Mensaje inoportuno? - priv Hatori -

- eso era antes. - digo riendo.

- No puedo mi amor. - le aseguro. - Tengo a 5 autoras publicando en una revista quincenal y a otras tantas cuyos trabajos me he comprometido a supervisar. - sonrío con lo de atascarme la bandeja de entrada. - Nos haremos fotos y aprovecharemos al máximo esta semana que tenemos juntos.


- el peluche? Pues... sufrió un accidente...- le cojo las manos haciendo un drama. - verás... tuve que cuidar del hijo de una prima y se encariñó del peluche y acabó tirándole un batido de fresa, tuve que llevarlo a la lavandería. - sonrío. - Siento no haberlo cuidado mejor. - digo fingiendo algo de pena, pero realmente no me la da.

- Está bien, aunque no se le quite la mancha lo dejaré sobre la cama si te hace feliz. - digo sonriendo.


Me relajo mientras me acaricia el pelo. - Bueno... sí, supongo que sí podremos ir. Italia? Si quieres comerte tres pizzas allá deberías de empezar a trabaje tu estómago. - bromeo. - Mañana, desayunaremos de nuevo en la cama. - le comento.

(bye)

- Quiero que engordes. -le aseguro y sujeto su espalda para poder dar un besito en su abdomen. - estás demasiado bueno.


Alzo una ceja sin saber a que se refiere. Empiezo a tallar su cuerpo también. - te has vuelto más coqueto, es malo, ya antes no había manera de que me pudiera resistir a ti. No sé que será de mí ahora. - beso sus labios una vez, más, no hay forma de que me canse de ellos.

- Lo sabía¡¡ me quieres como puerquito rodante... - le hace morritos infantiles y después le sonrie de forma tierna.

- Oh... bueeno... *entrecierra los ojos mostrandose más coqueto* - eso no es mi culpa Tori-chan, me han hecho así en las sesiones, así que... simplemente disfrutame ok? - baja a besarle pese a estar lleno de jabón, rie divertido al dejarle burbujas de jabón en la cara.

- Tu barba¡¡ - toma espuma y le construye una barba a su amante, reía divertido, sencillamente era como un niño pequeño


(tengo que irme, te veo mañana)

- Sí. quiero hacerte rodar por todo el piso. - le digo convencido sonriendo

Enarco una ceja cuando llega a un mayor grado de coqueteo y lo único que puedo responder es a sus labios, suaves y algo carnosos. Cuando nos separamos despacio él empieza a reirse y aponerme más espuma en la cara. Goterón en la frente... Acabo riendo por su muestra infantil y soplo hacia abajo partiendo la espuma en dos haciendo una cara más graciosa hasta que me la quito con el agua. Hace un puchero y le beso apasionadamente entrelazando mis dedos con los suyos. - te quiero...
Muerdo su oreja como castigo por jugar de más-

Me siento la bañera para que se pueda acomodar en mis piernas. Cojo una esponja y voy lavando su cuerpo con movimientos circulares y lentitos. Hago los mismo con su pecho y debajo de sus brazos, luego lavo su pelo y noto que se está quedando dormido. - amor, espérate a que acabe y estés seco, sí? - beso su hombro y le quito la espuma de su cuerpo con la manguera y quitando el restocon mis manos.


Le ayudo a levantarse y a ponerle un albornoz siempre atento. Nos secamos y se tumba en la cama. Me siento a su lado y acaricio su cabecita para ayudarle a dormir plácidamente. Beso su frente. - tan cansado estabas, eh? Espero que acabes pronto con este trabajo. Quiero más tiempo contigo. - veo que duerme profundamente y le tap con las sábanas.

En un par de horas amanecerá pienso, no estoy muy cansado así que voy a mi estudio en el salón para hacer algo de trabajo mientras duerme. También recojo la mesa, meto el pastel en la nevera y arreglo un poco el baño.


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Cuando ha dormido 5 horas sé que tengo que despertarle, si no me reprochará por estar durmiendo el tiempo que estamos juntos. Preparo un desayuno sano para él y uno igual para mí, no sería muy justo comer dulces delante suya.

Llevo las bandejas al cuarto y me siento a su lado. Que mono pienso cuando le veo tapado hasta las orejas como un niño. Pienso en una forma mimosa de despertarle y me tumbo a su lado tapándome yo también y beso sus hombros y su cuello despacito, mi aliento choca en su cuello y hace que lo deje más expuesto aún.- Zack... buenos días... - le digo mirando como abre sus ojazos azules.

