Cacería en la noche de halloween (TakanoxRitsu)

-era una noche fría llena de ruidos extraños, había una leyenda en el pueblo que en una mansión a la salida del poblado vivía un hombre muy guapo, tiempo después comenzaron los rumores desapariciones, quienes entraban a esa mansión no volvía a salir vivo, o jamás daba señales de vida, un joven llamado Onodera decidió ponerse en marcha a investigar que sucedía en ese pueblo, solo tenía 25 años, y un físico delgado, de rasgos finos y delicados muchos no le tenían confianza por verse quizás un tanto niño para tener la profesión que tenía, pues el era un cazador de Vampiros-
-Su olfato no lo engañaba y sabía que ese tipo de modus operandi era el de los vampiros, se pone en marcha a visitar aquella gran casa-

-Ya era noche y era también el momento perfecto para descubrir al famoso depredador de hombres-

Al despertar miro mi ataúd que está al fondo de la habitación, debería deshacerme de él. en un pueblo que siempre está nublado y una mansión gótica llena de gágolas y arbotantes que impiden el acceso del sol es un trasto inútil. Pero soy un sentimental y no solo he dormido en esa caja de madera, si no que también he viajado durante las horas de calidez y luz gracias a él que no me ha descubierto nunca ni ha dejado que mi enemigo imbatible me alcance con sus mortecinos rayos.


Alguien está escalando la ladera hacia mi mansión, algún aventurero? quizás alguien que busca cobijo en la fría noche y no teme o no cree en nada sobrenatural? ¿un enemigo? Será mejor que me levante a averiguarlo.


La esencia de la noche entrada desentumece mis músculos, dotados de una fuerza y agilidad que pocos poseen, pero llenos de limitaciones que mucha gente puede usar en mi contra. Me visto con unos vaqueros y una camisa llena de costuras de franela y volantes. No es algo muy vampirezco, pero no es la imagen que me interesa dar. Me miro en el espejo, donde mis colmillos alargados relucen como no lo hacen en las pupilas humanas. Paso mi lengua por ellos, la sangre que se acerca es dulce, una virgen? Aunque la constitución de su sangre parece indicarme que se trata de un varón. Giro sobre mi mismo contemplándome en el espejo de cuerpo entero antes de salir por las densas cortinas. Corro bajando la pared como si estuviera andando en el suelo, solo que mi cuerpo se inclina hacia delante por la gravedad que no puede hacer mucho más que dejar que me pose en el suelo suavemente. La sangre de este hombre es deliciosa, es diferente a la de estos pueblerinos, se parece a la de la gente de antes de mi largo descanso. El tiempo ha dejado de existir para mí, cuando los vampiros nos cansamos de vivir dormimos largo tiempo, buscando que la civilización evolucione lo suficiente como para darnos una novedad a nuestras longevas vidas.

El hombre ha terminado de subir y está en una esquina mirando si puede continuar. Me acerco por detrás cogiéndolo del cuello, pero cuando lo voy a morder, veo un collarín de plata que cubre su cuello y me impide hacerme con mi presa. LLeva plata por todas partes, armas para cazar todo tipo de seres sobrenaturales. - Vienes a pedir hospitalidad o algo así? - digo soltándolo, la influencia de la plata hace temblar mis dientes, esperando no haber dado evidencias de ser un vampiro. Llevo años sin luchar y no me apetece despedazar a nadie ahora... - sabes? esto es una propiedad privada.

