Habitación de Eiji
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Re: Habitación de Eiji
Volvió a besarme y me elevó en el aire, dando vueltas conmigo como si fuera un baile. Reí divertido y besé su mejilla cuando me dejó en el suelo.
- Contigo, hasta el fin del mundo iría, Wata-Chan....- le sonreí. Me cubrí la boca divertido, antes de murmurar.- Somos un par de melosos, Nya....Y eso es lindo- me abracé a él feliz. Me encantaba el helado, pero mi problema era que nunca sabía que elegir....así que comenzaría a pensarlo desde hoy.
Me perdí recordando todos los nombres de los sabores de helado que conocía, pensando cual sería mejor para mañana....
- Contigo, hasta el fin del mundo iría, Wata-Chan....- le sonreí. Me cubrí la boca divertido, antes de murmurar.- Somos un par de melosos, Nya....Y eso es lindo- me abracé a él feliz. Me encantaba el helado, pero mi problema era que nunca sabía que elegir....así que comenzaría a pensarlo desde hoy.
Me perdí recordando todos los nombres de los sabores de helado que conocía, pensando cual sería mejor para mañana....
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Re: Habitación de Eiji
Me sonrojé cuando dijo eso, sonriendo enternecido. Entonces cubrió su boca y dijo algo que me hizo reír.
-Sip, lo somos. - Dije divertido, atrayéndolo más a mí cuando me abrazó. Entonces de nuevo me tenté a acariciar su cabello. Fruncí la boca, pensativo. - Mmm... ¿Eiji-chan? - Lo llamé, un poco avergonzado por lo que le iba a preguntar. - ¿No te molesta que...? Ya sabes... - Sonreí apenado. - ¿Que acaricie tu cabello? - Pregunté un poco sonrojado. Ya está, ya había dicho la peor tontería de mi vida. Ahora esperar a que se riera de mí.
-Sip, lo somos. - Dije divertido, atrayéndolo más a mí cuando me abrazó. Entonces de nuevo me tenté a acariciar su cabello. Fruncí la boca, pensativo. - Mmm... ¿Eiji-chan? - Lo llamé, un poco avergonzado por lo que le iba a preguntar. - ¿No te molesta que...? Ya sabes... - Sonreí apenado. - ¿Que acaricie tu cabello? - Pregunté un poco sonrojado. Ya está, ya había dicho la peor tontería de mi vida. Ahora esperar a que se riera de mí.
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Re: Habitación de Eiji
Sonreí de manera tierna y acaricié su rostro.
- Claro que sí, siempre y cuando seas tú. Además, no me desagrada tu contacto, cómo piensas eso, amor- le pregunté divertido, girándome hacia la cama, y llamando a Wata-Chan con un gesto. Me recosté y él se sentó a mi lado, y yo le halé, haciendo que cayera sobre mí.
Recosté su cabeza en mi pecho y acaricié sus cabellos.
- Ahora yo te estoy cargando, Wata-Chan...- dije divertido. Sin dejar las caricias. Enrosqué mis dedos en su cabelo e hice rulitos con ellos, un buen rato.
- Claro que sí, siempre y cuando seas tú. Además, no me desagrada tu contacto, cómo piensas eso, amor- le pregunté divertido, girándome hacia la cama, y llamando a Wata-Chan con un gesto. Me recosté y él se sentó a mi lado, y yo le halé, haciendo que cayera sobre mí.
Recosté su cabeza en mi pecho y acaricié sus cabellos.
- Ahora yo te estoy cargando, Wata-Chan...- dije divertido. Sin dejar las caricias. Enrosqué mis dedos en su cabelo e hice rulitos con ellos, un buen rato.
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Re: Habitación de Eiji
El me dijo eso y yo sonreí aliviado. Entonces me pidió que me sentara a su lado en la cama. Obedecí sonriendo, y entonces él aprovechó para jalarme hacía sí, quedando yo sobre él. Amplié un poco los ojos y entonces dijo eso. Yo reí y dejé que acariciara mi cabello.
-Mmm sí, pero no te me acostumbres. - Dije divertido, hundiendo mi rostro en su pecho. Ahh... ¿desde cuándo que estaba tanto rato sin limpiar cada rincón que encontrara? Ah, claro, desde hace tres días.
-Mmm sí, pero no te me acostumbres. - Dije divertido, hundiendo mi rostro en su pecho. Ahh... ¿desde cuándo que estaba tanto rato sin limpiar cada rincón que encontrara? Ah, claro, desde hace tres días.
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Re: Habitación de Eiji
- ¿Y por qué no, eh?- pregunté confundido.- ¿No te gusta que te cargue? Si es así, solo dime Wata-Chan- pregunté deteniendo las caricias, y mirándolo fijamente.
Suspiré y regresé la vista al techo, cruzando un brazo tras mi nuca. Di un bostezo descarado y cerré un ojo, divertido.
- ¿A qué horas iremos por el helado mañana?- pregunté emocionado, con brillitos en mis ojos. Volví a posar mis manso en su cabello, y regalar caricias en él de manera inconsciente.
Suspiré y regresé la vista al techo, cruzando un brazo tras mi nuca. Di un bostezo descarado y cerré un ojo, divertido.
- ¿A qué horas iremos por el helado mañana?- pregunté emocionado, con brillitos en mis ojos. Volví a posar mis manso en su cabello, y regalar caricias en él de manera inconsciente.
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Re: Habitación de Eiji
Sonreí.
-Noup, no es eso. - Dije mirándole divertido. - Es porque, como te dije ya, tú-e-res-el-u-ke. - Dije mientras le daba un beso en la mejilla. El suspiró y yo volví a reír. Hice un puchero al no sentir sus caricias, mas luego las renaudó cuando dijo lo del helado. Sonreí divertido. - No sé, amor. Tú di. - Dije sonriendo de manera inconsciente ante las caricias de Eiji-chan. Me encantaba sentirme mimado.
-Noup, no es eso. - Dije mirándole divertido. - Es porque, como te dije ya, tú-e-res-el-u-ke. - Dije mientras le daba un beso en la mejilla. El suspiró y yo volví a reír. Hice un puchero al no sentir sus caricias, mas luego las renaudó cuando dijo lo del helado. Sonreí divertido. - No sé, amor. Tú di. - Dije sonriendo de manera inconsciente ante las caricias de Eiji-chan. Me encantaba sentirme mimado.
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Re: Habitación de Eiji
- Pues....¿Qué tal a las tres? Después de un delicioso almuerzo que quiero que hagas- dije divertido.- Oh, eso sonó aprovechado. Mejor yo hago el mío, no quiero causarte problemas- dije diculpándome.
Aumenté las caricias, y esta vez bajé por su rostro y acaricié su mejilla, antes de subir a su cabello otra vez. Deposité un tierno besito en su cabeza, y sonreí, tallándome un ojo.
- Tengo sueño, Wata-Chan...- murmuré de manera infantil, como si fuera un niño de unos tres años. Le vi sonreír y levantarse. Pensé que se iría.- Espera...- susurré tomando su mano.- Por favor duerme conmigo, Wata-Chan...- pedí, aún de manera infantil.
Aumenté las caricias, y esta vez bajé por su rostro y acaricié su mejilla, antes de subir a su cabello otra vez. Deposité un tierno besito en su cabeza, y sonreí, tallándome un ojo.
- Tengo sueño, Wata-Chan...- murmuré de manera infantil, como si fuera un niño de unos tres años. Le vi sonreír y levantarse. Pensé que se iría.- Espera...- susurré tomando su mano.- Por favor duerme conmigo, Wata-Chan...- pedí, aún de manera infantil.
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Re: Habitación de Eiji
Reí ante su comentario y asentí, mas luego dijo algo que no me gustó.
