Viaje a Hakone

baka... argh!! -gimió, se sorprende cuando le dice que casi se averguenza también, jamás pensó que podía lograr eso en el mayor, luego se la piensa dándose cuenta que eso jamás ocurriría lo cual le frustra un poco, sus dedos enrollados en su nuca, cada vez que le tocaba su cuerpo se contraía en su ano, y este atrapa sus dedos de manera deliciosa casi sin dejarlos mover por instantes- nhh !! ahhh!! ahh!!

-cuando el mayor toma el control Ritsu pone sus manos el pecho de este, apretando de nuevo los pectorales de Takano- Hmm ahh ma... masamune san... -apenas le dio oportunidad de decir algo cuando sus labios lo poseyeron de tal manera que su cuerpo se agitaba intensamente casi parecía orgásmico, los cabellos de takano se veían un poco salvajes dándole un aspecto rudo y muy masculino, mientras ritsu se veía tan provocador también con los cabellos revueltos, con su rostro excitado jadeando, su lengua se dejó dominar dulcemente- Hmmmm, se... ahh se supone que yo debería ir arriba... -con una expresión que invitaba al otro a jugar mas con su cuerpo, hasta enloquecerlo de placer-

Me lamo el centro de mi labio superior al sentir como su trasero se contrae, consiguiendo que mis dedos dentro de él sean difíciles de mover, pero que la fricción sea más exquisita. Sigo trabajando su entrada cuando está debajo con mis labios en los suyos. El hecho de apretarme los pectorales es una de las caricias más atrevidas que he recibido de él.

Le miro con una media sonrisa. - Te estaba empezando a dar pena... cuando estés completamente a gusto arriba... lo estarás... - empiezo a besar su pecho. - además... si me conoces tan rápido... tengo miedo de que... te canses de mí. - mi lengua da círculos alrededor se ombligo. - Quiero hacértelo cada vez diferente, que no sepas que caricia pedirme porque las adoras todas. Te amo... - digo besando la zona de su bajo vientre, y mi barbilla choca con la punta de su sexo erecto.

-su cuerpo se pega mas al de takano cuando besa su parte baja, suspira largamente, y abdomen se contrae por su respiración agitada, la verdad la vergüenza comenzaba a invadirlo, sentía que su mente se llenaba solo de su voz cálida- mmm agh!! por favor... ahh! ya ya comienza a tocarlo... me duele... -su sexo con solo el roce de la barbilla de Takano comenzo a gotear, estaba por demás sensible- Hmm!

acaso ahh quieres jugar conmigo todavía?... -le mira de manera que parecía que pidiera ser objeto de sus juegos sensuales, románticos y perversos a la vez, extiende su mano hasta la mejilla de su amante diciendole- te necesito.... -se relame los labios- de verdad que te necesito...

-su mano se movió hasta su pene acariciando la punta dando un espectáculo a takano en primer plano-

Me incorporo quedando a su vista. Mequito la gota de semen de mi barbilla con mi pulgar y pruebo su semilla. - Como desees. - beso la palma de su mano que acaricia mi mejilla mientras me ruega. Le miro sorprendido viendo como se masturba, esto es demasiado sucio hasta para Ritsu. - Eso es... ruegame, aunque no tengas que hacerlo... tu voz... me pone tanto que... - bajo y mi lengua limpia el presemen. - Me provocas tanto a propósito, verdad? - mis labios engullen su glande haciendo un citurón estrecho en el comienzo de este, mi vaivén arriba y abajo es regular, aunque a veces mi lengua se ocupa por si sola de excitarle, dando círculos alrededor de su punta a punto de erupcionar.

Abro más sus piernas antes de tragarlo entero, mi boca lo saca y lo mete de ella , dando círculos y dejando que mi flenillo atrape el sabor de su semen cuando pasa por encima. Luego ladeo ligeramente mi rostro y su sexo se frota contra mi mejilla, pasando aduras penas entre mis dientes cuando está casi dentro del todo, repito esto varias veces oyendo sus gemidos y motivándome con ellos.

