Cacería en la noche de halloween (TakanoxRitsu)

-Asiente al mayor dejándolo ir a su despacho, pese a que realmente quería seguir pegado a el, era como una necesidad de tenerlo por siempre cerca, sentir la piel de sus labios,su voz, sus manos, y esos ojos que desnudaban lo que quedaba de su alma,si es que la tenía-

Gracias, comenzaré a escribir, por fin!! -sonríe bastante lindo, pero como siempre el otro tenía que salir con una de las suyas, entonces arquea una ceja- ¡¡Oye!! -se quejó, pero le dejó ir, frunció el ceño y se metió al baño, murmurando para sí mismo- Gran idiota que se cree que soy su puta o algo..?

-se mete a la tina y se relaja dentro, mientras se lavaba el cuerpo recordaba las caricias animales de su maestro- No entiendo como pude... hacerlo -murmuró para si mismo, acaricia sus muslos internos y siente la mordida que le dio mientras lo hacían, aunque ya estaba sanando por completo- Vaya... me siento.. diferente... -sale del agua y se dirige hasta la habitación colocándose una bata de baño y se sienta en su silla y enciende el computador, comienza a ojear unos libros e imagina que podría escribir sobre un amor imposible-

Pasa la noche y yo he arreglado algunos papeles, facturas, contratos de los sirvientes, algunos pedidos por internet para mi nuevo compañero y demás. Falta 1 hora para el amanecer, apago el ordenador y voy hasta la habitación de Ritsu donde está liado con varios libros abiertos sobre la mesa y con uno sujeto en la mano mientras una pluma estilográfica baila entre sus dedos.

Cuando me oye entrar deja el libro y me sonríe. Se empieza a levantar y de forma natural lo rodeo con los brazos. - Estás bastante ocupado, pero me gustaría estar contigo hasta que amanezca, pero si no es buen momento te esperaré en la cama. - acaricio su mejilla, aún no siendo consciente de que hará lo que yo desee y dándole la posibilidad de elegir como si siguiera siendo el humano que recuerdo.

-Cuando recibe su abrazo sonríe y por supuesto dejó todo a un lado solo por estar con el, le mira a los ojos y responde con suavidad- No importa si estoy ocupado, mi eternidad es tuya ya te lo dije antes ¿no? -toma el rostro ajeno entre sus manos regalándole una caricia muy sutil y besa apenas los labios del otro, había algo que lo atraía de sobremanera a el, no sabía si era el olor de su piel,el sabor de su sangre, lo que sea que fuese lo estaba haciendo adicto al mayor-

-procura otro beso corto en sus labios.- Me siento... agotado... -cerró los ojos un momento, pasó la punta de su nariz por el cuello ajeno, deposita otro beso corto, sus ojos van cambiando de nuevo a ese carmín oscuro típico de los vampiros, lame la zona inconscientemente, guiado por su instinto-

Respondo a esos castos besos suyos. - Lo sé, pero eso no significa que te vaya a privar de toda tu libertad. - se apoya en mí y suspiro por su caricia y por su sed que parece despertar nada más verme. - Hazlo, bebí parte de la sangre que te di, así que es normal que tengas sed. - no sabía que bebiera tanto, supongo que tendré que buscar un donante para él, me chupa toda la energía que consigo. Tomo su rostro entre mis manos alejándolo de mi cuello para ver su rostro roto por un instinto que no puede controlar. Acaricio sus mejillas con mis pulgares antes de que uno de mis dedos baje a su boca y tras acariciar sutilmente su labio dejar que la yema de mi dedo corazón se clave en sus colmillos. Su lengua acude a la sangre por si misma y yo sonrío aunque la angustia tambiñen me invade.