-Si bien todo parecía estar muy tranquilo, eso la verdad le preocupaba, su cuerpo estaba erizado por completo, lo cual era muy raro en el, siempre solía tener el control completo de sus sentimientos y acciones, sin embargo, esto le daba pie a pensar que con quien se encontraría no era un ser como los que se había encontrado antes, fue subiendo hasta la entrada de la Mansión, de inmediato se hace presente lo que mas sospechaba, con una sonrisa altiva, observa con ojos afilados a la bestia con quien se enfrentaría- vaya... siempre con la guardia en alto? ... -pregunta al mostrarse poco asustado ante su ataque, su olfato no lo engañaba, el hombre frente a el de apariencia muy atractiva de ojos particularmente hipnotizadores, no cabía duda de que ese era su objetivo-

[b]Vaya... no sabía que alguien habitaba esta mansión abandonada ¿acaso eres su dueño?, -respondió con otra pregunta procurando ser mas cauteloso- Pues sólo curioseaba soy coleccionista y pensé que podría encontrar alguna antigüedad que restaurar, me gustan las antigüedades

-nota un poco su resistencia a acercarse de nuevo, y piensa "ha funcionado las protecciones de plata, después de todo están benditas y oradas por los sacerdotes"- Es un tanto raro que un hombre tan joven viva en un lugar como este, ¿puedo saber desde cuando habita esta gran obra arquitectónica?

- así es, protejo con mucho recelo lo que me pertenece. - a pesar de su aspecto... sus manos huelen a sangre, en la oscuridad su piel resplandece por el brillo de la Luna y la hace ver blanca, pero es u blanco vivo, adornado con un rosa suave de sus mejillas. Mi blanco es esquelético, como si mi piel se tratara de marfil y no goza del calor que desprende la suya, pero eso no quita lo hermosos que somos nosotros, los seres de sangre, para los simples mortales. Aunque ha matado a varios de mi especie y apesta a sus cadáveres, el olor de su sangre se superpone al resto de olores que pueblan su esencia.


- O sea, que básicamente, venías a rapiñear. Y sí, las escrituras están a mi nombre, solo parece que está abandonada porque eliminé el servicio de agua, luz y gas, ya que me fui de viaje. - sonrío perverso. - es un tanto raro que no traigas materiales para restaurar.- me doy la vuelta elegantemente, dejándolo atrás, pero alerta por si se me echa encima, pensé que esta forma de alimentarme era buena, pero ya tengo aquí un cazamonstruos bien equipado. - No, no puedes. Lo que puedes hacer es marcharte y dejar este juego. No hice nada para que alguien como tú venga a molestarme.

No es rapiña, pago por ello, si consigo a sus dueños claro está, -se daba cuenta que el mayor lo estaba esquivando de alguna manera, y trato de portarse un poco mas amable, para evitar un enfrentamiento real. ladea el rostro de forma sutil- está bien no vengo a molestarte me gustaría tomar algunas fotos del lugar si fuese posible, -saca su cámara- no te molesta? ....

Disculpa mi mala educación... soy Onodera... Ritsu -le extiende su mano a modo de presentación- ¿puedo saber tu nombre? -si era o no un vampiro no era la cuestión ahora, había algo en ese "hombre" que le atraía, es bien sabido que los vampiros poseen un aroma especial que atrae a los humanos, y esto los ayuda a ser presas fáciles, aunque esta vez el menor estaba jugando con fuego- No tienes que estar a la defensiva... no quiero pelear -aunque el otro se daba la espalda, le siguió- espera no me dejes aquí, no conozco gente cerca, además no tengo posada...

-camina tras el observando esa espalda ancha-

Me paro mirándolo sin volverme. - Mi nombre es Masamune. - carraspeo sin tomar esa mano que me tiendey acaba bajando para ir tras de mí, qué es lo que está haciendo? Me han intentado cazar en múltiples ocasiones, pero está técnica es nueva. Casi parece que está flirteando conmigo. - Puedes sacar fotos del exterior de la mansión. No te lo puedo prohibir. - le miro y mi mirada refleja una advertencia que no es fácil pasar por alto. - En el pueblo hay dos posadas, en esta época del año no deben de estar llenas ni de casualidad. - me giro completamente mirándolo con una mano en la cadera. - No crees que lo que estás haciendo es muy peligroso? Pidiéndome hospitalidad, como si te la fuera a dar gratis. Haz las fotos que quieras y pierdete.

