Invitado sorpresa

Llegamos al piso agotados, el tranvía se retrasó un par de horas y el sol se estaba poniendo mientras subíamos la cuesta a nuestros pisos. En el ascensor Ritsu se queda dormido sobre mi hombro. Las peli malas de indios y vaqueros que había puesto para hacernos la espera más "apacible" no nos habían dejado dormir ni un poco. Me encargo yo de su maleta y paso un brazo por su hombro para sujetarlo y hacerlo andar junto a mí, hasta el piso. Consigo sacar las llaves y abrir la puerta a duras penas y dejo las maletas en el Hall pudendo encargarme de mi amante. Me lo subo a la espalda y me da las gracias medio dormido. Lo del viaje no fue algo muy cansado, pero... no he dejado que duerma ni una noche bien. Lo tumbo en mi cama y le quito los vaqueros que deben de resultarle incómodos para dormir. Le tapo con la sábana y beso su frente- Voy a recoger las cartas que he pisado al entrar.

Me preparo un café para tomar mientras reviso el correo postal y electrónico. Muchas son facturas o correos referentes al trabajo. Aunque carta con la dirección y mi nombre escritos cada letra con un color me da una pista de que no es una carta normal y probablemente es de... habrá terminado ya la pasarela de Londres? Abro la carta buscando una respuesta. Leyendo... sigue estando como una cabra. Guardo las cosas y apago el ordenador. Pongo una alarma en el móbil de camino a la cama donde me pongo un pijama a rayas negras y azules antes de tumbarme con el pequeño.






La alarma me despierta y Ritsu sigue durmiendo. Decido concederle unos minutos más en lo que yo preparo el desayuno. Cuando voy a despertarle y las tortitas se están terminando de hacer alguien llama a la puerta. Quien puede ser a las 7 de la mañana. Me arreglo algo el pelo y me quito las legañas más grandes de los ojos para ir a abrir- Cuando lo hago me encuentro una sorpresa. Tsuzuki están dejando las maletas en el suelo y cuando me ve salta al grito de - MASAMUNE SAAA.... - cierro la puerta y se choca con ello y se le oye quejarse de que soy malo. qué hace aquí...? Además odio esa manía de abrazarme intentando plancharme. Justo el día que Ritsu se muda a mi casa...

-cuando llega a casa apenas pudo tener los ojos abiertos, era como si el cansancio de esos días se le hubiera acumulado en un solo instante, dejándolo noqueado, ni siquiera sintió cuando el mayor le lleva hasta su habitación dejándolo sin pantalones para que durmiera mas cómodo, así se queda profundamente dormido, se sentía tan feliz y placido durmiendo que no sintió cuando Takano volvió a la cama con el, vagamente oyó el despertador sonar, sin embargo, no le hizo caso, la cama la sabana y almohada estaban demasiado deliciosas como para abandonar los brazos de morfeo-

-Un rato después comienza a removerse, y busca con su mano el calor y la presencia de su prometido, aun entredormido, le llama- mmm masamune... amor?.... -no le respondía eso de un modo espantó su sueño, se sentó sobre la cama mirando a los lados, se levanta con flojera llamando a su pareja- masamune!?... ¿donde estás?
-Lo que no sabía el chico, es que ese preciso día las cosas comenzarían a complicarse de las manera mas inesperada, sale en paños menores, solo con la playera y la ropa interior puesta a la sala -

- Masamune-san!! - Tsuzuki toca el timbre varias veces molesto por mi desplante. - No voy a parar hasta que me dejes pasar. - canturrea contento. será... le abro mirándole por encima del hombro y con una vena hinchada por el enfado. - ¿qué haces aquí, Tsuzuki? - saalgo dejando la puerta semiabierta. Su sonrisa desaparece al oírme.

- ¿quéee? Acabo de volver de Londres y tenía ganas de ver a mi onii-san. ¿No me has echado de menos? - hace un puchero y pone ojitos y a un rostro como el suyo es dificil resistirse. - ¿por qué hablamos fuera? aaaah!! Tienes novia o novio? - me agarra de as solapas del pijama y me sacude varias veces. - No seas malo, preséntamelooooooooo.

Le arreo un zape y se sujeta el lugar del golpe. - No seas entrometido.

- pero... con la ilusión que me hacía desayunar contigo y vivir unos días aquí... me vas a echar?

- ¿quién te ha dicho que puedes hacer algo de eso?

- Masamune-san, cuándo he necesitado permiso para hacer algo?- eso es verdad, este individuo siempre hace lo que le da la gana, con ese rostro consigue lo que quiere. Es tan molesto. Viene con ropa de diseño de su último trabajo, además de con dos maletas con más ropa que las que hemos traído Ritsu y yo de las vacaciones, ha crecido en este año que hemos estado sin vernos, tiene 22 años y es casi de mi altura, es un poco bajo para ser modelo, pero eso no le resultó problema para subirse a las pasarelas.

De buenas a primeras me abraza. - Vamos, Masamune-san. Déjame quedarme dos días, incluso madrugué para verte antes de que te fueras a trabajar. Por favor.- dice degustando esas palabras y haciendo muy difícil echarle.

