FINAL DE CICLO

-que manera tan sensual y bruta de unirse, pero era lo que en el fondo deseaba, ser tomado así una vez mas por takano... en sus mas escondidos deseos su masoquismo se evidenciaba, y la forma de gemir de Ritsu dejaba ver ese lado oscuro en él, el como le rompe, la velocidad a la cual iba para el iba siendo mas tortuosa, sin embargo, era una tortura muy exquisita a su parecer-

-el eco de cada penetración retumba en sus oídos, sintiéndose un poco sucio.. y no en mal sentido sino muy sucio sexual y lleno de deseo, al apoyar su pecho en la cama deja mas expuesto su culo ante Takano, sumado al placer que le estaba proporcionando justamente con las caricias en su falo- hmmm ahh!! Takano san!! mmm ahh -le un toque de pena siempre característico del menor cuando le dice que su falo estaba duro, pues si estaba tan duro... que ya casi parecía doler sino se le daba la atención que reclamaba, su pose era muy sugerente, su ano constantemente provocaba la presión mas rica que pudiera experimentar cualquiera-

El sol sigue elevándose mientras nosotros nos olvidamos de él, a pesar de que nuestra piel e ve manchada por pequeños lunares de luz por la persina, prestándonos un aspecto de leopardos en celo.


Su espalda forma un arco casi imposible, los rastros de sudor podrían se las cuerdas del arpa en la que parece querer metamorfosearse su cuerpo.

Esta forma de unirnos tan fiera y tan animal, tan de otro mundo. La consciencia de lo mucho que sufre su cuerpo, pero el saber que lo desea y cada día lo acepta un poquito más, avanzar junto a él, después de tantos años, de tantos minutos recordándolo y odiando no poder grabarlo para no olvidarlo, pero también queriendo reemplazarlo por otra persona que me conviniera más. Fue inútil, acabé teniendo que llevar esa carga, resignandome a ella, como un cuadro clavado por las cuatro esquinas a la pared de mi cabeza, imposible de quitar, sujeto por tornillos que ningún destornillador puede desclavar. Tantos años así... tenía que haber visto que las cosas solo podían acabar así. No sé que ha sido lo que lo ha vuelto a traer a mí, si es el destino espero poder averiguar a que Dios de todas las mitologías debo hacer un sacrificio.


El orgasmo es rápido, pero de alguna forma es nuevo, como si la luz del día le diera otro color. No me preocupo de quien de los dos se viene antes. Ya que cuando alguno nos venimos el orgasmo del otro se aproxima por muy lejos que esté.

Caemos tumbados boca abajo, mi brazo pasa por su cabeza cubriéndola , su hombro izquierdo choca con el mío derecho al recuperar el aliento perdido. Nuestra voz es rasposa por lo mucho que la hemos elevado al llegar al clímax. Como siempre yo me recupero antes y me pongo un poco de lado, sin dejar de tocar su piel y acaricio sus cabellos. Su cara mira hacia el otro lado, apoyada en la almohada y soltando suspiros por lo que se puede aún arrebañar del placer que hemos compartido.

Me aclaro la garganta y mi voz se prepara para entonar poesía:

Cuando en la noche te envuelven
las alas de tul del sueño
y tus tendidas pestañas
semejan arcos de ébano,
por escuchar los latidos
de tu corazón inquieto
y reclinar tu dormida
cabeza sobre mi pecho,
diera, alma mía,
cuanto posea:
¡la luz, el aire
y el pensamiento!

Cuando se clavan tus ojos
en un invisible objeto
y tus labios ilumina
de una sonrisa el reflejo,
por leer sobre tu frente
el callado pensamiento
que pasa como la nube
del mar sobre el ancho espejo,
diera, alma mía,
cuanto deseo:
¡la fama, el oro,
la gloria, el genio!

Cuando enmudece tu lengua
y se apresura tu aliento
y tus mejillas se encienden
y entornas tus ojos negros,
por ver entre sus pestañas
brillar con húmedo fuego
la ardiente chispa que brota
del volcán de los deseos,
diera, alma mía,
por cuanto espero,
la fe, el espíritu,
la tierra, el cielo.


Termino el poema y abro los ojos que había cerrado en alguna de esas estrofas que aunque no eran mías, no me eran para nada ajenas. Le estoy mostrando un lado mío muy tierno, que nadie ha llegado a atisbar. Deseando que no le parezca cursi y que sepa que lo he hecho con la intención de agradarle, ya que él es un amante de la literatura y pocos han destacado tanto en este campo como Bécquer.

-cada vez que sentía como se clavaba en el tan suave pero tan animal a la vez, era una conjunción de sentimientos y sensaciones en todo su ser que iba mas allá del plano físico, aveces sentía que el simple hecho de estar con el así derribaba las últimas barreras que quedaban dentro de el, pese a sus desesperados intentos de reconstruir una pared de barro que era erosionada por una gran tormenta que tenía nombre propio

-fueron apenas las palabras que salieron de los labios del menor cuando esa estocada perfecta e impecable tocó su punto de placer mas sublime, no se dio cuenta de ambos alcanzaron el orgasmo juntos, haciendo que no solo estuvieran sincronizados físicamente, sino emocionalmente eran la sinfonía mas melodiosa que pudiesen experimentar sus sentidos, al caer sobre la cama un largo suspiro fue acompañado de aquel inmenso placer de los cuales los dos eran testigos-