-Estrechan sus manos, y de algún modo sintió una electricidad recorrer esa ligera conexión, sin embargo pudo percibir la frialdad de sus manos, realmente era un vampiro, al mismo tiempo su hostilidad se hizo presente, pero no dejaría que eso le impidiera entrar a esa casa- Mucho... gusto Masamune, estoy algo lejos y a ésta hora es peligroso ir por el camino hasta el pueblo, por favor puedo pagar por la posada... -afirma sin dejar de seguirlo, había algo que no le dejaba alejarse de él - SI eso es lo que quieres tengo dinero para pagarte -su pose al voltearse era realmente elegante-

Además porque tendría que ser peligroso ni que fueras un come hombres ... -lanzando una curva inesperada al otro, y siempre atento a sus reacciones-

Toma mi mano sin consentimiento, una pulsera de plata acompañada de un crucifijo me obliga a tragar saliva para no quejarme. El crucifijo en sí no me hace nada, pero esa plata no me permite tocarle sin que el estómago se me revuelva de arriba a abajo.

Me separo y me sigue... gruño volviendo a darme la vuelta para mirarlo. - No soy tu guía, haz las fotos y marchate. Y no, no quiero dinero. El único págo que acepto es sexo. Como verás dinero no me hace falta. - dig ya que mi mansión no es solo cara, si no que por su antiguedad es un bien de valor incalculable. Dije lo del sexo esperando que se eche atrás. Aunque también estoy bien servido de eso. Aunque lleva siglos siendo aburrido y banal, sin gracia. No hay postura que no haya probado, ni beso que no haya recibido o dado. Con el paso de los siglos lo he hecho todo. ¿por qué sigo viviendo? es lo que me pregunto a veces, pero sé de sobra la respuesta.

-cuando le habla de sexo, se hace para atrás- Oye, ¿como que con sexo? jamás me habían hecho tales propuestas -se indigna un poco, pero se pone un tanto sonrojado- Puedo hacer lo que quieras pero déjame quedarme, aunque nada de sexo, -no entendía que estaba haciendo, el menor ya sabía que se trataba de un vampiro, pero seguía insistiendo- A ver dejo todas mis cosas aquí afuera si quieres -se quita el cinturón que llevaba con todas las armas anti-vampiros-

-EL tiempo comenzaba a ponerse feo, una lluvia se avecinaba, y al parecer estar sería muy fuerte, el viento comenzó a hacerse mas fuerte- Ay no... demonios!! por favor no me dará tiempo de regresar al pueblo! además está casi a una hora de camino y no traje auto... -con cara suplicante le pedía que lo dejara estar ahí-

Le miro incrédulo. Un cazavampiros queriendo pasar la noche dentro de la casa de un vampiro. ¿dónde se ha visto semejante disparate? Pero a pesar del riesgo, ese hombre me empieza a parecer interesante. - No sé porque debería de mostrar piedad cuando tú no la has mostrado con ninguno de mi especie. tsk! No tengo ni idea de lo que tratas de hacer. - y eso, de alguna manera, me pone. - Sígueme, más te vale no intentar nada.


Ando sin esperarle a la entrada principal y entramos. Todo está oscuro que es lo ideal para un vampiro. Pruebo si las luces funcionan y así parece. Unas luces bastante tenues al principio iluminan el gran hall de la mansión que tiene unas majestuosas escaleras que llevan a miles de salas. - Nadie vive aquí a parte de mí, así que comida no hay. - digo y algo cae de su bolsa que cojo al vuelo sin inmutarme. Es un libro bastante usado de la Divina Comedia. - te gusta la literatura? Déjame enseñarte algo. - aunque se había quitado las armas no ha sido lo suficiente ingenuo para deshacerse de la plata y sigo sin poder tocarle. Su sangre me atrae aún más cuando veo su piel iluminada por la luz artificial. Subimos un par de pisos de escaleras de piedra pulida y llegamos a una puerta de madera con relieves de la biblia, cerrada a cal y canto. Entramos en una gran biblioteca que contiene todos y cada uno de los libros considerados como obras de arte, además de pergaminos que no se han visto desde el incendio de la biblioteca de Alejandría. - ¿y bien? - digo encendiendo unas luces que no dañan los libros.