-Camina hasta el hall del apartamento, siguiendo el ruido que hacía eco adentro y piensa"¿donde estará?... ¿acaso será Yokozawa san?! no!! no me puede ver aquí.... si eso pasa las cosas se pondrán tensas en la oficina...", no se había percatado que seguía en ropa interior, pero por lo menos sus boxers eran lo bastante largos para crubir sus zonas nobles, pese a eso sentía una ligera molestia muy dentro y no evita quedarse cerca de la puerta escuchando con quien estaba su pareja-

-cuando está a una distancia prudencial una voz desconocida que le habla a takano de forma muy familiar y bastante libertina por decirle de algún modo, su sangre hierve y abre la puerta viendo aquella escena que le da en el higado mismo, un escalofrío recorrió su espina- ¿que.... que significa esto? ... -la cara de pocos amigos de Onodera no tenía explicación alguna, el tic de su ceja era mas que notorio, y peor aun esa aura asesina amenazando con estallar- Masamune san... veo que estas muy ocupado, y además de cómodo no? -dijo con sarcasmo, pero a la vez su parte posesiva sale a la luz, y jala a takano para sí soltando al chico- ¿y tu quien eres ?

Me giro al oír la puerta y la cara que pone. No sí, ya sabía yo que ibamos a tener bronca... Suspiro y cuando estoy soltando a Tsuzuki, Ritsu me jala hacia él de sorpresa. Era verdad lo de que lucharía por mí. Sonrío para mis adentros y suspiro al ver la guisa con la que ha salido. - Ritsu... te has dejado algo por ponerte... - comento.

Tsuzuki mira a Ritsu con curiosidad. - kyaaa! este es tu novio? Bueno, que pregunta. - dice por como ha salido Ritsu, además de la hora que es. - Que ojazos y que pelo tan bonito tienes. - se acerca un poco a Ritsu viéndole de cerca, pero guardando una distancia prudencial para no molestarle mucho, ya que la cara de mala leche es visible. - Aún enfadado eres un encanto. - Sonrío, este hombre es demasiado directo. Ritsu pregunta quien es y Tsuzuki sonríe. - Oh, perdona. Me llamo Takano Tsuzuki y soy el hermano de Masamune-san. - hermanastro. - corrijo. - Joo, no seas malo, hermanastro suena muy mal, como si no tuvieramos nada que ver. - es que gracias a Dios, no tengo ni una gota de sangre en común contigo. - a Tsuzuki le da un tic en la ceja semejante al de Ritsu antes de intentar pegarme con gritos bárbaros y ridículos y fracasar.

Luego se recupera con una sonrisa ahcia Ritsu. - Te llamas Ritsu, cierto? Es un placer. que mono, tan posesivo. - le coge de la mano y se la estrecha. - Gracias por cuidar de mi onii-san.

-Su mente se nubla con el enojo que estaba sintiendo, los celos espantosos que le invaden era mas insoportables cada vez, le mira con mala cara ale chico y sus manos se aferran al brazo de Masamune, se percata que no lleva nada abajo cuando le hacen el comentario, al verse semi-desnudo suelta el brazo del mayor y se pone detrás del cubriéndose- BAKA!! y yo que hago sin mis pantalones!??? ¿donde están?! -replicó de inmediato, pero lo mas extraño de todo era que el chico se mostraba emocionado por verlo... eso si que era raro para Ritsu- ¡que!?? que significa esto?! -se cohíbe notablemente, poniéndose rojo como tomate al escucharle decir esos halagos, que solo oía de su novio- EH!?!?? yo que ?!! -un tanto confundido por como le hablaba- Si.. si yo soy su pareja!!! Masamune no seas odioso... -sin quitarse detrás de el mayor, cuando estaba apunto de preguntar quien era esa persona ellos le responden, era su hermanastro...todo le dio vueltas a Ritsu en la cabeza, ahora toda la familia de Takano sabría de su existencia. Para Onodera eso pintaba mal-

Si me llamo Onodera Ritsu.... -estrecha su mano casi obligado por el hermano de Masamune- etto por favor no digas esas cosas... además no soy posesivo... yo .... ya hazlo pasar es tu hermano, yo ... voy a vestirme -huye rápidamente a la habitación donde cae sobre el piso de rodillas sin poderse creer lo que estaba pasando -¿como demonios vino a pasarme esto ahora?! verme casi desnudo... DIos...

Sonrío por lo rojo que se pone, lo de verse sin pantalones y los piropos de Tsuzuki es demasiado para él. Tsuzuki se echa un poco para atrás al ver la expresión de Ritsu al irse. - dije algo que no debía? - me pregunta mordiéndose una uña preocupado de haberlo molestado. - Tranquilo, yo me ocupo. Pasa, pero lo de si te quedas a dormir o no lo decidiré luego.

