[shonen ai con algo de yaoi] bajo la musica de invierno [cap 1]

Esta es una historia que desde hace algun tiempo queria escribir, espero que les guste.

Capitulo 1

El viento soplaba fuerte aquella tarde, mientras Najima Makoto miraba por la ventana.
- Y como les iba diciendo ella tenía un enorme pecho que se movía así- el joven de unos 17 años trato de imitar con sus manos el pecho de una mujer moviéndose burlonamente- hey Najima…

Realmente todo el rato el joven había tratado de ignorar la presencia de sus ruidosos compañeros

- Cuéntanos como la conociste, viejo, de verdad que te tengo mucha envidia, hacerle el desplante a una chica tan bonita, tienes muchas agallas.
- Fue ella la primera en buscarme, yo nunca dije que tendría algo serio.
- Demonios, si hubiera sabido le hubiera pedido su número- dijo el joven lamentándose- la próxima vez que no quieras alguna me la dejas…
El joven le dio una palmada en la espalda apoyando su mano en esta, más la reacción de Najima fue realmente violenta, la golpeo alejándola de sí y se levantó rápidamente del pupitre.
- Lo siento debo irme ahora- dijo sin mirar a nadie y salió del lugar
- Hey que es lo que le pasa, solo decíamos que es muy afortunado- expresó el chico rascando su cabeza.
- Najima es bastante extraño, no puedo creer que haya sido una celebridad, aunque empiezo a pensar que es solo un rumor- respondió el otro con el que conversaba.
- Sii, eso es cierto- comentó el primero al tiempo que se recostaba en la silla- no es posible que alguien que usualmente se salta las secciones de instrumentos, haya sido considerado como un prodigio, desde que llego a la academia no he escuchado que haya tocado un solo instrumento, debo aceptar que es muy bueno en lo que respecta a la teoría, pero tal vez aquel milagroso talento de su infancia ya desapareció, solo fue un golpe de suerte, va no hablemos más del asunto- dijo enfurruñado- dios aún no puedo sacarme esos pechos de la cabeza…

Najima caminaba por el corredor, aquello había estado cerca, desde aquel suceso jamás había sido capaz de soportar que otro hombre lo tocara. La imagen de un piano unas teclas manchadas de sangre vinieron a su cabeza. Abrazó su cuerpo con fuerza, sabía que todo estaría bien que no tenía nada de qué preocuparse. Miró su reloj, ya era hora de dirigirse a la sala de ensayos. A pesar de estar en una academia especializada en música y a la cual solo se entraba con una recomendación, él nunca había estado en alguna de las sala de ensayos, ya que la razón por la cual había ingresado, era por las suplicas de sus padres que aun conservaban la esperanza de que retomara el piano. Najima podía recordar cómo sus padres todavía guardaba los miles de premios que habían ganado siendo aún un niño, en conjunto con los video de sus grandes concierto. A él de verdad le parecía una verdadera tontería todo aquello, más sin embargo no había podido negarse a los ojos llorosos de su madre. Najima suspiró. De verdad la situación era bastante molesta, más sin embargo había encontrado la manera de alejarse del piano, especializandose en asignaturas teóricas y ubicándose en uno de los más altos puestos de la escuela. Pero a pesar de ello se había visto obligado a realizar otras tareas para sustentar el tiempo perdido de prácticas, esta vez le correspondía ubicar las partituras en las salas de piano. Tal vez el profesor le había destinado aquel lugar, con la esperanza de que esto le recordara los viejos tiempos. Najima sonrió divertido. El profesor no sabía que realmente estaba perdiendo su tiempo.

Najima se encontraba perdido en sus divagaciones y no vio al grupo de tres personas que se le acercaban, dos de ellos de gran estatura, uno de ellos con cabello negro y corto, y el otro de cabello blanco y coleta, el más bajo de los tres de apariencia delicada y con lentes, llevaba el cabello corto atrás y largo adelante, con un hermoso tono violeta bastante claro. El de coleta sostenía el hombre del de pelo negro por el cuello, charlando animosamente.