Spoiler:

-cuando le dice que no ha mostrado piedad con ninguno de su especie, nota perfectamente que ambos, han dejado caer sus mascaras, arquea una ceja ceja- No he tenido piedad con los de tu especie porque tampoco la han tenido con la mia -suspira- no discutiré sobre ese tema pues ambos bandos tenemos disyuntivas acerca de nuestras políticas ... y en todo caso alguna vez fuiste humano no es así... -dice asertivo, pero sin querer verse prepotente, deja todo fuera y cuando entran a la casa aquel gran Hall majestuoso, justamente se le cae un libro el cual siempre llevaba a todos lados, y que de alguna forma inspiraba su actual trabajo- si.. si me gusta leer... sobre todo literatura antigua -miró con recelo cuando le pide que le siga pero este le sigue hasta llegar a una habitación que cuando esta es iluminada pareció también iluminar los ojos del chico, su corazón latió fuerte, estaba en su mundo, más allá de ser un cazador era un lector empedernido-

Esto es Impresionante!! -camina hacía los estantes y roza los lomos de los libros con suma delicadeza, viéndose como una especie de caricia sensual para estos, el aura que emanaba Rtisu, era totalmente diferente a lo que en un principio mostró- no me importa si no hay comida -dijo tratando de responder el comentario anterior- Yo... puedo ser feliz sólo leyendo Por Dios!! ... esto es tan... no lo puedo creer -jamás se había sentido en su mundo como ahora lo hacía-
Puedo.. ¿puedo verlos? -con ansias de poder tocar aquellas piezas que no solo eran arte, sino la vida misma para su propia consideración-
-al caminar su pulsera de plata se engancha a un pico sobre saliente de hierro forjado que adornaba el lugar rompiendo así el primer obstáculo o defensa de Ritsu-

- No todos... - siseo. - sí, hace un tiempo lo fui, pero ahora solo soy monstruo. - digo de camino a la biblioteca.


En verdad le gustó pienso escéptico. - Sí, haz lo que quieras. También puedes quedarte los que quieras, tengo varios ejemplares de la misma edición, así que no los echaré de menos. - Cierro la puerta, no con intención de encerrarnos, pero es hermética e impide pasar el oxigeno que daña los libros, ya entró el aire suficiente para él y si no... no importa. Me siento en una silla donde suelo leer. Aunque este arte me gustó en su momento cuando lees todos los libros que existen y se han colocado en los podios más altos, al cabo del tiempo se pierde el interés y la pasión que las páginas desprenden dejan de tener un significado claro en una mente tan antigua. Miro de reojo al humano, no tiene una constitución fuerte, lo que me hace pensar que su punto fuerte es la estrategia en el combate. Eso puede ser peligroso. Parece tan corriente, un ratón de biblioteca, le pega más que cazavampiros. Su pulsera se rompe y ese chasqueo del hilo soltando las piezas de plata llega a mis oídos. Que descuidado. Miro un ejemplar sobre la mesa que está a la mitad. Con letras azules y una cuidada caligrafía reza el título de Madame Bovary. Es el libro que estaba releyendo antes de irme a dormir unos años. Ni si quiera sé cuanto he dormido esta vez. A penas han debido de ser 30 años, la vestimenta de este hombre no es muy diferente de la gente de los 80, y le entiendo perfectamente, por lo que el idioma no ha variado casi.


En verdad es despreocupado. Esas barreras me hacen sentir mal, pero bien podría clavar mis colmillos en la parte de abajo de su mandíbula. De verdad piensa pasar la noche con el vampiro que ha venido a matar? Encima no se ha asegurado bien. Las desapariciones son irremediablemente culpa mía, pero no he matado a nadie ahora. Mi vida, o mi no vida, está, no solo manchada, si no rebozada en sangre. ¿a qué juega? Es algo que me intriga tanto como para no devorarlo.