-¡Por su puesto que no eres aprovechado! - Dije con una voz que sonó bien graciosa, amortiguada por la ropa de Eiji-chan. - Yo con gusto te preparo algo rico. - Dije sonriendo. De pronto me sentía un niño otra vez, entre los brazos de Eiji-chan, más feliz que nunca en mi vida. Me relajaba tanto sentir sus manos en mi cabello, mis mejillas... era un sensación única.
Entonces él se talló un ojo, cansado. Me dijo que tenía sueño, y yo me levanté dispuesto a ir a apagar la luz para que durmiera a gusto, pero entonces él me tomó de la mano y dijo eso. Yo amplié los ojos y me sonrojé un poco.
-N-No... debiste decir... - Susurré medio atontado, imaginándome muchas escenas en que Eiji-chan y yo... - ¡Claro, claro, claro! - Asentí de manera enérgica, más rojo que un tomate e intentando quitar esos pensamientos de mi mente. Después de un rato me calmé, suspirando. Me acerqué a él y le di un corto beso. - Yo apago la luz, tú deshaz la cama. - Dije sonriendo de medio lado. La verdad es que yo también moría de sueño.
Caminé hacia el interruptor y apagué la luz, para luego girarme hacia la cama; Eiji-chan ya estaba acostado y mirandome como si fuera un niñito esperando a que le contaran un cuento para dormir. Solté una pequeña risita mientras que quitaba la chaqueta con movimientos lentos debido al sueño, y la dejé caer al respaldo de la cama. Me acerqué a Eiji-chan y me recosté con él. Ambos estábamos de lado, mirandonos fijamente; yo con el brazo acodado en la cama y mi mejilla apoyada en la mano, y Eiji-chan simplemente viendome con sus hermosos ojos. No sé si fueron minutos u horas los que estuvimos simplemente mirándonos; qué importaba.
Sonreí ya quedándome dormido y me acerqué a su rostro, dándole un largo beso. Me separé y me acurruqué a su lado, atrayéndolo a mí con una sonrisa. Acaricié su cabello y besé su frente.
-Te amo, Eiji-chan... - Susurré antes de quedarme dormido.
-¡Por su puesto que no eres aprovechado! - Dije con una voz que sonó bien graciosa, amortiguada por la ropa de Eiji-chan. - Yo con gusto te preparo algo rico. - Dije sonriendo. De pronto me sentía un niño otra vez, entre los brazos de Eiji-chan, más feliz que nunca en mi vida. Me relajaba tanto sentir sus manos en mi cabello, mis mejillas... era un sensación única.
Entonces él se talló un ojo, cansado. Me dijo que tenía sueño, y yo me levanté dispuesto a ir a apagar la luz para que durmiera a gusto, pero entonces él me tomó de la mano y dijo eso. Yo amplié los ojos y me sonrojé un poco.
-N-No... debiste decir... - Susurré medio atontado, imaginándome muchas escenas en que Eiji-chan y yo... - ¡Claro, claro, claro! - Asentí de manera enérgica, más rojo que un tomate e intentando quitar esos pensamientos de mi mente. Después de un rato me calmé, suspirando. Me acerqué a él y le di un corto beso. - Yo apago la luz, tú deshaz la cama. - Dije sonriendo de medio lado. La verdad es que yo también moría de sueño.
Caminé hacia el interruptor y apagué la luz, para luego girarme hacia la cama; Eiji-chan ya estaba acostado y mirandome como si fuera un niñito esperando a que le contaran un cuento para dormir. Solté una pequeña risita mientras que quitaba la chaqueta con movimientos lentos debido al sueño, y la dejé caer al respaldo de la cama. Me acerqué a Eiji-chan y me recosté con él. Ambos estábamos de lado, mirandonos fijamente; yo con el brazo acodado en la cama y mi mejilla apoyada en la mano, y Eiji-chan simplemente viendome con sus hermosos ojos. No sé si fueron minutos u horas los que estuvimos simplemente mirándonos; qué importaba.
Sonreí ya quedándome dormido y me acerqué a su rostro, dándole un largo beso. Me separé y me acurruqué a su lado, atrayéndolo a mí con una sonrisa. Acaricié su cabello y besé su frente.
-Te amo, Eiji-chan... - Susurré antes de quedarme dormido.
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Re: Habitación de Eiji
Vi que asintió y sonreí agradecido. Comentó que iría a apagar la luz, así que deshice la cama y me metí en ella. Abracé a Daigoro, de modo que él quedó en la mitad, y observé fijamente a Wata-Chan. Cuando llegó a la cama y se recostó a mi lado sonreí, y me quedé viéndole por mucho tiempo más, hasta que comencé a dormirme.
Me abrazó, y nos atrajo a mí y a Daigoro a él. Sonreí cuando me acarició el cabello y besó mi frente.
- Y yo te amo a ti, Nya...- susurré durmiéndome.
---------------------------------------------------------------
Me removí en la cama. Abrí lentamente los ojos y me incorporé, tallándome un ojo. Di un bostezo y miré a mi lado. Vi la bella imagen de Wata-Chan dormido y sonreí con un sonrojo en mis mejillas. Me levanté de la cama en dirección al baño, con Daigoro. Cepillé mis dientes, y salí a buscar mi ropa.
Hoy estaba de muy buen humor, al comprobar que mi dolor se había esfumado, tomé lo primero que vi, que era fresco para el día caluroso de hoy y sentí a wata-chan despertarse. Me giré y le sonreí ladeando el rostro mientras apretaba el agarre que le daba al oso.
- Buenos días, amor...- susurré con un tierno sonrojo en las mejillas. Feliz, ya llevábamos varias noches seguidas durmiendo juntos.
Me abrazó, y nos atrajo a mí y a Daigoro a él. Sonreí cuando me acarició el cabello y besó mi frente.
- Y yo te amo a ti, Nya...- susurré durmiéndome.
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Me removí en la cama. Abrí lentamente los ojos y me incorporé, tallándome un ojo. Di un bostezo y miré a mi lado. Vi la bella imagen de Wata-Chan dormido y sonreí con un sonrojo en mis mejillas. Me levanté de la cama en dirección al baño, con Daigoro. Cepillé mis dientes, y salí a buscar mi ropa.
Hoy estaba de muy buen humor, al comprobar que mi dolor se había esfumado, tomé lo primero que vi, que era fresco para el día caluroso de hoy y sentí a wata-chan despertarse. Me giré y le sonreí ladeando el rostro mientras apretaba el agarre que le daba al oso.
- Buenos días, amor...- susurré con un tierno sonrojo en las mejillas. Feliz, ya llevábamos varias noches seguidas durmiendo juntos.
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Re: Habitación de Eiji
Comencé a abrir lentamente mis ojos, sintiendo que me picaban un poco. Hice un mohín por la desagradable sensación mientras me tallaba un ojo. Entonces recordé en qué cama estaba. Sonreí aún sin abrir los ojos y busqué a Eiji-chan con las manos, pero no lo encontré. Fruncí el seño y esta vez si abrí los ojos. Al no encontrarlo a mi lado me incorporé, algo asustado.
-¿Eiji-chan? - Musité algo bajito por el sueño. Bostecé mientras me tallaba un ojo y entonces escuché ruidos en el baño. Sonreí divertido. "Ya te estás lavando los dientes." Pensé. Estiré los brazos hacia arriba para despertar completamente, y fue cuando él salió del baño. Tenía a Daigoro en brazos y me sonrió, deseandome buenos días. Yo sonreí y tomé una almohada entre mis brazos, abrazándola un poco. - Buenos días, precioso. - Dije ya completamente despierto.
Después de un rato de sólo vernos y sonreírnos mutuamente, me levanté de la cama dejando la almohada de lado y caminé hacia él, agachandome a su altura para darle un pequeño beso en la frente.
