Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Asiento a lo de los dildos. Pienso que los dejé en el baño y voy a ir a por ellos cuando mi amante me agarra y me quita la camiseta y se abalanza a por mis pezones. - aah... Kunsel... ngh... espera... - no atiende a razones y bufo acalorado. Paso las manos por encima de sus hombros y llego a agarrar el final de su camiseta y tiro hacia arriba, pero no para quitársela si no para cubrirle la cara con ella y con ello conseguir que se detenga. - Dios... huff... de´jame que vaya a por los dildos, sí? - me aparto dándole un besito en los labios cuando consigue deshacerse de la prenda que le tenía cegado. - No soporto que te apartes de mí a buscar algo después de esmerarte tanto en acalorarme. - le sonrío y me apresuro a volver a la cama con los dildos.

Me subo a cuatro patas y me acerco a mi amante besándolo con amor. - siento haberte cortado el rollo. - digo besándole el cuello y delineando su paquete con un dedo que presiona con firmeza.

- Jajajaja baka... tendrás que calentarme el rollo otra vez - lo dice con voz bastante traviesa hablando en doble sentido, sus labios deboran los de su amante

- Anda... déjame ver ese cuerpo tan sexy - le baja los pantalones hasta donde puede para morder su pelvis, lamiendo aquellos huesitos sexys que sobresalían de esta mientras su lengua va subiendo nuevamente hasta el ombligo donde da besitos

- Estás muy bueno Ethan-kun - acaricia sus tetillas moviendo sus dedos sobre esos pezones dejándolos erectos

- jajaja. - sus labios obtienen respuesta de los míos.

Me coloco debajo suyo y me sorprende que me quite los pantalones. Los baja lo que puede y yo me los quito empujando la tela con mis propios pies. Jadeo, esa lengua es demasiado juguetona y hace que me arquee cuando besa mi ombligo. Echo las manos hacia arriba mientras suba estirándome para hacer más larga la subida de mi amante. - huff... ah... - bajo los brazos cuando toquetea mis tetillas y los ciño alrededor de su cuello. - ah... Kunsel...


Trago saliva al sentir su sexo en mi pie y es que tiene atrapada una de mis piernas bajo su peso. Me lamo la comisura del labio cuando mis dedos se aprietan sobre ese paquete.

- Travieso que eres - le recuesta lamiendo su cuerpo y sintiendo con la punta de sus dedos cada milímetro de esa piel

- Ethan... te deseo tanto - besa su ombligo

- Quiero hacerte feliz en todos los aspectos posibles mi amor... - ambos estaban totalmente desnudos en un dos por tres sobre la cama, miraba ese cuerpo tan encantador

- Aghh como puedes estar tan bueno ? debe ser un crimen... te arrestaré por ello... - toma la camisa y le ata las manos para juguetear un rato - estas bajo arresto por ser tan sexy - sonrie

Mis manos se mueven por sus cabellos despacio, a la misma velocidad en que él degusta mi cuerpo. Me encanta esto, que disfrute de mí poco a poco y no vaya solo a la debilidad.


- Yo también Kunsel, solo pienso en ver esa sonrisa. Es tan brillante y masculina. - digo algo agitado por sus cuidados.

- oye... no... me fuerces mucho, sí? No me he echado una siesta como tú. - le recuerdo que hace a penas cuatro horas me ha hecho correr tres veces, un récord como dice él y solo puedo seguirle por el multivitamínico que me tome mientras él dormía.


- eh?!! - le miro sorprendido cuando me ata. me pregunto si ha escuchado lo que le he dicho...- kunsel! - me sonrojo al máximo, pero no soy capaz de negarle este capricho, aun si me muero de vergüenza. Me siento tan expuesto que cierro las piernas y las atraigo un poco hacia mi cuerpo.

- No... si te vez hermoso... no te ocultes de mi - le pide para con cuidado separar sus piernas, lentamente le termina de desnudar, y el también se desnuda para estar en iguales condiciones - se que hace poco te corriste... pero... en verdad te deseo, tanto tiempo sin tenerte... prometo que solo será una vez más - besa sus labios para descender por ese cuerpo, lame cerca de las axilas de Ethan en esos puntos que sabe que le excita, no deja de repetirle cuanto le ama y le desea.