-esa afirmación de que ahora es un monstruo fue algo que hasta a Ritsu le hizo sentir mal, quien sabe cuantas cosas ha tenido que pasar el otro y estar así tan sólo era terrible, ver pasar los tiempos como si fuese agua, ver gentes un día y luego ya no verlas mas, debía ser doloroso, continuó viendo los libros y dijo en una voz suave- Arigato... -en un agradecimiento sincero, pero se notaba un poco la tristeza en el menor, pese que al otro no le había demostrado nada, Ritsu era un tanto sensible, y era lo que aveces hacía su trabajo aun mas difícil-
-su interés despierta por conocer al mayor, y nota que lee un libro muy clásico- Vaya te gusta leer sobre romances llenos de infidelidades... -le mira de reojo, curioso por saber que estaba pensando el otro- Es una novela muy interesante -replica mientras ojeaba otros libros los cuales iba poniendo los que mas le interesaban a un lado del escritorio-
-la lluvia afuera comenzaba arreciar al parecer era una tormenta que avecinaba, los relámpagos resonaban- Oye...en estos tiempos encontrarse con vampiros es algo muy difícil, y a decir verdad no me gusta matar... -confiesa mirándolo directamente- quiero ser escritor... crear un mundo plasmado en un libro que lleve a cualquiera que lo lea a perderse en ese mundo, y cada página que pase entre sus yemas lo ilusione, lo decepcione y lo vuelva a ilusionar y ser feliz -dijo ilusionado de lograr alguna vez ese sueño, pero provenir de una familia de cazadores, impedía que el pudiera seguir ese tan anhelado y lejano deseo-
pu.. puedo...¿puedo preguntarte algo? -titubea un poco al hablar-

Vuelvo la cabeza mirando su espalda mientras se estiraba para coger un libro. Su repentino gracias me confunde, sé que me agradece por los libros, pero ese matiz triste en su voz me afecta de alguna manera que no entiendo.

Miro la cubierta de Madame Bovary con poco interés. - Al principio se empatiza mucho con la protagonista, pero luego se vuelve una caprichosa de cuidado. Pero las primeras páginas son lo mejor de la novela. - chasqueo la lengua. - Con esa forma de llevar tu trabajo, no vivirás mucho. - viene a matarme, se las apaña para quedarse en mi casa y encima me cuenta su vida... es lo último. Cada vez tengo menos idea de lo que está haciendo.


- Bueno, siempre puedo no contestar. - digo secamente sin mirarle, mientras estiro mis músculos y los hago crujir al estirar las articulaciones.

-Había alguna extraña razón por la cual sentía que quería saber mas de esa persona, por primera vez sintió que había alguien en este mundo que podría llegar a tener ese feeling único con el, se sienta en una de las sillas vacías y le pregunta un poco nervioso- ¿Pues... como te convertiste en vampiro? -cuando le hace el comentario sobre su trabajo, pone una cara de decepción y mira hacía abajo apretándose la tela de pantalón al nivel de sus rodillas- Yo... odio este trabajo, si por mi fuera ya lo hubiera dejado pero no puedo...

estos 10 años de "carrera" no han sido precisamente los mas satisfactorios personalmente hablando... -replica al mayor, y la expresión de decepción en su rostro era indubitable, se notaba que era sincero en sus palabras-

Le echo una mirada penetrante. No quiere matarme, pero lo hará. Sonrío algo sarcástico. - Eso es porque tienes poca personalidad. Para vosotros, los vampiros hacemos cosas imposibles, pero los humanos también hacen cosas imposibles, cosas que creíamos que no seríais capaces de hacer. Tenéis una fuerza movida por unos sentimientos de los que nosotros solo tenemos un recuerdo grabado a fuego. Nuestro corazón, no siente, pero hemos sido humanos, por esto sabemos lo que es sentir y ese espectro está impreso en nuestra alma. Si no quieres matar, solo tú puedes dejarlo. - después de todo me beneficia que no intente clavarme una estaca por la espalda o algo así


