Un nuevo miembro en la familia

Sonrío y asiento mirando ese bello rostro desde un lado. Se acurruca y yo me adapto a la posición que toma.


Realmente, no creo que esté mal emborracharte un poco...

- Dejan subirlos, aunque se pondría loquita al tener que ir en una jaula en el maletero del avión. - beso su cuello con cariño. - y... los trajes... usarías pajarita? - digo divertido. - crees que deberíamos de ir los dos con un traje negro o podríamos usar uno blanco...

- Yo también estaba pensando en que eso de ir de blanco... como dices, simbólicamente, no tendríamos derecho a llevarlo ninguno. Podemos ir como queramos. - le respondo cuando dice que uno de los dos debemos ir de blanco. - Aunque creo que un traje blanco con una camisa negra te quedaría muy bien. También podemos usar uno azul oscuro con una camisa rosa y una corbata azul... te verías sexy. - digo besando su mejilla con mimo.

- claro, a mi lado. - le sonrío cuando acaricia mis brazos.


Miro el sol saliendo del inhóspito mar. - Muy rápido, hoy se terminan nuestras vacaciones. - suspiro, me hacían falta estas vacaciones y desearía más tiempo con mi amante, pero todo llega a su fin, menos lo que siento por este hombre, solo crece y crece, siento que un día me destruirá.


- ya sale. - digo mirando el cielo cubrirse de naranja y dar brillo a las olas, alzándose en blandos movimientos de azul y plata. - Dame un beso. - digo inclinándome a un lado apra que pueda aproximarse

Poco a poco se va dando la vuelta mientras nuestros labios se mantienen pegados y en movimiento. - mm.. - mi mano se pierde entre sus largos cabellos al sostener su nuca en ese beso intenso.


Cuando estoy pensando en tumbarle en la arena, él se me adelanta y acabo con ese cuerpo hecho de deseo puro encima como cada noche. Mi mano busca el contacto de su piel y tras tomar su mejilla baja y aparta la tela para abrazar su cadera sin nada que estorbe.


- eres... demasiado... adictivo... - digo besando su labio superior, a la vez que los suyos se cierran sobre mi labio inferior respondiéndome

- hatori-sexy-sama... lo dices y... te quedas tan a gusto. - acabo riendo y miro como dibuja el corazón en la arena. - ya te he dicho que, como editor de manga shojo, tengo el poder de valorar lo que es cursi y lo que no. - digo riendo cuando me toma de las mejillas.


Le doy un beso y miro el corazón. - eres como un niño de colegio, pero aún así... me tienes tan maravillado. te amo. - tomo su mejilla con los dedos y bajo su mentón para darle un beso en la frente.

- claro que te creo... casi es exactamente como me siento yo y solo quiero que me ames de esa manera a mí. Solo a mí. - sostengo su rostro que me hace cerrar los ojos cuando sus labios acarician mis pestañas por accidente y le miro amorosamente antes de besarle acariciando su espalda por debajo de la ropa.


- Que sexy eres. - echo la cabeza hacia atrás al recordarme que debemos levantarnos. - sí... además, yEN está sola, aunque es pronto, deberíamos ir. - bostezo pesadamente.

Me rio cuando dice que se siente con licencia de ser cursi por mi trabajo.


- sí, vamos. - siento el calor de su mano en mi cintura y yo abrazo sus hombros. En un determinado momento sus repetitivos besos en mi pómulo me cansan y cuando sus labios se acercan les doy un bocado. Zack me mira haciendo un puchero y yo le beso en los labios a la puerta del hotel.


Al entrar Yen me salta encima y suelto a mi amante para prestarle un poco de atención al otro amor de mi vida. - buenos días, princesa. - le acaricio el lomo mientras mi amante entra a ducharse.

- está bien, cariño. Voy recogiendo todo. - hago primero mi maleta y luego la de mi amante. Salgo un minuto a la terraza consultando mi móbil. Creo que es la primera semana desde hace años que lo tengo desconectado de los contactos de trabajo. Me estiro con gusto arropado por la brisa del mar. Observo la vista de hotel, con la piscina y las tumbonas, y el mar a escasos metros. Sin ninguna palabra o gesto me despido a mi manera del lugar y cuando mi amante sale me meto yo en la ducha.


Bajamos las maletas y tras desayunar emprendemos el viaje de vuelta.


FIN