- la voz masculina y baja de Takano recitándole aquella obra que no sólo encendió su amor por la literatura sino que le hizo volver a sentirse como el adolescente enamorado e inocente que una vez fue, se olvidó del Ritsu amargado, gritón, y cascarrabias-
-las lágrimas comenzaron a correr por su mejilla a medida que salía cada palabra de sus labios, una gran presión se intensificó en su pecho, no era dolor, tampoco era placer era inexplicable aquello que sentía, quizás sencillamente fue la expresión de la necesidad de amarlo, si... eso era... "AMOR"-

-Su cabello cayendo apenas por sobre sus ojos ocultaban a medias aquellas orbes verdes llorosas, entonces su mano cogió la del mayor- Te amo...
-sus palabras fueron consisas a comparación con el gran recital que le había dedicado el otro, olvidó su vergüenza, no importaba mas nada que sacarse todo lo que tenía por dentro y todo resumido en ese par de palabras-
-sus mejillas seguían coloradas tal cual frase sacada de aquel poema tan hermoso, sus ojos si se perdían en la invisibilidad ... pero no de cualquier cosa... sino en la invisibilidad del amor que el otro le expresaba que aunque intangible era, podría ser tan avasallador como una gran bola de nieve que cada vez se hacía mas grande-

Su gesto sacude todo lo que le da sentido a mi vida, lo cambia y lo metamorfosea, haciendo de él lo más valioso que nunca he tenido y nunca tendré.Mis manos apartan sus lágrimas pero no tienen nada que hacer contra toda la agua salada que sueltan esos preciosos e infinitos ojos verdes, los que tanto me esforzaba en que me devolvieran la mirada, adornados con las puntas de los mechones de sus cabellos, acompañados de un sonrojo suave y volátil, casi no parece que esté sonrojado, será por las muchas veces que lo he visto rojo hasta las orejas. Sonrío feliz de estar con él de forma tan normal y natural. Mi mano se pasea por su cabeza antes de encontrar un lugar cómodo para posarse, que es esa mejilla de color amapola.

- Te quiero, Te quiero tanto, Ritsu.- con un dedo toco el borde de su boca y mis dedos quisieran dibujarla ellos mismos mientras la perfilan. Me acercó más a él y nuestros ojos se agrandan por la porximidad. Mi boca encuentra la suya y ambas luchan tibiamente, mordiéndose apenas, apoyando las lenguas en los dientes ajenos, jugando en los lugares en los que entra aire, mientras el ruido de nuestros besos es cada vez más sensual. si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella, muy, muy bella. Y hay una sola saliva que importa, la suya y la mía moviéndose entre nuestras bocas.

Cuando me separo le miro de nuevo sonriente, no creo haber sonreido tanto en toda mi vida.- Ritsu... yo...


PIPIPIPIPIPI PIRIRIRIRPIPIPIPPIRIPIPRI


Cierro los ojos mientras gruño por la interrupción de mi propio móbil. Reconozco la sinfonía y es algo relacionado con el trabajo. - GRrrr!! lo siento, debería contestar, seguro que es trabajo. - aunque no me falten ganas de desconectarlo. Dejé mi ropa dobla anoche sobre una silla cuando me acosté con él en la cama. Me levanto cogiendo el móbil de mi chaqueta y lo abro. - Mosi, mosi. - me siento la cama tapando lo más llamativo de mi anatomía con una manta. - Erika, cuanto tiempo, si estoy en la ciudad. - miro a Ritsu con una sonrisa de lado acariciando con un dedo su mejilla. - Eso estaría muy bien, te espero.... bye. - cuelgo y suspiro, cogiendo mi ropa interior de entre las sábanas.


- Va a venir una mangaka a casa, vino de visita con su familia a la ciudad y me ha pedido venir a termianr el manga conmigo. - me levanto y me pongo unos pantalones antes de volver a su lado sin subirme en la cama. - me... habría gustado ir a desayunar contigo... - digo inclinándome hacia él. - Te llamaré ni bien termine. - le doy un beso de despedida bastante ansioso. - Ashiteru. - susurro mientras me aparto y me pongo mi camisa. Y in mirar más ese sexy cuerpo tumbado salga a mi apartamento apra darme una ducha y prepararme para la visita de la mangaka.

-los gestos tan únicos y sensuales del mayor le hacían sentir realmente amado, de verdad estaba transportado a su relación de hace 10 años, era un momento totalmente mágico, y por primera vez consideró sucumbir ante el amor que le estaba ofreciendo Takano san, se acomodó de lado, justamente sus dedos estaban acariciando sus labios entonces cerro apenas sus orbes, su cuerpo se sentía en el aire, entonces pensó "esto es un sueño no quiero despertar jamás, no quiero sentir que lo pierdo de nuevo... sino moriré de tristeza"-

-sus labios fueron poseídos por el mayor, lo cual le hizo jadear intensamente, aun estaba agotado y eso se notaba en su forma de respirar, sin embargo, no dejo de corresponder aquel beso húmedo, le hacía jadear muy sonoramente, al mismo tiempo dejaba ver un sex appeal diferente lleno de sensualidad, y sexualidad que muy rara vez demostraba, a decir verdad era la primera vez que se dejaba ver de ese modo, tan abierto, tan entregado, , cuando se separan un instante se miran a los ojos, el mayor estaba por decir algo y justamente la magia se rompe inesperadamente, mira cuando se mueve el otro para agarrar su celular.... ese sonido... jamás pensó que lo llegaría a odiar tanto en su vida por cortar el momento tan especial que compartían-

