Viaje a Hakone

-se levanta con todo el enojo del mundo colocándose el Yukata casi a los golpes, sus sienes parecían que podrían reventarse en cualquier momento por aquellas venas inflamadas, en un arranque de locura agarra su pantalón y le da golpes con este a Takano- BAKAAA!!!! una aguadilla nada mas?!!!!! -sus manos tiemblan de enojo y deja de pegarle con el pantalón para esta vez darle de manotazos en los hombros- URUSAI!!! TE DIJE QUE LO HARÍA Y LO HARÉ

-como siempre el pobre Rtisu aun no comprendía las artimañas del otro para hacerlo caer en una trampa que el menor se ponía solo, opta por dejarlo sólo ahí e irse hasta la habitación refunfuñando, sin percatarse de sus propias palabras- lo odio lo odio LO ODIOOO!! ARGH!! -estando en la habitación agarra la almohada y la estruja entre sus manos como si deseara que fuera Takano-

- OYE!! Tranquilo, no tienes que pegarme. - digo parando la mayoría de los golpes al dejar que los recibiera mi antebrazo. Luego pasa a golpearme los hombros, sus golpes no son nada del otro mundo, pero al golpear tantas veces seguidas en el mismo sitio los empiezo a sentir doloridos. Finalmente se va pegando cuatros gritos y declarando su caída a los infiernos. Suspiro con una sonrisa adivinandose en mis labios. Me seco el cuerpo y me pongo el Yukata, al ser una ropa tan amplia no se notaba que me va un poco pequeño. me despeino el pelo mojado antes de volver a la habitación. - Tadaima... - le veo haciéndole una llave a la almohada


Entro al baño y me enjuago la boca además de refrescarme el cuello con agua, de verás estaba el agua caliente. Salgo a la habitación y le miro. No le sienta mal el yukata, aunque al estar sentado no se ve muy bien. Me siento sobre el futón con las piernas a lo indio y lo miro.- No ha sido para tanto...

-cuando entra a la habitación se sienta de forma tradicional sobre sus piernas, conteniendo un poco su enojo quizás un poco sobreactuado, pero Takano siempre encontraba la manera de sacarlo de sus casillas, respira hondo- ¿seras idiota? y yo que te iba abrazar y a besar dentro de la piscina termal ahora no haré nada -el otro iba jugar con el, Ritsu también lo haría-
Tienes razón... no ha sido para tanto pero estas castigado, no te besaré no te abrazaré no nada... -lo señala- a dormir baka ... -se mete al futon, aunque sabía que el otro se enojaría o al menos se frustraría por eso- oyasuminasai...

-se hace el dormido solo para ver sus reacciones-

Alzo una ceja. - Que mal mientes. Estoy comprobando que no puedes hacer nada erótico.- no hubiera hecho nada allí, después de todo sigue estando nervioso en un lugar público. Además... ahora qué he hechp?

Se hace el dormido después de decir que está noche no mojaré. Me encojo de hombros sabiendo que espera una reacción por mi parte. Dije que le dejaría descansar y eso haré. Tengo mil veces más control que él. - Voy a dar una vuelta, oyasumi... - digo levantándome y caminando a tientas en la oscuridad, abro una de esas ventanas de papel y salgo a un paseo de madera que cruza todas las puertas del resto de dormitorios rodeando una parte del jardín. todas las puertas son iguales, así que para ubicarme me fijo en como están colocados los árboles enfrente de mí y así saber que puerta es la mía. Miro la puerta tras la cual descansa Ritsu. - Será idiota... mis castigos son mil veces peores que los suyos. - aunque por eso lo adoro también, es tan raro. Niego con la cabeza y observo mi yukata negro y verde oscuro, aunque los colores no se distinguen mucho en la noche... preguntándome como se verá su piel al ser destapada de esas ropas tradicionales, Consiguió frustrarme...

Doy un paseo alrededor del jardín, onservando juncos, bomsais y árboles milenarios entre otros. Hay más gente paseando por allí de la que pensaba y no queriendo dejar mucho tiempo solo a Ritsu vuelvo al cuarto en unos 20 minutos. Entro en silencio al cuarto, no queriendo despertarlo.