- Vamos, no seas aguafiestas, se que nos divertiremos en grande, además las chicas no dejan de fastidiar para que te lleve conmigo, a veces no entiendo como alguien tan tosco puede tener tanto éxito con las mujeres
- Omori, déjalo tranquilo, tal vez a Takumi no le gustan los lugares tan tumultuosos- le respondió con una sonrisa gentil el chico de lentes.
- ¿Como a alguien no podría gustarle esos lugares? Debería estar loco para no hacerlo…

Takumi caminaba en silencio, realmente no le interesaba mucho lo que Omori decía, y sabia bien que de decir algo en contra este no descansaría hasta convencerlo, Takumi miró hacia el frente y vio al joven que se acercaba, éste tenía cabello corto y rubio, de contextura delgada y rostro hermoso, con unos tristes ojos grises. Sus ojos se paralizaron al verlo, como si el encontrarlo le hubiera tomado por sorpresa. El joven paso de largo y Takumi volvió su rostro para observarlo.

- Takumi, ¿Sucede algo?- le preguntó el joven de lentes.
- No es nada, solo creí ver a alguien conocido.
Takumi continuó su camino, no pensó que lo encontraría tan pronto.

- ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
El terrible aullido sacó a Makoto Najima de sus pensamientos, Makoto miró el lugar de donde provenía, era un grupo de chicas que se encontraban cerca a la ventana.

- No puedo creer que los hayamos visto.
- Es un sueño hecho realidad

Makoto miró hacia el lugar en donde las chicas dirigían insistentemente sus miradas, un grupo de chicos se alejaban, al parecer los tres parecían ser de un grado superior y eran bien parecidos, por lo cual no era de sorprender la exaltación de las chicas.

- Takumi sempai de verdad que es todo lo que una chica desearía- dijo una de ellas suspirando.
- Hace poco escuche que gano uno de los premios más aclamado en el mundo de la música.
- Dios como lo envidio, además de ser talentoso y apuesto también es alguien de buena familia y con mucho dinero, escuche que su padre fue también un violinista de renombre, pero lo que no entiendo es porque Takumi sempai se traslado del programa de violín al programa de piano, aunque también es muy bueno con él, ahhh de verdad deseo ser su novia- dijo suspirando con ensoñación.
- Jajajaja, de verdad no podrías lograrlo
- Quien dice que no…

Makoto siguió su camino dejando a las chicas en su discusión, el también había escuchado los rumores acerca del trió dorado: Omori Fujikawa, el joven de coleta, conocido como uno de los mejores violonchelistas del país, además también era famoso por sus escándalos amorosos; luego estaba Megumi Kitakami quien por su hermosa interpretación de flauta traversa había ganado reconocimiento en el instituto, un sonido suave y delicado, como su apariencia, según decían algunos; ya por último se encontraba Takumi Kodaka, el hijo de una prestigiosa familia de largo recorrido en la música, quien era considerado un prodigio. Makoto recordaba siempre verlo en las listas de los mejores promedios de la escuela, en los alumnos de tercer año. Decidió no pensar más en el trió, ya que de cierta manera le molestaban, era mejor que se apresurara o no lograría colocar a tiempo todas las partituras para el inicio de clase.

Que buen comienzo! Con los originales cuesta un poco agarrarle cariño a los personajes (o solo me pasa a mi xD) pero con estos te metes rapido a la historia x3

Me gusto la frase final de los pechos xD es demasiado realista! tipica de un chico de secundaria..

Mmmm que mas? Buena redacción y ortografia tambien

Muy muy bueno x3!

o,o...
Bastante buena redacción!
Concuerdo totalmente con Rush, aun que creo que sólo a ti te pasa eso con los originales.
Aun que yo no le he leido muchos a decir verdad.
Me gusto de verdad!! Quiero saber que pasara! ^^

Gracias por los comentarios de verdad los agradesco, aqui publico el segundo capitulo, espero que les guste.

