Nuevo amor, nuevos dolores de cabeza priv-Kunsel

Exhalo el aire por los besos de mi amante. - de momento que vayamos a la cama. - digo sonriente aferrándome a sus ropas.

Luego el chocobo se pone celoso y entre el nombre que le ha puesto Kunsel y lo ridículo de la situación rompo a reír. Le sigo y antes de que la puerta se cierre él ya está besándome una y otra vez.


Me separo constantemente de sus labios, pero los atrapa como la presa fácil que son. Desabotono su camisa, aunque creo que algún botón salta por mis ansias. Acaricio esos músculos, más delgados por la falta de ejercicio, pero que a mí me siguen pareciendo el mejor lugar donde perderme; al sobarlos constantemente su camisa cae en el pasillo.


A base de separarme y dar un paso para atrás y conseguir que el rubio me siga conseguimos llegar al cuarto.

Continua, estorbosas muletas pero ya faltaba poco, sus labios urgían la piel de su amante, han llegado al cuarto pero ya con poca ropa, al menos el pecho de ambos está totalmente descubierto, sus manos lo recorren sin impedimento alguno

- Te amo - se sienta en la cama y cuando su amante lo hace tambien le vuelve a besar, baja a esos pezoncitos y los lame y succiona como si fuese la primera vez, su mano masajea el bulto del rubio

- Ethan... dime... trajiste los juguetes? - pregunta excitado, tal vez esa sería una buena forma de perder el tiempo, sonrie, esa forma de entretenerse le parecía maravillosa

- aaah! - cierro un poco mis piernas cuando mi amante me toca de esa manera. Me retuerzo entre esa mano en mi centro y esa boca que me tortura, mi mano se va al cuello de mi amante mientras jadeo gustoso.


Me recorre un escalofrío, siento mi cuerpo calentarse cuando mi piel aún está fresca por el baño en el lago. Asiento con energía sin poderme creer que ya esté así. Cada vez hay más calor que soportar. - en el cajón de la mesilla.

Sonrie al saber donde están y va a por ellos - tumbate cariño - dice con un gesto de felicidad que no puede con él, pero no le pide que se quite la ropa, eso le encanta hacerlo a él, se acomoda para no recargar su peso en la pierna aun, al menos no del todo

- Vaya,,, estás ... - iba a decirle que ya tan pronto esaba mojado pero sabía que se ganaría un zape - estupendo - dice sacando el falo erecto de aquella ropa estorbosa, pero lo hace por el orifició del cierre, no desabotona la ropa, era como si quisiera que los gemelos estuviesen torturados aun por la tela, devora el sexo de Ethan de manera tan erótica y un tanto sucia como si fuese una cinta para adultos, pero le encanta ver ese sonrojo de verguenza y extasis en su amante

Cuando se separa me quedó algo desvalido, entre lo insoportable que son sus caricias y lo doblemente insoportable que es esperar por ellas con una necesidad que nunca alcanzo a entender.


La cara de mi amante es de triunfo aún sin hacerme correr y eso me sorprende de sobre manera. Cojo aire y subo las piernas a la cama y me muevo un poco más al centro. Miro como se acomoda y abro las piernas, esperando que no se haga daño. Voy a decir que mejor yo arriba, cuando siento su mano tantear mi paquete. Me tenso al notar que ya estoy mojado y aunque mi amante termina la frase de otra manera sé bien lo que iba a decir. Me sonrojo al máximo por ello y por notar la cremallera rozando la base de mi falo después de que consiga hacer a un lado la ropa interior.

Trago saliva justo entre el momento en que siento el aire que aspira su nariz antes de tener la boca ocupada y el que trague mi sexo. Me vuelve loco. Pongo las dos manos sobre mi boca, no precisamente para ahogar mis gemidos, si no para morder la palma de mi mano. Sin que mi amante empuje mis piernas yo las pego a mi abdomen dejándome totalmente expuesto, o lo estaría si estuviera desnudo, pero mi amante solo hace que avergonzarme y darme placer de manera sublime y estudiada.

Prieta la base del pene y empuja el pantalón en los testiculos para hacerle sufrir un poco más, la ropa se ensucia con su esencia.

