Viaje a Hakone

-sus caricias le daban una calma sutil a todo ser, el deseo sexual baja un poco mas y se separa apenas de el, sintiendo algo de vergüenza- si.. si yo quiero ir al pueblo a ver los fuegos artificiales... -sale de la ducha pero al hacerlo las piernas le fallan y pone cara de pocos amigos murmurando- Itae... -pero el mayor lo llevaba aprisionado, sin embargo en un momento de descuido es besado por Takano,correspondió con suavidad, siendo este un beso sentido con matices de sensualidad-

Yo... yo tampoco quisiera irme, estos días me he dado cuenta de que me gusta tratarte como lo que eres... mi pareja, sin tener que esconder nada -sus mejillas coloreadas de ese rubor natural revelaban la sinceridad de sus palabras-

Quiero... quiero yo.. pues... me gustaría poder vivir contigo -dijo titubeante pues temía que esas palabras representaran una carga- Y hacerte despertar por las manas con un abrazo..-guarda un silencio corto, repite de nuevo- darte aun abrazo un beso... o quizás... despertarte haciendo el amor

- Lo siento... - digo cuando se queja de sus caderas. Saco del cajón del baño unas pastillas para el dolor y se la doy. Mientras me estoy secando me dice algo que me hace realmente feliz. Dejo caer la toalla con la que me estaba secando el pelo sobre mi cuello. Lo hago sentarse con suavidad en la taza del váter para que no le duelan tanto las caderas estando de pie y yo me arrodillo en frente tomándole de la mano. - Eso me... me encantaría. Está bien para mí, me hace ilusión que quieras vivir conmigo. De todas formas, ya has dormido muchas veces en mi casa. Me encantaría que te instalaras en ella. No tengo sitio para todas tus cosas, pero como vives al lado no es problema, pero podrías traerte algunas cosas para que no tengas que andar yendo y viniendo a tu piso. - tomo su rostro entre las manos y lo atraigo hacia mí y apoyo su frente en la mí. Cierro los ojos con una sonrisa pequeña en los labios. - Ahora que has accedido a casarte conmigo, estoy más dispuesto a atarte a mí así que no tengas vergüenza en hacerme estas proposiciones. Aunque si no te diera vergüenza creo que no me daría tanta felicidad que superases esa barrera.



- Estoy muy feliz.

-sentando sobre el water se le queda mirando a los ojos, sus mejillas volvieron arder, aunque era inevitable que eso sucediera- Yo tambien estoy feliz... muy muy feliz jamás pensé que pudiéramos estar juntos de nuevo, Pero... En el trabajo que dirán? no traerá problemas eso a nuestras labores... la compañía puede verlo mal -dijo en tono bajo tratando no parecer aguafiestas pero también era necesario pensar que ambos tenían que tener los pies puesto sobre la tierra-

su corazón palpitó al escuchar de sus labios que lo quería atar a el, separó su frente de la ajena para cubrirse parte de su rostro con ella, aunque cada vez se acostumbraba mas a su presencia aun le daba vergüenza que le dijera esas cosas y peor aun estando desnudos prácticamente uno frente al otro, cuando bajo su mano y sin querer desvió la mirada a otro lado vio el empaque tirado de un jabón y ladea la cabeza, la vista era necia- etto... Masamune... me puedes pasar ese papel que está ahí -cambiándole casi que radicalmente el tema-

-una ligera pero mala... impresión estaba naciendo dentro de sí-

- En eso tienes razón. Llevémoslo en secreto un tiempo. Demostremos que aunque trabajemos en el mismo lugar no nos dejamos afectar por lo emocional y que podemos ahcer perfectamente nuestros trabajo. Es un reto. - digo con una media sonrisa.


Miro el papel... ups, la etiqueta, juraría que la tiré a una papelera. - Esto? Solo es la etiqueta del gel, tengo la manía de quitarlas. - digo despreocupadamente tirándola a la papelera. - Voy al cuarto a cambiarme. - se puede decir que estoy huyendo. Me imagino a Ritsu cogiendo la etiqueta de la papelera y leyendo el contenido de esta. Las venas brotarán una a una en su frente, su cara se pondrá roja, por la vergüenza y el enojo. Además chillará un baka bien fuerte...