Capitulo 2

Las salas de ensayo estaban distribuidas a lo largo de un corredor, algunas en su interior poseían dos pianos, uno para el alumno otro para el instructor, mientras que en otras se encontraba un solo piano, principalmente utilizadas para ensayar cuando habían exámenes o conciertos. Makoto ubicaba la última de las partituras en una de las salas de solitarios; quería hacerlo lo más rápido posible ya que estar frente a un piano le hacía sentir incomodo, además no quería encontrarse con los que pronto tendrían practicas. Desde que había ingresado a la escuela varios meses atrás, se relacionaba muy poco con otros estudiantes, las personas con las cuales salía, eran en su mayoría gente que conocía en algún lugar de juegos o discoteca, usualmente mujeres. Colocó la partitura en el sitio correspondiente y se retiro, más cuando iba a cerrar la puerta la cartilla se deslizo cayendo al suelo y desparramando todo su contenido alrededor. Makoto se acerco rápidamente.
-Demonios- se dijo así mismo recriminando su torpeza.

Recogió la partitura, más de pronto pudo percatarse del título.

-El nocturno de Félix Mendenlssohn- dijo en voz alta al leer el titulo

Una leve sonrisa se reflejo en su rostro, jamás pensó que encontraría de nuevo aquella pieza, era una de sus favoritas en su infancia, además de las primeras que aprendió a tocar, realmente le traía recuerdo.

-¿Necesitas algo?- dijo una voz desde la puerta.

Makoto levanto su rostro mirando a aquel que le hablaba, era el mismo chico que había visto en el corredor con los otros dos, aquel de cabello negro, este le miraba inquiridoramente y esto lo ponía nervioso.

-Lo lamento solamente he venido a ubicar las partituras, ya me retiro

Makoto comenzó a salir, mas cuando llego a la puerta y paso al lado del joven, éste se volvió y trato de tomarlo por el brazo.

-Espera, tú…

Pero antes de que pudiera decir o hacer algo más, Makoto salió corriendo de la habitación. El joven se le quedo mirando desde la puerta fijamente y al verlo cruzar la esquina, se recostó contra el marco de la puerta y toco su cabeza contrariado.

-Creo que lo he asustado.

Makoto continuaba corriendo, no sabía porque pero había algo en aquel chico que le hacía temer, algo en su mirada que no podía describir, era mejor permanecer alejado de él. Makoto recupero el aliento y se dirigió al salón en donde estaban las partituras, debí ir allí para luego guardar las otras partituras, cuando metió las manos en su bolsillo se dio cuenta que las llaves no se encontraban en este, miró hacia atrás, posiblemente se habían caído en algún lugar. Regresó sobre sus pasos buscando el donde había caído, cuando las vio unos metros más allá, cuando se disponía a recogerlas se detuvo de pronto.
El suave sonido del piano inundaba todo el lugar, por lo visto el chico de antes había olvidado cerrar completamente la puerta. Las notas se deslizaban de una forma fluida y con gran soltura, como si quien tocara deslizara sus dedos suavemente sobre una cuna de viento, cada compas esta bellamente elaborado, era una hermosa interpretación del Nocturno. Makoto recordó con aquella melodía el sentimiento que había tenido la primera vez que había estado frente a un público tocando el piano, siempre le había gustado ver como su piano hacia a la gente sonreír y tomar aquella expresión tranquila, era algo que realmente había amado. Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, Makoto dirigió su mano a su rostro y las observo por un instante.

-¿Por qué?- se preguntaba mirando el brillo de estas a contra luz
No entendía porque aquella interpretación le hacía recordar todo aquello que pensó que había sepultado para siempre, su yo pasado del cual no quería saber nada, se dejo caer recostado contra la pared para luego sentarse en el suelo, ¿quién era él?




Makoto continuaba salió rápidamente del salón.