- Tu aroma es hermoso - dice sabiendo que le avergonzará, no sabe por qué pero tal parece que le agrada hacerlo y siempre busca nuevas formas sin importar si Ethan quiere separarse o hacer algo más comienza a desnudarle, dejandole esta vez totalmente a la vista, relame sus labios al ver esa estreches, su lengua comienza a rozarla, levemente de tal forma que mientras los hace su nariz roce de vez en cuando los gemelos de Ethan, sube y los besa para después deborar por completo el pene de su amante dejándole llegar hasta el final, tal vez la forma en que aprendió a hacerlo no fue la adecuada ni con su permiso pero definitivamente sabía complacer a un hombre de muchas formas y ahora quería complacer a su amante

- Kunsel... no... aah... - acabo separando mis manos antes de hacerme sangre y jadeo con los ojos húmedos sintiendo como el presemen cada vez se acumula más en mi glande.


Me deja temblando mientras me quita la ropa e intento calmarme un poco respirando profundo, pero no puedo hacerlo antes, aunque las caricias de mi amante son más tranquilas siguen siendo deliciosas y nuevas. Algo que me preocupará más tarde, pero ahora no tengo cabeza para eso, solo cabe el placer que me da mi amante.

Me vengo en su boca y me quedo respirando agitado después de un gemido por demás erótico. Le miro y me incorporo aún avergonzado de lo que ha hecho conmigo. Le beso con calma acariciando su cuello y llevando una mano a su paquete comprobando su estado.

Bebe por completo aquel nectar tan delicioso, relame sus labios de manera erótica mientras acaricia los muslos de Ethan, le observa levantarse o al menos sentarse y acariciar su entrepierna, sonrie y se separa un poco para quitarse la ropa, el rubio seguramente estaba algo cansado así que no le djaría replicar, llega a su lado comenzando a besarle de manera profunda mientras lleva la mano del rubio a su miembro erecto

- Te deseo mi amor - sonrie y se acomoda de tal forma que Ethan pueda atender su entrepierna y el pueda acariciar su entrada, toma uno de los juguetes que lubrica con su propia boca, realmente ya no le daba verguenza nada de eso, lo deja totalmente lubricado y lo lleva a la estreches del rubio solo pra frotarlo en esos pliegues que unidos llevaban al lugar que algún día permitiría la entrada al soldado

- oye... - digo quejándome cuando él se separa y se desnuda. Le miro con morritos y solo consigue que los quite cuando siento una punzada de excitación al notar su duro sexo. - y yo a ti. Te amo, te deseo, te amo. - digo besándole con dulzura.



Comienzo al masturbar su sexo, mientras un dedo se mueve delicadamente en la unión de sus gemelos. Solo me detengo unos segundo al tragar con fuerza por como lubrica el dildo. Intento tomármelo con calma, pero me erizo completamente al sentir como presiona contra mi agujero. - ah... se volvió a estrechar... - después de todo ha sido mucho tiempo sin usar los juguetes.


Le beso y acaricio su mejilla. - Déjame que te haga correr, si empiezas a jugar no sé si tendré fuerzas luego. - le sonrío con timidez y mi cabeza se hunde entre esas musculosas piernas dándoles besos y dejando algún chupetón pequeño antes de engullir ese miembro grande e imponente. Lo succiono con fuerza balanceando la cabeza y torturándolo un poco cuando me detengo a lamer y juguetear con su orificio uretral. Recuerdo que clase de caricias le gustan y mi lengua acaricia el flenillo.

Descuida... todo irá bien - dice cuando el otro le menciona que se ha estrechado pero por ahora solo quiere acariciar ese lugar y juguetear con su entrada, debe hacerlo o nunca podrá fundirse con él, gime de manera placentera cuando Ethan succiona su pene de esa manera

- Ngh... n-no lo has olvidado... - suspira complacido y mete un dedo, con cuidado, quería ver si podía erectarle nuevamente, toca la próstata con suavidad pinchando en lugares precisos sin parar de gemir, el pene del menor palpitaba al sentir la lengua del rubio y más aun si esta se alejaba

- Te amo... - besa su muslo y el falo de Ethan, enciende la vibración y deja el juguete entre los gemelos, en esa unión que al tocarla provocaba placer

- lo sé. - le respondo cuando me aseguro mi bienestar.