-pues justamente la curiosidad mató al gato... y ritsu era comparable con uno... aunque si de gatos se tratase el chico era uno muy arisco, malgeniado que se eriza fácilmente, y saca las garras a la mínima provocación, fue entonces, cuando vio los jabones su sentido agudo de la percepción vio que faltaba uno, en su lugar, agarra el papel de la cesta y ve la etiqueta...-

...

-su cuerpo se erizó y un maullido estruendoso (grito) salió de su boca- BAKAAAAAAAAAAAAAAA TAKANO MASAMUNE!!!!!!!!!!!!!!!! , estas muerto!!!!!!!!!!!!!!!!! -abre la puerta de golpe pero sin querer se le devuelve pegándole por detrás haciendo que perdiera el balance a punto de caerse y cae evidentemente en una posición poco elegante- Como te atreves!!!!!!! a usar esa cosa sin mi permiso!!!!??? -aunque de algún modo fue su culpa propiamente por no acordarse de esos.. jabones raros-

-se levanta con la misma pero cuando intenta levantarse tiene quedarse en 4 sobre el suelo, pues su caderas dolían como nada en el mundo- argh!!!!!! mmm ngh! con un carajo levantame... y espera que te ponga las manos encima!

Me encojo ligeramente por el grito y sonrío al ver como cae, para variar no una vez, si no dos, ya que su intento de levantarse acaba en una caída. Me pilla a medio vestir, solo me puse unos pantalones. Me acerco a él y lo cojo en brazos, aunque en ese momento me caen varios golpes poco certeros y lo suelto en la cama.


Le miro algo molesto, pero también divertido. Me pongo encima y sujeto sus brazos que no cesan de pegarme contra las sábanas. - Me pediste Jabón y te lo di, no especificaste, no hay otros en el baño, si trajiste alguno tuyo lo dejarías en tu necesser. Así que te pasé ese. Además... admite que ha sido una de las mejores veces que hemos hecho el amor. Úsalo tú conmigo, así estaremos empate. - le propongo sabiendo que se enadará más.

-una vena salta en su cien cuando le lanza a la cama y le dice semejantes cosas, el descaro desbordante del mayor no tenía limites, un tic nervioso en su ceja se activa, y le muestra una expresión de enojo mezclado con vergüenza.- eres un gran manipulador.... si pudiera te arrancara la lengua con los dientes -hace un ademan de morderle tratando de lucir amenazador, pero eso realmente no iba con el chico-

-voltea el rostro un poco fastidiado pues el mayor le vuelto a ganar, y nuevamente hecho caer en su juego de seducción sin darse cuenta, aunque no podía negar que haber hecho el amor así no solo fue delicioso, sino especial, pues salió una parte suya llena de deseos por ser tomado por takano de ese modo, pero lo peor era que lo retaba y su enojo crecía mas haciendo que cayese en su juego estúpidamente.- ja!!!!!!!!?? lo haré y te haré pagar por eso!!!!!!!!!!!!!:..

Rompo a reír cuando se intenta poner amenazador y me dejo caer a un lado de la cama. - Me gustaría que lo intentarás. - lo de arrancarme la lengua con los dientes no suena tan mal.


Acepta mi reto y me rio. - Lo estaré esperando. - cuando se pone en plan de puedo hacer lo que sea y te lo demostraré es de lo más lindo. - Venga, vístete. Tenemos que ir al pueblo. Además tengo que comprar cigarrillos.

Me pongo una camisa con una chaqueta vaquera encima. Le miro y suspiro. - Fuera coña, me alegro de haber usado el gel. Me ha demostrado muchas cosas y ha sido muy lindo estar así contigo. Te espero abajo.

-se pone rojo ante sus palabras- baka ... deja de reírte de mi no es gracioso -tirado sobre la cama aun con los brazos extendidos hacía atrás- hai hai ya me voy a vestir -dijo con un tono de fastidio por las burlas ajenas- no deberías fumar tanto es malo para los pulmones...

-le dijo antes de que se fuera de la habitación, se levanta a duras penas para cambiarse, se pone algo cómodo jeans, una chemise estilo polo, y una chaqueta para el frío, baja las escaleras lentamente, peinó su flequillos con los dedos a los lados para evitar que que le cayeran en los ojos-

-se acercó a el y le tomó de la mano un poco penoso- vamos?...

- Mi amor, eres comiquísimo. - digo mientras me abrocho a chaqueta y bajo abajo.


