buscando la ola perfecta (libre)

- No es una fería pero es .... digamos que ya me he acostumbrado - dice y despúes se detiene a conversar con la operadora, pidiendo pastel de chocolate obscuro, colgando después

- Bien, yo comeré postre... - dice caminando hacia el sofá sentándose mientras observa al chico, si el gato quería podría comer también para el no era molestía en absoluto

- Por cierto tu ropa será llevada a lavar, así que mientras te la traen deberás quedarte aquí - no era pregunta, ni siquiera una consulta, era total y rotunda afirmación, se recoger el cabello asi se veía más atractivo, en su cuello algunos signos antiguos, pero que no parecían tatuados, era como si estuvieran en su piel como marcas de nacimiento.

- Y dime...porque quieres estudiar a egipto?


>>A: Descansa

Me quedo en la silla, mientras él se dirige al salón de la habitación y se sienta en el sofá
-Ah si, bueno, es un bañador, con mojarlo y ponerlo a tender bastará...Mientras tanto con la toalla me vale XD- Me rio jugueteando con un mechón de mi pelo. Le veo recogerse el cabello negro azabache, tan oscuro en contraste con mi azul brillante, y tan largo...
-Tio tiene que haberte costado una barbaridad dejarte crecer el pelo! Yo no puedo.-Digo miránome un mechón.Luego me pregunta por mi carrera. Me levanto de la silla emocionado empezando a hablar y a andar en círculos por la habitación

-Pues está clarísimo!! Porque Egipto es fascinante! Tanta cultura, tanta historia y tantos enigmas sin resolver! La construcción de las pirámides, la esfinge, los templos...Sus conocimientos arquitectónicon eran algo flipante! ¿Y sus creencias? Es la parte que más me gusta, los ritos sagrados, las ofrendas..¡Todo! Tú siendo egipcio deberías saberlo más que nadie.- Sin quererlo, he llegado al sofá donde está él, y sin poder evitarlo, me fijo en unos signos de su cuello

-Anda, ¿Y esto? No parece tatuaje....-Sin pensármelo mucho le toco los símbolos...Parecen insertados en la piel...Como marcas de nacimiento

Sonrie al escuchar como se expresa de su pueblo, le miraba con atención, hasta que toca su piel, se aparta con algo de rapidez pero sin brusquedad

- Si... son marcas de nacimiento - susurra para el menor y sigue con la charla

- Eres bastante curioso para tu carrera eso es bueno, aunque debes recordar algo del antiguo egipto... - sonrie con algo de misterio y un brillo extraño en sus ojos aparece, pero como un flashaso

- Hay cosas que los antiguos no quieren que se sepan... y muchos han muerto por ello... la curiosidad mató al gato.. no lo olvides

Recojo la mano al notar como se aparta...Ostras, quizá he metido la pata al tocarle las marcas-Ah, perdona, oye no quería ser en plan indiscreto va? Que si te he molestado lo siento tio- Me disculpo

-Venga ya! Ni que hubieras estado en el antiguo Egipto! XD - Creí que me estaba haciendo una broma. Entonces llaman a la puerta. Será seguramente el servicio de habitaciones

-Ya abro yo-Digo mientras voy a la puerta. El camarero me da un plato con tarta de chocolate negro

Le observa ir por el pastel y se levanta para darle la propina al botones.

- Gracias - dice cerrando la puerta al tiempo que el menor deja el pastel en la mesa pues también se habían llevado lo que quedaba del servicio anterior

- Quieres un poco? - pregunta caminando hacia la mesa para comer el postre

- Con respecto a lo anterior no me disgusta que toquen mis marcas... no es nada del otro mundo - aclara para que el otro no se sintiera mal o algo por el estilo.

- Y claro que he estado en el antiguo egipto... nací allí... en Behedet - dice como si nada mientras le sirve al chico un trozo de pastel, era alta repostería y el sabor era delicioso

Llevo el plato a la mesa mientras el camarero se lleva lo que ha quedado de la comida. Me pregunta si quiero postre
-No, gracias...-Tarde, ya me lo ha puesto en un plato-Bueno, pues vale- Me siento en una silla, con las piernas recogidas, escuchando sus palabras mientras mi cola se mueve suavemente, y mis orejas hacen un pequeño "Tiqui tiqui" con curiosidad. Entonces algo en sus palabras me llama la atención

-¿Pero de qué hablas? Es físicamente imposible que tú hayas nacido en el antiguo Egipto! Osea, ¡Estarías muerto! Me estas tomando el pelo y no cuela tio, no soy tan tonto. Nadie puede vivir eternamente- Sigo creyendo que me está vacilando.