-La Santa Inquisición española llegó a sus colonias en américa, donde yo vivía. El fanatismo religioso era brutal desde hacía siglos y cuando llegó al continente en el siglo XVII tenía de mucha fuerza, aunque siempre existió el rumor de que obligaban a confesar a los capturados ser brujos, magos, demonios, hubo varios casos de gente que aseguraba ser sátiros. Estaba cerca la cacería de brujas de Salem también, pero yo vivía en la actual Florida. Una noche salí con una mujer, ni siquiera recuerdo como la conocí, esa noche la apresaron y a ella conmigo por estar en su compañía. Se la acusaba de bruja y a mí de estar hechizado o de aprender sus artes mágicas. El alba traería consigo dos hogueras que la gente se divertiría viendo, sin preocuparse de que ellos mismos podrían haber sido acusados injustamente de brujería o cualquier otro arte negra, empezaba a sonar fuerte el término de necromancia. - mis ojos se pierden en la oscuridad al otro lado de la ventana mientras mis labios se mueven solo describiendo de manera sencilla lo que mi cabeza recuerda de esa noche. - Esa mujer no era una bruja, era una vampiresa. No era buena, pero estaba intentando llevar una vida normal, esta débil ya que no había tomado sangre humana en un tiempo, si esa sangre poderosa hubiera corrido por sus venas y movido a una velocidad imposible sus músculos no la habrían cogido. Me habló de como era ser vampiro y me dio una opción de librarnos del fuego purificador. No dejo ni una gota de sangre en mi cuerpo, él cual cargo muerto mientras escapaba... - su interés en mí parece sincero, seguro que es para buscar alguna historia para una de esas novelas que tanto quiere escribir, aunque no le va a servir de mucho.

-su atención quedó fijada en el mayor, imaginando todas aquellas escenas que le relataba, verse envuelto en una lucha que no le pertenecía, de igual modo sintió que en algo se asemejaban ambos, claro estaba que eran circunstancias diferentes, y razones totalmente opuestas, baja la mirada- Entiendo tu posición, verte envuelto en algo que realmente no deseas por salvar tu vida, es algo que hay cargar por sobrevivir quizás yo no sea el mejor para decir esto, pero admiro esa valentía por superar el temor de una cosa o la otra -sus palabras de aliento siempre fueron reveladas con sinceridad y honestidad por sobre toda las cosas-

Yo... creo que tantos años te han marcado, aunque digas que no tienes corazón si lo tienes... -sonríe- una vez de niño conocí un vampiro, que dijo una vez que encuentre el amor, le entregaré mi eternidad a esa persona y no dejaré que ningún cazador me mate..No lo he vuelto a ver, aunque de verdad espero que haya encontrado a esa persona, es facil decir que quiero zafarme de todas las ataduras de ser lo que soy, pero no es así -recalcó- tengo mucho que pagar y hasta ahora es lo único ha satisfacido a la familia que me acogió

Han dedicado absolutamente todo para que yo sea su sucesor, pero no se si quiera seguir manchándome las manos de sangre... aunque ustedes sean seres vivos o monstruos, hay quien como aquel vampiro que solo quiere encontrar su razón de existir ... yo creo posible eso aunque me digan ilusom -sus ojos se mostraban fieros y valientes-

- Esa noche sabía que iba a morir de una forma u otra, tenía la esperanza perdida y solo pude aceptar aplazar el juicio final. Visto así no suena tan valeroso ni nada, no crees?- sonrío a medias, de nuevo, algo sarcástico. Que un cazavampiros busque sentimientos nobles en un ser de noche y pesadilla es algo graciosos. - Pero me parecía todo tan injusto, que solo podía decir sí a ese acto, por mucho que me hubieran enseñado lo diabólico que era.


