Habitacioón de Cael Tsurai

Acaricio su mejilla en el momento en que me responde el beso sin soltar su barbilla. No tengo ni idea de lo que estoy haciendo, solo sé que me siento bien, es correcto. Cael es la única persona a la que le preocupo, es muy raro, pero me quiere de corazón. No es tan niño, no? No besa como uno... mi cabeza es un lío. Dejo de lado todo pensamiento que no tenga que ver con ese beso.


El beso acaba y le miro a los ojos y apoyo mi frente en la suya mirándole con una sonrisa. ¿no está mal dejarse llevar? Veo su colita moviéndose mostrando que está feliz por detrás y me rio por la situación. - eres fácil de leer.

Sonrío cuando pone una cara divertida inflando sus mofletes. Resoplo de nervios y poso las manos en sus caderas esperando no hacerle daño. - Bueno... me siento muy cómodo contigo y en fin... aunque has estado un poco inexperto, el beso me... ha hecho sentir cosas, cosas gratas y... sé que nadie me va a querer como tú. Estoy bastante seguro. - sonrío echando el aire por la nariz. - ¿y tú? Seguro que quieres a alguien como yo?

Arrugo la nariz cuando me la besa, aunque se comporte como un niño... me gusta. Es demasiado tierno. Le doy un piquito, o lo que viene siendo nuestro beso de hermanos. - Pues sí, ya te puedes esforzar, no esnada fácil satisfacerme. - bromeo, aunque es la verdad, no sé ni como pedirle sexo, pero me muero por hacerlo con él y dejar las manos en su cadera y no en su culo cuesta un poco. Supongo que puedo esperar.... un poco... aunque también le presionaré un poquito más.


- Lo harás, no te preocupes. ¿empezamos ya? - le miro con una sonrisa e ignorando lo azorado que está. Lo atraigo por su cadera antes de volver a poseer sus deliciosos e inseguros labios, usando mi lengua para explorar su boca y tras lamer sus labios dejar que juegue con la suya entrando y saliendo

Vaya... si tenemos aquí a una fierecilla pienso viendo como trata mis labios. - relaja la boca. - le digo en una separación de nuestros labios. Mi lengua taladra su boca haciendo que gimamos suavemente. Le indico que saque la lengua y la lengüeteo un poco antes de succionarla ligeramente con mi boca haciendo que salgan unos sonidos muy sexys de su boca.

Separa sus labios de los míos, pero su cuerpo permanece en el sitio. Acaricio su rostro con el dorso de mi mano. - gracias? - su cuerpo se siente agradable y apetecible de repente.

Al igual que el otro día el que me mire tan sensual y me hable así me excita hasta que consigue que me azore. Siento su fuerte agarre. - Ten cuidad... ah... - sus caricias me dejan a una vocal de acabar la frase. Sus ojos se afilaron un poco dándole un aspecto gatuno.- Bien... si necesitas detenerte... - no me creo que diga algo así yo, pero tampoco es que se sienta incómodo, no? Esto es raro.


Atrapo de nuevo sus labios dándole un beso lujurioso y pasional. Acabamos sentados en su cama y yo acaricio con las yemas de mis dedos su cuello bajando por su hombro. - Cael... tócame. - digo con una voz algo excitada.

Es más atrevido de lo que creía, aupongo que le pasa a menudo, igual que el otro día pienso cuando estoy tubado con él encima y mis manos se cuelan por su camisa, pero solo encuentran vendajes. Chasqueo la lengu acon fastidio y solo pongo las manos en sus pequeñas caderas. Me acaricia sutilmente con sus manos, ladeo el rostro cuando ese roze en mi cuello por su nariz notando como aspiro mi olor y echa su aliento encima ahce que me estremezca.


Mi cara está roja. Aunque como no estarlo cuando está tocando una parte muy sensible y encima me habla así. Se me escapa un suspiro. Me desabrocho la camisa con arsimonia y me toco uno de mis pezones. -Tienes que hacer esto ahí. - me incorporo besándole con mi lengua, mostrándole como debe tocarme con su boca, acabo dándo un tirón a su labio inferior con mis dientes. Paso una mano por su cabello peinándoselo a un lado antes de darle una pequeña mordida a este.


Me pone enseñarle, pero realmente, creo que podría hacerlo satisfactoriamente él solo. Quiero sentir su piel, pero sus vendajes y heridas me lo impiden, además soy el único que está recibiendo, se lo compensaré la próxima vez pienso mirándole tan sonrojado como él.

Joder, que rápido aprende el crío. Como toma mi lengua haciendo que intercambiemos gran cantidad de fluidos en ese beso, como acaricia mi botón con sus pequeas y suaves manos, además se atreve con mi... - ah... - gimo, toca demasiados puntos a la vez y mi espalda se arquea de placer, inevitablemente mi miembro despierta buscando satisfacción. Agarro en un puño la manta sobre la que estoy mientras muerdo sus labios haciendo que se hinchen.


Sonrío sofocado. - ¿me estás viendo? ¿crees que lo estás ahciendo mal? - mi cuerpo tiembla levemente por el placer que me proporciona ese neko. No parece Cael... - ¿Y ahora que me harás? - ni siquiera creí que pudiera llegar tan lejos, me estoy empezando a poner cachondo...

