me limpio con un pañuelo mientras Zack manda a Yen a otro sitio. - Ah, no? bueno, así podré besarte solo yo a ti. - digo hundiendo el rostro en su cuello y besándolo haciéndole suspirar bajito. Me separo y me intenta dar un beso y me aparto juguetón. - ya olvidaste lo que has dicho hace... 15 segundos? - pregunto totalmente divertido pinchándole ahora yo a él.

Sonrío por lo tierno que se ve mi amante quejándose. Cuando se apoya en mí me acomodo un poco, las puntas de sus dedos están frías, pongo mi otra mano sobre la que le tengo cogida para calentarla. - y yo a ti. - digo suavemente.

- El sábado... no realmente. Tengo que ir por la mañana a entregar unos papeles para que los de publicidad puedan trabajar y... nada más. ¿ por? me tienes alguna sorpresa? - le pregunto algo caprichoso besando su mentón, pero sin dejar que bese mis labios aún.

Me roba un beso, pero no me importa haber perdido en mi jueguecito, cuando se sube encima mis manos agarran su cintura. Rio suavemente cuando hace ese añadido dejándome sin decir un comentario al respecto. - Entonces me quedaré contigo, el mundo no puede soportar algo así. - bromeo besándolo con deleite. - para siempre


Tomo su barbilla con la mano acariciando sus labio inferior con el pulgar. - ahora que lo pienso... el que no te ha dado nunca una sorpresa he sido yo.

Le sonrío con ternura y entrelaz su mano con la mía cuando me muestra la redonda joya de oro, haciendo que el metal de mi propia alianza choque con el de la suya cuando los dedos se adaptan a los huecos de los otros. - Pero, el paseo en la noria no fue una sorpresa. - después de todo me pasé dos semanas diciéndole que iríamos al parque de atracciones. - pero sí, lo del anillo si que fue una sorpresa. La verdad, me encantaría hacer algo como cuando volviste de modelar. - ese kimono le quedaba divino. - Estaba pensando en hacerte una cena algo original cuando volvieras de wutai, pero... se frustró. - y menuda forma de frustrarse.


Me besa y le respondo con una pasión, como él ha dicho, inesperada, sujeto su cintura, mientras mi boca empuja su rostro y con ello su cuerpo hacia atrás casi cayéndose de mis piernas, pero para eso está el brazo aferrándolo, apenas dejándole sitio para hablar, pero lo consigue y recibe un lametazo en los labios como recompensa.


¬-¬ - me lo vas a recordar todo el rato? Eso no cuento, después de todo el hecho de masturbarte a ti ya hizo que tuviera que tocarme bien poco. - le pellizco la mejilla com - le regaño.- Ya que insistes con el tema... que debería pensar yo de que te masturbes, eh? - digo mirándole algo serio ahora.