-lo mira con sumo deseo, su necesidad de ser atendido imperaba y se reflejaba en su sexo endurecido, su cuerpo se tensa aun mas al sentir ese va y ven que provocaba suaves espasmos de placer, dejando salir gemidos sensuales que inundaban la habitación.- mm agh!! ahh!! no.. no lo hago a propósito... me pones así mmm ahh!!! Dios -su cuerpo se sentía bien, el mayor le excitaba así, cuando traga su sexo completamente sus piernas se abren mas con su ayuda, permitiéndole ver una escena realmente pornográfica al mayor- ay !! ahh!!! ahhhh!!! -estaba desinhibido completamente, comenzó a acariciar los cabellos ajenos mientras esa boca lo llenaba de placer- Hmmm!! ahh -sus caderas se movieron de manera que parecía hacer una embestida suave- quiero.. quiero.. probar tu boca

-dijo aquello llamándolo para que sus labios entraran en una guerra dulce, seguidamente le dice- métela... métela..argh!!! .... mmm no me hagas esperar mas... la quiero .. ya...

Todo lo que hace es delicioso, pero su típica dulzura se ha quedado por el camino. Incluso embiste con suavidad mi boca.


Se está agitando demasiado, suelto su miembro y presiono con una mano su pecho. - Cálmate... - la respiración de ambos se apacigua un poco y acaricio su rostro con ternura. - Tenemos tiempo y adoro ver el deseo en tus ojos. - acaricio su cuerpo manteniéndolo caliente, pero calmándole a su vez. Mis dedos abandonan su interior y beso sus labio con calma al principio, pero está tan ansioso, que acabo haciéndolos sangrar de los tirones que doy a sus labios en carne viva. El sabor de la sangre no me detiene, al contrario, succiono su lengua y sus labios sin distinción, el sabor del vino en su boca había desaparecido de tantos besos que le había dado, pero su boca es el manjar más sabroso que hay, mi boca sabe a él, a su semen y el contraste es divino.

Alzo sus piernas y presiono mi falo contra su agujero, pero le torturo no entrando, empujo suavemente, pero me echo para atrás, sus gemidos son clamorosos, pero eso no evita que siga mi juego. Sostengo con fuerza sus piernas para que no atrape mi verga y poco a poco meto la punta. Su rostro es lo más pornográfico que he llegado a ver nunca, un hilo de saliva cae por sus labios y cuello, lo recojo con mi lengua antes de sacar mi falo, que su trasero se había encargado de aprisionar con todo lo que tiene y tras mirarle perverso entro en una embestida fuerte y profunda. A penasi si puedo respirar. -- ah... ah... ah... aaah... mmm...

-su labio se llena de ese sabor metálico, pero no deja de besarlo por el contrario busca mas sus labios, queriendo comérselos, de estos salían gemidos que parecían ser una sinfonía erótica, eran dulces , muy sexys, y a la vez tan expresivos- mm ah!!!!!! ahhhh!!

-sus ojos se fijaron en las acciones de takano, no tenía ojos para mas nada, los labios del mayor tenían un sabor diferente al usual, pero no podía separarse de ellos, su cuerpo reclamaba ese falo que apenas le penetraba, su cuerpo se arquea y tensa, estaba disfrutando como nunca de aquella sensación dolorosamente dulce, sus ojos se abren de par en par, se aferra a los hombros del otro , las lágrimas de dolor y deseo corrieron por su mejilla- ngh!!!!!!!!!! ahhhhhhhhhh!!! -sus piernas tiemblan, el cuerpo del chico comenzó a temblar de manera mas notoria su excitación creció de nuevo al punto de doler- ahh!! di.. di... dios.. no no te muevas -voltea el rostro a un lado, los cabellos de Ritsu se veían desordenadamente sexys cubriendo apenas sus ojos-

-no podía evitar lagrimear, el tamaño de takano era ... realmente indescriptible, podía sentir como la punta le rompió su anillo de carne, apenas sangró- mmm ahhh creo... creo que voy a enloquecer -mueve la cabeza de lado a lado sintiendo desesperación pero de tanto placer y dolor que le invadía- No puedo... calmarme ... -su respiración era demasiado salvaje, como puede aprieta el cuerpo de takano mas contra el suyo, parecía que no quería dejarle ir por nada del mundo, era una combinación bastante particular pues demostraba su posesión, su cariño, y en parte su lado mimoso-

Nunca se había desmelenado así. Aunque nuestros labios duelan se han vuelto adictos a los del otro y ninguno cede terreno. Mis gemidos acompañan a los suyos, pero solo son eso, un simple acompañamientos. Su voz es más comunicativa que nunca, refinada y placentera a la vez. Su saliva es sublima y el hecho de tragar una gota de su sangre me hace sentirme uno con él.