- Gracias, onii-san. - sonríe un poco y me tiende una caja. - Son dulces, los hizo una chef de Londrés que ganó un premio europeo, los traje para ti, bueno, para ambos. - dice incluyendo a Ritsu. - ok, gracias Tsuzuki. - me pellizco el puente de la nariz preocupado por mi amante. - Mételos en la nevera, sí, voy a ocuparme de Ritsu. - Oki. Has hecho tortitas, que ricas. - dice mientras en entra en la cocina.

Entro en nuestro cuarto y me arrodillo a su lado. - Lo siento, se ha presentado sin avisar. Es discreto, aunque no lo parezca, así que no habrá problemas con mi familia por ahora. - lo abrazo. - No dirá nada. Lamento que pase esto el primer día que empiezas a vivir aquí. - beso su cuello con suavidad. - ¿qué está mal? Si es por lo de... la guisa con la que has salido, no tiene mucha importancia, está acostumbrado a ver gente así en su trabajo, ya que es modelo. - - lo estrecho con fuerza contra mí. - me ha hecho muy feliz que ni si quiera te acordaras de que no llevabas pantalones para reclamarme.

-cuando se le acerca y le besa el cuello y le mira con cara de preocupación pero al mismo tiempo tenía ganas como de caerle encima y sacudirlo por lo ocurrido sin embargo, sabía que no era su culpa- argh! Dios no pudo haber peor impresión que esta, que carajos ya lo hecho, hecho está, Oye! pero yo no estoy acostumbrado a que otra persona que no sea tu me vea en ropa interior, calla baka que eso no es para ponerse feliz...-dijo avergonzado completamente con las orejas y mejillas rojas- Y respecto a tu familia... ¿crees que de verdad este de acuerdo el... con lo nuestro?
-se aleja un poco de su cuerpo y le mira- Voy a vestirme, me imagino que el necesitara un lugar donde quedarse, me ire a mi departamento... No quiero molestarlos -dijo con un poco de celos en sus palabras-

- Y más te vale no acostumbrarte. - digo en broma. - Bueno, pues a mí me hace feliz. - me encojo de hombros.

- Tsuzuki tiene novio, así que no le pondrá ninguna pega a que seamos hombros y ya lo has visto. Está encantado contigo. - sonrío.


Cuando dice que se irá me levanto de golpe y le agarro de la muñeca. - No. Tú eres él que tiene que estar aquí, él solo se quiere quedar por capricho. No voy a permitir que te vayas. Hay una habitación de invitados, si te parece bien se puede quedar, si no, se irá a un hotel. - suspiro relajándome, me asusta que se vaya. - Ahora no es solo mi casa y ese tipo de decisiones las tomamos los dos. - aflojo el agarre en mi muñeca y subo su mano hasta mis labios dándole un beso entre sus dedos, besando cerca del anillo de compromiso.

¿En...encantado conmigo? seguro lo dijo para no molestarte, capaz y piensa que quiero robarle a su hermano, o algo así -mientras hacía su comentario al mismo tiempo le detenía de la muñeca, notaba el nivel de posesión del mayor, pestañea un tanto impactado por su firmeza, extiende una mano hasta su rostro y le da un beso suave en los labios, la afirmación de que esas decisiones tenían que tomarla ambos le hace palpitar el corazón- no tienes que ponerte así estaré al lado, no me voy lejos, pero si te sientes inseguro estando aquí solo yo me quedaré contigo...¿está bien? vamos de nuevo con tu hermano me da pena que este solo. Deberías atenderlo mejor, si está de visita -se pone unos pantalones, entonces le toma de la mano y lo lleva de nuevo al recibidor y el chico yacía en la cocina comiendo tortillas- Etto gomen, no fue mi intención actuar grosero antes -se presenta formalmente- Soy Onodera Ritsu!

Niego con la cabeza riendo entre dientes. - Tsuzuki es así de sincero. No dice nada por cortesía, solo suelta lo que se le pasa por la cabeza. Y... no se lo has robado, yo siempre he sido tuyo. - respondo con dulzura ese beso que me da. - Enserio, si te vas se sentirá mal, me gustaría pasar un tiempo con él, no somos muy cercanos, pero sé que se preocupa por mí, pero no quiero que duermas solo. - digo recordando las pesadillas que tiene cuando no duermo con él, no le he dicho que me he dado cuenta, pero si se despierta llorando solo... se me sobrecoge el corazón solo de pensarlo.

Tira de mí hasta la cocina, adoro cuando va delante de mí llevándome. Se presenta ante un Tsuzuki que tiene que tragar apresuradamente las tortitas para responderle. - Oh, no. Llegué de buenas a primeras sin avisar, no tienes que disculparte. Además, aunque tiene una cara de ogro, hay que reconocerle que está bueno. - dice señalándome y justificando los celos de Ritsu. Le lanzo una mirada asesina a la cual sonríe con burla . - Bueno, yo soy Takano Tsuzuki, llámame Tsuzuki, porfa, aunque puedes acortarlo como gustes. - le toma de la mano amigablemente. - Puedo llamarte Ricchan? Y siento si dije alguna barbaridad que te molestó. - Tsuzuki sonríe como si estuviera en un anuncio, pero su sonrisa es totalmente natural.