Sus labios acarician el pene del mayor, devorándolo por completo pero solo unos moomentos en que lo deja totalmente humedecido y baja a lamer aquella entrada, la piel deliciosa de su amante le embriaga

- Hermoso - dice en un susurro comenzando a separar y estirar los pliegues de aquel lugar

No opongo resistencia cuando abre mis piernas. Respiro profundamente intentando calmarme y no parecer tan nervioso, pero mi cuerpo tiembla entre sus manos deseosas, en ellas, mi cuerpo se siente pequeño y frágil.


Mi respiración se detiene con cada palabra de amor del rubio que hace paralizar mi corazón.


Jadeo al recibir un beso de mi amante que solo quiere calmarme para luego agitarme de nuevo. Quiero acariciarle y no sé que puedo hacer para complacerle con las manos atadas. Soy el único que está recibiendo placer y me da auténtica vergüenza que mi amante sienta puro deleite de producirme placer. Mi pecho cada vez necesita aire más a menudo y se eleva y desciende a un ritmo cardiaco. - Kunsel... haces que me sienta morir. Tan... tan... caliente. - mi esfínter se aprieta cuando mi amante lo separa con la lengua.

Sonri ante aquellas palabras pero no dice nada, sigue lamiendo ese lugar para lubricarlo de manera suficiente.

- E sque tu eres un chico por demás sensual, es tu culpa - introduce un dedo, con cuidado para no lastimarle, sintiendo como no se ha estrechado como al principio, sonrie pues sabe que de seguir así no tardarán mucho en poder unirse por completo, un segundo dedo entra y su propio sexo se va endureciendo

- Ethan... eres tan cálido que solo puedo imaginar el momento de unirme a ti... - lame su pene, solo la cabeza, chupando de manera constante y traviesa

- ah? - abro los ojos al escucharle. Los había cerrado por lo excitante que es la lengua del rubio en mi agujero, es demasiado intenso como para no rendirme, por no contar lo atendido que ha dejado mi miembro que se ha hinchado y puesto duro como un pilar. - tengo pinta de ser culpable? - pregunto mirándole por las rendijas que son mis ojos por el cansancio. Mi tez está sonrojada y ese color se diluye de forma suave al bajar por mi cuello y pecho, mi pecho sube y baja marcándose al tener los brazos atados hacia arriba, y destacando los erectos pezones fríos por la saliva que dejo en ellos. Se mire por donde se mire parezco culpable e inocente a la vez.


- aah... ngh!! - me quejo, aunque mi pareja es delicada, el único lubricante que ha usado es su saliva y eso me hace algo estrecho y que ponga algo de resistencia, pero creo que algo menos que la última vez a pesar de que esta ha sido hace unas horas.-- aah! - otro dedo que se deja sentir aún más que el anterior, está frío comparado con su compañero que ya lleva un rato frotando sin descanso las paredes de mi ano.


Mis ojos se han vuelto a cerrar, la imagen de mi amante tan tranquilo me abruma y me hace sentir indefenso y aprovechado al estar sintiendo yo solo el placer, a pesar de que algo me dice que él también está erecto, aunque no alcanzo a verlo con los párpados caídos, los cuales levanto cuando me habla. Al ver la cara sexy de mi amante al decir que desea adentrarse en mí hace que me sienta el hombre más amado del mundo. - Kunsel... - me callo de repente cuando sus labios se apoderan de mi sexo, aún si sus dedos siguen acariciando mis paredes. Un gemido ahogado sale de mis labios hacia el techo. Quiero abrazarlo y atraerlo a mis labios, pero mis manos atadas me impiden hacer nada.