Sonrío malévolo y lamo su nuez. - No, me voy a mover. - digo propinándole otra embestida que hace que sus lágrimas dejen de brotar, para luego volver con renovada fuerza, como si se tratará de un río desbordado. Su rostro apoyado en el colchón de lado se ve roto, queriendo que pare, pero a la vez deseando más. las yemas de los dedos arrastran sus cabellos, apenas rozando esa suave piel y mi mirada malévola muestra un deje de ternura. - Mi pequeño hombre... - mi mano cae a un lado apoyándose en el colchón y agarrando las sábanas con una fuerza semejante a la que él aprieta mis hombros.


El calor crece en mi cuerpo al ver lo mucho que está enloqueciendo por mí, es la primera vez que me abraza así, queriendo retenerme con lo que sea. - Ritsu... - cierro los ojos, siento que podría llorar con esto. - todo eso está bien, porque soy tuyo... No importa que no puedas controlarte o que dejes de ser tal y como te conoces, porque te quiero. - Estrecho su cuerpo contra mí unos segundos antes de volver a empezar a moverme. El vaivén de mis caderas es lento, profundo, lleno de un amor que no hay forma de describirlo, lleno de caricias destinadas a que su dolor no superase a su placer.

-Las palabras de Takano resonaron por todo su ser, sus embestidas, le hacían brincar suavemente debajo de el, seguía aferrado a ese cuerpo tan especular, su mirada se volvió a encontrar con aquellos ojos color caramelo, los cuales no tenían compasión para seguirlo torturando- ngh!!! te.. aghh! dije.. nooo ahh!! -sus palabras como siempre indicaban una cosa y su cuerpo otra, aunque volvió a sucumbir en el mar de amor que desbordaban ambos, cuando lame su nuez su cuerpo se erizó de nuevo y en respuesta fue arañando la espalda de Takano lentamente al pasar sus brazos por debajo de los de el, esa manera de sonreír un tanto retorcida del otro mostraba esa faceta que lo enamoraba aun mas, aunque no lo quisiese admitir.-

-sus lamidas en su nuez, y la unión ese vaivén es el motor de su cuerpo conjugadas con la mirada sensual del menor , recreaba una escena jamás vista de disfrute, maximizado a la décima potencia, la mirada del chico se queda fija observando al otro, dejándole ver su parte masoquista, a la vez juguetona, esa había sido la respuesta mas sutil y clara de demostrarle que el amor, el deseo, estaban presentes-

-en un acto atrevido de Ritsu, lleva sus manos hasta las nalgas del mayor apretándolas suavemente, con cada penetración que le propinaba apretaba esos muslos para que se siguieran clavando en el- Nghh!!! ahh!!
te.. te amo...

Cuando sus uñas arañan mi piel, mi respuesta es la de empezar a acariciar su chorreante falo para que las clave a conciencia, deja unas marcas en forma curva en mis costados, ese pequeño dolor me excita y hace que me clave especialmente profundo. -ah... ah... - los jadeos no dejan de salir de mis labios mientras me muevo dentro suyo, su trasero pone tanta resistencia que creo que mi cuerpo colapsará en algún momento.


- Si me sigues provocando así... no hay forma de que me controle. - su voz y su mirada despiertan cosas que ni siquiera yo comprendo.


Le miro con una ceja alzada cuando sus manos descargan el dolor que siente en mi trasero, aunque mis ojos se cierran con fuerza por el placer que me sube por todas partes. - aah.... Ritsu! - mi cuerpo se arquea hacia arriba dejándole un muy buena vista al menor, que no puede disfrutar mucho, su sexo también se descarga, pintando su vientre. Los gemidos de ambos se unen, los grillos de fuera parece que ya se fueron a dormir. Se siente tan bien venirme en él... todo... mi cuerpo está... sobreexcitado a pesar de haber corrido ya. Mi respiración tarda más de lo necesario es calmarse, y los espasmos de placer no parecen disminuir como siempre.