-dejo que contestara el teléfono era normal, Takano siempre ponía el trabajo primero ... pero últimamente el mismo lo dejaba de lado para estar con Ritsu, entonces supuso que esta vez quizás... por la ocasión haría una excepción, pero las cosas no resultaron como pensaba, lo dejo de lado por su trabajo, y sobre todo por ella "la estrella" de la editorial, era natural pensar que un hombre tan atractivo como Takano atrajera a cualquiera, y mas la pareja ideal seria una mangaka tan bella como Erika Ichinose para acompañar a un guapo y muy masculino editor, su estómago se revolvió, una mala cara se dibujó en el rostro de Ritsu, entonces se sentó como pudo sobre la cama, desvía la mirada a un lado-

-no responde a las últimas palabras del mayor , y vuelve a enrollarse entre las sabanas, pronunciando- No dejes la puerta abierta... -de un modo bastante seco, duro, y al mismo tiempo con un poco de desprecio, ni quiera su "Aishiteru", pudo recuperar un instante perfecto como el que habían tenido-

Sí.. divertete con tu erika... -murmuró, ni siquiera había considerado de verdad pedirle a la otra que trabajaran un poco después, no concibió que el otro siempre lo llamara insensible cuando el ahora lo estaba haciendo peor, estaba enojado consigo mismo por abrirse tan fácil ante Takano san-


-se levantó de la cama y desconecto todos sus teléfonos, salió del departamento un par de horas hasta la biblioteca, de ahí fue a otras librerías a comprar algunas historias literaria que le habían recomendado otros colegas del área, se encargó de llamar a su mangaka para saber sino necesitaba algo mas, finalmente llegada la noche regresa a su apartamento-

Al irme su voz es seca y me pienso si volver y averiguar que ocurre, pero a penas tengo tiempo para ducharme y él no solo es mi amante, es mi subordinado, tiene que entender lo importante que es el trabajo para mí. Soy yo él que está enfadado por haber dejado escapar ese momento único entre los dedos. Aún no sé como separar trabajo y vida personal, cuando estoy enamorado de la persona que trabaja para mí...



Eirka-san se va después de que demos casi por finalizado el manga. Tiene que ir a coger el avión de vuelta a su casa y se va practicamente corriendo. Me toco los oídos, será una amngaka muy bella, pero cuando tiene que discutir sobre su obra se fue una chillona insoportable. Pienso en como me grita Ritsu y en que ponen la misma cara. Después de compararlos. - No es lo mismo. - yo amo a ese hombrecillo con él que creo que voy a tener una bronca de pareja.


Suspiro y su teléfono o está desconectado o sin batería. Me pongo una camisa que me sienta mejor sin pensarlo antes de ir a casa del pequeño, cogiendo una especie de obsequio para él. LLamo a la puerta y espero que esté en casa aún. Han pasado unas 4 horas desde que me marché y preparándome para lo peor.

--llegaba a casa ya por la noche eran alrededor de las 7:30 pm, tenía unos libros en una bola y en otra comida para descongelar lo típico de Ritsu, cuando sale del ascensor y abre la puerta de su apartamento, conecta la línea telefónica y preparaba todo para el día de trabajo siguiente, comenzó a calentar su comida y medio ordenó su casa, estaba mas o menos decente aunque había desorden de papeles por sobre la mesa de la sala, encendió la tv mientras se quitaba la ropa para darse un duchazo-

-Luego entra a bañarse y deja la puerta abierta del baño escuchando las noticias de la noche, tratando de no pensar en cada cosa que pudo haber ocurrido con la sensei y Takano, se apoyaba con las manos en la pared, enojandose consigo mismo por haber caído ante Takano como un mismo pendejo- ...si... eso es lo que soy un gran pendejo que se deja calentar la oreja con un par de palabras de amor...

-tenía un nudo en la garganta pero no iba a llorar... ya había sido suficiente de estar llorando como nena enamorada- a ver calma ritsu eres un hombre de 25 años que no debe estar pensando en esas tonterias.... -se hacía el fuerte pero estaba mas que celoso- arghhhhhhhhhhh!! no puedo!!!!! -salía a relucir su bipolariddad-
Maldito Takano!!!! te atreves a dejarme solo!!! -le pega a la pared lastimándose la mano -

No me abre y bufo. Pruebo a girar el manillar y entro quitándome los zapatos y dejándolos en la entrada. - ritsu? - según paso por el pasillo oigo la ducha y unos gritos que no entiendo muy bien. Sonrío perverso, anunciando a un espectador invisible mi travesura. Entro al baño haciendo ningún ruido y oigo claramente como maldice mi nombre.


Miro hacia la mampara con bastante mala leche. Me quito los pantalones dejando ver unos bóxers que... dejan poco a la imaginación y menos la suya. Me desabrocho la camisa, pero no me la llego a quitar, porque la ira surge desde las puntas de mis pies, hasta mis ojos dándoles un aire diabólico.


Abro la mampara haciéndola temblar y sorprendiendo al pequeño. Entro cerrando detrás de mí con la misma fuerza y, aunque la tentación de mirar su cuerpo desnudo es muy, peor que muy grande, sujeto sus muñecas acorralándolo. El agua me salpica. - RITSU!! - digo con autoridad para que deje de resistirse.