Esos gemidos tan sensuales le hacen sonreir de lado y atrapa esa boca, si bien no podía adivinar sus pensamientos si sabía leer esas expresiones, el como Ethan relamía sus labios de vez en cuando sabiendo con ello que necesitaba su boca, le besa profundamente sin sacar esos dedos.
-Adoro tus labios… - confiesa el menor y se aleja tomando aquel dildo que habían estado usando, solo cuando Ethan le dijera que podía usar el siguiente lo harían, lame el juguete de manera lúbrica, a sabiendas que su amante se sonrojaría, pero le fascinaba hacerle sonrojar, gemir, gritar de placer. Además de su saliva el lubricante baja por el falo de latex lo cual hace que cuando comienza a adentrarse a ese cuerpo no cueste tanto ni sea tan doloroso

-Tan… sexy – dice al notar como la entrada de Ethan se va dilatando ante el intruso, traga grueso y miraba aquello de tal manera que era notorio cuanto deseaba ser él quien se abriera paso por esa estreches, sus labios se entreabren llenos de extasis dejando escapar un suspiro de deseo, como un niño que mira el dulce más delicioso y sabe que por ahora no puede comerlo pero se imagina el día en que lo pueda hacer. Ya con más facilidad se adentra el juguete, lo deja un momento ahí sin moverlo para que el rubio se acostumbrase.

-Ya no te duele tanto? – pregunta curioso observándole a los ojos, sus mejillas estaban sonrojadas, su cuerpo entero se podía percibir acalorado, pero la excitación de esa escena era enorme.

Me deleito con sus labios y mis brazos tienen el impulso de aferrarse a su cuello, pero se quedan inmóviles, atados a los barrotes. Saboreo cada recoveco de su boca, gimiendo con ello, y es que estoy a cien. Mi sexo está erecto del todo y esperando un último impulso para descargarse, de no haber tenido una jornada intensa hace unas horas me habría corrido hace rato.


Lamento el mismo momento en que sus labios, aún sin separarse, dejan de presionar contra los míos anticipando que van a dejarlos desamparados. Aunque dejó mis labios bien lubricados con su saliva, al verle lamer el falo consigue que me los lama de nuevo excitado, al darme cuenta de mi reacción pervertida al volver a imaginar a mi amante mamando mi verga me hace sonrojar más incluso que si solo me hubiera avergonzado ver el acto sensual que me ofrece.

Me encojo abriendo más las piernas cuando el consolador presiona en mi trasero abriendo la carne para poder adentrarse en ella. Respiro agitadamente cuando consigue entrar y sale y entra una y otra vez. Mi cuerpo se contorsiona cuando lo deja parado totalmente dentro, me arqueo al máximo con ello acostumbrándome a ese objeto recto atravesándome

Me fijo en la cara de mi amante y esa expresión me duele, debería sentirme deseado, realmente él hace que me sienta así, pero... al igual que él se siente inútil por los impedimentos que le pone su pierna, yo me siento de semejante manera al verle así y no poder hacer más por satisfacerle en la cama. - ah... Kunsel... - quiero acariciar su mejilla y disculparme en susurros con palabras de amor.

- No...- murmuro la respuesta a su pregunta. - Kunsel... abrázame. - le pido.

Observa esa ansiedad en sus ojos y desata sus manos para poder abrazarle con fuerza, y sentir los brazos de su pareja rodeándole.

- Qué pasa cariño? - pregunta dando besitos en su cuello, en esa posición intentaba no recargarse mucho en su pierna para no lastimarse, sus manos recorrían el cuerpo del mayo lentamente

- Espera... - se pone de pues estaba recargándose un su pierna más de lo debido

- Lo siento amor... me encantaría poder abrazarte como siempre pero.. aun no estoy totalmente bien, perdóname - besa su nariz, busca sus labios para poder deborarlos asu antojo y su mano baja al sexo del rubio comenzando a mover el dildo, no lo encendería solo entra y sale de manera constante pero con cuidado, deseaba escuchar a su amante gemir, baja nuevamente a su falo comenzando a lamer, chupar, succionando de manera sensual y constante aquel miembro endurecido, sería la cuarta vez ese día,

- Duele? . pregunta al meter y sacar con algo más de rapidez el juguete

"Por fin!" me suelta las manos y puedo abrazarle. - No pasa nada.. ngh y por dios! no te disculpes por eso. Te... te amo, Kunsel-kun, te amo, mi cuerpo y mi corazón te aman. Es solo... que estoy ansioso de que me poseas... completamente. - le confieso y le beso con ardor y furor queriendo que sea todo mío.