Mis venas rugen, hambrientas, es la hora de cenar, cuando los humanos duermen y sus ojos no ven lo suficiente antes de que mis colmillos se afilen y les arrebaten la sangre. Le miro con un tinte hambriento en mis ojos. - Menudo cazador estás hecho. Aunque te hayan criado como uno, no tienes madera para ello. Solo deberías dejarlo, siendo tan sentimental matar debe de ser un auténtico suplicio. Si esa gente te ha dado una vida, no es para que ellos la usen como crean, sino para vivirla a tu madera. La vida es algo muy preciado, no deberías malgastarla en algo que no quieres. - me levanto alisándome los pantalones con las manos. - Tengo que salir... te enseñaré tu cuarto, pero puedes quedarte en la biblioteca el tiempo que quieras. - sed, tengo sed.

Siempre tienes que poner las cosas de la peor manera no? -sonríe a media- Aveces pienso que ustedes cazadores... vampiros, tienen la misma mentalidad... -aunque hablase de esa manera sobre los cazadores, el mismo no se consideraba uno, era un poco idealista y por lo tanto aun quedaban rastros de inocencia en el, no se percata del modo en el cual lo mira, se había relajado demasiado pero aun le quedaba la protección en su cuello, pero sus muñecas estaban sin protección-

Gracias... -le dice por dejarle quedar- No voy hacerte nada... no quiero matarte, tampoco te puedo impedir que comas... pero acaso tienes que matarlos? -pregunta preocupado por los aldeanos- acaso no puedes beber lo necesario sin tener que hacerles daño? -dijo asertivamente pues su necesidad de salir era seguramente esa-

-baja de nuevo su mirada- por supuesto que es un suplicio... no es nada lindo tener vivir luchando y matando

- Tonterías, un humano no puede tener el mismo punto de vista de un vampiro.- sentencio.

me acerco a él. Con mis afilados dedos elevo su barbilla hacia mí mirándole a los ojos. - En ningún momento he dicho que los haya matado. Antes de asignar un caso deberían de investigar quien es el culpable y todos los matices que tienen las desapariciones. Que esa gente haya desaparecido no significa que las haya matado. Son mis víctimas y no puedo dejar que sigan en el pueblo después de que me vieran. Solo las desoriento y les hago ir a otro lugar donde puedan empezar de nuevo y las marcas de mis colmillos habrán desaparecido para entonces.- acaricio su mejilla antes de dejar que su mentón caiga y librarle del encanto de mis ojos castaños. - Sé lo importante que es cada vida, no he arrebatado ninguna por mi propia subsistencia desde que me di cuenta de ello... Después de todo, es lo que perdí y nunca podré recuperar. Por eso mismo te digo que no dejes ir tu tiempo en satisfacer a otro.- me arreglo despreocupadamente los puños de la camisa.- Acompáñame, te enseñaré tu cuarto. Mueve el culo. - digo llegando a la puerta antes de que se dé cuenta.

-se enoja cuando le habla y le reprocha de ese modo, por ser mucho mayor, o por ser vampiro el otro sencillamente estaba dando por sentado las cosas sobre lo que el chico creía- Vaya... y porque estás seguro de que no piensan igual, ¿acaso has conocido algún cazador experimentado que te diga lo contrario? -tratando de ponerlo en su lugar diplomáticamente, aunque casi de inmediato el otro se acercó peligrosamente, rompiendo su espacio personal, y por instinto se tensa, mueve su barbill, evitando un poco esa caricia que le estaba dando, viendose un poco altanero y desafiante con el vampiro- En todo caso, esas personas tienen familias precupadas por ellos -indignado pues al otro np le interesaba pero ni un pepino, quería replicarle y decirle sus verdades, pero ahora estaba literalmente en su terreno, y hacerlo sería peligroso aún así no se pudo callar, y peor aun le dice que mueva el culo como si nada con esa clase de confianza-
OYE!!!!!!!! no creas porque tienes mas experiencia que yo, te la sabes todas -camina hasta la puerta con el y le señala con el dedo índice- No me trates como a un mocoso y como si no supiera de lo que hablo, porque si lo sé, además detente aun que sea un poco, a pensar que esas personas tampoco merecen perderlo todo -se calla y mira a un lado con un sonrojo en sus mejillas por el enojo-