Le miro a los ojos mostrando mi frustración por haber dejado que se fueran mis avances con él. - Cuántas escenas de celos puedes tener en 24h? Esa mangaka vive lejos, era la única oportunidad que tenía de quedar cara a cara con ella. No seas tan egoísta. Sé lo... mucho que te ha costado abrirte y te prometo que te lo recompensaré, pero no dejes que tengamos un mal recuerdo de lo de esta mañana, es lo más especial que he tenido con nadie. - cuando veo esos círculos verdes, me acabo ablandando un poco, intento entender como se siente, pero él no intenta entender mi posición. Mi trabajo es lo único que he tenido en mi vida los últimos años, no puede pedirme que lo deje todo por él, no puede hacerlo, porque si lo hace lo haría, aunque me sentiría decepcionado con él, porque pretender que esté siempre con él es imposible. Le proceso mi vida y mi alma, y él está antes que nada, pero las cosas no siempre son tan fáciles. - Lo de está mañana yo.... lamento haberlo estropeado, pero no tienes ni idea de cuanto he esperado eso!!! Que te me declararas tan abiertamente, que me demostrases que me correspondes, que me quieres!! PARA MÍ tampoco ha sido fácil!! - digo elevando la voz acobardándolo un poco y gesticulando bastante, mientras mis cabellos van y vienen soltando gotitas de agua.

-sin escuchar la puerta el ruido de la tv y la ducha le impedían escuchar en lo absoluto, sigue pegándole a la pared enojado, casi apunto de llorar, el agua de la ducha recorría todo el cuerpo del chico, pero de un momento a otro siente la presencia de alguien mas con el, una voz firme, fuerte, y masculina le habla autoritariamente y se voltea abriendo sus orbes ampliamente y colocando una mala cara de isofacto- que carajos??!!! como que cuantas escenas de celos??!! quien esta celoso!!????? ahh

-enojandose porque tenía la razón, como era posible que dos noches seguidas le estuviera armando escenas de celos, resopla- salte de mi baño ahora!!!! -señala la puerta y por supuesto que olvidaba que estaba desnudo, por lo tanto no se tapa ni un centímetro de su piel mojada-

-pero las palabras d takano disculpándose por lo ocurrido en la mañana le hizo poner cara de cachorro triste apunto de caer en sus brazos una vez mas, esa expresión del chico no pudo ser mas obvia.... estaba enamorado perdidamente del mayor, que sólo una palabra de el y estaba a sus pies- Baka!!! -pero trato de controlar aquello y no ser tan tonto de abrirse tan fácilmente de nuevo-

con un demonio takano san -le lleva hasta la puerta tratando se sacarlo del baño- deja que termine de bañarme!! .... y no te estoy pidiendo que te disculpes ademas ya entendi como son las cosas -cuando escucha q no ha sido fácil su rostro queda oculto debajo de su cabello- baka omae... acaso crees que para mi ha sido ir por un camino de flores?? y sencillamente para ti es mas facil decir te veo después, mientras llega alguien mas sea quien sea... a quitarte de mi lado?

Frunzo el ceño cuando me empuja hacia fuera. - Es que no tienes porque estar celoso, toda la editorial sabe que Erika-san quiere que su editor sea Tori, así que haz el favor de dejar tanta estupidez. - digo enojado, quedándome clavado debajo del chorro del agua, bloqueando la entrada para que no escape con mi cuerpo semidesnudo. Los mechones de pelo oscuro se me pegan a la frente mientras le miro con dureza, pero mis ojos reflejan también un punto de dolor.


- Quería quedarme contigo, pero también pensé que si seguía tan pegado a ti te cansarás de mí. Estos tres días he conseguido más de lo que pensé que podría conseguir en un año. Y aunque tú seas lo primero en mi lista de prioridades, no puedo descuidar el resto de cosas que forman mi vida, porque también las necesito.


Suspiro, mientras me pellizco el puente de la nariz. - Tu cuerpo... debe de estar para el arrastre, pensé que ni podrías levantarte. No podía dejar el trabajo por un capricho, pero podrías haber venido conmigo. Si no querías separarte de mí, tendrías que haberlo dicho. BAKARO!! - aparto la mirada a un lado molesto, cuando más cerca estoy de él, más me separo luego. - Ódiame, es lo que siempre has querido hacer, pero después de ver lo mucho que te afecta no te volveré a dejar solo. - digo prometiéndole algo que pensaba cumplir, aunque él no quisierañ

-frunce los labios enojado, aunque sabía muy bien que sus palabras eran totalmente ciertas, era difícil poder admitir que sus celos injustificados estuvieran dominándolo la mayor parte del tiempo, escucharle de ese modo hacía que sintiera puñales en su pecho clavándose cada vez mas fuertes, es obvio no podía dejar de lado el lado, pero las cosas tienen un modo, y Takano aun no lo entendía-

Baka... -murmura, después de lo ocurrido entre ellos en la mañana, ¿como era posible que Takano pensara que tenerlo tanto tiempo cerca resultaría en un fastidio? eso no pasaría- no sabes ni remotamente lo que siento, y si mi cuerpo está del desastre apenas puedo mantenerme en pie -le reclamaba vehemente- Ya sabes que no soy bueno con las palabras ... al menos no para decir semejante cosa... -le pega en un hombro con puño cerrado-

Ademas porque tienes que meterte a mi baño??!! no ves que me estoy duchando?!!! -poniendo una gran mala cara- Y NO ES QUE NO ME PUEDAAAA QUEDAR SOLO!!!! argh!!!! baka nunca entiendes nada
-toda la cuestión se resumía en que esa mañana el ... sólo lo quería a el a su lado, intenta pasar por un lado de el para salirse de la ducha pero esta era un tanto pequeña-

- tsk! - le miro mal cuando me pega un puñetazo, no es que me haga mucho daño, pero me fastidia.- Me he metido en tu baño, porque parece que te resulta más fácil hablarle a la ducha que a mí.