-Su sed despertaba cada vez mas pero siente miedo de hacerle daño, sabía y entendía que estaba abusando del otro pero no controlaba aun su sed- Yo... mejor no -lame la sangre de su dedo y siente como sus sentidos se enloquecen por su sangre, no solo lamió la sangre que emanaba de su dedo sino que atacó los labios ajenos con un beso largo, donde mordió apenas haciéndolo sangrar, haciendo que el beso fuera mas sensual y libidinoso-
-se aleja un poco de su cuerpo, y se tapa el rostro- No se... porque siento esto... es una necesidad extraña, quiero tenerte, probarte, aruñar tu cuerpo.... -se agarra el cabello pero casi enseguida se lo suelta-

Esos besos sangrientos son en verdad agradables. Cuando se separa arrepentido de no poder controlarse. Ladeo la cabeza mirándole con un deje de tristeza no puedo perdonarme él haberle convertido en esto. - Por una parte estoy feliz de esa dependencia que tienes hacia mía, pero por otra... ver como te afecta... lo siento. Este amor, esta necesidad que sientes hacia mí es enfermiza. - estiro el brazo apenas rozando su rostro con las yemas de los dedos. Me hubiera gustado que me amará como humano, aunque sus recuerdos me han mostrado que así era, ahora esos sentimientos se han multiplicado e intensificado, no hay forma de que deje de sentir esto, no del todo. Está obligado a amarme por siempre. Y no puedo dejar de temer que cuando supere su etapa de neófita este lazo se haya debilitado lo suficiente como para que se vaya, después de todo yo lo hice con mi creadora.

Dejo caer el brazo. - vamos a dormir.

-cuando deja caer su brazo pudo sentir el deje decepción en su mirada, y sus gestos, se acerca de nuevo a el y lo abraza fuerte como queriendo fundirse en su cuerpo, y no era la necesidad de su sangre, no soportaba verlo triste ni mucho menos por su culpa- Masamune... -lo besa profundamente en los labios, demostrándole que su necesidad no era solamente su sangre- Amame ... hazme sentir que todo esto es real... -aprieta los antebrazos de su compañero, le mira a los ojos- Me da miedo perderte y perderme en esta sed loca.... pero si de algo estoy seguro es que te amo... -confiesa-

Te amo desde el momento en que decidí besarte hace 5 años... te ame cada segundo de mi vida desde hace 5 años, -agarra sus manos entrelazándolas con las propias- Te amo aunque yo no sepa controlar mi deseo por ti, por todo tu ser... es tan diferente y a la vez tan intenso que no puedo controlarme...

Ese beso, de forma extraña me hace sentir mejor, como si de verdad deseará esto que le he dado, pero... - No sufras, no estoy así por tu culpa... creéis que no tenemos respeto por la vida. No es así, envidiamos lo que tenéis y nosotros ya no, la apreciamos, la observamos desde lejos sintiéndonos ajenos a todo eso que una vez fuimos, algunos acaban con ella de envidia y rencor... pero de alguna manera es una forma de... creer que esto que somos tiene alguna recompensa. Da igual lo mala que fuera tu vida humana, era una vida. - aprieto sus manos entre las mías. - No te sientas mal por mí, estoy muy mayor y le doy muchas vueltas a las cosas. - digo con una media sonrisa para relajar tensión. cojo sus manos de tal manera que puedo subirlas a mis labios juntas y darles un beso. - Sigue queriéndome y estaré bien.

-Escucha sus palabras, y se siente un poco culpable por juzgarlo como lo hizo alguna vez en el pasado, si bien no conocía la verdad real de cada uno de los vampiros, conocía la de su ahora maestro, realmente las cosas son muy diferentes a lo que cualquiera imaginase, asiente cuando le dice que no se sienta mal, su sonrisa le calmaba, entonces volvió a abrazarlo, acaricia la espalda ajena y apoya su mejilla a su pecho,respira hondo y dice- Seguiré amándote... no lo dudes -busca sus labios dando un beso largo nuevamente, al separarse sube sus manos hasta los mechones de cabello que se esparcían por su nuca- Vamos a dormir... realmente estoy cansado -le habla a los labios con los ojos apenas cerrados, dejando ver esa expresión de inocencia y sensualidad a la vez, que sólo el chico sabía poner... aunque esa misma expresión era totalmente inconsciente para el-
-le jala llevándolo a la habitación y ahí se saca parte de su ropa quedando solo boxers se echa a la cama poniéndose boca abajo, su espalda hacía una curvatura muy delicada y sensual.-