-sonríe a medias pero esa sonrisa se borra cuando le dice que no puede hacer nada erótico, lo cual le enoja y solo alcanza a insultarlo- eso es lo que crees baka -deja al otro irse, mientras se quedaba pensando que hacer para callar al otro, pero el sueño de a poco le vence-

-estaba dormido, pero descuidadamente su Yukata estaba por sobre sus rodillas, mostrando sus delgadas pero bien formadas piernas, el nudo atado a su cintura estaba a medio colocar, un poco mas y este se desataría, eso dejaba ver una pose muy diferente de Ritsu, era casi subliminal su invitación, su respiración suave parecía música, sus cabellos desparramados por toda la almohada se veían salvajes pero tan suaves a la vez, se remueve un poco y extiende su mano buscando al mayor sin percatarse que lo estaba mirando desde la puerta, susurra- mmm masa.. masamune... ngh...
-se pone de lado y su hombro queda al descubierto mientras el Yukata se termina de abrir un poco mas-

Siento que me da un tick en el ojo. Claro que no sabe hacer cosas eróticas, pero el muy idiota las hace involuntariamente. Un suspiro caliente es exhalado por mi boca. Me pongo a cuatro patas cerca de él y mis manos tocan esas piernas blancas y suaves, subiendo hacia arriba y arrastrando el yukata con mis manos. Llegan a sus caderas. Ni siquiera lleva ropa interior, ugh, está algo mojado. Mi instinto depredador me invita aprovecharme de ese sensual y descarado hombre que sigue diciendo mi nombre al notar mi mano en su sexo.


Recordar ese tono odioso de su voz cuando me dije que esta noche nada de nada y como me señalaba con el dedo acusadoramente me hace recordar mi enfado, mi frustración, que no se daría por satisfecha solo violándolo. Me aparto y su brazo se recoge dejando de buscar mi cuerpo. Voy al baño y me refresco la cara, había conseguido ponerme caliente. Cojo un cubo de agua y lo lleno de agua bien fría hasta la mitad. Miro su pose seductora antes de echarle el cubo de agua encima de la cara.


Cuando se despierta gritando y acusándome yo me siento en mi propio futón y le miro amenazante, aunque con cierta sorna. - Necesitabas enfriarte un poco estás duro ahí abajo y decías mi nombre en sueños. De seguro estabas teniendo sueños eróticos, pero como has dicho que nada, no podré cumplirlos... esta noche. Es gracioso, parece que el castigado fueras tú, ya que si yo quisiera hacerlo... en fin... eso - le sonrío antes de taparme con el futon con los brazos detrás de la cabeza. - Oyasumi. - digo cerrando los ojos tranquilamente.

-entre sueños necesitaba aquel calor del otro, de una forma u otra su cuerpo reclamaba esa tibiesa ajena, su respiración era calmada, pero no faltaba algo que siempre interrumpiera su sueño, de la nada sintió que tenía una pesadilla que estaba en un bote donde el mar quería voltearlo, se remueve y una gran ola cae sobre su rostro y se levanta casi infartado del susto, su rostro estaba mojado, una vena vuelve a ser protagonista de su rostro, se levanta caminando hasta el otro no grita, no acosa con malas palabras, lo voltea y se le sienta encima, pone sus manos en el cuello ajeno como si fuese a estrangularlo, pero no lo aprieta-

¿acaso quieres acabar con mi paciencia?.... sencillamente quieres que de verdad yo acabe con la tuya?... -se suelta el yukata quedando desnudo encima de el, Ritsu se transforma en otro completamente, si el otro quería jugar con fuego pues se iba a quemar, ¿hasta donde quería llegar con su juego el menor?, ni el mismo lo sabía solo actuaba por instinto vengativo-

sabes que es lo mas gracioso ... que estas loco por que yo te monte.... -con una expresión de autosuficiencia en su rostro, sin tapujo alguno solo movido por sus deseos de hacerle pagar todo lo que ha hecho por enojarlo, abre de manera sensual el Yukuta del otro acariciando el pecho del mayor-

