Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
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Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Compré un ramillete de flores grandes y coloridas. Así como le gustaban. Lentamente me adentré en el sombrío lugar, con el resto de gente. Comparado con la última vez, hoy estaba "lleno". Di un suspiro cansino y caminé un buen trecho hasta localizar su tumba. Vi su hermoso nombre grabado en la piedra y me arrodillé, colocando las flores con cuidado. Entonces recordé algo más e hice una reverencia "¡Es cierto!"
- Ya vengo, mamá - susurré soltando una risa menancólica. Corrí hasta la entrada del cementerio y compré otro ramillete de flores. Eran blancas, y delicadas. Emprendí carrera de nuevo, pero esta vez me detuve en la tumba de los padres de Wata-chan. Me arrodillé, deposité las flores y junté mis manos en modo de plegaria. - Déjenme contarles que Wata-chan está muy bien, ya sonríe más y está feliz. Los extraña y dice que los ama- reí.- Y que se cuiden. Yo lo estoy cuidando, a veces comete alguna que otra estupidez...pero estamos aprendiendo a superar las cosas juntos- sonreí. - Ahora debo irme. Descancen...- susurré levantándome y regresando a la tumba que había ido a visitar originalmente. Es que en cierto modo también le cogí aprecio a los padres de Wata-chan....no los conocía pero.....sólo sabía que ahora los quería. Era algo extraño...
Esta vez me senté y di un supiro largo.
- ¿Y cómo van...las cosas allá arriba? - una suave ráfaga de viento pasó, meciendo las hojas de los árboles. Cerré los ojos, relajándome, recordando sus caricias.- Las cosas aquí van bien. Wata-chan dijo que se casará conmigo cuando terminemos el instituto ¿No es maravilloso? Pensamos comprar una enorme casa y tener gatos y una cocina enorme. Y canchas de tenis.- comencé a relatarle.- Hace rato no visito a mi padre...tampoco a mis hermanos. Pienso hacer un viaje en vacaciones para allá. Es una lástima que los enterrasen lejos...¿no? - suspiré. - Y mi mano, está bien....no te preocupes- susurré.
Repasé de nuevo su nombre grabado. Acaricié las letras, suavemente, y esta vez mis ojos se aguaron. Mordí mi labio inferior y para cuando quise darme cuenta ya estaba sollozando en silencio.
- Ya vengo, mamá - susurré soltando una risa menancólica. Corrí hasta la entrada del cementerio y compré otro ramillete de flores. Eran blancas, y delicadas. Emprendí carrera de nuevo, pero esta vez me detuve en la tumba de los padres de Wata-chan. Me arrodillé, deposité las flores y junté mis manos en modo de plegaria. - Déjenme contarles que Wata-chan está muy bien, ya sonríe más y está feliz. Los extraña y dice que los ama- reí.- Y que se cuiden. Yo lo estoy cuidando, a veces comete alguna que otra estupidez...pero estamos aprendiendo a superar las cosas juntos- sonreí. - Ahora debo irme. Descancen...- susurré levantándome y regresando a la tumba que había ido a visitar originalmente. Es que en cierto modo también le cogí aprecio a los padres de Wata-chan....no los conocía pero.....sólo sabía que ahora los quería. Era algo extraño...
Esta vez me senté y di un supiro largo.
- ¿Y cómo van...las cosas allá arriba? - una suave ráfaga de viento pasó, meciendo las hojas de los árboles. Cerré los ojos, relajándome, recordando sus caricias.- Las cosas aquí van bien. Wata-chan dijo que se casará conmigo cuando terminemos el instituto ¿No es maravilloso? Pensamos comprar una enorme casa y tener gatos y una cocina enorme. Y canchas de tenis.- comencé a relatarle.- Hace rato no visito a mi padre...tampoco a mis hermanos. Pienso hacer un viaje en vacaciones para allá. Es una lástima que los enterrasen lejos...¿no? - suspiré. - Y mi mano, está bien....no te preocupes- susurré.
Repasé de nuevo su nombre grabado. Acaricié las letras, suavemente, y esta vez mis ojos se aguaron. Mordí mi labio inferior y para cuando quise darme cuenta ya estaba sollozando en silencio.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Cuando al fin el taxi llegó me despedí vagamente del taxista y le pagué, casi corriendo a la entrada. Avancé rápidamente y con pasos decididos hacia un lugar que conocía muy bien, y que por alguna extraña razón cuando llegué no me provocó tristeza o arrepentimiento... sino paz. De pronto el aire era demasiado ligero. Detuve mi andar y retomé mi caminata con pasos lentos y calmados, hasta que llegué frente a aquellas lápidas y me arrodillé frente a ellas. Entonces lo noté. Fruncí el seño. ¿Flores? ¿En las tumbas? Parpadeé un par de veces y luego de unos instantes en blanco lo asumí.
-Eiji-chan... - Susurré muerto de amor, mientras acariciaba con dulzura los blancos y delicados pétalos de una de las flores. Suspiré y empuñé la misma mano, mirando hacia las tumbas con algo de pena. - Sé lo que están pensando, y sí, lo sé, soy un imbécil. - Sonreí un poco. - Pero ahora debo correr y ver a Eiji-chan... - Bajé la vista. - No debe estar pasándola bien... - Suspiré y con delicadeza dejé una de las rosas frente a las dos lápidas. Cerré los ojos y murmuré:- Aún sigo extrañándolos... y prometo seguir siendo un buen hijo para llenarlos de orgullo... lo prometo, de verdad. - Me mordí el labio inferior conteniéndo las lágrimas y me puse de pie, haciendo una pequeña reverencia. - Descansen... - Y luego de decir eso volví a correr en dirección a la tumba dónde sabía, él estaba llorando...
Cuando llegué me pasó exactamente lo mismo que antes, sólo que el corazón se me partió al verlo llorar. Entrecerré los ojos con tristeza y me detuve abruptamente, apretando con fuerza inusitada el tallo de la rosa que llevaba en mi mano derecha y clavándome una espina sin querer. Ni si quiera lo noté. Me pregunté por largo rato si debera acercarme o no... es decir, quizá quisiera estar solo, pero... Se me partía el alma al verlo así...
Tragué pesadamente y cuando más inseguro estaba, una suave brisa me dio en el rostro. Fue como magia, que finalmente me decidí por caminar hacia él. Primero algo dudoso, mas luego con determinación. No iba a dejarlo solo, me necesitaba en este momento y no le daría la espalda. Cuando llegué a su lado ni si quiera me notó, pero me arrodillé junto a él y posé una mano sobre su hombro. Se sobresaltó y se giró rápidamente hacia mí. El corazón se me encogió al ver su rostro empapado en lágrimas, mas aún así le sonreí tiernamente.
-Ya estoy aquí... - Susurré.