Esos besos me traen una paz que pensaba perdida tiempo a y esas caricias y gestos me hacen cosquillas o quizás solo me hacen feliz. Aunque también provoca mis instintos sin darse cuenta de lo fácil que tiene que quiera comérmelo.

Me dejo arrastrar por él y suspiro desesperado cuando le veo tumbado de esa forma tan sencilla y típica, pero tan sensual. Me desabotono la camisa sin apartar los ojos de su cuerpo pequeño, blanco y perfecto. Me subo a la cama apoyando un brazo a cada lado suyo y empiezo a dar besos en la línea de su columna justo donde la tira del bóxers se aprieta contra su piel y subo disfrutando de esa piel y de como se estremece por mi tacto. - Me provocas tanto... este cuerpo debe de ser un pecado. - digo al pie de su oreja ya que mis labios han terminado un primer recorrido por su espalda y besan su hombro a la vez que mis dedo tocan las forma de sus costillas en su piel.

-Su suspiros son evidentes, el solo roce de su tacto generaba una corriente electrica por todo su ser, abre sus orbes verdes y vuelve a cerrarlas, sintiéndose tan bien de sentirlo de ese modo, sus palabras el apenan.- ¿co...como dices eso?... ¡¡no digas semejantes cosas!! -siente todo su cuerpo estremecerse muy evidentemente- no te provoco... en todo caso quien está provocando algo aquí eres tu, dándome esa clase de besos idiota -insulta pero no muy en serio-

-deja salir un par de sonidos de sus labios, mostrándose levemente excitado por las acciones del otro- Masamune... hmmm -un suave gemido se escapa nuevamente de su boca, entonces se muerde apenas los labios-

Te amo ... -volvió a confesar desde esa misma posición se da media vuelta quedando boca arriba pudiendo ver completamente el rostro de su maestro el cual acaricia muy suavemente, mostrando ese lado cariñoso, sensible pero sensual a su vez- de verdad que aun no me creo que estoy aquí en este momento

Rio por la inocencia ante mis palabras pese a lo atrevido de sus gestos. - Lo haces y no te das cuenta. Además, quien se ha quedado casi desnudo ante mí? - muerdo el lóbulo de su oreja antes de que se dé la vuelta. Gime muy bajito, no es algo muy sensual, si no agradable el tener a su maestro encima de él.


Sonrío cuando dice que aún no puede creerse todo esto. - De alguna manera... yo tampoco. Pensé que no nos veríamos nunca más, o si lo hacíamos... creí que me odiarías, aunque siempre supe que esa noche te marco, nunca llegué a tener la certeza de si el amarme sería algo que odiaras o no. - sentir ese calor tan lejano del humano en su piel hace que mi instinto despierte. Antes de que mis ojos se tornen de color rubí me dejo caer sobre su cuerpo abrazándolo y pudiendo esconder la cara en la almohada.