- No te disculpes, seguro que llevabas más de un día sin dormir. - suspiro cuando dice que le agradaría que fuera yo quien le cansara siempre. - Sinvergüenza. - sonrío por lo gracioso que se ve con el pelo así.

Mis pupilas se juntan hacia abajo cuando presiona mi nariz con un dedo y me reclama no dormir. Rio por su berrinche y me echo encima de él haciéndole cosquillas en la tripa por encima de las sábanas y consigo hacerle salir por tortura tras mucho retorcerse y revolver las sábanas. Cuando sale le abrazo. - Como viniste antes tenía algo de trabajo pendiente, es tu culpa por querer darme una sorpresa. - le digo dándole un beso en la mejilla.

Me siento y le paso una bandeja de desayuno. Veo que mira las tostadas con gracia pero también con algo de resignación, como si estuviera pensando en los hidratos de carbono que tienen. - vamos, no llevan mantequilla si no margarina y la mermelada no lleva azúcar. Que tengas que mantener el tipo no significa que no puedas comer algo a parte de fruta y cereales. - cojo una tostada con forma de corazón y se la acerco a los labios sabiendo que no me dirá que no sí se la doy yo.

Spoiler:

- guau! - digo apartando la mano a tiempo y rio por su intenso masticar.- Lo sé, cielo. - me da algo de pena que no pueda comer lo que le guste.

Rio cuando me pide más con la boca abierta y agarro otra tostada y se la doy de comer, mientras él da un sorbo de café yo pruebo una tostada de mi plato sin forma de corazón. Sigue siendo igual a un niño pequeño.


Pero que exagerado es... pienso cuando alaba mi desayuno normal y corriente, pero me muestra esa sonrisa y no hay replica alguna que se me pase por la cabeza. - Gracias. - digo solo mirándole con la mejilla apoyada en mi puño. No me extraña que enamore a la cámara de esa manera

Eso me demuestra que come bien. Hago las bandejas a un lado cuando acabamos.

Le sonrío con ternura y más cuando me mira así, esos ojos azules tienen una intensidad que mata. - No me las des. - y cuando se separa vuelvo a besarle rápidamente.


Me muerdo el labio por su ocurrencia. - y qué me harás allí? - pregunto divertido.

Me avergüenzo de jadear suavemente cuando me besa el cuello y dice ese tipo de cosas. Luego ese beso apasionado me pilla por sorpresa y siento que me quita fuerzas con él. Que me diga eso cuando su desnudez es solo cubierta por una sábana es por demás atrayente.


- Zack... eres demasiado provocador. - le atraigo para que se siente un poco sobre mí y degusto esos labios una y otra vez. - yo también... muero por ti. - digo a media voz.

Y allá vamos otra vez...


- ngh! que valor tienes de decir eso, cuando eres tú el que provoca aquí. - suspiro por sus caricias y giro el rostro mordiendo su labio y tirando de él. Mis manos bajan por su espalda hasta alcanzar su trasero y empujarle más contra mí, queriendo pegármelo. - Zack... en la noche comentaste algo que querías hacer... - beso su hombro subiendo con la lengua hasta su cuello y luego apartarme para mirarle a los ojos. -... es el momento..

El menor me está dejando ver lo mucho que le gusta innovar en la cama, no puedo decir que me moleste.


Jadeo suave cuando comienza a tocarme enserio. Si tengo alguna fantasía no se me viene a la cabeza cuando me está dando ese placer. Lamo sus labios de un lengüetazo y mis manos en su trasero dan un rodeo para empezar a tocarle también. Acaricio su perineo y sus gemelos antes de acariciar ese glande en forma de seta.


- aah... zack... - sus caricias constantes hacen que sienta la sangre concentrarse en un mismo punto.

Cuando se humedece puedo usarlo de lubricante y tocarle más deleitosamente aún. Acaricio sus hombros mientras besa su cuello y le hago a un lado para ponerme sobre él, acaricio con el pulgar sus labios. - Yo... también quiero recordar tu sabor. - digo sin vergüenza ni pena ninguna.


Beso sus pezones y su abdomen antes de recorrer con la punta de la lengua su perineo y chupar sus gemelos. - mmmmmm... - Recorro los bordes de su entrada con ella antes de jugar con su glande, mientras acaricio sus muslos firmes.