-Eiji-chan... - Susurré muerto de amor, mientras acariciaba con dulzura los blancos y delicados pétalos de una de las flores. Suspiré y empuñé la misma mano, mirando hacia las tumbas con algo de pena. - Sé lo que están pensando, y sí, lo sé, soy un imbécil. - Sonreí un poco. - Pero ahora debo correr y ver a Eiji-chan... - Bajé la vista. - No debe estar pasándola bien... - Suspiré y con delicadeza dejé una de las rosas frente a las dos lápidas. Cerré los ojos y murmuré:- Aún sigo extrañándolos... y prometo seguir siendo un buen hijo para llenarlos de orgullo... lo prometo, de verdad. - Me mordí el labio inferior conteniéndo las lágrimas y me puse de pie, haciendo una pequeña reverencia. - Descansen... - Y luego de decir eso volví a correr en dirección a la tumba dónde sabía, él estaba llorando...
Cuando llegué me pasó exactamente lo mismo que antes, sólo que el corazón se me partió al verlo llorar. Entrecerré los ojos con tristeza y me detuve abruptamente, apretando con fuerza inusitada el tallo de la rosa que llevaba en mi mano derecha y clavándome una espina sin querer. Ni si quiera lo noté. Me pregunté por largo rato si debera acercarme o no... es decir, quizá quisiera estar solo, pero... Se me partía el alma al verlo así...
Tragué pesadamente y cuando más inseguro estaba, una suave brisa me dio en el rostro. Fue como magia, que finalmente me decidí por caminar hacia él. Primero algo dudoso, mas luego con determinación. No iba a dejarlo solo, me necesitaba en este momento y no le daría la espalda. Cuando llegué a su lado ni si quiera me notó, pero me arrodillé junto a él y posé una mano sobre su hombro. Se sobresaltó y se giró rápidamente hacia mí. El corazón se me encogió al ver su rostro empapado en lágrimas, mas aún así le sonreí tiernamente.
-Ya estoy aquí... - Susurré.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Entonces comencé a llorar más y más fuerte, y di un respingo al sentir una mano posarse en mi hombro. Giré el rostro y me encontré con la tierna sonrisa de Wata-chan. Sonreí levemente entra lágrimas y me abracé a él.
- Ya...lo noté, Nya....- me sequé las lágrimas y le miré.- Perdona por no despertarte pero....con todo...lo que te hice pasar pensé que lo mejor era dejarte dormir, y que descansaras.....no quiero que enfermes por mi culpa....-murmuré lanzándole una mirada culpable. No había querido venir sin él...pero, se veía tan cansadito...
Regresé mi vista a la lápida y suspiré.
- Le estaba contando a mamá que te casarás conmigo, Wata-chan...¿no te molesta eso, verdad?- mis ojos volvieron a aguarse y me abracé a él fuertemente.- Ya visité a tus papás....¿quieres verlos también? Yo esperaré aquí, de verdad. - comenté, la verdad no sabía que decir.
- Ya...lo noté, Nya....- me sequé las lágrimas y le miré.- Perdona por no despertarte pero....con todo...lo que te hice pasar pensé que lo mejor era dejarte dormir, y que descansaras.....no quiero que enfermes por mi culpa....-murmuré lanzándole una mirada culpable. No había querido venir sin él...pero, se veía tan cansadito...
Regresé mi vista a la lápida y suspiré.
- Le estaba contando a mamá que te casarás conmigo, Wata-chan...¿no te molesta eso, verdad?- mis ojos volvieron a aguarse y me abracé a él fuertemente.- Ya visité a tus papás....¿quieres verlos también? Yo esperaré aquí, de verdad. - comenté, la verdad no sabía que decir.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Correspondí el abrazo cuando se aferró a mí y no pude evitar que mis ojos se posaran sobre la lápida. Era extraño... sentía como si tuviera una especie de aura pura, como si expulsara su propia energía. Estaba muy ensimimado viéndola, hasta que Eiji-chan comenzó a hablar. Le presté atención a él y escuché todo lo que me decía en silencio, hasta que dijo eso de enfermarme. Le sonreí y negué con la cabeza, besando su frente.
-Descuida, amor, en serio estoy bien... - Susurré para que no se preocupara más. Entonces me dijo que le estaba contanto a su madre que nos casaríamos... Mi rostro reflejó la sorpresa que sentí, y fue como si el corazón se me enloqueciera dentro del pecho. Y es que Eiji-chan no se daba cuenta, pero... decía cosas tan hermosas. De pronto volvió a abrazarse a mí con fuerza, y dijo algo sobre mis padres. Recordé que los había ido a ver y lo rodeé con mis brazos al notar que la voz se le quebraba. Sonreí. - Lo sé, gracias por dejarles esas flores, en serio... - Cerré los ojos. - Estoy seguro de que les encantaron. - Finalicé con algo de temblor en la voz. Y de pronto simplemente comenzó a llorar. Lo miré con ojos tristes, aunque sabía que tarde o temprano le sucedería. Me acomodé mejor en el suelo, apoyándome en mis rodillas y dejando la rosa a un lado, y dejé que se acurrucara en mí, meciéndolo suavemente mientras acariciaba su espalda. - Todo está bien, tranquilo... - Susurré mientras besaba su frente, en un intento por darle apoyo. Se me partía el corazón de verlo así, y no sabía qué hacer para que se sintiera mejor... pero por ahora, sólo podía darle mi compañía.
-Descuida, amor, en serio estoy bien... - Susurré para que no se preocupara más. Entonces me dijo que le estaba contanto a su madre que nos casaríamos... Mi rostro reflejó la sorpresa que sentí, y fue como si el corazón se me enloqueciera dentro del pecho. Y es que Eiji-chan no se daba cuenta, pero... decía cosas tan hermosas. De pronto volvió a abrazarse a mí con fuerza, y dijo algo sobre mis padres. Recordé que los había ido a ver y lo rodeé con mis brazos al notar que la voz se le quebraba. Sonreí. - Lo sé, gracias por dejarles esas flores, en serio... - Cerré los ojos. - Estoy seguro de que les encantaron. - Finalicé con algo de temblor en la voz. Y de pronto simplemente comenzó a llorar. Lo miré con ojos tristes, aunque sabía que tarde o temprano le sucedería. Me acomodé mejor en el suelo, apoyándome en mis rodillas y dejando la rosa a un lado, y dejé que se acurrucara en mí, meciéndolo suavemente mientras acariciaba su espalda. - Todo está bien, tranquilo... - Susurré mientras besaba su frente, en un intento por darle apoyo. Se me partía el corazón de verlo así, y no sabía qué hacer para que se sintiera mejor... pero por ahora, sólo podía darle mi compañía.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
- ¿En verdad? Es que...no sabía...que flores les gustaba y entonces....- luego ya no pude seguir hablando. Había comenzado a llorar de nuevo, me acurruqué en él y sentí su cálido beso en mi frente. Sus brazos me rodearon y cerré los ojos, intentando calmarme. No podía evitar sentirme mal, aunque me alegraba que por lo menos esta vez, ya no estaría solo aquí frente a mi madre, llorando.