-¿Dormiste bien? - Pregunté sonriéndole mientras acariciaba su rostro. La visión de un Eiji-chan un tanto sonrjado, con Daigoro en brazos y sonriendome de esa manera era tan tierna que me sentí en una ensoñación.
-¿Eiji-chan? - Musité algo bajito por el sueño. Bostecé mientras me tallaba un ojo y entonces escuché ruidos en el baño. Sonreí divertido. "Ya te estás lavando los dientes." Pensé. Estiré los brazos hacia arriba para despertar completamente, y fue cuando él salió del baño. Tenía a Daigoro en brazos y me sonrió, deseandome buenos días. Yo sonreí y tomé una almohada entre mis brazos, abrazándola un poco. - Buenos días, precioso. - Dije ya completamente despierto.
Después de un rato de sólo vernos y sonreírnos mutuamente, me levanté de la cama dejando la almohada de lado y caminé hacia él, agachandome a su altura para darle un pequeño beso en la frente.
-¿Dormiste bien? - Pregunté sonriéndole mientras acariciaba su rostro. La visión de un Eiji-chan un tanto sonrjado, con Daigoro en brazos y sonriendome de esa manera era tan tierna que me sentí en una ensoñación.
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Re: Habitación de Eiji
Me saludó de esa manera sensual que él usa. Nos miramos por bastante rato y luego se acercó a mí y besó mi frente. Y acarició mi rostro.
- Hoi Hoi - respondí a su pregunta, y lo abracé.- ¿Y tú? ¿También descansaste?- inquirí. Sonreí y me giré suavemente, para terminar de escoger mi ropa. Le pasé a Daigoro con cuidado y tomé una toalla. - Nos vemos después del baño...- dije riendo divertido, acariciando la frente del osito y caminando al cuarto del baño. Me quité la playera y ajusté la puerta.
Estiré mis brazos y me quité la pantaloneta. Me acerqué a la ducha y la abrí, estaba tibia. Me quité los bóxers y entre en ella de manera lenta. Levanté mi cabeza y estregué mi rostro, y pasé las manos por mi cabello.
- Hoi Hoi - respondí a su pregunta, y lo abracé.- ¿Y tú? ¿También descansaste?- inquirí. Sonreí y me giré suavemente, para terminar de escoger mi ropa. Le pasé a Daigoro con cuidado y tomé una toalla. - Nos vemos después del baño...- dije riendo divertido, acariciando la frente del osito y caminando al cuarto del baño. Me quité la playera y ajusté la puerta.
Estiré mis brazos y me quité la pantaloneta. Me acerqué a la ducha y la abrí, estaba tibia. Me quité los bóxers y entre en ella de manera lenta. Levanté mi cabeza y estregué mi rostro, y pasé las manos por mi cabello.
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Re: Habitación de Eiji
Sonreí por su pregunta y correspondí el abrazo.
-Ajá. - Dije feliz; me encantaba estar así con él. Pero entonces él se separó para terminar de escoger su ropa, dándome a Daigoro. Yo hice un mohín por habernos separado, pero cuando vi su sonrisa el enfado de me pasó en seguida. Entonces acarició a Daigoro y dijo eso del baño. Yo bajé la cabeza, sonriendo casi sinistramente cuando sentí que la puerta se cerraba. - No lo creo... - Susurré mientras dejaba a Daigoro recostado en la cama.
Entonces me encaminé aún con mi sonrisa hacia la puerta entreabierta, escuchando el repiqueteo de la ducha cayendo. La abrí cuidadosamente para que no me descubriera. Cuando entré, mi sonrisa se enanchó y cerré despacio, poniendo el seguro. Caminé algunos pasos hacia la ducha, donde pude ver la silueta de Eiji-chan a través de la cortina. Mi corazón se aceleró. Era tan perfecto...
Sonreí de medio lado mientras me quitaba la playera y los jeans rápidamente, arrojándolos a mis pies y quedando sólo en boxers. Reduje la distancia entre la bañera y yo a nada, y comencé a abrir la cortina despacio, sintiendo que el calor de mi cuerpo aumentaba cada vez más. Y cuando al fin tuve la visión completa de Eiji-chan espaldas a mí, mi sonrisa se enanchó y entré con rapidéz a la ducha, abrazándolo por dentras y hundiendo mi rostro en su cuello, sintiendo que el agua me mojaba la espalda.
-Preferiría verte ahora mismo, ¿sabes...? - Susurré con voz ronca, lamiendo juguetonamente su cuello.
-Ajá. - Dije feliz; me encantaba estar así con él. Pero entonces él se separó para terminar de escoger su ropa, dándome a Daigoro. Yo hice un mohín por habernos separado, pero cuando vi su sonrisa el enfado de me pasó en seguida. Entonces acarició a Daigoro y dijo eso del baño. Yo bajé la cabeza, sonriendo casi sinistramente cuando sentí que la puerta se cerraba. - No lo creo... - Susurré mientras dejaba a Daigoro recostado en la cama.
Entonces me encaminé aún con mi sonrisa hacia la puerta entreabierta, escuchando el repiqueteo de la ducha cayendo. La abrí cuidadosamente para que no me descubriera. Cuando entré, mi sonrisa se enanchó y cerré despacio, poniendo el seguro. Caminé algunos pasos hacia la ducha, donde pude ver la silueta de Eiji-chan a través de la cortina. Mi corazón se aceleró. Era tan perfecto...
Sonreí de medio lado mientras me quitaba la playera y los jeans rápidamente, arrojándolos a mis pies y quedando sólo en boxers. Reduje la distancia entre la bañera y yo a nada, y comencé a abrir la cortina despacio, sintiendo que el calor de mi cuerpo aumentaba cada vez más. Y cuando al fin tuve la visión completa de Eiji-chan espaldas a mí, mi sonrisa se enanchó y entré con rapidéz a la ducha, abrazándolo por dentras y hundiendo mi rostro en su cuello, sintiendo que el agua me mojaba la espalda.
-Preferiría verte ahora mismo, ¿sabes...? - Susurré con voz ronca, lamiendo juguetonamente su cuello.
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Re: Habitación de Eiji
Sentí unos brazos rodearme por detrás y un rostro hundirse en mi cuello. Me tensé y me sonrojé en exceso.
- Wa-Wata-chan..- tartamudeé....¿Qué hacía ahí? Dios, moría de la pena. Aunque, me gustaba la idea de que se bañara comigo. Posé mis manos sobre sus brazos y me giré en ellos, de manera olímpica. Le sonreí desviando un poco la mirada.- ¿No pensarás bañarte en bóxers, verdad?- pregunté de manera infantil.
Ante mi mirada se los retiró y los lanzó lejos, yo me sonrojé aún más y recordé que a él le gustaba cuando hacía mis travesuras. Sonreí y tomé el jabón, después de cerrar la llave. Lo posé en su pecho y comencé a asearlo, mientras recorría los espacios que iba enjabonando con los dedos de la otra mano. Me di la vuelta e hice lo mismo con su espalda, pero me detuve, totalmente rojo, incapaz de bajar más.
Me pregunté si él flaquearía así, y rápidamente negué. Por algo era el seme ¿no? reí divertido y el se giró a verme, con una mirada que no presagiaba nada bueno.
Quizás pensó que estaba jugando y pensaba seguir. Traguè pesadamente y retrocedí a la par que el avanzó y me acorraló en una de las paredes....
- Wa-Wata-chan..- tartamudeé....¿Qué hacía ahí? Dios, moría de la pena. Aunque, me gustaba la idea de que se bañara comigo. Posé mis manos sobre sus brazos y me giré en ellos, de manera olímpica. Le sonreí desviando un poco la mirada.- ¿No pensarás bañarte en bóxers, verdad?- pregunté de manera infantil.
