Nuestra boda, nuestro amor por siempre (Privado Tsuzuki)

No creí que llegaría este día. Lo esperaba con impaciencia

-Tatsumi-San! Deja de soñar despierto hombre!- Watari me sacude. Estamos en una de las habitaciones del lugar donde se celebraría la boda con mi amor...Asato Tsuzuki. El shinigami del que me había enamorado toda la vida, y junto al cual ahora compartiría todo lo que tenía.

-Ya, ya Watari.- Le digo colocándome las gafas
-No estás nervioso? Seguro que Tsuzuki se verá muy bien en traje blanco eeh?- Me dice dándome un codazo. Le miro con cara severa, y se rie. -Bueno no me mires asi! solo era una broma para relajar tensiones? ¡Uh! mira que hora es! Tenemos que ir a la capilla ya, tienes que estar esperando a Tsuzuki cuando llegue!- Me apremia para que termine de prepararme. Tras echar un último vistazo al espejo, salgo de la habitación seguido por el loco científico, camino al altar, donde íbamos a casarnos

Me encuentro frente al altar, esperandoq ue las puertas se abran, y cuando por fin lo hacen, entra por ellas la visión más deslumbrante de toda mi vida...Mi Tsuzuki...Mi amor...Está tan hermoso. Me mira sonrojándose, y agachando la mirada, loq ue me hace sonreir. Cuando por fin llega junto a mi, abraza a Byakko, quien lo deja ir. Le tomo de la mano, apretándola dándole seguridad

-Estamos aquí hoy reunidos...Para unir en matrimonio a estos dos hombres. Seiichiro Tatsumi, puedes pronunciar tus votos.-

Tomo a Tsuzuki de las manos, mirándole a los ojos.

-La primera vez que te vi...Nos presentaron como compañeros. Despues de eso fuimos amigos, y he acabado enámorándome de ti. Se que es amor, porque cuando te veo, mi corazón late desbocado. Cuando se que eres feliz siento una paz en mi interior como nunca antes había sentido. Y te prometo que te haré feliz...Todos los dias de mi vida.- Le digo. Las palabras salen directas de mi corazón hasta mis labios

El chico de ojos violeta se sonroja al extremo al acercarse pero sus ojos se llenan de lágrimas al escuchar los votos de Tatsumi, cada palabra era tan maravillosa, se sentía mal porque no pensó que preparara sus votos y el no lo había hecho. Se le hace un nudo en la garganta cuando iba a comenzar a hablar.

- Tat... tasumi .. - respira profundamente intentando aclarar su garganta

- Y.yo... no.. no preparé mis votos pero... quiero decirte que este tiempo a tu lado me has hecho el hombre más feliz del mundo, que cada vez que estás a mi lado los momentos son maravillosos, y también te prometo, que cada instante de mi vida de aquí hacia el futuro buscaré por todos los medios hacerte feliz, cada segundo de cada día, y prometo amarte y respetare por toda la eternidad - se ruboriza y sus orejitas se quedan quietas.

Sonrio cuando le escucho hablar. Sabía que se le olvidaría, siempre había sido un despistado. Pero era mi amor despistado, y cada palabra improvisada estaba hecha con toda la dulzura que le caracterizaba.

-Que traigan los anillos.- Dice el cura, y Watari, que se había ofrecido a ser el encargado, se levanta con la bolsita en la mano. Saca dos alianzas de oro y nos las da. Luego se va sacando un pañuelo y balbuceando "¡Siempre acabo llorando en las bodaaaaas!

Le tomo de la mano derecha, y le pongo su anillo en la mano. murmurándole un "Te quiero" bajito.

Le tomo de la cintura cuando nos besamos finalmente, un beso que marcaría el principio de nuestra vida como casados. La gente se vevanta y nos aplaude, y miramos a todos felices de que estén alli con nosotros. Le ofrezco el brazo para que se agarre, y salimos de la iglesia. Algunos nos silban, se escucha un "VIVAN LOS NOVIOS!" por el fondo. Me alegra que se sientan felices por nuestar unión

-Estamos casados...Tsuzuki este es el día más feliz de mi vida.- Le digo besándole a la salida del lugar. Ahora nos esperaba toda la comida con los invitados, y millones de felicitaciones.

-¡Efhgto eghtá buy brico!- Dice Byakko moviendo la cola contento sin parar, hasta que se atraganta y Soryuu tiene que darle palmadas en la espalda. Todos parecen contentos. Se escucha por el fondo un "¡Qué se besen!" al cual todo el mundo sigue coreando y pidiendo por un beso entre nosotros. Cuando nuestros labios se juntan se escuchan varios aplausos, y algún "oooh! que tieeernoo!"
Dioses, no sabía que una boda pudiera ser tan agobiante, con todo el mundo pidiéndote fotos, dándote la mano y felicitándote. Aun asi Tsuzuki se veía tan feliz que me hacía feliz a mi

Miramos ambos a Byakko

-Se van de luna de miel pedazo de bestia! No te puedes ir con ellos! - Le regaña Suzaku dándole un capón. En verdad esta diosa era de armas tomar. Byakko le lloriquea a Tsuzuki preguntándole por qué no puede ir, y finalmente logramos explicarle que en la luna de miel sólo pueden estar las personas casadas.

