Un nuevo miembro en la familia

Sus muestras de cariño no surten el efecto deseado por ambos. Necesito algo de tiempo para asimilar esto. Abro la cama, mientras él guarda la espada y me cambio para ponerme un pijama y me adentro en las sábanas. Cuando él se mete le abrazo contra mi pecho, ya que solemos dormir así y hoy necesito tener realmente cerca al pelinegro. - oyasuminasai. - digo dando un beso a su frente y apago las luces.


El sueño me tarda en llegar.


*********

Me despeirto antes que Zack, debe de ser porque necesita tiempo para recuperarse aún. Le dejo durmiendo, aunque sé que le puede molestar que saque a pasear a Yen solo, creo que lo más adecuado es que descanse. Además, según voy recordando lo de anoche me doy cuenta de que aún me falta mucho para asumirlo y que no soy capaz de ser tan cariñoso como normalmente.


Me visto un chandal y saco a pasear a Yen. me preparo yo mismo el desayuno y me ducho, todo ello sin despertar a mi amante. Me tomo unos segundos sentado en la cama observando su plácido rostro dormido, duplicando mudamente que no haya una última vez para verlo. Cuando me voy e dejo un pos it en la nevera : no te olvides de la pastilla" pongo secamente, el pos -it es azul y sus palabras frías como el interior de la nevera. Finalmente me voy a trabajar.


(hasta mañana)

Me llega ese mensaje al trabajo y suspiro. Tecleo rápidamente una respuesta. A pesar de no decir que se va unos días es algo que intuyo.

No te desperté para que descansaras... solo quiero que lo sepas. Aún así... tómate tu tiempo.


Empiezo a escribir varias veces una T que seguía con una expresión típica entre nosotros, pero simplemente no me sale. Puede que la primera vez que le dijera te amo fuera por celos hacia esa mujer, pero en ese momento me di cuenta de que aunque había desconfiado de Zack confiaba en él, que creía lo suficiente en él como para abrirme y exponerme de esta manera. Envío el mensaje tal cual.


Llego a casa en la noche. Si no fuera por Yen estaría completamente vacía. - Hola princesa. Gomen, te han abandonado también por mi culpa. La cojo en brazos y paso la noche con ella para que no se sienta sola.

Llamo al móbil de mi amante cuando la perrita cae rendida de sueño.

Escucha el celular, los chicos se miran, estaban cenando, bueno Zack estaba acompañando a Kunsel a cenar pues realmente el no tenía nada de hambre. El mensaje de Hatori le había confirmado su molestia, ni una palabra o frase cariñosa, sentía como si algo entre ellos se hubiese roto de pronto, lo que era una ironía, ser tan sincero al parecer no le había resultado, no es que no quisiera decirle las cosas solo buscaba un momento oportuno para decirle, un momento donde no sintiera miedo, pero al parecer había sido el peor momento.

Kunsel contesta, pretextando que Zack se estaba dando una ducha, pero en cuanto saliera le diría que le hablase.

- Gomen... Yoshiyuki-san - cuelga mirando a Zack con desaprobación,, tampoco era justo que el pelinegro se comportara de esa manera - no huyas ... Angeal estaría decepcionado - le pasa el movil y pasados unos minutos marca

- B-bueno? - su voz se notaba algo nerviosa

- Lo siento Tori... hay mucho papeleo que arreglar y mañana iré alas asesorias... no te preocupes... todo está bien... - se le intentaba hacer un nudo en la garganta


(hasta mañana :3)

El teléfono lo coge Kunsel no sé si creerme lo de la ducha o no. - de acuerdo. está bien? - no me miente y me dice que regular. suspiro, le doy las gracias y cuelgo.

No espero su llamada, pero sí que la recibo. - Moshi moshi. Zack. - se disculpa nada más cojo el teléfono. - Si te vas a disculpar por algo que sea por mentirme de nuevo. - le digo sincero. - Sé que es culpa mía, que es mi actitud la que ha hecho que te vayas y me responsabilizo de ello, pero si hubieras tenido que ir a casa de Kunsel me lo habrías dicho antes. - supiro y me apoyo en la pared. - Si no puedes estar conmigo así lo comprendo, tengo bastante mala leche. - hago una pausa. - lamento no haberte despertado para sacar a Yen. Estabas recuperándote del resfriado y no me pareció coherente hacerte madrugar, después de todo podemos hacerlo todos los días, es algo que hubiera hecho aunque no... eso... bueno... me llamarás para saber si estás bien?

"No es solo eso" piensa cuando le dijo que no lo despertó por lo del resfriado.

- Si... te llamaré... aunque estoy bien... - fisicamente lo estaba, pero el estado anímico distaba mucho de ser bueno, todo era tan confuso.

- Cuidate.... y cuida a Yen... los veré en un par de días... nos vemos... - cuelga, apretando el celular en su mano.