Ante mi mirada se los retiró y los lanzó lejos, yo me sonrojé aún más y recordé que a él le gustaba cuando hacía mis travesuras. Sonreí y tomé el jabón, después de cerrar la llave. Lo posé en su pecho y comencé a asearlo, mientras recorría los espacios que iba enjabonando con los dedos de la otra mano. Me di la vuelta e hice lo mismo con su espalda, pero me detuve, totalmente rojo, incapaz de bajar más.
Me pregunté si él flaquearía así, y rápidamente negué. Por algo era el seme ¿no? reí divertido y el se giró a verme, con una mirada que no presagiaba nada bueno.
Quizás pensó que estaba jugando y pensaba seguir. Traguè pesadamente y retrocedí a la par que el avanzó y me acorraló en una de las paredes....
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Re: Habitación de Eiji
Sonreí al oírlo tartamudear, y seguí besando su cuello. Entonces él se giró hacia mí y me sonrió sin verme a los ojos. Dijo algo que me hizo reír por lo bajo, y acto seguido me quité los boxers, lanzándolos lejos y quedando desnudo frente a él. Lo vi sonrojarse aún más y eso lo hizo ver más adorable/deseable que nunca. Y entonces él sonrió y tomó el jabón, comenzando a aplicarme en el pecho. Sonreí divertido mientras él lo hacía, hasta que giró para lavarme la espalda y se detuvo. Sonreí de medio lado con un brillo divertido en los ojos. No se atrevía a bajar más. Me giré hacia él y lo miré con lujuria, recorriéndolo de arriba abajo con la vista descaradamente, deleitándome con su perfecta figura. Lo vi tragar fuertemente y retroceder. "No te me escaparás." Pensé divertido mientras avanzaba un paso y lo acorralaba contra la pared. Tomé su mentón entre mis dedos mientras me apoyaba en la pared con mi brazo izquierdo y agradecí que hubiera cerrado la llave. Si el yeso se mojaba, hubiera sido catastrófico. Vi su sonrojo y reí un poco, sonriéndole de medio lado.
-Lo siento amor, pero no puedo esperar hasta la próxima semana... - Susurré roncamente antes de besarlo en los labios de forma pasional. Pasé el brazo que antes mantenía apoyado en la pared por su cintura, y mi otra mano la entrelazaba con la suya, pegándolas a la pared. Me recargué un poco más sobre él, rozando nuevamente mi cadera con la suya, por lo que tuvimos que separarnos ante su fuerte gemido. Sonreí de manera socarrona. - Y eso que ni hemos empezado... - Susurré mientras bajaba por su cuello con besos húmedos y cortos, dejando una que otra marca. Las dejé en lugares visibles, aunque sabía que se enojaría. Pero me encantaba verlas en la mañana y pensar que el causante de esas marcas era yo y no otra persona.
Escuché cómo él trataba de reclamarme entre gemidos y volví a sonreír, repitiendo el roce entre nuestras caderas. Esta vez ambos gemidos fuerte y roncamente, y yo sentí que enloquecería de puro placer. Quería hacerlo ya, quería que Eiji-chan fuera mío nuevamente en ese mismo instante, pero quería que él fuera quien me lo pidiera. No lo puedo evitar; su voz rogándome terminaba por volverme loco.
Bajé el brazo que tenía en su cintura un poco más, llegando a la espalda baja, y sonreí al sentirlo tensarse. Le di un pequeño beso en los labios para que se relajara y lo conseguí, sonriendo triunfal. Entonces bajé aún más mi mano y fui descendiéndo poco a poco, regalándole caricias en sus muslos y piernas, oyéndole gemir de placer.
-Lo siento amor, pero no puedo esperar hasta la próxima semana... - Susurré roncamente antes de besarlo en los labios de forma pasional. Pasé el brazo que antes mantenía apoyado en la pared por su cintura, y mi otra mano la entrelazaba con la suya, pegándolas a la pared. Me recargué un poco más sobre él, rozando nuevamente mi cadera con la suya, por lo que tuvimos que separarnos ante su fuerte gemido. Sonreí de manera socarrona. - Y eso que ni hemos empezado... - Susurré mientras bajaba por su cuello con besos húmedos y cortos, dejando una que otra marca. Las dejé en lugares visibles, aunque sabía que se enojaría. Pero me encantaba verlas en la mañana y pensar que el causante de esas marcas era yo y no otra persona.
Escuché cómo él trataba de reclamarme entre gemidos y volví a sonreír, repitiendo el roce entre nuestras caderas. Esta vez ambos gemidos fuerte y roncamente, y yo sentí que enloquecería de puro placer. Quería hacerlo ya, quería que Eiji-chan fuera mío nuevamente en ese mismo instante, pero quería que él fuera quien me lo pidiera. No lo puedo evitar; su voz rogándome terminaba por volverme loco.
Bajé el brazo que tenía en su cintura un poco más, llegando a la espalda baja, y sonreí al sentirlo tensarse. Le di un pequeño beso en los labios para que se relajara y lo conseguí, sonriendo triunfal. Entonces bajé aún más mi mano y fui descendiéndo poco a poco, regalándole caricias en sus muslos y piernas, oyéndole gemir de placer.
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Re: Habitación de Eiji
Se apoyó en la pared con su brazo izquierdo y me tomó del mentón. Me sonrojé y é sonrió.
- Eres un...pervertido...- le dije, riendo divertido. "Como castigo no lo haremos la otra semana"- pensé. - "Sólo si puedes contenerte"- me contrarié después. Me besó de manera pasional, y la mano con la que se apoyaba en la pared la pasó por mi cintura, y la otra la entrelazó con la mía. Ya comenzaba a sentir ese calorcito que me invadía cuando Wata-chan me mimaba "así". Se apegó más a mí y juntó nuestras caderas, gemí tan fuerte que tuvimos que romper el beso. Vi su sonrisa socarrona y cerré uno de mis ojos, mirándole de manera descarada.- ¿Y de quién...crees que es la culpa? - reí de manera traviesa mientras me besaba el cuello y bajaba, dejando marquitas.
- Espera...Wata-chan no...no robes una....marca en mí...- me quejé, lo cierto es que no me molestaba, pero no se lo diría. Repitió el roce y gemí a la par suya. Ese descarado ya me había hecho excitar por completo. Y por lo que pude notar, no era el único.
Bajo su brazo y me tensé. Él sonrió y me besó. Me relajé y correspondí su beso. Comenzó a acariciar mis muslos y yo empecé a gemir. Me abracé a su cuello para mantener el equilibrio, y el siguió con sus caricias. Maldición, en esas posiciones no se podía. Con el dolor de mi alma detuve sus caricias y le empujé de manera sensual hacia delante. Abrí la llave y retiré el jabón que Wata-Chan tenía en su pecho.
El baño tendría que esperar. Y un buen rato. Cerré la llave y salí de la ducha dejando un rastro de agua atrás. Me giré y observé que Wata-Chan me miraba, incrédulo. Sonreí picaramente y fruncí los labios en un puchero mientras llevaba mi mano a mi mejilla y miraba hacia el suelo.
- Wata-Chan...no aguanto...- bajé mi mano a mis labios y adopté una pose pensativa.- ¿Qué debería hacer, Nya?- Pregunté con ojitos de cachorro. Me giré y comencé a caminar en dirección a donde había colgado la toalla. La tomé y giré mi rostro a Wata-Chan, sacándole la lengua de manera juguetona, tentándolo....
- Eres un...pervertido...- le dije, riendo divertido. "Como castigo no lo haremos la otra semana"- pensé. - "Sólo si puedes contenerte"- me contrarié después. Me besó de manera pasional, y la mano con la que se apoyaba en la pared la pasó por mi cintura, y la otra la entrelazó con la mía. Ya comenzaba a sentir ese calorcito que me invadía cuando Wata-chan me mimaba "así". Se apegó más a mí y juntó nuestras caderas, gemí tan fuerte que tuvimos que romper el beso. Vi su sonrisa socarrona y cerré uno de mis ojos, mirándole de manera descarada.- ¿Y de quién...crees que es la culpa? - reí de manera traviesa mientras me besaba el cuello y bajaba, dejando marquitas.