Me esfuerzo por hacerle correr, pero mi amante no renuncia a jugar y para nada se está quieto como le he pedido. Me muerdo el labio al entrar ese dedos y me tenso por como acaricia mi interior. Se esfuerza por provocarme otra erección y me sonrojo al máximo cuando lo consigue. Trato de seguir lamiendo su sexo, pero al sentir como me toca y esa vibración en mis gemelos no puedo hacer otra cosa que gemir intentando coger fuerzas para continuar con mi tarea. No las encuentro y apoyo mi mente sudorosa en su muslo. - kunsel... nghhh! aah--!!

Le escucha sonriendo hasta que siente que le ha dejado de tocar

- Lo siento mi amor no pude resistirme deja por un momento de lado sus juguetes y saca sus dedos con lentitud, buscando los labios de su amante

- Disculpame... es solo que a veces soy un bestia - le besa tiernamente, esperando que siga tocándole, le agrada no es necesario que termine con un oral, solo con tenerle así entre sus brazos es suficiente para querer correrse

- No, yo lo siento. - digo disgustado de ser tan débil. Respondo su beso con apetito de él y no dejo de hacerlo mientras acaricio sus caderas justo antes de empezar a acariciar de nuevo ese miembro. El corazón me late ensordecedor por la ternura y la lujuria que me trasmite mi amante siempre a partes iguales. - ai shiteru.- murmuro. El notarme tan querido por mi amante hace que me entren ganas de llorar.


Le toco hasta que se corre y cuando lo hace le beso despacito para que recupere el aire y después me tumbo en la cama en una pose sugerente y le indico con un gesto de mis dedos que venga a por mí, invitándole a jugar y a seguir lo que dejó.

Gime de manera placentera al correrse, adoraba esas manos y esos labios que bailan con los suyos a un compas lleno de deseo y amor.

- Oh, que coqueto - dice sonriendo - ven amor... vamos a jugar - le acomoda de lado, donde su pierna no corre ningun riesgo

- Que te parece si medimos un poco - susurra a su oido y posiciona la punta de su sexo contra esa entrada, no intentaría nada, aun seguía algo erecto pero solo deseaba provocarle, le hace voltear para besarle profundamente mientras sus caderas siguen frotándose contra las del mayor, levemente la punta se abre camino, pero no se empuja para pasar más allá, solo quería sentir esa carne abriéndose un poco ante él

- Aun.. asi... puedo notar cuan ngh cálido eres... - lame su cuello

- qué? - digo dándome la vuelta sin entender que es lo que intenta. Me tenso al sentir el semierecto miembro de mi amante contra mi entrada.

- kunsel... - susurro abrazándole y le miro a los ojos. Ladeo la cabeza dejando mi cuello expuesto y acaricio el suyo con las puntas de los dedos. - Kunsel, ábreme de nuevo, no puedo esperar a tenerte dentro. - le pido en parte por el deseo que me produce unirme con mi amante y en parte por la excitación que provoca en mí.

- Mi amor impaciente - le tumba para bajar y comenzar a meter uno, dos, tres dedos, de manera suave esperando cada tanto a que se acostumbre su amante

- Estas tan bello... - lame su sexo con placer sacando sus dedos y acariciandolo con el dildo comienza a meterlo lentamente

- Mmm estrecho... tan rico - besa su muslo

- cuando se trata de ti no puedo no ser impaciente. - digo recostándome. Echo la cabeza hacia atrás con ese primer dedo. luego pone lubricante y consigue meter dos más. Jadeos apresuradamente por lo mucho que está estirado mi ano.


Gimo cuando es mi sexo el que recibe atenciones, muy duro por las provocaciones del menor, y aún más fuerte es mi voz cuando ese dildo se desliza con relativa facilidad muy dentro de mí. - dios... aah... - me agarro a las sábanas intentando acostumbrarme a esa invasión antes de que mi amante lo mueva o lo encienda.