- Si juntos no resuelven las cosas, separados menos...- la voz de Kunsel a sus espaldas - si te sigue queriendo o no... tienes que averguarlo, pero hasta aquí no lo harás, si te quiere te estas haciendo mucho del rogar *le revuelve el cabello* y si no te quiere... entonces no te merecía - le sonríe, realmente el pelirrojo estaba seguro que Hatori le amaba - además ni creas que te dejaré mi cama para dormir... ni tengo comida para los dos... y no te dejaré usar la consola - afirma *enérgico*, Zack sonríe.

- Ya entendí... vejete envidioso - toma su mochila y pese a ser ya tan noche se va de regreso a casa de Tori.

Llega después de un rato, abre la puerta cuidando de no hacer mucho ruido pero vale, porque en cuanto es olfateado por Yen esta corre a su encuentro y le empieza a ladrar y a dar saltos para que la cargara.

- Shhh Yen... matte¡¡ callate que vas a despertar a Tori

Cuando voy a pedirle que vuelva me dice que lo hará en dos días. - hai... cuidare tú también. - cuelga rápidamente el teléfono. Suspiro frustrado y voy a dormir.


A media noche Yen empieza a ladrar y consigue despertarme de un sueño en el que me había costado sumirme. Recuerdo vagamente que le di agua y comida y la squé a pasear, así que me levanto a ver el motivo de tanto alboroto antes de que se quejen los vecinos. Me sorprendo al ver a Zack cargando con su espada y una bolsa, lo que demuestra que se iba a ir por un tiempo. Cargo a YEN para que se calme un poco y deje de armar barullo. - okaeri. - le sonrío a mi amante, quiero que las cosas vuelvan a ser como antes, no puedo hacer nada más por ganarme la confianza del pelinegro, así que le daré tiempo.


Me inclino y beso su mejilla y cuando me separo veo sus labios, sus rosados labios. Le beso con ardor, con desesperación, mi boca se abre intentando devorar la suya en un beso en extrajo largo. - zack.... te.... amo... - digo entre besos y respiraciones agitadas, acaricio su rostro con la mano que no sujeto a Yen atrayéndolo más a mí. eS incuestionable que le quiero.

Cuando corto el beso le miro. - He... estado pensando. Me da igual lo demás, solo quiero pasar tiempo contigo. Me perdonas por mi actitud?

Mientras le beso se libra del peso y se abraza a mi cuello. Me quita a Yen de los brazos y me vuelve a abrazar con brío. - Hai, nada desde... - tomo su mano y beso el nudillo correspondiente al anillo. - que te di esto, sí? - le estrecho con fuerza en mis brazos.

- cómo es que vienes a estas hroas? qué has estado haciendo, eh? - digo en broma como si le estuviera acusando de irse por ahí de marcha en la noche. Beso su nariz. - Zack, mi zack. - no quiero despegarme de él, pero bosteza. - vamos a la cama.

Veo las diferencias de su disculpa hacia mí y hacia Yen y me siento algo desplazado. Sonrío, estoy contento de tenerle aquí de nuevo. Me meto en la cama y mi amante no ha olvidado su oficio, es decir, usarme de colchón.


Rodeo su cintura como siempre y cierro los ojos. - cómo colchón? - le beso una vez más, estoy hambriento de él, pero mañana tengo que madrugar como de costumbre. Le miro con una sonrisa en el rostro. - yo también te extrañé.

Había extrañado que me lamiera la nariz, me hace cosquillas como siempre y la frunzo.


Le escucho y acaricio su mejilla con las yemas de mis dedos. - Zack... me alegra oír eso, pero habíamos quedado que lo olvidaríamos. Y, sinceramente, aunque quisieras dejarme... no te dejaría hacer tal cosa. - le digo seguro.

- has recuperado el apetito? - le pregunto, ya que ayer comió poco. - Me dejas seducirte mañana con un desayuno en la cama antes de ir a pasear a Yen?

Le miro con ternura cuando se esconde bajo las sábanas y siento algo duro en el muslo, es difícil de ocultar cuando está sobre mí.

- Zack... sal de ahí para que te vea. - le veo sonrojado, tan hermoso. le beso con pasión y deslizo una mano entre nuestros cuerpos tocando con calma su sexo. - Sabes...? tienes prohibido satisfacerte a ti mismo y más cuando yo estoy aquí. - mi mano entra en sus pantalones y acaricio el aún pequeño pilar central de la cabaña.

(nos vemos)

- ha!! es que te excitas cuando no estoy? cómo tengo que tomarme eso? - pregunto divertido.

bajo sus ropas un poco y agarro su pene masturbándolo. Mis dedos acarician los pelos de su nuca antes de clavarse en la piel de la que emergen y atraerlo en un beso apasionado.