Le miro con los ojos entrecerrados. Estaría tan feliz de esto en otro contexto... pero así, por un capricho inmaduro, por no contar que de seguro tiene en mente dejarme a medias, el rencor de este hombre llega hasta límites que no me hubiera podido imaginar. Le odio... - Sabes qué es lo triste? Que pensé que la primera vez que me ofrecieras esto sería porque tuvieras la suficiente confianza en ti y en mí para hacerlo, que quisieras hacerlo de verdad; no por una venganza infantil. Tienes razón estoy loco porque me montes, loco por cada beso y palabra tuya, pero no así. Quita de encima, no voy a hacerlo así. - le miro duramente antes de hacer la mirada a un lado. No puedo negar que estoy excitado, pero no soporto la idea de... hacer el amor por un motivo así, me siento mal solo de pensarlo. le hago que me tenga que demostrar cosas, que beba, le reto, pero solo busco darle una excusa... solo deseo que se pueda abrir ante mí. Que lo haga de esta manera... me enoja. Clavo mis dedos en las palmas de mis manos esperando a que se quite y se vista.

-ve su reacción y por un momento se asusta, las cosas siempre terminaban mal, aunque esta vez, asiente a sus palabras- Bien...si así lo quieres.... -dirige su mano hasta los labios ajenos, pero esta comenzaba a temblar un poco, los nervios le atacaban pensando que el otro no aguantaría su broma pesada-

-le mira y sin quitarse le dice- ¿sabes que de verdad estaba apunto de besarte y en la piscina termal?... quería sentir mas tu calor multiplicado por el ambiente donde estábamos.... y me enoja mas que pienses que todo lo que hago lo hago por vengarme...Y aunque no quieras... yo si quiero ahora... -coloca sus manos a los lados de cabeza acercándose mucho a sus labios-

Esperaba poder dormir contigo abrazados, aunque fuese una noche solo sentir tu calor, pero siempre me malinterpretas....

Le miro molesto, nada de lo que dice tiene sentido. - Ritsu... tú nunca hablarías así al ofrecerme eso, estabas seduciéndome de una manera que solo la venganza te puede guiar hacia ella. Nunca me he... si alguna vez me hubieras dicho que querías hacerlo, no me habría negado. Piénsalo bien, no estás mentalmente preparado para montarme, que me lo ofrezcas así me cabrea. - bufo cuando le tengo tan cerca. - Respecto a lo del baño termal es algo que no podía saber, parece que lo decías para picarme. - le miro a los ojos y sonrío con tristeza. Lo empujo para apartarlo y poder sentarme, pero no tengo la fuerza de voluntad necesaria para terminar de quitarme ese cuerpo de geisha de encima. - Dicho así... parece que nunca solo hemos dormido juntos. Bien es verdad que la mayoría de las veces te acabo haciendo el amor, pero hemos dormido junos sin sexo también. De verdad, hoy no pensaba obligarte a nada, que estés aquí ya es todo lo que podía pedir, si no quieres hacerlo un día o más haré lo que pueda para aguantarme- suspiro. - No quiero que el juego llegue a estos extremos, pero te necesito y no me resulta fácil contenerme contigo cerca.

-le agarra de los hombros y le mira a los ojos con el ceño fruncido y le dice- ¿porque siempre tenemos que pelear por cosas inútiles?, además como te atreves a levantarme de ese modo idiota -esa mirada de tristeza le iba a matar de verdad -agarra las solapas del yukata tapándose un poco pero sin quitarse aun de encima- No te voy a perdir disculpas esta vez, porque yo tengo la razón esta vez, y si te enoja que me acerqué a ti por venganza o por cualquier otra cosa, pues a mi me enoja que quieras siempre ser el único ofendido cuando empezaste tu esta broma pesada...

Yo también te necesito, y debes darte cuenta, que aunque yo estuviera enojado no haría semejante cosa como esta si no quisiera, y aunque me duela el culo, podría... admitir que me gusta hacerlo, y no importa que duela -baja la mirada poniéndose muy colorado, se levanta y se cierra por completo el yukata- Oyasumi...