- Claro que sé como te sientes, él que no sabe como me siento yo eres tú. Sé lo mal que te ha sentado que me fuera en ese momento en él que te habías "desnudado" completamente para mí, sé que esperabas que dejase el trabajo para luego por ti, ya que yo te hago retrasarte siempre, pero soy un profesional y si no entiendes mi postura eres mil veces más egoísta de lo que pensaba que eras. - intenta escapar y me canso de su actitud.


Lo aparto para poder salir yo y me quito la camisa haciéndola un burruño que escurro en el lavabo para que no gotee tanto y me la cuelgo al hombro. Mojo todo el baño mientras me pongo los pantalones. - Piensa bien en todo lo que se te está apsando por la cabeza y date cuenta de lo estúpido que estás siendo. - bufo. - Ya te dejo ducharte. - digo dirigiendome a la salida con tono despectivo.

-se indigna y le grita- ACASO CREES QUE PUEDES VENIR A CRITICARME Y LLAMARME EGOÍSTA??!! bakaaaaaaaaaa, cuando desde el principio ere tu quien absorbe mi vida mi dia!! mi todo!!!!, y cuando yo quiero hacerlo... sencillamente yo si tengo que entender... -baja la voz y la cabeza- yo también soy un profesional, y quiero que mi trabajo sea el mejor... -cierra la ducha mirándolo todo mojado exprimiendo su camisa-

Pero ... no puedo evitar pensar... que vendrá alguien mejor y te deslumbrará haciendo que te olvides de mi ... -sus palabras eran susurros pero eran audibles, entonces vuelve a alzar la voz- YO SÉ QUE SOY UN ESTÚPIDO!!! por enamorarme de una misma persona dos veces!!! -sus ojos se llenan de lágrimas-

-sale de la ducha envuelto en una toalla en las caderas, sale tras el- Takano... san... gomene... -dijo bajando la cabeza apunto de llorar y conteniendo sus emociones lo mas que podía-

Corr hasta mí y lo abrazo. - Sí, eres baka... - digo en un susurro tranquilizados, sus lágrimas se mezclan con el agua de mi cuerpo. - Baka, por pensar siquiera que puedo olvidarte. Es algo que no he podido hacer nunca y que ya no deseo que pase. Nadie se puede compara contigo, al menos no para esto de aquí. - llevo su mano al centro de mi pecho. - Claro que hay gente a la que admiro, gente que aprecio, gente que me sorprende para bien, pero tu nombre está grabado aquí, puede que con cicatrices y que mi forma de demostrarlo no sea la mejor, pero lo mejor que puedo ofrecer de mí es tuyo.


Estrecho ese cuerpo mojado y acaricio sus cabellos. - Tienes razón, yo tampoco me he portado bien. Gomene. - él era ante la única persona que me había disculpado por algo. admito mis errores, pero siempre los justifico. - Empiezo a entender porque no querías enamorarte, te montas infielidades donde no las hay. - bromeo intentando que deje de llorar y me dé una torta o algo. - Ya está... no llores más, sí? - rozo sus labios con mis dedos. - Nunca me voy a ir y no te volveré a dejar solo, te lo prometo. - apoyo la frente en su hombro. - te lo prometo...

-siente su abrazo y la caricia en su cabello, respira largo y profundo tratando de calmar aun sus arranques, realmente era una idiota que se pintaba fantasmas imaginarios, pero como no pensarlo si Takano san era así de atractivo, tan hombre, el sólo pensar que su cuerpo estuviera así de cerca le hacía delirar, pero al mismo tiempo pensar que otro pudiera sentirlo así como el, lo sacaba de quicio, y ciertamente le da golpe en el hombro nuevamente diciendole- no me monto infidelidades!! ademas ellas o ellos pueden ser los que intenten algo contigo!! idiota

-le habla suavemente, tratando de no caer en esos dilemas de nuevo, aunque sus arranques eran bastante inesperados- lo siento no te haré mas escenas de celos... lo prometo también... y mucho menos con personas , que tengan que ver con nuestro trabajo...

--cuando apoya la frente en el hombro de Ritsu, este le acaricia suavemente el cabello húmedo, entonces le habla dulcemente al oído- deja que te seque te vas a resfriar...

Rio cuando me da. - Entonces me encargaré de dejarles bien claro que soy de otra persona y que no tienen nada que hacer, así que te pido un poco de confianza en mi persona.


La idea de sentir el calor de sus manos a través de una toalla suave me atrae y mucho, haciendo que tense los músculos en una excitación que no sé de donde viene. Asiento con la frente aún en su hombro y espero a ver que hace con mis ojos siempre fijos en los suyos, pero sin perder detalle de ese hermoso cuerpo mojado y solo cubierto con una toalla, la cual es muy fácil quitar con un pequeño tirón, dejando así su cuerpo desnudo y provocándole un adorable sonrojo que le sube desde el cuello.