Cuando baja, vestido como siempre para pasar desapercibido, toma mi mano. La sostengo con firmeza.

Andamos hasta el pueblo que se encuentra en fiesta. Aunque aún no es de noche todo se ve hermoso y colorido. Todo estaba lleno de farolillos de todos los colores. Hay bastantes niños disfrazados, las mujeres esconden sus caras pintadas de blanco tras suntuosos abanicos hechos de conchas y plumas. Algunos hombres trabajan en preparar las calles para las procesiones de la noche.

Spoiler:

Después de ver el espectáculo que nos ofrecía ese pueblo entramos en un restaurante. Pedimos un menú para ambos. Y todo estuvo delicioso.

Spoiler:

Mientras él termina de comer los rollitos de salchicha yo le digo que me espere, que voy a comprar cigarrillos, aunque es otra cosa la que voy a comprar.

Tardo en volver, ya que al final se nos hizo de noche y traía conmigo unos farolillos para echarlos al río. No encontré cigarrillos por ningún lado, pero eso es algo que podía esperar. - Vamos a ver pasar la procesión. - digo tomándolo de la mano y yendo hacia donde se dirige toda la gente.

-se van finalmente al pueblo ahí las personas, el lugar, todo fungía como una sola armonía, estaba realmente feliz el chico, era un ambiente tan diferente al de tokio, donde la vida acelerada marcaba la pauta, pero aquí todo era mas relajado, siempre cordial, después de una caminata por las calles de Hakone, deciden ir a comer, la comida tradicional, siempre cuidada al detalle, era como transportarse verdaderamente a otro mundo. Come deliciosamente, y de vez en cuando salía una sonrisita de sus labios, lleno siempre de felicidad-

-cuando el mayor le invita después de comer a ver la procesión, los monjes de templo bajan haciendo un ritual de tambores, era un espectáculo magistral, seguía tomado de la mano con Takano, entrelazando sus dedos con los ajenos- Vaya que hermoso es esto... de verdad que no quisiera tener que irme de aquí.

-la noche fue cayendo los tambores eran iluminados por antorchas, el despliegue de colores rojos, y amarillos era genial, daban un ambiente místico, además de ancestral, de a poco comenzaron a aparecer los fuegos artificiales en el cielo creando unos matices únicos en el-

-los ojos del menor se iluminan- WOAAAAAAH!! miraa!! -exclamó mirando de vez en vez al otro-

El menor se ve feliz y esto em arrebata alguna sonrisa fugaz que otra. La procesión es hermosa y cuando la noche cae y la Luna se ve a penas por encimas de las casa y las carpas de fiesta los fuegos artificiales comienzan.

Rio entre dientes por como se ve, parece un niño. Con todo el mundo mirando el cielo teñido de colores, nadie mira como rodeo su cintura con un brazo y apoyo la barbilla cerca de su oreja en un abrazo no muy empalagoso. Nos miramos unos segundos antes de que un gran estruendo en el cielo requiera nuestra atención. Como final del espectáculo varios fuegos de todos los colores del arco iris son lanzados uno detrás de otro sin cesar, con un gran destello de luz verde azul y rojo que parece que quiere tocar la Luna antes de extinguirse.

En el momento en el que las chispas caían dejando el cielo que creían poder alcanzar un tambor empieza a sonar y después una sierra musical. Una música tradicional, pero con algo de marcha empieza a sonar y y la gente se reúne alrededor de los músicos bailando en círculos que se ampliaban y disminuían sin ton ni son cuando alguien se salía del círculo y los de al lado querían seguir teniendo dos personas a su lado bailando para no sentirse ridículos. Suelto su cadera y le hago un gesto con la cabeza hacia la música y los bailarines improvisados. - ¿vamos?

-le sigue, y asiente con su cabeza, comenzaron a bailar entre la multitud, lleno de felicidad y entre risas, de vez en cuando se acercaba peligrosamente a los labios ajenos, aprovechando que la muchedumbre no permitía distinguir bien a las personas, asimismo, volvía a darse la espalda para evitar el contacto con los labios del otro, jugaba de ese modo tan pícaro e inocente, muy particular de Ritsu, que pese a que su sensualidad no era la común era realmente excitante-

-Aun sus caderas le dolían pero trató de moverse con cuidado para llevar el ritmo del son que marcaba el tambor, la gente aplaudía pausadamente siguiendo ese sonido firme del instrumento, vuelve a mirar al mayor y se le acerca, susurrándole- Te amo...