-Cuando Tsuzuki se mete con Masamune no puede evitar reírse- jajajaja... bueno debo admitir que tiene una ... gran... mala y pedante personalidad, aveces no lo soporto y solo quiero pegarle un adhesivo a la boca... pero aún así es tierno, y bueno... respecto .. su físico -se sonroja visiblemente- ya es parte del combo ... -dijo un poco confuso por pena, a su vez le estrechó la mano amistosamente dándole la bienvenida- Tsuzuki san okaerinasai -le reverencia.- etto si... si quieres puedes decirme así -piensa: "vaya... a todos les gusta decirme así...." -recuerda a kisa y a an-chan, se mete a la cocina y termina de servir el desayuno- Iie no dijiste ninguna barbaridad solo que no acostumbro a oír mucho halagos de ese tipo, Por favor tomen asiento yo terminaré de servir aca -pese a que no era muy bueno en la cocina para dar una buena impresión ayudó con la mesa y termino de poner el café en esta-

-toma asiento también- tsuzuki y que edad tienes?? te ves un poco mas joven que yo... -estaba justo al lado de Masamune y su cuerpo se inclina levemente al mayor como una pareja lo haría, posa su mano en el muslo del otro-

Tsuzuki mira a Ritsu asombrado y luego se empieza a reír sin control. - Pobre Masamune-san. Encontraste alguien que se mete más contigo que yo. - me da una palmadita en el hombro consolándome.


- Iros a la mierda los dos... - miro a Ritsu. - Lo mejor que tienes que decir de mí es que no tengo un mal cuerpo? - bufo y dejo a la pareja para poner la mesa, que no llegamos a trabajar. Si tan mal piensa de mí... no sé que hace conmigo... bueno, yo le empujé un poco a ello.


Ritsu se ofrece a terminar de servir y Tsuzuki le da las gracias. Me siento con las piernas estiradas bajo la mesa mirando a mi amante que parece concentrado en no liar ninguna. Se sienta y me sorprende la confianza que coge ante Tsuzuki, la suficiente como para sentarse amigablemente a mi lado. Siempre fue un torrente de simpatía, pero este efecto en mi amante me sorprende.


- Veréis que delicia. - se levanta y saca los pastelitos de la nevera. - me enamoré de estos pasteles en una fiesta y me enteré de quien los hacía, ahora no puedo vivir sin ellos. Menos mal que no engordo por mucho que coma. Mis preferidos son... este de nata y kiwi y el de mora con frambuesa. Probadlos. - dice animado volviéndose a sentar. - Tengo 22. - cuando vamos a coger un pastelillo los dos a la vez, Tsuzuki se fija en un detalle y pega un grito. - WAAAAAAAAW!! No puede ser. No me digáis qué...? - mira los anillos, es muy avispado con estas cosas. - Dios, he estado demasiado tiempo fuera. - se abanica como librándose del susto y luego se levanta abrazándonos a los dos a la vez. - Muchísimas, pero muchísimas felicidades. - nos estampa un sonoro beso en cada mejilla. - Es genial!!! - se lleva las manos a la boca sin creérselo todavía.


Miro a Ritsu con algo de comprensión por los nervios que debe de estar sintiendo.- Ya Tsuzuki, no montes el número.

-se echa a reír al ver el enojo de su pareja, lo mejor de todo es que por primera vez le había ganado una a Masamune que siempre terminaba haciendolo enojar, esta vez en un arranque de dulzura se acercó a su pareja y le dio un beso muy cerca de los labios, se sentía un tanto mas cómodo al demostrarle esas expresiones de cariño- Baka claro que me gustas... físicamente -se pone medio colorado- sin embargo tu físico nunca fue la razón por la cual me gustaste desde adolescente... luego se sonríe y prueba los pasteles- Realmente están deliciosos!! -exclamó mientras se saboreaba- Vaya eres bastante joven,!! -aunque sus palabras de halago para el otro no pudieron ser expresadas del todo, cuando tsuzuki saltó a decir sobre sus anillos, Ritsu se pone rojo como tomate de nuevo-

Etto..! -dijo nervioso mirando a Masamune como tratando de que le ayudara, pero el chico se les abalanzó a abrazarlo, realmente esas efusividades le ponían nervioso aunque no lo tomaba a mal- Pues.. yo si etto arigatou! , pensé que nadie estaría de acuerdo con esto -dijo un tanto cabizbajo, pensando que sus padres estarían en contra, sacude la cabeza para sacar esos pensamientos-

Tsuzuki san... arigato! -le reverencia- me hace feliz que estés de acuerdo con nuestra relación. Aunque de buena fuente sé que nadie mas que yo puede soportar a Masamune san -dijo bromeando, al parecer Ritsu y tsuzuki eran un arma de doble filo si se juntaban.-

- Baka, tú. - le respondo, ya que no puede haberse enamorado de mi personalidad sin conocerme, ya que se enamoró de mí a primera vista.
- desde adolescente? halá, que bonito! - comenta Tsuzuki contento. Vuelve a tomar asiento sonriendo. Rí ante la broma de Ritsu contra takano.