- aaah!! . gimo de placer cuando comienza a mover de nuevo el falo de plástico y me agarro a él con fuerza, pero se escapa entre mis manos sudorosas y tortura aún más a mi miembro. - Kun... kunsel aaah! solo... solo estoy despierto porque... tengo el dildo dentro.. mmmmhh!! huff huff... si sigues no sé si nos correremos ambos... Dios! - me aferro a las sábanas sintiendo el orgasmo concentrándose en mi abdomen. - no puedo más...

Cuando dice aquella última frase succiona con fuerza logrando que se corra en su boca y el a su voz se corre también, aquello le había parecido más que sensual y no siendo de acero no pudo menos que correrse, le excitaba su amante en todos sentidos, le amaba de tal manera que incluso con un solo roce le hacía estremecer.

- V-vaya... - saca lentamente el dildo del interior de su amante

- Todo...está mejor mi amor... - se acerca besándole en los labios nuevamente jadeando aun por lo anterior

- Jugo? - sonrie

- Ire a por el jugo y descansamos... porque yo también me cansé - sonrie de lado besando la nariz de Ethan

- Te amo - va a la cocina por el jugo con cuidado

Gimo realmente fuerte y me alegro de estar a un kilómetro de a civilización. Le miro mientras saca el dildo, había tenido los ojos cerrados hasta entonces solo cuando los abro y veo su respiración agitada me doy cuenta de que se ha venido.


- te has venido... si no te he tocado. - digo sorprendido, aunque de cierto modo aliviado de que no tuviera que lidiar con esa erección solo. Me incorporo sobre mis codos confirmándolo al ver el semen que mancha su sexo.


Me besa jadeante y me doy cuenta de que yo estoy igual de agitado, pero terriblemente cansado. Solo me apetece dormir con mi pareja, pero insiste en ir a por el jugo. Me doy unas palamdas en la cara cuando se va para mantenerme despierto y no darle más problemas. Quito la colcha tirándola al suelo con la ropa cojo un paquete de pañuelos que tuve la precaución de colocar en la mesilla de noche y me limpio notando que se me cierran los ojos. Me meto entre las sábanas ya que tengo frío y le espero frotándome las muñecas, no es que me hubiera hecho daño, pero aún tengo la sensación de la tela ciñéndose alrededor de ellas. Ha sido algo incómodo a decir verdad, no podía tirar de ellas ya que podría rompérmela de nuevo, pero... sonrío sonrojado al recordar todo lo que me ha hecho mi amante y, aunque lamento no haber podido hacer nada, tengo que admitir que ha estado estupendo. Le veo llegar y sonrío. - arigatou. - tomo el jugo de manzana y me lo bebo bastante deprisa y después espero pacientemente a que mi amante acabo. me abrazo a él. - te amo. - digo bajito en su oreja.


****************


Me despierto a la mañana siguiente sin recordar haberme dormido, solo estar sentado apoyado en mi amante mientras el vaivén de su nuez al tragar me hipnotizaba. Me estiro, a pesar de la jornada de ayer me siento muy bien, muy fresco. Me levanto en silencio y veo una camisa de Kunsel en la cama. Es larga y, pensando en lo excitable que es mi amante, me la pongo y abrocho mal los botones para darle un toque más sensual.


Voy a hacer el desayuno y mientras unos croissants están en la plancha y el café subiendo en la cafetera recibo un mensaje al móbil. Lo descuelgo y frunzo el ceño al ver que los planes con mi amante se han torcido. Le haré un buen desayuno al menos, pienso.