- Espera...Wata-chan no...no robes una....marca en mí...- me quejé, lo cierto es que no me molestaba, pero no se lo diría. Repitió el roce y gemí a la par suya. Ese descarado ya me había hecho excitar por completo. Y por lo que pude notar, no era el único.
Bajo su brazo y me tensé. Él sonrió y me besó. Me relajé y correspondí su beso. Comenzó a acariciar mis muslos y yo empecé a gemir. Me abracé a su cuello para mantener el equilibrio, y el siguió con sus caricias. Maldición, en esas posiciones no se podía. Con el dolor de mi alma detuve sus caricias y le empujé de manera sensual hacia delante. Abrí la llave y retiré el jabón que Wata-Chan tenía en su pecho.
El baño tendría que esperar. Y un buen rato. Cerré la llave y salí de la ducha dejando un rastro de agua atrás. Me giré y observé que Wata-Chan me miraba, incrédulo. Sonreí picaramente y fruncí los labios en un puchero mientras llevaba mi mano a mi mejilla y miraba hacia el suelo.
- Wata-Chan...no aguanto...- bajé mi mano a mis labios y adopté una pose pensativa.- ¿Qué debería hacer, Nya?- Pregunté con ojitos de cachorro. Me giré y comencé a caminar en dirección a donde había colgado la toalla. La tomé y giré mi rostro a Wata-Chan, sacándole la lengua de manera juguetona, tentándolo....
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Re: Habitación de Eiji
De pronto el detuvo mis caricias y yo fruncí el seño, extrañado. Me empujó un poco hacia adelante de manera casi felina, mientras me retiraba el jabón del pecho. Parpadeé un par de veces, confundido. Entonces él salió de la tina y comenzó a decir esas cosas. Yo entreabrí mis labios y levanté las cejas, incrédulo. ¿En serio ese era Eiji-chan? Sonreí divertido, saliendo de la ducha y amarrándome una toalla a la cintura, caminando lentamente hacia Eiji-chan, mientras sonreía de medio lado sensualmente. Cuando llegué a su lado, lo atraje hacia mí por la cintura con un brazo, mientras que con el otro elevaba su barbilla para verlo a los ojos.
-No sé... a mí se me están ocurriendo ahorita mismo muchas maneras de solucionar tu problema, ¿sabes? - Susurré juguetonamente, acercándome a su oreja y mordiéndola, sonriendo satisfecho al sentirlo estremecer bajo mis brazos. Comencé a avanzar, haciendolo caminar hacia atrás, hasta que chocamos con la puerta del baño, por lo que Eiji-chan soltó un pequeño gemidito. Sonreí de medio lado mientras dirigía mi mano hacia el cerrojo y quitaba el seguro, para luego abrir la puerta y entrar a la alcoba, caminando mientras nos besábamos hacia la cama. Cuando sentí que chocabamos con ella, empujé con delicadeza a Eiji-chan, recostándolo. Me situé sobre él y lo vi a los ojos cuando nos separamos. El tenía la respiración agitada, las mejillas levemente sonrojadas y los ojos entrecerrados, mirandome fijamente, haciendome enloquecer. Pero no lo haría tan facilmente; no señor.
Bajé lentamente mi mano derecha por su abdomen, sin dejar de verlo, regalando algunas caricias por el camino, oyéndole suspirar. Llegué hasta el nudo de su toalla y me detuve, sonriendo divertido.
-¿Quieres que siga, verdad? - Pregunté socarronamente. Sonreí al ver su exasperación, escuchándo su respuesta. Reí roncamente, desatando el nudo en un dos por tres y tirando la toalla lejos. Esta vez bajé lentamente por su cintura, caderas, hasta llegar a su entrepierna, que acaricié lentamente, sabiendo de antemano que eso lo hacía enloquecer de placer. Lo escuchaba gemir, lo sentía estremecerse, y eso me excitaba terriblemente. Me acerqué a su oído y solté un ronco suspiro cerca de él, intencionalmente. - Dime, pequeño... - Susurré, mientras las caricias se volvían más lentas y tortuosas. -¿...qué es lo que realmente quieres? - Finalicé mordiendo sensualmente su oreja, regocijándome con sus gemidos.
-No sé... a mí se me están ocurriendo ahorita mismo muchas maneras de solucionar tu problema, ¿sabes? - Susurré juguetonamente, acercándome a su oreja y mordiéndola, sonriendo satisfecho al sentirlo estremecer bajo mis brazos. Comencé a avanzar, haciendolo caminar hacia atrás, hasta que chocamos con la puerta del baño, por lo que Eiji-chan soltó un pequeño gemidito. Sonreí de medio lado mientras dirigía mi mano hacia el cerrojo y quitaba el seguro, para luego abrir la puerta y entrar a la alcoba, caminando mientras nos besábamos hacia la cama. Cuando sentí que chocabamos con ella, empujé con delicadeza a Eiji-chan, recostándolo. Me situé sobre él y lo vi a los ojos cuando nos separamos. El tenía la respiración agitada, las mejillas levemente sonrojadas y los ojos entrecerrados, mirandome fijamente, haciendome enloquecer. Pero no lo haría tan facilmente; no señor.
Bajé lentamente mi mano derecha por su abdomen, sin dejar de verlo, regalando algunas caricias por el camino, oyéndole suspirar. Llegué hasta el nudo de su toalla y me detuve, sonriendo divertido.
-¿Quieres que siga, verdad? - Pregunté socarronamente. Sonreí al ver su exasperación, escuchándo su respuesta. Reí roncamente, desatando el nudo en un dos por tres y tirando la toalla lejos. Esta vez bajé lentamente por su cintura, caderas, hasta llegar a su entrepierna, que acaricié lentamente, sabiendo de antemano que eso lo hacía enloquecer de placer. Lo escuchaba gemir, lo sentía estremecerse, y eso me excitaba terriblemente. Me acerqué a su oído y solté un ronco suspiro cerca de él, intencionalmente. - Dime, pequeño... - Susurré, mientras las caricias se volvían más lentas y tortuosas. -¿...qué es lo que realmente quieres? - Finalicé mordiendo sensualmente su oreja, regocijándome con sus gemidos.
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Re: Habitación de Eiji
Me encantaba la reacción que ocasionaba esa manera de actuar en Wata-chan. Se puso una toalla y me abrazó por la cintura. Me susurró algo de manera juguetona y mordió mi oreja. Me estremecí y comenzamos a movernos. Él avanzaba y yo retrocedía.
Cuando sentí la puerta atrás de mí solté un pequeño gemido y él soltó el cerrojo de la puerta. Salimos entre besos y caminamos a la cama así. Abrí uno de mis ojos y me percaté de que Daigoro estaba allí.
Wata-Chan me arrojó a la cama, y yo aproveché para correr a Daigoro de una manera que no sé describir. El punto es que quedó en uno de los cojines, entre el suelo. Mi respiración se agitó y mis mejillas se tiñeron de rojo, mientras mirab a Wata-Chan fijamente, con los ojos entrecerrados.
Acarició mi pecho y bajó hasta mi toalla.
- Ajá...- susurré mientras asentía de manera lenta, suspirando. Retiró la toalla de mi cintura y la arrojó lejos, cayó mágicamente sobre Daigoro y le tapó la vista de todo lo que sucedería a continuación.
Comenzó a acariciar mis caderas y llegó hasta mi entrepierna. Se quedó allí un buen tiempo y me hizo estremecer y gemir de puro placer. Suspiró roncamente en mi oído y me preguntó algo que sabía de antemano mientras volvía las caricias lentas y dolorosas. Gemí, frustrado cuando mordió mi oreja.