No sé cuánto rato estuvimos. El sol comenzó a hacerse más fuerte por lo que deduje que debía ser un poco más del medio día. Había dejado de llorar hacía unas horas, pero me quedé allí, quieto, estático frente a su tumba en los brazos de Wata-chan.
- Oye Wata-chan, creo que quiere que le hables....- susurré, mirándole fijamente.
No sé cuánto rato estuvimos. El sol comenzó a hacerse más fuerte por lo que deduje que debía ser un poco más del medio día. Había dejado de llorar hacía unas horas, pero me quedé allí, quieto, estático frente a su tumba en los brazos de Wata-chan.
- Oye Wata-chan, creo que quiere que le hables....- susurré, mirándole fijamente.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Perdí la cuenta del tiempo en que estuvimos allí... sólo sé que fueron horas, y que Eiji-chan no se separó de mí en ningún instante, ni yo tampoco hice intento de apartarlo. Porque sabía lo que se sentía estar solo en momentos en los que lo único que quieres es tener a alguien a tu lado para escucharte o simplemente hacerte compañía. Y yo lo que más quería en esta vida era hacerlo feliz, o aliviar en algo su tristeza.
De pronto me dijo algo que me hizo sonrojarme un poco.
-P-Pero qué podría decirle... - Murmuré rascándome la nuca. Entonces recordé algo y mis ojos se abrieron un poco más. - ¡Ah! Cierto... - Dije, mientras buscaba la rosa con la mirada. Cuando al fin la localicé sonreí ampliamente y la tomé con cuidado entre mis dedos, para luego mirar con una sonrisa tímida a Eiji-chan. - Yo... le traje esto... - Murmuré apenado. - Sé que no es la gran cosa, pero... - Seguí cada vez más sonrojado.
De pronto me dijo algo que me hizo sonrojarme un poco.
-P-Pero qué podría decirle... - Murmuré rascándome la nuca. Entonces recordé algo y mis ojos se abrieron un poco más. - ¡Ah! Cierto... - Dije, mientras buscaba la rosa con la mirada. Cuando al fin la localicé sonreí ampliamente y la tomé con cuidado entre mis dedos, para luego mirar con una sonrisa tímida a Eiji-chan. - Yo... le traje esto... - Murmuré apenado. - Sé que no es la gran cosa, pero... - Seguí cada vez más sonrojado.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Entonces su carita se tornó roja y recordó algo, tomando la rosa y diciendo que era para ella. Sonreí agradecido y enternecido, besando su mejilla con suavidad. Observé como la ponía al lado de las que yo había dejado y suspiré.
- Estoy seguro de que le encanta.....- reí mientras tomaba la mano de Wata-chan y la entrelazaba con la mía derecha.- No lo sé, dile algo...tu edad...o....no sé. Más bien...¿por qué no nos cuentas como me vas a proponer matrimonio? - comenté emocionado.
- Estoy seguro de que le encanta.....- reí mientras tomaba la mano de Wata-chan y la entrelazaba con la mía derecha.- No lo sé, dile algo...tu edad...o....no sé. Más bien...¿por qué no nos cuentas como me vas a proponer matrimonio? - comenté emocionado.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Sentí su beso y sonreí, mientras dejaba la rosa con suavidad cerca de las flores que había comprado él y recitaba en voz casi inaudible una pequeña oración que hace tiempo me había enseñado mi madre, con los ojos cerrados.
Oí lo que me decía y sentí su mano entrelazándose con la mía. Lo miré y sonreí. Entonces comenzó a decirme lo que odría hablarle a su mamá, y cuando dijo eso de la edad me recorrió un escalofrío.
-Ahaha... no sé si será buena idea... - Susurré con una súper gota sobre mi sien. Y entonces dijo lo de casarnos. Amplié los ojos y sentí que una suave brisa mecer mis cabellos. Miré la tumba sin saber qué decir, de pronto sintiéndome algo... intimidado por esa paz que irradeaba. Me preguntaab si Eiji-chan se daba cuenta de los pequeños rayos de energía que salían de ella... pensándolo bien, era imposible. Y entonces una idea cruzó por mi mente. ¿Sería posible que su madre fuera...? - Un ángel... - Susurré. Eiji-chan me miró confundido y yo sólo apreté fuertemente su mano, sonriendo sin dejar de ver aquella lápida. - Mi nombre es Watanuki Kimihiro... mucho gusto. - Dije haciendo una pequeña inclinación con la cabeza.
Oí lo que me decía y sentí su mano entrelazándose con la mía. Lo miré y sonreí. Entonces comenzó a decirme lo que odría hablarle a su mamá, y cuando dijo eso de la edad me recorrió un escalofrío.
-Ahaha... no sé si será buena idea... - Susurré con una súper gota sobre mi sien. Y entonces dijo lo de casarnos. Amplié los ojos y sentí que una suave brisa mecer mis cabellos. Miré la tumba sin saber qué decir, de pronto sintiéndome algo... intimidado por esa paz que irradeaba. Me preguntaab si Eiji-chan se daba cuenta de los pequeños rayos de energía que salían de ella... pensándolo bien, era imposible. Y entonces una idea cruzó por mi mente. ¿Sería posible que su madre fuera...? - Un ángel... - Susurré. Eiji-chan me miró confundido y yo sólo apreté fuertemente su mano, sonriendo sin dejar de ver aquella lápida. - Mi nombre es Watanuki Kimihiro... mucho gusto. - Dije haciendo una pequeña inclinación con la cabeza.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Entonces dijo que no era buena idea. No entendía por qué. Me encogí de hombros y luego dijo algo más. Ladeé la cabeza sin entender y sonreí cuando apretó mi mano y se presentó.
- Wata-chan para abreviar, mamá...- dije divertido, recostando mi espalda en su pecho y poniendo sus brazos al rededor de mí.- ¿Sabes? Es muy buen cocinero *-* ¡Y hace galletitas deliciosas! - reí divertido y besé la mano de Wata-chan- sé que ya lo sabes, pero igual lo diré: Es un hombre maravilloso.
Levanté la vista al cielo un momento. Las nubes parecían oscurecer. Esperaba no empezara a llover. Era el único día en que no estaba sola, no podía llover.
- Wata-chan para abreviar, mamá...- dije divertido, recostando mi espalda en su pecho y poniendo sus brazos al rededor de mí.- ¿Sabes? Es muy buen cocinero *-* ¡Y hace galletitas deliciosas! - reí divertido y besé la mano de Wata-chan- sé que ya lo sabes, pero igual lo diré: Es un hombre maravilloso.