-camina hasta fuera de la habitación cerrando la ventana deslizable, se queda sentado en las escaleras que dan al jardín-

Su mirada es de enfado total cuando lo aparto. - eso quisiera saber yo también!! - siempre peleando, pero esta vez la cosa se está complicando. - Broma pesada... solo estaba jugando contigo, te hice una maldita aguadilla, no podía saber lo que ibas a hacer, tú mismo me acabas de decir la pena que te daba.

Bufo. - No puedo saber si querías hacerlo así o no, solo veía la venganza en tus ojos. Ritsu... - se levanta y se va a fuera deseandome buenas noches.


Gruño fastidiado, diga lo que diga sé que solo estaba jugando conmigo en ese momento, solo se dejó llevar por la ira que le provoco. Suspiro, si de verdad iba a hacer algo en las aguas termanales, pese a la vergüenza que le da... supongo que tengo que ir a disculparme por estropearnos la oportunidad. Me coloco el yukata desaliñado antes de salir y encontrarlo encogido fuera. Me arrodillo a su espalda y le acaricio la cabeza. - sé que no sirve de nada, pero gomene, malinterpreté todo. - me levanto volviendo hacia la puerta. - No te quedes mucho tiempo fuera, con esa ropa te cogerás frío.

-estaba realmente enojado, siempre de algún modo terminaba cediendo ante Takano, pese a sus palabras de queja de que Ritsu no aguantaba bromas, era cierto, pero también era cierto que el mayor solía ser un poco egocéntrico, lo cual generaba las disputas entre ambos-
-cuando le sigue hasta afuera le dice- ¿acaso no puedes ver mi ganas de querer dominarte un poco? ó ¿de hacerte perder la razón? Takano san.... siéntate aquí conmigo -le pide sin apartarse de su abrazo y justo antes que se vaya- Por favor ... -le pide de nuevo esperando que fuese a su lado, entonces le pregunta-

¿te gusta molestarme no es así?... pues a mi me gusta también provocar tu ira, quizás si quería vengarme de ti un poco, -le agarra la solapa del Yukata y le mira a los ojos con un leve sonrojo en sus mejillas- Porque no me enseñas a como puedo vengarme de ti de la manera mas dulce y que no sientas que es siempre un agresión en mal sentido?

-por primera vez le dice algo directo sin tapujos sin tartamudeos o algo que le impida ser sincero-

Asiento con la cabeza a su petición y me siento a su lado. - Claro que veo eso, solo estaba enfadado y no te leí como es debido. Estabas actuando de una manera tan extraña que solo podía imaginar que querías jugar conmigo.


Mis ojos se abren como platos ante lo directo que es, pero mantiene sus ojos en los míos y su mano se aferra a mi yukata, no avergonzándose de lo que ha dicho una vez ha analizado sus palabras. No solo siente lo que dice, si no que la vergüenza por esto es muchos grados menos de los que debería. Tomo su mano con la mía haciendo que suelte mis ropas y tiro para echarlo en mis labios, los cuales beso sin pudor de ser visto y queriendo demostrar de alguna forma lo arrepentido que estoy de mi comportamiento. Lo he apartado cuando por fin estab haciendo algo demasiado erótico. - No tengo perdón... - digo en un susurro siguiendo el hilo de mis pensamientos. - Lo haces bien, he sido un grandísimo idiota por no dejarte tomarme.- me levanto y tiro ayudándolo a ponerse en pie. - No volveré a pensar tan mal de ti. No es tarde para seguir donde lo dejamos, verdad? - digo arrastrándolo conmigo al cuarto

-es absorbido por ese beso tan intenso y repentino que le dio, su cuerpo no reaccionó ante su agarre, sólo sintió una electricidad recorrer todo su ser, al mismo tiempo que perdía su aliento, que gracias a la separación momentánea de sus labios pareció haberlo recuperado- etto... tampoco es que debieras dejarte atacar así porque si, solo que siempre reaccionas ... tan mal como yooo!! -le jala hasta adentro de la habitación y no podía detenerlo, cae sobre el futon y su yukata se abre mostrando sus piernas, el cabello del chico queda desordenado pero cae hacia atrás-