-camina a su habitación y saca un par de toallas, cuando regresa le pone una en sobre la cabeza y la otra la usa para secar el cuerpo del mayor, no se había percatado que era la primera vez que accedía semejante cosa, jamás hubiera pensado que por voluntad propia, le envuelve las caderas con la toalla, toma su mano para que se siente en el sillón individual , se para detrás de el secando aquellos cabellos color azabache-

Y como quedó el trabajo de la sensei?? -preguntó frotando sus cabellos medio mojados, sentía un alivio en su pecho, al saberlo cerca, a diferencia de otras ocasiones cuando realmente no lo soportaba tan cerca, porque el mayor tendía a ver a través de el, y dicifrar sus mínimos secretos con una sola mirada, o al menos era su pensar-

mañana me pondré al día con el resto de las cosas de la oficina ya el story board está listo así que no hay mucho de que preocuparse al menos del lado de Motou sensei... -afirmaba el chico, su piel se puso un poco de gallina sintiendo el frío por estar en toalla aun-

mE SORPREde lo poco avergonzado que está con esto. Le miro con una ceja alzada mientras cubre mi desnudez con una toalla sin pudor alguno, y yo me dejo llevar encantado por él. Siento sus dedos presionando mi sien para secarme los cabellos. De verdad... esto me parece demasiado normal.


Cuando me habla, echo la cabeza hacia atrás para mirarle mientras contesto. - Bastante bien. Es una mangaka muy cabezota con el tema de que retoquemos su obra. La mayoría de los mangakas que han tenido mucho éxito son bastante difíciles de llevar. Olvidan que esas obras tan exitosas han tenido éxito también gracias a la labor del editor. Motou-sensei, no es para nada así. Ha publicado con otras editoriales, pero estas no han cuidado sus obras, las han lanzado al mercado casi sin corregirlas y se han vendido mal. Eso ha hecho que se vuelva muy insegura y crea que lo que dibuja y escribe no es bueno. Esa mujer tiene potencial, si no no habríamos firmado un contrato con ella, así que te encargo que se lo hagas ver y hagas que esa obra llegue a lo más alto. - tomo su mano robándole su tarea de secarme el pelo y le doy un beso en ella. SIento su piel fría por el agua, su piel de gallina y un temblor casi imperceptible. - Vete a cambiarte, además, me gustaría darte algo.

-se sentía cómodo haciendo lo que hacía era algo que podían compartir sin llegar a cosas vergonzosas como ... que estuviera lamiendo...o tocando algo que se supone que no debe hacerse, negó con la cabeza apenas tratando de sacurdirse esos pensamientos, pero justamente Takano volvió a mirarle y a robar un beso apenas de su mano, sus mejillas se ponen carmesí, pero no muy llamativas apenas se colorearon,- etto la sensei se deja llevar bien acepta las sugerencias bien.. y aparte de todo me tiene confianza, eso me alegra me hace sentir que hago mi trabajo bien...

takano san... que quieres darme??... -el mayor le recuerda que estaba en toalla haciendose q se colorara mas, pues había olvidado que que estaba semi-desnudo- ha.. haiiI!! -casi que huye a la habitación poniendose un pantalon pijama y una playera deportiva-

-al sair de su habitación le extiende un cambio de ropa a Takano-ponte esto... no quiero que andes descubierto te puedes enfermar... -aunque la verdad lo hacía porque le daba pena, sinceramente no había percatado de su desnudez-

- Ya lo verás. - digo guiñándole un ojo de forma seductora. Me levanto con la tolla colgada al cuello y voy a por mis pantalones, los dejé en el baño y estaban más o menos seco. Me los cambio con la toalla vuelvo a sentarme en el mismo sitio, después de recoger el presente que le había traído y luego había dejado olvidado en alguna parte al entrar al baño. Le espero secándome los mechones de la frente con la toalla.


Sonrío cuando sale con ropa de estar por casa, aunque parezca tonto, aún con eso me sigue pareciendo jodidamente sexy, y me trae algo de ropa suya, aunque sé que la trae para que su pena no sea tanta, confío en que una pequeña parte de él haya decidido traerla porque se preocupa por mí. - arigato. - cojo una sudadera bastante amplia y larga, pero larga para él, a mí apenas me tapa el ombligo cuando estoy estirado. Aunque no me oye quejarme, ya que su olor mezclado con el mío es algo muy agradable y si no fuera tan pequeño, no me importaría robarle la ropa de vez en cuando. Deja ver a medias los cuadraditos más bajos de mi abdomen. Dejo la toalla en una silla y cojo su mano haciendo que se siente en mis rodillas.


Le miro bastante cariñoso antes de tenderle un paquete envuelto con papel de unos gatos bastante monos, y se adivina fácilmente que es un libro por la forma. Lo abre y encuentra una primera edición agotada hace tiempo de una de las novelas de Usami Akihiko. - Recordé que ese autor te gustaba cuando eramos jóvenes y pensé que te seguiría gustando, ya que Isaka-san me comentó que fuiste su editor en la editorial de tu padre. Y como publica en algunas novelas en la editorial no me ha costado contactar con él y que te lo dedicara. - acaricio su mejilla. - Quería dártelo el día que fuimos a cenar, pero, la verdad, se me olvido. Supongo que el libro ya lo habrás leído e incluso tendrás un ejemplar en casa, pero espero que te guste. - digo dudando al decir lo último. Aunque admiraba muchísimo a ese autor, eso fue hace 10 años, de seguro sus gustos literarios han evolucionado, pero si al menos consigo una sonrisa fugaz con esto habrá merecido la pena.