-se aleja nuevamente como si estuviera jugando con el-

Esperaba que me dijera que no sabe bailar, pero aunque no es que sea un experto baila con sentimiento y sus movimientos gozan de algo de sensualidad. Busca provocarme en ese baile. Da vueltas y yo lo acompaño sin soltar su mano. Ese te amo fuera de contexto me agranda el corazón y sigo su baile. Una sonrisa se me dibuja en el rostro por su juego. Tanta libertad... no puedo concebir que se acabe. Su cuerpo me seduce de forma inocente y acabo sujetándolo por las caderas y nuestros labios se entreabren y se acercan y se separan continuando un poco ese juego antes de darlo por terminado. Un beso hecho de sonrisas como ningún otro que hemos compartido.

Empieza otra canción y yo tiro de su mano hacia fuera de es multitud que pasaba a la velocidad de la luz frente a mis ojos, parecen formas inconclusas en un universo cuyas únicas formas de vida somo Ritsu y yo.

Conseguimos salir y vamos hacia un río. Allí hay bastante gente también y la música queda lejana. El río s lleva unos chouchin (farolillos) que lo llenan de un amarillo precioso. Montamos los nuestros sobre una barca y los dejamos ir en el río que refleja la noche. Una tradición para que los espíritus lleguen a buen puerto y además todo se ve hermoso. Tomo su mano y levantando nuestros brazos le abrazo con nuestras manos agarradas y los brazos cruzados sobre el abdomen del menor. Vemos como nuestras barquitas se alejan hasta que no podemos distinguirlas entre el resto. - Hacía mucho que no me lo pasaba tan bien.

Spoiler:

- echan los faroles al agua, y entre abrazos y agarradas de manos pasaron su velada felizmente, su afirmación le contentaba, saber que estar juntos y tenerse el uno al otro, sólo viviendo las cosas que te entregaba la vida era mas que suficiente, las luces poco a poco llegaban a su fin - Yo también me la estoy pasando muy bien... -le mira de reojo con sus mejillas coloradas por el frío de la noche que caía-

Nunca la había pasado tan bien en mi vida -sin pudor alguno besó los labios del mayor muy suavemente, no importaba si lo veían, dio un par de besos mas y se separó, se queda cerca de sus labios un segundo, sonríe y se aleja apenas, suelta su mano, creando de nuevo ese juego de el gato y el ratón sutilmente-

-caminan mas abajo y había un puente hermoso pintado de rojo donde se veían pasan los faroles hacía lo profundo del lago y ahí se apoya al barandal pensando muchas cosas-

Beso esa mejilla sonrojada por el frío y ese beso en público me hace desear gritar que es mi prometido. Se escapa una vez más y yo acelero el paso casi corriendo y lo atrapo en un abrazo por la espalda antes de tomarlo de la mano y echar a andar.

Miro su espalda doblada sobre la barandilla. No puedo aguantar. Tomo su mano haciendo que se quede en frente mía. - Pensaba dártelo mañana, pero no puedo aguantar. ¿Puedes cerrar los ojos? - los cierra y compruebo si los tiene abiertos moviendo la mano delante suya. Por una vez estoy algo nervioso, aunque no se me note. Saco una cajita de madera artesanal con dos anillos de compromiso dentro de los bolsillos de mi chaqueta vaquera. Son de plata y no parecen anillos de compromiso, los compré con esa intención por el trabajo y así evitar preguntas. Tienen un diseño moderno y son de marca, además tienen grabado en el aro interior las iniciales de cada uno. Cojo el que tiene las letras grabadas de T.M. y se lo pruebo en el dedo del medio. Al menos acerté con la talla, me pregunto si le gustará o si se negará a llevarlo por lo arriesgado que es, mientras lo acepte y lo guarde está bien para mí. Los compré cuando fui a por cigarrillos y mandé que hicieran inscripciones con nuestras iniciales. - Me sentía mal por la forma tan irresponsable en la que me declaré. - abre los ojos y me pongo yo un anillo con sus iniciales. - Estoy muy feliz de la respuesta que me diste, te lo volvería a preguntar, pero me da miedo que te dé un venazo de esos tuyos o de tanta vergüenza finjas no saber de que te hablo. - bromeo. Le miro serio, pero con una sonrisa en los labios. - Eres mi todo. - digo tomando su rostro y dándole un beso apasionado.