Hmm.. yo pues -se había echado la soga al cuello, como podía escapar sin que se viera como un rechazo, hacerlo en ese lugar le daba algo de pena, las paredes eran algo finas y podían ser escuchados por algunos de los monjes, su rostro se tiñe de rojo, se mantiene apoyado sobre sus codos sin percatarse de la desnudes de sus piernas..
No.. no lo hago bien ... aun no conozco los modos de actuar de masamune san... aún no se tus puntos débiles .-dijo una expresión de tristeza en su mirada, que iba acompañada de ese rubor sensual e inocente-

Sonrío ante la vuelta de su vergüenza. Su cuerpo cae sobre el futón , abriéndose el yukata por abajo. Me arrodillo a su lado y lo beso ardientemente. Una mano traviesa sube por su pierna. - Yo tampoco sabía los tuyos al principio. No los vas a descubrir si no me conoces. no te entristezcas por no conocerme, alégrate de poder hacerlo. - suspiro antes de mirarlo con una pequeña sonrisa.- cuántas veces tendré que decírtelo? Este cuerpo es tuyo, y por eso estás obligado a complacerlo. - mi sonrisa se torna perversa antes de que mi mano se meta entre sus muslos. Sé que si sigo dominándole así, se va a dejar llevar por mí, pero es ver ese sonrojo y mi cabeza deja de controlar mi cuerpo. - Tócame. - agarro en un puño su pelo revuelto y echado hacia atrás por la postura de su cabeza y tiro suavemente para que su cabeza se eche aún más hacia atrás y solo pueda mirar mis ojos. - te amo, ritsu. Quiero que me montes, lo harás delicioso.

-Y aquí iba de nuevo el mayor a desordenar los pensamientos de Ritsu, su corazón se acelera vertiginosamente, entonces cae completamente sobre el futon, le mira con dificultad, pues le costaba tener la mirada fija sobre aquellos ojos fieros, aquellos labios sonriendo con ese desliz de maldad únicos en Takano, sin contar que sus palabras mas directas no podían ser, suspira largamente y le jala de las solapas del yukata haciendo que su peso caiga sobre el-

-sus manos acarician el rostro del mayor, con ese toque inocente típico del chico, pero se sumaba ese calor de deseo por estar con el, sus manos bajaron por el cuello de este, con suavidad,hasta llegar al pecho donde fue abriendo la prenda de ropa, descubre sus hombros, mientras la respiración del menor se volvía mas agitada, aunque no decía palabra las reacciones de Ritsu hablaban por si solas, mostrando esa combinación de dulce vergüenza con ese toque sexy de aprender a tocarlo

Me dejo arrastrar por él, como todo el día de hoy que he sido llevado de un lado a otro de su mano, se sentía tan tibia y suave, ver esa espalda y ese hombro girado hacia atrás tirando de mí. - Siempre voy a ser yo el que domine, pero... hoy... cuando me cogías la mano y me llevabas contigo, he sabido que me da igual a donde me lleves. Si es contigo, no importa donde. - sus caricias me hacen cerrar los ojos, son tan suaves y livianas, allá donde sus manos tocaban mi piel se erizaba. Su respiración es fuerte, nervios? excitación? lo mismo da, lo que cuenta es que está así por mí, por descubrir mi cuerpo.


sensualmente tiro de la cuerda que ata su yukata a la cintura haciendo que se desate. Beso su hombro con tranquilidad, apartando la prenda con la punta de mi nariz que se desliza por su piel de porcelana. Abro los ojos y su postura es la mar de sexy, con el yukata cayendo por su hombro dejando adivinar su pecho, y mostrando esas piernas que mi mano seguían acariciando.