- Para tú información, muchas personas querrían estar en tu posición, si no pregunta a cualquiera en la oficina. - respondo a su puya. - Masamune-san siempre ha sido un rompecorazones. Muchas de mis amigas de instituto querían que se lo presentara, pero es la primera vez que le veo tan a gusto con alguien.

- No me las des, Ricchan. waw! Contadme, cómo os conocisteis, cuando es la boda, quién se lo pidió a quién y cómo? Lo saben mamá y papá? - Llevamos dos días con los anillos puestos, no corras tanto. - ah y tuvisteis jornada intensiva de sexo esa noche? - pregunta descarado provocando una reacción que hace sobrepasar el límite de vergüenza de Ritsu. - Es broooma. - No seas tan vulgar y descarado. - aprieto levemente la mano de Ritsu antes de levantarme y darle un capón a mi hermanastro. - Venga Ritsu, tenemos que ir a trabajar.

- Trabajáis juntos-? KYA! una relación prohibida, cada vez me emociono más. - se levanta y me da un abrazo pese a que el capón aún le duele. - Cuando salgas del trabajo, podíamos ir a esa cafetería a la que ibamos antes cerca de tu oficina, sigue abierta, no? - niego con la cabeza para decirle que esa cafetería sigue abierta al público. - toma la mano de Ritsu y la estrecha. - Espero que no te importe que lo robe un rato, hace mucho que no lo veo y quiero hablar con él un ratín a solas.

-frunce el ceño de inmediato cuando le llama baka, pero lo que el mayor no sabía era que tras todo lo ocurrido entre ellos la razón por la cual se enamoró de el era la menos imaginada por nadie, cuando el hermano de masamune muestra su sincera emoción le dice- Arigatou!! -por supuesto que el comentario de que su pareja era un tanto codiciado por las féminas, siente sus mejillas calientes por los celos los cuales trataba de disimular, cuestión que apenas lograba hacerlo- Pues... quizás muchas estén detrás de el.... pero es mio siempre lo ha sido y no pienso cedérselo a nadie no importa que Masamune termine volviéndome loco al final del día -la decisión en la voz de Ritsu era increíble-
Si trabajamos juntos en la misma editorial nos conocimos cuando estábamos en el instituto, me enamoré de el ... y el aun no sabía de mi existencia -justamente en ese instante el comentario del hermano de su pareja lo deja completamente fuera de sí, algo tan intimo le hizo recordar aquellos momentos ardientes, traga grueso y se pone muy nervioso- yo... etto

-se levanta nervioso a recoger las cosas del desayuno, para prepararse para ir al trabajo- Bueno yo voy a mi apartamento a cambiarme de ropa los dejaré para que sigan poniéndose al día, no hay problema para nada -sonríe amablemente.- En todo caso tienen mucho que no se ven y no podría meterme en cosas de familia. Entonces por mi pueden pasar la tarde así yo acomodaré el apartamento que esta hecho nada

Sus mejillas se ven encendidas, pero eso no hace que sus palabras pierdan fuerza, incluso se la dan. Le escucho emocionado y tengo que apartar la vista de él para no tirarme encima. Además, de como habla con firmeza de un pasado que le lleva atormentando 10 años. Definitivamente amo a este hombre.

- Bien dicho, Ricchan. Bueno, cuándo salgas del trabajo me llamas, oniichan. Nos vemos después Ricchan. - se despide con la mano. - Cojo unas llaves del cajón, sí? - dice antes de salir por la puerta.

Miro a Ritsu con amor, mi pecho duele al recordar esas palabras que había dirigido sobre mí a un tercero. - Te quiero. - me acerco y lo tomo de la cintura girando 180º antes de inclinarle un poco y besarle profundamente. - Ni te imaginas lo mucho que soy tuyo. - lo abrazo contra mí. - Dios, que feliz me haces. - doy cortos besos desde el centro de sus labios hasta las finas comisuras y le miro con los ojos entrecerrados. - Siento que tengas que aguantarlo, serán un par de días, no más. - acaricio su cuello con la punta de mi nariz que se ha quedado fría. - Tienes ropa aquí, porque no lo arreglas todo luego. - miro el reloj, se nos ha hecho tarde. - Será mejor que nos apuremos, pero...- le miro negando con la cabeza. - Serás tonto, no sé si podré trabajar y no olvidar esas palabras y ese tono de voz que no ha temblado ni un segundo. Te quiero. - muerdo su nariz de forma juguetona.


Suspiro separándome. - Vamos por separado hoy, tengo que hacer algo antes. Te quiero. - le digo una vez más antes de ir hacia el baño.