-¿Hacia dónde va Najima?- pregunto uno de los chicos en el salón.

-No tengo ni idea, últimamente sale corriendo apenas finalizan las clases- le contesta otro- creo que escuche que colabora con las partituras.

-Pues parece que le gusta bastante, yo estaría haciendo caras si me ponen en esas- dijo el otro chico aburrido.

Makoto corría por el corredor, no quería llegar tarde; desde hacía varios días había comenzado aquel trabajo y siempre estaba ansioso por saber que tocaría Kodaka sempai, sus interpretaciones eran realmente hermosas y muchas piezas le resultaban conocida, se sentía como un niño pequeño que había sido atraído por el dulce que le ofrece un extraño. Por lo visto al mayor le gustaba tocar con la puerta abierta, tal vez esa había sido la razón por la cual había solicitado la sala más alejada, Makoto siempre se quedaba allí a escucharlo y se retiraba un poco antes de que este saliera, no quería que descubriera que lo escuchaba. Después de repartir las partituras, Makoto se sentó como siempre afuera del corredor junto a su puerta, aquel día le tocaba el turno a Joseph Haydn con su danza alemana. Como siempre los dedos de Kodaka sempai se movía rápida y calmamente, pero con gran pasión, Makoto sonrió un poco al recordar lo que una vez se le había dicho, que la música de alguien cuando estaba bien interpretaba lograba reflejar el ser de quien la interpretaba. El chico cerró sus ojos tratando de sumergirse en el bello sonido, la melodía término, por un momento Makoto olvido en donde se encontraba, abrió los ojos de pronto y se levanto.

-Diablos, va a descubrirme- dijo al tiempo que se ponía de pie y salía corriendo.


Kodaka salió de la sala y vio la figura de alguien que se perdía en una esquina. Una leve sonrisa apareció en su rostro.


Makoto regreso, aquello había estado cerca. Se dirigió a la sala de ensayos en donde había estado Kodaka sempai para recoger la partitura, cuando entro miro el piano de cola de brillante color negro, de alguna manera aquel día lo encontraba más hermoso que cualquier otra de las veces que había estado en el lugar, se acercó a éste y paso sus dedos por el teclado siguiendo la escala de Do. Miró la partitura frente a este donde resaltaba el nombre de la Danza alemana, Haydn siempre había sido uno de sus favoritos, se sentó en la silla por un momento y se vio frente al teclado, comenzó a tocar los primeros compases, de forma pausada, hacía mucho tiempo que no tocaba, así que sus dedos no eran los mismos de antes, más lentamente la melodía iba tornándose fluida, Makoto lentamente iba perdiéndose en las notas, como si su cuerpo comenzara a recordar nuevamente lo que sentía tocar, recordara… a la mente de Makoto vino la imagen de la teclas golpeadas con fuerza, los gritos que rogaban que parara y las huellas de sangre que dejaba los dedos en el teclado. Paró de improviso y bajo su cabeza respirando agitado.

-Me alegra verte aquí de nuevo- dijo la voz de Kodaka desde la puerta- Makoto Najima- expreso con una sonrisa.

simbale kyouya!!!! ta juper sempai!!!!!!
ve despues de todo no utilizas pa comer solamente XDXDXD

Spoiler:

Ñyaaaaaaaa!!

Muy biieeen!!!

Pobrecittuu!! Lo traumaron al pobre po eso dejo de tocar!! ¬¬...

Ya te dije casi toda mi opinion en el otro post, así que ahora sólo digo : Biiiiien =D!, esperando el 3 cap ^^!

Te está quedando muy bueno ^^

Es genial, continua pronto, por favor *O*

x3~ Bien!.... pero por que la intriga? xD me mata la dudaaa!
Que rápido actualizaste x3 se agradece
Sigue asi~

Concuerdo totalmente con Rush, aun que creo que sólo a ti te pasa eso con los originales.

xD Si!! es que les agarro cariño