Espera hasta sentir como Ethan se relaja y comienza a mover el dildo, lentamente, sin apuro, disfrutando cada momento de esos gemidos, de esa manera de moverse tan sensual

- Te amo... te amo - lame y succiona, chupa y muerde todo su sexo y sus gemelos, mientras el vibrador entra y sale cada vez con más facilidad y a mayor ritmo

- Te vez tan hermoso - dice, su sexo goteaba nuevamente por la excitación

mE muevo con ese dildo, más que buscando que entre más, apartándome y echándome un poco para atrás con el propósito de acostumbrarme. Intento seguir el ritmo de entrada y salida con mis respiración para que me sea más fácil.


Sus caricias son demasiado y acabo corriéndome por segunda vez en media hora y eso me hace apretar el esfínter y hacerme algo de daño me quedo a la vez que el placer acumulado en mi estómago se derrama en la boca de mi sexy amante. Eso me hace bajar la mirada y ver ese sexo con el grifo abierto.


Me lamo los labios y le pido a mi amante que saque el dildo. Se lo arrebato y de manera sensual le hago tumbarse bajo mío. Lamo esos pezones erectos también queriendo darle placer y sentirle muy cerca mío y no solo entre mis piernas. Me acomodo entre esas caderas masculinas y sexys. - te amo, te amo. - digo besándole una y otra vez en el aire.Nuestros sexos se frotan entre sí. Como el mío tarda en endurecerse tras correrse dos veces, enciendo el vibrador y lo uno a nuestros sexos. Los gemidos de ambos son inmediatos y nuestros besos feroces de verás.

Un gemido lleno de placer que le hace arquear el cuerpo, el dildo entre ambos es por demás erotico sus caderas suben y bajan para frotarse

- MI amor... aamm...n-no...estas cansado? - pregunta correspondiendo los besos, apenas dejándolo contestar, pero no podía evitar seguir besándole

- Te amo.. aa... AAAH!!! - vuelve a gemir con fuerza corriéndose de manera basta

Me muevo con fuerza contra el sexo de mi amante, el roce es delicioso y el dildo hace que el calor suba de manera abrumadora. Mi amante no deja mis labios aunque lo agradezco.


El sexo de mi amante se corre con todas las licencias del mundo manchando mi propio sexo y a mi amante. Me estremezco al sentir tanto semen y yo mismo me vengo en un gemido bajito y en menor cantidad que mi amante.

caigo agotado sobre él sin preocuparme de nada más. - Por esto merece la pena que chocobo uno me mate con la mirada. - digo en tono cansado y abrazo a mi amante, mi respiración tarda de verás en calmarse. Mi trasero me molesta un poco, pero nada con lo que no pueda lidiar.

- Era... chocobo... dos... creo... - también estaba agitado pero no de la misma manera que Ethan

- Tres...veces... ese es un record amor - le acaricia la cintura y le recuesta, besando su hombro con cuidado, besando su frente y al ultimo pero no menos importantes, sus labios

- Te amo.. iré a por los jugos - se levanta así en pelotas y con ayuda de las muletas va por los jugos

- de qué se te antoja corazón? - pregunta desde la cocina

- sí... no puedo dejarte tanto tiempo desatendido. - digo bromeando mientras me besa y le retengo un poco cuando le llega el turno a mis labios.


Asiento cuando dice que irá a por los jugos. Me bajo de encima suya y me quedo sentado y guardo el lubricante y dejo a un lado el dildo para irlo a limpiar luego. - Pueees... de melocotón. - digo contento ya más tranquilo.

- Un jugo de melocotón servido - le lanza un pase y el destapa su jugo de mango, se sienta en la cama mirándo la hermosa curvatura de su espalda

- Eres tan bello - pasea un dedo por es pronunciada curva y sonrie por el gesto de su amante

- Dioses... eso...estuvo... genial¡¡ - se recuesta en la cama - ver ese rostro que pones cuando llegas al orgasmo.... me encanta - sonrie de lado - no creí que te corrieras de esa manera solo por una felación... - comenta no en tono burlón sino orgulloso - tan bueno fui?

Lo cojo al vuelo y lo abro dándole un trago con apetito. - gracias, cielo. - le miro interrogante. - deja de decir eso, soy normal. - digo dando un sorbo cuando me hace tener un escalofrío.


Aunque no lo diga con esa intención me sonrojo al oírle y solo digo. - No es evidente? - digo mirando a otro lado y dando un gran sorbo al zumo.