-Tsuzuki amor, pregúntale si pueden cuidar de la casa mientras nosotros no estamos.- Le pido a Tsuzuki que le pregunte a Byakko, pues era él el maestro de los 12 dioses ceremoniales

Le asiento con la cabeza
-Si, vámonos ya...Tengo los billetes de tren aqui, y la reserva hecha en la casa...- Le digo al oido. Habíamos elegido como destino de luna de miel una casa rural con termas naturales, de tal forma que pudiéramos estar tranquilos y la estancia fuera muy apacible para ambos.

Nos vamos a ir, pero Watari se da cuenta de nuestra huida, y silba a todos para que nos miren

-¡EEH! ¡Que se van los novios!- Chilla. Lo miro con cara de "Estás loco y te voy a matar", pero sólo se ríe. Todos nos dicen adios, nos llenan de besos y abrazos, y cuando por fin logramos meternos en el coche estamos agotados de tanta despedida

-Dioses...Voy a matar a ese bocazas...- Digo quitándome las gafas y frotándome la nariz

Le tomo suavemente de la mejilla respondiendo su suave beso. -Si, vámonos...- Ponemos dirección a la estación de trenes, pasando antes por casa para coger el equipaje y cambiarnos de ropa, pues ir en el tren con el traje de la boda era algo incómodo. Luego legamos a la estación de trenes, a tiempo para coger el nuestro.

-uff...-Suspiro cuando nos sentamos en los asientos. Tsuzuki está a mi lado, emocionado por ver cuando sale el tren. Le tomo de la mano suavemente

Le dejo apoyarse en mi hombro, acariciando su mano con cuidado.

-Tardará un poco, asi que puedes dormirte sin problema. Yo te avisaré cuando lleguemos.- Le digo besando su cabeza. El tren da el último aviso a pasajeros, y poco despues sale de la estación, rumbo a nuestro destino. Durante el trayecto voy mirando por la ventana, perdido un poco en la locura de día que había sido hoy. La emoción de la boda, el agobio de la comida de despues....Cuando volviéramos tendríamos que recoger el álbum de fotos de la boda, quería ver todas las inmortalizaciones de Tsuzuki con su hermoso traje blanco.

Un rato despues el tren se detiene en nuestra parada, y zarandeo a Tsuzuki suavemente despertándolo

-Amor....Llegamos, despierta Asato...- Le digo besando su sien

-Si amor, ya estamos en la estación.- Le digo levantándome y tomándole de la mano ayudándole a levantarse también. Tomamos nuestras maletas y salimos del tren. Teníamos un coche afuera esperándonos, que nos llevaría hasta la casa. Ya es de noche, y no se ve bien el paisaje, pero por el día sería precioso.

Despues de un rato llegamos al lugar, y pasamos las maletas

-Ya estamos aqui, ¿Qué te parece amor?- Le pregunto abrazándole por la espalda. Por fuera parecía una casa muy rústica, pero por dentro era cálida y acogedora. El dormitorio estaba en el piso superior, con una gran cama y un baño al lado con bañera de hidromasaje. En el salón ardía una gran chimenea, y la cocina era espaciosa, con una mesa en medio. El salón tenía además un gran ventanal por el que se veían todas las montañas, y daba a un pequeño camino que llevaba a las aguas termales privadas que tenía la casa.

Spoiler:

Le abrazo como él me abraza a mi. Tomo su mano con la mia, besándole el anillo

-Si, estamos casados...- Le digo sonriente, el corazón se me llena de felicidad con cada una de sus palabras. Acaricio su abdomen con ternura.

-Te estas poniendo precioso.- Le digo mirando con amor. Le beso los labios. -Anda, vamos a dejar las maletas, seguro que estás cansado- Tomo su equipaje y lo subo al dormitorio

Sonrio cuando se echa en la cama, riendo divertido viendo lo blanda que era. Cierro la puerta de la habitación, y ponga las luces algo más tenues cuando me llama. Me acerco despacio quitándome la chaqueta. Me siento en la cama, a su lado.

-Te amo...- Le digo con dulzura, acariciando su rostro, y comenzando a besarle. Nos echamos en la cama, entra besos, caricias y abrazos. Intento no presionarle mucho contra mi, pues en su estado, cada vez tenía que tener más cuidado con cómo lo hacíamos.

A la vez que sus manos se deslizan por mi cuerpo y me quita la ropa, yo hago lo mismo, desabrochando su camisa y mientras doy besos en su pecho le quito el cinturón y los pantalones. Le acaricio el abdomen y le doy un beso bajo el ombligo, haciéndole algo de cosquillas.

-Y tú eres tan lindo...Sabes cuanto te adoro...- Subo mis labios por su piel, llegando a su cuello y deteniéndome ahí, lamiendo de forma sensual encendiendo sus sentidos