El amor duele (Priv. Eiji-chan)

Se acercó a mí y escondió su rostro en mi cuello. Yo solo sonreí. Entonces dijo eso, y yo hice un puchero.

- ¡Hey! ¿Estás diciendo que hablo demasiado? - pregunté aún sin dejar el mohín. Pero él rió y me robó un besito. Luego puso cara de "Yo no fui" y cedí, volviendo a sonreír divertido. Después comenzó a decir que no era malo, y un montón de cosas que me hicieron ponerme rojo de nuevo.
Desvieé la vista y reí tontamente, Kami, Wata-chan me hacía sonrojar tan fácil....Respiré hondo y traté de calmarme, entonces le encaré y sonreí juguetón.

- ¿Crees que mis ojos son....b-bellos? - Tartamudeé, no podía negar que me había encantado que dijera eso, pero me ponía aún más apenado. - ¿Sabes? E-eso es lo que yo pienso de los tuyos...- agaché el rostro para que no pudiera verme como semáforo en rojo.

Revolvió mi cabello y dijo que quería verme feliz. Asentí.

- Te amo, aunque seas un roba líneas.- Entrelacé entonces de manera rápida su meñique con el mío, mientras sonreía de manera infantil.- Prometamos que siempre estaremos felices ambos, sin importar qué suceda...¿de acuerdo? - Dije mirándolo fijamente a los ojos después de sentir su beso en la nariz. Si fuera más alto se lo hubiera devuelto, pero mientras se agachaba, era lo único que podía hacer.

Entonces sonreí tiernamente mientras otra ráfaga de viento entraba a la habitación. Llevé la vista a la ventana, y luego a Wata-chan. Lo miré fijamente y tímidamente, murmuré:

- Tengo frío, Nya....

Entrelazó mi dedo meñique con el suyo, diciendo que hiciéramos esa promesa. Amplié los ojos y, como si de un flash back se tratase, la Señorita Yuuko apareció frente a mí, cuando me dijo que las promesas de meñique no eran un juego como parecían... Volví al presente al oír su voz, y luego de mirarlo un momento, sonreí, asintiendo.

-Prometido. - Dije alegremente. Él también sonrió, y entonces una fuerte brisa entró por la ventana. Lo vi tiritar un poco, y cuando me miró a los ojos, sentí que el corazón se me aceleraba. Tengo frío, tartamudeó. Sonreí, y estiré mis brazos hacia él, alejándolo de la ventana y acorralándolo en la pared de al lado, acercándome mucho a él. - Yo te daré calor... - Susurré en su oído seductoramente, con una media sonrisa en los labios.

Etnonces me abrazó y me llevó hasta una pared. Susurró en mí oído que me daría calor y lo miré fijamente, sonriendo.

- Por favor- pedí, mientras lo abrazaba.- Y gracias, Wata-chan. La verdad es que un abrazo tuyo me vendría de maravilla - murmuré riendo mientras me frotaba los brazos. Entonces me acerqué a la ventana y la cerré. - Creo que está mejor así....¿En qué estábamos? Ah, sí...- me giré- En que Wata-chan va a darme un abrazo, Nya -.

Corrí a él y me rodeé con sus brazos, dando un pequeño beso en cada uno.

- Wata-chan es muy calientito..- dije de manera infantil, cerrando los ojos y sentándome en la camilla, sin romper el abrazo.

Me quedé de piedra cuando fue a cerrar la ventana, y un aura depresiva me cubrió por completo. "T.T Por qué, Kami-sama... ¡¿Por qué?!" Reaccioné cuando volvió a abrazarme y me llevó a sentarme con él en la camilla. Suspiré por su inocencia y al final sonreí, haciendo que se sentara en mis piernas, dándole un corto beso en los labios.

-Me encantas... - Susurré sobre sus labios. Y es que sí, me encantaba. Me encantaba esa inocencia suya que me hacía enamorarme cada día más de él.

Me senté sobre sus piernas, y me giré, quedando frente a él. Yo lo abrazaba por la espalda, y el me rodeaba por completo con sus brazos. Me besó y luego susurró algo sobre mis labios. Me sonrojé y le di un golpe suave.

- Baka...- suspiré sientiendo sus labios tan cerca, como embobado. ¿Me iba a besar o qué? - Entonces tú...me encantas al doble, al triple y a lo que venga después...- dije soltando una pequeña risita divertida.- Y no se valen replicas, Nyaja~ - canturreé feliz.
Tomé su rostro entre mis manos de manera lenta ylo pegué al mío.