Subo con un desayuno contundente para ambos y lo dejo en la mesilla de noche. La manta solo cubre las piernas de mi amante que está tumbado de lado , el resto está a mi vista y siento un deseo irrefrenable de provocarle aunque siempre me salga mal, solo necesito hacerlo, aunque no pueda satisfacerle, ya que debo irme. Me monto a horcajadas sobre él, mi muslo presiona una erección matutina y me muerdo el labio al notarla. Me acomodo antes de acariciar su brazo desnudo y besar su hombro subiendo por ese cuello dulce como la miel. - Kun-sel - tan - digo con voz melodiosa y juguetona para despertarle. En verdad soy un chico travieso y malo como él dice.

Estaba profundamente dormido, cada día su pierna iba mejorando, su cuerpo respondía positivamente y al parecer no había nada malo con el mako que fue inyectado en su cuerpo, gracias a eso la recuperación tardaría menos que lo normal en personas comunes, respiraba tranquilamente, su abdomen sube y baja al compás de su respiración, siente un peso sobre si pero no es nada que le haga despertar sorprendido, se remueve un poco y de sus labios escapa lo que parece ser un leve gruñido y farfulle algo ininteligible. Entre sueños escucha esa vocecita que le susurra al oído de manera dulce su nombre.

-Ngh – un gemidito suave de placer al sentir como se frota contra su erección mañanera, suspira entreabriendo sus ojos, parpadea para poder acostumbrarse a la luz de la habitación, busca los labios de su amante para besarle de manera profunda
-Buenos … más que buenos días – intenta enfocar aquella hermosa visión notando como va vestido, se ven los muslos, el abdomen
-Que rico despertar – su mano pasea por el muslo derecho subiendo hasta su nalga
-Oye cariño, sabes que el que hagas eso es peligroso? Porque no te dejaré salir de la cama – aun estaba algo adormilado pero no por ello se diría que bromeaba o algo por el estilo hasta que empieza a besar a Ethan, subiendo por su brazo al cuello, ya más despierto mira el desayuno
- Perfecto… así cuando terminemos no tendremos que hacer de desayunar… así que ya lo tenías todo planeado mi amor? – busca sus labios esperando que el mayor le corresponda cada beso
-Te amo Ethan – empieza a desabotonar los botones que quedan hasta que el rubio le detiene
-Qué pasa? – no sabía que había recibido un mensaje así que se queda algo confundido

Sonrío al verle despertar, cuando sus labios buscan los míos van a su encuentro. Jadeo por lo intenso del beso, aunque tenga la boca pastosa al estar recién levantado el beso es delicioso y lo alargo todo lo que puedo.

Escucho su buenos días y me muerdo el labio al sentir la palma de su mano en mi cachete.

Sí. Sí que sabía que era peligroso, pero no me he podido controlar para nada y creo que ya no puedo parar sin provocar una pelea entre ambos y esa posibilidad me pone muy nervioso. Se me ha ido de las manos y ya no sé como pararlo, solo quería encenderle un poco y dejarle con las ganas, pero no me había parado a pensar en que no tengo ni idea de como se lo tomará Kunsel.


Respondo al beso por inercia, pero paro sus manos cuando desabrochan un par de botones de su camisa que cuelga de mi cuerpo. - quién es el que planea, han? Yo solo quería darte un dulce despertar y desayunar plácidamente con mi amante. Todo muy inocente. - le aseguro y bajo a besarle suave, mientras aprieto los músculos de sus brazos entre mis manos.


Beso su pecho despacito y miro disimuladamente el reloj digital que está sobre la mesilla. Supongo que me da tiempo...


Desciendo por el cuerpo de ese dios griego lleno de músculos y nervios, distrayéndome un poco en su ombligo y en el trapecio de su pubis antes de lamer ese miembro rígido. Miro la cara de mi amante.

- Muy inocente han? - sonrie dejando que bese donde desee, sentir sus labios, su lengua, levanta sus caderas con placer y entrecierra los ojos - esto... es un despertar delicioso, eres un chico travieso definitivamente, lo sé, ngh... si ... así Ethan... -separa sus piernas un poco más, no sabía hasta donde quería llegar el mayor, pero si deseaba tomarle no se resistiría en lo más mínimo, deseaba sus mimos, sus manos, su boca que le daba placer de esa manera tan excitante.