- Tú sabes...ahh...muy bien que...quiero. - maldije mentalmente todo lo que quería maldecir cuando el se sentó fresco como una lechuga, diciendo que no sabía. Desvieé la mirada y me mordí el labio inferior. Dios, moriría. Cerré los ojos y me senté en la cama, acercándome a Wata-Chan. Llevé mis labios a su oído y susurré:
- Por favor, Wata-Chan...no aguanto más...Tienes que tomarme....ahora...- Después de unos segundos de silencio, gemí, completamente descontrolado.
Cuando sentí la puerta atrás de mí solté un pequeño gemido y él soltó el cerrojo de la puerta. Salimos entre besos y caminamos a la cama así. Abrí uno de mis ojos y me percaté de que Daigoro estaba allí.
Wata-Chan me arrojó a la cama, y yo aproveché para correr a Daigoro de una manera que no sé describir. El punto es que quedó en uno de los cojines, entre el suelo. Mi respiración se agitó y mis mejillas se tiñeron de rojo, mientras mirab a Wata-Chan fijamente, con los ojos entrecerrados.
Acarició mi pecho y bajó hasta mi toalla.
- Ajá...- susurré mientras asentía de manera lenta, suspirando. Retiró la toalla de mi cintura y la arrojó lejos, cayó mágicamente sobre Daigoro y le tapó la vista de todo lo que sucedería a continuación.
Comenzó a acariciar mis caderas y llegó hasta mi entrepierna. Se quedó allí un buen tiempo y me hizo estremecer y gemir de puro placer. Suspiró roncamente en mi oído y me preguntó algo que sabía de antemano mientras volvía las caricias lentas y dolorosas. Gemí, frustrado cuando mordió mi oreja.
- Tú sabes...ahh...muy bien que...quiero. - maldije mentalmente todo lo que quería maldecir cuando el se sentó fresco como una lechuga, diciendo que no sabía. Desvieé la mirada y me mordí el labio inferior. Dios, moriría. Cerré los ojos y me senté en la cama, acercándome a Wata-Chan. Llevé mis labios a su oído y susurré:
- Por favor, Wata-Chan...no aguanto más...Tienes que tomarme....ahora...- Después de unos segundos de silencio, gemí, completamente descontrolado.
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Re: Habitación de Eiji
Sonreí de medio lado al oír su respuesta, sentándome en la cama.
-No... la verdad es que no lo sé. - Reí, cruzándome de brazos. - ¿Por algo te pregunto, no? - Susurré sonriendo divertido al ver su frustración. Pero entonces él se sentó en la cama con los ojos cerrados, y se acercó sensualmente a mi oído, susurrándo algo que me hizo estremecer de placer. Pero fue cuando oí su gemido cerca de mi oído cuando sentí que perdía el control. Gemí yo también, roncamente, abalanzándome sobre Eiji-chan y besándole con desesperación en los labios. Eso había sido lo más excitante que me pudieran haber dicho en toda mi vida.
Cuando nos separamos, lo miré fijamente a los ojos y sonreí de medio lado, respirando agitadamente y completamente excitado, acercando mis dedos a su boca.
-Ya sabes qué hacer, amor. - Susurré juguetonamente.
-No... la verdad es que no lo sé. - Reí, cruzándome de brazos. - ¿Por algo te pregunto, no? - Susurré sonriendo divertido al ver su frustración. Pero entonces él se sentó en la cama con los ojos cerrados, y se acercó sensualmente a mi oído, susurrándo algo que me hizo estremecer de placer. Pero fue cuando oí su gemido cerca de mi oído cuando sentí que perdía el control. Gemí yo también, roncamente, abalanzándome sobre Eiji-chan y besándole con desesperación en los labios. Eso había sido lo más excitante que me pudieran haber dicho en toda mi vida.
Cuando nos separamos, lo miré fijamente a los ojos y sonreí de medio lado, respirando agitadamente y completamente excitado, acercando mis dedos a su boca.
-Ya sabes qué hacer, amor. - Susurré juguetonamente.
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Re: Habitación de Eiji
Correspondí su beso, más no duró mucho. Al instante acercó sus dedos a mi boca. Con mis manos abracé la suya y comencé a lamer sus dedos de manera lenta. Él me había hecho frustrar, y ahora era su turno. Enrosqué mi lengua en ellos y de un momento a otro me detuve. Me reí al ver su cara de desesperación y seguí. Cerré los ojos y traté de concentrarme, aunque no sabía si para eso se necesitaba concentración.
Después de un tiempo él sacó los dedos de mi boca y los llevó a mi entrada. Metió el primero y me tensé. Apreté las sábanas y mordí mis labios reprimiendo un grito de dolor. Luego metió el segundo, y luego el tercero. Los sacaba y volvía a introducirlos repetidas veces, haciendo círculos en mí interior. Solté unos cuantos gritos de dolor mientras me acostumbraba.
Cuando lo hice, solté unos cuantos suspiros de placer. Wata-Chan siguió por un rato más, y luego los sacó por completo. Le miré haciendo un puchero, reprochándole. Más su mirada llena de lujuria me hizo entender y me sonrojé. Desvieé la mirada y abrí un poco más las piernas. Él sonrió tiernamente y me acarició el rostro, antes de continuar.
Después de un tiempo él sacó los dedos de mi boca y los llevó a mi entrada. Metió el primero y me tensé. Apreté las sábanas y mordí mis labios reprimiendo un grito de dolor. Luego metió el segundo, y luego el tercero. Los sacaba y volvía a introducirlos repetidas veces, haciendo círculos en mí interior. Solté unos cuantos gritos de dolor mientras me acostumbraba.
Cuando lo hice, solté unos cuantos suspiros de placer. Wata-Chan siguió por un rato más, y luego los sacó por completo. Le miré haciendo un puchero, reprochándole. Más su mirada llena de lujuria me hizo entender y me sonrojé. Desvieé la mirada y abrí un poco más las piernas. Él sonrió tiernamente y me acarició el rostro, antes de continuar.
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Re: Habitación de Eiji
Tomó mi mano entre las suyas y comenzó a lamer mia manos de nua menra tortuosamente lenta. Apreté como pude el puño de mi mano enyesada, que ya dejaba de dolerme tanto. De pronto él se detuvo y yo lo miré suplicante. Un momento. ¿Suplicante? "Condenado niño, ya me estás haciendo rogar." Entonces él siguió y después de un rato retiré mis dedos de su boca, ansioso. Los dirigí a su entrada y lo abracé para que se relajara. Introduje uno y el se tensó, apretando con fuerza las sábanas. Le di un beso en la frente para tranquilizarlo aunque fuera un poco y con lentitud introduje el segundo.
Lo oí gritar de dolor y me mordí el labio, culpable. Al final, introduje el tercero, con cuidado para no lastimarlo más, haciendo círculos dentro de él. De pronto sus gritos de dolor se transformaron en gemidos de placer, y fue cuando supe que estaba listo. Los saqué y vi que hizo un puchero, pero su expresión fue más sensual de lo que seguramente se propuso, y realmente me excité. Le dirigí una mirada llena de lujuria y él se sonrojó, desviando la vista y abriendo un poco las piernas. Yo levanté las cejas, algo sorprendido, pero luego sonreí tiernamente. Eiji-chan realmente era un sol. Me acerqué a su rostro y lo besé, para luego acariciarlo con ternura y acomodarme entre sus piernas, enredando las suyas en mi cintura. Y cuando sentí que Eiji-chan se relajaba, entré.