Spoiler:

-se sorprende con su petición y sin replicar cierra sus ojos- esta bien ya están cerrados -respondió curioso, y sin hacer trampa mantuvo estos cerrados, escucha sus palabras sin comprender mucho porque le decía esas cosas, pero al abrir sus ojos, su corazón se acelero ni contar que su rostro parecía un tomate de lo rojo que estaba, de alguna forma sus nervios volvieron, y por su puesto no escatimó en pegarle por ese comentario, de negarlo todo, aunque era de esperarse que algún momento lo hiciera por aquello de su orgullo, reacciona pegándole en un brazo- BAKA! -lo abraza escondiendo su rostro en el pecho ajeno desde esa posición sólo sus orejas eran visibles- te amo... y no pienso retractarme -corresponde su beso luego saber que el era su todo de igual modo, era la respuesta que necesitaba siempre para despejar cualquier duda que ambos pudiesen sentir-

-Al separarse de sus labios, sonríe, aun tenía ese colorcito en sus mejillas- No me arrepentiré de haberte dicho que si.... pero no me hagas repetirlo que ... me da pena -mira a otro lado super avergonzado, besa ambas mejillas del mayor- Será difícil que acepten nuestra relación pero no me importa... -agarra la mano ajena mirando su anillo y lo acaricia-

Después de dos golpes me abraza, su cabeza encaja en mi pecho perfectamente. - Por eso no te pregunté de nuevo. - su sonrisa es cálida. Cuando besa mis mejillas me doy cuenta de lo frío que está. Sujeto sus caderas para que no pierda el equilibrio al alzarse sobre sus pies para besar mis mejillas. - A mí me da igual que la acepten o no, pero sé que con tu familia será complicado. Ahora que lo pienso... tienes una prometida también y... - no quiero a nadie más que pueda aspirar a él. Me callo, es su familia y es él el que tiene que decidir como lidiar con todo, eso no quita que yo vaya a estar apoyándole con todo eso y que cuando me necesite para algo no voy a estar.



Miro nuestras manos con ilusión unos momentos. - estás helado. - me quito mi chaqueta y se la echo por los hombros. Froto sus brazos con las manos para que entre en calor. - te quiero. - pero mis palabras son tragadas por una gran conga que pasaba por al lado del puente. Mucha gente se notaba que iba algo borracha. Rio entre dientes sin saber muy bien porque. Hago un gesto hacia el grupo de gente. - te apetece que nos quedemos un poco más a la fiesta o volvemos.

-cuando le escucha hablar de An-chan pone un par de dedos en los labios del mayor- No... ella no es mi prometida, yo sólo tengo un prometido y ese eres tu, ella sabe mis sentimientos hacia a ella, es una persona a quien aprecio pero no la amo -juega con sus dedos- no importa lo que vayan a decir, si estás conmigo podré soportarlo
Podemos quedarnos un rato mas antes de regresar... ya mañana tenemos que volver, Estas vacaciones tenemos disfrutarlas lo más que podamos... -le jala suavemente para que caminen por las calles mas pintorescas del pueblo, justamente pasaban por el frente de una tienda de conveniencia y había un aviso de que se vendían cigarrillos-

Beso sus dedos antes de que se retiren a jugar con los míos. - hai, . digo suavemente él me jala y yo paso un brazo por sus hombros. Andamos por las calles. Y cuando pasamos por una tienda con máquina de cigarrillos hacemos una parada.

Cuando tengo el humo dentro de mis pulmones me dooy cuenta de lo mucho que me hacía falta la nicotina. Si no fumaba algo ya iba a estar de bastante mal humor. Menos mal que no hemos discutido hoy, estaba en mi límite. Aunque no le guste, el olor a cigarrillo es parte de mi encanto, ese aroma, sin él no soy yo. Tengo la sensación de tener los pulmones limpios. Doy otra calada intentando quitarme esa sensación de encima.

Llegamos a una zona con juegos de feria. - quieres jugar a algo?