-la camisa se veía un poco chica, aunque esa era la mas grande que tenía, a decir verdad, no le quedaba nada mal, se veía ajustada pero marcaba bien los atributos del mayor, su pecho, abdomen brazos, sencillamente era perfecto-

-de un momento a otro ya estaba sobre las piernas de Takano, un solo tirón de el y su cuerpo ya estaba encima, su cara de asombro no era dramática pero si bastante de sorpresa, y pregunta levemente medias...- que.. que..¡¡? -no sabía muy bien que esperar de aquel regalo que le quería dar, por unos instantes pensó mal y dijo para si mismo... "con tal y no sea alguna corrección ... esta bien..".-

-para su grata sorpresa jamás pensó que podía volver a tener un libro de tan vieja edición y en perfecto estado, mejor aun que el amor de su vida, su único amor se lo diera, sus ojos verdes se iluminan como dos esmeraldas, y su sonrisa es amplia, niega un par de veces con la cabeza no creyendo lo que tenía en sus manos, eso era realmente una joya de las obras literarias- No lo tenía... la verdad tengo años buscando esta edición ... las otras las han modificado mucho que siento que ha perdido la idea Usami sama...Takano san!! arigatou!!!! -dijo efusivo, abrazándolo fuerte en un impulso-

-esconde un poco su rostro en el cuello del mayor aun sentado sobre sus piernas y murmura audiblemente- me encanta el regalo... y mas si proviene de ti... recordaste que adoré este libro cuando eramos adolescentes... y fue el primer libro del cual te hablé ... Domo arigatou!

-saca su cabeza del tibio escondite del mayor y le besa muy cerca de los labios justo en la comisura-

Veo como brillan sus ojos al ver el libro. De verdad ama la literatura. Al ver con la efusividad con la que habla y gesticula me recuerda a ese primer amor de hace 10 años, a lo adorable y alegre que era en ese entonces. Me alegra verle así, tan contento, aunque me guste su lado gruñón, haría lo que sea por esa sonrisa.

Me ahorro el detalle de que no fue difícil conseguirla, ya que lo compré cuando salió, cuando eramos novio y siempre me habla de ese escritor que a mí me aparecía un poco raro. Se lo iba a dar en agradecimiento por todos los libros que me prestaba o incluso me regalaba, pero se fue antes de que tuviera el valor de hacerle un regalo. Tuve la precaución de reservar un ejemplar antes de que saliera, porque esa edición se agotó en menos de 48 horas, pero nunca me decidí a dárselo. Quería verlo feliz, pero de alguna manera no quería hacerle un regalo a un acosador. Luego se había quedado en mi estantería, aunque siempre le quitaba el polvo y no los descuidaba, pero la parte superior de las páginas acabó tomando un tono amarillo con el tiempo, pero por lo demás el libro estaba en un estado excelente, pero olía a viejo y papel acartonado.

Niego con la cabeza apartando ese amargo pasado de mi cabeza y centrándome en sus comentarios de cuanto le gusta. Se me tira encima y sonrío, contento de habérselo podido dar después de tantos años y quitarme esa espinita que era el arrepentimiento de no haberle hecho feliz, incluso pensé que se había ido porque no tuve ese detalle con él. De nuevo alejo esos pensamientos y me centro en su respiración en mi cuello. Aunque sus palabras intentan volver a transportarme al pasado, no lo permito y me centro en que la persona que más quiero está feliz. Ese pequeño beso, me hace frotar mi mejilla con la suya afectuosamente, luego pongo una mano en su mejilla apartando sus cabellos y mirando esas radiantes oxidianas verdes que los teotihuacanes tanto ansiaban, pero estás son solo mías. - Bueno, he descubierto tu punto débil, así que no deberías de estar tan contento, puedo usarlo en tu contra cuando quiera. - digo molestándolo un poco, me embriaga tanta felicidad suya y me hace ponerme a la defensiva. Apoyo mi frente en la suya y cierro los ojos. - que bueno que te guste, que bueno... Aunque me voy a poner un poco celoso y no sé de que, si de Usami o de la literatura.

-la felicidad que desbordaba Ritsu lo hacía ver tan diferente a lo gruñón que suele ser, no obstante la magia del momento podía ser cortada con cierto comentario del mayor, eso de haber descubierto su punto débil, no le hacía gracia en lo absoluto, entonces arquea una ceja preguntando- ¿a que te refieres con eso?... -pero su pregunta había sido contestada rápidamente cuando dijo que se pondría celoso del sensei Usami, o de la literatura, sus frentes aun estaban apoyadas-

baka... yo amo la literatura.. pero... creo que amo mas ...a Takano san... -dijo en tono bajo, sus mejillas se tornaron carmín, le mira a los ojos y le pregunta- ¿puedes... puedes besarme..? -su pregunta había estado demás, pero estaba realmente cohibido para hacerlo el mismo... sus nervios se apoderaron de el una vez mas-

takano... quiero decir... Masamune san... yo, no se como expresarme aveces, pero cuando me miras a los ojos, no entiendo porque me pierdo en ellos y se me olvida todo, no me había dado cuenta que por mas que quisiera olvidarte jamás pude, pero saberte que estás a mi lado de verdad quiero que sepas que me haces sentir feliz, y todo estará bien -el chico parecía poder ver inconscientemente los sentimientos del mayor, y buscaba como darle tranquilidad, podría decirse que era como un sexto sentido que le indicaba que debía darle seguridad a Takano san-