Levanté la vista al cielo un momento. Las nubes parecían oscurecer. Esperaba no empezara a llover. Era el único día en que no estaba sola, no podía llover.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Reí con lo de Wata-chan. Estaba tan acostumbrado a que me dijera así, que ya era como un segundo nombre xD. Lo abracé cuando se recostó en mí y sonreí apoyando mi mejilla sobre su cabeza, sin dejar de mirar la lápida. Oí lo que decía y me sonrojé cuando dijo que era un buen cocinero, y lo de las galletas.
-B-Bueno, no es para tanto... - Murmuré mirando para otro lado. Y entonces dijo otra cosa, y mi sonrojo empeoró. Escondí mi rostro en su cuello, apenado. - No exageres... - Murmuré riendo bajito.
Sentí cómo elevaba su vista al cielo y lo hice yo también. ¿Nubes negras?... Oh, no... que no lloviera por favor. Fruncí la boca y miré hacia la tumba... otra vez. No podía parar de mirarla, y es que la cantidad de energía que salía de ella era impresionante. Y entonces recordé algo. Amplié los ojos y me congelé.
Aquella vez en que vinimos con Eiji-chan al cementerio, cuando visitamos a mis padres... recuerdo haber visto el rostro de una mujer cuando cerré los ojos. Y los suyos eran...
-Azules. - Murmuré. Miré a Eiji-chan y él me miró preguntándome qué había dicho. Miré sus ojos y lo comprobé. Entonces, era cierto... su madre era... - Eiji-chan... - Susurré . - Creo que hay algo que debes saber. - Dije sonriéndole.
-B-Bueno, no es para tanto... - Murmuré mirando para otro lado. Y entonces dijo otra cosa, y mi sonrojo empeoró. Escondí mi rostro en su cuello, apenado. - No exageres... - Murmuré riendo bajito.
Sentí cómo elevaba su vista al cielo y lo hice yo también. ¿Nubes negras?... Oh, no... que no lloviera por favor. Fruncí la boca y miré hacia la tumba... otra vez. No podía parar de mirarla, y es que la cantidad de energía que salía de ella era impresionante. Y entonces recordé algo. Amplié los ojos y me congelé.
Aquella vez en que vinimos con Eiji-chan al cementerio, cuando visitamos a mis padres... recuerdo haber visto el rostro de una mujer cuando cerré los ojos. Y los suyos eran...
-Azules. - Murmuré. Miré a Eiji-chan y él me miró preguntándome qué había dicho. Miré sus ojos y lo comprobé. Entonces, era cierto... su madre era... - Eiji-chan... - Susurré . - Creo que hay algo que debes saber. - Dije sonriéndole.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Escondió su rostro en mi cuello y rió bajito. Luego dijo algo y lo miré, y comenzó a decirme que debía saber una cosa.
- ¿Qué cosa, Wata-chan? No entiendo....- murmuré. Entonces llevé mi vista a sus ojos y sonreí, no había notado que se había puesto sus lentes. Reí llevando mi mano a ellos y besé su nariz.- No miento, de verdad me encanta como te ves así, Nya.... - él sonrió e insistió con que debía decirlo y yo asentí.- Hoi Hoi ¿qué debo saber, amor? - inquirí llevando un dedo bajo la comisura de mis labios
- ¿Qué cosa, Wata-chan? No entiendo....- murmuré. Entonces llevé mi vista a sus ojos y sonreí, no había notado que se había puesto sus lentes. Reí llevando mi mano a ellos y besé su nariz.- No miento, de verdad me encanta como te ves así, Nya.... - él sonrió e insistió con que debía decirlo y yo asentí.- Hoi Hoi ¿qué debo saber, amor? - inquirí llevando un dedo bajo la comisura de mis labios
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Iba a responderle cuando sonrió y llevó sus manos a mis lentes, diciendo que me veía bien con ellos. Sonreí divertido y asentí.
-Sí, sí, pero es que de verdad, de verdad debes saber estooo... - Exclamé ansioso. Entonces me preguntó que qué debía saber, e hizo una pose tan linda que no pude evitar besarlo cortamente en los labios. Cuando me separé de él reí por su expresión de sorpresa y su sonrojo. - Okay, eso no tenía nada que ver, pero... - Sonreí. - El punto es que... - Entonces me puse serio, pero sin dejar de lado mi mirada gentil, acariciando su mejilla tiernamente. - Sólo necesito que tengas paciencia. - Dije. Suspiré y tomé su mano, posándola suavemente sobre la lápida de su madre. Evité responder sus preguntas y simplemente cerré mis ojos, mientras sentía ese escalofrío recorrerme la espalda. Ése que significaba únicamente que había un espíritu cerca. Abrí entonces los ojos y miré hacia el frente. Jadeé sorprendido; allí estaba.
Me quedé sin palabras. Su sola presencia era realmente impactante. Era hermosa, mucho. Tenía el cabello rojizo y ondulado, piel blanca como la nieve, una sonrisa preciosa, y unos ojos azules que parecían decir todo sin decir nada... Entreabrí los labios y por primera vez en mi vida, el millón de palabras que se atoraron en mi garganta no pudieron salir. Escuché a Eiji-chan preocuparse, y reaccioné cuando sentí su mano sobre mi hombro. Lo miré, y luego miré a su madre, quien me sonrió. Y Dios, esa sonrisa fue disparada directo a mi alma. Balbuceé como un idiota por un rato, hasta que al gin pude articular palabras.
-Eh... Hola... - Susurré a ella sin saber qué más decir.
-Sí, sí, pero es que de verdad, de verdad debes saber estooo... - Exclamé ansioso. Entonces me preguntó que qué debía saber, e hizo una pose tan linda que no pude evitar besarlo cortamente en los labios. Cuando me separé de él reí por su expresión de sorpresa y su sonrojo. - Okay, eso no tenía nada que ver, pero... - Sonreí. - El punto es que... - Entonces me puse serio, pero sin dejar de lado mi mirada gentil, acariciando su mejilla tiernamente. - Sólo necesito que tengas paciencia. - Dije. Suspiré y tomé su mano, posándola suavemente sobre la lápida de su madre. Evité responder sus preguntas y simplemente cerré mis ojos, mientras sentía ese escalofrío recorrerme la espalda. Ése que significaba únicamente que había un espíritu cerca. Abrí entonces los ojos y miré hacia el frente. Jadeé sorprendido; allí estaba.
Me quedé sin palabras. Su sola presencia era realmente impactante. Era hermosa, mucho. Tenía el cabello rojizo y ondulado, piel blanca como la nieve, una sonrisa preciosa, y unos ojos azules que parecían decir todo sin decir nada... Entreabrí los labios y por primera vez en mi vida, el millón de palabras que se atoraron en mi garganta no pudieron salir. Escuché a Eiji-chan preocuparse, y reaccioné cuando sentí su mano sobre mi hombro. Lo miré, y luego miré a su madre, quien me sonrió. Y Dios, esa sonrisa fue disparada directo a mi alma. Balbuceé como un idiota por un rato, hasta que al gin pude articular palabras.