-Sonríe y abraza el cuerpo del mayor que se posa sobre el- No estoy provocandote pero dormir con tanta ropa no me gusta... siento que me da calor... si quieres me puedo vestir -se echa a reír a medias esperando ver su reacción-

No te odié... ni siquiera en el primer momento que vi, sólo sentí algo que me atrajo a ti no se que fue... -sus manos acariciaron la espalda de su maestro de forma suave y relajante, sin intenciones ocultas en esa acción, el lenguaje corporal de ritsu era mas delicado, pero no menos sensual, pese a que no buscaba serlo era algo que salía a relucir solo, es como si sus dotes de coqueteo se hubieran intensificado al convertirse en vampiro-

No se porque me gustas tanto... no se porque siento que tenerte así me calma tanto, has creado una necesidad en mi de tenerte tan cerca que no me importa mas nada -suspira suavemente- mmm

- En qué momento he dicho que me molesten tus involuntarias provocaciones? Si lo he dado a entender me retracto. - digo sonriente logrando volver a la calma por mucho que él pareciera intentar lo contrario con esas caricias. Me aparto mirando su rostro con mis iris de cobre mirando hacia él. - Es... parte de convertirte en vampiro, se irá pasando con el tiempo, mientras me aprovecharé de ello. - me levanto un poco más poniendo el rostro delante del suyo. - qué fue ese sonido erótico?

No lo has dicho... pero no crees que puedo convertirme en tu acosador? -susurra- ese sonido es porque te tengo así de cerca, -acaricia el pecho de su amante, robando un beso suave de sus labios, pero se mostraba realmente desinhibido ante el, pese a que cuando era humano era realmente penoso, ahora también mostraba esa faceta penosa pero era diferente-
-sus besos resonaban con cada roce de la piel de sus labios, sintiéndose al mismo tiempo como su lengua buscaba el contacto de la otra-

Le miro con los ojos entrecerrados después de ese tierno beso que da lugar a uno más largo y pasional, en el que las lenguas luchan una contra otra. Mi mano acaricia su muslo con los dedos agarrándose a la carne que tan a la vista ha dejado el menor. - Si yo quiero, sí. - digo respondiendo a esa pregunta durante ese caliente beso que es el preludio de algo salvaje y que será solo nuestro.

-arquea una ceja y le dice- eh? acaso de verdad quieres que me convierta en tu acosador? -sus besos calientes y sensuales hacían que todo su piel fría ardiera poco a poco, cierra los ojos y gime como si de verdad estuvieran en pleno acto- nghh ahh !!
-Los dedos en el muslo de menor era un arma mortal... provocaba sus mas bajos instintos pasionales, y despertaba algo en el que sencillamente no tenía explicación lógica laguna- Es...esto es peligroso... de verdad puedo enloquecer por ti...

- ¿y qué hay de ti? Has sido quien ha sacado el tema. ¿me acosarás? - digo con sorna.

Después de que dice que puede enloquecer por mí sujeto su barbillas hacia arriba de forma posesiva y dominante. - hazlo, enloquece, lo que sea para que no me dejes nunca.

No lo dudes... -susurró, mientras lo empujaba a un lado y se posaba encima de su maestro, al cual acarició lentamente, sus labios recorrían el pecho del mayor mordiendo de vez en vez, haciendo raspaduras con sus colmillos provocando divina sensaciones en todo su cuerpo, se enfocó en lamer sus pezones al mismo tiempo que movía sus caderas sobre las ajenas, pese a no tener mucha experiencia en complacer al mayor, se adaptaba inexplicablemente a el, su conexión con su maestro era envidiable-

Sin comerlo ni beberlo acabo debajo del neófito que consciente o inconscientemente busca hacer hervir mis sentidos hasta que ellos me lleven sin que pueda o quiera poner resistencia. Diooos, no debería de hacerlo tan bien, es la segunda vez que se acuesta con un hombre. Sus caderas bailan encima de mi cuerpo, procurando que no deje de sentirlas, forzando mi atención hacia ellas. Echo la cabeza hacia atrás conteniendo la respiración por lo rápido que ha conseguido excitarme. - oh, mier...da. ¿te das cuenta de lo que estás haciendo?