Abandono su cuerpo lentamente y me doy cuenta de la sangra que mancha las sábanas. - Me sobrepasé... gomen... - acaricio su pierna con ternura. - Me he dejado llevar, pero no puedo decir que haya sido solo mi culpa, no crees? - sonrío y me tumbo a su lado dándole un corto beso. - ¿ todo bien? - pregunto preocupado, aunque él ha sido quien me ha provocado eso no quita que haya perdido mi control.

-el estallido de placer era inminente, su sexo emana su esencia manchándolos a ambos, su respiración no pretendía regularizarse al menos no por el momento, la descarga del mayor hizo arder su entrada dejando salir un gemido largo e intenso- ahhhhhhhhhhhhhhh!! ahhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!! mmm ahhhhh! -frunce ceño, finalmente después de aquel orgasmo mutuo, su cuerpo aun yacía sobre la cama, la caricia del mayor era un calmante natural para lo sucedido. sus caderas ahora no dolían pero mas tarde las consecuencias serían fatales-

-y si la culpa no era Takano solamente, sino de Ritsu también por provocarlo, incitarlo a llevar las cosas aun mas lejos de podían ser presionadas, siente aun la humedad en su entrada, posa su brazo en su propia frente, tratando de calmar su respiración, la cual de a poco se tranquilizaba, habla en susurros- no tienes que disculparte... yo quería que fuera así...

-no le dirige la mirada, pero su beso hace que lo haga aunque si bien era cierto que el chico lo deseó de ese modo, la vergüenza volvería ser parte de aquella escena, aun sin querer mirarle directamente le toma la mano entrelazándolas con sus dedos, entonces por primera vez en una situación como en la que se encontraban, Ritsu lo miró a los ojos, y le dio otro beso- mmm

Ese gesto de cariño me da una felicidad que solo él puede proporcionarme. Respondo a su beso mirando sus ojos y apretando ligeramente su mano. Acaricio su mejilla en una señal de que voy a profundizar el beso, mi lengua lame sus encias y recorre la parte de abajo de sus dientes antes de lamer levemente su lengua. Me separo y sujetando su mejilla para que no aparte la vista me apresuro a decir antes de que le embargue esa pena que había dejado de lado un rato por mí. - Me haces el hombre más feliz del mundo, nunca pienses que te voy a dejar.- lo que me hace realmente feliz es saber que esto no ha sido ni por el vino ni por el libro, es algo que ha querido hacer porque se ha podido librar de esa pena suya y sé que ha sido así.

Acaricio suavemente su cintura antes de pasar mi brazo por esta en un abrazo. - Prometo dejarte descansar mañana. Y prometo hacer todo lo posible para cumplir esto. - digo con algo de sorna, ya que siempre le prometo cosas que acabo incumpliendo, tuviera o no pensado respetarlas. - paso la cabeza por su hombro quedando cerca de su oído. - Te quiero.

-sostiene su muñeca mientras el mayor lo mira, sonríe con delicadeza, se sentía feliz de estar así con el pero las cosas al día siguiente seguramente estarían un poco tensas, por la acostumbrada vergüenza del menor, sin embargo en ese instante le dice- aunque yo... sea un tanto impredecible... nunca olvides que si te amo.. y antes que vuelva mi pena... quiero decirte yo tampoco voy a dejarte

-a pesar de sus promesas de dejarlo descansar, sabía que tardo temprano el la terminaría rompiendo, sonríe de nuevo sintiendo su brazo envolverlo dulcemente- hai hai... aunque... -se voltea un poco robando un beso tierno y corto d sus labios, vuelve a acomodarse-

Sígueme amando.. así... porque cada vez que lo haces me rompo y me vuelvo a unir con tus palabras... si esto es amor quiero vivir rompiéndome y uniéndome a ti toda la vida ... -sus orejas se ponen coloradas al decir esas palabras.-

Ese amante de los libros me sorprende una vez más con sus confesiones. Beso su hombro antes de pasar un brazo por debajo de su cabeza y atraerlo un poco más hacia mi rostro. - Baka, tus orejas están ardiendo.. - siento su calor al abrazar su cabeza de forma mimosa. Cierro los ojos y el sueño se apodera de mi cuerpo.