-Eh... Hola... - Susurré a ella sin saber qué más decir.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Me besó tiernamente y yo me separé después de un tiempo, sorprendido y sonrojado. Entonces llevó su mano a la lápida, tomando la mía de paso y se quedó estático. Pasado un tiempo comencé a asustarme al no verlo reaccionar.
- ¿Wata-chan? ¿Qué, qué sucede?- Dijo entonces "Hola"......pero no entendía. Solo estábamos él y yo y...espera, espera...sentía como si olvidara algo importante.......¡Claro! me pateé mentalmente. Wata-chan podía ver espíritus......y bueno, yo ya había visto a sus padres, entonces no podía negar que era cierto. - La verdad le creí desde un principio, se me hacía irreal que alguien como él pudiese mentir.- Entonces eso significaba que veía en estos momentos a uno.
Lo miré por largo rato, hablaba con él. Cualquiera hubiera pensado que estaba loco. ¿Quién sería? Miré entonces su mano, sobre la lápida de mi mamá....Entonces lo entendí. ¿Sería posible que....? Mis ojos se aguaron, y ¡Oh por Dios! Yo quería verla, quería preguntarle cómo estaba. Quería....quería que volviera a besar mi frente como después de que me leía un cuento antes de dormir. Quería volver a abrazarla.
- ¿Wata-chan? ¿Qué, qué sucede?- Dijo entonces "Hola"......pero no entendía. Solo estábamos él y yo y...espera, espera...sentía como si olvidara algo importante.......¡Claro! me pateé mentalmente. Wata-chan podía ver espíritus......y bueno, yo ya había visto a sus padres, entonces no podía negar que era cierto. - La verdad le creí desde un principio, se me hacía irreal que alguien como él pudiese mentir.- Entonces eso significaba que veía en estos momentos a uno.
Lo miré por largo rato, hablaba con él. Cualquiera hubiera pensado que estaba loco. ¿Quién sería? Miré entonces su mano, sobre la lápida de mi mamá....Entonces lo entendí. ¿Sería posible que....? Mis ojos se aguaron, y ¡Oh por Dios! Yo quería verla, quería preguntarle cómo estaba. Quería....quería que volviera a besar mi frente como después de que me leía un cuento antes de dormir. Quería volver a abrazarla.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Ella rió, y su risa sonó como eco por todos lados. Me sonrojé, y bajé la vista, sin saber qué hacer, hasta que sentí sus suaves y frías manos posarse en mis mejillas. Sentí un nuevo escalofrío, más fuerte que el anterior, y elevé rápidamente la vista. Sus ojos se clavaron en los míos, profundos. Profundos como el mar azul, llenos de ternura, llenos de una fuerza que me hizo sentir como una hormiga a su lado.
-Tenía ganas de conocerte... - Susurró. Y su voz era tan majestuosa como todo en ella. Parpadeé varias veces, intentando recuperar la compostura. Es decir, era la madre de mi novio, tenía que dar una buena impresión.
-Y-Yo... también quería conocerla a... usted. - Susurré sin dejar de verla en ningún momento. Ella me sonrió nuevamente mientras reía, y mi corazón dio un salto al reconocer en ella la misma sonrisa de Eiji-chan. Amplié los ojos. - Eiji-chan... - Susurré mientras desviaba mi vista hacia él. Y ahí estaba, con los ojos aguados y mirándome como pidiéndome una explicación. Cerré los ojos y suspiré tomando valor. Entonces lo miré y apreté con más fuerza su mano. - Ella está aquí... - Susurré suavemente. Vi en su rostro una expresión de sorpresa increíble, y entonces lo abracé suavemente, mientras miraba a su madre, quien miraba a Eiji-chan con una ternura increíble. - Señora. - La llamé. Ella me miró y yo tragué grueso, infundiéndome coraje. - Sé que esto no le está permitido, pero... usted podría... - Ella simplemente me sonrió, y asintió. Sonreí ampliamente mientras mis ojos se iluminaban, y entonces me separé un poco de Eiji-chan, tomándolo por los hombros. Iba a decirme algo, pero no lo dejé. - Amor, quiere verte... - Susurré cálidamente. Desvié su rostro con mis manos en dirección a su madre, y cuando el cuerpo de ella se hizo complemente visible, acompañado de un gran haz de luz, fui retirándome poco a poco, para darles privacidad, con una pequeña sonrisa en el rostro.
-Tenía ganas de conocerte... - Susurró. Y su voz era tan majestuosa como todo en ella. Parpadeé varias veces, intentando recuperar la compostura. Es decir, era la madre de mi novio, tenía que dar una buena impresión.
-Y-Yo... también quería conocerla a... usted. - Susurré sin dejar de verla en ningún momento. Ella me sonrió nuevamente mientras reía, y mi corazón dio un salto al reconocer en ella la misma sonrisa de Eiji-chan. Amplié los ojos. - Eiji-chan... - Susurré mientras desviaba mi vista hacia él. Y ahí estaba, con los ojos aguados y mirándome como pidiéndome una explicación. Cerré los ojos y suspiré tomando valor. Entonces lo miré y apreté con más fuerza su mano. - Ella está aquí... - Susurré suavemente. Vi en su rostro una expresión de sorpresa increíble, y entonces lo abracé suavemente, mientras miraba a su madre, quien miraba a Eiji-chan con una ternura increíble. - Señora. - La llamé. Ella me miró y yo tragué grueso, infundiéndome coraje. - Sé que esto no le está permitido, pero... usted podría... - Ella simplemente me sonrió, y asintió. Sonreí ampliamente mientras mis ojos se iluminaban, y entonces me separé un poco de Eiji-chan, tomándolo por los hombros. Iba a decirme algo, pero no lo dejé. - Amor, quiere verte... - Susurré cálidamente. Desvié su rostro con mis manos en dirección a su madre, y cuando el cuerpo de ella se hizo complemente visible, acompañado de un gran haz de luz, fui retirándome poco a poco, para darles privacidad, con una pequeña sonrisa en el rostro.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Apretó mi mano y lo dijo, estaba ahí. Estaba ahí.....Comencé a llorar en silencio. ¿qué más podía hacer? Me tomó por los hombros, iba a decir algo pero me giró la cabeza y etnocnes vi una fuerte luz. Apareció, solo apareció. Tal y cómo la recordaba, tan hermosa, tan calmada, tan....ella.
Entonces las manos de Wata-chan ya no me apretaban....extendí mi brazo, agarrándolo de pura suerte por la manga de su camisa. Quería decirle que no se fuera, pero....no me salía la voz. Me levanté despacio, respirando hondo, y extendí los brazos a ella.