El primer contacto de sus labios con mis botones se siente bien, sobre todo porque humedeció sus labios con esa sexy lengua.

Jadeo débilmente cuando toma mi miembro y lo vigoriza. El pequeño es un conjunto de ruidos eróticos hechos especialmente para volverme loco.


Hago que giremos y quedo yo encima sujetando sus muñecas contra el colchón. - algún día me tomarás tú a mí, pero para eso tienes que crecer primero. - beso de forma deliciosa sus labios y bajos sus pantalones, en esa zona no hay vendas, pero sí algún moratón. Beso y lamo con delicadeza sus golpes en sus muslos, deseando que mi saliva fuera curativa

En cuanto grita me doy cuenta que aunque no fue un movimiento muy brusco está muy malherido. Me aparto asustado de haberle hecho daño y haberle abierto las heridas. - Lo siento, yo... perdona, ya está. - acaricio su rostro mientras estoy de rodillas entre sus piernas arrastrando las lágrimas entre mis dedos. - Ya está... lo siento mucho, no he tenido cuidado, te movías de tal forma que me dejé llevar.


Cuando deja de llorar le indico que se dé la vuelta para ver sus heridas en la espalda. No se abrió ninguna, menos mal. Dejo que esté tumbado bocaabajo mientras se le pasa el dolor y yo le miro apenado arrodillado al pie de la cama, después de darle un calmante. - mejor? . cojo su mano y le doy un beso en ella y me quedo con ella agarrada. - Debería haber esperado a que te curarás.

Ladeo el rostro para besar la palma de esa mano que me acaricia el rostro. - Él que tiene que disculparse soy yo, te he dañado. No tienes que forzarte a nada y ... me has hecho sentir muy bien. - sonrío doblando el cuello para tener el rostro en la misma posición que el suyo. - Habrá muchas oportunidades de hacer esto, sí? Ahora solo recuperate, no te preocupes por nada más.


No solo me daba pena haber estropeado el momento, también he vuelto a tomar consciencia del dolor que le causa su hermana, esa que le odia, aunque Cael no quiera creerlo. Y lo ñunico que puedo ahcer es estar a su lado. No puedo hacer que esas heridas dejen de dolerle, tampoco creo poder impedir que vuelva a ocurrir y tampoco se lidiar con su estado mental. Soy un auténtico inútil, pero si hay algo que puedo hacer... Solo con que esté con él sonríe, entonces no me apartaré de él. Mis propios pensamientos me resultan ajenos, de verdad puedo serle fiel a esta persona?

Suspiro. - Lo que más me apena es que de verdad estés acostumbrado a ello, eso es lo que más me angustia, que tu cuerpo llegue a estos extremos, pero intentaré quitar la cara amarga.


Sonrío levemente y me incorporo tumbándome a su lado con cuidado de no moverle mucho al añadir peso al colchón. Enredo un mecho de su pelo en mi dedo. - Sí tú vas, yo voy. - respondo simplemte. La verdad, no me interesa integrarme, pero un par de profesores me dijeron que fuera, ya que siempre me ven solo. - No me vamucho, pero está bien salir, aunque si nos quedamos tendremos el insti para nosotros. - digo con una mirada pícara


- Por cierto, voy a empezar a trabajar en una pastelería como camarero, es una especie de café cosplay, pagan bien y será divertido. - digo con una sonrisa, aunque tengo que andarme con cuidado con ese jefe que me toca soportar.

- eso es... un finde nosotros solos. - respondo a su beso mientras me levanto de la cama. - Hoy comemos fuera, sí? Espérame en los jardines a las 2. - le revuelvo el pelo antes de salir de su cuarto.




Llega la hora y yo ya he metido la comida comprada en la cafetería en bolsas y estas en una mochila. Hoy comeríamos en el jardín, francamente, los últimos días comer en ela cafetería se ha hecho insoportable. Me siento apoyando la espalda en el tronco de un árbol con las piernas cruzadas de una forma extraña. Pienso en una forma de compensar a Cael por lo de ahce un rato, pero me acabo rindiendo, cuando lo vea surgirá algo en mi cabeza y el momento llegará.


No me dijo nada del trabajo, así que está bien con eso, pensé que a lo mejor me pedía que lo dejará para que pasara más tiempo con él y empezaría a decir que no necesito trabajar y esas cosas, pero... voy a devolverle el dinero que pagó por mí.

Giro el rostro mirándole por el rabillo del ojo. - Pelota. - le guiño un ojo y acto seguido me da un beso en la frente y sus cabellos forman una bonita y aromática cortina a mi alrededor antes de que se aparte y se siente junto a mí.

Asiento a su pregunta. - Tengo un horario flexible y pagan muy bien. - le miro sabiendo que pondrá pegas. - Quiero devolverte el dinero, ahora que estamos así, no me siento cómodo teniéndolo, no estoy contigo por eso... - le miro de forma penetrante. - No quiero verme como tu puta, soy tu... amante? y no me parece bien.