Sentí cómo enterraba las uñas en mi espalda, pero no me dolió, sólo logró calentarme aún más, por decirlo así ¬///¬. Cuando entré por completo, me quedé un rato en su interior para que se acostumbrara, y cuando él asintió dando un pequeño gemido, comencé con vaivén lento. Una vez más los gemidos se hicieron presentes en nosotros; yo prácticamente veía luces bajo mis párpados, mientras ambos nos aferrabamos desesperadamente al otro, buscando más contacto. De un momento a otro él me pidió que fuera más rápido, y yo rápidamente obedecí. Mi respiración se agitó demasiado, y lo único que escapaba de mi garganta eran roncos gemidos y algunos entrecortados "Eiji-chan".
Lo oí gritar de dolor y me mordí el labio, culpable. Al final, introduje el tercero, con cuidado para no lastimarlo más, haciendo círculos dentro de él. De pronto sus gritos de dolor se transformaron en gemidos de placer, y fue cuando supe que estaba listo. Los saqué y vi que hizo un puchero, pero su expresión fue más sensual de lo que seguramente se propuso, y realmente me excité. Le dirigí una mirada llena de lujuria y él se sonrojó, desviando la vista y abriendo un poco las piernas. Yo levanté las cejas, algo sorprendido, pero luego sonreí tiernamente. Eiji-chan realmente era un sol. Me acerqué a su rostro y lo besé, para luego acariciarlo con ternura y acomodarme entre sus piernas, enredando las suyas en mi cintura. Y cuando sentí que Eiji-chan se relajaba, entré.
Sentí cómo enterraba las uñas en mi espalda, pero no me dolió, sólo logró calentarme aún más, por decirlo así ¬///¬. Cuando entré por completo, me quedé un rato en su interior para que se acostumbrara, y cuando él asintió dando un pequeño gemido, comencé con vaivén lento. Una vez más los gemidos se hicieron presentes en nosotros; yo prácticamente veía luces bajo mis párpados, mientras ambos nos aferrabamos desesperadamente al otro, buscando más contacto. De un momento a otro él me pidió que fuera más rápido, y yo rápidamente obedecí. Mi respiración se agitó demasiado, y lo único que escapaba de mi garganta eran roncos gemidos y algunos entrecortados "Eiji-chan".
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Re: Habitación de Eiji
Enredó mis piernas en su cintura, y esperó unos segundos. Luego, entró. Me abracé a él y grité, completamente adolorido. Cuando estuvo adentro por completo pasaron varios minutos en los que yo trataba de acostumbrarme. Solté varias lágrimas de dolor que él limpió con sus labios, de manera cariñosa.
Luego solté un pequeño gemido, mientras asentía, dándole a entender que ya podía empezar. El vaivén era lento. Coemnzamos a gemir desesperadamente. Yo me abracé a su cuello, buscando más contacto. Prácticamente gemía en su oído, y varias veces repetía su nombre entre suspiros.
Mi respiración se agitó al mismo tiempo que la suya, y sentía que no podía tomar suficiente aire, pero no me importaba. En ese momento, nada más importaba.
Busqué sus labios y pegué los míos a los suyos, empezando un beso. Wata-chan rápidamente lo profundizó, pero entonces, pedí que aumentara el ritmo con la mirada, y cuando lo hizo perdí la cabeza. Comencé a gemir fuertemente, sin descanso, y tuvimos que romper el beso.
Wata-chan soltó algo que parecía una risa mientras decía que era un escandaloso. Le lancé una mirada seca, aunque lo cierto era que me causó gracia.
- Wata-Chan....ahh..tú tienes....la culpa...ahh....- comenté cerrando los ojos mientras sentía a Wata-chan aumentar aún más el vaivén.
Luego solté un pequeño gemido, mientras asentía, dándole a entender que ya podía empezar. El vaivén era lento. Coemnzamos a gemir desesperadamente. Yo me abracé a su cuello, buscando más contacto. Prácticamente gemía en su oído, y varias veces repetía su nombre entre suspiros.
Mi respiración se agitó al mismo tiempo que la suya, y sentía que no podía tomar suficiente aire, pero no me importaba. En ese momento, nada más importaba.
Busqué sus labios y pegué los míos a los suyos, empezando un beso. Wata-chan rápidamente lo profundizó, pero entonces, pedí que aumentara el ritmo con la mirada, y cuando lo hizo perdí la cabeza. Comencé a gemir fuertemente, sin descanso, y tuvimos que romper el beso.
Wata-chan soltó algo que parecía una risa mientras decía que era un escandaloso. Le lancé una mirada seca, aunque lo cierto era que me causó gracia.
- Wata-Chan....ahh..tú tienes....la culpa...ahh....- comenté cerrando los ojos mientras sentía a Wata-chan aumentar aún más el vaivén.
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Re: Habitación de Eiji
El comenzó a gemir fuertemente, en mi oído, haciendo que me excitara aún más. Reí roncamente entre suspiros, besando su cuello juguetonamente.
-Eres un... ah... es-escandaloso... - Dije entre gemidos. Entonces él intentó dirigirme lo que parecía una mirada enojada, aunque sólo consiguió verse más adorable. Y cuando dijo eso, yo sonreí de medio lado y aumenté las envestidas, callándolo. Lo sentí gemir roncamente y eso fue suficiente para que yo perdiera el control. - A-Ah... Eiji-chan... - Susurré roncamente, cerca de su oído. -...te amo. - Finalicé dando un ronco gemido. Ya no podía más, estaba a punto de legar a mi límite. Bajé por el cuello de Eiji-chan, dejando un camino de besos húmedos y cortos, mientras continuaba con mis envestidas, hasta llegar a su pecho. Ahí me dediqué a lamer, morder y acariciar con deseo, escuchándolo gemir de placer.
Completamente cegado por el placer, hundí mi rostro en su cuello y, completamente enloquecido, hice que plegara más sus piernas, haciendo la penetración más sensible. Oí cómo exalaba un ronco gemido y, sintiendo que estaba a punto de llegar al clímax, repetí lo de la primera vez. Guí mi mano derecha hasta su entrepierna, masajénadola al mismo ritmo que mis envestidas, y sus gemidos se hicieron más fuertes y acallaron por mucho a los míos. Yo sonreí socarronamente entre los gemidos de placer.
-Mmm... ah... es... candaloso... ¡Ah...! - Susurré mientras seguía. Creo que trató de repllicarme, pero no le dejé, aumentando más el ritmo de las caricias y envestidas.
Y entonces, el añorado clímax llegó. Yo gemí un sonoro "Eiji-chan", echándo mi cabeza hacia atrás, dejando mi semilla en él. Y pocos segundos después él también llegó al clímax, gritando mi nombre y cayéndo pesadamente en la cama. Sonreí de medio lado aún con la respiración entrecortada al sentir un cálido líquido en mi mano. Me incorporé un poco y lo miré con deseo a los ojos, acercando mi mano a mi boca y lamiendo la semilla de Eiji-chan sensualmente. Creo que fue la primera vez que lo vi ponerse tan rojo. Reí.
-Pareces... un tomate... - Susurré aún algo entrecortadamente, inclicándome y dándole un largo beso en los labios, aún sin salir de su interior.
-Eres un... ah... es-escandaloso... - Dije entre gemidos. Entonces él intentó dirigirme lo que parecía una mirada enojada, aunque sólo consiguió verse más adorable. Y cuando dijo eso, yo sonreí de medio lado y aumenté las envestidas, callándolo. Lo sentí gemir roncamente y eso fue suficiente para que yo perdiera el control. - A-Ah... Eiji-chan... - Susurré roncamente, cerca de su oído. -...te amo. - Finalicé dando un ronco gemido. Ya no podía más, estaba a punto de legar a mi límite. Bajé por el cuello de Eiji-chan, dejando un camino de besos húmedos y cortos, mientras continuaba con mis envestidas, hasta llegar a su pecho. Ahí me dediqué a lamer, morder y acariciar con deseo, escuchándolo gemir de placer.