- Los dioses si... - dice de manera enigmática, podría tomarse como verdad, o podría tomarse como una broma, no obstante simplemente se dispone a comer su pastel.

- Por cierto... donde naciste? - pregunta para cambiar de conversación pues seguramente si seguían el otro le tomaría de loco, o peor aún aseguraría su locura y escaparía de ahí. Miraba con atención cada rasgo del mínino además que esas orejas le parecían interesantes.

- Te molesta si toco tus orejas? - siempre era amable, al menos cuando ya convivía con las personas un poco más de la primera impresión, su mano se acercaba hacia las orejas del menor, eran grandes y fuertes.

-Ah si bueno, pero los dioses son un mito, ¿No?-Le digo despreocupadamente. Me meto un trozo de pastel en la boca. No estaba malo, el chocolate negro no era mi preferido, pero tampoco era insoportable. Tengo la boca llena y me cuesta hablar un poco

-Fhi cladho-Le invito a que toque mis orejas. Me acerco al sofá donde está sentado, y me siento al lado, dejando que me toque. Al sentir el tacto mis orejas hacen un movimiento curioso, agachándose, pero dejando que me acaricie. Sin quererlo un pequeño ronroneo se escapa de mi garganta

- Fascinante... - susurra al escuchar el ronroneo del menor, deja su plato en la mesita de centro y le atrae hacia si, sin darse cuenta le habia dejado sentado sobre sus piernas, acariciando aquellas orejas con sin igual curiosidad.

- Los gatos, aunque no muy de mi agrado debido a raza - dice sin darse cuenta que también eso sonaría extraño para el otro

- Son bastante... agradables a decir verdad... a mi madre le gustaban sobremanera... - dicho esto baja su mano acariciando la espalda del menor, sus dedos se paseaban de manera suave por la piel del otro

Entrecierro mis ojos dejándome llevar por las caricias en mi cabeza, ronroneando sin parar. De repente me atrae hacia él, y quedo sentado en su regazo, pero no estoy pendiente de eso, pues sus dedos se desplazan suavemente por mi piel.

-rrrrrrrrrrr......¿Eh? ¿por qué no te gustan los gatos? ¿Es que eres alérgico?- Le pregunto sin abrir los ojos. Su forma de hablar era rara, es como si hubiera vivido mucho tiempo, pero es físicamente imposible. sigo ronroneando cuando acaricia mi espalda.
-rrrrrr.....¿Cómo se llamaba tu madre?-Le pregunto por curiosidad. Me da un pequeño escalofrio mientras pasea sus dedos casi por mi cadera, tocando donde estaba mi tatuaje del ojo de Ra

- Ihet... - balbucea, con voz queda pero atrayente, con un toque incluso íntimo

- No es que no me gusten, ni me provocan alergía, simplemente... mi naturaleza es la de un chacal, no es que nos llevemos mal... pero tampoco a la perfección, la palma de su mano se asienta en la piel del menor, sintiendo lo tersa de esta, bajaba y subía por su espalda, le atrae un poco más, haciendo que la cabeza del chico quede recargada en su regazo, mientras seguia con las caricias

- Pero no me has dicho donde naciste

cierro los ojos completamente. Sus caricias empezaban a relajarme sobremanera. Me pregunta donde nací
-Yo...rrrrrrrr...Nací en California, en América...Pero luego mis padres se mudaron a Hawaii y me llevaron con ellos...- Froto sin pensar mucho en lo que hago mi cabeza contra su hombro, en un gesto relajante, notando como sus amnos recorren mi piel suavemente. -Rrrrrrrrrrr.......-

Me dice el nombre de su madre- Aja...Ah mira que curioso...Como el nombre de la madre del dios Anubis....-digo sin darme cuenta, dejándome llevar por sus caricias.

...
...
...Entonces mi mente sumó dos mas dos

-Oye...Eh, mira, te va a parecer curioso....-Le pregunto, controlándome para no saltar de su regazo, pues me encontraba muy a gusto ahi sentado -Se que es una locura...pero...Tú...osea...¿No serás el dios Anubis?-le pregunto. Pero luego me retracto -déjalo, ha sido una estupidez...