-Camina con el a su lado y termina comprando cigarrillos, no se podía hacer nada era un vicioso, pero así lo quería- Ya deja de fumar... te esconderé los cigarrillos cuando te descuides -le amenaza de forma sutil, con una sonrisa un poco sarcástica-
-caminan un poco mas y habían juegos de lanzar bolas, y le hace ilusión ganarse un peluche hermoso, era un conejo blanco vestido con una bufanda muy tierna- Masamune quiero eso!! -aveces podría decirse que ritsu tenía gustos un poco extraños pese a su personalidad retorcida, odiosa, y mal geniada-
-le jala de nuevo con el hasta llegar a la estación de juegos y compra un turno, le dan 3 intentos, y comienza con el primero, falla..., segundo... falla de nuevo ... tercero FALLO MAYOR, la gente lo mira con cara de ¿de verdad tiene tan mala suerte?- Odio este juego... ya me quiero ir

Spoiler:

- Llevo toda la semana sin llevarme un cigarro a la boca, déjame disfrutar. - digo burlón dando una larga calada que deja una buena parte del cigarrillo en cenizas que se sostienen a duras penas del filo del pitillo.


Rio al ver ese lado suyo tan tierno e infantil que tan escondido tenía. Miro como lanza las bolas sin colar ninguna y el tendero tiene que esquivar la última que se le desvía. Revuelvo sus cabellos y tiro la colilla pisándola para apagarlo. - Te lo conseguiré. - Pago las tres tiradas y acierto dos de las 3 que piden para el conejo. Nos dan un llavero de un gatito. Pago de nuevo otros tres intentos y ya me hice con el peso de la bola y la fuerza que tengo que emplear para lanzarlas. Consigo los tres tantos y le señalo al hombre el muñeco que Ritsu quería y este lo coge. - No imaginé que te gustarán los peluches, no vi ninguno en tu cuarto. - seguimos andando, aunque ahora no puedo cogerle la mano, ya que el muñeco gigante acapara todo su amor.

-aunque estaba realmente un poco frustrado por ganarse el peluche, el que el otro lo gane le daba pique, pero no importaba, miraba el lado bueno de toda la situación-
-sonríe pero trata de esconder su risa cuando gana el premio, agarra su gran regalo y cuando caminan le dice- sabes porque quería este peluche?... -susurra a su oído- porque se parece a ti... con los lentes, la bufanda, creo que eres como un gran peluche con cara de malo -se echa a reír y acelera el paso, podría costarle muy caro si Takano lo atrapa por llamarlo peluche-
-Llegan a las afueras de la feria y desde ahí se veía el cielo despejado muy hermoso y tranquilo- Vaya... que lindo todo esto, que tal si regresamos a la cabaña..?

Me acaba de llamar peluche con cara de malo, mientras lo asimilo él aprovecha para coger algo de ventaja y coger distancia. Lo alcanzo y sujeto su cabeza entre mis brazo frotando su sien con mis nudillos haciéndole daño.


Seguimos andando y vemos muchas estrellas en el cielo. - Sí, ya lo hemos visto todo, pero no te creas que se me olvida que me has comparado con un conejo con alitas. - digo mirándolo amenazante un segundo, aunque era más broma que otra cosa.


Caminamos hasta la cabaña y cuando llegamos voy a la cocina. Saco una botella de champán de la nevera y sirvo un par de copas. - Es una pena no probarlo al menos, deja el peluche, anda. - le doy la copa y nos sentamos medio abrazados en el sofá. - Es muy pronto todavía para pensar en eso... pero a dónde te gustaría ir para la Luna de Miel?

Itae!!! -se queja cuando le agarra y frota sus nudillos- oye!! eres un salvaje deja de agarrarme así! -pone mala cara , pero no tan en serio, cuando accede a irse y le vuelve a recalcar lo del peluche trata de contenerse la risa- pues... es que acabas de darme la razón eres un gran peluche con cara de malo, aunque las alas rosas no te van ni un poco, mejor blancas así combinan mejor con tus ojos -dijo bromeando sólo por molestarlo-

-cuando llegan a casa no quería soltar el peluche pues lo usaba de escudo para defenderse del otro, saca el champagne, y se la piensa primero antes de beber, pero termina accediendo, agarra la copa y deja del lado al peluche pero a una distancia prudencial, se deja caer un poco sobre el pecho del mayor y aquella propuesta le deja en el sitio- ah?! pues... eso no se... quiero decir, primero tenemos que ver cuando y donde nos podemos casar, etto -se pone rojito y se bebe de golpe el champagne.-

Quizás Londres... -dijo bajito.