Cuando llego a la empresa saludo a todos que están comentando sus vacaciones de forma animada mientras comprueban las encuestas de la revista de este mes. Ritsu las mira con interés, pero ninguno de sus autores está serializado aún. Es difícil volver a la rutina y hacer como si solo tuviéramos una relación de trabajo jefe, subordinado. Me pongo las gafas y miro los resultados, busco a mis autores entre los primeros. Guau, Erika ha recuperado el 1º puesto y eso que es la 11º entrega e Ichino sigue en el 3º puesto, va bien la cosa. Miro a Ritsu y le paso unos papeles sobre la reunión que tendríamos mañana para decidir las formas de promoción y el nº de ejemplares de su autora, Motousensei. Me saco algo del bolsillo y se lo dejo en la mano. - Lo necesitarás por si no estoy en casa a la tarde. - le revuelvo el pelo y me siento en mi sitio trabajando normalmente sin mostrar una sonrisa liviana por hacer oficial que se ha mudado a mi apartamento dándole las llaves con un llavero de regalo.

Spoiler:

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Salgo del trabajo algo antes que Ritsu y llamo a Tsuzuki para decirle que voy para allá. Cuando llego a la cafetería él ya ha pedido un chocolate suizo y un trozo de tarta de queso. - Mira que eres goloso.

- Hiii, Oniisan. - dice feliz con el tenedor sujeto entre los dientes. Me voy a sentar enfrente suya, pero se hace a un lado para hacerme sitio a su lado en un sillón que recorre toda la pared y tras poner los ojos en blanco me siento a su lado dejando el maletín en una silla. Me mira complacido con una sonrisa. Aunque es raro en él permanece callado. Pido un volutto y una magdalena para acompañar. Tsuzuki me mira viendo que cuando bebo un fino bigote de crema de leche se queda en mis labios antes de quitármelo con un disimulado movimiento de lengua. Luego mira un punto indefinido del bar. - Aquí fue donde conocí a Jack, mientras tú estabas pagando se me acercó y me dijo que quería tener una cita conmigo, así sin más. Se excusaba diciendo que entendía si decía que no, ya que no lo conocía de nada y él podía ser un tipo peligroso y mil cosas más que a mí se me estaban pasando por la cabeza... sonaba tan sincero. Esos ojos ingleses me miraban con tanta admiración y miedo ante mi respuesta. Muchas veces miro la taza que sostenía temiendo que le lanzara el contenido a la cara. No sé porque dije que sí. Jack es un chico genial, bueno, amable, bromista, reflexivo, nada violento y muchas más cualidades... - le escucho sin saber muy bien a donde quiere llegar, pero su voz no tiene la jovialidad de siempre. - ¿por qué? ¿ por qué no... no... puedo mantenerlo a mi lado? Tras año y medio... ambos nos hemos dado cuenta de que no puedo corresponderle ni ahora ni nunca. Masamune-san... - me mira con ojos llorosos y algo de vergüenza por estarme dando pena. - ... puedes abrazarme, por favor? - su puño se cierra sobre mi chaqueta. Asiento y lo atraigo hacia mí abrazándolo. - shhh... sigues pensando en la misma persona? - asiente llorando contra mi pecho. - ya... ya... por qué no te declaras? Nunca lo sabrás si no.. - se ha casado. Y ni siquiera me aguanta. Y encima he mantenido conmigo a una persona durante meses, buscando y comparándola con él. Soy tan... despreciable... no puedo hacer feliz a nadie, ya que ni siquiera yo puedo ser feliz. Soy tan patético, contándote esto sabiendo que no te interesa, pero... es lo único que me ayuda. Gomene, gomen por ser tan egoísta. sniiff... - suspiro y lo estrecho contra mí. - shhh. No llores, vamos, tienes una personalidad atractiva, si hasta alguien como yo puede encontrar pareja tú lo tienes chupado y...- cómo lo hiciste? siempre... siempre estuviste enamorado de la misma persona por años, cómo lo olvidaste? yo no puedo. - yo tampoco he podido, tras muchos años ha vuelto a mí. - me mira sorprendido apartándose un poco de mi pecho. Cierra los ojos dejándose caer de nuevo sobre mí. - vaya... así que la persona que hizo que tuvieras esa mirada tan triste por años fue Ricchan, tantos años amando han tenido su recompensa, espero no volver a ver esa expresión en tu cara. - da un beso en mi mejilla antes de separarse del todo y secarse la cara con las servilletas de la cafetería. - Siento esto, te he dejado perdido también y no debería de estar arrebatándote tiempo con tu querido. Puff... en verdad soy una persona egoísta. - No tiene importancia, a veces explotamos. - sonríe un poco. - eres tan bueno a veces, masamune-san...

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Llegamos a casa y le digo que se acueste. Se mete en la habitación de invitados y le doy un beso en la frente antes de que se acueste. Cierro la puerta tras de mí. Siempre es igual está feliz por cosas pequeñas de lso demás, pero no es capaz de ser feliz el mismo.