- M..Mamá...En...¿en verdad eres tú? - llevé una de mis manos a mis labios y me puse a llorar más fuerte, mientras me lanzaba a abrazarla. Dijo algo como que seguía igual de hiperactivo, no sé, yo ya no escuchaba. Estaba ahí, realmente estaba ahí. Escondí mi rostro en su pecho. Me abrazó, pude sentir como sus brazos me rodeaban, y fui feliz cuando besó mi frente. - Ellos....están contigo....¿verdad?- asintió y yo cerré los ojos.- Te he extrañado mucho, a ti, a él....a ellos...- comenté amargamente. - Pero, me alegra que estén todos bien...- levanté la vista y la clavé en sus ojos, como los míos. Azules. Pero los de ella siempre habían sido más hermosos....Acarició mi rostro y yo posé mi mano sobre la suya. Me sentía un tonto llorando como una magdalena, pero....no podía evitarlo....
Entonces las manos de Wata-chan ya no me apretaban....extendí mi brazo, agarrándolo de pura suerte por la manga de su camisa. Quería decirle que no se fuera, pero....no me salía la voz. Me levanté despacio, respirando hondo, y extendí los brazos a ella.
- M..Mamá...En...¿en verdad eres tú? - llevé una de mis manos a mis labios y me puse a llorar más fuerte, mientras me lanzaba a abrazarla. Dijo algo como que seguía igual de hiperactivo, no sé, yo ya no escuchaba. Estaba ahí, realmente estaba ahí. Escondí mi rostro en su pecho. Me abrazó, pude sentir como sus brazos me rodeaban, y fui feliz cuando besó mi frente. - Ellos....están contigo....¿verdad?- asintió y yo cerré los ojos.- Te he extrañado mucho, a ti, a él....a ellos...- comenté amargamente. - Pero, me alegra que estén todos bien...- levanté la vista y la clavé en sus ojos, como los míos. Azules. Pero los de ella siempre habían sido más hermosos....Acarició mi rostro y yo posé mi mano sobre la suya. Me sentía un tonto llorando como una magdalena, pero....no podía evitarlo....
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Sentí entonces que agarraba la manga de mi camisa, y me detuve abruptamente, mirándolo confundido. Pero vi su rostro, y entonces comprendí que tenía algo de miedo. Decidí quedarme sólo un rato más, hasta que pudiera tener la confianza suficiente.
Comenzó a ponerse de pie, lentamente y respirando todo lo que podía. Le preguntó si en verdad era ella, y su madre asintió. Él comenzó a llorar con más fuerza y se lanzó a sus brazos, mientras su madre lo abrazaba fuertemente.
-Mi pequeño Eiji, sigues siendo tan hiperactivo que siempre... - Dijo ella, divertida. Yo sonreí sin aguantar una pequeña risa, mientras los veía a los dos con un gran sentimiento de ternura en mi corazón. Se veían tan felices juntos... y ahora que estaba junto a su hijo, la luz que ella irradeaba parecía ser aún más fuerte y pura. Suspiré mientras sonreía y esta vez si me alejé de ellos, en silencio, dirigiéndome hacia otro lugar.
Cuando llegué a mi destino me detuve por unos segundos. Sonreí y caminé hacia ellos, para luego sentarme en posición india muy cerca de ambos.
-Hola... - Saludé acariciando sus lápidas con añoranza, repasando cada una de las letras. "Sakura y Shaoran Lee, que en paz descansen" decía el epitafio sobre una pequeña columna entre ambas. Entrecerré mis ojos con tristeza al recordar el día en que los perdí, pero extrañamente el recuerdo ya no me causaba culpa como antes. Sólo dolía, dolía mucho, pero no me sentía culpable. Suspiré mientras retiraba mi mano de allí y observaba la lápida de mi madre. - Mamá, yo tenía razón. - Sonreí. - Eiji-chan es un ángel. - Exclamé riendo bajito. Una suave brisa meció mi cabello y las copas de los árboles, causando que algunos pétalos de sakura llenaran el lugar. Amplié los ojos mientras miraba para todos lados, y entonces sentí ese escalofrío recorrer mi espalda. Me congelé y devolví con rapidez inusitada mi vista hacia la lápida de mi madre. Mis ojos se aguaron. - Mamá, ¿estás aquí? - Susurré.
Comenzó a ponerse de pie, lentamente y respirando todo lo que podía. Le preguntó si en verdad era ella, y su madre asintió. Él comenzó a llorar con más fuerza y se lanzó a sus brazos, mientras su madre lo abrazaba fuertemente.
-Mi pequeño Eiji, sigues siendo tan hiperactivo que siempre... - Dijo ella, divertida. Yo sonreí sin aguantar una pequeña risa, mientras los veía a los dos con un gran sentimiento de ternura en mi corazón. Se veían tan felices juntos... y ahora que estaba junto a su hijo, la luz que ella irradeaba parecía ser aún más fuerte y pura. Suspiré mientras sonreía y esta vez si me alejé de ellos, en silencio, dirigiéndome hacia otro lugar.
Cuando llegué a mi destino me detuve por unos segundos. Sonreí y caminé hacia ellos, para luego sentarme en posición india muy cerca de ambos.
-Hola... - Saludé acariciando sus lápidas con añoranza, repasando cada una de las letras. "Sakura y Shaoran Lee, que en paz descansen" decía el epitafio sobre una pequeña columna entre ambas. Entrecerré mis ojos con tristeza al recordar el día en que los perdí, pero extrañamente el recuerdo ya no me causaba culpa como antes. Sólo dolía, dolía mucho, pero no me sentía culpable. Suspiré mientras retiraba mi mano de allí y observaba la lápida de mi madre. - Mamá, yo tenía razón. - Sonreí. - Eiji-chan es un ángel. - Exclamé riendo bajito. Una suave brisa meció mi cabello y las copas de los árboles, causando que algunos pétalos de sakura llenaran el lugar. Amplié los ojos mientras miraba para todos lados, y entonces sentí ese escalofrío recorrer mi espalda. Me congelé y devolví con rapidez inusitada mi vista hacia la lápida de mi madre. Mis ojos se aguaron. - Mamá, ¿estás aquí? - Susurré.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Comenzamos a tener una especie de charla, la verdad no sé que era. Su voz resonaba fuertemente creando un eco por todo el lugar. Inspiraba fuerza, poder y al mismo tiempo ternura y delicadeza. Me miraba fijamente, como estudiándome.
- Mamá....ahora estoy bien....Wata-chan es un buen chico - dije sonriente- por favor no permitas nunca que se aleje de mí....- pedí sin darme cuenta. Me sonrojé y desvieé la mirada.
- Eso he notado...- dijo riendo divertida. Me acarició los cabellos.- No creo que lo haga....y si lo hace, yo lo traeré a ti devuelta halándole de la oreja - dijo guiñándome un ojo y levantando el dedo índice para posarlo en mis labios- ¿Bien?- Asentí con una sonrisa y me giré para mirar a Wata-chan, pero no estaba allí.- Fue a ver a alguien.....
- ¿Sus papás?