- Bueno en algunas culturas dicen que mi madre es Bastet... - dice sin darle mucha importancia y sigue con las caricias, sus manos le toman firme de la cintura para acomodarle sobre sus piernas

- Aunque Ihet es la madre de todos los dioses realmente... claro que si tu quieres estudiar el antiguo egipto debes saberlo ya, no es asi? - la toalla del minino sin que ninguno se diera cuenta en realidad había quedado relegada en el piso sin importancia alguno dejando al descubierto aquel cuerpo tan atractivo, era normal, a la edad del menor su piel era suave y el aroma que despedía era agradable no era el jabón ni el shampoo era simplemente su aroma natural, los brazos de Anubis eran cálidos

Intento saltar de su regazo al darme cuenta de ante quien estoy, pero me toma firmemente de la cintura, y sigue acariciándome, aunque ya no estoy tan relajado como antes, ahora estoy mas emocionado. Tengo ante mi a nada más y nada menos que UN DIOS!! MADRE MIA!!

-A-A-Ala...¡¡Que pasote!!-Me giro completamente para quedar sentado a horcajadas sobre él, mis manos en su pecho, sin importarme si se me ha caido o no la toalla, ahora estaba pendiente de otras cosas

-¡Eres un Dios de verdad! ¡Eres el dios Anubis!¡Tio que pasada, que flipe!

Entrecierra los ojos, de pronto su gesto era serio, al notar el como el chico simplemente dejaba otras cosas para admirar su "inmortalidad" no le hizo la mínima gracia, lo separa de si

- Si te dijera que si... que harías? - esta vez no le mira, camina hacia la mesa para tomar un poco de vino, siempre lo mismo, tal parecía que el ser Dios era más interesante que su "ser en si"

- Es tarde... - mira el reloj, realmente no le importaba la hora, pero no quería decepcionarse más de lo que su razón lo estaba ya del menor, no quería mirarle, le disgustaba pensar, o mejor dicho, encontrarse con ojos llenos de interés mundano como con los demás

De repente me echa de su regazo, tirándome al suelo de un empujón, y se levanta bruscamente. -O.O EIN? Oye tio a mi no me empujes asi! -Le chillo como si nada
Tenía que admitir que en un principio la idea de tener un Dios ante mi me había impactado, y más siendo uno egipcio. Pero eso no le excusaba los malos modales. Se va a la cocina y se sirve un poco de vino, me habla sin mirarme, y yo me acerco curioso

-Eh venga ya, no es tarde, es solo mediodia-Le digo sin dejarme achantar. Me pregunta qué pasaría si me dijera que es un dios de verdad. Me apoyo en su espalda.
-¿Y qué si eres un Dios? Admite que soltarlo asi de sopetón impacta, pero es más importante quien eres de verdad...Si te soy sincero, tenía al dios Anubis como un tipo despiadado y malvado...Pero veo que no es verdad...No eres como te pintan, me gusta más tu personalidad natural...-Confieso contra su espalda, esperando de todo corazón que no me echara de alli

- Solo guiaba a las almas al mundo de los muertos... era mi trabajo no mi diversión - estaba aun algo renuente, siente como el chico se recarga de su espalda, era algo extraño, sin embargo se iría con cuidado era bastante quisquilloso muchas veces, como buen hombre de negocios

- Set... él si que era malvado - sus ojos se entrecierran al recordar el como había despedazado a Osiris, suspira profundamente y se gira, el chico a punto cae pero le agarra de los hombros, mirandolo fijamente a los ojos

- No me conoces aún, no puedes decir que te agrada mi personalidad natural... - entrecierra sus ojos, se denotaba bastante las caracteristicas egipcias en aquellos ojos semirasgados pero penetrantes

- Se te cayó la toalla - dice sin mas mirando de reojo las partes del chico, notándose un tanto menos serio y camina hacia el sofá

Se gira mientras esoy apoyado en su espalda-Eyeyeyeyey!!!-Me voy a caer, pero me agarra de los hombros a tiempo, me mira de forma penetrante, haciendo que me ponga colorado, y se va de nuevo al sofá.

-Ah, si, la toalla, claro!-Digo con la cara roja, y la recojo del suelo. Pero no me detengo para nada, me vuelvo a subir en su regazo,acomodándome de nuevo contra su pecho, sin dejar que me eche de nuevo.