-Cuando le toma entre brazos y lo besa sus mejillas permanecieron rojas sintiéndose totalmente consciente que sus palabras habían pasado los limites de cualquier confesión íntima que haya podido revelarle al mayor, de inmediato replica- BAKA!! deja de decir esas cosas mira que tienes que comportarte la gente no puede darse cuenta... -finalmente se dispone para irse y siente el corazón que se le va a salir por lo ocurrido- Esta bien me ire primero al trabajo -dijo con su nariz un tanto roja al igual que sus mejillas, se va entonces hasta Marukawa-

-Al llegar a la oficina el trabajo acumulado que tenía en su escritorio no tenía nombre, el estrés comenzó a apoderarse de sí, no podía ser peor, sus autores aun no enviaban los nuevos story boards y peor a un lo que ya tenían estaban de lo peor a su criterio, suspira pesadamente, y se concentra en trabajar, de vez en cuando le echaba miradas al mayor, quien también se veía centrado en lo que hacía, mas tarde el otro se le acerca para entregarle algo, era un llavero muy curioso, mira a todos lados pensando que alguien podría verlos y responde un tanto apenado- Ha..hai! arigato .. -sin saber que decir tampoco podría abrazarlo ni darle un beso para no hacer ese momento tan vergonzoso para el, sus mejillas estaban bastante coloradas, lo ve volver a su asiento, y el fondo quería gritar que lo amaba, pero tenía que contenerse-

- al salir de la editorial pasa por una tienda conveniencia comprando unos pastelitos chinos deliciosos para compartir en la noche con el cuñado y estando en frente ambos apartamentos, aprieta la llave y piensa "ya mi vida comenzó a ser de pareja...." -sonríe ampliamente y entra a casa de su prometido- Tadaima... Masamune ya estas aquí? -deja las cosas sobre el mostrador de la cocina- Tsuzuki san? está descansando?

- Okaeri. - digo saliendo a su encuentro y le doy un piquito de bienvenida. - Sip. Se acaba de acostar, no se encuentra muy bien. Aunque siempre parezca feliz... eso hace más difícil saber como está realmente. Está bastante deprimido. - me rasco la nuca mientras paso a su lado y cojo un trozo de chocolate para picar. - pero no hay nada que se pueda hacer, si no sale él de ese estado por si mismo. Solo puedo demostrarle que no está solo, pero no sé si le ayudará mucho.

Suspiro y Paso una mano por su mejilla acariciándola. - ¿qué tal el día? Mañana tienes que pelear en la junta por tu autora.

-Le responde el piquito, y le escucha hablar de su hermano, al parecer estaba algo deprimido, y eso le deja con un ligera preocupación- Vaya... pensé que llegarían divertidos por su salida - su mirada se dirigió al mayor cuando este le rozó la mejilla, la suavidad de sus manos le hace cerrar los ojos y los vuelve a abrir- Si... ya me imagino todo -pone una expresión de fastidio imaginando la pelea, no era muy diestro en entrar a esas reuniones- Eso me estresa un poco pero ya tengo todo preparado hoy me encargué exhaustivamente de eso

Ya cenaste me imagino... -preguntó acercándose un poco mas a el, buscando un acercamiento muy sutil- Yo compré algo de comer en la tienda de conveniencia -acostumbrado a su rutina de comer congelados- Son unas galletas chinas muy buenas, y pues un yakisoba pan para cenar

- te respaldaré en lo que necesites ya lo sabes, ahora podemos repasar una vez más algunos puntos. - ladeo el rostro viendo la cercanía voluntaria y tomo su mano haciendo que dé un paso más hacia mí. Parto un trocito de chocolate y se lo pongo en los labios. - Pues he picado en la cafetería y no me apetece cenar. - mi mano unida a la suya balanceándose suavemente hacia su cuerpo y el mío hace del acercamiento algo casual. - Está bien, pero a partir de ahora podemos preparar la cena.- me inclino dándole un pequeño beso. - Venga, será mejor que cenes ahora y te acuesten temprano. - dije separándome intentando no hacerme el remolón y sacando unos cubiertos para él.

-Asiente con suavidad mientras el mayor le acerca, ese corto pero suave beso lo hacía soñar, no podía creer aun que estaba viviendo con el- Hai... voy a comer... -se separa a duras penas para sentarse a comer, mete la comida al microondas para calentarla, una vez lista la pone en la mesa- Creo que estará todo bien... conozco lo que tengo que hacer mañana, aunque no deja de incomodarme el hecho que tengo que ver a Yokozawa san en la reunión... -sentencia sentándose a comer-
-Se dispone a comer- Gracias por tu ayuda, pero de verdad quiero hacer las cosas por mi mismo, y demostrar que no ando a la cola de mi padre... Itadakimasu -llevándose el primer bocado a la boca-
Y tu hermano cuanto tiempo estará en la ciudad? Me dijiste que es modelo no?

- Está bien, pero sigo sin ver que tiene de malo tomar las ventajas que tienes y adelantarte a los demás. - le respondo cuando dice decidido que quiere demostrar lo que vale su esfuerzo. - Yokozawa no es una amenaza, siempre está atento a tus fallos, pero tiene que darse cuenta de que estás haciendo las cosas como debes; si es el profesional que creo que es lo hará.


- Así es. Es modelo, pero no le gustan los diseñadores de aquí y suele viajar con frecuencia a Europa, allí es bastante conocido, por mérito propio además, ha evitado siempre meterse en polémica, programas de corazón y esas cosas. Se quedará dos o tres días y luego irá a ver a sus padres. Parece que se quedará en Japón hasta que empiece la temporada de Otoño en Francia. - pruebo una galleta china. - Está rica. - comento.