- Ajá...- hizo una breve pausa y dio un suspiro.- Bien, Ei-chan....quiero que me cuentes cómo ha ido tu vida- dijo con ese tono materno que solo tiene...pues, una madre. Reí y me acerqué más a ella, había tanto que quería contarle....
- Mamá....ahora estoy bien....Wata-chan es un buen chico - dije sonriente- por favor no permitas nunca que se aleje de mí....- pedí sin darme cuenta. Me sonrojé y desvieé la mirada.
- Eso he notado...- dijo riendo divertida. Me acarició los cabellos.- No creo que lo haga....y si lo hace, yo lo traeré a ti devuelta halándole de la oreja - dijo guiñándome un ojo y levantando el dedo índice para posarlo en mis labios- ¿Bien?- Asentí con una sonrisa y me giré para mirar a Wata-chan, pero no estaba allí.- Fue a ver a alguien.....
- ¿Sus papás?
- Ajá...- hizo una breve pausa y dio un suspiro.- Bien, Ei-chan....quiero que me cuentes cómo ha ido tu vida- dijo con ese tono materno que solo tiene...pues, una madre. Reí y me acerqué más a ella, había tanto que quería contarle....
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Nada, ninguna respuesta, o al menos no directamente. Simplemente sentí aquella brisa de nuevo, una brisa tan pura y extrañamente familiar, que parecía no ser natural, sino causada por algo más. Sonreí.
-Sí, siempre estarás aquí, ¿verdad?... - Susurré, acariciando suavemente la superficie de aquella lápida. Una nueva brisa pareció responderme, y nuevos pétalos de sakura llenaron el lugar, cayendo algunos sobre mis hombros. Los tomé con delicadeza y los acaricié con aire ausente. - Sakura... era la flor preferida de la abuela, ¿verdad? - Susurré recordando nítidamente cada detalle de la última charla que tuvimos en aquel mismo lugar. Casi pude ver su rostro sonriente, y me sentí muy feliz cuando caí en la cuenta de ello. Porque recordaba su rostro, porque recordaba su voz, su aroma, sus gestos, todo... Podía recordarla, a ella y a papá, y eso era maravilloso. Sonreí ampliamente entonces, depositando con cuidado los pétalos sobre su tumba. - ¿Sabes? La Señorita Yuuko siempre decía que habían muchos mundos a parte de éste, y aunque nunca llegué a entenderlo del todo, una vez me contó que el mundo de los sueños también es otro a parte... - Desvié mis ojos hacia la inscripción de sus nombres y los leí una y otra vez, como dándome valor antes de decir lo siguiente. Tomé aire y tragué con fuerza:- Eso significa que... ahora que puedo recordar sus rostros... - Hice una pausa y luego continué. - Los veré en mis sueños... ¿verdad? - Susurré esperando que la respuesta fuera un sí. Rogando desde lo más profundo de mi alma por ello.
Y la brisa volvió a llenar el lugar.
-Sí, siempre estarás aquí, ¿verdad?... - Susurré, acariciando suavemente la superficie de aquella lápida. Una nueva brisa pareció responderme, y nuevos pétalos de sakura llenaron el lugar, cayendo algunos sobre mis hombros. Los tomé con delicadeza y los acaricié con aire ausente. - Sakura... era la flor preferida de la abuela, ¿verdad? - Susurré recordando nítidamente cada detalle de la última charla que tuvimos en aquel mismo lugar. Casi pude ver su rostro sonriente, y me sentí muy feliz cuando caí en la cuenta de ello. Porque recordaba su rostro, porque recordaba su voz, su aroma, sus gestos, todo... Podía recordarla, a ella y a papá, y eso era maravilloso. Sonreí ampliamente entonces, depositando con cuidado los pétalos sobre su tumba. - ¿Sabes? La Señorita Yuuko siempre decía que habían muchos mundos a parte de éste, y aunque nunca llegué a entenderlo del todo, una vez me contó que el mundo de los sueños también es otro a parte... - Desvié mis ojos hacia la inscripción de sus nombres y los leí una y otra vez, como dándome valor antes de decir lo siguiente. Tomé aire y tragué con fuerza:- Eso significa que... ahora que puedo recordar sus rostros... - Hice una pausa y luego continué. - Los veré en mis sueños... ¿verdad? - Susurré esperando que la respuesta fuera un sí. Rogando desde lo más profundo de mi alma por ello.
Y la brisa volvió a llenar el lugar.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Estuvimos hablando por poco tiempo, o quizás bastante. En esos momentos era lo de menos. Cuando besó mi nariz y me miró algo triste supe que tenía que irse y mis ojos volvieron a aguarce. Asentí y me empiné solo un poco, para besar su mejilla. - no sabía que se podía besar a un espectro.-
La abracé fuertemente y le susurré que la extrañaría. Asintió.
Cuando desapareció en un parpadeo, me dejé caer al suelo. Bien, ahora sabía que estaba conmigo más que nunca, pero la extrañaría igual. Estuve un rato más ahí, recostado en su lápida con una leve sonrisa. Después de un tiempo me levanté y me alejé en dirección a Wata-chan después de despedirme de mi mamá.
Al llegar a la lápida de sus padres lo vi sentado frente a ella, y me acerqué por atrás, recostandome en él. Pegando mi espalda a la suya, y poniendo una de mis manos sobre la de él, en el suelo.
La abracé fuertemente y le susurré que la extrañaría. Asintió.
Cuando desapareció en un parpadeo, me dejé caer al suelo. Bien, ahora sabía que estaba conmigo más que nunca, pero la extrañaría igual. Estuve un rato más ahí, recostado en su lápida con una leve sonrisa. Después de un tiempo me levanté y me alejé en dirección a Wata-chan después de despedirme de mi mamá.
Al llegar a la lápida de sus padres lo vi sentado frente a ella, y me acerqué por atrás, recostandome en él. Pegando mi espalda a la suya, y poniendo una de mis manos sobre la de él, en el suelo.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Me estremecí cuando, después de quedarme en blanco con lo que hace tan sólo unos minutos había ocurrido, sentí a alguien apoyarse contra mí. Jadeé sorprendido y me asusté un poco, hasta que sentí las manos de Eiji-chan sobre las mías. Fue como si despertara de un largo sueño, y correspondiendo a ese gesto las apreté con fuerza, agachando la cabeza y provocando que los lentes se me desacomodaran un poco.
Pasó un momento de silencio, como si ninguno de los dos quisiera empezar la conversación. Era como si supiéramos todo lo que le había pasado al otro, pero aún así... lo diría. Necesitaba decirlo. Y comencé a hablar.