-se da cuenta de su gran confesión natural una vez mas, y pues si... la literatura era el gancho, sin embargo al decir todo aquello intenta separarse rápidamente-jajajaj yo pues jajaja no me hagas caso ya digo tonterias -se pone de espaldas tapándose la cara pensando "aqui voy de nuevo a decir tonterías, ¿porque habré dicho todo eso?"-

-su corazón estaba latiendo muy rápido- mañana estaré temprano en la oficina no quiero acumular trabajo, y creo que mejor nos vamos a dormir si? ...

-sentía que el corazón se le iba a detener en cualquier momento, esa sensación de vértigo dentro de su estomago, no se comparaba con nada jamás sentido en su vida, vuelve a pensar "¿que carajos hago siento que el alma se me va a salir, pero acaso no debería ser normal esto? se supone que es mi pareja... y porque siento que cada vez q le digo algo así parece que me fuera deshacer??"-

Escucho toda su charla, aunque su bipolaridad no se muestra hasta el final. - Tranquilo, lo entiendo, yo también me siento así. Soy feliz si tú lo eres y aunque siempre líe las cosas para que me convengan no haría nada que odiaras. - cuando me da la espalda sonrío por sus palabras cargadas de buenas intenciones hacia mi persona. Rodeo su cintura pegándolo a mi pecho y aspirando su aroma. Se pone nervioso como siempre que se da cuenta de que ha dicho algo vergonzoso y cierto.


- De acuerdo, ahora vamos a dormir, pero primero déjame atender tu petición. Giro su rostro azorado para poder besarle. Mi lengua se introduce en su boca por una de las comisuras de sus labios. le quito el libro de las manos con suavidad dejándolo en una mesilla y cojo sus manos entrelazando nuestros dedos. Mi boca se empeña en succionar la suya una y otra vez, sus labios se empiezan a sentir doloridos por mí, pero se calman un poco con mi saliva. Al separarme, beso sus párpados acariciando esas negras pestañas. - Quiero que me ames tanto que no puedas concebir una vida sin mí... que... todo tu ser se impregne conmigo... que nunca desees volver a escapar de mí. - apoyo la mejilla en su hombro dejándome acunar por su respiración ahsta casi quedarme dormido. Ya ni le pregunto si me puedo quedar a dormir, solo lo hago. Así le ahorro la vergüenza de que él me lo pida.


Con pocas ganas de perder esa posición, me levanto agarrado a él y andamos hacia el cuarto abrazados. Antes de meterme en la cama dejo mi móbil con una alarma puesta para por la mañana en la mesilla de noche y me quito los pantalones, dejándome puesta esa prenda suya. Cuando se está poniendo el pijama, le freno impidiéndole que se pongo la camisa. - Quiero sentir tu piel... - digo arrastrándolo a la cama conmigo. Apagamos la luz y una farola de fuera ilumina nuestros cuerpos abrazados. El sueño lucha conmigo por mantener o perder la consciencia y solo me da tiempo a decir en un susurro - Me gustaría que me gustase tanto la literatura para así poder hablar de algo contigo... - mis párpados caen cubriendo mis pupilas, como el telón de un teatro.

-Al sentir sus brazos rodearlo suavemente deja salir un suspiro, entonces se apoya en su hombro, acarició tembloroso las manos de takano, pero casi seguidamente le voltea a poseer sus labios en ese beso que no sólo fue romántico, había sido muy sentido, transportándolo a un mundo diferente en unos instantes, correspondió gustoso aunque aun con un poco de nervios, al seprarse del beso le mira a los ojos y asiente sin replicar, sin embargo, por un segundo pensó en decirle que se fuera a casa entonces se dijo a sí mismo "mejor no... no quiero discutir... y quiero tenerlo cerca está noche... DX pero que no se le haga costumbre quedarse"...", sus palabras retumban en su alma y lo que el mayor no sabía es que ya la esencia de el estaba mas que impregnada en su ´piel, y que la vida sin el no era la misma, nunca lo fue, nada volvió a ser igual sin el- Yo... -hable en tono bajo- Yo.. no se ... como sobreviví... todos estos años... -aunque de repente corta la magia- aunque por tu culpa termine como soy ahora una persona con una personalidad extraña... -pone mala cara pero de un momento a otro su expresión se hace suave y muy natural-

Spoiler:

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Hai... hai... -dice un poco nervioso entonces camina a la habitación y cuando se estaba cambiando la playera suelta el mayor aquella frase "quiero sentir tu piel", un ligero temblor recorrió su piel haciéndolo erizar, suspiró y se quedo sin la playera entrando a la cama, ya acostados observa el rostro de takano quedarse de a poco dormido, el no tenía tanto sueño pese a su cansancio, cuando el mayor se queda dormido, acerca su mano acariciando sus mejillas, y con el dedo pulgar frota ligeramente sus labios, suspira largamente al sentir su textura, murmura- Te amo.. y no importa que no hables conmigo de literatura... lo que quiero es saber de ti... más de ti...

-cierra sus ojos para intentar dormir, se abraza tímidamente al otro-