Le miro amenazante, mis pestañas del párpado superior se rozan con las del inferior en una mirada que a penas si deja ver un brillo rojo y negro en mis ojos antes marrones. - No hay que ser muy listo para deducir que si, los humanos nacidos en diferentes lugares del mundo; ya tienen diferentes costumbres, creencias, religiones, reglas sociales y demás parafernalia, si a pesar de pertenecer a la misma especie por meras diferencias raciales y físicas ya os dejáis llevar a guerras sin sentido y no lográis poneros de acuerdo tras más de 4000 años viviendo y compartiendo el planeta. No necesito hablar con ningún cazador, por naturaleza somos contrarios, ellos están vivos, mi especie no. Todo en nosotros funciona de diferente manera, nuestro cuerpo no se mueve de la misma manera, nuestros ojos ven cosas que vosotros no queréis ver, la forma de percibir el mundo de unos y otros es bien diferente.

Chasqueo la lengua molesto. - ¿te crees que no sé eso? Sé que soy cruel, inhumano. Viviendo la vida que les robo a otros al chupar su sangre. Tomando lo que me quitaron tiempo atrás, pero nunca es suficiente. - cierro los ojos quitando esa mirada de encima suyo. - Creo que te estoy tratando con el debido respeto y he sido amable, dentro de lo que puedo te estoy tratando como a un igual, lo menos que espero es un poco de respeto por tu parte también.

-baja la mirada se sentía algo impotente, y el mayor tenía gran parte de razón, notó la molestia ajena, pensó en irse pese a la lluvia- creo que debería irme... -aunque el otro había sido muy amable,esa corazonada de que quizás el podría ser como aquel vampiro que conoció de niño se desvaneció, al mismo tiempo que no admitiría que Masamune estaba en lo correcto, sin embargo ese brillo rojizo en sus ojos, le hizo estremecerse, nunca antes había socializado con otro vampiro excepto del que conoció de niño, había algo que lo atraía al mayor, quería quedarse pero dada las cosas del momento no era lo mejor-

Si.. has sido amable -reverencia- gracias... pero mejor me retiro no importa la lluvia -se dirige a la salida, dejando los libros a un lado pese a que quería llevarlos consigo-

-de algún modo huía de la realidad, aunque era un cazador conocer mas a fondo esa perspectiva viva de los vampiros era un poco doloroso, también era cierto que los cazadores y humanos no querían ver esa perspectiva, y el mismo era la prueba- Siento haberlo molestado procuraré no estar en su camino

Alzo una ceja escéptico y le doy alcance antes de que salga. - ¿por qué siempre hacéis lo mismo? Quieres quedarte, no? Entonces por qué? Por qué rechazas mi hospitalidad? - la plata me forma un nudo en el estómago. - Me sentiría mal si salieras a la intemperie ahora y más con lo descuidado que eres. Has perdido ya algo de plata mientras fantaseabas con los libros. - se mira las muñecas con asombro, rio suavemente ante la inocencia que muestra a pesar de ser un asesino. Tengo el irrefrenable impulso de ver su cuerpo desnudo, de seguir viendo su rostro ilusionado, como cuando le dejé ver las novelas. - Quédate esta noche conmigo, no cazaré si así lo deseas.

-sus palabras le sorprenden, baja la mirada por pena a rechazar su oferta, se sintió un poco mal educado, entonces se retracta de su decisión- Yo.. está bien... no me iré no quiero que pienses que no aprecio lo que haces por mi -cuando se da cuenta que le faltaba plata se asusta un poco, el problema estaba en que su collar no era lo suficientemente fuerte para contra-restar cualquier ataque, aunque hasta ahora el mayor no había intentado nada, así que bajo la guardia-

Yo... ¿estas seguro que no te molesta que me quede?, creo que he de caerte un poco pesado por todo lo que hemos discutido...

-esa mirada salvaje pero sutil a la vez estaba provocando algo en el, seguramente por no tener suficiente protecciones estaba cayendo en las redes del vampiro-