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A la mañana siguiente el Sol me da en la cara. Busco mi reloj de pulsera en la mesilla y con los ojos llenos de legañas consigo distinguir un 12 en números digitales. Me dejo caer para ir despertándome a mi ritmo. Bostezo y miro al pequeño hombre que tengo al lado, al cual tengo abrazado. revuelvo su pelo enredado por lo de anoche y por dormir antes de soltarlo sin despertarlo. Cojo algo de ropa del armario y me meto en la ducha.

-amanece pero su cuerpo se sentía aun pesado, quizás si se habían sobrepasado la noche anterior, apenas logra sentir el movimiento del mayor sobre su cabello, pero aun no despertaba, estaba durmiendo plácidamente, sin presiones de levantarse temprano, rato después se siente solo en la cama, y se voltea, trata de levantarse y por supuesto se va al suelo estrepitosamente- agh!! iteee!!

-se levanta como puede y ve las sabanas manchadas de sangre y un ligero tic en su ceja aparece, por su mente recorre el pensamiento "no... no puedo quejarme... yo provoqué esto"... aunque no podía evitar la mala cara, vuelve a la cama, la verdad no podía estar de pie- mmmm... -quejándose en silencio, no le quedaba de otra que pedirle ayuda a Takano, aunque no quisiera-

Takano!!... -se la piensa- Masamune saaan!!...

No hoy el estruendo que hace por el agua de la ducha, pero cuando me estoy secando oigo como me llama. - voyyy! - grito poniéndome unos pantalones de chándal y una camiseta transpirable de manga corta a toda prisa para ver que es lo que le pasa.

Veo como se frota la baja espalda y tiene tapado su cuerpo con la sábana. Su rostro es de molestia y yo suspiro al ver que ha vuelto el Ritsu de siempre. Me acerco a un cajón y saco unas pastillas para los dolores musculares. Lleno un vaso de agua y se lo tiendo con las pastilla deshaciéndose dentro. - Te hará efecto en 20 minutos. - me siento en el borde de la cama y analizo su expresión. - Es la primera vez que te rompo así... - acaricio su mejillas con las yemas de los dedos. - qué quieres de desayunar? Te lo subiré. - digo estirando lso brazos hacia arriba. Sonrío al notar que tengo agujetas en los brazos de todas las veces que sostuve su cuerpo contra el mío.

-lo mira aunque aun de mala gana, al parecer las mañanas después de tener sexo no eran sus mejores momentos, agarra la pastilla, y se pone de lado para tomarla, la pasa con un poco de agua- Si no te molesta... yo la verdad ... -se pone boca abajo ocultando su cara con la almohada- no me puedo ni mover -pone su cara de lado dejando ver el sonrojo de sus mejillas ténuemente- Hai... anoche fue algo... de locura ¿no? quiero decir... jamás lo había hecho de ese modo ya sabes... rudo...

Masa...mune... ¿cómo dormiste?... -era una pregunta que la daba algo de miedo hacer, pero era natural hacerla como su pareja, era importante hacerla-

Sonrío ante su sonrojo por la situación. Acaricio sus cabellos y asiento. - Fue fantástico, como me tocaste y... - me humedezco los labios al recordarlo. Me inclino a darle un beso en esa semiescondida mejillas rosa. - De Maravilla y tú? Aunque creo que me he levantado con agujetas. - me pongo el reloj de pulsera y me levanto. - Voy a prepararte el desayuno. Muévete lo menos posible, sí?


Bajo y empiezo a preparar un desayuno a base de frutas. Exprimo 4 naranjas consiguiendo un zumo de naranja natural que endulzo con un poco de azúcar, corto algunas frutas como mangos, melón y mandarinas dejándolas en un pequeño bol con unos palillos para cogerlos. Enciendo la tostadora con un par de rebanadas de pan y cuando están muy tostadas por el centro las retiro del electrodoméstico para extenderles miel y queso fresco por encima. Pienso en ponerle algún bollo, pero suele comer poco así que con esto será suficiente. Lleno un vaso con leche para poder tomar algo mientras le acompaño. Añado una servilleta a la bandeja y subo arriba. Dejo la bandeja en la mesilla y le ayudo a darse la vuelta para poder poner la bandeja en sus piernas.