Tsuzuki aparece frotándose los ojos para despertarse. - Buenas noches. - sostiene la cámara que nos llevamos a las vacaciones a la altura de su cuello para que la veamos. - Encontré estoy vi un par de fotos. eh... está bien que las vea? - pregunta, aunque es muy cotilla y se mete donde no le llaman respeta la intimidad de la gente... a veces. - La verdad, es que hay alguna k mejor que no la veas. - me levanto y le arrebato la cámara. - Las pasaré al ordenador para que las puedas ver. - Arigato. - salgo hacia el salón y Tsuzuki toma asiento en la mesa de la cocina. - que aproveche - dice con una media sonrisa a Ritsu. Me siento en el sitio de antes y paso las fotosa una carpeta y retiro algunas como las que me hizo posando de manera sexy. - ya está. - se mueve de silla y toma el ratón para ir pasando las fotos y ampliándolas a su gusto. Apoya la barbilla en mi hombro y sonríe ante algunas fotos de Ritsu y mías. - A veces pienso que deberías de ser tú el modelo. Esa pose intranscendente con los hombros caídos, las piernas abiertas de forma natural, la cadera sobresaliendo siempre a la izquierda... ladeas el rostro unos grados consiguiendo que el rostro tenga unas sombras favorecedoras... un fotógrafo estaría encantado contigo. - dice mientras sigue pasando fotos. - Ve una foto de Ritsu que le hice desprevenido. - waw! Ricchan también sale muy mono, sobre todo el rostro, no tanto el cuerpo. Tienes unos ojos preciosos, Ricchan. - estoy de acuerdo. - digo sonriendo a mi pareja.

-escucha todas las explicaciones que le daba su pareja, y asiente, mientras tanto comía de a poco bocados de su cena, por ahora quería dejar el trabajo a un lado mañana se ocuparía de todo lo que tuviera que hacer, le escucha detenidamente hablar de su ototou, entonces sonríe- Vaya que bien, además me parece que es un chico muy lindo, aunque no sé mucho de la moda y esas cosas, seguramente debe tener mucho éxito -comentó mientras continuaba su cena.-
Konbanwa! arigatou! tsuzuki san -responde cuando escucha la voz de Tsuzuki, pero este salió comentando sobre las fotos que ambos se tomaron durante el viaje, a ritsu se le cayó todo de la mano y recordó aquellas fotos un tanto comprometedoras que se habían tomado- ahhhhhhh!??! -menos mal que Masumune fue más rápido y le quitó la cámara, sino el pobre ritsu tendría que meter la cabeza debajo de la tierra como un avestruz, aunque el comentario de su pareja le hace poner rojo y un tanto de mala cara pensando "sera idiota? como me dice eso?!!" -vuelve a comer y de repente sueltan aquella afirmación sobre sus ojos, realmente no se acostumbraba a los halagos- eh??! etto gracias... pero no son nada especial, a comparación con ustedes dos, que si tienen pinta de modelos aunque masamune no lo sea... siempre se ve muy bien, a diferencia mía solo me veo mas joven de lo normal, el siempre es masculino... elegante, luce siempre con ese aire de superioridad que... por momentos me dan ganar de matarlo pero al mismo tiempo me hace...
-había sido casi una declaración sin darse cuenta, niega con la cabeza , si bien Ritsu no tenía cuerpo de super modelo masculino ritsu se veía muy sensual, tenía facciones finas, ojos llamativos, labios suaves al igual que su piel, una cintura pequeña, y su cabello era el marco perfecto de su rostro aniñado que .... muchas veces se veía destruido por la mala cara que ponía el menor-

-levanta los traste al finalizar su cena y así huir de lo que acababa de decir- tsuzuki san te traje galletas, si deseas puedes comerlas cuando gustes -tratando de obviar el tema de su fisico, que le ponía nervioso, se sienta en el otro sillón individual dejando que los hermanos miraran el resto de las fotos- Fue un viaje divertido ... realmente aprendí mucho.. y conocí cosas invaluables -refiriéndose a todo lo que supo sobre su pareja-

Tsuzuki se ríe ante el grito que da Ritsu ante la idea de que vea las fotos. - Vamos, que no he visto nada, aunque ahora me ha entrado curiosidad. - dice juguetón.

Ambos reímos entre dientes por la confesión de Ritsu, esa forma de declararse nunca deja de sorprenderm y le dirijo una mriada amorosa hacia el sofá que está sentado. - No seas tonto, tú también luces bien cuando te lo propones. - waw! Ricchan no digas eso.- se levanta y va detrás de él. Cuando un supermodelo te dice que te ves bien no te queda otra que creerle, entendiste? o se ofenderá. - le guiña un ojo. - ay, ya sé! Acabáis de trabajar muy tarde, pero el Sábado, ven de compras conmigo, verás lo mucho que brillas. Sí? - dice esperanzado.
- Tsuzuki no sé yo si Ritsu querrá...