-ver la expresión tan sensual de Takano le excitó de una manera inesperada, su ser entero estaba pidiendo a gritos mas besos del mayor, cada caricia del mayor encendía su piel de deseo, lo empuja suavemente a un lado posándose encima de otro besando sus labios, era besos cortos pero llenos de cariño y deseo, se queda sentado sobre el, deja caer completamente el yukata que le cubría, mostrando aquel rostro sonrojado con su respiración hecha un desastre-
-se acomoda de manera que su sexo se roza con el ajeno, baja las manos quitando alzando el yukuta un poco de las piernas de Takano- hmmm... ah -su mano toma el pene aun dormido del otro juntandolo con el propio y comienza a moverse lento, a la vez que su mano daba una suave masaje estimulante al masturbarlo-

-al escuchar cada palabra de esa voz ronca su corazón se engrandece- yo... estaba feliz de estar contigo de tenerte para mi, disfrutar de algo en común... sentir que somos mas mucho mas...

Mientras me besa siento lo caliente que está su cuerpo sobre el mío, aunque la sensación de ardor en su cuerpo llega a mí de forma más indirecta. Deja caer ese yukata sobre mis piernas y noto lo caliente que está la tela que cubría ese cuerpo.


Trago saliva cuando nuestras zonas se rozan de manera nada accidentada, todo era una estrategia de mi subordinado para llevarme a un lugar sin retorno. Mi cuerpo se convulsiona por los cuidados del pequeño, su cuerpo sexy me enciende, el ver como se mueve es de por sí un espectáculo privado excepcional, pero no se me permite disfrutarlo mucho, ya que sus atenciones empieza a ahcer que me entre calor. Subo una mano a su rostro y con mis dedos hago que abra la boca, el rostro del chico es pornográfico. Me incorporo besándolo con mis labios febriles, apasionados y tiernos. Antes de que se moleste por no dejarme hacer vuelvo a tumbarme y mis manos se adaptan a su pecho, mis pulgares presionan esos rosados pezones, solo notando lo duros que están sin que yo haya hecho nada por vigorizarlos esta vez. - ah... - un suspiro se escapa de mis labios. - de verdad que no conoces mis puntos flacos? - le hago entender que lo está haciendo bien. - Aunque da igual si lo haces bien o mal, me siento tan amado que me parecerá que lo haces muy... rico. - digo lamiéndome el labios superior solo asomando la punta de mi lengua.

-los dedos del mayor acariciando e introduciéndose en sus labios, provocó que cerrara sus ojos, imaginando que en ese instante estaba haciéndole un oral, entonces cuando los saca y hace aquel comentario que no importaba si lo hacía mal o bien... para el significaría que lo hace rico, no era realmente lo que quería-

-quiso replicar por un momento pero se contuvo entonces usó esa pista que le dio el mayor para acercarse y preguntarle suavemente a los labios- ¿entonces debería probar cada espacio de tu piel para saber donde esta tu punto débil?...

-cuando le lame atrapa su lengua con un beso ardiente- yo... quiero hacer que de verdad ardas ... como haces arder a mi...aunque... me muera luego de la pena... -su mano siguió masturbando el pene ya semi-erecto de Takano, ni hablar del suyo pues estaba ya duro con solo haber sentido sus dedos acariciar sus labios de esa manera tan sugerente, vuelve a unir sus sexos para que continúen su encuentro sensitivo, mueve las caerás de forma mas libre como si estuviera montándolo- ngh!!

- No te me ofendas, solo digo el hecho de que estés haciendo esto por mí... me desbordas de alegría. - le miro ladeando la cabeza y con una ceja arqueada. - Si es lo que quieres hacer... - para mis adentros rio, no se da cuenta de que mi único punto débil es él.

Mi lengua sigue a la suya, los labios de ambos están calientes. - ugh! Me estás tocando... no te das cuenta de que ahora mismo estoy ardiendo en un infierno? - mis caderas se levantan levemente por impulso por como se está contoneando encima mía, esa forma de moverse ya la había visto antes, pero ambas veces fue cuando bebió, ahora lo está haciendo consciente y metódicamente. Mi respiración empieza a alcanzar a la suya en velocidad de cogida y echada de aire. Mis manos bajan hasta sus caderas y se amoldan a ellas, teniendo entre mi pulgar el hueso sobresaliente de esa estrecha y acogedora cintura. - justo ahora, hiciste un sonido muy lindo.