- Espero que te guste.- me siento a su lado y cojo el vaso de leche. La bandeja de desequilibra al quitarle peso y los dos, por reflejo, la sujetamos, mi mano se ha puesto sobre la suya y la aparto dejando que se ocupe de la bandeja. Doy un trago a la leche. - Puedo prepararte otra cosa. - digo si no está satisfecho con lo que hice.

-la expresión de Takano al lamerse los labios había sido muy incitante, pero procuró que le viera ponerse mas rojo de lo que seguramente estaba- Yo.. yo dormí... bastante bien... -considerando que dormir en los brazos de Takano no es dormir bien, sino excelente, sintiendo su calor envolverlo, le deja ir por el desayuno, de a poco el medicamento hacía su efecto, y el dolor disminuía-

-cuando trae la bandeja ve aquel banquete y abre sus ojos de par en par sorprendido gratamente, pero casi se accidentaban tratando de acomodar la bandeja, por suerte no paso a mayores- Woah!! esto se ve muy bien -dijo con una expresión bastante tranquila pero feliz, comienza comer de a poco- Hmm!! no no!! así esta bien se ve muy apetitoso... arigato... -le mira siempre con esa timidez, pero ya era menor, era mas bien un acto dulce de su parte-

-continuaba comiendo y le ofrece- di ah!!! -ofreciéndole un pedazo de fruta con el tenedor, espera que el mayor lo coma para decirle- arigato... de verdad ... me atiendes muy bien.. -sintiéndose un poco mal por su actitud un poco seca y hasta odiosa-

-prueba el pan tostado- mmm !! está delicioso... o es que tengo mucha hambre... -se le queda mirando- ¿donde te duele...?

Asiento conteniendo una sonrisa ante su adorable reacción al ver evaluar el desayuno y de como me mira, su sonrojo a pasado a menores y se ve adorable.

Cuando me ofrece un poco de fruta me pilla bebiendo un poco de leche, aparto el vaso y me lamo el bigote blanco después de tragar y sonrío ante su ternura, casi parece un crío. Abro la boca cogiendo el trozo de fruta, resulta ser mango. - Arigato. - digo cuando trago. - Comes muy poco y ayer fue agitado, así que come bien. - digo terminado la leche y dejando el vaso en la mesilla. Le observo comer, con mi brazo cruzado sobre mi pierna doblada en una posición inconscientemente cool, como casi todas las posturas de Takano Masamune. - Si te he traído aquí es para poder darme el gusto de cuidarte. - le respondo a lo de que le atiendo bien y busco Tabaco en mis bolsillos por inercia, pero pronto recuerdo que no traje y dejo de buscar.

- Los brazos, supongo que entre cargar la maleta y no parar de moverme los forcé un poco, pero no me molesta mucho.

-Termina de comer y asiente a su palabras- hai hai... como lo necesario, no me gusta embotarme de comida -replica, mientras se limpia las comisuras de los labios con la servilleta, cuando levanta el rostro ve aquella posición del mayor, y debía admitir que estaba demasiado... pero demasiado bueno... sin contar lo sexy que es cuando se pone cachondo, niega de repente con la cabeza, entonces sus palabras llenan su corazón de una alegría indescriptible, el quería cuidarlo, y atenderlo- ¿de verdad?... -en otro momento llegó a pensar que takano sólo quería torturarlo al llevarlo con el a un lugar apartado como en el que se encontraban-

-termina de comer y le pide que retire la mesa- ven.. déjame masajearte -dijo con un poco de pena, y sin sentido sexual inmerso- trataré de relajar tus músculos... -se acomoda sobre la cama quedando de lado, aun tapándose con las sabanas -

-no se había percatado de que el otro no había fumado nada desde el día anterior-

Pongo los ojos en blanco, pero no añado nada ya que se lo comió todo y él que menos ha desayunado aquí he sido yo.Asiento a su pregunta. - Lo de la cabaña fue idea tuya. - le recuerdo, yo quería viajar a Europa, pero su alternativa me gustó más, aunque dejó de gustarle a aél mismo al saber lo que ibamos a hacer en dicho lugar.


Cojo la bandeja y y estirándome por encima suyo llego a dejarla sobre su mesilla, su petición me llega cuando estoy volviendo a sentarme en la cama. - Hai. - le doy un pequeño beso como agradecimiento antes de ponerme de lado, con mi espalda mirando hacia él.