-Mamá y papá... vinieron otra vez. - Susurré con gran esfuerzo. Él pareció sorprenderse, y yo seguí hablando. - Bueno... más bien sus voces. - Continué sonriendo debilmente. - Me dijeron que sería la última vez que podrían... venir. - Dije con la voz quebrada. Sentí que me abrazaba con más fuerza y yo suspiré, apoyando mi cabeza de costado en su hombro. - Pero también me dijeron que... tal y como me explicó la Señorita Yuuko, yo... - Me giré y lo miré a los ojos, sin darme cuenta de mis propias lágrimas inundando mi rostro. - Ahora que puedo recordar sus rostros, podré soñar con ellos... - Sonreí levemente, y un sollozo de felicidad escapó de mis labios. - ¿No es lo mejor del mundo? - Susurré. Él simplemente me abrazó, y yo me aferré a él mientras sonreía y no paraba de llorar. - Gracias, Eiji-chan... todo esto fue posible por ti... - Dije mientras lo estrechaba con más fuerza. - No tienes idea de cuánto te lo agradezco... - Agregué luego, besando tiernamente su mejilla.
Pasó un momento de silencio, como si ninguno de los dos quisiera empezar la conversación. Era como si supiéramos todo lo que le había pasado al otro, pero aún así... lo diría. Necesitaba decirlo. Y comencé a hablar.
-Mamá y papá... vinieron otra vez. - Susurré con gran esfuerzo. Él pareció sorprenderse, y yo seguí hablando. - Bueno... más bien sus voces. - Continué sonriendo debilmente. - Me dijeron que sería la última vez que podrían... venir. - Dije con la voz quebrada. Sentí que me abrazaba con más fuerza y yo suspiré, apoyando mi cabeza de costado en su hombro. - Pero también me dijeron que... tal y como me explicó la Señorita Yuuko, yo... - Me giré y lo miré a los ojos, sin darme cuenta de mis propias lágrimas inundando mi rostro. - Ahora que puedo recordar sus rostros, podré soñar con ellos... - Sonreí levemente, y un sollozo de felicidad escapó de mis labios. - ¿No es lo mejor del mundo? - Susurré. Él simplemente me abrazó, y yo me aferré a él mientras sonreía y no paraba de llorar. - Gracias, Eiji-chan... todo esto fue posible por ti... - Dije mientras lo estrechaba con más fuerza. - No tienes idea de cuánto te lo agradezco... - Agregué luego, besando tiernamente su mejilla.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Apretó mis manos. Bastante, y me pregunté si en verdad estaría bien. Silencio. No sabía que decirle, y aunque tenía una vaga idea de por qué Wata-chan estaba así preferí quedarme callado. Dijo que habían vuelto otra vez. Yo apreté su mano. Entonces, a medida que seguía hablando me separé lentamente y lo rodeé con mis brazos, abrazándole fuertemente.
Su voz se quebró y mordí mi labio inferior mientras él recostaba su cabeza en mi hombro. Me miró a los ojos, lloraba. Le miré triste y lo abracé aún más....simplemente no tenía nada que decirle. Luego me agardeció, me agradeció y yo no tenía ni idea de por qué. Solo lo seguí abrazando, hasta que sentí su beso en mi mejilla.
Comencé a acariciar su cabello, con suavidad, mientras besaba su cabeza repetidas veces.
- Al contrario....-dije en voz baja pasado un tiempo- soy yo, quien debe agradecerte.....por todo. - levanté su rostro entre mis manos y limpié sus lágrimas con mis dedos, para luego besar cada uno de sus párpados.- Ahora, por favor sonríe para mí ¿está bien? - pedí besando su nariz.
Su voz se quebró y mordí mi labio inferior mientras él recostaba su cabeza en mi hombro. Me miró a los ojos, lloraba. Le miré triste y lo abracé aún más....simplemente no tenía nada que decirle. Luego me agardeció, me agradeció y yo no tenía ni idea de por qué. Solo lo seguí abrazando, hasta que sentí su beso en mi mejilla.
Comencé a acariciar su cabello, con suavidad, mientras besaba su cabeza repetidas veces.
- Al contrario....-dije en voz baja pasado un tiempo- soy yo, quien debe agradecerte.....por todo. - levanté su rostro entre mis manos y limpié sus lágrimas con mis dedos, para luego besar cada uno de sus párpados.- Ahora, por favor sonríe para mí ¿está bien? - pedí besando su nariz.
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Re: Y aquí estamos otra vez.... (Priv. Wata-chan)
Sentí sus caricias, cómo secaba mis lágrimas, y yo sólo cerré los ojos y suspiré quedamente, dejándome llevar por la sensación que provocaban esas delicadas y maravillosas manos sobre mi piel. Escuché lo que me decía antentamente, y cuando me dijo que le sonriera, lo miré a los ojos y, luego de unos momentos, lo hice.
-Eiji-chan... - Susurré. No iba a decirle nada, la verdad. Solamente quería decir su nombre. Me miró, y por un instante me perdí en sus ojos, hasta que un fuerte viento azotó el lugar. Me estremecí y él tembló, por lo que me levanté y lo atraje hacia mí en un abrazo, dándole calor. - Será mejor que volvamos... está haciendo frío y no quiero que enfermes. - Le dije mientras me quitaba la chaqueta y se la colocaba sobre los hombros. Me miró y quiso replicarme que no tenía frío, pero no lo dejé, dándole un pequeño beso. Cuando nos separamos le sonreí y revolví su cabello. - No seas terco. Ahora vamos, ¿sí? - Dije mientras tomaba su mano derecha y entrelazaba nuestros dedos. Lo oí suspirar con resignación y yo sólo sonreí, mientras comenzábamos a caminar hacia la salida.
Pero antes de cruzar el pasillo, desvié mi vista hacia atrás y vi la tumba de mis padres. Sonreí con nostalgia cuando unos pétalos de sakura cayeron sobre ellas. Ahora sí descansarían en paz...
+++FIN DEL TEMA+++
-Eiji-chan... - Susurré. No iba a decirle nada, la verdad. Solamente quería decir su nombre. Me miró, y por un instante me perdí en sus ojos, hasta que un fuerte viento azotó el lugar. Me estremecí y él tembló, por lo que me levanté y lo atraje hacia mí en un abrazo, dándole calor. - Será mejor que volvamos... está haciendo frío y no quiero que enfermes. - Le dije mientras me quitaba la chaqueta y se la colocaba sobre los hombros. Me miró y quiso replicarme que no tenía frío, pero no lo dejé, dándole un pequeño beso. Cuando nos separamos le sonreí y revolví su cabello. - No seas terco. Ahora vamos, ¿sí? - Dije mientras tomaba su mano derecha y entrelazaba nuestros dedos. Lo oí suspirar con resignación y yo sólo sonreí, mientras comenzábamos a caminar hacia la salida.
Pero antes de cruzar el pasillo, desvié mi vista hacia atrás y vi la tumba de mis padres. Sonreí con nostalgia cuando unos pétalos de sakura cayeron sobre ellas. Ahora sí descansarían en paz...
+++FIN DEL TEMA+++
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