- No hagas eso...- susurré cerca de la comisura de sus labios.- Wata-chan...bésame...- pedí de manera seria, entrecerrando los ojos.

Sonreí cuando dijo eso y rió así. Pero entonces, cuando tomó mi rostro entre sus manos y dijo aquello... Uy.

-Será un placer... - Susurré. Acerqué mis labios a los suyos, primero como una simple caricia, lento y suave, luego más y más apasionado, hasta que se volvió uno de esos besos roba-aire que me encantaban. Suspiré entre el beso mientras tomaba su rostro entre mis manos, introduciendo mi lengua en su boca y acariciando cada parte, embriagándome de su exquisito aroma... y sus labios.

-Eiji-chan... - Suspiré. - Te amo... - Susurré mientras acariciaba sus piernas lentamente. ¿Era mi idea o hacía mucho calor? "Qué pervertido soy xD".

Entonces su lengua de nuevo entró en mí. Cada rincón fue acariciado por ella. Maldito pervertido que era mi novio.... Sus manos se posaron en mi rostro y solté un gemido cuando le oí suspirar. Al separarnos mi cara ardía y él me dijo que me amaba.

Asentí, respirando agitadamente, aún con los ojos entrecerrados. Comenzó a acariciar mis piernas y cerré rápidamente uno de mis ojos mientras me tensaba.

- Hey...- llamé divertido.- ¿Dónde estás tocando, Eh? - pregunté de manera traviesa, mordiendo su labio inferior. Estaba bien provocarle de vez en cuando...¿no?

Reí al oírle decir eso, y lo miré de manera seductora.

-¿Dónde crees tú que lo estoy haciendo? - Murmuré besando su cuello, mientras subía mis manos hasta llegar a sus muslos. Lo oí gemir y sonreí satisfecho. - Mmm... parece que ya quedó claro... - Murmuré divertido, mirándole coquetamente.

Preguntó de manera inocente y besó mi cuello. Sentí sus dedos subir a mis muslos y cerré los ojos soltando un corto gemido. Él contestó de manera coqueta y socarrona. Yo sólo le saqué la lengua y enredé mis piernas en su cintura, sin dejar de estar sentado en él.

- Hentai Wata...- comenté enredando mis dedos en sus cabellos. Sentí sus labios en mi cuello y rostro dejando aquéllos besos sensuales y húmedos que me daba en ciertas ocasiones. Lancé mi cabeza hacia atrás, y pude sentir su risa de satisfacción, pero estaba demasiado ocupado en sentir cómo me besaba que en ponerme a reclamarle. Comencé a soltar más suspiros y cerré mis ojos, sintiendo aún sus caricias en mis muslos.

Entonces, rápidamente me tensioné, y levanté la cabeza. Wata-chan empezó a besar mis hombros y yo posé mi mano en sus labios, mirando al frente. Él me preguntó que pasaba y yo puse cara de espanto.

- Alguien viene...- él dijo que no oía nada y yo me tiré en voladora a la cama, tomando su mano y poniéndola en mi cabeza.- Acaríciame, Wata-chan...- me miró extrañado pero obedeció. Entonces los pasos de alguien se hicieron audibles y la puerta se abrió de un portazo mientras yo cerraba los ojos.

La enfermera nos miró, y sonrió, tomó unas llaves y salió. Cuando sentí la puerta cerrarse suspiré y me senté.

- ¿Qué? - pregunté divertido, no por nada tenía los mejores reflejos del Seigaku.- No me mires así....es sólo que no quiero que nadie se entere de lo que hago contigo- reí, volviéndome a acercarme a él para besarlo.- Bueno, no de esta manera.... - cuando me separé lo miré fijamente.- ¿Estás enfadado, amor?

Reí por lo bajo al oír su comentario, pero no dejé de acariciarlo en ningún momento, y suspiré al sentir sus dedos enredarse en mi cabello. Comencé a besar su cuello con besos cortos y sensuales, y reí socarronamente cuando echó su cabeza hacia atrás, dándome más espacio. Eiji-chan no dejaba de suspirar y me tenía loco, pero entonces se tensionó, y yo lo miré extrañado.