- Ethan... - apenas puede pronunciar su nombre, el adormecimiento de su despertar había desaparecido y estaba totalmente atento a ese placer que su amante le proporcionaba, después de un rato no puede evitar correrse dentro de la boca del rubio, su erección matutina le había predispuesto a no tardar tanto como siempre, menos cuando aquel hombre tan atractivo le atendia de esa manera

- Lo siento... - dice suspirando y recobrando su respiración normal, aunque se da cuenta que su amante no planea seguir

- Tienes que irte? - dice sorprendido cuando el ojiazul se lo dice, claro que aunque deseaba que se quedara con él tampoco le haría una escena, le atrae para darle un beso, probando su propio sabor - está bien... no te preocupes, me quedaré a cuidar a los chocobos... cuando consigamos a alguien entonces te alcanzaré... si?

Lo lubrico sonrojándome ante las palabras de mi amante y sus reacciones. Miro a mi amante mientras lo hago y cuando atraigo su mirada, pero cierro los ojos poniendo una cara tan sensual y de placer ante la felación que excitaría a un eunuco. Cuando pronuncia mi nombre trago su miembro totalmente haciendo que pase por mi garganta y mamándolo primero despacio, pero cuando el ritmo sube mi amante me avisa de que se va a venir. Apesar de haberme avisado que se venga así y tan rápido me sorprende, pero eso no impide que no me trague su semilla como el manjar extraño que es.


Me tumbo a su lado dándole un beso tierno. - No te disculpes, fue bueno, no? - sonrío algo tímido. - Kunsel, tengo que volver a la ciudad. Hay una reunión del claustro de profesores a la que no puedo faltar al menos si quiero cobrar este trimestre y... creo que con lo de la adopción no es buena idea, eh? - acaricio su mejilla. Me besa comprensivo. - Siento irme cuando están a punto de darte el Alta. Ciel viene en dos días. Mejor me esperas aquí? El viernes volveré, aunque quiero incorporarme de nuevo a las clases la semana que entra. En el tiempo que esté en la ciudad quiero empezar a llamar a los orfanatos, aunque nos tomemos un tiempo esas cosas van bastante despacio. - sobre todo cuando vamos a ser dos papás... - solo para que nos añadan en la lista de espera. Vamos a adoptar a esos niños los dos, le aseguro abrazándole. - te amo. Y esto solo ha sido un entrante de lo que quería hacer contigo hoy. - digo divertido besando su rostro.



- Voy a enjuagarme la boca y desayunamos. - me levanto y entro al baño. Mientras uso enjuague bucal me miro en el espejo. Veo la camisa desabotonada y bajo la tela dejando descubierto uno de mis hombros para parecerle más sexy a mi amante. Dios, no sé que me pasa hoy. Salgo del baño sentándome a su lado y poniendo la bandeja entre las piernas de ambos. Cojo un poco de queso con miel y lo pruebo y sonrío mientras mastico mirando a mi amante.

Observa como sale del baño y sus ojos no pueden quitarse d encima de ese cuerpo tan bello, ese hombro descubierto, no había notado que llevaba su camisa, le quedaba bastante bien.

-Ethan... - dice con un mohín desesperado y cuando se va a sentar le pone sobre sus piernas

-Descuida, estoy bien - comenta debido a que el rubio le reclama por su pierna

- Me gusta verte comer de esa manera ... - no lo decía solo por estar comiendo debidamente sino también por lo sexy que se notaba

- Te voy a raptar .... - besa su cuello

-Hoy ... precisamente hoy estás muy sexy¡ es injusto, lo sabes verdad?

- wow! ten cuidado. - digo sonriendo cuando me coloca sobre sus piernas y tengo que mantener mi peso sobre las mías para no dañarle.


Rio por lo que dice y beso su frente con cariño. - Ya falta poco para que estés bien y nada nos va a impedir pasarlo muuuuy bien, así que aguanta un poco, cariño. - le beso con suavidad en los labios. - te adoro. - le beso con lengua, estoy disfrutando de veras su exasperación.