Claro que quiero hacerlo... -dijo apenas frunciendo el ceño, y de manera orgullosa aceptando su propio reto, lamía los pezones del otro haciendo círculos en ellos, frota debajo del glande con el dedo pulgar mientras estudiaba seriamente que lugar atacar esta vez, busca su cuello donde pasa la punta de su nariz para hacer cosquillas de una forma juguetona-

-baja sus labios hasta el pecho del mayor depositando besos cortos pero muy sentidos entonces toma la mano que estaba en su cintura y la lleva hasta su trasero y le dice de forma sensual- prepárame... quiero montarte de verdad ...-guía su propia mano hasta el rostro ajeno. aunque se notaba aun ese sonrojo en las mejillas de ritsu, su voz temblaba menos, era mas decidido que antes-
-su mano no dejó de masturbar el sexo de ese hombre debajo de el, frotaba el glande con el pulgar, probando maneras para lograr robar aun mas gemidos y encontrar ese verdadero lugar que le hiciera perder la razón, muerde el pectoral ajeno de manera fuerte pero no para lastimar, lame la mordida, pero se intimida de nuevo-

- te desafías tu solo. - bromeo. Su lengua se siente deliciosa en mis botones, su caricia en el filo de mi sexo me hace estremecer y soltar un sonido masculino de excitación. Sus mimos en el cuello me hacen cosquillas, no solo su nariz, también sus cabellos en mi mandíbula, giro el rostro dejando que ambas cabezas se rocen, mientras lo sujeto enredando mi mano en sus cabellos y el aroma de sus cabellos aún húmedos me llega y es refrescante frente a todo el calor que nos rodea.

Mi mano pasa a su nuca mientras besa mi pecho haciéndome suspirar con suavidad por esos roces volátiles, pero llenos de cariño que traspasa mi piel, mis músculos y mis huesos alojándose en el motor de mi cuerpo, que da un gran salto ante sus palabras. Le sonrío antes de dar un beso en la palma de su mano que ahuecaba mi mejilla. Estaba completamente decidido a ello, de nada valía decir que no se forzará o que parase para no hacerse daño. Lo que tengo que hacer es abrirlo todo lo posible. Me gustaría tener un lubricante a mano, pero lo único que puedo hacer es lamer dos de mis dedos y llevalos a su trasero. - Mmm... ya estás mojado... que rico... - con ayuda de ese líquido mi invasión es más sencilla, en verdad parece que se acostumbró a esto, él sigue como si nada, sigue arrancándome gemidos al tocarme ahí abajo.- mmm... mmm... ugh.- mi sexo es una exclamación en sus manos. Muevo mis dedos dentro y fuera de su cuerpo, acariciando las paredes y abriendo en tijeras preparándolo. - aah! - mis dedos en su cintura y trasero se clavan en él por como trata mi abdomen. - eso... estuvo bueno. - digo encontrando ese punto de su interior que adora que toque y devolviéndole ese placer

-su voz ronca gimiendo lo excitaba, sus dedos atrás haciendo de las suyas para complacerlo, hacía que creciera su deseo por tenerlo dentro de sí, la humedad bajaba por sus piernas, cuando frota esa zona tan erógena de su trasero entonces deja salir un gemido de sus labios muy sensual- ngh!! ahh!! -su cuerpo visiblemente se estremeció sobre el cuerpo del mayor-

-ya no le dolía que le invadiera de ese modo, por el contrario lo llenaba aun mas de placer, al sentir esa oleada de sensaciones su mano aceleró las masturbaciones en el falo ajeno, aumentando la dureza de este, justamente en el orificio uretral se concentraron el frotamiento- ngh! mm ahh -se eleva un poco dejando ver su cuerpo un poco mas al mayor a la vez que seguía estimulando su falo, con los ojos cerrados sentía como todo se perdía en aquella sensación de su culo- ahh ma.. masamune... nghh