- Mmmm... cambiemos de posiciones, no me quiero manchar. - le digo y me pongo sobre él. Mis manos suben por su pecho arrastrando su camisa hasta que sus pezones quedan a la vista como dos apetitosas fresas, ya sé lo ricos que están con nata. Me inclino y los besos. Sus espasmos son realmente hermosos. - Que lindo eres mi amor. - digo lamiendo su mentón antes de bajar por sus caderas y quedar cobijado por las mantas.

En la oscuridad agarro su miembro para a ciegas poder llevármelo a la boca, mis labios se aprietan sobre el glande mamándolo bien.

Se sonroja aun más por las palabras del mayor y sus acciones, no sabía si diculparse o confesarse, pero francamente en esos momentos no sabía ni donde estaba parado, solo se dejaba llevar por el placer que Hatori le proporcionaba, se sentía un tanto culpable por la hora que era pero a la vez afortunado por tener a su amante complaciéndole.

- Hai... - es lo que alcanza a decir y cuando se da cuenta el castaño está encima suyo, su piel reacciona ante el tacto,de haber sabido lo que pasaría no se pone camisa, sus pezones se yerguen ante las caricias de aquella boca, la traviesa lengua del mayor le hace gemir más y más.

- No soy lind... aah!! - a punto estaba de reclamar cuando la boca de Yoshiyuki le toma desprevenido, separa sus piernas, no puede verlo ahí donde estaba pero no hacia falta, su sexo ya totalmente erguido por todo aquello, se aferra a las mantas con fuerza moviendo levemente sus caderas

- Tori... ammm ... - su voz entrecortada era sensual, acaricia como puede los cabellos de su pareja


(hasta mañana )

Su voz es un estimulante fatal. Mi pene se ve sacudido por la excitación que causa en mí ese hombre de manera inconsciente. Acabo bajando mis ropas y masturbándome mientras chupo el pene de mi amante. Me encanta como se abre de piernas cuando mi boca toma posesión de su verga, es algo que hace automáticamente.

Me separo un segundo para humedecer mis labios y cargar mi boca con saliva para poder mamarle bien, normalmente me dedico tiempo a lamer ese miembro, pero quiero darle una satisfacción rápida y no por ello menos morosa. Procedo a tragarlo con placer y sumo gusto, lo cual se muestra en los sonidos que produzco, aunque no se oigan mucho con la manta de por medio.


Mi cuero cabelludo chispea cuando él pasea sus manos por mi cabeza, sus caderas no pueden evitar levantarse buscando más placer. Dios, me estoy poniendo terriblemente duro aquí abajo, la manta da mucho calor sumado a mi propio calor corporal. - aah... - muevo mi cabeza arriba y abajo constantemente, forzando un poco a su miembro erecto a doblarse y sacándolo para poder explorar con mi lengua los labios de su orificio.

Cuando levanta sus caderas su agujero queda a mi merced y puedo introducir a penas mi lengua.

Aunque tener ese cuerpo sensual a mi merced nubla mi sentido del tiempo, sé que si lo hacemos a conciencia, es decir, con penetración incluida, nos tomará demasiado tiempo. Introduzco dos dedos en su trasero y acariciando el interior de su carne con soltura gracias a la lubricación de esta.

Uso mi propio presumen para facilitar mi propia masturbación. Luego me reprochará `por esto, pero ahora no le es posible. Acelero mi movimiento de cabeza y mi lengua insiste en el orificio uretral de mi amante, queriendo hacerle llegar, a su vez yo siento también próximo mi orgasmo.

Cuando ese líquido tibio inunda mi boca, doy un apretón a mi sexo que estalla. No es lo mismo que cuando me toca Zack o lo hago dentro de él, por ello mi respiración se recupera rápido. Salgo y beso a mi amante antes de que me diga algo más. - vamos, correrme mientras tu esencia nubla mi sentido del gusto es de lo más excitante. - digo y me dejo caer a su lado y él se va subiendo encima mía. - además... estoy algo cansado. - el trabajo hoy ha sido agotador, pero merece la pena perder un tiempo de sueño porque no tenga que satisfacerse él.


- la próxima vez te dejaré jugar, te lo prometo. te quiero- beso su frente un par de besos y el sueño plácido después de un momento de placer con mi amante se hace presente. Mis ojos se van cerrando sin que pueda hacer nada...


********************

Me despierto con mi amante encima de mí despatarrado. Sonrío y acaricio sus cabellos. Le acaricio los hombros suavemente y beso su rostro haciendo que despierte.- o hayo, que bello estás en las mañanas.

- Pues eso, con los ojitos entrecerrados y el cabello a su aire me entran ganas de hacerte cosas malas. - alzo las cejas insinuadoramente

Suelto un ruidito satisfecho cuando besa mi piel. - muy bien... y me siento en paz.


le miro mal, pero con una sonrisa en el rostro. - Lo que quiero es que te levantes de encima para poder ir a prepararte el desayuno. - le saco la lengua. - qué quieres desayunar?