-¿Qué sucede? - Pregunté algo preocupado, y me asusté aún más al ver su cara. Me dijo que venía alguien, y yo lo miré extrañado. - Pero si yo no ogio a nadie... - Murmuré tratando de que se calmara. Es que quería seguir ¬¬ Pero entonces se tiró casi volando a la cama, dejándome atónito y tomando mi mano para luego ponerla sobre su cabeza. Me dijo que lo acariciara, y yo lo miré como si le hubiera crecido una segunda nariz, pero simplemente lo hice. Seh, nuevamente yo y mi macabeismo -o-

Entonces sentí que la puerta se abría y me giré como activado por un resorte. Vi a la enfermera, me sonrió, tomó unas llaves y se retiró.............. Me giré hacia Eiji-chan y lo miré con no sé qué cara de WTF?!. Él sólo rió y me dijo que no lo mirara así, que no quería que supieran de lo que hacíamos. Yo aún no reaccionaba. Me besó y se corrigió, y entonces me preguntó si estaba enfadado. Pestañeé un par de veces, y entonces, simplemente comencé a reír. Me reí a carcajadas, sentándome en la camilla y cubriéndome los ojos con una mano. Me preguntó que qué me pasaba, y entonces lo miré, sin dejar de reír. - E-Es que... jajajaja, es que fue como... - No podía hablar, tenía un ataque de risa tremendo XD. - Es que fue como de película, no sé XD - Dije entre risas, tratando de calmarme. Pero es que no podía; había sido demasiado bizarro.

Entonces él comenzó a reír. Y lo miré extrañado mientras preguntaba qué pasaba, pero él siguió riendo y dijo algo más. Me encogí de hombros y suspiré.

- Lo que digas, amor. Lo que digas...- volví a sentarme en sus piernas y enredé de nuevo mis dedos en su cabello, mientras lo miraba fijamente. Paró de reírse y sentí sus manos rodear mi cadera, así que yo rodeé su cadera con mis piernas. En parte, para no caerme. - Oye Wata-chan....te amo...- dije rozando mi nariz con la suya mientras cerraba los ojos.

Sentí que volvía a besarme y sonreí negando con la cabeza, es que Wata-chan era tan....Suspiré y decidí quedarme callado, mientras soltaba una pequeña risa juguetona.

Sentí que se sentaba en mis piernas y paré de reírme en seeguida. Me llamó y me dijo que me amaba, a la par en que yo rodeaba su cintura con mis brazos. Sonreí y me acerqué para besarlo nuevamente, pero con suavidad, mientras lo acercaba más a mí. Sentí que se reía y me separé un momento, mirándole a los ojos.

-¿De qué te ríes? - Pregunté con un puchero infantil en el rostro. Entonces sonreí de medio lado y lo acerqué aún más hacia mí, medio recostándome en la camilla. - ¿Sabes? Te ves hermoso cuando estás feliz... - Susurré subiendo mi mano derecha a su rostro para apartarle algunos mechones de la cara. Entonces reí.- Bueno, te ves hermoso todo el tiempo... pero cuando sonríes te ves aún más hermoso. - Luego sonreí pícaramente. - Aunque déjame decirte que cuando te apasionas... - Hundí mi rostro en su cuello y lo besé. - Te ves completamente espectacular... - Susurré.

Iba a responderle de qué me reía cuando me interrumpió. Lo miré atentamente y mi cara se tornó roja a medida que hablaba. Apartó unos mechones de mi cara y yo posé mi mano sobre la suya mientras sonreía levemente.

- N-no es para tanto...ya te he dicho que si alguien es hermoso aquí...eres tú, Nya.... - murmuré riendo torpemente, avergonzado hasta la médula. Entonces susurró algo más y hundió su rostro en mi cuello para besarlo.- ¿Có-cómo...? Es...bueno...ajajajajaja...yo...yo...- Me tapé la cara con ambas manos y me bajé de sus piernas, girándome para que no me viera.- ¡Wata-chan eres un pervertido! ¡Pervertido, pervertido, pervertido!- dije varias veces aún sin destaparme el rostro.

Reí ante su reacción y me bajé de la camilla, caminando hacia él y abrazándolo por la espalda, volviendo a hundir mi rostro en su cuello.

-Mmm... lo sé... - Susurré juguetón, comenzando a acariciar su torso con sensualidad. - Pero amor mío, tú tienes la culpa, por ser tan lindo, y sexy, y endemoniadamente sensual y... - Me detuve riendo cuando noté que estaba rojo como un semáforo en alto. Lo di vuelta por los hombros y lo abracé esta vez con ternura, sonriéndole fascinado. - Me encantas... ¿lo sabías? - Susurré.

Me abrazó por atrás y comenzó a acariciar mi torso. Escuché sus plabras y negué con la cabeza de manera rápida.

