Buscando un angel

por Invitado Dom Ago 21, 2011 10:02 pm

hierro y hormigón, y una lluvia cayendo incesantemente, mis pasos aligerados en busca de refugio me guiaban a lugares desconocidos, a los que no les preste atención, solo me concentraba en la caída de la lluvia, en el sonido de mis pasos y el sonido de las flamas de mi cabello que se apagaban por el agua, aunque aun era humano, las aberraciones que hizo ese hechicero antes de venderme al pet shop permanecían conmigo como recuerdo de lo sufrido…

-quiero matarlo, quiero matato….
*lo repetía una y otra vez mientras caminaba con una mirada ida como si la vida me faltase. Sin darme cuenta termine a las afueras de la cuidas, en frente de una pequeña iglesia algo descuidada, la pintura se veía manchada y desquebrajada, tenía el típico olor a polvo y moho que las casas abandonadas por años, pero en aquel lugar…me podía sentir bien, las alas de mis oídos se estremecía y las flamas volvían a encenderse*.

No parece ser un mal lugar después de todo * entro silenciosamente como gato en la oscuridad percatándome que no hubiera nadie en el lugar, las parees se iluminaban a medida que avanzaba y mi silueta se veía enorme, tome asiento y di un enorme suspiro*

dios… estas aquí?....

por Invitado Dom Ago 21, 2011 10:23 pm

- Dios está en todas partes - la voz del muchacho resonaba por todo el lugar, haciendo eco debido al tipo de construcción, siempre las iglesias tenían esa característica, ampliar la voz de las personas, sus pasos también lograban escucharse claramente, pero no se podía decir exactamente de que lugar provenían hasta que la silueta del rubio se vislumbro gracias al resplandor en el cabello del menor.

- Es cuestión de que le des la oportunidad de entrar en tu corazón -. su tono era amable, comprensivo, jamás en su vida habia visto a alguien como el chico, tenía rasgos bastante inusuales para un humano, pero Zadquiel no juzgaba, no solo por ser un angel sino simplemente por ser un chico sencillo.

- Mi nombre es Zadquiel... como te llamas? - pregunta clavando sus orbes en las del menor, sentandose a su lado, para después mirar hacia aquella enorme cruz de madera en la cual la imagen de Cristo redentor se encontraba mirando a ambos con atención.

por Invitado Lun Ago 22, 2011 3:45 pm

El asombro al escuchar una respuesta a mi pregunta me tenia atónito, mis piernas temblaban y mi rostro se torno pálido, rápidamente me di vuelta

eres tú Dios… afirme con mi frase, el joven se acerca a mí y se sienta a mi lado, paso saliva esperando con ansias escuchar un: si soy dios, pero… ash! Que estoy pensando…. Me dice que se llama Zadquiel, yo me llamo Dilan Koi, la mirada de Zadquiel andaba perdida frente al crucifijo que se encontraba en frente, el aura que emanaba me hacían sospechar que era un ser con muchos poderes, tenía un brillo especial que los humanos ordinarios no poseían.

Viniste por mi?... *mi tono de voz cambio rápidamente de emoción a tristeza, solo esperaba una respuesta afirmando para escapar rápidamente de aquel lugar*

por Invitado Lun Ago 22, 2011 3:53 pm

- He? - voltea a mirarle, sus orbes de ese tono azul poco común se abren un poco al escuchar aquella, no puede evitar reir divertido, de forma tal que parecía como si le hubiesen contado un chistre gracioso, no de manera burlona.

- No, claro que no - dice con voz más tranquila observandole con detenimiento

- No vengo por ti, no soy un dios de la muerte ni mucho menos, soy un estudiante de preparatoria común y corriente - si bien era un estudiante distaba mucho de ser común y corriente, era más que ello, un ángel que paseaba por el mundo sin cabida en el cielo ni en el infierno.

- Danil-san, que haces por aquí a estas horas? .- no puede evitar preguntar, si bien la apariencia del chico era bastante diferente a la de los que conocía no era nadie para juzgar ni mucho menos.

- Es tarde y el lugar esta abandonado desde hace tanto ya... aunque no por ello pierde la belleza que le da el solo hecho de ser un lugar sacrosanto no crees? - un gesto amable en las facciones del rubio, quien se quita la chaqueta para ponerla en los hombros del menor

- No te resfries

por Invitado Miér Ago 24, 2011 1:51 pm

*Me calma saber que no viene por mí, pero siento que no está aquí por pura casualidad, ¿un chico común y corriente como él disfrutaría de vivir en un lugar así… tal vez… vive aquí? Sacudo mi cabeza para sacar los pensamientos de mi mente mientras el joven preguntaba que hacía en ese lugar, levanto mi mirada rápidamente y miro sus profundos ojos azules…*

Termine en este lugar después de la lluvia, solo andaba huyendo de mis deseos y acabe en este lugar *le sonrió como si nada malo hubiera pasado, ocultar la verdad no hace parte de una mentira verdad?... además se me hacia raro que no se aterrara y no hiciera comentarios sobre mi cabello y mis orejas, esto… no es muy común…

sin darme cuenta los brazos del chico rodeaba mi cuerpo para colocarme su chaqueta encima, las llamas de mi cabello comenzaron a arder con más fuerza, no debo emocionarme demasiado, aunque mi actitud no lo demuestra mi cabello si, y eso se me haría demasiado incomodo.

-oh!!! Si es un lugar maravilloso- *volteo y me paro frente a él* - se respira la paz en este lugar este lugar es demasiado bello, aunque haya pasado tantos años. *le doy la espalda, desabrocho y coloco encima de una de las sillas la capa empapada por la lluvia

por Invitado Mar Ago 30, 2011 7:29 pm

Huyendo de tus deseos han – comenta sin ahondar mas en ello, no era quien para meterse en la vida de los demás, sumado a ello que apenas y conocía al chico hace algunos segundos, al ver las llamas aumentar le pareció hasta cierto punto tierno, le sonríe nuevamente.

Los años no pasan para el arte, ni para la belleza en si misma no crees? – también se levanta para caminar por los escombros en los que se ha convertido ese lugar, escombros comparados con la belleza que debió ser hace algunos años o cientos de años, la estructura y la manera de la construcción indicaban que tal vez eran de un par de siglos antes.

Me agrada venir muy amenudo por aquí, pienso que en este sitio puedo estar un poco más en contacto con mi padre… nunca le conocí sabes – sonríe de medio lado con algo de tristeza, después de haber estado con su madre aquel serafín había regresado al cielo, ni siquiera cuando necesitó de él le fue permitido ayudar a sus hijos, y ahora que se habían separado seguían sin poder ir al encuentro de aquel que vivía entre las nubes.

Pero esta paz me hace pensar que está conmigo en cierto sentido – se santigua delante del cristo, no es que fuera muy religioso a pesar de ser ángel, pero seguramente su naturaleza le hacia comportarse de esa manera.

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