Corresponde el beso intentando hacerlo más intenso mientras sus manos acarician su cintura y esos muslos tan atrayentes.
Anque se aleja un poco de él y come un poco de fruta.

- Anda amor¡ desayunemos - le pone la sábana sobre laspiernas pues si seguía viéndolas seguramente no podría aguantarse y terminaría por echársele encima.

- Iré a bañarme si?, pero por favor ve con cuidado - le besa en los labios

- Deja la bandeja aquí y terminando de bañarme yo la llevaré

- mm... - acaricio los brazos de mi amante sintiendo lo intenso del beso y esas manos quemando mi piel por encima de la tela y como la levantan sutilmente. "esto me pasa por provocar, ahora el que ve la situación injusta soy yo, mi amante es demasiado pasional"

Me separa y bajando la mirada para ocultar el fuego de mi desesperación me siento a su lado y como un poco más en silencio. Sonrío cuando me tapa por solo llevar su camisa, pero me encanta llevarla. Me queda enorme, pero de vez en cuando bajo la nariz al cuello de la tela y aspiro su aroma.


- ok,ah, y hay sobras de ayer en la nevera, daré de comer a los caballos antes de irme. Intenta descansar todo lo posible la pierna. vale? - me levanto cogiendo mi ropa y cambiándome delante de un espejo del cuarto mientras se oye el ruido de la ducha.


Cuando termino cojo la cartera de mi amante y busco su carnet de identidad para apuntar sus datos que me pedirán cuando llame a los orfanatos. Y luego dejo algunas cosas hechas en la casa antes de irme, para entonces Kunsel ha salido de la ducha. Me acerco a él y le doy un beso corto en los labios. - te quiero. Nos vemos en pocos días. Llámame cuando veas a Ciel. Dios, te quiero. - le vuelvo a besar antes de separarme y bajar finalmente al coche y partir.



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Pasa la semana y cuando termino todo puedo volver con mi amante. La revisión fue bien, ya me ha amenazado con cogerme en brazos, así que... estoy deseando verle. Seguro que tiene una sonrisa enorme al recuperar sus capacidades físicas. No puedo esperar para verle y de vez en cuando piso un poco el acelerador hasta que se pone el Sol y deja de ser totalmente prudente. cUANDo lelgo los primeros en recibirme son Dolce y Principito. lOS cojo en brazos dándoles besitos mientras me encamino a la entrada y llamo a mi amante.

La casa estaba en completa oscuridad, de no ser por un pequeño camino de velas aromáticas y pétalos de rosas que conducían directamente hacia el comedor, donde estaba dispuesta una cena para dos, el blanco mantel de filos dorados con un ramo de flores adornando el sitio.

- Bienvenido - sale de detrás de Ethan cuando este cruza el marco hacía el comedor , ya estaba perfectamente, no podía hacer cosas demasiado exageradas pero cargarlo si, ya podía y apoyar su peso sin tener que usar muletas, aspira el aroma en el cuello de su amante

- Hueles delicioso... tienes hambre? - se separa, iba vestido de forma elegante pero no acartonada, una camisa en color azul marino un pantalón de vestir, la camisa iba abierta hasta la mitad del pecho, le toma del mentón

- Bienvenido a casa

Trago saliva ante ese camino de velas y flores desarticuladas. Me detengo ante las dos primeras velas colocadas una paralela a la otra. Me muerdo el labio abrumado y algo angustiado ante la situación que me ha puesto mi amante. Meto a los gatitos en la cocina para que no jueguen con las llamas de las velas.


Ando despacio hasta la mesa del salón adornada como en las películas cursis. Me parece tan surrealista que quiero echarme a reír, pero no quiero hacer sentir mal a mi amante.


Me estremezco al sentirle detrás y el vello de mi cuello se eriza cuando Kunsel abre las aletas de su nariz aspirando mi aroma. Me giro sobresaltado y veo la guisa en la que va. " y yo en chandal..." - sí, un poco. - le miro directamente a los ojos cuando me toma de la barbilla. - tadaima. - digo soltándome para darle un beso dulce. - la cena... huele bien. - le aseguro, algo tímido.