- E-esoo....n-no es cierto, Wata-chan...Estás mintiendo..yo..yo..-tartamudeé sin saber qué más decir. Estaba tan rojo que de seguro parecía carpa de circo. Respiré hondo tratando de calmarme y me giró por los hombros me abrazó y dijo otra cosa que solo me hizo aumentar el color de mi rostro.- No..lo sabía....- respondí.

Sonreí un poco más calmado y lo abracé fuertemente.

- Gracias...- susurré cerca de su oído, para besarlo tiernamente.

Dijo que no lo sabía, y entonces sonreí tiernamente.

-Pero es verdad.. - Susurré. Entonces me dedicó una de sus hermosas sonrisas y me abrazó con fuerza, para luego susurrar un "gracias" a mi oído y me besó. Me estremecí y luego sonreí divertido, apresándolo entre mis brazos y mordiendo juguetonamente el lóbulo de su oreja. - ¿Tienes hambre? - Susurré, colando mis manos bajo la tela de su camisa. Me aguanté la risa al oír que tartamudeaba, y entonces comencé a besar su cuello. - Digo... no hemos comido nada desde... - Reí. - Ya sabes... - Dije divertido. - Así que supuse que tenías hambre, amor... - Me separé de él y lo miré entre divertido y seductor a los ojos. - ¿Y bien? ¿Tienes hambre? - Pregunté.

Me abrazó aún más fuerte y mordió el lóbulo de mi oreja. Llevé mi mano a ella y oí su pregunta. ¿Hambre?

- E..P-pus...yo..yo...creo..que- me detuve al sentir sus besos en mi cuello. Rió y me miró a los ojos después de colar sus manos bajo mi playera. Negué, la verdad ni había pensando en el hambre con todo lo que había pasado. Suspiré al sentirle acariciarme y cerré uno de mis ojos.- Y...Y tú..¿Tienes hambre?- susurré.

No pude retirar mis ojos de los suyos, siempre que lo miraba quedaba en trance. Me mordí el labio inferior cuando bajo a mi estómago y me tensé un poco. aldición, ya estaba empezando el hentai de Wata-chan. Si seguía entonces..... Mi cara se tornó de nuevo roja y cerré los ojos, recostando mi cabeza en su pecho.

Tartamudeó y yo volví a reír por lo bajo, observando sus ahora demasiado rojas mejillas. Seguí acariciándolo y me mordí el labio cuando suspiró. Entonces me preguntó si tenía hambre, mirándome directo a los ojos. y Y sonreí de medio lado socarronamente cuando al bajar mis caricias se tensó, y luego cerró sus ojos y apoyó su cabeza en mi pecho. Reí un poco y lo abracé, acercándome a su oído sensualmente.

-Sí... mucha hambre... - Susurré coquetamente, resaltando la última palabra. Suspiró y yo volví a aguantar la risa. Entonces miré nuevamente la hora y me di cuenta que ya eran las cuatro de la tarde. Fruncí la boca indeciso y miré esta vez hacia la puerta. Resoplé. Bien, si alguien nos veía haciendo lo que yo ya tenía en mente... Me reí interiormente. Sipis, de seguro nos iría muy mal. Con un suspiro me separé de él y lo miré con una sonrisa, acariciando sus rojos cabellos. - ¿Te parece si volvemos y preparo pasta? - Pregunté mientras lo veía a los ojos. Reí al ver que se sonrojaba un poco más y ulego me golpeaba débilmente en el hombro. Me hice el sorprendido y me tapé la boca con ambas manos, exagerando un gesto de indignación. - ¿O a caso estabas pensando alguna otra cosa de tu inocente e ingenuo novio? - Pregunté aguantándome las ganas de reírme a carcajadas.

Suspiré y el miró a la puerta y luego al reloj, o quizás en el orden contrario, no lo sé, no le presté mucha atención a eso. Se separó de mí y acarició mi cabello. Dijo que regresáramos y que haría pasta, fruncí los labios y le golpeé debilmente en el hombro. ¡Era un completo desgraciado!
Se hizo el sorprendido y yo resoplé frustrado, entonces una idea nada inocente cruzó por mi mente. Sonreí de manera traviesa.

- Hoi Hoi...- susurré debilmente- Pensé que seguirías...ya sabes, por aquí....- tomé su mano y me rocé solo una pequeña parte de la contura hacia abajo con ella. Reí al ver su expresión y salí corriendo del cuarto.- Pero si tienes tanta hambre, regresemos y comemos pasta, Nya...- dije divertido sacándole la lengua en el marco de la puerta y emprendí carrera al ver como salía tras de mí.

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++FIN DEL TEMA++