Completamente cegado por el placer, hundí mi rostro en su cuello y, completamente enloquecido, hice que plegara más sus piernas, haciendo la penetración más sensible. Oí cómo exalaba un ronco gemido y, sintiendo que estaba a punto de llegar al clímax, repetí lo de la primera vez. Guí mi mano derecha hasta su entrepierna, masajénadola al mismo ritmo que mis envestidas, y sus gemidos se hicieron más fuertes y acallaron por mucho a los míos. Yo sonreí socarronamente entre los gemidos de placer.
-Mmm... ah... es... candaloso... ¡Ah...! - Susurré mientras seguía. Creo que trató de repllicarme, pero no le dejé, aumentando más el ritmo de las caricias y envestidas.
Y entonces, el añorado clímax llegó. Yo gemí un sonoro "Eiji-chan", echándo mi cabeza hacia atrás, dejando mi semilla en él. Y pocos segundos después él también llegó al clímax, gritando mi nombre y cayéndo pesadamente en la cama. Sonreí de medio lado aún con la respiración entrecortada al sentir un cálido líquido en mi mano. Me incorporé un poco y lo miré con deseo a los ojos, acercando mi mano a mi boca y lamiendo la semilla de Eiji-chan sensualmente. Creo que fue la primera vez que lo vi ponerse tan rojo. Reí.
-Pareces... un tomate... - Susurré aún algo entrecortadamente, inclicándome y dándole un largo beso en los labios, aún sin salir de su interior.
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Re: Habitación de Eiji
Volvió a decirme escandaloso, y esta vez iba a protestar, más hizo las penetraciones más sensibles y me hizo callar. Aumentó el ritmo de sus caricias en mi entrepierna y mis gritos de placer acallaron los suyos.
Él echó su cabeza hacia atrás, y yo hice lo mismo mientras sentí que él se corría en mí, por lo que acabé haciéndolo yo también. Caí pesadamente en la cama, con mi respiración entrecortada.
Entonces, él llevó su mano a sus labios y la lamió. Mi cara se puso peor que mi cabello y él se rió.
- Eres.... endemoniadamente.... pervertido...- murmuré entre el beso. Cuando nos separamos él salió de mí y solté un pequeño suspiro. Se recostó a mi lado y me atrajo hacia él. Le miré fijamente, varios segundos y sonreí. - Supongo que tendremos que aplazar la cita, amor...Porque cierta personita no se pudo contener, Nya- reí al verlo desviar la mirada y besé su mejilla tiernamente.
Recosté mi cabeza en su pecho y sentí que me abrazaba por la espalda y acariciaba mi cabello. Cerré los ojos, relajándome.
- Luego tendrás que ayudarme a bañar, Eh...- le comenté de manera juguetona.- Pero, por favor que sí sea un baño...- pedí esta vez, no porque me molestara que hiciera de nuevo lo que habíamos hecho hacía segundos. Sino porque mi cadera no aguantaría otro round. O quizás sí, pero prefería no descubrirlo todavía....
Él echó su cabeza hacia atrás, y yo hice lo mismo mientras sentí que él se corría en mí, por lo que acabé haciéndolo yo también. Caí pesadamente en la cama, con mi respiración entrecortada.
Entonces, él llevó su mano a sus labios y la lamió. Mi cara se puso peor que mi cabello y él se rió.
- Eres.... endemoniadamente.... pervertido...- murmuré entre el beso. Cuando nos separamos él salió de mí y solté un pequeño suspiro. Se recostó a mi lado y me atrajo hacia él. Le miré fijamente, varios segundos y sonreí. - Supongo que tendremos que aplazar la cita, amor...Porque cierta personita no se pudo contener, Nya- reí al verlo desviar la mirada y besé su mejilla tiernamente.
Recosté mi cabeza en su pecho y sentí que me abrazaba por la espalda y acariciaba mi cabello. Cerré los ojos, relajándome.
- Luego tendrás que ayudarme a bañar, Eh...- le comenté de manera juguetona.- Pero, por favor que sí sea un baño...- pedí esta vez, no porque me molestara que hiciera de nuevo lo que habíamos hecho hacía segundos. Sino porque mi cadera no aguantaría otro round. O quizás sí, pero prefería no descubrirlo todavía....
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Re: Habitación de Eiji
Reí cuando dijo eso entre besos. Cuando nos separamos salí al fin de él y él soltó un pequeño suspiro. Sonreí y me recosté a su lado, atrayéndolo hacia mí. Me miró fijamente por varios segundos, y yo le devolví la mirada, curioso. Entonces él dijo algo que me hizoa mpliar los ojos y sonrojarme un poco, desviando la mirada haciendo un mohín. Entonces él rió y besó mi mejilla. Yo también sonreí y lo abracé por la cintura, por lo que él recostó su cabeza en mi pecho y yo aproveché para cubrirnos con la sábana y acariciar su espalda y cabello. Sentí que se relajaba y sonreí. Luego él dijo eso.
-Jajaja, okay, okay, prometo controlarme esta vez, ¿sí? - Exclamé divertido, besando su nariz. - Pero sigo diciendo que tú tienes la culpa. - Dije haciéndome el ofendido. El hizo un mohín y me preguntó por qué. Yo sonreí de medio lado y lo atraje más hacia mí, acercándome a su rostro. - Por ser tan deseable. - Susurré divertido. Vi su sonrojo y sonreí ampliamente, para luego darle otro largo beso en los labios. - Y me gusta que seas así... - Susurré cuando nos separamos, aún cerca de sus labios.
Me encantaba ver las reacciones que provocaba en Eiji-chan.
-Jajaja, okay, okay, prometo controlarme esta vez, ¿sí? - Exclamé divertido, besando su nariz. - Pero sigo diciendo que tú tienes la culpa. - Dije haciéndome el ofendido. El hizo un mohín y me preguntó por qué. Yo sonreí de medio lado y lo atraje más hacia mí, acercándome a su rostro. - Por ser tan deseable. - Susurré divertido. Vi su sonrojo y sonreí ampliamente, para luego darle otro largo beso en los labios. - Y me gusta que seas así... - Susurré cuando nos separamos, aún cerca de sus labios.
Me encantaba ver las reacciones que provocaba en Eiji-chan.
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Re: Habitación de Eiji
Hice un mohín al escuchar su comentario.
- ¡Hey, cómo que yo la culpa! ¿Por qué, qué hice?- inquirí, viéndole fijamente. ¿Deseable? Me sonrojé y desvieé la vista, él me besó y yo correspondí. Luego dijo algo más y escondí mi rostro en su pecho.- No sé que tengo de deseable.- murmuré. "De seguro nada - pensé.- Lo dices porque estás enamorado."
Solté una pequeña risita y le miré a los ojos, divertido. Como un niño que quiere hacer una travesura.
- Yo creo que eres muy sexy Wata-Chan..- mis mejillas se tornaron rojizas y me acerqué a su rostro.- Y me gusta que seas así...- dije antes de reír y volver a esconder mi rostro en su pecho.
- ¡Hey, cómo que yo la culpa! ¿Por qué, qué hice?- inquirí, viéndole fijamente. ¿Deseable? Me sonrojé y desvieé la vista, él me besó y yo correspondí. Luego dijo algo más y escondí mi rostro en su pecho.- No sé que tengo de deseable.- murmuré. "De seguro nada - pensé.- Lo dices porque estás enamorado."
Solté una pequeña risita y le miré a los ojos, divertido. Como un niño que quiere hacer una travesura.
- Yo creo que eres muy sexy Wata-Chan..- mis mejillas se tornaron rojizas y me acerqué a su rostro.- Y me gusta que seas así...- dije antes de reír y volver a esconder mi rostro en su pecho.
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