La idea fue mia! porque a donde quisiera ir sacarías algo raro baka -dice con mala cara, sin embargo se enfoca en brindarle al otro un momento de No peleas-
-las sabanas apenas cubrían su cuerpo desnudo, se dispone a masajear sus brazos tocando puntos importantes para relajarlo, hace suave presión en las coyunturas de sus extremidades superiores- ponte boca arriba -le pide mientras le ayudaba a voltearse, espera que se acomode, y hace que abra los brazos, toca sus bíceps, se sonroja al sentir sus músculos- .. am ¿haces ejercicios?

-hace un punto de presión entre su pecho y hombros para aminar la presión de esas zonas- ¿como se sienten tus brazos?...

- En eso tienes razón. - digo con algo de autosuficiencia.

Me acomodo en el colchón dispuesto a dejar que sus manos. Al principio duele un poco, sentir como estira mis aticulaciones y sus pulgares presionan mis omóplatos. Me tumbo cuando me indica y sus dedos acarician mis brazos, aferrándose a ellos en algunos puntos comprobando si tenía nudos en ellos. Es agradable, tanto que no se me pasa por cabeza algún pensamiento impuro que tenga que ver con masajes eróticos. - De vez en cuando voy al gimnasio, pero nada regular. ¿acaso te gustan mis brazos? - pregunto mirándole de lado con la cabeza apoyada en la almohada.

- mmm... - ese último toque me hace quejarme un poco, mis músculos crujen y siento los brazos algo forzados, pero ya no noto los pinchazos de las contracciones musculares. Cuadro los hombros y le miro girando la cabeza. - Mucho mejor, déjame que te agradezca.- la punta de mi lengua asoma por mis labios antes de girarme y echarme encima del menor, la sábana queda a sus pies y mis labios se han apropiado de los suyos en un ardiente beso. No me extraña que nunca pueda cumplir mis promesas con este hombre. Sujeto sus brazos por encima de su cabeza, mis dedos se entrelazan con los suyos y puedo sentir su cuerpo debajo del mío, caliente y avergonzado. Me aparto con una media sonrisa odiosa y miro su cuerpo de arriba a bajo. - Tan sexy... - muerdo su labio inferior de forma juguetona. - arigato... - susurro sensualmente mientras me retiro. - Voy a preparar unos bentos, si te encuentras bien podemos hacer una excursión fuera. - Hago como si no me le hubiera tirado encima. soy lo peor, pero me encanta.

-Continuaba haciéndole el masaje enfocado en ayudarle a sentirse mejor, pero como siempre tenía que decir alguna cosa que le diera vergüenza y que lo expusiera de tal forma que no tuviera donde huir- ¿ah? tu tu ...tus brazos? mmm am pues yo es que se ven fuertes -no lo iba admitir, aunque la verdad LE ENCANTABAN, pero decirlo significaria un par de horas de acoso, aunque era obvio que le gustaban esa reacción lo decía todo-

-lo sorprendente de todo el asunto es que siempre hace cosas como esa, no importaba las promesas de comportarse, no importaba si discutían, Takano san siempre sería una persona caprichosa, que siempre se contradice y hace lo que le venga la gana inmediatamente, y por supuesto no dejaría el mayor pasar su oportunidad de besarlo ni mucho menos provocarlo, cuando se le pone encima para besarlo su cuerpo se estremeció aun estaba sensible, sus caderas aun dolía pero ya menos, no le dio tiempo de replicar sus acciones, cuando se separa le mira mal y con una vena saltando en su sien- BAKA!! -pero queda inmóvil sobre la cama, suspira dejandolo ir a que prepare los bentou-

-luego de que se va el otro, se levanta a ducharse, y peleaba solo la ducha- Maldito takano san... aparte de que me tomo la molestia de hacerle masaje se pone de acosador... ya verá... jum!! -sale de bañarse y se viste con algo comodo y deportivo de nuevo-

-baja con cuidado pero caminaba lento- Takano san... -se corrige a sí mismo- Masamune san... -le apunta acosador- HOY NO HABRÁ NADA DE NADA ENTENDIDO?!!! -Saca aquella advertencia de la nada- Me duelen demasiado las caderas abusaste ... de mi ... -el único que abuso de alguien fue el mismo ritsu por andar de provocador-