No ... se que hago... -dice muy bajito sus ojos verdes esmeralda parecían brillar, retira su lengua de los pezones ajenos y queda erguido, pero sus manos y dedos se quedaron acariciando aquellos pezones vigorizados, el mismo no se reconocía... y mas que su deseo por el otro iba mas allá de la sangre... era su piel, su aroma, sus besos-

-se levantó un momento bajándose el boxer y deja desnudas sus caderas- quiero... que me lo hagas todo el día -su nueva condición había despertado un deseo sexual muy fuerte-

- ah... - jadeo muy bajito al ver el deseo sexual del otro antes de reír entre dientes, menudo amante más complaciente me he encontrado. Me tapo la boca con los labios ante la excitación que recorre todo mi cuerpo, casi siento como mi carne se pone de gallina.


Vuelvo a hacer que se siente sobre mí de manera poco delicada. - No. - beso su cuello antes de morderlo y dejar que la sangre se derrame por esos dos orificios mirándola como si fuera una obra de arte, realmente, lo es en ese cuerpo cayendo lentamente por el bello corporal, pero la perfecta piel no pone ningún obstáculo más que haga que la sangre corra hacia otro lado o se detenga. - Vas a montarme tú y más te vale dejarme agotado, por que si no... ya te puedes despedir de tu trasero por un tiempo porque lo dejaré sin sentidos. - tomo su mano y la llevo hasta mi entrepierna, la tela de mi pantalón forma una tienda de campaña que el menor no debe de tardar en abrir.


Lamo la sangre de su piel dejándome llevar por el deseo que ese inocente rostro me provoca.

-Sus ojos se abrieron de sobremanera al escucharle decir que se podía despedir de su trasero, dentro del chico se generó una corriente eléctrica que lo hizo estremecerse, a su vez dejó entre ver que se había convertido en una especie de esclavo sexual para su Maestro, asiente a su orden- Yo..yo lo haré amo... -susurra a los labios de Masamune, se incorpora un poco y sus caderas comienzan un vaivén aun sin penetración sobre el falo del otro, despertando así completamente el monstruo dormido en su contrario-

-luego abre aquel escondite donde el objeto de su placer y el ajeno estaba esperando ser atendido como se debía, se desliza por sus piernas hasta dejar su boca en frente de aquel falo endurecido y recién descubierto-

-lo saca y desliza sus dedos por toda su extensión su lengua húmeda relamió el glande en la parte inferior luego roza su orificio uretral constantemente con la punta de esta, para mayor espectáculo visual el chico frotó con su mejilla ese ansioso y duro falo-

Cierro los ojos esas caderas balanceándose y frotándose tan lascivamente contra mi sexo despierto hacen más claro y cercano el como me va a montar. Se amolda tan bien a mí que es imposible que esto me vaya a dejar indiferente, por muy inexperto que sea.

Siento entrar el aire en mis pantalones cuando el hombro los abre para hacerse con mi miembro jodidamente erecto. Antes de que empiece a satisfacer mi hambre de él me siento pudiendo ver sin problemas ese rostro hermoso, su sonrojo es tenue, pero sigue dando un toque bien erótico por una inocencia que cada vez queda más en el pasado. Algo que compruebo cuando decide que su mejilla también quiere sentir el calor que a mí me está matando. - arg! ah... ah...

-su boca envuelve todo su falo succionando la punta de vez en vez, para volver a cubrir su totalidad, lentamente subía para sacar el pene de su boca y repentinamente volvía a bajar con fuerza simulando una embestida dura además de ser visualmente pornográfica, sus mejillas estaban ardiendo en temperatura y color, los movimientos de ritsu era demasiado provocativos al punto que las ansias del menor por montarlo eran mas que evidentes, con su mano vuelve a tomar el falo ajeno y masturba con rapidez.-

-su respiración estaba muy agitada los gemido que se escapaban de su boca daban pie a quererlo torturar hasta que se corriera-

-se sube sobre su maestro haciendo que sus sexos se rozaran, el menor posee los labios de su contrario como queriendo comérselos, fuertes sonidos salían de las bocas unidas de aquellos dos-