-Entonces déjame conocerte....-Le pido con voz tenue, pero seria

-Oye...lo siento...No quería hacerte enfadar, yo solo...Es que bueno...Ya has visto como me pongo cuando me hablan de egipto...Y, osea...No pensaba que te lo ibas a tomas a mal...lo siento...De veras...-Me disculpo con la cabeza gacha, mis orejas echadas hacia atras como signo de disculpa

U: me voy a dormir ya, chaoo

Apenas y se sienta en el sofá cuando de pronto siente como se le encima el gato, le sorprende aquella actitud con cierto aire despreocupado del minino pero no le intenta quitar, deja que se acomode entre sus brazos y le mira curioso, escuchando aquellas palabras de disculpa mientras su mano llega a ese par de orejas, comienza a acariciarle la cabeza nuevamente

- Te dejaré conocerme... pero con una condición - le toma del mentón como en la playa pero sin brusquedad

- No me preguntes nada de mi pasado... - eso era todo, y tal vez sería algo bastante dificil para el felino debido al gusto que tenía por la cultura egipcia

- Si quieres preguntarme acerca de algunos rasgos culturales, está bien, pero mientras estos sean cotidianos, nada que tenga que ver con dioses... - entrecierra los ojos

- aceptas eso? si lo haces entonces te dejaré conocerme un poco cada día, pero si violas esa regla en ese instante no volverás a verme - Anubis era corto y conciso

-Ok! Nada de dioses, lo capto tio!-digo mirandole sonriente. Mi cola se mueve de un lado a otro, tocando en su camino las piernas de Anubis

-rrrrrrrrr.....- dejo que me acaricie, sus manos retoman el camino que llevaban antes, haciendome quedar relajado- A cambio...rrrrrr...prometeme que te vas a relajar mas. Esee ceño fruncido no te va- digo subiendo la mano a su rostro, y tocando su frente, relajando su expresion- te va mejor sonreir...rrrrrrrr.....- si sonreia habia que reconocer que estaba mas guapo.

Sus caricias se extienden por mi cuerpo, una de sus manos se aferra a mi cintura. me acomodo junto a su calido cuerpo frotando mi cabeza con su hombro, sintiendo como un escalofrio de gusto me recorre la espalda.

Sonrie un poco ante las palabras del menor, era la primera vez que le decían eso, y era la primera vez que no le pedían demostrar su divinidad, siempre que insinuaba que era un Dios pedían una prueba, y por lo regular esta tenía que ver con dinero, o con matar a alguien debido a su estatus en el antiguo egipto.

- Ronroneas curiosamente - asegura y continua acariciando el cuerpo del menor, sin saber por qué, se acercó a darle una leve mordida en la punta de la oreja.

anubis a veces dejaba entre ver sus rasgos de chacal, y cuando se lo proponía un par de orejas podían salir de entre sus cabellos claro que por ahora no lo haría

-ahi está...- digo cuando veo su sonrisa- mucho mejor...rrrrrrr....nnnyyyaaaa...- maullo relajadamente mientras siento sus caricias por mi espalda y mi cintura

-rrrrrrr AY! Eh eso era mi oreja!-me toco donde me ha mordisqueado, echando mis orejas hacia atras un poco sonrojado

-curioso? Eso es bueno o malo? O.O

- Para mi es algo bueno... y divertido... si, creo que esa es la palabra, divertido... - acaricia las orejas con cuidado masajeandolas con la punta de sus dedos

- Por cierto... estas muy cerca... por qué te frotas contra mi? - pregunta mirandole a los ojos, no es que estuviese enojado por ello, al contrario, le agradaba sentir el como el minino tenía esos... modos de ser tan tiernos

- Y sobre el ronroneo he escuchado que resulta no solo del buen sentir en los gatos sino también cuando estás asustado... es eso cierto, ronroneas cuando te asustas? - seguía acariciando aquella tersa piel

-eh? Que? Yo?- no me habia dado cuenta de que habia dejado salir mi lado mimoso, propio de un gato.- ah, no se, esta en mis genes, me pasa cuando me acarician...Si no te gusta lo puedo dejar de hacer...creo- digo con bastante cuidado, ya que no era plan de que se picase conmigo otra vez.

-si, supongo, yo suelo enfrentarme a lo que me asusta, bufo y tal. No iras a asustarme, no? Mira que al ultimo que me dio un susto le arañe la cara sin querer XDDD- le digo bromeando. Sigo dejando que sus manos recorran mi piel con suavidad

- Bueno, no me podría pasar nada... soy un dios - dice con cierto aire orgulloso y sonrie nuevamente, delinea con uno de sus dedos el pecho del menor, y su otra mano paseaba desde el costado del abdomen hasta los muslos permitiendose acariciar más de ese cuerpo, era un tanto tentador tener ahí al chico, y pese a ser un Dios tenía ciertas necesidades humanas

- Tu lado mimoso han? - ladea la cabeza un poco y se acerca dando un suave beso en la frente, mirandole directamente a los ojos, sus rostros demasiado cerca, milimetros más y estaban prontos a darse un beso en los labios